Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
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miércoles, 8 de octubre de 2008
Negra sombra
Este año entra, como novedad en las pruebas de las PAU en la especialidad de Literatura Castellana, la poeta gallega Rosalía de Castro (1837-1885). Reconozco que la había tenido orillada en mis intereses poéticos, reducida a una posición sentimental y folclórica. Sin embargo, la profundización en su vida y su obra me la ha hecho emerger como un personaje interesante y auténticamente apasionante. Tuvo conciencia de levantar la bandera del idioma gallego –hablado por el pueblo pero desprestigiado en las élites- en la creación poética. Publicó dos libros en gallego: Cantares gallegos (1863) y Follas novas (1880). Tras el primer libro –se dice que cantó la alondra- nada volvió a ser igual a pesar de los graves problemas de distribución que tuvo aquella obra que inauguraba la moderna literatura en gallego. Ella, que no era una intelectual, consiguió que su voz llegara a la sociedad gallega y que fuera conocida y recitada, quizás más que leída.
Su vida estuvo unida a la del intelectual gallego Manuel Murguía con quien tuvo varios hijos, alguno de los cuales murió. Rosalía tenía una salud precaria y una propensión personal a la tristeza profunda. Murió a los cuarenta y ocho años revelándose como una poetisa de singular intuición, creadora de imágenes llenas de fuerza y frescura expresiva.
Tenemos que comentar una serie de poemas pertenecientes a su último libro En las orillas del Sar, escrito en castellano. No vamos a entrar en los motivos por los que decidió cambiar su lengua poética, pero sí vamos a sostener que es una extraordinaria artista del idioma. En las orillas del Sar es un libro intimista de autoexploración personal que se caracteriza por el sentimiento de desolación interior. Y realmente pocos libros he leído en que la tristeza sea tan profunda y densa, tan dramática la angustia existencial que atormentaba a Rosalía. Es un tratado de la conciencia metafísica sobre el sentido de la vida humana y de la desesperanza, inspirado en una fe problemática al estilo unamuniano. Publicó este libro en la antesala de la muerte (1884), aunque parece que está compuesto por poemas escritos años atrás. Su ordenación es problemática y no parece corresponder a ningún criterio. No hay prólogo ni presentación en su edición de 1884. La que apareció en 1909 había sido corregida y “manipulada” por su esposo Manuel Murguía, quizás para hacerla menos conflictiva y más cercana a lo establecido. Por eso, y otras razones ha sido puesta muy en cuestión, y los editores se acercan más a la edición de 1884 como base de la obra.
Me atraen su lenguaje, sus imágenes, su tristeza metafísica, su visión desolada de la vida, su amor por su tierra, el acercamiento a ciertos temas sociales como el de la emigración, su deambular por el mundo de los sueños frente a la terrible y dolorosa realidad. Rosalía era una alondra, una flor blanca traspasada por una aguda angustia que la hacía ser sensible hacia el dolor ajeno y en especial al de su tierra. Su sentimiento de pesar existencial la hacen próxima a las corrientes que atravesaron el siglo XX. Cuando uno lee sus poemas la siente cercana a estratos profundos, a esas galerías del alma en que nos reconocemos los lectores de naturaleza melancólica. Espero poder mostrar a mis alumnos esta especial emoción que me causa aquella mujer que quizás no tuvo conciencia de su papel y valor en la recuperación de la cultura gallega ni de las honduras del espíritu a que llegan sus poemas llenos de negra sombra.
“Para el desheredado, sólo hay bajo el cielo/esa quietud sombría que infunde la tristeza”
“Vosotros, que lograsteis vuestros sueños,/¿qué entendéis de sus ansias malogradas?/Vosotros, que gozasteis y sufristeis,/¿qué comprendéis de sus eternas lágrimas?/Y vosotros, en fin, cuyos recuerdos/son como niebla que disipa el alba,/¡qué sabéis del que lleva de los suyos/la eterna pesadumbre sobre el alma!”
Conocí a Rosalia de Castro hace bastante tiempo, mi padre es gallego y me la presentó cuando empecé a interesarme por la poesía. Precisamente ese libro: En las orillas del Sar. Creo que los dos somos de naturaleza melancólica... Tienes que ser genial poder pasarse una hora de clase hablando de poesía y de los diferentes poetas. Si algo echo de menos en la modalidad de bachillerato en la que estoy, es la literatura.
Sí, Mari Carmen, estas clases sobre literatura suelen ser una maravilla. Poder hablar sobre Rosalía o sobre Juan Ramón, o sobre El Quijote es una fortuna que te compensa, quizás, de malos ratos que pasas en otros cursos. Para mí ha sido un descubrimiento Rosalía a la que tenía muy desvalorizada. Pura ignorancia, sin duda.
"Era apacible el día y templado el ambiente y llovía, llovía, callada y mansamente; y mientras silenciosa lloraba yo y gemía, mi niño, tierna rosa, durmiendo se moría.
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente! Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía!"
