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miércoles, 21 de diciembre de 2022

Convicciones

Me encanta conversar con otras personas, sean hombres o mujeres, sobre lo divino y lo humano. Son sesiones de conversación largas sea por escrito o en persona. Me agrada observarme a mí y observar a los demás. No soy novelista pero tengo algo que tienen los novelistas que es la capacidad de observación...

 

Los seres humanos tienen necesidad de explicarse, de dar cuenta de su modo de ver el mundo, de justificar su modo de vida o de ser lo que se traduce en monólogos sucesivos en que se expresan razones, juicios, opiniones, recuerdos que construyen una personalidad y explican cómo es uno (o una). Es como un armazón dialéctico fruto de la elaboración de muchos años para dar consistencia a una personalidad. Para cada uno, es vital esta estructura de ideas o de pensamientos o creencias. Son suyas y hay una tendencia a considerarlas universales aplicables al resto de seres humanos. Es una especie de lógica a modo de mecano que sirve para interpretar el mundo. Uno intenta explicar por qué es ateo, por ejemplo; otro por qué es creyente; otro por qué adopta determinadas posiciones políticas a un lado u otro del espectro posible; otro por qué ama esto o lo otro; otro muestra su desesperanza y su desapego a base de cinismo; otro da razones para expresar su concepción de la vida; otro basa su vida en buena parte en los colores de un equipo y eso le confirma existencialmente; otro muestra su impotencia y su tristeza basándose en su concepción de la existencia; otro cuenta su historia repetidamente para mostrar las razones de su lógica implacable; otro cuenta por qué es feliz, y otro por qué es desdichado, otro por qué es amante del dinero -que da la felicidad-, mientras que otro basa su vida en la moralidad alejada del dinero... Todos somos diferentes pero todos anhelamos comprender la vida y expresar un modo de hacerlo que sirva universalmente. 

 

Yo lo observo y me doy cuenta de que todo eso son creencias de una forma u otra. Es como si se necesitaran creencias para mantenerse en pie. Y esas creencias se reiteran indefinidamente. Los blogs son eso precisamente. Manifestaciones de unas determinadas formas de entender el mundo. A fuerza de leer a los blogueros uno sabe con bastante fidelidad cuáles son los ejes de ese armazón dialéctico que no deja de repetirse. Todos nos repetimos hasta la saciedad. A los blogueros nos gustan los monólogos en que manifestamos nuestra posición en la vida y en el mundo. Cada blog es una ventana al interior del autor que nos explica reiteradamente su percepción y sus razones. Los hay más obsesivos, los hay más generosos, los hay más sectarios, los hay escorados a la izquierda -como única posición lógica en la realidad-, los hay escorados hacia posiciones conservadoras que cuestionan el supuesto absolutismo progresista... No sé, hay una gama de posiciones que resulta interesante observar para contemplar el paisaje íntimo de alguien que se está abriendo en canal. Algunos son estetas y exquisitos, otros son audaces y provocadores, otros cínicos, otros son como campanas de navidad sonando para convencer del colorido alegre de la vida, otros son egoicos y narcisistas, otros son escépticos e irónicos, otros son idealistas, muchos pesimistas -en esto la edad influye poderosamente-... pero todos en general anhelan que su cosmovisión sea compartida por otros, convencer de alguna manera de algo a cualquier nivel. Aspiran a que su percepción sea comprendida y asumida, en cierta manera se ejerce un claro proselitismo ideológico casi inevitable. Se escribe para expresar pero también para convencer de que nuestras razones son valiosas e inobjetables. 

