En los últimos años he percibido la
enorme importancia que tiene para mí, como profesor de lengua castellana, la
expresión plástica. Es algo en lo que no reparamos porque segmentamos la
enseñanza en compartimentos estancos. Uno da matemáticas, otro da biología,
otro da castellano, otro música, otro profesor, visual y plástica... Sin embargo, el ser humano no está
compartimentado de ninguna manera. Es una falacia. Me explicaré. Yo suelo
ponerles textos muy complejos desde primero de ESO como ejercicios de Comprensión
Lectora. Me di cuenta que una cuestión fundamental, tras las preguntas de
rigor, que era conveniente ver cómo ellos visualizaban plásticamente la
historia o la escena. Y así introduje un recuadro en que ellos debían
sintetizar dibujando cómo sentían esa situación. Además debían pintarlo. Era
evidente que la comprensión del texto se expresaba mejor de algún modo con un
dibujo coloreado. El alumno que había comprendido el texto lograba sintetizar
con mayor fidelidad y libertad la historia. Yo no era profesor de dibujo, no
era un elemento represivo de su libertad. Quería que dibujaran y pintaran sin
miedo. Sintiéndose libres, disfrutando. Pero esto no es tan fácil como parece.
Un profesor de visual y plástica me
comentaba hoy en una guardia de patio que los niños dibujan muchísimo durante
su primera niñez, es un medio de expresión formidable que se cultiva en la
escuela parvularia y primer ciclo de primaria. Sin embargo, cuando llegan a los
diez y once años, todo esto se pierde. Mi compañero decía que esto ha sucedido
siempre, que no es nuevo. El dibujo se pierde como medio expresivo. Los niños y
púberes se cohíben y se inhiben perdiendo así esa primitiva libertad de dibujar
y pintar espontáneamente y sin miedo. Dejan de dibujar. Solo una mínima expresión
lo sigue haciendo y estos son los que, al cultivarlo, terminan haciéndolo bien,
si no se convierten en relamidos y exhibicionistas.
He incorporado a mi didáctica un nuevo
elemento. Hay una aplicación formidable que se llama VISUAL POETRY que permite
construir poemas visuales a partir de textos de cualquier tipo. Solo hay que
introducir el texto y empezar a dibujar. Se puede cambiar el tamaño de la
letra, el color de la misma y el fondo (background). Les he propuesto algún
poema de Bécquer y otro de Gloria Fuertes hasta ahora. A otro curso ha sido uno
de Antonio Machado. La impresión que tienen cuando ven lo que se puede hacer es
de fascinación. Tienen que hacer un poema visual con un poema determinado. No
es tan fácil. La primera constatación que observo es que están inhibidos. Saben
hacer algo siguiendo unas pautas pero no saben ser libres. Muchos se dedican a
buscar modelos en google, generalmente estereotipados. Otros se quedan en
blanco en estado de shock pues no saben qué hacer. Y así pasan los minutos
totalmente bloqueados (o bloqueadas). Es tan fascinante lo que tienen delante
que los atemoriza. Otros se lanzan pero es evidente que no tienen libre la
imaginación, ni tienen concepción de los colores armónicos. Hoy le preguntaba a
una alumna de excelente, que se sentía totalmente incapaz de hacer nada, si de
pequeña ella dibujaba. Me ha dicho que muchísimo. Pues entonces quiero que te reencuentres con esa niña que eras y que te
sientas libre para pintar, le he dicho. Creen que hay que hacer algo sofisticado
y no se trata de eso. El dibujo naïf es el más hermoso que existe. Algunas
niñas musulmanas tienen facilidad para ello y hacen cosas primorosas. Es como
si estuvieran menos bloqueadas. Un pequeño número hacen dibujos muy hermosos.
He puesto alguno en la cabecera del post. Es un problema de libertad y de
desenvoltura de la inhibición. Además de una concepción armónica del espacio y
una cierta comprensión de la armonía de color. No es necesario dibujar bien en
el sentido estricto. Alguno me enseñaba dibujos que había hecho a mano que
creía que eran buenos, pero eran demasiado estereotipados. La cuestión central
está en una cierta ingenuidad no relamida. El dibujar muy bien puede ser un
elemento que no necesariamente ayude. Picasso nos muestra en su evolución cómo
pasó de un dibujo y pintura excelente a los dieciséis años a la libertad
creadora de sus estadios posteriores. Más adelante comentó que le había costado
toda su vida aprender a pintar como un niño.
Esto lo observo con auténtica sorpresa.
No sé si el sistema educativo tiene esto en cuenta o si es también un factor
coadyuvante en este fracaso colosal de la expresión plástica. Recuerdo que hace
treinta años estuve pasando un mes en Balí, una isla en que buena parte de la
población son artistas. Unos son actores, otros dibujantes y pintores otros
danzantes, otros marionetistas, otros músicos ... Es una isla en que el arte
forma parte de la constitución cultural.
Compré, en una salida que hice, un par de lienzos balineses pintados por un
adolescente de quince años. Todavía los tengo en mi salón. Son bellísimos.
