¿Su nombre?
Ya lo sabes.
¿Edad?
La que tenía Cervantes cuando publicó la primera
parte de El Quijote.
¿Qué libro le gustaría haber escrito?
Vuelo nocturno de Antoine de Saint-Exupery.
¿Su vicio inconfesable?
Tengo muchos. Y no se
puede escribir sobre ellos.
¿Su mayor virtud?
Mi capacidad de darme
la vuelta en la cama, poniendo la cabeza donde los pies y viceversa. Eso se
aplica también a la vida.
¿Qué líder político sería?
Charlie Chaplin
en El gran dictador.
¿Todavía tiene sueños?
Eróticos, de vez en
cuando, pero son eso sueños.
¿Qué le aporta el blog? Lleva ya nueve años en esto.
Fluidez de escritura,
capacidad de expresar un texto a partir de algo mínimo.
¿Ha hecho amigos con esto de los blogs?
Creo que sí, pero
también enemigos. Ha habido conflictos muy intensos. Es como la vida.
¿Su pasión?
Escribir y sobre todo
la fotografía.
¿Cómo fue su niñez?
Una niñez ideal para
curtirme en la desdicha y prepararme para una adultez equilibrada.
¿Es la infancia un paraíso?
Los cinco o seis
primeros años te conforman. Ya eres. El resto es desarrollo de esa semilla
inicial.
¿País que le gustaría visitar?
Creo que ninguno en
especial. Lo que existe en mi habitación no dista demasiado de lo que ocurre en
el país más exótico del mundo. Mi padre me decía que él conocía todo el mundo
sin moverse de la butaca del cine. Al final he sabido que él era menos dañino
que tanto turista que pervierte con su presencia la belleza de tantos y tantos
lugares.
¿Le gusta Sebastiao Salgado?
Me abruma. Lo veo
mesiánico, grandilocuente, ajeno a mí.
¿Le gustaría que le dieran un premio? Habla tanto contra
ellos que da la impresión de que está necesitando que le den uno.
Puede ser. Nunca lo
rechazaría. Hay más vanidad en rechazar el premio que en callarse y aceptarlo.
Pero ¿quién me va a dar un premio a mí?
¿Qué personaje literario le hubiera gustado ser?
Aliosha, uno de Los hermanos Karamazov.
¿Su fiesta preferida?
Ninguna. La navidad
más feliz que he pasado últimamente fue una Nochevieja en que mi mujer estaba internada en el hospital por
neumonía. La pasamos los dos solos, ella con cuarenta de fiebre. Me libré de la
cena familiar. Me comí un bocadillo de jamón.
¿Es asocial?
Esencialmente sí.
¿Su deporte preferido?
Caminar hasta quedar
extenuado. Luego comer croquetas requemadas.
¿La sensación más poderosa que recuerda?
Subirme a un escenario
y representar una obra sin acción entre dos personajes a lo largo de dos horas
delante de cuatrocientos chavales de Formación Profesional dispuestos a
machacarnos. Se llevaron un chasco.
¿Es narcisista?
Mucho, pero un
narcisista que tiene sentido de la medida, creo.
¿Qué le gustaría hacer a los ochenta y cinco años?
Poder tirarme en
paracaídas.
¿Su posición preferida?
Cualquiera que ayude a
la mente a pensar.
¿Es divertido?
El otro día mi hija me
proponía que escribiera un libro con mi sentido del humor. Yo le dije que no lo
entendería nadie. Dudo que sea realmente sentido del humor. Pero a mí me hace
reír.
¿Una película inolvidable?
Breve encuentro de
David Lean.
¿Un momento del día?
El amanecer.
¿Se cree atractivo?
Tanto como un boniato
en sazón.
¿Qué cambiaría de su vida?
Creo que nada. Es
perfecta en su terrible imperfección.
¿Se siente culpable de algo?
De casi todo. No
entiendo a esas personas que repiten que viven muy tranquilos y que no se
arrepienten de nada. Yo me arrepiento de muchas cosas, que tal vez fueron
inevitables.
¿Cree en el destino?
En cierta manera sí.
La alternativa al destino es el azar absoluto. Y yo percibo que hay algún tipo
de sentido oculto, que hay que descubrir.
¿Es rencoroso?
No lo sé. He sido más
bien incauto en mi vida y algunos lo han aprovechado, pero no les guardo
rencor. Tal vez era necesario.
¿Le gusta el mar?