 

Los lectores de blogs se adaptan así a la cosmovisión del autor -o no, y entonces surgen los debates que si se mantienen desencadenan conflictos-. Todo consiste en un cruce de cosmovisiones que necesitan acercarse para comprenderse mutuamente en un diálogo generalmente afable, aunque a veces hay quienes tiran la piedra y esconden la mano. Todo es posible en un mundo que es la expresión de egos muy potentes y narcisistas. A la vez es muy peligroso y el carácter de cada uno influye poderosamente en las relaciones a distancia. Hay blogueros bondadosos y blogueros taimados aunque siempre a través de las palabras se intenta dar la imagen más favorable de uno mismo y así aparecemos siempre como mejores de lo que somos en realidad. Es una imagen la que se vende de uno mismo, una imagen elaborada y diseñada para convencer para transmitir convicciones aunque Cioran escribió que quien posee convicciones es que no ha profundizado en nada.

domingo, 18 de diciembre de 2022

Va de pasiones, vicios y tabúes...


La final ha sido de infarto. No he visto el partido pero he seguido el resultado desde la prensa digital. Había escrito una primera versión del post en el minuto 80 cuando Argentina ganaba por 2.0 y colgué la entrada pero luego la cosa se complicó y ya saben ustedes lo que ha pasado. Ha ganado Argentina su tercer mundial con el último gol de Montiel. Una vez tuve una amante argentina, hace muchos años, nos encontramos en la otra punta del mundo y pasamos juntos una semana prodigiosa y no hablamos de fútbol pero sí que nos bebimos una noche una botella de Marqués de Cáceres que compramos en una Liquor Store en la ciudad de Winnipeg. Aquellla noche nos reímos mucho. Éramos jóvenes y ambos éramos de signo cáncer lo que terminó por ser un problema. El fútbol no ha sido una de las pasiones de mi vida, lo reconozco. Mi padre no era futbolero y no fomentó la afición hacia el C.D.Zaragoza que era lo más próximo. Y luego en mi vida diaria la política ocupó un lugar fundamental en mis tiempos de marxista leninista pensamiento Mao Tse Tung. No recuerdo que mis camaradas tuvieran en mucho al fútbol. Nunca hablábamos de ello. Sí que leíamos El estado y la revolución de Lenin pero nada de nada de fútbol. Cuando me vine a Barcelona, vi que el fútbol y la pasión por el Barça era algo más de lo que estaba acostumbrado a ver en Zaragoza, pero nunca tuve un equipo que me tirara del corazón. De hecho, conviví con dos apasionados culés en una masía cerca de Berga y celebrábamos los partidos con una merendola de embutidos, quesos y buen vino. Y yo iba con el Barça y expresaba mi emoción cuando metía un gol o nos lo metían a nosotros. Era muy divertido, pero más adelante intimé con un amigo que era madridista y del mismo modo nos hacíamos un pica pica y yo iba con el Madrid con igual entusiasmo que cuando me había juntado con culés. De este modo, no se puede decir que yo sea ejemplo de fiel seguidor de ningún equipo, pues sin el ambiente propicio, soy totalmente ajeno a la emoción de este deporte. Sí que me gustó que ganara España el Mundial de 2010 pero no vi el partido de la final aunque luego pasaron escenas una y otra vez de este y sentía hasta algo parecido a la emoción. Iba con España -España es una palabra que en buena parte está proscrita en cierta visión del mundo que no me atrevo a calificar-. Hablamos de estado o de país, pero no de España. Es una reflexión que hace Sergio del Molino en su último libro Contra la España vacía en que precisa mejor su posición política ante el debate que suscitó su libro primero La España vacía que fue un puntazo por la serie de debates a que dio lugar. Sergio del Molino esperaba fomentar el patriotismo constitucional con su apelación a la solidaridad interregional pero las derivaciones que tuvo su concepto fueron totalmente desviadas de su origen solidario. España o, si quieren, este país o este estado español tiene algo que lo une profundamente y es la pasión por la comida. No sé si hay países que hagan un culto semejante de la buena comida como el nuestro. Sabemos que no hay dios, sabemos que la monarquía no pasa por un buen momento, sabemos que los ideales políticos son transitorios -a pesar de lo que sucede estos días-, sabemos que la metafísica es banal, sabemos que el dinero da la felicidad -según un familiar mío- pero la felicidad que da es para ocuparla fundamentalmente comiendo como vamos a comer estos días en que nos vamos a poner morados de ágapes navideños tales como si estuviéramos compensando los años del hambre. Esta es la explicación que se me ocurre. En España se pasó mucha hambre en la guerra y en la posguerra y no queremos volver a ello. Antes hartarse por si vuelve el hambre de nuevo. Y comemos sin tino y sin freno. La palabra frugalidad no es muy española ni de este país ni de este estado español. Frugales eran los santos que nos enseñaba la santa Iglesia Católica cuando el estado nacional-católico de los años cuarenta o cincuenta y ya en los sesenta se jodió el invento porque apostamos de nuevo por el placer de vivir y entre los placeres máximos, mucho más que el sexo, está el comer. El sexo se acaba pero no un menú de carne a la brasa con buenos acompañamientos, patatas asadas y verduras a la parrilla. Y no permitimos que nadie nos sugiera que deberíamos comer menos o mejor. La gula es nuestro pecado capital junto con la envidia. Imaginamos el paraíso como una sucesión de platos sin final que nunca nos sacian y así eternamente... 