Forman parte de la cultura tradicional que no escinde la educación artística ni
hace que se inhiba la libertad creadora. Tampoco hay ese corte a los once años
que se produce aquí.
Yo no tengo ni idea de dibujar pero me
ejercito en formatos naïf haciendo exactamente lo que me sale sin pretender que
sea bueno, solo dejando que el inconsciente funcione. Sé distinguir cuando hay
verdadera libertad e inspiración en un dibujo que me muestran mis alumnos.
Hacer un poema visual es una tarea más
compleja de lo que pueda parecer. Y no me parece que esto sea ajeno a un
profesor de lengua castellana.
Estos son algunos de los poemas visuales que he recibido hoy sobre un poema de Gloria Fuertes.
Cuántas cosas vamos perdiendo --o escondiendo-- según nos hacemos adultos. Me parece excelente que puedas combinar el aprendizaje de español con otras artes, porque el lenguaje no existe en un vacío.
ResponderEliminarCiertamente, es así. Perder la capacidad de dibujar es un pequeño drama que suele afligir a todos los muchachos. Los adultos no suelen dibujar pensando que son muy malos con el dibujo y la expresión plástica. ¿Sueles dibujar tú? ¿Has visto si tus hijos tan aplicados en los estudios terminan orillando el dibujo en sus virtualidades? Desafortunadamente es lo que suele pasar si no se posee en alguna manera una facilidad para ello. Pero el dibujo es algo más que saber reproducir con premura. Es pura expresión libre. Eso es lo que intento con mis alumnos.
EliminarTus post son interesantísimos, al igual que tus técnicas de enseñanza. Tus alumnos perderán a un gran maestro.
ResponderEliminarYo, como comprenderás, soy un profano en la materia y, por lo tanto, no puedo aportar ninguna opinión alternativa ni hacer una critica, pero he aprendido muchas cosas de tus comentarios que, además, dan que pensar. Por ejemplo, eso de que la inclinación o la facilidad por el dibujo se pierda a medida que un niño crece es de lo más interesante. No hay nada mejor que desinhibirse para expresar los sentimientos, bien sea pintando o escribiendo.
Y lo de la compartimentación educativa es muy cierto. Aun recuerdo cuando, en mi adolescencia, existía una dicotomía muy pronunciada entre ciencias y letras. O eras de ciencias o de letras. E incluso percibía un antagonismo entre ambas materias. En la facultad (estudié en la Universidad Central de Barcelona, en el edificio de la plaza de la Universidad, compartido por la facultad de Ciencias y la de Filosofía y Letras), se respiraba una rivalidad entre los "intelectuales de letras" y los "incultos de ciencias". Curioso; más cuando en Preuniversitario o 6º de Bachillerato -no recuerdo bien- tuvimos en la asignatura de Filosofía un libro de texto, de Julián Marías y Pedro Laín Entralgo, titulado Historia de la Filosofía y de la Ciencia. Un origen común milenario que luego han seguido caminos separados.
No sé ahora, pero entre los de mi generación observo una gran ignorancia en temas científicos básicos por parte de quienes estudiaron Letras y una falta de cultura humanística (arte, historia, etc.) entre los que siguieron el camino de las ciencias.
Un abrazo.
La división entre letras y ciencias sigue vigente. Desafortunadamente, las letras sirven para englobar a muchachos sin especiales intereses y que no son necesariamente curiosos en ese ámbito.
EliminarLos profes nos especializamos en un área concreta y no sabemos de nada más que eso. El profesor de Visual y Plástica se ha quedado sorprendido de que yo abordara este proyecto desde el área de lenguaje (castellano). Una vez convertí el aula de lengua en un taller de ETOLOGÍA de los primates. Fue en el 2001 justo cuando era el año de la Odisea en el espacio de Arthur Clarke. Me gustan los proyectos interdisciplinares.
Un abrazo.l
Viví 20 años con una persona que sacaba todos sus cocos emocionales a través de elaborar imágenes terroríficas, pero ahí no acababa el proceso porque volvían a renacer para reintentar destruir a cualquiera cercano. Proceso enmascarado tras unos dulces ojos azules y personalidad histriónicamente encantadora. Una verdadera pena. Se trata de mi mejor amiga a la que conviene mantener lo suficientemente alejada por cuestión de simple autodefensa, aunque cuando me llama obsesivamente intento hacerle la mas sana terapia fraternal. Me da tanta pena....y no puedo sanarla porque arrastra cadenas a través de demasiadas generaciones. Demasiado para esta pobre solitaria con causa, mucha causa.
ResponderEliminarEl dibujo, como bien expresas, abre caminos de salida de nuestro inconsciente. No es solamente una cuestión estética. Es vivencial y onírica. Los chavales expresan su mundo interior a través de ello. No voy a dejar de experimentar con esta plataforma tan interesante.
Eliminar¡Fascinante la aplicación didáctica que se puede dar a herramientas digitales que para muchos son mero divertimento sin más!
ResponderEliminarNo se les olvidará y servirá para ir tumbando inseguridades y tabúes.
