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jueves, 19 de enero de 2023

Yo soy ESO

Suelo leer varias horas cada día, sea literatura, prensa, revistas, blogs, comentarios, críticas, etc. Ha sido algo progresivo el darme cuenta de que todo texto más que referirse a la naturaleza del mundo o de la realidad -que en parte sí- lo que hace es hablar del autor de este. Todos, cuando escribimos, nos describimos, nos presentamos, nos evidenciamos, nos manifestamos por más que lo que pretendamos aparentemente es analizar o comentar un aspecto de la realidad sea el que sea. El autor de un texto tiene necesariamente una cierta concepción de sí mismo -unas creencias, convicciones, ideas, conceptos, ideología- y la proyecta inequívocamente sobre lo que escribe. Es la idea que tiene de sí mismo la que se transparenta en su creación por más objetivo que pretenda ser en su análisis o comentario. Así, la gente, todos, hablan de sí mismos creyendo que hay algo dentro del sí mismo. Pero ¿y si no lo hubiera y toda nuestra identidad social, moral, política, sexual, profesional y existencial fuera una ilusión? Nos pasamos toda la vida buscando nuestra identidad, saber quiénes somos y a medida que nos hacemos mayores esa supuesta identidad se hace más consistente, más rígida, más inequívoca, más irrevocable, somos nosotros mismos más que nunca. Entendemos ya que no hay nadie que nos pueda dar lecciones, entendemos que ya no tenemos que explicarnos ni justificarnos, es como si, por fin, tuviéramos todo claro y ya no hubiera muchas cosas que añadir a nuestro bagaje. Hemos encontrado definitivamente nuestra identidad y comprendido nuestra perspectiva en todos los sentidos. Es como si se creyera firmemente en la identidad. ¿No decía el templo de Delfos el famoso “conócete a ti mismo”? Y llega, intempestivamente ese estado en que ya lo hemos hecho. Nos conocemos a nosotros mismos, ya sabemos quiénes somos y qué pensamos acerca de las cosas y la realidad. Así nos hacemos rígidos, sosteniendo como un tótem nuestro ego, el eje que nos permite enjuiciar y comprender de una vez la vida. Cioran sostenía que todas las religiones pretenden disolver nuestro ego cuando ese pobre yo es lo único que tenemos. He leído a Cioran con atención y con diversión. Me parece un humorista genial y yo me sentí cerca de esa consideración y sentí mi pobre ego como mi única posesión, mi única riqueza desde la que contemplar el mundo. Desafortunadamente, Cioran en los últimos años de su vida padeció alzhéimer y su complejo, sofisticado, divertido y pesimista ego desapareció, se disolvió misteriosamente por esa enfermedad que tanto tememos todos y que nos enfrenta a perder nuestro ego, nuestra amada identidad. 

 

Esa apoteosis de la identidad, ese implacable cultivo del ego, me divierte cada vez más porque siento que es una ficción, una ilusión, un constructo de nuestra mente a la que se le ha programado para creer que tiene necesidad de ello. Y ahora más bien me acerco a sentir -no pensar- que la identidad es como una llama de una vela, existe pero está en perpetuo cambio y transformación, carece de un núcleo y es como un sueño, fascinante, pero sueño en definitiva. Y el universo que nos rodea, los egos que nos rodean también tienen la misma densidad, o sea, ninguna. La realidad está vacía. Me divierte cada vez más cuando algún ego se cree fuerte como para manifestar su lugar en el mundo y puede enjuiciar sin ningún tipo de dudas todo el universo mental que lo rodea y lo llena de etiquetas sociales, políticas, morales, históricas, y no duda en emitir homilías sobre lo que ha logrado discriminar a partir de su ego y así calificar en base a su perspectiva suprema lo que entiende por realidad. 

 

Es curioso que en grandes genios de la literatura y del arte no podamos definir su ego, interpretarlos, acotarlos, etiquetarlos -siempre hay algún botarate que lo intenta- porque su identidad es difusa y no reductible a las fórmulas. Ahí tenemos a Shakespeare del que no sabemos prácticamente nada. Solo tenemos sus obras, pero a partir de ellas no logramos conocer su pensamiento o reconstruir su identidad. Sus personajes se sostienen en el aire, son misteriosos, no son recetas ideológicas que sirvan para conocerlos a ellos ni a su autor. Igualmente el personaje de Don Quijote es profundamente enigmático, intentamos acercarnos a él, pero todo crítico que lo intenta solo hace que proyectarse sobre la supuesta identidad del buen Alonso Quijano. Por más que intentemos acercarnos a él, más se nos escapa porque no encarna nada sólido y definitivo. Es el misterio de la identidad humana -y no descarto que también en los animales-. Solo es un foco de conciencia cambiante que cree ser algo para así poder definir el mundo que lo rodea, pero ambos son ilusiones. Cuando comprendemos esto, podemos estar a un lado y a otro simultáneamente, dar saltos, ser flexibles y no duros, sentir que todo está conectado misteriosamente, que el dualismo que tanto estimamos es una ficción y que solo existe en nuestra mente dialécticamente dualista que divide entre bien y mal, entre hermoso y feo, entre vulgar y exquisito... Todo es más divertido y más libre. 

