Sigo leyendo totalmente absorbido el libro El gen: una historia personal de Siddhartha Mukherjee. A pesar de sus conceptos genéticos y científicos, en su mayor parte se puede leer por un lego en la materia. El día anterior hablé de la mejora en estos tiempos respecto a los del siglo pasado en el tema de la eugenesia comparando las ideas de la higiene racial con el cuidado que se tiene hoy día con los niños que padecen algún síndrome o disminución psíquica o física. Mi conclusión era que habíamos progresado esencialmente en ello y que la eugenesia había pasado a la historia. Cual no ha sido mi sorpresa al darme cuenta de que ello no es así en absoluto. La eugenesia, recordemos, es un proyecto de filosofía social que pretende mejorar los rasgos hereditarios humanos mediante diversas formas de intervención manipulada y métodos selectivos humanos. A comienzos del siglo XX, esto se formulaba con el propósito de mejorar la calidad genética de la población y fomentar ciertos criterios raciales como la altura, el color de la piel, de los ojos, el cabello, la inteligencia, su fuerza y resistencia física, de modo que se potenciarían rasgos considerados superiores. Para ello, se promocionaban uniones raciales que generaran niños sanos y fuertes con unas características físicas supremacistas o se terminaron llevando a cabo esterilizaciones legales de personas aquejadas de taras físicas o psíquicas. Así, en Estados Unidos se dividían a estas personas en idiotas, tarados e imbéciles para referirse a la debilidad mental. Y todo esto llegó a la Alemania nazi que esterilizó violenta y abiertamente a cientos de miles de personas deficientes según sus criterios raciales. Luego se pasó a la eliminación física y se llegó al Holocausto.
Todo esto me parecía horrible y creía que habíamos superado totalmente estos estados en nuestro tiempo. Pensaba que la eugenesia era un concepto antiguo. Leyendo el libro poco a poco me he dado cuenta de que desde que se pudieron hacer análisis genéticos prenatales aplicando las nuevas técnicas de detección de anomalías en los cromosomas y la aprobación desde los años setenta de las leyes de aborto en Estados Unidos, de hecho, se está realizando sistemáticamente; es la llamada “neoeugenesia”, apoyada democráticamente por los movimientos progresistas en base a la felicidad de los seres humanos alejándose del pasado nazi de selección racial. Fue apoyada la neoeugenesia incluso por genetistas tan preclaros como Francis Crick y James Watson, dos de los descubridores de la doble hélice del ADN. Se entiende que la selección natural del siglo pasado era “cruel, torpe e ineficiente”. La neoeugenesia se basa en la salud, la inteligencia y la felicidad. Y se mantendría adherida a los valores de rigor científico y la elección. Así, las pruebas prenatales son escogidas por los padres o madres con total libertad, así como el aborto selectivo. El síndrome de Down o el enanismo son casos muy significativos. Su reducción en nuestra era ha sido drástica. Otras enfermedades poligénicas como la esquizofrenia o el autismo que tiene un claro componente genético y dependen de varios cromosomas son más difíciles de detectar. No es fácil encontrar los genes causantes de muchas enfermedades en el genoma, pero probablemente se avanzará en ello. Esta es la neoeugenesia negativa. Pero hay otra que podríamos llamar positiva que es la de creación de bancos de esperma en que especialmente las mujeres pueden elegir rasgos característicos de los donantes. Incluso se creó en Estados Unidos un banco con semen donado por genios o premios Nobel aunque no tuvo mucho éxito. Sí sé que en los países nórdicos donde existen muchas familias monoparentales, las mujeres pueden solicitar kits de autoinseminación a empresas de Dinamarca que en 24 horas son enviados a toda Europa para su utilización, y de este modo las mujeres pueden elegir las características físicas e intelectuales de los donantes. En España no se puede elegir al donante pero estas empresas ofrecen un perfil hasta el último detalle. Ello no es una garantía plena, pero sí un condicionamiento importante. No se ha llegado por razones éticas a que los padres puedan elegir todavía dichas características mediante un cribado genético, pero el tema está abierto. Ciertamente, sería un avance que los hijos que se tuvieran fueran inmunes a ciertos tipos de cáncer o al alzhéimer u otras enfermedades genéticas. ¿Quién no elegiría esto para sus hijos? En esto se está en camino, aunque no he avanzado lo suficiente en el libro para llegar a los últimos tiempos en el terreno de la genética.
Probablemente el descubrimiento de los genes haya sido el avance científico más importante en el siglo XX, su descubrimiento y modificación, y estamos solo en el comienzo. Muchísimos medicamentos desde los años setenta del siglo pasado se basan en tratamiento de genes que son modificados y manipulados para conseguir medicinas revolucionarias. Otra cosa es que estos laboratorios genéticos puedan trabajar con genes de virus que, modificados y manipulados, puedan escaparse de los laboratorios. Ese es un peligro real y ciertamente muy peligroso.
No tenía ni idea, pero del sistema americano y de sus preferencias e inclinaciones si estaba más o menos enterado.
ResponderEliminarLeer este tipo de cosas de una sociedad que se considera adelantada me produce malestar.
Gracias por la información.
Salut
No es solo americano, está entre nosotros. Esa eugenesia forma parte de nuestra civilización moderna, pero yo no había tomado conciencia de ello pensando que era cosa del pasado. Salut, Miquel.
EliminarCuando leí tu anterior entrada, esa misma noche me vino a la cabeza lo de la disminución radical de casos de síndrome de Down debido a la detección durante el embarazo, que lo había leido en alguna parte, y también que quienes deciden seguir adelante muchas veces es por razones religiosas. Aparte de ello, relacionado con los bancos de semén, está la cuestión de los vientres de alquiler, método por el cual parejas homosexuales -con dinero- pueden tener hijos biológicos. Estamos en el mundo que preconizó Huxley, seamos más o menos conscientes de ello, y no lo digo como un juicio moral. Un saludo.