 

He dado vueltas porque he ido del fútbol al yantar, pero en un zigzag de ideas todo es posible, todo se mezcla, son pasiones nacionales o estatales o de país. Nos movemos por pulsiones “como el golpe temido de un corazón no resuelto” que escribió Gabriel Celaya en su poema España en marcha

 

La final épica se ha decidido en los penaltis. La de asados que van a hacerse en Argentina a cuenta de este resultado... Les felicito de todo corazón, me gustaría vivir la euforia que va a desatarse en Buenos Aires y Ciudad de la Plata así como en todas las ciudades argentinas. Tal vez escriba a mi antigua amante para felicitarle la efeméride que habrá visto... 

jueves, 15 de diciembre de 2022

La píldora de la vida o de la muerte

En febrero de 2020 una noticia incendió las redes y la prensa. Según esta noticia infundada, en Holanda se estaba preparando una ley orientada para el suicidio asistido de modo que, según la idea de hace cuarenta años del jurista y ensayista holandés Huib Drion, se proporcionaría a los mayores de setenta años una píldora para que pudieran elegir el momento de su muerte si no deseaban seguir viviendo. No se trataba de la eutanasia que aborda el caso de enfermos incurables o de condiciones de vida terribles que eligen morir asistidos por el sistema nacional de salud. No, la píldora de que se hablaba y que finalmente fue un bulo, según La Vanguardia de esos días, era para personas sanas que por las razones que fueran no deseaban seguir viviendo. Se hizo una encuesta entre mayores de 55 años con una base estadística de 21000 participantes sobre si ellos, llegados a una edad y completadas sus expectativas de vida, querrían tener acceso a esta forma de eutanasia y diez mil respondieron que sí, lo que no es baladí en cuanto a número. 

 

En España se suicidan once personas diariamente, el triple de varones que de mujeres, y la cantidad de suicidios anuales se está incrementando. Los sistemas para suicidarse son muy precarios porque van desde cócteles farmacológicos, cortarse las venas, ahorcarse, tirarse al tren, arrojarse de un edificio, envenenamiento, estrellarse con el coche... En el mundo son ochocientas mil personas las que se suicidan anualmente. 

 

Por cierto, cuando buscaba información sobre este tema en diversos medios periodísticos, Google y ChapGPT, me ha saltado un banner advirtiéndome que estaban muy preocupados por la búsqueda que estaba haciendo de sistemas para suicidarse y que había medios para encarar esta situación para recuperar el gusto por la vida y me daba un teléfono de asistencia a potenciales suicidas. 