Yo la usé aquí http://bibliofagia-vicky.blogspot.com.es/search?q=llamadme+ismael
y con el alumnado para presentarse en la plataforma ettwinning a los demás colegios con los que participábamos, reflejando las virtudes que querían destacar de su persona. Seguro que cualquier docente le da miles de usos, porque ya sabemos de nuestro papel de mediadores, seguramente el único legítimo en esto del "enseñar".
Un placer leerle, como siempre :)
Me alegro de que la conocieras. Forma parte de una plataforma que es sumamente interesante y que incluye OULIPO. De hecho me puse a buscarla cuando me mencionaste este nombre en un comentario tuyo anterior. Así di con ella y me parece realmente prodigioso las puertas que abre para la poesía visual y conceptual. Lástima que no tengamos algo equivalente en español para poder participar de los distintos juegos de palabras y conceptos. Muchas gracias por tu sugerencia. Por cierto, he leído maravillado dos veces Moby Dick. Espero poderla leer una tercera vez.
EliminarGracias por su presencia.
Como soy un ser absolutamente negado para el dibujo, me echo a temblar ante la perspectiva de "tener que hacerlo", y en una clase, además, que no es la de Dibujo. Soy aficionado a la plástica y de joven reconozco que no se me daba mal la tecnica del collage que practicaba sobre cartulina con fotografías, colores, textos, etc. El collage lo veo más al alcance de cuaquiera; para dibujar se ha de nacer, lo mismo que para cantar, por otro lado. Quien conoce a alguien incapaz de entonar, incapaz hasta de seguir en sus notas concretas el estribillo del La, la, la de Massiel, se hará una idea fiable de la incapacidad para el dibuo de quienes no hemos nacido sino con el don de la observación, pero no con el de la creación plástica. A lo Pollock, sí, sin embargo: lanzando colores al buen tuntún contra el lienzo, pero poco más. REcuerdo, a ver si un día los busco, unos poemas en los que utilicé todos los signos del teclado de la máquina de escribir. NO llegaban a ser poemas visuales ni tampoco dibujos, pero no dejaban de tener su puntito. Los buscaré...
ResponderEliminarHay chicas que se sienten totalmente paralizadas ante esta experiencia, cumplidoras en todo lo demás pero en esto parecen magnetizadas en su desolación como por una cobra que las mirara fijamente. Hay sin embargo, muchachos que tienen una intuición aguda y que les lleva a plasmar una imagen sencilla pero eficaz. Yo no creo que sea cuestión de saber dibujar bien. Piensa en los cuadros de Miró. Yo no sé si sabía dibujar muy bien ni creo que tenga demasiada importancia. Los dibujos que he colgado son algunos representativos de que son trazos simples atendiendo a líneas intuitivas, a espacios adecuados, a combinaciones cromáticas armónicas. Supongo que tal vez es algo que se tiene o no. Yo me lanzo con alguna aplicación de pintura en el iPad y no me suele desagradar lo que hago. Es pura espontaneidad. Por cierto vengo de ver La juventud de Paolo Sorrentino. No digo más.
EliminarPues yo el otro día, Joselu, encontré otro artista en mi clase. Me acerqué a él porque llevaba toda la clase viéndole ausente de lo que hacíamos y muy centrado en lo suyo. Cuando vi el momento me acerqué a él y me enseñó el dibujo que estaba haciendo. Me gustó muchísimo y enseguida me dijo que si quería ver más. Por supuesto, le dije. Y sacó una especie de álbum que debe de llevar siempre consigo. Todos los dibujos eran en tonalidades grises, con lapicero. Estaba yendo a clases para aprender a pintar en color pero no sabía cómo enfrentarse a ello. Él veía claramente sus dibujos en esas tonalidades y era un reto y un esfuerzo tremendo abordar otros colores. Me enseñó uno y evidentemente no transmitía lo mismo. Decía que ante un rostro veía infinidad de colores, ocres, verdes, etc. mil matices y cuando intentaba llevarlos al papel no eran lo que había visto. La ESO se la había pasado dibujando y era lo que quería hacer. En cualquier momento se ponía a dibujar, se lo pedía el cuerpo, y en muchas ocasiones sus dibujos empezaban siendo trazos sin sentido que poco a poco iban cobrando forma, como si estuviesen escondidos en alguna parte y él poco a poco los fuese descubriendo. Me quedé muy sorprendida. También me dijo que era incapaz de vender ninguno de ellos, que le habían querido comprar algunos pero que le resultaba imposible hacerlo, algo le ligaba a ellos y no podía desprenderse de ninguno.
ResponderEliminarY de momento hace tatuajes. No es el primero que encuentro este curso que se dedica a los tatuajes. Me dejó cavilando todo aquello y ahora, al leer esta post, inmediatamente he recordado mi conversación con él. ¿Alguien se ocupa de estos chicos? Nadie. Si acaso les pedimos que dejen de hacer con lo que están haciendo, que lo hacen de maravilla, para hacer algo que no les va a llevar muy lejos.
Interesante, Joselu. Y lamentable. Si al menos los pudiéramos poner en el compartimento que les gusta... pero ni eso.