Siempre me emocionó este fragmento, aunque no soy de lágrima fácil.
Sí, Pantagruel, has elegido bien. Es uno de los poemas que entran en selectividad y estos versos están cargados de poético dramatismo, que me recuerdan a los que Antonio Machado dedicó a Leonor. ¡Qué presencia tan sobrecogedora (y delicada) de la muerte!
Frikosal, la literatura ha perdido en buena parte su función en la enseñanza. Soy de otra generación en que era profesor de Bup y Cou, cursos en los que contábamos con cuatro horas semanales para dedicar a la literatura hasta el siglo XIX en tercero, y un maravilloso COU dedicado a la literatura del siglo XX. Me dicen que todo ha cambiado, que soy un nostálgico de algo que ya no existe... pero he de recordar con dolor aquellos maravillosos años en que se enseñaba literatura de verdad.
Ahora ya nadie sabe nada, a veces la gente de letras (y lo primero que habría que suprimir es esa dicotomía ciencias-letras, pero eso es otro tema) piensa que los estudiantes terminan secundaria sabiendo tecnología y matemáticas, pero eso es totalmente falso: no saben nada de nada.
Pero tu eres un artista, el otro día decías que no sabías si estabas exagerando, y la función del artista es justamente esa: exagerar (conste que esto lo dijo Vila Matas), pasarlo todo por la sensibilidad aguda y amplificarlo para que los demás lo puedan ver.
Animo y cualquier día me cuelo en tu clase (soy un tipo canoso, me conocerás pronto).
nunca había oido nada sobre esta mujer, espero poder encontrar algo por Internet, pues en Francia lo veo dificil.
Sino me parece muy interesantes que las PAU recuperen escritores no tan conocidos pero que han representado algo extraordinario y con fuerza, como en este caso el sentimiento de la tristeza y la desesperanza, según como no lo has descrito.
Frikosal, en algo tienes razón y es en esa tendencia a la desmesura y a la ensoñación que me caracterizan. Aprecio tus palabras en lo que valen porque sé el valor de lo que tú haces y la sensibilidad con que escribes. Ojalá, pudiéramos hablar de literatura en clase. Sería una gozada.
Eloi, fíjate, toda la literatura moderna gallega proviene de los versos, no sé si llamarlos humildes, de esta mujer de vida poco feliz y sensibilidad exquisita. Además escribió en castellano el libro que comento que es un poemario sobre la desolación, expresado de tal manera que llega al corazón y a la inteligencia.
¿4 horas diarias dedicadas a la literatura? Eso hoy día es imposible, yo tengo la última parte de los libros de lengua (la parte dedicada a la literatura)totalmente intacta. Lo poco de literatura que se hace en clase es a través de las lecturas obligatorias, suelen ser dos por curso. Algunos cursos hay suerte y tocan lecturas interesantes. Este curso por suerte o desgracia para algunos podremos dedicar algunas clases a Antonio Machado.
Por cierto Frikosal, si almenos los alumnos salieramos del instituto sabiendo mates i tecnología ya sería un logro. Pero ni eso. Hasta los de ciencias tenemos problemas con las mates. En fin... supongo que hay de todo. Espero que algunos salgamos con alguna noción de algo.
Mari Carmen, eran cuatro horas semanales no diarias. En COU sólo se estudiaba siglo XX. A Machado podíamos dedicarle un mes, igual que a Pío Baroja o la literatura de las Vanguardias... Era una gozada para muchos de los bachilleratos de letras y mixtos para los que era optativa. Recuerdo esto y veo la realidad que tú nos cuentas y me doy cuenta de que la literatura ha desaparecido en la práctica. Necesita tiempo para asimilar el concepto de modelo literario al que todos los artistas se enfrentan por imitación o por reacción contra él. Suerte con Antonio Machado.
Rosalía me parece uno de los verdaderos poetas. Por cierto, junto a mi preferencia antigua por ella, junto con Bécquer y con Ferrán, Maykel González Vivero me descubrió no hace mucho la existencia de Juan Clemente Zenea, un poeta cubano interesante, destacado por Lezama en su Antología. Es muy curioso contemplar el desarrollo de la literatura cubana, que aporta un carácter propio y que se separa gradualmente de la literatura española. En eso estaba cuando mis libros fueron a parar a manos de un guardamuebles. Espero recuperarlos. Lo que siempre me ha recordado a Rosalía ha sido la lectura de Alberti, que me deslumbró en mi primera juventud. Me parece que Alberti suplió con una inteligencia fuera de lo común su falta de acento propio, tomando de aquí y de allá, y tomándolo maravillosamente. Ya se sabe que suele citarse su deuda con Gil Vicente, pero pienso que tiene también la suya con Rosalía: "Castellanos de Castilla,/nunca habéis visto la mar" dice en Marinero en Tierra. Y Rosalía: "Castellanos de Castilla/tratade ben a os galegos" cito de memoria y tal vez con alguna falta de ortografía gallega. Alberti: "Castilla tiene castillos/pero no tiene una mar" Saludos cordiales
Animal de fondo, Rosalía, sin una gran cultura poética, suple con su intuición dicha carencia. Es curioso porque su libro En las orillas del Sar pasó totalmente desapercibido hasta que Unamuno, Azorín y Juan Ramón Jiménez se ocuparon de aquel extraño volumen de poemas. Sólo en 1944 cuando se publicaron sus Obras Completas en la editorial Aguilar logró salir de un casi total desconocimiento la obra de Rosalía en castellano. Lo que dices de Alberti es cierto, tomó de aquí y de allí inspiración poética y por los ejemplos que aduces, sin duda hay una deuda clara. Tengo la impresión de que Rosalía, fuera del ámbito de la cultura gallega sigue siendo una gran desconocida en comparación con Bécquer que ha sido mucho más reconocido. Un cordial saludo.
