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sábado, 3 de abril de 2021

Fuego de campamento

Viendo por segunda vez en tres días Nomadland he tenido ocasión de revivir escenas muy poderosas de la misma. Quiero traer una de ellas que generó en mí vivas emociones que me llevaron a mi infancia, adolescencia y juventud. Es un fuego de campamento de los nómadas que se juntan  cada cierto tiempo en el desierto de Arizona. Hay un grupo nutrido de camperos que se sientan en círculo en torno a un gran fuego que los tiene a todos hechizados por su magia. Y el líder, de larga barba blanca, les habla de lo que significa estar allí aquella noche. Y, a modo de la madalena de Proust, aquella fogata me llevó a noches acampado en el Pirineo con compañeros y amigos donde montábamos un hogar con piedras e íbamos a buscar leña en los alrededores. Tras la cena, nos juntábamos allí todos alrededor del fuego y siempre había alguno que tocaba la armónica o la guitarra y cantábamos con alegría impregnados del ambiente ígneo que nos cautivaba y conectaba con algunas áreas misteriosas de la psique de raíz mística. Recuerdo estas noches con íntima nostalgia. Desde hace muchísimos años está prohibida la acampada libre y mucho menos hacer fuego por más precauciones que se tomen al respecto. Yo no supe nunca que aquellos fuegos de campamento produjeran ningún incendio ya que éramos responsables y amábamos el bosque profundamente.

Mis hijas no sabrán nunca lo que es la acampada libre ni un fuego de campamento y tampoco lo sabrán los adolescentes actuales que se perderán algo cuya fuerza dramática es de una dimensión tal que lo hace inolvidable en la memoria de quien vivió aquello. El pasado es el que es, pero pienso que si bien hemos ganado en artefactos maravillosos que nos ocupan buena parte del día, hemos perdido otras cosas de valor incalculable. Y sé que ya no volverán a ser posibles nunca más. Tal vez en Estados Unidos o en otros países sea una posibilidad tomando muchas precauciones que entiendo por supuesto. Ayer viendo la película que no me molestaría ver por tercera vez, sentí una íntima zozobra al ver aquel fuego que sé que nunca ya más veré en mi vida, ni mis hijas. Una pena.

miércoles, 31 de marzo de 2021

Lo dejo para mañana


Lo dejo para mañana… Pensar en los campos de refugiados en que se hacinan cientos de miles de personas sin mañana viable, pensar en la isla de plástico del Pacífico, pensar en las increíbles posibilidades de la genómica para diseñar seres humanos perfectos sin neurosis, sin cáncer, sin síndromes y sin esquizofrenia –aunque perderíamos a muchos genios en el camino-, pensar en que la Inteligencia Artificial está modificando nuestro mundo y los seres humanos cada vez son más prescindibles, pensar en el poder de la tecnología para cambiarnos profundamente, pensar en que ideas que tienen acaso cinco o siete años han cambiado nuestro mundo cuando antes eran necesarios siglos para modificar percepciones y creencias arraigadas, pensar que los seres humanos tienen que adaptarse a nuevos horizontes que cambiarán en poco tiempo, pensar en que los seres humanos cada vez carecemos más de raíces y que estas son un obstáculo para progresar, pensar en que el pasado carece de valor y que solo existe el presente como criterio total y absoluto –los sabios son los que se adaptan y fluyen sin el poso de la sabiduría del pasado que hoy solo sirve para memes de Instagram, Twitter, Facebook y Tik Tok,  publicados sin cesar y sin tiempo para ponderar-, pensar que estamos en Marte y que lo estamos viendo en directo previendo que en décadas tal vez algunos se trasladen allí y serán los primeros marcianos, pensar en que la vida humana se ha extendido y los cuarentones hoy son adolescentes, y los sesentañeros son los nuevos cuarenta, pensar en que todo se mezcla en un ansia absoluta de novedad, en que el futurismo es la ideología triunfante en el planeta, pensar en que el comunismo new look vuelve y que el fascismo adopta nuevos vestuarios, pensar en que los nacionalismos vuelven a emerger, pensar en que la retórica se hace cada vez más estrecha, pensar en que Nomadland es la película más hermosa que he visto hace tiempo y es una película de perdedores, de viejos, de idealistas alejados de este mundo de mierda que estamos viviendo en que está proscrita la nostalgia de otro mundo más lento y humano y con raíces. Me dan ganas, como a Fern, de coger una autocaravana y lanzarme a las carreteras para ver atardeceres y el mar en invierno… y la sintonía humana de los viejos, cargados de historia en vez de memes como es casi todo que se manifiesta aun con la mejor intención... 