Pasear por una playa
desierta en invierno me cautiva. Los colores del invierno son fabulosos.
¿En qué época le ha gustado vivir de las que ha vivido?
Me atrajo la euforia
vitalista de los años sesenta que percibí siendo niño. A la vez me sentí en la
línea del existencialismo que sobrevoló el siglo XX. Hoy los gurús del
pensamiento son Bill Gates, Steve Jobs,
Mark Zuckenberg, google.
Agradezco haber vivido un tiempo anterior a la tecnología. Es algo que mis
hijas no podrán comprender.
¿Pasearía desnudo por una playa desierta?
Tal vez, en soledad.
¿Le agrada estar solo?
Mucho. Necesito una
vida equilibrada para disfrutar de la soledad. La soledad es el más excitante
de los paraísos. Una soledad buscada, eso sí.
¿Le gusta ser profesor?
Al cabo de más de
treinta años de serlo, he de reconocer que he vivido momentos cumbre en la
enseñanza y momentos de hundimiento anímico inconmensurable.
¿Ha tenido alguna vez una depresión?
Yo soy una depresión
andante.
¿Cree ser inteligente?
No. En absoluto. He
dado vueltas y vueltas a las cosas, eso sí.
¿Su funeral anhelado?
Que enterraran mis
cenizas en la isla Graciosa, frente
a Lanzarote. En la playa, en
invierno.
¿Le atrae la muerte?
Mucho. La muerte es lo
más interesante que nos sucede en la vida. Es un momento sin el cual nada de lo
anterior tiene sentido. Todo encuentra su sentido a posteriori en la muerte.
Nadie ha vuelto para
contárnoslo. Me mantengo en un escepticismo que no afirma ni niega nada.
¿La persona más importante en su vida?
Mi madre. Me enseñó
con su ejemplo cómo no debía ser mi vida.
¿Qué recuerda de su padre?
Que me regaló una
radio de galena a los doce años. Nunca me han hecho un regalo mejor.
¿Qué anhela? ¿Qué le falta por vivir?
Una vida plena como
fotógrafo. Todo está por hacer.
¿Qué les dice a sus alumnos?
Nada. Sobre todo les
enseño a dudar, especialmente de las verdades más evidentes. Son las peores.
¿Es importante perdonar?
Sin el perdón no
existe la reconciliación, uno de los momentos más maravillosos de la vida.
¿Se siente importante haciéndose a sí mismo una entrevista?
Ya le dije que era
bastante narcisista. Me gusta el desdoblamiento dialógico. En el diálogo está
la esencia de El Quijote. Todo artista vive enamorado de sí mismo. No lo puede
evitar. Tal vez no lo quiere evitar.
¿Es todo inútil?
No. La lucha tiene
sentido. Hay que buscar hacer un mundo mejor. Aunque no se crea en ello.
¿Qué piensa de Podemos?
Se ha escrito tanto
sobre ellos y tan mal que empiezan a resultarme simpáticos. Al último que he
leído ha sido a Fernando Savater que
encuentra hilarante una entrevista a Pablo
Iglesias. Desafortunadamente, Savater
no ha sido un pensador de talla. Se entregó a lo dado en seguida. Creo que le
hubiera venido bien sentir dentro de sí el poder de una tremenda depresión. Lo
admiré mucho pero al final se me ha convertido en un articulista menor. Sin
interés.
¿Cree que es posible una revolución social?
No.
Pero ha criticado a Savater
por rendirse a lo dado. ¿Y usted no hace lo mismo?
Tal vez, pero lo
disimulo. No creo en eso taumatúrgico de crear una utopía, de levantarla, de
derribar el orden para crear algo nuevo y radicalmente distinto. Siento rabia
por pensar esto. Es como el deseo sexual. Se tiene o no se tiene. La vida es
distinta con ello o sin ello. La revolución es como el deseo. Me gustaría que
hubiera pastillas que excitaran el deseo revolucionario. Las tomaría.
No, especialmente.
Pienso que he vivido una vida bastante plena y compleja. Nunca he buscado
medrar. Se me podría tachar de poco ambicioso. Lo soy. No soy demasiado
ambicioso.
¿Qué detesta?
Que alguien tire la
piedra y esconda la mano. Que alguien te apuñale y luego diga oh no pretendía
hacerte daño.
¿Se siente proyectado en sus hijas?
Creo que no he buscado
influirlas. Son demasiado ellas para dejarse influenciar. No lo permitirían.
Eso me satisface.