33 comentarios :

  1. No sé, a menudo público artículos de otros que no necesariamente comparto del todo, pero creo es bueno no pontificar y divulgar también el pensamiento de otros. De Shakespeare sabemos poco, tan poco como de otros de su época; añadiria que de algunos contemporáneos tampoco sabemos mucho, o lo que han convenido que sepamos.

    Saludos.

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    1. Ciertamente, leerte -yo lo llevo haciendo un tiempo, no mucho- no supone que el lector se enfrente generalmente a homilías de cualquier tipo. Se agradece el no adoctrinamiento y la amplitud de enfoques en tus artículos que no son maniqueos.

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  2. Sostenía Andrés Trapiello que en un diario íntimo se decían las mismas mentiras que en cualquier otra parte. Cualquier otra parte bien podría ser un blog.
    No creo que hayamos encontrado nuestra identidad, no lo creo, y no lo creo cuando en la Facultad de Teología , mal llamada hoy de Ciencias de la Religión, cuando la religión es fe y esto es pura especulación mientras que las Ciencias suelen ser exactas, no creo, digo, cuando una de las preguntas de exámen final suele ser pretenciosamente siempre la misma: ¿qué es el hombre?.
    Convengo, eso si, que la realidad de hoy no es la realidad de nuestro ayer. Hoy se llama virtual. Todo es virtual, desde el dinero que gastamos y que nos lo ponen en el adeudo bancario hasta el futuro paralelo que dicen vamos a vivir y que llaman Metaverso.
    Hoy Calderón no podría escribir La Vida es Sueño, Segismundo sonaría extraño.
    No se quien comparó Jesús con don Alonso Quijano, se que han habido escritores que han querido hacerlo, quizá el líder de la facción radical esenia tenía alguna cosa en común con el manchego, puede que las ansias de un mundo mejor, más equitativo, pero me miro a mi mismo y vuelvo al redil de lo escrito por Joselu e intento responder, yo soy un accidente biológico, nada más que so, uno entre un millón en aquel instante y ahora, ya cerca del final, me doy cuenta de que he vivido encapsulado dentro de unos genes y unos chips.
    Yo soy eso, unos genes y unos chips salidos de una contingencia casual. Nada que no sean los demás.
    Sólo falta que sepa despedirme con dignidad, que eso si te hace diferente y deja buen recuerdo y no esa imagen de persona grata y buen escuchador.
    Todo es una estafa y yo formo parte del todo.
    Yo también soy eso, la única ventaja es que lo se y no me flagelo más de la cuenta con el hecho.

    Salut

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    1. El otro día hablábamos de que ambos teníamos una tendencia metafísica pero me doy cuenta de que tú, al final, te inclinas por el materialismo que erige el azar como razón de nuestra existencia. Me sorprende porque yo no siento eso exactamente. La vida para mí expresa un misterio al que solo podemos acercarnos mediante eso todavía no explicado por la ciencia occidental que es la conciencia. Observar nuestra conciencia es clave.

      En cuanto al supuesto anacronismo de La vida es sueño pienso que no es así. Sigue siendo una obra genial que es desconocida por la inmensa mayoría de españoles. No se lee en los institutos, pero yo la expliqué bastantes años en el antiguo BUP, sistema anterior de la apoteosis de la ignorancia que supusieron las nuevas leyes educativas. La idea de que la vida es sueño es exactamente lo que quería expresar en este post. Salut.

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    2. Si, todo lo que he intentado estudiar ha ido en ese camino, la Metafísica, y dentro de ella siempre Aristóteles. Somos el efecto de una causa, y a ese fin hemos de buscar el efecto final (él lo llama Felicidad), yo lo llamo dignidad.
      La dignidad va más allá de lo que uno pudiera explicar y como todo necesita de "hábito".
      El "azar" puede ser casual o causal, y yo creo más en la causa que no en la casualidad. Uno descubre una cosa por "casualidad", pero sino estuviera investigando no habría descubierto aquella cosa (causalidad). Esa es mi creencia a grandes, muy grandes rasgos, sabes que explicar aquí los porqués es imposible, pero si, me considero metafísico y si deseas insertar un corolario, puedes hacerlo.
      También para mi la vida es un misterio, y en cuanto a la conciencia te diré lo que decía Via Taltavull, un sacerdote que daba Antropología de las Religiones, que la conciencia era la suma de la libertad más la responsabilidad, que uno era libre para hacer el acto que deseara (aquí Aristóteles y después Sartre), pero responsable para saber que lo que iba a hacer era lo correcto o una insensatez, y si, podemos decir que hay un "materialismo de pensamiento".

      Sobre La vida es Sueño, creo que es una obra metafísica, que va mucho más allá de lo que nos quiere decir a primera vista y que si, que todo esto, convengo contigo, porque lo hago en casi todo, es un sueño efímero, banal y fatuo, o sea, una obra de teatro con final trágico.