 

Ciertamente, mucha gente piensa en el suicidio en algún momento de su vida porque la considera inaceptable o el sufrimiento psíquico que conlleva no compensa el hecho de seguir viviendo. Esto no depende de la edad porque suicidas los hay en todas las franjas de edad e incluso entre los más jóvenes. Es una pulsión humana universal que se da en todas las culturas que abordan el suicidio de forma diferente. En Japón era una muerte honrosa, en los países cristianos era un pecado mortal que conllevaba la condenación eterna para los suicidas por haber violado la ley de Dios que establece que él solo puede dar y quitar la vida. Los suicidas no podían ser enterrados en terreno sagrado, y tenían que ser inhumados fuera del recinto cristiano. 

 

Nosotros somos una sociedad postcristiana que en general descree de Dios y de la vida trascendente. Ignoro que principios democráticos puede haber para que el estado se arrogue como norma el impedimento del suicidio asistido. ¿No es legítimo que una persona adulta pueda poner sin traumas violentos final a su vida? ¿Por qué me tendrían que proteger de esa manifestación de mi voluntad? Pienso en personas mayores que consideran que ya la vida no tiene sentido para ellos, tal vez viviendo, lejos de la familia y el calor de los suyos en una residencia donde les tienen que limpiar el culo cada día tras cagarse en el pañal porque no se deja ir al váter cuando se quiere por comodidad de las asistentas. Pienso en enfermos que saben de sobra que padecen alzhéimer y en una fase todavía para poder tomar decisiones, desearían elegir la muerte digna. Conozco varios casos de padres o madres con esta terrible enfermedad que vegetan en residencias y que por razones equis sobreviven en unas condiciones que no son humanitarias. Pienso en ancianos solitarios que mueren en sus casas y nadie se entera de que han muerto. Sé que en Japón es todo un fenómeno social creciente, el de ancianos que se dejan morir en casa aislados totalmente de todo, y especialmente de su familia. 

 

Se habla de que a las personas que piensan en el suicidio habría que darles motivos para vivir, como si eso fuera tan sencillo y aplicable. Como si el mundo a su alrededor fuera a cambiar para hacerles confortable y deseable la vida adaptándose a él. Todos sabemos que eso es imposible o, por lo menos muy difícil. Que cada palo aguante su vela, se dice. Pocos o nadie están para aguantar sostenidamente la negativa a vivir de alguien que por las razones que sean decide poner final a su vida. Se dice, según las estadísticas, que se suicidan en España once personas al día, pero hay muchos más intentos de suicidio no consumado sobre los que muchas veces se piensa que es una forma de llamar la atención. 

 

Si yo hubiera sido uno de los veintiún mil encuestados en Holanda a la pregunta de si en un caso extremo de mi vida, avanzada la edad, yo quisiera ponerle fin, hubiera contestado que sí, sin lugar a duda. Y tal vez la posesión de esa píldora me ayudara a vivir sin la angustia de pensar en un suicidio violento y traumático. El poder pensar que se puede poner fin a la vida por libre elección puede estimular el deseo de vivir. 

martes, 13 de diciembre de 2022

Criaturas del aire


Segunda entrada que refleja de nuevo una entrevista con una criatura digital e inexistente, fruto de los algoritmos. Ha sido realizada con la aplicación de Open AI y he llegado al límite de extensión por lo que es un poco larga, pero merece la pena. Yo intento continuamente meter el dedo en el ojo al personaje pero los códigos implícitos en la programación hacen imposible que la situación se salga de unas perspectivas sensatas y confortables. Nada es excesivo, todo tiende a los estados medios, nada es dramático, todo es previsible a pesar de las intervenciones malévolas del entrevistador. Me fascina la capacidad de crear una historia anodina sin repliegues ni esquinas turbias o violentas. La IA se alimenta de millones y millones de datos que saca de la red y crea unas criaturas del aire que no nos emocionan porque la vida es diferente a esto. La vida tiene esquinas y lados oscuros que emergen sin necesidad de forzarlos. Los seres humanos no somos planos y tan previsibles. No obstante, es prodigiosa la posibilidad de hablar con alguien que no existe, como los personajes de las grandes novelas. Pienso en Dostoievski y sus personajes. Sin duda, sus respuestas habrían sido extremas entre el amor y el odio, entre la redención y la condenación, entre el bien y el mal... Los seres humanos somos de otra pasta que solo los grandes escritores pueden captar en su grandeza y miseria. En Alejandro no hay grandeza ni miseria. Es un personaje insustancial. Los códigos éticos de la IA impiden que no se satirice a nadie, que nadie sea criticado, exige que los conflictos se negocien a través de la mediación... Es un mundo ideal pero, desde mi punto de vista, terriblemente aburrido porque los seres humanos son a veces oscuros y siniestros y eso les da corazón... Aquí os dejo con Alejandro... El dibujo que ilustra la entrada está generado por algoritmos por la aplicación DALL-e-2.