¿Qué piensa del nacionalismo catalán?
Que es una especie de
narcisismo imposible de reprimir. No lo entiendo pero muchos se distraen con
ello. Les gustan las banderitas, los himnos, la idea de destino, patria,
efemérides gloriosas, épica... Todo bastante risible, pero existente. Una vez
leí u oí que Josep Carreras llevaba un trozo de senyera en su bolsillo a
cualquier parte del mundo que fuera. Nunca la abandonaba. Me imaginé llevando
un trozo de bandera de España en mi bolsillo y me sentí ridículo, pero ¿qué se
le va a hacer? Es así.
¿Vendería su alma al diablo?
No creo que estuviera
interesado en comprarla. No pediría demasiado por ella. Algo más de
inteligencia, eso me gustaría. La inteligencia es el más injusto de los dones.
¿Por qué unos la tienen y otros no? Es azar, no es un mérito. No es algo digno
de elogio ser listo.
¿Qué añora?
Haber tenido sentido
musical y sacar a mi mujer a bailar? Le gustaba.
¿Se considera un muermo?
Bastante.
Despídase con una frase ingeniosa.
Adiós.
Me gustó la entrevista. Y me dio una idea para Barra Libre y para mis clases. Gracias.
ResponderEliminarLo del Quijote me hizo recordar a un profesor de Literatura, amigo también, que cierto día me dijo que este libro es diferente según con qué edad lo leas. Sí, ya sé, como todos los libros. Pero éste tiene un hándicap: el personaje sale a desfacer entuertos siendo ya un hombre más que talludo. Un western crepuscular al estilo castellano.
Una buena interpretación eso de "western crepuscular al estilo castellano". En eso reside buena parte de su encanto: que un hombre de su edad se negara a lo que recomendaban para sus años y saliera al mundo a cambiarlo. Es una forma de rebelión maravillosa.
EliminarOpino como Ramón en mucho; en esto, también. Me la pido para hacer una copia privada, pública. La largaré en breve. Me ha encantado. Es un ejercicio despiadado de introspección. Casi un desnudarse.
ResponderEliminarLo bueno es que hubiera seguido un buen rato más con la entrevista, pero tuve compasión por los lectores. Y sí, me atrae la contemplación despiadada de uno mismo. Creo que los grandes artistas son crueles en su mirada hacia ellos mismos. Es la base del arte, no solo, claro. Hay que saber desnudarse. El streap tease exige moderación e intensidad.
EliminarNo estoy preparada para hacerme una autoentrevista, sinceramente creo que diría alguna mentirijilla que otra pues me importa mucho lo que piensan los demás de mi persona y no podría contestar con sinceridad a algunas preguntas como "¿te consideras inteligente?...o.. "¿su vicio inconfesable?...
ResponderEliminarJe, je, que casualidad, no había visto este mensaje tuyo cuando he hecho el mio simultaneamente, efectivamente, esa pregunta es difícil de contestar sinceramente, yo creo que todo el mundo se considera inteligente, que triste sería lo contrario no???!!! Saberse tonto. Y Jose Luis no es una excepción.
EliminarLola, yo me lo he pasado bárbaro haciéndome la entrevista que ha sido totalmente espontánea. La he hecho en una hora en que esperaba llevar a mi hija a básquet. Lo importante es crear un personaje que sea sincero a la vez que un farsante. Mentir con la verdad. Eso es.
EliminarJe, je, desde luego eres un narcisista, te gusta leerte, y si te hubieran puesto un polígrafo en esta entrevista, je, je, en el supuesto caso de que esos aparatos funcionen, habría detectado que en alguna cosa mientes. Si que te consideras inteligente, básicamente porque lo eres. Es algo necesario para mantener un blog como este con un mínimo de interés. Por cierto, ya no le gusta a tu mujer bailar, o era otra mujer anterior?, me he quedado con esta duda en la entrevista.
ResponderEliminarHe querido decir, aunque está expresado de forma ambigua, que me hubiera gustado tener ritmo y bailar para llevar a mi mujer -la única que he tenido legalmente- a bailar. Ella era muy bailona. Y sí, creo que le gustaría. Pero tengo el sentido del ritmo de un pato mareado jejeje.
EliminarEres un atrevido, José Luis. Pero, al fin, mucho del arte es autoentrevista.