      Un abrazo de lo más profundo

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    3. En estos momentos de mi vida, veo en la muerte algo que va más allá de lo trágico, es como un sueño más profundo, pero hay un despertar, siempre lo hay. La química no explica todo. Un cálido abrazo, Miquel.

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  3. Bueno, sí, es verdad. Cuando escribimos una parte o una muy grande queda grabada en el texto, el otro porcentaje se la lleva la observación y la intuición.. Curiosamente algo estaba escribiendo sobre esa sensación de que ya en la medida que vamos cumpliendo años, ya no sentimos la necesidad de justificarnos, porque somos lo que somos.
    No estoy muy de acuerdo contigo en sentir que nuestro ego es una ficción, porque es como un tipo de vestuario que hemos ido confeccionando a lo largo de nuestra vida. Nacemos desnudos y, después de dar el primer alarido en este mundo comenzamos a adquirir materiales que con el transcurso de los años vamos adecuando, hasta por fin, sentir que ese vestuario es el que nos hace sentir bien. Nos proyecta lo que somos. Muchas personas temen de la palabra ego porque los excesos no son buenos e inflarlo es dañino, pero mantenerlo en su justa medida nos hace tener identidad, pero eso no significa que yo piense que tenga la razón absoluta porque allí estaría alimentándolo y haciendo crecer hasta convertirme en ególatra. Ahora, lo de nuestra personalidad y esa dualidad eterna está muy ligada a nuestra mirada y comprensión del mundo. No es que dividamos todo en feo o hermoso, también existen los tonos medios.
    Abrazos Joselu

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    1. Todo el humanismo, el romanticismo, el liberalismo y el mundo actual refuerzan la idea del yo que elige, que decide, que se impone al mundo en una suerte de individualismo que nos nutre desde que nacimos. Hay países y culturas en que esto no es así, pero para nosotros el yo -esa sensación de que nos da núcleo y sentido- es determinante. Paradójicamente, nos pasamos toda la vida construyendo un yo para que al final ese yo desaparezca totalmente. Pero ese yo nos hace sufrir. Y tú me dirás que también amar, pero se puede amar sin yo, aunque de otra manera.

      Cuando vemos un bebé siempre decimos que es muy guapo, que es precioso -lo sea o no lo sea- a su madre porque la alternativa no es un grado medio sino la fealdad. Pienso que tenemos un cerebro binario en buena medida, es nuestro modo de funcionar. Aunque, ciertamente, puede haber tonos medios, tal vez sean los mejores. El camino de enmedio es una buena opción.

      Abrazo, Tatiana.

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  4. Yo creo que antes o después a todos no llega el momento de dejar atrás el papel que hemos interpretado durante décadas y empezar ser nosotros mismos, ese ego que nos identificaba, pierde importancia y tratamos dejar atrás el personaje que construimos para impresionar a los demás. Eso supone cuestionar todos los pilares en los que nos hemos sustentado, soltar todo lo que no es nuestro y quedarnos con lo que realmente nos identifica en un proceso que parece no tener fin, pues aunque venimos al mundo desnudos, nos hemos ido vistiendo con ropajes prestados que capa a capa han ido ocultado nuestro verdadero yo. Suena muy metafísico pero yo lo veo así.

    Un abrazo

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    1. Bienvenida a la metafísica que aborda más allá de lo pretendidamente real. Sí, la idea es esta. Nuestro yo, ESO, que ha sido la vestimenta de nuestra realidad íntima es una construcción y hay que ahondar, como bien dices, para comprender lo que somos. Es un camino apasionante, es descubrimiento de nuestra verdadera realidad. Cada uno a su manera. Un abrazo, Ana.

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  5. Estoy un poco lejos de las etiquetas y por supuesto de etiquetar, más allá de hacerlo para encontrar algo en el caos doméstico.
    En cuanto al hecho de manifestar en o que escribimos nuestra propia visión del mundo que conocemos, supongo que es inevitable. Tenemos una visión muy parcial y acotada de una parte del mundo.
    Salut!

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    1. Es como dices, Alfred, cuando escribimos, lo hacemos sobre lo que consideramos que somos nosotros, en torno a esa identidad -a veces fruto de la experiencia o del sufrimiento- que nos da soporte. Y nuestra visión es parcial, muy parcial si no llegamos a algo más universal. Saludos, Alfred.