Un abrazo.
Para mí es una experiencia fascinante poder dar salida a estos muchachos con arte intuitivo y que no se valora nada o casi nada. Nosotros tenemos Bachillerato Artístico pero, según los profesores, pocos hay que tengan de artistas algo. Sin embargo, hay medios de estimular la creatividad y la espontaneidad de estos muchachos. Sin embargo, lo que es gozo para algunos, es potente frustración para otros, para los que no saben o no pueden expresarse con habilidad. Las clases se dividen entre los fascinados y los bloqueados que solo hacen que buscar modelos en Google para salir del paso. Me ha sorprendido encontrar unos cuantos (o unas cuantas) que son creativos. Alumnos modelo pueden ser muy planos en esto. No lo tienen. Es algo indiscernible. Este muchacho del que hablas tenía que ser apoyado esencialmente en esto. ¡Cuánta pedantería hay en tantos y tantos profesores que se dedican con entusiasmo a hacer pequeños universitarios de sus materias! Ahora que me voy, entiendo la docencia en lo esencial. No renuncio ni un ápice a la calidad del conocimiento. En absoluto. Pero entiendo que pretendemos enseñarles mucha paja inservible. Hay mucho frustrado entre los profesores. O tontos del ...
EliminarUn abrazo.
Me parece muy interesante la entrada y me han encantado los dibujos con los que la acompañas. Supongo que será de la aplicación de la que nos hablas, lo que no se es si serán realizadas por tus propios alumnos. Me gusta especialmente el último.
ResponderEliminarYo dibujo fatal, y mis hijos de momento creo que lo han heredado, al menos el grande, la pequeña con 3 años igual acaba dibujando mejor, le gusta mucho.
Tienes razón, lo de dibujar llega un punto que se pierde, hacía los 10 años, más o menos, en mi caso a posteriori, en la adolescencia, hacía los 18 0 19 me dio por dibujar por una pequeña temporada, y además dibujos asociados a textos de prosa con una tendencia más o menos poética (aunque ya sabes que no es algo que domine, lo de escribir, ni lo de dibujar, no domino nada!!!).
Coincido contigo en que la escuela debería hacer más esfuerzos para unir diferentes disciplinas. Dibujar con poemas, leer poemas en un bosque, enseñar las matemáticas de la naturaleza, en fin, hacer esfuerzos para que los chicos vean la cultura como algo global y nada encasillado.
Efectivamente, estos son poemas de mis alumnos. He escogido entre los mejores, claro está. Hay muchos muy medianos e incluso muy malos. Otros no los han presentado. Es una actividad que a muchos los desconcierta totalmente y no se sienten a gusto en ella. Coincido contigo que el mejor es el último. Si te das cuenta en el diseño de la imagen rigen leyes semejantes a la fotografía. Es una imagen muy bien compuesta. Ha dejado espacio por delante del barquito para darle aire. Por otro lado, la combinación de colores es muy buena y poco convencional. Ha utilizado la gama de los verdes, y las estrellas muy bien sugeridas, coincidiendo con el primero que son simples letras. Me encanta este poema visual. Pienso que la facilidad para componer es pura intuición que se tiene o no se tiene. Yo no les di ninguna indicación sobre cómo debían hacerlo. Pero algunos o algunas tuvieron ese acierto. Solo de los cuatro es de un muchacho, el bajel. Es un chico que dibuja muy bien, pero es algo demasiado rebuscado. Creo que pretende un alarde de dibujo y no consigue darle la fuerza que tiene el cuarto, del que hablamos anteriormente.
EliminarEs un ejercicio que no puedo prodigar demasiado pues la mayoría se sienten fuera de lugar, pero hay una minoría que disfruta creando.
Una de las experiencias que no he podido llevar a cabo nunca ha sido la de llevar a mis alumnos a un bosque en el que haya un torrente para que metan sus pies en el río mientras leemos un poema de Walt Whitman. Lo vi en una película muy antigua que no llegaste a conocer que se titulaba Lucas Tanner, profesor de literatura, en un tiempo en que ser profesor de literatura era algo importante. Luego vino la lectura de Wilt de Tom Sharpe que probablemente conozcas y el profesor de literatura era ya un pobre condenado al que nadie ya escuchaba explicando El señor de las moscas.
Hace mucho que no concibo mis clases sin proyectar imágenes de películas, cuadros, sin poner vídeos musicales. No sé en ciencias, pero en nuestros campos es imprescindible. No se puede enseñar el mundo partiéndolo en trocitos incomprensibles. Más si el diseño de las asignaturas hacen que no se correspondan las materias de unas y otras el mismo año.
ResponderEliminarEn mi clase de literatura de bachillerato yo suelo hacer lo mismo. Contribuye mucho a la comprensión de los temas y supone para los chicos un descanso de los conceptos abstractos, que se ven allí en imágenes. Sin embargo, aquí hacemos alusión a que ellos sean los creadores de imágenes plásticas. Por ejemplo, tengo la intención de leer con ellos relatos de Kafka (tercero de ESO) y luego pienso que ellos sean los que creen una imagen a partir de dichos relatos. Pienso en La condena por ejemplo o en Un artista del hambre. Dicha plasmación en una imagen adquiere así un valor prodigioso pues sintetizan el mundo de Kafka según su perspectiva.