Hola Jose Luis! como estas? espero que muy bieN creo aver escuchado que este curso estas de baja... Bueno en todo caso espero qe estes y te vaya bien. Decirte que recuerdo bastante tus clases jejeje mas que nada también porque imma mete mucha mas caña que tu... Y tambien cada vez que recuerdo a mi gran amor jejeje Diego aquello que ya fue.. pues recuerdo la novela y todo jejeje. Decirte que yo si sigo leyendo mucho;este verano he leido el señor de las moscas de william golding...muy... no sabria como describirtelo pero me gusto mucho como mucha aventura y me senti muy dentro...en resumen me lo pase muy bien..pese a haver estado trabajando =)
espero que todo te vaya muy bien y que tengas unos muy buenos alumnos no como yo jejeje qe no subia del 5.
pasate de vez en cuando por mi blog.Suelo escribir poemillas y eso. un saludo byeee
Me alegra ver esta entrada tuya, como todas, por otra parte; leerte es un placer :-) Pero me gusta especialmente que hables de Rosalía y que encabeces la entrada con esa imagen. Rosalía, yo también creo que va más allá de todos los tópicos que sobre ella circulan. En su tiempo, pleno siglo XIX, en un margen del mundo, doblemente, siendo mujer, rompió muchas barreras, abrió caminos. Escribió en gallego, cuando pocos se atrevían a considerarla lengua d de cultura y desconocían la tradición literaria medieval; más allá de lo folclórico y popular, como lo demuestra su poemario FOLLAS NOVAS, cuyo prólogo, dedicado a Fernán Caballero, no deja indiferente. Creo que fue una mujer valiente, con gran inquietud cultural, rompedora, en su tiempo, por muchos motivos; que, sin embargo, los tópicos, demasiado a menudo, empañan. Saludos
Anónimo, sin duda Rosalía dentro de su figura humilde por su condición femenina (así lo sentía ella)es una figura sorprendente por todo lo que has dicho. No era fácil ser mujer y escribir versos. En seguida se prestaba a la broma fácil. Inicia el Rexurdimento gallego tímidamente con aquel libro inicial que fue Cantares gallegos, que fue dedicado a Fernán Caballero (17-5-1863). Follas novas es de 1880 y continúa la senda iniciada en su primera obra. Es una mujer todavía por descubrir fuera de Galicia. Creo que no se la reconoce en su valor. Fue una mujer valiente, de fuerte carácter, frágil de salud y con una vida dura. Gracias por tus palabras.
Jaime/José Luis, a mí me ha costado encontrar la edición que está editada en Cátedra que tiene un buen prólogo de Xesus Alonso Montero. Un cordial saludo.
La elección de las lecturas de bachillerato siempre nos tiene en vilo. Reconozco que, a veces, atinan y otras no. Rosalía me parece una sabia elección por todo lo que a través de ella pueden descubrir nuestros alumnos. En nuestro centro, hemos perdido la literatura castellana en favor de otras materias de otros departamentos. Cuestiones de gestión horaria que escapan del todo a la esencia del currículum. Me apena que nuestros bachilleres no puedan saborear las esquinas de la tristeza tal y como las presenta Rosalía. Siente la dicha de poder hacerlo, Joselu.
Joselu, ¿quién pudiera intentarlo con Frikosal? Tu blog me hace sentir una irremediable nostalgia por los años adolescentes ...eso ya no tiene remedio, me has dado ganas de volver a leer versos olvidados, todo buen maestro deja tarea, un abrazo.
Lu, tengo la impresión de que en nuestro instituto la asignatura se mantiene pendiente de un hilo. Sólo hay cinco alumnos. Cada vez menos. Es un drama que una literatura tan extraordinaria como la castellana termine desapareciendo en la formación de los jóvenes. Estoy desolado por lo que me cuentas por lo que puede significar de advertencia a nuestras circunstancias. Un saludo cordial.
Yolanda, gracias por tus generosas palabras. Enseñar literatura es uno de las mayores satisfacciones que conozco. Lástima que se haya ido orillando y abandonando en favor de otras materias más en boga. Un aula de literatura debe ser creativa e innovadora.