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  6. Buenos días por estos lares una hora menos:
    Y, gracias a esa dualidad porqué sino en lo básico y físico somos tan iguales,Por eso como bien dices: el buen lector lee simplemente porqué le gusta , con la edad los gustos suelen ir cambiando a menos tragedias y más chispa o a la inversa. -No hace mucho acabo de leer un artículo a las siete de la mañana que aun me estoy riendo y es un artículo serio sobre el Procés: pero con una ironía escrito con doble rasero; que dice mucho más que cuando se escribe con ira.Es cierto, el ego lo tenemos todos y sino que nos lo diga el espejito mágico jajaja...mientras no derive en soberbia y en mal rollo...
    Porqué tus alumnos no eran" artixtas" como los míos; que el ego lo tiene echando humo.-Hoy tengo tutoría y te aseguro que pasamos de la tragedia a un buen rollo son tan dispersos...pero los quiero igualmente:))
    Un abrazo y un feliz finde Joselu

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    1. Si te dijera la verdad, echo en falta a mis alumnos. No al sistema o la burocracia ni siquiera a los compañeros, pero sí a mis alumnos. Es curioso que los años después de mi despedida han sido los más fecundos intelectualmente y ya no puedo transmitirlo a esos alumnos desorientado de la ESO o bachillerato. Disfruta de esa oportunidad. Un abrazo, Bertha, y buen finde también para ti.

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  7. ...(artixtas de artistas pero esa x les da más potencia jajaja)

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  8. Hombre de D.Quijote ,no sabemos nada, porque estaba el pobre como una "cabra". Al contrario de Sancho, que es humano, corriente, previsible, ante un hecho nuevo ya sabemos la opción que tomará.
    Me gusta leer(cuando leía),los personajes que definen su humanidad y forma de pensar, desde el principio. Si no es así, los considero extraterrestres, poco reales, falsos.
    Saludos.

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    1. Creo, car res, que necesitas una relectura de El Quijote porque las cosas no son como las crees. La supuesta locura de don Quijote o la cordura inequívoca de Sancho. Hay un proceso en la obra que se llama la quijotización de Sancho. Son personajes que no son unas piezas estáticas sino que van evolucionando y enriqueciendo, se transforman y cada lector los comprende de modo diferente. No es baladí que el Quijote sea ya una novela moderna en su concepción perspectivista. Saludos, car res.

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    2. Joselu,lo único que une a Sancho con Quijote,además del interés de las promesas economicas e insulas,del principio,es que Sancho(que representa al humano corriente),es el cariño que nace por el trato por parte de Sancho,es más dudoso el de Quijote,al no ser consciente por su locura.Pero cada uno es libre de la interpretación, estamos siempre en lo mismo,la libertad según formación y espiritud de cada uno.
      Saludos

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    3. De Sancho esta frase:
      "...cuanto más que saliendo yo desnudo, como salgo, no es menester otra señal para dar a entender que he gobernado como un ángel..."
      Libro II. Cap 53
      Si nuestros gobernantes, diputados, senadores, congresistas, directores generales y demás tuvieran presente y en letras de oro encima de sus mesas de trabajo la frase de Sancho, seguro que gobernarían con más criterio.

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    4. No hay que olvidar que Sancho es honrado y sale desnudo de su gobierno de la ínsula, pero también Cervantes creó a dos pícaros que se reunían en el patio de Monipodio con todos los delincuentes. Muchas veces se ha identificado a España como tal patio, y razones no faltan.

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  9. Así es, aferrarse a un Yo, definirte en una identidad en la que te reconozcas, cuando el Yo es un ente, como dices, atravesado por la ambigüedad, en transformación, concuerdo contigo.
    Expondré eso del Yo desde otra perspectiva, pero complementada con la tuya.
    El Yo (ego) es un concepto omnipotente en la cultura occidental, sin embargo se halla totalmente diluido en la tradición oriental, especialmente en el budismo.
    El Yo occidental observa la realidad que lo circunda desde afuera, desde una atalaya, como si él (yo) fuese una partícula separada de la realidad que registra. En este sentido, acontece lo que refieres del binarismo o dualismo en la mirada occidental; El mundo y Yo, los otros y Yo, el Universo y Yo, la Realidad y Yo... El Yo estableciendo una división con todo lo demás. El Yo como espectador distante de la realidad, y no como una partícula integrante de esa realidad, fundido con ella, al modo que se entiende en la tradición oriental.

    En el budismo tibetano (más que el chino, ya un tanto pervertido) jamás se escribiría Yo en mayúscula, su ego es cosa sencilla, sin grandilocuencias, pues ellos no se ven como una "obra mayúscula y única” frente al mundo (esto es más propio del egocentrismo occidental) no ansían arcos del triunfo que los rememoren postreramente.
    Es decir, ese salirse del cauce del río, en donde todo fluye (que señalaría un taoísta) es una escisión que no ha lugar en la tradición oriental.

    Y ese dualismo; El mundo y Yo, los otros y Yo (…) en el fondo nos sitúa en una soledad radical, un occidental pensará; “estoy Yo y aparte el Mundo, estoy Yo y aparte los otros, estoy Yo y aparte la realidad que observo, Yo y afuera el Universo insondable… esto suele desembocar en un ser que, en su fuero interno, siente en profunda soledad su existencia, puede vivir rodeado de su familia, etc, pero ese pensamiento de acuciante soledad nos ha asaltado no pocas veces, acude a nuestra cabeza con alguna frecuencia, lo rumiamos en silencio, lo sentimos íntimamente.