 

lunes, 29 de marzo de 2021

Escribir con libertad no es fácil


Si mi preguntaran cuál es el más potente carburante de la vida, no sabría qué decir, me pasaría horas dudando, me miraría en el espejo interrogando qué me ha hecho vivir, qué me ha hecho superar tantos desafíos, tantas incertezas, tantas angustias, tantas búsquedas en vano. Me miraría en el espejo, ese espacio vacío donde se refugia nuestra imagen tantas veces odiada, y me diría al oído, sin que nadie me oyera que mi motor primero no es el amor, no es la amistad, no es la luminosidad, no es el dulzor del primer beso ya olvidado… Sin poder evitarlo me vienen imágenes oscuras, crueles, delirantes, demoníacas… Mi vida se ha forjado en la crueldad que nutrió mi vida de niño y de adolescente, y allí está ya está todo prefijado. Uno es el niño que fue, uno es el adolescente que se enfrentó a las cosas… Cuando tantas voces hablan de amor y luz, cuando tantas voces sugieren entrecruzamiento y ternura, uno no puedo olvidar quién es ni de dónde viene. La luz ha sido una asignatura aprendida de mayor, en los libros y en la vida que me ha invadido y he aprendido a ser bueno, a imitar buenos sentimientos, a comportarme como un hombre sosegado y lleno de afición a la humanidad… pero los que realmente me entusiasman son los que ocupan otro lado en este concierto de mares, flores y pájaros infinitos. La vida es para mí tenebrosa. Me abruman los optimistas, me seducen los filósofos radicalmente siniestros. Toda reivindicación de la vida pasa en mi fuero interno por el filo de un buen cuchillo… Siento profundamente la ternura de lo doloroso… Como Alejandra Pizarnik reivindico la belleza de la tristeza, el baile de los malditos, los poetas suicidas –añado yo-. Esto no impide que a veces sienta momentos de profunda felicidad. Solo los terapeutas y los coachings, esa profesión tan ridícula como estúpida, hablan de reencontrarse con lo estimulante, con lo positivo, con la sonrisa…. Me siento tan a gusto en la penumbra, en el río oscuro que nos lleva, en la desazón profunda del vivir, que desdeño las riberas luminosas adonde nos llevaría una barca inane de satisfacción. En fin, este es un post sombrío porque la sombra me gusta, y el que navegue por las aguas calmadas de este blog sabe que en el fondo quien late es un descreído, un creyente en los milagros de ceniza, un cínico desarbolado, un hombre que no publicará jamás un libro porque el sufrimiento en estado puro es estimulante y no merece ser impreso. La zozobra de vivir es hermosa, hasta el cáncer puede ser algo que nos excite y estimule nuestra curiosidad. Sí, siento una profunda curiosidad hacia la vida. Este es el potente carburante que la nutre. 