Meike, imagino que te refieres a las mesas redondas en torno a la obra de Ballard. Tengo intención de ir si no hay nada que lo impida. Rosalía de Castro es una gran romántica desconocida en muchos ambientes. Estos días melancólicos para mí estoy profundizando en sus poemas de la desolación y la tristeza.
Zinquirilla, con el énfasis regional que nos abruma, es dudoso que en Andalucía la incluyan actualmente como lectura. Ha sido una cálida sorpresa que aquí en Cataluña haya sido seleccionada como lectura obligatoria este año para los alumnos de Literatura Castellana. Distraigo mis mañanas de reflexión con la lectura de En las orillas del Sar.
Recuerdo con nostalgia mis clases de literatura en COU con una excelente profesora y amiga, ojalá pudiera volver... me encantaba cómo nos (o a mí por lo menos)ayudaba a sentir la poesía de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, hizo de Luces de Bohemia mi libro de cabecera... Curiosamente, después de un largo viaje dedicándome a las novelas clásicas he vuelto ahora a esos autores con devoción, en especial por Lorca. Me remito a frikosal: "Ojalá pudiera estar yo sentado en esa clase con el cuaderno en la mano"
Iago, bienvenido. Creo que aquellas clases de COU eran un lujo maravillo, y que se ha desvanecido. Unamuno, Baroja, Machado, Juan Ramón, Pedro Salinas, Lorca, Miguel Hernández, Juan Rulfo, Cela, Luis Martín Santos...eran algunos de los manjares que teníamos ocasión de degustar. Han llegado otras concepciones de la educación y la literatura prácticamente se ha extinguido en los planes de enseñanza. Me alegro de que te hayan calado tan profundamente aquellos libros que aquella excelente profesora te hizo amar. Piensa que ya eso no es posible. Un cordial saludo.
Rosalía, a la que he dedicado un par de entradas, me parece una de las grandes, con independencia de que se hable mucho o poco de ella. Quienes no la conozcan quedarán asombrados si abren En las orillas del Sar o sus libros en gallego. La historia de por qué dejó de escribir en gallego es terrible, por cierto. Como muestra del interés romántico por las tradiciones, publicó en la prensa una serie de artículos sobre los usos de su tierra. En uno de esos artículos, describe una costumbre que aún estaba viva en su época en algunos pueblos de las rías: Entre algunas gentes tiénese allí por obra caritativa y meritoria el que, si algún marino que permaneció por largo tiempo sin tocar tierra, llega a desembarcar en un paraje donde toda mujer es honrada, la esposa, hija o hermana pertenecientes a la familia, en cuya casa el forastero haya de encontrar albergue, le permite por espacio de una noche ocupar un lugar en su mismo lecho. Rosalía describe con simpatía lo que considera un acto humanitario cargado de buena intención. De inmediato, los nacionalistas (tan simpáticos y despiertos entonces como ahora) cayeron como buitres sobre ella, acusándola de vilipendiar al pueblo gallego y tratar de prostitutas a sus mujeres. Rosalía reaccionó declarando que en adelante no volvería a componer nada en gallego.
Decía Rosalía a su marido en una carta de 26 de julio de 1881: "Se atreven a decir que es fuerza que me rehabilite ante Galicia. ¿Rehabilitarme de qué? ¿De haber hecho todo lo que en mí cupo por su engrandecimiento? El país sí que es el que tiene que rehabilitarse para con los escritores, a quienes aún cuando no sea más que por la buena fe y entusiasmo con que por él han trabajado, les deben una estimación y respeto que no saben darles, y que guardan para lo que no quiero ahora mentar. ¿Qué algarada ha sido esa que en contra mía han levantado, cuando es notorio el amor que a mi tierra profeso? Aun dado el caso (que niego) de que yo hubiese realmente pecado por lo que toca al artículo en cuestión ¿era aquello suficiente para arrojar un sambenito sobre la reputación literaria grande o pequeña de cualquier escritor que hubiese dado siempre probadas muestras de amor patrio, como creo haberlas dado? No; esto puede decirse sencillamente mala fe, o falta absoluta no sólo de consideración y gratitud, sino también de criterio. Pues bien: el país que así trata a los suyos no merece que aquellos que tales ofensas reciben vuelvan herir la susceptibilidad de sus compatriotas con sus escritos malos o buenos (...)" Y así, como has descrito, Alejandro, Rosalía dejo de escribir en gallego. La hidra nacionalista impidió un tercer libro de Rosalía, gracias a ello tenemos este En orillas del Sar, sobresaliente, y que tú has glosado en tu blog.