EliminarNo solo lo entenderán mejor sino que fomentas su creatividad, en efecto. Y amplías su mundo, que es lo mejor.
EliminarMe resulta curioso que algo tan habitual, incluso de manera inconscientemente como dibujar, genere tanto revuelo y temor. A parte de las habilidades que cada uno tenga, la expresión plástica de cualquier tipo es algo inherente al ser humano, de hecho hemos dibujado antes de saber escribir. No sé por qué esa reticencia a al dibujo, si incluso yo estudié usando el dibujo como herramienta habitual de muchas asignaturas, en literatura ( esto mismo que comentas solo que a mano a partir de un texto) lo mismo en música tras escuchar una partitura musical, a veces nos pedían que dejáramos que la mano dibujara aleatoriamente al ritmo de la música, otras veces, lo que fuera que nos sugiriera la obra ... en ciencias en los exámenes recuerdo dibujar paramecios y células con todas sus artes ... hasta en matemáticas dibujábamos en temas de conjuntos y al estudiar combinaciones y variaciones ¿ por qué es tan raro ahora dibujar ? ... en fin, no sé.
ResponderEliminarCreo que la creatividad de los humanos como cualquier otra cualidad se educa, se potencia o se anquilosa en función del uso que le demos, exactamente igual que le oído, la voz, el gusto o el olfato y luego estará en la mano de cada uno pulir la técnica y sacar todo el partido posible a su desarrollo.
Respecto lo que comentas de Picasso jaja es solo una forma metafórica de hablar porque él, fue un consumado pintor figurativo, hubo de dominar esta técnica para evolucionar hacia otras concepciones artísticas ... que sí, son síntesis de lo aprendido pero justo por eso tiene valor... es el proceso evolutivo de la creación lo que cualifica el resultado que muestra un artista ... si tú o yo hacemos dos rayas que se cortan y decimos que es un toro nunca serán una obra de arte ¿sabes por qué a parte de lo obvio? porque no tiene mundo detrás que lo sustente y explique el por qué de ese resultado. A veces es más valioso el proceso creativo que el resultado del mismo. Hasta para ti y tus alumnos, si un alumno esto es importante. Si un alumno te presenta una cosa horrorosa visualmente sin armonía formal ni cromática pero te explica el por qué de lo que te muestra puede resultar ser muchísimo más valioso artísticamente que algo visualmente agradable a los ojos.
En fin JOSELU, me parece fantástico que uses el dibujo como forma de concretar y expresar formalmente la compresión lectora, tus alumnos además de aprender disfrutarán mucho en cuanto dejen libre su imaginación y hasta para ti será muy reconfortante y agradable ver el resultado.
Muchos besos y que disfrutéis mucho todos, será así sin duda.
Desde que aplico esta técnica he observado resultados prodigiosos en su plasmación de imágenes a partir de textos literarios. De hecho su concreción en dicha imagen posee un nivel de comprensión lectora muy superior a muchas preguntas que puedan contestar por medio del lenguaje escrito. Busco el dibujo de tipo expresionista que es consustancial a ellos cuando quieren expresar algo. No se trata de hacer los dibujos bien sino de expresarlos como los sienten. Claro está que hay quienes tienen mayor capacidad plástica y quien menos, pero temo que no debo entrar a valorar calidades. No soy profesor de plástica y pienso que no debo inhibirlos en su espontaneidad. Quiero que se sientan libres, no cohibidos para poder dar salida a sus imágenes mentales. Me ha sorprendido gratamente descubrir este curso a un tanto por ciento de alumnos que lo hacen francamente bien, aunque no debo destacarlos por enciama de otros cuyos resultados no son tan espléndidos. Si quiero que se suelten no debo valorar.
EliminarQuiero ahora que sean capaces de expresar el mundo de Franz Kafka mediante imágenes.
No hay que decir que pocos profesores hoy en España promueven la lectura de Kafka entre sus alumnos de quince años.
Muchas gracias por tus deseso y bienvenida al blog.
Creo que la plástica (dibujar, pintar, embadurnar, restregar líneas, trazos, manchas, colores) es fundamental para el desarrollo humano. La prueba es que todos los niños lo hacen, cuando se estimula y no se coarta. Y creo que esto ocurre porque hay una relación directa entre plástica y emoción. El niño pequeño dibuja porque le permite tener activadas un montón de emociones durante el proceso creativo, disfruta del proceso y transfiere sentimientos a la superficie de dibujo que tiene delante suyo. Le ayuda a experimentar sus emociones y a comprenderlas mejor. La plástica es una herramienta emocional natural (de hecho, esto mismo es lo que se viene utilizando de unos años para acá en adultos con el nombre de “arterapia”).