    Un budista puede vivir solo pero no se ve así mismo en soledad, se siente una parte ( humilde eso sí) del todo, no se considera más importante que una libélula, sino al mismo nivel formando parte del todo, ¿cómo va a sentirse solo si percibe que él forma parte de Todo lo que observa, de Todo lo que es ?

    En occidente nos cuesta concebir un mundo no regido por leyes precisas y exactas, nos exaspera que no sea así por nuestro afán de someter todo a la mayor perfección posible, como si esto fuese el culmen de la armonía. Para el taoísmo, por ejemplo, el equilibrio y la armonía de la vida se sustentan en lo contrario; la espontaneidad del instante, en lo no forzado, calibrado y medido meticulosamente por una mente ávida de racionalizar todo. Continuo, con tu permiso…

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  10. Si a un taoísta le preguntas que es la sabiduría, podría responderte: “no lo sé, estoy escuchando el viento, ¿lo escuchas?
    Si le preguntas a un occidental podría decirte: “déjame que te responda más tarde, tengo que pensar mucho la respuesta”.
    Uno se abandona al momento presente, quizás su mente esté casi vacía de palabras, pensamientos.
    El otro se presta a atiborrar su mente de conceptos, razonamientos y conclusiones ante el requerimiento de la pregunta… Entonces recuerdo eso que dijo Daitsetz Teitaro: Las palabras son una condición externa a la mente, pero NO son la mente.

    Para nosotros, educados en una cultura profundamente racional, es complicado concebir la mente así… y sin embargo el parecer de Daitsetz es acertado.

    De ahí que digan los taoístas que el sabio se origina en el NO SER, pues solo se limita a ESTAR.
    Esto refuta algo que aludes, sobre nuestra obsesión por construirnos una identidad que posibilite definir el mundo que nos rodea… y esto es justo lo contrario en la mente de un taoísta (que logra dejarla vacía), deja que el mundo, si acaso, le construya una identidad, que sea el mundo con los vientos, o los otros mismos, o los animales, los cielos, los sonidos y los silencios quienes le definan a él, no al revés. Es decir, el no ser Yo, para ser en el Resto. Simplemente el ESTAR, aquí, ahora.

    Dicho lo cual, no reniego de mi cultura occidental que tanto me ha dado, y a la que estoy tan agradecido, pero no puedo evitar sentirme totalmente seducido por esa otra forma de ver la vida…
    Abrazo, Joselu, y disculpas por el "tocho".

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    1. Quería haber traído aquí la imagen de la pintura "El caminante sobre el mar de nubes" de Caspar David Friedrich, símbolo del romanticismo en que el individuo se confronta frente al paisaje, la naturaleza y el mundo, alzado en un plano superior desde que contempla la realidad. El humanismo creó la idea del ser humano como centro del universo y de la naturaleza, sobre los que reinaba como el elegido por dios para que reinara sobre todo lo que le rodeaba. Somos herederos de una tradición humanística y romántica que ha destacado el valor del yo y el sentimiento por encima de todo, el resto de la humanidad, la naturaleza, el cosmos... En todo el cine americano que nos ha llegado sobresale la imagen del héroe individual que se enfrenta a la sociedad corrupta y sobre la que impone su verdad ética solitaria. Por otra parte, se exaltan los sentimientos y las emociones como algo fundamental.

      Todo lo que aportas es muy valioso porque pone de manifiesto que en la tradición oriental, védica, taoísta y budista, el yo -que no existe- está en interdependencia con todo el universo y forma parte de él sin ninguna preeminencia. Todas estas corrientes no son conceptuales o intelectuales a pesar de su complejidad. El ser ha de interiorizar espontáneamente otra forma de estar en el mundo pues se trata de la vacuidad de la realidad, la del propio ser y la del mundo las que se expresan en estas filosofías que parten de la unidad anterior a la multiplicación de los fenómenos dispersos que nos confunden por el caos aparente que suponen. Solo una mente en calma, no dominada por los pensamientos, puede acercarse a ese sentimiento de totalidad y de vacuidad. Como bien dices, todo está en permanente estado de cambio, sea la realidad o nuestro ego, no hay "noumeno" al que aferrarse. Para el budismo, todo es ilusión, el propio yo y el mundo de los fenómenos que tienen la misma dimensión que un sueño. No podemos aferrarnos a las ilusiones, solo observarlas y ser conscientes de su cambio incesante mientras nuestra mente está en calma. Una mente que no es individual, en ella reposa el ser que no ha nacido y que no puede morir.

      Como bien escribes, nuestra mente racionalista y conceptual, esencialmente binaria y dualista, tiene dificultad para captar estas intuiciones milenarias. Igual que se erigieron el yo y los sentimientos, del mismo modo se alzó la razón como instrumento para comprender y analizar el mundo. Pero las filosofías orientales no son racionalistas, son intuitivas, la flecha va directamente al centro de la diana no por cálculo sino por visión interna. Y da igual que el arquero sea ciego.