Eximia poetiza, luchadora de la palabra y tierna en su desgarro y su lucha. Felizmente algo hemos leido por aquí y me alegro de que vos lo trates. Un abrazo Profesor
“Piensa que ya eso no es posible.” Joselu, si, si que es posible amar la literatura, es algo intemporal. Siempre habrán buenos profesores- como tu- dispuestos a descubrirnos el mundo de la literatura. Hace un par de años terminé bachillerato y aunque es cierto que la literatura ha quedado relegada a un segundo plano siempre quedará un lugar donde la palabra pueda reposar. Ahora estoy en segundo de carrera ¡Filología! Estoy disfrutando tanto… pero aún así sigo echando de menos las clases de lengua castellana del colegio, tuve buenos profesores. Besos! Anna
Rodolfo, una mujer frágil que demostró una energía colosal para cambiar el curso de la historia literaria de su tierra, y lo consiguió, a pesar de la amargura que sintió por los ataques que recibió.
Anna, me alegro por tus sentimientos hacia los profesores que tuviste y por tu carrera de filología. Desgraciadamente este año se ha reducido en Cataluña el número de horas de lengua semanales que han quedado reducidas a dos. Es una pena.
Arturo Ruiz Bonilla, bienvenido a este blog. He visitado el tuyo y sé que la poesía también es tu mundo. Yo no soy creador pero disfruto con las palabras que son capaces de construir un universo poético.
"sombra que siempre me asombra"
ResponderEliminarConocí a Rosalia de Castro hace bastante tiempo, mi padre es gallego y me la presentó cuando empecé a interesarme por la poesía. Precisamente ese libro: En las orillas del Sar. Creo que los dos somos de naturaleza melancólica...
ResponderEliminarTienes que ser genial poder pasarse una hora de clase hablando de poesía y de los diferentes poetas. Si algo echo de menos en la modalidad de bachillerato en la que estoy, es la literatura.
Sí, Mari Carmen, estas clases sobre literatura suelen ser una maravilla. Poder hablar sobre Rosalía o sobre Juan Ramón, o sobre El Quijote es una fortuna que te compensa, quizás, de malos ratos que pasas en otros cursos. Para mí ha sido un descubrimiento Rosalía a la que tenía muy desvalorizada. Pura ignorancia, sin duda.
ResponderEliminarSimalme, melancolía, amiga mía.
"Era apacible el día
ResponderEliminary templado el ambiente
y llovía, llovía,
callada y mansamente;
y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niño, tierna rosa,
durmiendo se moría.
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía!"
Siempre me emocionó este fragmento, aunque no soy de lágrima fácil.
Ojalá pudiera estar yo sentado en esa clase con el cuaderno en la mano, y yo tuviera 25 años menos y la mente un poco más joven.
ResponderEliminarMi profesora de literatura era una estúpida que a fuerza de insistir en la taxonomía de las figuras literarias logró la reducción al absurdo.
Son muy importantes los profesores, un abrazo.
Sí, Pantagruel, has elegido bien. Es uno de los poemas que entran en selectividad y estos versos están cargados de poético dramatismo, que me recuerdan a los que Antonio Machado dedicó a Leonor. ¡Qué presencia tan sobrecogedora (y delicada) de la muerte!
ResponderEliminarFrikosal, la literatura ha perdido en buena parte su función en la enseñanza. Soy de otra generación en que era profesor de Bup y Cou, cursos en los que contábamos con cuatro horas semanales para dedicar a la literatura hasta el siglo XIX en tercero, y un maravilloso COU dedicado a la literatura del siglo XX. Me dicen que todo ha cambiado, que soy un nostálgico de algo que ya no existe... pero he de recordar con dolor aquellos maravillosos años en que se enseñaba literatura de verdad.
ResponderEliminarAhora ya nadie sabe nada, a veces la gente de letras (y lo primero que habría que suprimir es esa dicotomía ciencias-letras, pero eso es otro tema) piensa que los estudiantes terminan secundaria sabiendo tecnología y matemáticas, pero eso es totalmente falso: no saben nada de nada.
ResponderEliminarPero tu eres un artista, el otro día decías que no sabías si estabas exagerando, y la función del artista es justamente esa: exagerar (conste que esto lo dijo Vila Matas), pasarlo todo por la sensibilidad aguda y amplificarlo para que los demás lo puedan ver.
Animo y cualquier día me cuelo en tu clase (soy un tipo canoso, me conocerás pronto).
nunca había oido nada sobre esta mujer, espero poder encontrar algo por Internet, pues en Francia lo veo dificil.
ResponderEliminarSino me parece muy interesantes que las PAU recuperen escritores no tan conocidos pero que han representado algo extraordinario y con fuerza, como en este caso el sentimiento de la tristeza y la desesperanza, según como no lo has descrito.
un abrazo
Frikosal, en algo tienes razón y es en esa tendencia a la desmesura y a la ensoñación que me caracterizan. Aprecio tus palabras en lo que valen porque sé el valor de lo que tú haces y la sensibilidad con que escribes. Ojalá, pudiéramos hablar de literatura en clase. Sería una gozada.
ResponderEliminarEloi, fíjate, toda la literatura moderna gallega proviene de los versos, no sé si llamarlos humildes, de esta mujer de vida poco feliz y sensibilidad exquisita. Además escribió en castellano el libro que comento que es un poemario sobre la desolación, expresado de tal manera que llega al corazón y a la inteligencia.