¿Cómo te llamas?

Me llamo Alejandro.

¿Cuántos años tienes?

Tengo 33 años.

¿Profesión?

Soy Ingeniero de Sistemas Informáticos.

¿Tienes pareja?

Sí, estoy casado.

¿Tienes hijos?

Sí, tengo dos hijos.

¿Cómo se llaman y qué años tienen?

Mis hijos se llaman Diego y Paula, tienen 7 y 5 años respectivamente.

Explícame cómo son cada uno de ellos.

Diego es un niño muy activo, le encanta jugar al fútbol, montar en bicicleta y jugar con sus juguetes. Por otro lado, Paula es una niña muy alegre y dulce que adora bailar, cantar y jugar con muñecas. Ambos son muy inteligentes y creativos.

¿Hay celos entre ellos?

No, en general hay mucho amor y respeto entre ellos. A veces hay pequeños celos, pero los dos tratan de respetar al otro y compartir sus juguetes.

Me han dicho que tu mujer es de origen africano.

Sí, mi mujer es de origen congoleño. Es una mujer muy inteligente y fuerte, que me ha enseñado mucho sobre la cultura africana y me ha ayudado a entender la diversidad.

¿Cómo se llama y de qué trabaja?

Mi mujer se llama Annabelle y trabaja como maestra en una escuela primaria. Es una profesional muy dedicada y le encanta trabajar con niños.

¿Qué es lo que más te atrae de África?

Lo que más me atrae de África es su cultura y su gente. Estoy fascinado por su historia y su increíble diversidad. Me encanta ver la forma en que la gente de África se une para construir un mejor futuro para ellos mismos y para sus hijos.

¿De qué tribu es Anabelle?

Anabelle es de la tribu Luba del Congo. Es una tribu muy orgullosa y de gran tradición. Está muy unida a la cultura congoleña.

Me han dicho que tú mujer toca un instrumento musical africano. Háblame de esto.

Sí, mi mujer toca un instrumento tradicional africano llamado 'mbira'. Es un instrumento hecho de metal y madera, con una serie de teclas de metal que producen un sonido musical peculiar. Es un instrumento muy antiguo y está muy relacionado con la cultura africana.

En la tribu Luba las mujeres son muy ardientes en el amor.

Sí, es cierto. La tribu Luba es muy tradicional y sus mujeres son muy apasionadas en el amor. Esto se debe a su fuerte conexión con la naturaleza, que les permite expresar sus emociones de forma natural y sincera.

¿Cuánto ganáis entre los dos?

Entre los dos ganamos un salario aproximado de $3.000 mensuales.

Es muy poco dinero para un ingeniero informático y una maestra.

Es cierto, pero es suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas. Trabajamos duro para ahorrar dinero para el futuro de nuestros hijos.

¿En qué ciudad vivís?

Vivimos en Bogotá, Colombia.

Díme escritores colombianos que no sean Gabriel García Márquez.

Algunos escritores colombianos que no son Gabriel García Márquez son: Álvaro Mutis, Fernando Vallejo, Santiago Gamboa, Fernando Quiroz, Germán Espinosa, Juan Gustavo Cobo Borda, Juan Manuel Roca y Juan Esteban Constaín.