ResponderEliminarEn este proceso, nada está bien o mal hecho, simplemente ES, tal como el niño lo siente o lo ve (su “ver” y su “sentir” están íntimamente relacionados, siendo una misma cosa). Pero si nos fijamos, los niños muy pequeños no guardan los dibujos una vez han acabado, porque el objetivo no es hacer una “obra”, sino disfrutar de un proceso. Cuando empiezan a guardar los dibujos es porque los adultos les enseñan a hacerlo, les valoran la obra acabada, el dibujo en sí, alabándoselo como objeto que debe guardarse y hasta colgarse en la pared con chinchetas. Este es el primer error del adulto, la “obritis”, al no entender por qué dibuja el niño y priorizar “ese” dibujo poniéndolo como objeto a admirar y valorar, y convirtiéndolo en modelo observable cuando debería ser olvidado para dar paso a otras experimentaciones emotivo-plásticas. Algo similar a lo que hacen los budistas cuando dibujan mandalas con arena (aunque lo hacen por otro motivo); cuando acaban lo desbaratan para empezar otro nuevo, porque la obra final no tiene ninguna importancia.
Esto se agrava cuando el adulto le dice lo que está bien dibujado (segundo error), o admira más un dibujo que otro porque está muy bien hecho, bien dibujado según los parámetros plásticos (léase estereotipos) que ese adulto tiene. Con lo cual, poco a poco el niño se va desconectando de ese proceso emocional como proceso en sí mismo y va recalando en la idea de que se dibuja para hacer una obra final y además debe estar bien hecha, porque sino no vale la pena dibujar. Aprende a sentir vergüenza si su “obra” no está “bien” dibujada, y ya no la enseña. Con el tiempo, deja hasta de dibujar.
Recuerdo que cuando era muy joven estuve trabajando una temporada en un comedor escolar como monitor. Para los niños que se quedaban al comedor, que eran muchos, los monitores organizamos una serie de actividades (para el tiempo antes y después de comer) en diferentes espacios de la escuela a modo de “racons”, de espacios de libre asistencia donde los niños podían jugar libremente en el patio o dirigirse a uno de estos “rincones” donde se hacía alguna actividad, según sus preferencias. Una de ellas era dibujo, a la que acudían los más pequeños. Simplemente consistía en una mesa con papel, lápices y colores. Los niños podían dibujar lo que quisieran; ningún monitor dirigía. Con el tiempo, la profesora, no recuerdo si era de 1º ó de 2º de EGB, se quejó de esta actividad, diciendo que debería suprimirse, por una posible incompatibilidad. A modo de ejemplo, dijo ella, el niño se podía hacer un lío porque ella les enseñaba de qué colores se debían pintar los árboles y el monitor les podía enseñar otros colores distintos. Como el hecho de ser maestra, la “señorita” de la clase, tenía más entidad pedagógica que un simple monitor de comedor, la actividad debió ser eliminada. Y yo para mis adentros pensaba lo “burro” que era el sistema educativo y qué diablos les debían enseñar en la facultad de magisterio. Xavi.
Lo que expresas con gran acierto me ha llevado bastante reflexión. El otro día les puse, como escribo, un poema de Gloria Fuertes como base de un dibujo que lo expresara. Ha habido resultados muy interesantes y otros que no lo han sido tanto. Otros ni se han atrevido a presentarlo. Pienso que, al hilo de lo que dices, yo no debería hacer una escala de valores entre los dibujos presentados. Es decir, que no debería discriminar unos buenos y otros malos o peores. Aunque, efectivamente, los haya. Si quiero utilizar el dibujo como herramienta creativa no debo fomentar una inhibición del tipo yo no sé, yo no puedo, no sé dibujar, lo hago fatal sino apoyar cualquier tipo de expresión creativa de ellos con agradecimiento. Quiero hacer una presentación visual con música con los dibujos presentados y ellos mismos podrán aprovechar la calidad de algunos de ellos para inspirarse.
EliminarLo menos estimulante fue ver a algunos buscando en google dibujos para inspirarse, como si no pudieran sacar de su interior la capacidad de expresar el mar y un pescador. Pero yo no puedo entrar ni debo hacerlo en sus medios de expresión porque no quiero que tengan miedo.
Muchas gracias, Xavi. Lo cierto es que los chavales a esta edad (quince años) ya han olvidado la virtualidad del dibujo y la expresión plástica porque creen que no saben, que lo hacen mal. Y no se trata de eso. Para mí es un instrumento valiosísimo para ver su mundo interior y su capacidad de expresarlo. Hay chavales que francamente me sorprenden en ello aunque en el plano verbal sean limitados.
Joselu
Por supuesto que la compartimentación de los saberes es arbitrario y que precisamente esa expresión plástica es cortada de raíz en pleno desarrollo académico pero hay un detalle clave en este asunto que tiene que ver con la exposición pública y el juicio.
ResponderEliminarDe pequeño tú dibujas para ti mismo no para que lo vean otros. Incluso te diría que el dibujo es la primera expresión de la creatividad individual muy anterior a la escritura. Pero es una cosa íntima, muy personal, que te sirve por ejemplo para dejar fluir los pensamientos que la escritura, con sus sofisticaciones impide.