ResponderEliminar¿4 horas diarias dedicadas a la literatura? Eso hoy día es imposible, yo tengo la última parte de los libros de lengua (la parte dedicada a la literatura)totalmente intacta. Lo poco de literatura que se hace en clase es a través de las lecturas obligatorias, suelen ser dos por curso. Algunos cursos hay suerte y tocan lecturas interesantes. Este curso por suerte o desgracia para algunos podremos dedicar algunas clases a Antonio Machado.
ResponderEliminarPor cierto Frikosal, si almenos los alumnos salieramos del instituto sabiendo mates i tecnología ya sería un logro. Pero ni eso. Hasta los de ciencias tenemos problemas con las mates.
ResponderEliminarEn fin... supongo que hay de todo. Espero que algunos salgamos con alguna noción de algo.
Mari Carmen, eran cuatro horas semanales no diarias. En COU sólo se estudiaba siglo XX. A Machado podíamos dedicarle un mes, igual que a Pío Baroja o la literatura de las Vanguardias... Era una gozada para muchos de los bachilleratos de letras y mixtos para los que era optativa. Recuerdo esto y veo la realidad que tú nos cuentas y me doy cuenta de que la literatura ha desaparecido en la práctica. Necesita tiempo para asimilar el concepto de modelo literario al que todos los artistas se enfrentan por imitación o por reacción contra él. Suerte con Antonio Machado.
ResponderEliminarRosalía me parece uno de los verdaderos poetas. Por cierto, junto a mi preferencia antigua por ella, junto con Bécquer y con Ferrán, Maykel González Vivero me descubrió no hace mucho la existencia de Juan Clemente Zenea, un poeta cubano interesante, destacado por Lezama en su Antología. Es muy curioso contemplar el desarrollo de la literatura cubana, que aporta un carácter propio y que se separa gradualmente de la literatura española. En eso estaba cuando mis libros fueron a parar a manos de un guardamuebles. Espero recuperarlos.
ResponderEliminarLo que siempre me ha recordado a Rosalía ha sido la lectura de Alberti, que me deslumbró en mi primera juventud. Me parece que Alberti suplió con una inteligencia fuera de lo común su falta de acento propio, tomando de aquí y de allá, y tomándolo maravillosamente. Ya se sabe que suele citarse su deuda con Gil Vicente, pero pienso que tiene también la suya con Rosalía: "Castellanos de Castilla,/nunca habéis visto la mar" dice en Marinero en Tierra. Y Rosalía: "Castellanos de Castilla/tratade ben a os galegos" cito de memoria y tal vez con alguna falta de ortografía gallega. Alberti: "Castilla tiene castillos/pero no tiene una mar"
Saludos cordiales
Animal de fondo, Rosalía, sin una gran cultura poética, suple con su intuición dicha carencia. Es curioso porque su libro En las orillas del Sar pasó totalmente desapercibido hasta que Unamuno, Azorín y Juan Ramón Jiménez se ocuparon de aquel extraño volumen de poemas. Sólo en 1944 cuando se publicaron sus Obras Completas en la editorial Aguilar logró salir de un casi total desconocimiento la obra de Rosalía en castellano. Lo que dices de Alberti es cierto, tomó de aquí y de allí inspiración poética y por los ejemplos que aduces, sin duda hay una deuda clara. Tengo la impresión de que Rosalía, fuera del ámbito de la cultura gallega sigue siendo una gran desconocida en comparación con Bécquer que ha sido mucho más reconocido. Un cordial saludo.
ResponderEliminarHola Jose Luis!
ResponderEliminarcomo estas?
espero que muy bieN
creo aver escuchado que este curso estas de baja...
Bueno en todo caso espero qe estes y te vaya bien.
Decirte que recuerdo bastante tus clases jejeje mas que nada también porque imma mete mucha mas caña que tu...
Y tambien cada vez que recuerdo a mi gran amor jejeje Diego aquello que ya fue.. pues recuerdo la novela y todo jejeje.
Decirte que yo si sigo leyendo mucho;este verano he leido el señor de las moscas de william golding...muy... no sabria como describirtelo pero me gusto mucho como mucha aventura y me senti muy dentro...en resumen me lo pase muy bien..pese a haver estado trabajando =)
espero que todo te vaya muy bien y que tengas unos muy buenos alumnos no como yo jejeje qe no subia del 5.
pasate de vez en cuando por mi blog.Suelo escribir poemillas y eso.
un saludo
byeee
Me alegra ver esta entrada tuya, como todas, por otra parte; leerte es un placer :-) Pero me gusta especialmente que hables de Rosalía y que encabeces la entrada con esa imagen.