ResponderEliminarDices bien: todo arte es una autoentrevista. La idea de hacérmela es producto de ello. Leer a los buenos, te induce un estado cercano a la alucinación, necesaria para crear algo con sentido y sin ello. Eso y una mirada cruel hacia sí mismo. Para horror de los partidarios de la autoestima y todas esas zarandajas, porque hace falta mucha autoestima para ser cruel con uno mismo. Creo.
EliminarGran entrevista hermano boniato y rechula imagen. Mucho diría pero no a pulsación en mini telf. "no pot ser"
ResponderEliminarUna lástima porque tus reflexiones, más por extenso, me encantarían. A ver si puedes...
EliminarUfff sería larguísimo pero lo intentaré.
EliminarCreo que mi primer y abultado blog fue en si mismo un ejercicio de complacencia.
De todos modos te ampliaré que mi vida ha sido no solo precoz sino intensa y variada intentando desvelar todo tipo de misterios, comenzando por el de la muerte y siguiendo con las emociones. Que mi intensa vida onírica resultó ser clarividente, ah y que allá por 1992 escribí a titulo personal un libro de unas 200 pg. que titulé EN ESENCIA DESNUDOS....y que nadie de mi entorno comprendió.
También que te saco unos 8 años y que tengo dos hijos, varones, de 41 y 39 años. Dos nietos de 9y10 años del mayor, que vive desde los 25 en Frankfurt y el segundo soltero y muy parecido a su padre del que me separé, sigo casada, paso, y le hago un favor ;) hace cerca de 20 años. Esos dos no tienen ni un libro en su casa, mucho futbol, del R.M. ,ya te puedes hacer una idea de lo familiarizada que debo estar con eso de la satisfacción, la frustración y la pena, pero que vivo de P.rimera M.agnitud pese a todo... agradecida y sin pensión que me ampare, sino de mi propio esfuerzo.
Donosti es una parte importante de mi infancia /vida, podría estar residiendo allá de haber elegido pareja con cariño pero sin química, claro que a los 20 años ...
Ahh y que comparto tus palabras hacia Sabater, pero te has planteado que, al ser mayor que yo, debió hartarse en su día y mandarlo todo al ......., sobre todo cuando uno se siente cansado y bien arropado??? Es humano, cada vez me voy dando más cuenta de lo del convento y la defecación, aunque aun me revuelvo.
Me hago cargo de tu variada e intensa existencia familiar. La mía es más estable. Seguí los consejos de Unamuno a la hora de elegir compañera de mi vida... y acerté. No creo que la edad deba suponer una rendición. Pienso en el caso de Savater. Empezó a rendirse hace mucho. Luchó con valentía en el País Vasco, eso hay que reconocérselo... pero se estancó no sé ni cómo. Ahora cuando lo leo siento inmensa decepción. Yo le oí en sus primeros tiempos como joven filósofo y me encandiló. Demasiado bon vivant, pero lo cierto es que no ha dejado huella más allá de La Ética para Amador, que no es sino un libro para adolescentes. Y pensar que era amigo de Cioran. Por cierto, este verano estuve en su tumba en París. Gracias por tu claridad.
EliminarCuriosamente también hice un ejercicio de narcisismo que programé para el próximo domingo. Quizás para celebrar algo especial con mis entretelas, a modo de hito importante en mi cabalgadura vital....y no olvidarlo !!!!!
ResponderEliminar¿Y cómo andan las depresiones? ¿Caminan con los pies? ¿Con las manos?
ResponderEliminarA ver si me das alguna pistilla, amigo...
Fundamentalmente química, química, y, en mi caso, mucha escritura: diario, blog, cartas... Escribir ayuda mucho. Hacer caminatas también. Tras cuarenta kilómetros (o menos, claro) te invade algo parecido a la euforia. Si quieres escribirme, en mi perfil tienes el email. Me encantará hablar contigo.
EliminarLa química me acompaña (también la suerte, a veces)...
EliminarYa he empezado a caminar... Vuelvo a sentir el placer del dolor en las caderas o en los tobillos...
Hablaremos, hemos hablado, he vuelto... aunque me voy. ¡Un abrazo! Y gracias.
Hola, Joselu desnudo.
ResponderEliminarCreo que compartimos una mirada depresiva ante la existencia. Y la muerte... mi mirada aquí es más depresiva aún. Yo creo que no da sentido a nada. Que te comen los gusanos y ya está. Como en el poema de Baudelaire, El muerto alegre. Ese poema es la esencia de lo que pienso ante la vida. Creo que la conciencia de la realidad es una anomalía de la evolución que en el punto social en el que estamos es más dañina que beneficiosa. Nos lleva a callejones sin salida, en los que apenas acertamos a hacernos seguidores de una relligión, de un equipo de fútbol, de una afición, o de unas pastillas. No hay respuestas, no hay preguntas, solo vivir y morir. Voy a lo primero.