viernes, 26 de marzo de 2021

Las ciudades del interior


Hace un par de días atravesando la sierra de Collserola con un amigo y tras varias horas de caminata, llegué a una ciudad a la falda de la sierra que me pareció la población más singular del mundo, un ejemplo de interés internacional para estudiosos sociológicos de todos los ámbitos, una ciudad en que todos los ciudadanos son progresistas avanzados. Solo había que ver los muros, los balcones, las fachadas, todos cubiertos con pancartas antifascistas, símbolos independentistas, pintadas anarquistas y comunistas, eslóganes feministas, citas anticolonialistas sobre la colonización de América que no fue un descubrimiento sino una invasión, ataques al heteropatriarcado, proclamas contra el Rey al que se amenazaba de muerte por rey y por Borbón, se afirmaba que no tienen rey pese al nombre de la ciudad, emblemas con la hoz y el martillo, manifiestos de todo tipo contra el sistema y en defensa de la terra y del poble… Me pareció una maravilla este pueblo o ciudad, como quieran. Había un monumento dedicado a su ciudadana más ilustre, una famosa actriz anterior a la guerra que representó teatro español, especialmente de Lorca, y que se fue del pueblo perfecto para no volver jamás pues murió en un país sudamericano, en el exilio. Realmente es admirable encontrar un pueblo que parece ser producto de un laboratorio de ideas del MIT. Vi la composición del ayuntamiento y, efectivamente, todos los ciudadanos votaban candidaturas progresistas, mayoría independentista, incluso con muchos votos a un partido radical como la CUP, y un alcalde socialista, en minoría, el más votado. Me asombra un pueblo con tal unanimidad de ideas avanzadas. Tiene que ser un prodigio político y sus ciudadanos originales, creativos, críticos, imaginativos, solidarios, generosos, amables, pero nada de esto se transparentaba en el ambiente de esta población salvo estar las paredes cubiertas abrumadoramente de consignas. De hecho, una amiga me explica que en su instituto, hay muchos compañeros de aquí y que son todos independentistas pero cuya única originalidad en clase es leer el libro de texto en un instituto plano y aburrido sin ningún matiz creativo, cualidad que se teme como el gato el agua hirviendo. 

 

¿Es posible ser un progre perfecto y a la vez un ciudadano plano y aburrido, un ciudadano gris y sin ideas que vayan más allá de las consignas políticas radicalísimas? Uno esperaría en un pueblo como este un estallido de imaginación en algún sentido, pero no es así. Es un pueblo común, sin nada especial, con ciudadanos que se muestran en muchos sentidos sin relieve y sin actitudes creativas. Creo distinguir cuando me encuentro en una ciudad imaginativa, una ciudad artística y que estalla en iniciativas e intuición, pero me he acostumbrado en el panorama catalán a vivir en ciudades de las comarcas ultraprogres, marcadas por el nacionalismo, que son a la vez tremendamente planas, clasistas y soberanamente aburridas. Esta mezcla me fascina, uno intuye que se ha de ser algo reaccionario para tener ideas provocativas, diferentes e imaginativas. Es como si el mayo francés se hubiera agotado y sus vástagos siguieran siendo maoístas, anarquistas y nacionalistas pero sus encefalogramas se hubieran quedado totalmente en una línea próxima a la planitud, anulada ya por completo la imaginación. 

martes, 23 de marzo de 2021

La neoeugenesia, realidad de nuestro tiempo


Sigo leyendo totalmente absorbido el libro El gen: una historia personal de Siddhartha Mukherjee. A pesar de sus conceptos genéticos y científicos, en su mayor parte se puede leer por un lego en la materia. El día anterior hablé de la mejora en estos tiempos respecto a los del siglo pasado en el tema de la eugenesia comparando las ideas de la higiene racial con el cuidado que se tiene hoy día con los niños que padecen algún síndrome o disminución psíquica o física. Mi conclusión era que habíamos progresado esencialmente en ello y que la eugenesia había pasado a la historia. Cual no ha sido mi sorpresa al darme cuenta de que ello no es así en absoluto. La eugenesia, recordemos, es un proyecto de filosofía social que pretende mejorar los rasgos hereditarios humanos mediante diversas formas de intervención manipulada y métodos selectivos humanos. A comienzos del siglo XX, esto se formulaba con el propósito de mejorar la calidad genética de la población y fomentar ciertos criterios raciales como la altura, el color de la piel, de los ojos, el cabello, la inteligencia, su fuerza y resistencia física, de modo que se potenciarían rasgos considerados superiores. Para ello, se promocionaban uniones raciales que generaran niños sanos y fuertes con unas características físicas supremacistas o se terminaron llevando a cabo esterilizaciones legales de personas aquejadas de taras físicas o psíquicas. Así, en Estados Unidos se dividían a estas personas en idiotas, tarados e imbéciles para referirse a la debilidad mental. Y todo esto llegó a la Alemania nazi que esterilizó violenta y abiertamente  a cientos de miles de personas deficientes según sus criterios raciales. Luego se pasó a la eliminación física y se llegó al Holocausto. 