ResponderEliminarRosalía, yo también creo que va más allá de todos los tópicos que sobre ella circulan. En su tiempo, pleno siglo XIX, en un margen del mundo, doblemente, siendo mujer, rompió muchas barreras, abrió caminos. Escribió en gallego, cuando pocos se atrevían a considerarla lengua d de cultura y desconocían la tradición literaria medieval; más allá de lo folclórico y popular, como lo demuestra su poemario FOLLAS NOVAS, cuyo prólogo, dedicado a Fernán Caballero, no deja indiferente.
Creo que fue una mujer valiente, con gran inquietud cultural, rompedora, en su tiempo, por muchos motivos; que, sin embargo, los tópicos, demasiado a menudo, empañan.
Saludos
Compraré sin demora "A orillas del Sar".
ResponderEliminarUn saludo.
Anónimo, sin duda Rosalía dentro de su figura humilde por su condición femenina (así lo sentía ella)es una figura sorprendente por todo lo que has dicho. No era fácil ser mujer y escribir versos. En seguida se prestaba a la broma fácil. Inicia el Rexurdimento gallego tímidamente con aquel libro inicial que fue Cantares gallegos, que fue dedicado a Fernán Caballero (17-5-1863). Follas novas es de 1880 y continúa la senda iniciada en su primera obra. Es una mujer todavía por descubrir fuera de Galicia. Creo que no se la reconoce en su valor. Fue una mujer valiente, de fuerte carácter, frágil de salud y con una vida dura. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarJaime/José Luis, a mí me ha costado encontrar la edición que está editada en Cátedra que tiene un buen prólogo de Xesus Alonso Montero. Un cordial saludo.
ResponderEliminarLa elección de las lecturas de bachillerato siempre nos tiene en vilo. Reconozco que, a veces, atinan y otras no. Rosalía me parece una sabia elección por todo lo que a través de ella pueden descubrir nuestros alumnos.
ResponderEliminarEn nuestro centro, hemos perdido la literatura castellana en favor de otras materias de otros departamentos. Cuestiones de gestión horaria que escapan del todo a la esencia del currículum. Me apena que nuestros bachilleres no puedan saborear las esquinas de la tristeza tal y como las presenta Rosalía.
Siente la dicha de poder hacerlo, Joselu.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJoselu, ¿quién pudiera intentarlo con Frikosal? Tu blog me hace sentir una irremediable nostalgia por los años adolescentes ...eso ya no tiene remedio, me has dado ganas de volver a leer versos olvidados, todo buen maestro deja tarea, un abrazo.
ResponderEliminarLu, tengo la impresión de que en nuestro instituto la asignatura se mantiene pendiente de un hilo. Sólo hay cinco alumnos. Cada vez menos. Es un drama que una literatura tan extraordinaria como la castellana termine desapareciendo en la formación de los jóvenes. Estoy desolado por lo que me cuentas por lo que puede significar de advertencia a nuestras circunstancias. Un saludo cordial.
ResponderEliminarYolanda, gracias por tus generosas palabras. Enseñar literatura es uno de las mayores satisfacciones que conozco. Lástima que se haya ido orillando y abandonando en favor de otras materias más en boga. Un aula de literatura debe ser creativa e innovadora.
ResponderEliminarEn este blog es imposible no aprender algo nuevo. No conocía a Rosalia, me la apunto. Que me arrastra esa condición nostálgica...
ResponderEliminarTe dejo un regalito:
http://www.cccb.org/kosmopolis/es/
Meike, imagino que te refieres a las mesas redondas en torno a la obra de Ballard. Tengo intención de ir si no hay nada que lo impida. Rosalía de Castro es una gran romántica desconocida en muchos ambientes. Estos días melancólicos para mí estoy profundizando en sus poemas de la desolación y la tristeza.
ResponderEliminarNo sé si aquí en Andalucía la incluyen, reconozco que sólo he leído de ella por lecturas de Bup.
ResponderEliminarp.d.: Ja sóc aquí ;-)
Zinquirilla, con el énfasis regional que nos abruma, es dudoso que en Andalucía la incluyan actualmente como lectura. Ha sido una cálida sorpresa que aquí en Cataluña haya sido seleccionada como lectura obligatoria este año para los alumnos de Literatura Castellana. Distraigo mis mañanas de reflexión con la lectura de En las orillas del Sar.
ResponderEliminarRecuerdo con nostalgia mis clases de literatura en COU con una excelente profesora y amiga, ojalá pudiera volver... me encantaba cómo nos (o a mí por lo menos)ayudaba a sentir la poesía de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, hizo de Luces de Bohemia mi libro de cabecera...
ResponderEliminarCuriosamente, después de un largo viaje dedicándome a las novelas clásicas he vuelto ahora a esos autores con devoción, en especial por Lorca.
Me remito a frikosal: "Ojalá pudiera estar yo sentado en esa clase con el cuaderno en la mano"
Iago, bienvenido. Creo que aquellas clases de COU eran un lujo maravillo, y que se ha desvanecido. Unamuno, Baroja, Machado, Juan Ramón, Pedro Salinas, Lorca, Miguel Hernández, Juan Rulfo, Cela, Luis Martín Santos...eran algunos de los manjares que teníamos ocasión de degustar. Han llegado otras concepciones de la educación y la literatura prácticamente se ha extinguido en los planes de enseñanza. Me alegro de que te hayan calado tan profundamente aquellos libros que aquella excelente profesora te hizo amar. Piensa que ya eso no es posible. Un cordial saludo.