      Me alegro porque tú y yo estamos buceando en otra forma de contemplar el mundo, la realidad y a nosotros mismos. En tus paseos por el campo, esos que nos deleitan a los lectores, el ego del caminante se diluye y se funde con las nubes, con las aves, con los charcos y sus criaturas, con las lecturas. Pienso que ese ego pierde sustancia y se hace ligero, luminoso y sereno. Muchas gracias por tu comentario que ha captado bien el centro de lo que quería decir. No ha sido tocho, ha sido un placer leerte. Abrazo.

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  11. Maravilloso texto, Joselu. ¿Es todo tan evanescente como nos parece? O bien, cobra más sentido nuestra propia existencia cuando se erige en torno a un ego, que puede ser tan real como ficticio. Algunos refuerzan esa idea porque como nos ilustrase el gran Ibn Hazzam todo en esta vida es espejismo, para evitar la pregunta más trascendente y la única certeza a la que aferrarnos. Yo creo que hay más. También me he acordado mecido por tus reflexiones de esa anécdota, no sé si apócrifa, pero que se atribuye Oscar Wilde, que veneraba a Balzac, y que confesaba a sus allegados, que la muerte de Lucien de Rubempré es el gran drama de su vida. Nos cuesta creer por el inmenso calvario que le tocó padecer al gran autor irlandés, que experimentase más dolor por lo acaecido a ese personaje de Las ilusiones perdidas de Balzac, que su propio purgatorio. Otra paradoja del juguetón destino es la enorme densidad de escritores que por kilómetro cuadrado ve la primera luz en Irlanda.
    Sonará frívolo, incluso propio de orates, pero no me es extraña la alegación de Vargas Llosa, que confiesa que los personajes literarios cobran la misma entereza en sus recuerdos que las personas con las que ha perdido el contacto. Incluso más. Y es que tu texto, excelso, Joselu, me movía de la filosofía a la literatura, y me ha evocado también esa idea que supo aprehender en una de sus creaciones Heinrich Heine, y en las que nuestra realidad no es más que el sueño de un Dios ebrio. Que se va a dormir a una estrella solitaria, y crea cuanto sueña. ¿No es Napoleón más que un retazo onírico? ¿Y Homero o Cervantes? Por qué no el mismo Shakespeare que también citas. ¿ Porque cuántas realidades caben en la nuestra? Entre sueños, creemos derribar ese velo maya, y la verdad es que resulta mejor aquietar todas esas preguntas que nos revelan la propia extrañeza de nuestra existencia. Somos Sísífos que subimos todos los días la misma piedra. Afortunadamente tenemos la literatura, el amor, que nos evitan esas turgencias de la nada. Un abrazo, Joselu. Me ha encantado tu entrada.

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  12. Por cierto, al principio creía que tu entrada versaría sobre la ESO, pero referido a la educación. Esa travesía todavía se cierne sobre nuestro día a día, debido a mis hijos, que se debaten entre la madurez y la holgazanería. Y en el fondo, me está encantando verles madurar, remontar situaciones que al principio parecían adversas. Hoy me vuelvo a rendir, Joselu.

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    1. No me había dado cuenta de la coincidencia entre mi título y la ESO como etapa educativa y que parece que tus hijos están en ella en plena maduración y de construcción de su "yo" frente a un obstáculo y a otro. Para los padres muchas veces es un viacrucis el paso por la ESO, tengo buena experiencia como tutor que he sido bastantes años.

      Quiero retener la idea que he esbozado en el anterior párrafo: el proceso educativo por el que estos adolescentes van creando un ego que debería ser fuerte y sano. ¡Hay tantos casos en que ese ego es problemático y conflictivo por causas internas y externas! Ese ego les servirá de anclaje en la vida, es necesario, para luego, una vez madurados, sentir que tal vez esa entidad erigida como defensa y sostén es imaginaria e ilusoria. Pero esto solo es una consideración hecha desde mi actual punto de vista, fruto de una vida de relación con las filosofías orientales.

      Me ha interesado mucho tu hilván de referencias literarias y filosóficas empezando por Ibn Hazzan que concebía que la vida era puro espejismo. Desconocía esta reflexión de este teólogo y filósofo andalusí del que había leído hace muchos años El collar de la paloma -en mis tiempos de estudiante de filología hispánica-. Pienso que la percepción de la realidad es creada exclusivamente por la mente y que cuando muere uno, muere con él dicho mundo creado por una mente única. Tal vez la sabiduría es darse cuenta de que nuestra visión -tan nuestra- es una ficción. Eso permite aligerarnos y a la vez ver las cosas con una luz nueva. Tal vez el universo sea una mente y tal vez no sea más que luz. Así pensar que nosotros somos un haz de luz que la literatura y la filosofía intentan desentrañar. Amo dicha especulación, Sergio. Muchas gracias por tu tormenta de ideas en torno a un post que ha sido mejorado por los comentarios. Buena suerte para tus hijos.