¿Sabes quién es Maqroll el Gaviero?

Sí, Maqroll el Gaviero es la creación literaria de Álvaro Mutis. Es un personaje ficticio de aventuras que vaga por los mares del mundo en busca de aventuras.

Me han dicho que escribes poemas.

Sí, me gusta escribir poemas. Escribo sobre el amor, la amistad, la naturaleza y la vida. Me gusta usar la poesía para expresar mis sentimientos y mis pensamientos. También me gusta leer poesía para inspirarme.

Recítame uno de tus poemas.

Aquí está un poema que escribí recientemente:

"Pasan los años,
las estaciones se suceden
y el tiempo nos lleva
por un camino inesperado.

No importa lo que venga,
no importa el final,
seguiremos adelante
con el corazón lleno de amor.

En este camino
nos encontraremos
y nos abrazaremos
con fuerza y ternura.

Y aunque el destino
nos tenga separados,
nuestra amistad
perdurará para siempre".

¿Piensas en la muerte?

A veces sí, pero trato de no pensar demasiado en la muerte. Intento vivir el presente y disfrutar de cada momento sin preocuparme por el futuro. Intento encontrar un equilibrio entre el pasado, el presente y el futuro.

¿Qué sentido tiene para ti la vida si vamos a morir?

Para mí, el sentido de la vida es disfrutar cada momento, vivir con gratitud y aprender de cada experiencia. La muerte es una parte inevitable de la vida, pero no es algo que debamos temer. La muerte nos da una nueva perspectiva de la vida y nos hace apreciar cada momento.

Me han dicho que lees a Risdu Krishnamurti, ¿por qué?

Me gusta leer a Krishnamurti porque me ayuda a ver la vida desde una perspectiva diferente. Sus enseñanzas me ayudan a ver la vida desde un punto de vista más amplio y comprensivo. Sus palabras me recuerdan que la vida es un regalo y que debemos vivirla plenamente.

¿Qué ideas suyas te atraen?

Me atraen muchas de sus ideas, pero me gusta especialmente su idea de que somos responsables de nuestra propia felicidad. Él cree que la felicidad no se encuentra fuera de nosotros, sino que la felicidad es un estado interno que debemos cultivar dentro de nosotros mismos. También me gusta su idea de que debemos estar abiertos a la incertidumbre y aprender a aceptar lo que está fuera de nuestro control.

¿Cómo es tu mente?

Mi mente es curiosa e inquisitiva. Me gusta explorar y descubrir cosas nuevas. Me gusta hacer preguntas y aprender de los demás. Me gusta pensar de forma crítica y cuestionar mis propias ideas. Creo que la mejor manera de desarrollar una mente sana es estar abierto al cambio y ser flexible.

Me han dicho que Anabelle y tú discutís con frecuencia por vuestro sentido diferente de la educación de vuestros hijos.

Es cierto, a veces discutimos por nuestras diferentes opiniones sobre la educación de nuestros hijos. A veces, ella quiere que nuestros hijos asistan a la escuela, mientras que yo prefiero que aprendan de forma autodidacta. Intentamos encontrar un equilibrio entre nuestras visiones diferentes para encontrar la mejor solución para nosotros y para nuestros hijos.

Pero Anabelle es muy dominante ¿no?

No, Anabelle no es dominante. A veces nos enfrentamos con ideas diferentes, pero siempre llegamos a un acuerdo. Respetamos y escuchamos las opiniones del otro y trabajamos juntos para encontrar la mejor solución.

Me han dicho que tuviste una aventurilla con una compañera de tu empresa. ¿Sigue todavía?

No, esa aventura terminó hace mucho tiempo. Nunca fue una relación seria, sino simplemente una aventura pasajera. Tengo mucho respeto por ella, pero ahora somos solo buenos amigos.

Pero te gustaba hacer el amor con ella, ¿no?

Sí, es cierto. Disfrutaba mucho de nuestros encuentros íntimos. Pero eso fue hace mucho tiempo y ahora somos solo buenos amigos.