ResponderEliminarRosalía, a la que he dedicado un par de entradas, me parece una de las grandes, con independencia de que se hable mucho o poco de ella. Quienes no la conozcan quedarán asombrados si abren En las orillas del Sar o sus libros en gallego. La historia de por qué dejó de escribir en gallego es terrible, por cierto. Como muestra del interés romántico por las tradiciones, publicó en la prensa una serie de artículos sobre los usos de su tierra. En uno de esos artículos, describe una costumbre que aún estaba viva en su época en algunos pueblos de las rías: Entre algunas gentes tiénese allí por obra caritativa y meritoria el que, si algún marino que permaneció por largo tiempo sin tocar tierra, llega a desembarcar en un paraje donde toda mujer es honrada, la esposa, hija o hermana pertenecientes a la familia, en cuya casa el forastero haya de encontrar albergue, le permite por espacio de una noche ocupar un lugar en su mismo lecho. Rosalía describe con simpatía lo que considera un acto humanitario cargado de buena intención. De inmediato, los nacionalistas (tan simpáticos y despiertos entonces como ahora) cayeron como buitres sobre ella, acusándola de vilipendiar al pueblo gallego y tratar de prostitutas a sus mujeres. Rosalía reaccionó declarando que en adelante no volvería a componer nada en gallego.
ResponderEliminarAh!, la tristeza, ese mal occidental.
ResponderEliminarDecía Rosalía a su marido en una carta de 26 de julio de 1881:
ResponderEliminar"Se atreven a decir que es fuerza que me rehabilite ante Galicia. ¿Rehabilitarme de qué? ¿De haber hecho todo lo que en mí cupo por su engrandecimiento? El país sí que es el que tiene que rehabilitarse para con los escritores, a quienes aún cuando no sea más que por la buena fe y entusiasmo con que por él han trabajado, les deben una estimación y respeto que no saben darles, y que guardan para lo que no quiero ahora mentar. ¿Qué algarada ha sido esa que en contra mía han levantado, cuando es notorio el amor que a mi tierra profeso? Aun dado el caso (que niego) de que yo hubiese realmente pecado por lo que toca al artículo en cuestión ¿era aquello suficiente para arrojar un sambenito sobre la reputación literaria grande o pequeña de cualquier escritor que hubiese dado siempre probadas muestras de amor patrio, como creo haberlas dado? No; esto puede decirse sencillamente mala fe, o falta absoluta no sólo de consideración y gratitud, sino también de criterio. Pues bien: el país que así trata a los suyos no merece que aquellos que tales ofensas reciben vuelvan herir la susceptibilidad de sus compatriotas con sus escritos malos o buenos (...)"
Y así, como has descrito, Alejandro, Rosalía dejo de escribir en gallego. La hidra nacionalista impidió un tercer libro de Rosalía, gracias a ello tenemos este En orillas del Sar, sobresaliente, y que tú has glosado en tu blog.
Fmop, cabría hacer una genealogía de la tristeza y su presencia en otras culturas menos proclives a ella como estado existencial.
ResponderEliminarEximia poetiza, luchadora de la palabra y tierna en su desgarro y su lucha.
ResponderEliminarFelizmente algo hemos leido por aquí y me alegro de que vos lo trates.
Un abrazo Profesor
“Piensa que ya eso no es posible.” Joselu, si, si que es posible amar la literatura, es algo intemporal. Siempre habrán buenos profesores- como tu- dispuestos a descubrirnos el mundo de la literatura. Hace un par de años terminé bachillerato y aunque es cierto que la literatura ha quedado relegada a un segundo plano siempre quedará un lugar donde la palabra pueda reposar. Ahora estoy en segundo de carrera ¡Filología! Estoy disfrutando tanto… pero aún así sigo echando de menos las clases de lengua castellana del colegio, tuve buenos profesores.
ResponderEliminarBesos!
Anna
La mejor banda sonora posible para "Mar adentro". Remediaré pronto el no haber leído "En las orillas del sar". Un saludo
ResponderEliminarRodolfo, una mujer frágil que demostró una energía colosal para cambiar el curso de la historia literaria de su tierra, y lo consiguió, a pesar de la amargura que sintió por los ataques que recibió.
ResponderEliminarAnna, me alegro por tus sentimientos hacia los profesores que tuviste y por tu carrera de filología. Desgraciadamente este año se ha reducido en Cataluña el número de horas de lengua semanales que han quedado reducidas a dos. Es una pena.
Arturo Ruiz Bonilla, bienvenido a este blog. He visitado el tuyo y sé que la poesía también es tu mundo. Yo no soy creador pero disfruto con las palabras que son capaces de construir un universo poético.