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  13. El escribir en sí mismo y hasta cierto punto es un acto de vanidad. Crees que tienes algo que decir, algo importante que no puede quedar solo en palabras que llevará el viento, si no fuese así, nadie escribiría nada, creo yo.
    Joselu, eres un peregrino, llevas viajando mentalmente toda la vida y lo haces preguntándote cosas, solo ocurre que las preguntas son como las personas que las hacen, tus preguntas pasaron de preguntar al exterior ¿cómo es esta sociedad? ¿no podemos hacerla mejor? ¿habrá alguna forma de "buen gobierno" para todos?.
    Esa visión altruista y generosa de la vida, enfocada en mejorar el mundo, ha pasado a una visión más intimista, que no peor. Ya no es el colectivo el que te mueve, es el individuo, ¿Quien soy yo?, ¿Quiénes somos los otros? ¿Cómo pensamos, como vivimos? ¿Qué resortes nos mueven? o yo así te veo, quizas me equivoque. No hay ideas objetivas, todas son subjetivas porque están condicionadas por el entorno donde nacen y la persona que llega a esta conclusión. Newton jamás hubiera llegado a las conclusiones que llegó sin un ambiente, una familia o un entorno que permitieran eso,
    En mi caso, yo intento ser racional, sin más. Acepto de buen grado todo aquello que se me muestre de manera racional, incluso intento comprender términos irracionales como espíritu, psíquico, o equilibrio social.
    No me gusta ser equidistante con determinadas corrientes o pensamientos que promueven cosas que veo perniciosas, y si tengo que mostrar mi opinión lo hago, solo que en estos tiempos hay más desprecios que discusiones, cada uno en su grupo, al calorcito de la “Verdad”, demasiados altares para tan pocos santos.
    En mi opinión las cosas avanzan gracias a los desequilibrios es la búsqueda de armonía lo que nos lleva a crecer, es una cosa un tanto contradictoria. Se crea un desequilibrio, una guerra por ejemplo, y todo avanza a gran velocidad porque la gente quiere la armonía y la paz lo antes posible, es curioso ver cómo evolucionamos la Humanidad.

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    1. ¿De verdad crees que D. Miguel de Cervantes no proyectó su forma de ver y entender la Vida en el Quijote? Yo no estoy muy seguro de eso, más bien, creo lo contrario. Un cautivo en Argel que emprendió cuatro intentos de fuga escribe: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."
      Un hombre que al ser pillado en las cuatro ocasiones que intentó evadirse asume toda la responsabilidad de los actos ante sus captores. Una persona que cuando dicen que uno de dos, él y o hermano, puede ser liberado aboga por su hermano, un concepto de caballerosidad.
      Don Miguel de Cervantes es un hombre y es consciente de ello, cuando ve los cuadros de santos como San Martín partiendo su capa para darle la mitad a un pobre, Santiago a caballo decapitando infieles dice:
      "Por buen agüero he tenido, hermanos, haber visto lo que he visto , porque estos santos y caballeros profesaron lo que yo profeso, que es el ejercicio de las armas, sino que la diferencia que hay entre mí y ellos es que ellos fueron santos y pelearon a lo divino y yo soy pecador y peleo a lo humano."
      O conceptos como la Justicia:
      "Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos. Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre. "
      No Joselu, yo creo que ese libro solo lo pudo escribir Don Miguel de Cervantes, con sus vivencias, con sus penurias, con su dignidad, con ese amor a la Libertad y a la Justicia que muchos otros no poseen y lo que es peor, ni siquiera buscan, porque nunca se han encontrado en posición de necesitarlas.
      Es eso lo que le hace maravilloso el libro, lo que remueve conciencias, esta obra es imposible de crear sino se han vivido determinados condicionantes, es lo que le hace universal.
      Pero yo no se de Literatura ni de casi nada, solo expreso lo que siento, como dice Don Quijote, “yo soy pecador y peleo a lo humano."
      Un saludo.


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    2. Tienes mucha de razón al reflexionar sobre la identidad de don Quijote como proyección de la vida y las vivencias -incluido su periodo en Argel- de Cervantes. No cabe duda de que es así, pero El Quijote es un juego fascinante de perspectivas contradictorias. En principio, la obra es escrita por un autor árabe en tiempos de don Quijote, llamado Cid Hamete Benengeli, cuya mentalidad vemos continuamente en la presentación de don Quijote como un loco visionario. También tenemos el punto de vista del traductor de la obra del árabe aljamiado al castellano y que dice que como el autor es árabe ya se sabe que todos los moros son mentirosos y niega muchas veces al autor. Y por último tenemos al narrador que compra los manuscritos en un mercado de Toledo que se entromete continuamente en el discurso de la narración. Son tres puntos de vista cambiantes y diferentes que cuentan la historia de un pobre hidalgo mayor que se aburre y que pasa la vida leyendo libros de caballería, y que decide conscientemente salir al mundo a desfazer entuertos. Don Quijote es definido como loco por el autor y sus actos no dejan lugar a dudas de que confunde realidad y ficción. Tenemos también a Sancho que niega las afirmaciones de su señor cuando dice que los supuestos gigantes son molinos y así continuamente. ¿Te has preguntado cuál es la realidad en un juego de perspectivas tan complejo como es la novela? Hay muchos puntos de vista y Don Quijote no sabemos si está loco o lo figura, pero si lees el capítulo XXV verás que el héroe de Sierra Morena afirma que Dulcinea del Toboso es una labradora de pelo en pecho que él imagina, porque quiere, como la más excelsa dama que ha nacido sobre la tierra. La crea en su imaginación y eso vale. La aportación de El Quijote a la literatura moderna no son solo las reflexiones atinadas del héroe sobre la realidad y la justicia sino la creación artística de una obra que consagra el multiperspectivismo y que nos lleva a concebir la realidad como problemática y compleja. Ahí se está apuntando a un mundo en que la realidad la crea la imaginación de cada uno que entra en conflicto con la de los otros. Un saludo.