ResponderEliminarPara mí ha sido un descubrimiento a medida que leía el libro. Nuestro tiempo practica una eugenesia científica y limpia a diferencia de la cruel e ineficiente del pasado, pero es lo mismo. Seleccionamos a quienes consideramos dignos de vivir y rechazamos a otros. Un banco de esperma en Dinamarca ofrece kits que cuestan un promedio de quinientos euros más IVA por el semen del que se puede seleccionar totalmente el físico y lo intelectual -nivel de estudios, preferencias, ideas, hasta el tipo de letra, etc.- Las parejas de lesbianas o mujeres solteras tienen un instrumento perfecto para reproducirse electivamente. Otro tema son los vientres de alquiler que, como dices, están al alcance de gente con pasta. Uno de ellos, especialmente detestable para mí, es Miguel Bosé que ha tenido cuatro hijos así. Ciertamente es algo que se aproxima en su realidad al mundo de Huxley. Sin embargo, esa mejora de la raza o como se quiera llamar no evita que el nivel de CI esté descendiendo en nuestros últimos años en las nuevas generaciones. Un tema para pensar. Un saludo.
EliminarEs indudable que la evolución del ser humano nos sitúa en una frontera cada vez más alejada de nuestro horizonte calculado. En ese camino recorrido quien nos ha seleccionado como especie ha sido la Naturaleza, en cambio ahora, es el propio ser humano quien lo hace. El desenlace ¿en el próximo siglo? Quienes nazcan y crezcan bajo esos parámetros no lo valorarán como nosotros.
ResponderEliminarTe dejo un fragmento del libro...
Eliminar"En 1969, en vísperas de la década de la revelación, el genetista Robert Sinsheimer escribió un ensayo sobre el futuro. La capacidad de sintetizar, secuenciar y manipular los genes abriría «un nuevo horizonte en la historia del hombre». «Acaso algunos sonrían y piensen que esto no es sino una nueva versión del viejo sueño de perfeccionar al hombre. Es eso, pero también algo más. Los viejos sueños del perfeccionamiento cultural del hombre siempre se vieron coartados por imperfecciones y limitaciones inherentes, heredadas [...] Ahora vislumbramos otra ruta: la posibilidad de aligerar y perfeccionar conscientemente, y mucho más allá de nuestra visión actual, este notable producto de dos mil millones de años de evolución.» Otros científicos que previeron esta revolución biológica se habían mostrado menos optimistas al respecto. Como en 1923 escribió el genetista J. B. S. Haldane, una vez que se tenga el poder de controlar los genes, «no habrá creencias, valores ni instituciones que estén seguros».
Mukherjee, Siddhartha. El gen (edición en castellano) (Spanish Edition) (p. 406). Penguin Random House Grupo Editorial España. Edición de Kindle.
Pasito a pasito hacia Un Mundo Feliz...
ResponderEliminarUn abrazo
Las posibilidades de manipulación de los genes han abierto caminos alucinantes para la detección y tratamiento de enfermedades genéticas graves. Sin duda, es impresionante los logros de la genética y la biología molecular. Sin embargo, los peligros de manipulación de genes en manos poco éticas o simplemente descuidadas abre peligros que no podemos negar. Está por ver si el coronavirus fue creado en un laboratorio. Los virus se componen de genes. Su manipulación pudo llevar a un error no reconocido que ha traído consecuencias que podemos evaluar. Hay sobre este asunto mucha cortina de humo y parece que no se quiere saber demasiado. En todo caso, las perspectivas son tan increíbles en un campo como la biotecnología que no las sospechamos todavía.
Eliminar-La primera bebe probeta, Louise Brown :fue un acto histórico para la ciencia.Lo triste es que la medicina no es una ciencia exacta, y si los que manipulan este material genético lo hacen para erradicar enfermedades genéticas lo encuentro muy plausible.Por esos la comunidad científica tiene que ser muy celosa de evitar politizar o estar a merced de gobiernos desnaturalizados.Erradicar malformaciones ,ayudar a formar seres con menos problemas genéticos, etc etc.Pero crear un ser a la carta es un riesgo.La ingeniería genética esta para eso, pero hay que ser cauto.Es un tema espinoso y a veces da la sensación de ser tan oscuro y no libre de retos: éticos, sociales y jurídicos.Acción u omisión: cuando a los padres se les informa de que vienen problemas. También es un poco extraño decir que mejorar esta mal, esto es más cosa de ética que de creencia religiosa.
ResponderEliminarUn tema que se las trae la verdad que es casi filosófico, esta eterna pregunta...
Un abrazo se nota que es primavera.
-Porque si medir 1,90 es ser más feliz :yo no doy la talla:(
ResponderEliminarEn cierta manera las empresas que venden esperma criogenizado a la carta son una forma de definir de antemano los rasgos de ese futuro hijo. En cuanto a los análisis prenatales, la medicina habitual realizan una pequeña parte. Si uno quiere un análisis genético mucho más completo, tiene que pagarlo y para ello hay empresas genéticas. Ciertamente, si pueden prevenirse enfermedades terribles eso es bueno. Se da el caso de personas que tienen antecedentes del mal de Huntington que no quieren saber si en realidad lo van a padecer en algún momento de su vida y que puede ser mortal. A veces es mejor no saber. Si todo el mundo se hiciera un análisis genético habría muchas sorpresas y no agradables.
EliminarNo sé si es bueno medir 1.90 pero en todas las fotos de parejas, el chico es más alto que la chica. Si no sucede, se piensa que algo no va bien.
Un abrazo, hoy he hecho una caminata y el campo estaba lleno de jaras. JARAS