Un abrazo de este cuerpo sin alma, vivo entre los vivos.
Soy un depresivo en fase alfa que para mí en estos momentos pasa por sentir gozo ante la vida. Te mentiría si te dijera otra cosa. He escrito en momentos muy distintos, pero ahora el trabajo me sirve de aliciente y estímulo, me enamora la fotografía, y siento unas enormes perspectivas de ilusión ante el presente y el futuro. Puede que se me acaben, pero en estos momentos es así. Me siento afortunado y disfruto algo semejante a la felicidad. Quiero decir, José Luis, que yo también he pasado por donde está tú ahora, pero no tiene por qué ser permanente ni definitivo. Ya ves. Un abrazo muy sentido porque creo entender perfectamente lo que sientes.
EliminarMe parece difícilísimo hacerse una entrevista a uno mismo, empezando por la elección de las preguntas, ¿por qué esas y no otras? ¿Por qué una entrevista a uno mismo? Y luego está la visión de uno mismo, que raramente coincide con lo que los demás ven en nosotros, es más, a veces ven lo contrario.
ResponderEliminarAl leer lo de José Carreras he recordado que yo también llevo siempre algo en el bolso: una castaña. Me la dio hace años una amiga, me dijo que me daría suerte, debió de creer que la necesitaba, y desde entonces sigue conmigo. A ratos me olvido de ella y cuando cambio de bolso se queda en el anterior, pero no importa, siempre aparece, no se pierde. A veces se queda en un rincón y desaparece por un tiempo hasta que en algún momento busco un boli y todo me estorba para encontrarlo y en esa búsqueda tropiezo con la castaña y me acuerdo de la persona que me la dio. Somos compañeras de viaje.
Hay personas inteligentes y otras que aprendemos a base de ensayo y error.
Aprovecho para desearte unas Felices Fiestas, ya te gusten o no, que los buenos deseos no dejen de acompañarnos.
Besos.
La entrevista que me hice no fue difícil. Tenía una hora antes de llevar a mi hija a básquet y aproveché para desarrollar la idea. Las preguntas surgieron espontáneamente, una tras otra. Lo difícil fue ponerle fin porque hubiera podido seguir indefinidamente, pero no quise abrumar a los lectores con una extensión inadecuada. ¿Por qué unas preguntas y no otras? Es lo mismo que supone una entrevista que te hace alguien. El arte de la entrevista es muy difícil. Hay muy pocos buenos entrevistadores. Yo tenía la experiencia de algo que me gusta mucho. Cuando viajo solo suelo escribir bastante. Una de las modalidades que frecuento es crear un alter ego que dialoga conmigo. El diálogo es mordiente y busca los puntos débiles de la otra parte. Así paso largos ratos en estos ejercicios dialógicos en que no pretendo quedar bien sino que son una suerte de introspección. Es un juego que me gusta. El misterio en la entrevista es la identidad del entrevistador, el que me hace las preguntas. Soy yo, pero es también un personaje que tiene textura literaria.
EliminarTambién te deseo unas felices fiestas. Yo no tengo ningún propósito de pasármelas mal sino todo lo contrario.
Besos.
Me ha encantado esta autoentrevista narcisista y no me parece un ejercicio malsano, al contrario, yo me pregunto y repregunto cientos de cosas a mí misma en silencio y en voz alta. A veces me pillo por la calle hablando sola y temo que piensen que estoy loca. Pero esto de la locura es algo que corre en los genes de mi familia y ya no me asusta.
ResponderEliminarAhora estoy medicada para mi depresión. Me faltaría retomar el ejercicio y animarme a la escritura más asidua, pero no me exijo demasiado. He aprendido a darme mis tiempos y a bajar los niveles de autoexigencia que me llevaron a donde estoy hoy, como tú mismo lo has notado, me encuentro en la más profunda desolación. Es el primer fin de año que "celebraré" sin proyectos laborales y se siente muy extraño.
Te deseo que alcances todos tus sueños y no vuelvas a caer en la depresión, sino que te aferres a tu peculiar sentido del humor.
Un fuerte abrazo, estimado Joselu.