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    3. No se Joselu, tampoco soy el más indicado para examinar esta obra. Pero para mi eso que nos muestras y que es cierto son solo las herramientas que utiliza el autor para transmitir sus vivencias y su concepto de la vida. Es como la gama de colores que un pintor utiliza para realizar un paisaje, no se, es difícil de diferenciar donde esta la herramienta y donde esta el mensaje, por lo menos en mi opinión. Supongo que tu leerás el libro con una visión diferente de la mía, más técnica, más cultivada, más refinada y educada para los entresijos de la lectura. Como yo veo un camión o un coche diferente a como tu lo ves, es normal. Yo solo me lo paso bien con el y apunto muchas cosas que en el se dicen, aprendo mucho.
      Un saludo

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    4. La realidad de una lectura la hace el lector, y tu lectura es tuya, solamente tuya y, por tanto, valiosa. Cada lector de una gran obra literaria es diferente, y todas las lecturas son verdaderas. Un saludo.

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  14. Lo que has escrito alcanza a raspar un poco de hueso, el de la identidad en la ficción -o autoficción-sí, la escritura nos representa. Incluso en la redacción de una lista de la compra podemos apreciar algo de las entretelas de quién la ha escrito. Estoy muy de acuerdo en que, a pesar de que intentemos disimular, cuando escribimos nos exhibimos. Hay exhibición impúdica y también narcisismo, y, como en el Quijote o Shakespeare, nuestra cosmovisión aparece en todas las frases. Fíjate que existe un peritaje forense que es capaz de identificar rasgos de los criminales por la sintaxis, el fraseo y adjetivación; ya no digo el peritaje caligráfico. Pero retomo tu reflexión, y creo que la pregunta pertinente sería: ¿Por qué escribimos? ¿Para que nos quieran? ¿Para explicarnos a nosotros mismos? ¿Por aburrimiento? Desde luego, creo que hay una mezcla de todo, aunque predomina el deseo de decirle al mundo: ¡Eh, leed, tengo una buena historia y quiero conmoveros y despertar vuestro interés!
    La cuestión es que en los blogueros hay, como en todo, muchas categorías, pero la que nos reúne aquí es una especie de hermandad que busca el reconocimiento para reafirmar que seguimos vivos. Y de todos modos, nada de lo que escribimos importa casi nada, creo que todo lo interesante ya fue escrito hace mucho tiempo.

    Un abrazo

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    1. Tienes razón, todo lo que escribimos es insignificante, todo fue escrito hace mucho tiempo, y nuestra contumacia escritora viene por otros motivos que has enumerado claramente. Personalmente, me inspiro en los libros que voy leyendo que me dan claves nuevas para comprender las cosas y es como si creando un texto pudiera compartir mis reflexiones con mentes curiosas y generosas. Cada uno tiene un mundo propio, con sus tics y sus atracciones y aversiones que son muy fuertes en este mundo bloguero.

      Volviendo al tema de la identidad, pienso que en los años que lleva este blog, he evolucionado intensamente. Muchas cosas no las escribiría como las escribí hace años. Me he transformado vitalmente, mis referencias han cambiado, siento menos pesada la carga de la identidad -antes intentaba explicar y describir cómo era, que sentía, que pensaba de las cosas-, creía que era alguien pero esa sensación se me va diluyendo lo que hace que me sienta más ligero, con menos cosas que explicar o describir. Pienso que escribir es una gimnasia para la mente especialmente en las respuestas a los comentarios en que uno tiene que captar la esencia de la persona que ha escrito y seguir con el hilo de su discurso para hilvanar un proceso común. Me gusta mucho contestar comentarios, especialmente a los bien planteados como el tuyo. Cada instante es único y escribir me hace sentir que el tiempo se remansa. El famoso yo lo único que sé es que no sé nada, para mi se convierte en que lo único que sé es que no soy nada. Me gusta pensar que la existencia humana es un rayo de luz en la oscuridad.

      Un abrazo, Marga.

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Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

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