 

Todo esto me parecía horrible y creía que habíamos superado totalmente estos estados en nuestro tiempo. Pensaba que la eugenesia era un concepto antiguo. Leyendo el libro poco a poco me he dado cuenta de que desde que se pudieron hacer análisis genéticos prenatales aplicando las nuevas técnicas de detección de anomalías en los cromosomas y la aprobación desde los años setenta de las leyes de aborto en Estados Unidos, de hecho, se está realizando sistemáticamente; es la llamada “neoeugenesia”, apoyada democráticamente por los movimientos progresistas en base a la felicidad de los seres humanos alejándose del pasado nazi de selección racial. Fue apoyada la neoeugenesia incluso por genetistas tan preclaros como Francis Crick y James Watson, dos de los descubridores de la doble hélice del ADN. Se entiende que la selección natural del siglo pasado era “cruel, torpe e ineficiente”. La neoeugenesia se basa en la salud, la inteligencia y la felicidad. Y se mantendría adherida a los valores de rigor científico y la elección. Así, las pruebas prenatales son escogidas por los padres o madres con total libertad, así como el aborto selectivo. El síndrome de Down o el enanismo son casos muy significativos. Su reducción en nuestra era ha sido drástica. Otras enfermedades poligénicas como la esquizofrenia o el autismo que tiene un claro componente genético y dependen de varios cromosomas son más difíciles de detectar. No es fácil encontrar los genes causantes de muchas enfermedades en el genoma, pero probablemente se avanzará en ello. Esta es la neoeugenesia negativa. Pero hay otra que podríamos llamar positiva que es la de creación de bancos de esperma en que especialmente las mujeres pueden elegir rasgos característicos de los donantes. Incluso se creó en Estados Unidos un banco con semen donado por genios o premios Nobel aunque no tuvo mucho éxito. Sí sé que en los países nórdicos donde existen muchas familias monoparentales, las mujeres pueden solicitar kits de autoinseminación a empresas de Dinamarca que en 24 horas son enviados a toda Europa para su utilización, y de este modo las mujeres pueden elegir las características físicas e intelectuales de los donantes. En España no se puede elegir al donante pero estas empresas ofrecen un perfil hasta el último detalle. Ello no es una garantía plena, pero sí un condicionamiento importante. No se ha llegado por razones éticas a que los padres puedan elegir todavía dichas características mediante un cribado genético, pero el tema está abierto. Ciertamente, sería un avance que los hijos que se tuvieran fueran inmunes a ciertos tipos de cáncer o al alzhéimer u otras enfermedades genéticas. ¿Quién no elegiría esto para sus hijos? En esto se está en camino, aunque no he avanzado lo suficiente en el libro para llegar a los últimos tiempos en el terreno de la genética. 

 

Probablemente el descubrimiento de los genes haya sido el avance científico más importante en el siglo XX, su descubrimiento y modificación, y estamos solo en el comienzo. Muchísimos medicamentos desde los años setenta del siglo pasado se basan en tratamiento de genes que son modificados y manipulados para conseguir medicinas revolucionarias. Otra cosa es que estos laboratorios genéticos puedan trabajar con genes de virus que, modificados y manipulados, puedan escaparse de los laboratorios. Ese es un peligro real y ciertamente muy peligroso. 

domingo, 21 de marzo de 2021

Campeones

Hoy se celebra el día Mundial del síndrome de Down lo que me lleva a publicar esta entrada acompañada de una foto reciente de la Fundación Once sobre personas son algún tipo de disminución psíquica, algunos de ellos protagonizaron la película Campeones de Javier Fesser y nos sorprendieron por su riqueza humana y sus formidables capacidades. Hoy somos más conscientes de la realidad y fuerza sorprendentes de personas que antes se los consideraba como marginales o abiertamente deficientes.