Fer
Me alegro de que te haya gustado o interesado. Yo me lo pasé muy bien imaginándola y elaborándola. Fue sencillo, como he dicho antes a otro comentario. En cuanto a tu situación, solo que sepas que esto es temporal, que se sale y esperan otras etapas luminosas y abiertas. Yo lo estoy viviendo ahora tras años de oscuridad. Esta enfermedad nos hace crecer, renovarnos, hacernos conscientes de otras cosas que si no, no aparecerían. Somos frágiles mientras estamos dentro y vemos todo con tintes negros. No te puedo decir nada porque nada ayuda cuando uno está en medio de "eso". Solo que sepas que se sale y más rico y más fuerte, y que te esperan años de dicha e ilusión: están esperándote.
EliminarUn abrazo, muy cálido, Fer.
Joselu
Al compartirlo en google me he definido: yo soy el otro dioscuro de este narciso... Y así lo siento. Si no recuerdo mal, ya hubo otra entrevista hace mucho tiempo, ¿no? Esta, en todo caso, me parece perfecta. El desdoblamiento es tan perfecto que vuelve inverosímil la continuidad de la identidad. Como ando en Twitter durante una temporada, explorando qué sea ese mundo, la he recomendado encarecidamente también. Rosa Montero se hizo famosa por las entrevistas, pero no te llega a la suela del zapato... Por cierto, ¿Paulo Salgado es Sebastiao Salgado? En la película dijo sus nombres, pero ahora no recuerdo si también tenía el de Paulo. Me ha impresionado mucho lo de la persona más importante de tu vida, de verdad. Y sí, quizás tengas razón, y los ejemplos negativos hemos de venerarlos por lo mucho que nos enseñan. Es evidente que yo no sería quien soy sin ser "contra" como mis padres son. De todos modos no les concedería el "título" de las personas más importantes de mi vida, me resisto. La despedida ingeniosa es de antología. En fin, ninguna manera mejor de empezar las vacaciones -incluso los cesantes necesitamos vacaciones...- que leer esta deliciosa entrevista. Estos dos últimos días he visto un documental sobre Woody Allen y aparece aquella escena, al final de Manhattan, en que dicta la lista de las "razones para vivir". Si lo imitara, añadiría seguir siendo tu amigo y tu lector.
ResponderEliminarSí, Juan Poz, es Sebastiao Salgado, no Paulo. Lo he cambiado. Un despiste. Me alegro de que te haya gustado. Se la leí a RM y le hizo reír, lo que revela que tal vez tenga algo de ese sentido del humor extraño de que hablo. Me congratulo de tu fidelidad y de tu amistad. En cuanto a la persona más importante en mi vida, lo ha sido, pero desde que se fue, se ha desvanecido por completo. Una vez en una seshin zen el maestro dijo, mientras que nosotros estábamos en posición de zazén, algo de un monstruo horrible que se apoderaba de nosotros. No recuerdo con exactitud, pero sí que en aquello había un misterio. Aquella fiera, aquel engendro maligno, también creaba un halo luminoso. Al conocer la historia de mi hermana y la presencia más terrible del monstruo, me reafirmo en esta visión. La diosa Kali es la diosa de la destrucción pero también del renacimiento. Algo así quiero expresar. Su hueco oscuro, su antimateria ha generado algo radicalmente opuesto en que se ha asentado mi vida.
EliminarJajajajajaja!! Me ha encantado tu ejercicio de narcisismo. Discrepo con tu visión mesiánica de Salgado. Comparto, sin embargo, otras filias como caminar, el mar o la necesaria soledad. Un fuerte abrazo, Joselu.
ResponderEliminarBueno, si te ha sugerido algo así como la sonrisa ya significa que algo de sentido del humor me queda o tengo, ese extraño sentido que nadie percibe como le contaba a mi hija.
EliminarNo quiero decir que Salgado sea mal fotógrafo. Es genial, es muy bueno. He leído antes de ir a ver su exposición su autobiografía, he visto la película La sal de la tierra. Pero, respetándolo, no me acaba de llegar. Su exposición me dejó frío. Me dediqué a hacer fotos de la gente en ella. Y alguna es muy buena. Eso me dejó Salgado, muchas ganas de hacer fotos. Eso es bueno. Abrazos, Carlota.
Hay bocadillos de jamón inolvidables.
ResponderEliminarExcelente ejercicio, por otra parte.
Feliz Navidad, Pedro. Nosotros seguiremos por aquí estos días.
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