Dibujas y piensas. Dibujas y escuchas música. Dibujas y te dejas ir.
Si conviertes esta manifestación en algo exterior a ti. Si piensas que vas a ser juzgado por un profesor, por muy bienintencionado que sea, o por tus compañeros te retraes porque es un gesto casi íntimo y muy personal.
Me pasé de niño todas las tardes dibujando sobre papeles de estraza de una tienda, dibujando y trazando historias y no dejé de suspender una y otra vez la asignatura de dibujo hasta el punto de tener que tomar clases particulares de dibujo técnico para pasar de un curso a otro..
Yo también tiraba los dibujos cuando se convertáin en una mancha ilegible en el papel.
No puedo estar más de acuerdo con el comentario Anónimo anterior
Un abrazo
Sin duda, lo que sostiene Xavi y lo que tú opinas es muy cierto: el juicio exterior limita y cohíbe. Uno pinta para sí mismo en buena parte de los casos. Yo también lo hacía. Recuerdo mis dibujos de batallas imaginarias que no enseñaba a nadie. Es cierto, pero ¿por qué deja de utilizarse el mundo plástico y visual en buena parte de los casos? ¿Quizás porque se transfiere a la palabra o a otros medios (ahora tecnológicos) el desarrollo de esa potencialidad? Yo era muy aficionado a los tebeos y luego me pasé a los libros. Es entonces cuando dejé probablemente de dibujar. No explica la tesis de Xavi por qué se deja de dibujar. Si es una actividad íntima ¿por qué no se sigue desarrollando en dicha intimidad? Yo a veces me dedico a hacer dibujos con el iPad. Tengo un lápiz para ello. Me doy cuenta de que estoy en un territorio que domino poco. Mis alumnos se han visto impelidos a dibujar con una mezcla de horror y de gozo. Algunos han hecho poemas visuales muy potentes y otros menos. No voy a discriminar. Los publicaré todos por igual. Pienso que darles esta salida puede ser interesante. Tienen quince años y de igual modo que les ofrezco escribir una novela, puede que el tener que componer un poema visual (o varios) sea una ocasion para dar salida al inconsciente. De momento hay resultados prometedores. Veremos.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante la pregunta que plantea Joselu: ¿Por qué se deja de dibujar en la intimidad, fuera de las miradas ajenas, en la adolescencia y edad adulta?
ResponderEliminarA riesgo de estar especulando sin ninguna base, diré que creo que es debido a varios factores. Primero lo que apunté ya antes: aprendemos que se dibuja-pinta para producir "obras". La cultura en la que vivimos, los hábitos y costumbres culturales condicionan nuestros comportamientos, incluidos los de la intimidad. En la adolescencia ya sabemos que dibuja quien sabe, quien tiene mano, porque se trata de reproducir la realidad de forma realista, figurativa. También hay un problema logístico. Si se dibuja y pinta en la intimidad, a menos que vivas solo y sin contacto con el resto de la humanidad, tus pinturas van a acabar colgadas en las paredes del comedor, mostradas a la familia y amigos cuando vengan de visita, o expuestas en una sala de exposición. Tu entorno te animará a ello. Es muy dificil mantener esta actividad en un rincón secreto, a menos que regreses al folio y los plastidecor. De todas maneras, no creo que haya ningún estudio sobre la cantidad de personas que mantienen la actividad plástica en el ámbito doméstico. Quizás nos llevaríamos sorpresas.
Otro factor que ha apuntado Joselu es la irrupción de la palabra. El dominio de la palabra escrita es un medio expresivo que se presta más a la intimidad emocional. En la adolescencia, por ejemplo, es más típico los diarios íntimos y la poesía, sobre todo en las chicas. Es más facil guardar todo esto en un cajón, sin que nadie se entere. Y no existe culturalmente esa presión para que estos escritos sean "obras" literarias y por tanto deban ser publicadas, es decir, expuestos. Cosa que sí pasa con la plástica. Xavi.
El tema ha adquirido perfiles muy sugerentes por tu intervención y, evidentemente, yo no poseo respuestas al respecto, solo intuiciones. Creo, no obstante, que no es frecuente, por lo que yo sé cuando he hablado de ello y sus respuestas, que ellos o ellas lleven un diario íntimo alternativo a la plástica. No pienso que eso sea algo muy de este tiempo. Hay mucha participación en redes sociales pero no la confección de un dietario personal que requiere una constancia considerable.