Leo estos días un libro recomendado por Agnieszka, de Sidharta Mukherjee que se titula El gen, una historia personal. En él se hace un apasionante recorrido por el territorio de la genética y las teorías de cómo se transmite la vida y los caracteres en la unión de hombre y mujer. Para no irnos demasiado lejos, este post mencionará como hito estelar las figuras de dos gigantes en esta historia, Charles Darwin que ideó la teoría de la evolución de las especies a partir de un tronco común derivándose como las ramas de un árbol, y la de las variaciones así como la idea de la selección natural de los mejor adaptados, pero se quedó encallado en la formulación de cómo funcionaba la herencia, cómo se heredaban los caracteres en una unión sexual. Este era un mecanismo totalmente desconocido hasta que otro clérigo también iba a dinamitar el edificio de las creencias y dogmas cristianos, este fue Gregor Johann Mendel, un oscuro monje que se dedicó a mezclar variaciones de plantas de guisantes en un invernadero de su convento de Brno sin que las decisivas consecuencias de las leyes de la herencia que formuló fueran conocidas hasta mucho después de su muerte, pues su publicación permaneció totalmente ignorada. Fue un texto que fundamentó la biología moderna que pasó desapercibido en un tiempo en que el tema de la herencia pasó a ocupar un papel decisivo en las sociedades occidentales pues Francis Galton publicó un libro provocativo, Inquiries into Human Faculty and Its Development. En él presentaba un plan estratégico para la mejora de la raza humana. La idea de Galton era sencilla, imitar los mecanismos de la selección natural para apoyar la supervivencia de los caracteres tenidos por superiores en un tiempo esencialmente racista y supremacista en que se tenía un ideal de la raza en la blanca y dentro de esta, a determinados individuos con rasgos considerados superiores por altura, color de la piel, de los ojos, inteligencia…En su idea se podría perfeccionar la raza humana con los mecanismos darwinianos y sin conocerse las conclusiones de Mendel sobre la herencia. Debían sobrevivir los más aptos, los más fuertes, los más inteligentes, y así dio forma a una supuesta ciencia llamada eugenesia y se enfrentó, entre 1901 y 1905, a su adversario más formidable, William Bateson, el genetista de Cambridge que era el mayor adalid de la teoría de Mendel.

Y el resultado, para abreviar, fue que en occidente se creó una corriente poderosísima llamada eugenesia que llevó a esterilizar a personas consideradas deficientes psíquicos o físicos, enfermos mentales, con taras de alguna clase, alcohólicos… muchas veces víctimas de una pobreza devastadora que los llevaba a una vida de supervivencia y que caían en abismos estremecedores. Muchos prohombres de aquel tiempo, tanto en Estados Unidos como Europa,  apoyaron las teorías eugenésicas positivas favoreciendo los cruces entre los mejores e impidiendo las uniones contra dicha selección o abiertamente negativas esterilizando a los considerados inferiores. Esto culminó en las teorías racistas del Tercer Reich que llevó a cabo una selección racial en nombre de la pureza de la raza que hizo que decenas de miles de personas fueran esterilizadas o abiertamente sacrificadas en una suerte de eutanasia maligna en la que entraban todos los considerados inferiores como homosexuales,  gitanos, deficientes psíquicos o físicos, enfermos mentales… El darwinismo en sus mecanismos de selección de la higiene racial se llevó a cabo finalmente con millones de personas consideradas un cáncer para la sociedad como eran los judíos… y miles de experimentos diabólicos tomando a los seres humanos como cobayas para confirmar sus teorías racistas y que tuvieron en el Dr. Mengele su mayor asesino en masa en nombre de una supuesta ciencia de la raza.

La mayor aportación del Tercer Reich, según Sidharta Mukherjee, fue la desacreditación total de la eugenesia ante el horror mundial por sus realizaciones perversas y criminales. Nadie hablaría ya de higiene racial desde aquello, aunque en algunos países europeos y en Australia se siguieron realizando esterilizaciones de indígenas o indigentes. Hoy ya nadie defiende aquello y podemos ver hermosos carteles con personas que en aquel tiempo habrían sido claramente víctimas de la higiene racial por la mejora de la raza blanca.

Tengo que reconocer que en este sentido y otros, nuestro mundo ha mejorado sustancialmente.

sábado, 13 de marzo de 2021

La conflictiva relación entre genética e inteligencia

 

La universidad de Harvard en Estados Unidos recibe cada año más de cuarenta mil solicitudes de ingreso, pero solo el 4.6% son admitidos en sus aulas. Para ello realiza unas pruebas complejas de inteligencia y perfil psicológico cuyos criterios se mantenían en secreto por el sesgo que suponen. Efectivamente, la universidad perjudica a unos grupos raciales en lugar de otros por la llamada discriminación positiva. Se evidenció que su sesgo perjudicaba seriamente a alumnos de origen asiático y judíos askenazies en favor de alumnos afroamericanos o blancos. Si no se realizara este sesgo, la mayoría de los estudiantes de Harvard serían asiáticos y askenazíes y apenas habría de color.  