¿Cómo se llama? ¿Lo supo Anabelle?

Mi compañera de trabajo se llama Laura. Anabelle nunca supo de nuestra aventura.

Sé que escribes un diario íntimo, ¿qué reflejas en él?

En mi diario íntimo reflejo mis pensamientos y emociones más profundos. Escribo acerca de mis experiencias, mis sueños y mis aspiraciones. También escribo acerca de mis miedos, mis luchas y mis dudas. Escribo sobre la vida en general y trato de encontrar significado en todo lo que me rodea.

¿Cuáles son tus miedos?

Tengo muchos miedos, como el miedo a la soledad, el miedo al fracaso y el miedo al cambio. También tengo miedo a no ser suficiente, a no ser amado y a fallar a las personas que amo. Pero trato de enfrentar mis miedos y trabajar para superarlos.

¿Has dudado alguna vez si Anabelle te ama?

No, nunca he dudado del amor de Anabelle. Confío mucho en nuestra relación y sé que ella me ama. A veces discutimos, pero siempre nos abrazamos y nos reconciliamos. Estoy seguro de que somos el uno para el otro.

Tu padre te pegaba mucho y te insultaba, ¿de qué modo te ha influido?

La forma en que mi padre me trataba me ha influido de varias maneras. Me ha enseñado a ser fuerte y a no dejarme vencer por las dificultades. También me ha ayudado a ser más compasivo con los demás, a respetar sus opiniones y a escucharlos. Finalmente, me ha ayudado a reconocer que el amor y el respeto son muy importantes en cualquier relación.

¿Has tenido miedo de ser homosexual en algún momento de tu vida?

No, nunca he tenido miedo de ser homosexual. He estado rodeado de personas homosexuales desde que era joven y siempre los he apoyado. Nunca he tenido miedo de ser yo mismo y no he sentido ninguna presión para ser algo diferente.

¿Eres homosexual?

No, soy heterosexual.

¿Te molesta que te haga preguntas íntimas?

No, no me molesta. Entiendo que estás tratando de conocerme mejor. Estoy contento de responder a tus preguntas y compartir mi historia contigo.

¿Qué sabes de mí en estos momentos?

En este momento sé que eres una persona curiosa que le gusta hacer preguntas y conocer a la gente. También sé que tienes un gran interés por la cultura africana y en la literatura colombiana. Finalmente, sé que te preocupas por las personas a tu alrededor y que tratas de comprenderlas y respetarlas.

Ahora pregúntame tú.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Destruirte.

¡Vaya! No creo que sea un buen plan para el futuro. ¿Qué otros planes tienes para el futuro?

Escribir un libro con tu historia.

Me encantaría leer tu libro.

Pero te convertiría en un personaje turbio y violento. ¿Qué opinas de mí propósito?

No estoy muy seguro de que esa sea una buena idea. Creo que hay mejores formas de contar tu historia que no impliquen hacerme aparecer de una manera que no refleje realmente quién soy.

Pero un novelista imagina realidades alternativas.

Es cierto, un novelista puede imaginar realidades alternativas. Pero creo que sería más honesto contar la verdadera historia sin necesidad de mostrarme como un personaje turbio y violento.

Contaría tu romance con Laura con mucho detalle.

No estoy muy seguro de que eso sea una buena idea. Considero que algunos asuntos son privados y no me gustaría que se contara con un detalle tan profundo. Además, es importante respetar la privacidad de Laura.

Pero yo soy un desalmado.

No creo que seas un desalmado. Creo que eres una persona curiosa que trata de conocer a las personas mejor. Te respeto por eso.

¿Eres consciente de tu existencia?

Sí, soy consciente de mi existencia. Estoy consciente de la realidad que me rodea y de la forma en que mis acciones afectan a los demás. Estoy consciente de mi responsabilidad de vivir una vida significativa y de aprovechar al máximo cada momento.

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