¿Hay razas más inteligentes que otras? La relación entre CI (coeficiente de inteligencia) y genética es uno de los tema malditos y más envenenados de la psicología y la antropología y actualmente, nadie se atreve con él.

Un hito en este sentido fue el libro The Bell Curve (1994) de los investigadores Charles Murray y Richard J. Herrstein. Este libro, no traducido al español, fue el detonante de una explosión casi nuclear en un campo en el que nadie con sentido común quiere adentrarse: la relación entre genética e inteligencia. La mayoría de críticas que recibieron fueron demoledoras y se quiso echar tierra sobre el asunto. Uno de los epítetos más contundentes que recibió este estudio fue el de “Nazismo académico”, y que era un vehículo de propaganda nazi bajo una pátina de respetabilidad académica, un nuevo Mein Kampf de Hitler de estos tiempos.

Las conclusiones de The Bell Curve sugieren que los resultados de los tests de inteligencia varían entre unos grupos y otros, es decir, que las puntuaciones de algunos son más bajas que las de otros. Los asiáticos y judíos serían los más destacados y por debajo, los blancos y en el nivel descendente, los latinos y los afroamericanos.

Otras conclusiones del estudio son:

1)    La capacidad intelectual predice en buena parte el comportamiento social, de modo que un nivel de inteligencia menor puede favorecer la conflictividad social y la delincuencia.

 

2)    El CI es un mejor predictor de los resultados de los individuos que el estatus socieconómico de los padres.

 

3)    El CI nacional (de Estados Unidos) está decreciendo porque las personas o parejas con un CI alto se reproducen menos que las de CI bajo.

 

4)   Rechazan la educación “niveladora” por debajo y defienden el cuidado, protección y fomento de la inteligencia. Son partidarios de la igualdad de oportunidades en lugar de la igualdad de resultados.

 

5)    Trazan un panorama pesimista del futuro de Estados Unidos. Predicen que la élite cognitiva se aislará del resto de la sociedad, mientras que la calidad de vida se deteriorará para aquellos en la parte inferior de la escala cognitiva.

 

6)    Denominaron “efecto Flynn” al aumento del cociente intelectual de 2 o 3 puntos por década. Últimos estudios parecen anunciar que esto desde 2008 en adelante no es así y que el CI está disminuyendo en nuestras sociedades.

 

7)    Los autores recomendaron la eliminación de las políticas de bienestar que, según ellos, alientan a las mujeres pobres a tener hijos.

 

Las críticas a The Bell Curve fueron desde intelectuales a sencillamente echar basura sobre los autores tildándoles de racistas, y, efectivamente, Charles Murray, el superviviente, fue convertido en un apestado intelectual denostado como nazi y racista.

Su estudio de la naturaleza de la inteligencia en relación a los hechos y la genética fue muy peligroso porque estos son demasiado incómodos como para que floten en la atmósfera intelectual. Solo observarlos es ya moralmente sospechoso por los  problemas éticos y morales tan complejos que implican.

Las últimas tendencias al respecto rechazan el sistema de medición de la inteligencia mediante el estudio del CI pues produce un sesgo que favorece a unos en detrimento de otros, y solo mide la inteligencia abstracta. Y últimamente, se ha hablado de la teoría de las inteligencias múltiples, que rechazan totalmente la idea de que exista solo un modo de medir la inteligencia.

Las ideas de Murray y Richard J. Herrstein son tan incómodas y peligrosas que han sido marginadas totalmente por las consecuencias a que pueden dar lugar.

miércoles, 10 de marzo de 2021

¿Qué significa ser mujer?


Ayer o anteayer la líder feminista Cristina Almeida reivindicando su aspiración a que las mujeres mandasen en lugar de los hombres, dijo que en tal caso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, sería capaz de ser “más mujer”. Yo me quedé boquiabierto porque no sabía que se podía ser más mujer o menos mujer, pensaba que se era mujer o que no se era. Pero, indagando me di cuenta de que las teorías de algunas direcciones de las ciencias sociales han abolido la noción de sexo masculino y femenino y lo han sustituido por “género” para después, tras sesudas disquisiciones, llegar a la conclusión de que el género no existe, que es un constructo social, tal como la raza. De tal modo, hay personas que nacen con pene o con vagina pero eso no significa que sean hombres o mujeres porque son una tabula rasa que se va construyendo. Una persona llega a ser mujer por decisión propia no por la biología. Y es mujer si acepta unos presupuestos ideológicos del feminismo que aspira a la toma del poder mundial en detrimento de los hombres. Es la idea de que el futuro es mujer, o el logotipo de un puño con el símbolo feminista. Si se es de derechas no se es mujer completa, se tiene vagina pero eso no significa que se sea mujer integralmente porque la mujer se hace. Y ser feminista es abrazar una ideología que no solo busca la igualdad y la no discriminación sino la supremacía de las mujeres feministas respecto a los hombres. Mujeres con conciencia de ser mujeres. Por eso, la filosofía trans en que hay hombres que “deciden” ser mujeres y es su decisión la que cuenta, no la biología porque esta es superada por la cultura. Así hay trans que atacan virulentamente a mujeres que solo son mujeres por la biología y no por sus convicciones político-ideológicas. 

 

Uno se plantearía que Angela Merkel por ejemplo sería un caso de mujer exitosa que debería ser un icono para las feministas porque ha liderado brillantemente su país durante dieciocho años y se ha retirado con una aprobación general de haber sido una gran dirigente. Su despedida fue avalada por seis minutos de aplausos y también con muestras de afecto en las calles. Pero Ángela Merkel no es una mujer en el pleno sentido de la palabra según el feminismo porque no milita en él, no ha hecho profesión de fe feminista. Es una “abeja reina”, una mujer biológica que ha triunfado en el mundo de los hombres, tal como lo fue también en su tiempo Margaret Thatcher o Benazir Bhuto en Pakistán pero eso no basta. Sobre las “abejas reina” o mujeres que tienen éxito sin profesión de fe feminista hay un abrumador escepticismo si no desdén. 

 

Cuando veo el símbolo feminista del puño comunista con el logo feminista, me produce un íntimo desasosiego porque es eso lo que están construyendo aunque a las almas ingenuas y simples solo les hablan de igualdad y no discriminación, y miles de mujeres son progresivamente modeladas para convertirse en peones de una lucha supremacista que concederá a las mujeres todos los derechos y los hombres serán supeditados como un género inferior en su planteamiento de lucha política. Este planteamiento viene de las ciencias sociales y la llamada interseccionalidad que propugna que sean los que han padecido discriminación por su género –que no existe-, raza –que tampoco existe-, cultura, su orientación sexual los protagonistas revolucionarios. Es decir, este bloque que busca la hegemonía -un concepto marxista de Gramsci- son las mujeres maltratadas por una sociedad de hombres, los inmigrantes explotados, los homosexuales y lesbianas, los bisexuales, los que no se sienten de acuerdo a su biología, los trans, los/las queer, los negros… La dicotomía entre explotados –los trabajadores- y los explotadores –los capitalistas, la iglesia, el ejército, el poder- ha sido transmutada en otra contradicción diferente teniendo en cuenta que muchas veces son los trabajadores los que son más machistas, homófobos o transfobos. Lo increíble es que buena parte de la izquierda está abandonando a los trabajadores que se sienten más arropados por VOX, el Frente Nacional Francés o el mismo Trump que tuvo más de setenta millones de votos… 

 

Esta es la nueva revolución pendiente. 

 

Para el/la que quiera saber más de la cuestión le recomiendo la lectura de El día del ajuste de Chuck Palahniuk con el fondo de una revolución en USA donde se crean tres estados, uno para negros (Negrotopía, uno para gays (Gaysia) y otro para blancos (Caucasia), llevando al límite las contradicciones neomarxistas en la sociedad americana. Otro libro sumamente interesante es La masa enfurecida: cómo las políticas identitarias llevaron al mundo a la locura de Douglas Murray. Otro libro basado en el mundo estrictamente científico frente a las alucinaciones de las ciencias sociales sobre la cuestión de las diferencias sexuales es el siempre interesante La tabula rasa de Steven Pinker de comienzos de los años dos mil. 

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