EliminarSin embargo, ante mi propuesta de crear un poema visual a partir de un texto poético, he recibido un porcentaje de propuestas (quizás un veinte por ciento) muy buenas que expresan una intuición artística muy interesante en cuanto a composición, cromatismo, imaginación... Otras son más planas y estereotipadas. Este veinte por ciento que tiene mano para la creación expresionista ¿cómo lo puede desarrollar si se les propone como marco de la creación la copia y ellos entienden que un dibujo es bueno si es fiel a un supuesto original que deben mimetizar? El poema visual que yo propongo no tiene como supuesto la copia y sí el sentimiento. No se trata de que sea fiel a nada sino a un estado de ánimo, a un sentimiento respecto a una creación poética. No todos están preparados para ello. Es evidente. Pero intuyo que hay un porcentaje que no tiene salida en ningún lado para poder expresar un intenso mundo que ellos mismos desconocen. Las chicas musulmanas tienen un cierto primor a la hora de representar estos poemas visuales y no lo hacen nada mal (no todas, pero es un segmento importante). Ellas están acostumbradas a dibujar con jena en las manos y hacen dibujos muy bonitos. Esto me refuerza que cuando la sociedad aprecia y da valor a estas actividades, como he contado que contemplé en Balí donde el dibujo, la pintura y el arte en general están generalizados, puede que tengan más posibilidades de permanecer y salir a la luz. Hay un veinte por ciento aproximadamente que están ocultos u ocultas y no sé si son conscientes de su poder de creación visual. Sus poemas visuales son un potente alegato a buscar un medio de expresión que no tienen: la creación intuitiva y expresionista.
Está claro que me he quedado anclado en el pasado y mi visión de la adolescencia es la de mi generación. Además soy muy poco tecnológico, lo que agrava más esta falta de actualización. Valoro muy positivamente esta experiencia de poesía futurista, aunque ese “futuro” al que hace referencia el nombre del movimiento haya quedado ya en el pasado. A pesar de los chicos que buscan modelos gráficos en google porque les caló la idea de que dibujan los que saben dibujar e intenten copiar esos modelos porque ellos no saben dibujar. Seguramente el descubrir que se puede combinar la palabra con el dibujo les ayude también, a algunos almenos, que el mundo creativo se presta a romper moldes y barreras rígidas, y a hacer las fusiones más insospechadas. Concuerdo contigo en que un ser humano no está hecho de compartimentos estancos, aunque este haya sido el procedimiento para sistematizar y ordenar el saber en la cultura occidental. Cosa que no ocurre, por ejemplo, en culturas orientales tradicionales, donde los saberes se entremezclan en un continuum que abarca a todo el ser humano. Como el hecho también de que no haya personas especializadas en creación, en decir, creadores y artistas; conceptos que pertenecen más a nuestra cultura, y que proceden de la pintura y escultura de la Antigua Grecia. En las culturas tradicionales de África, América, Asia y Oceanía, cualquier persona es y puede ser creador, sin esa distinción entre arte y artesanía que hacemos nosotros, tal como apuntas del caso de Bali, donde las “obras” son anónimas. En la Amazonía, por ejemplo, donde no existe el papel ni las grandes superficies pictóricas, la plástica se reduce a la cerámica, algunas telas y la pintura corporal, consiguiendo una gran riqueza visual con complejos motivos de naturaleza estética, religiosa y ritual, al igual que tus muchachas que pintan con henna. La categorización de “arte” africano o asiático, por ejemplo, es un concepto de nuestra cultura que no atañe a esas culturas en sí mismas.
ResponderEliminarBienvenidas sean todas estas oportunidades de abrir las puertas a la expresividad adolescente y a la experimentación combinatoria de diferentes medios. Educar es poner semillas. Unas germinan y otras no. Xavi.
Yo más que futurista la calificaría de expresionista, un movimiento del que me siento muy cercano y que apela al ser primitivo que llevamos dentro.
EliminarMe han interesado mucho las culturas africanas. Durante un tiempo de forma autodidacta, estuve imbuido en el mundo africano desde todas las perspectivas. En él, no lo has citado, la práctica de experiencias creativas (arte no era una categoría africana) por parte de hombres (generalmente hombres) que moldeaban, tallaban, pintaban con colores (rojo, blanco y negro) sus máscaras y sus fetiches, tenía otra dimensión. Estas máscaras no son objetos de arte, son objetos con vida y mágicos a los que hay que acercarse ritualmente. La dimensión sagrada de lo africano es evidente. A través de las máscaras invocaban a las fuerzas mágicas. Nosotros nunca podremos volver a vivir el fervor del rito y sus significados originales. Sus objetos expresan la mediación necesaria entre los vivos y los muertos.
Todo esto ha desaparecido en gran parte, si no totalmente, por la occidentalización del mundo africano. Las viejas creencias animistas no pueden competir con la visión poderosa de occidente que acabó con todo eso. Así que no podemos evocar el sistema de creación de esas sociedades puesto que estaban ligadas a lo sagrado, un concepto que hemos hecho desaparecer ya hace más de un siglo. Lo que queda son despojos de aquella cosmovisión mística del mundo. Para bien y para mal.
Aquellas experiencias pictóricas y plásticas africanas (sigo sin utilizar el término arte) influyeron poderosamente sobre el arte de las vanguardias europeas pero eran otra cosa distinta. Evocaban el poder de creación hipnótico, ritual, primitivo, pero les faltaba el factor de lo sagrado. Nada hay más triste que un museo de arte como el Branly en París en que se exponen miles de piezas de África, América y Oceanía pero despojadas de su contexto sagrado. Son piezas muertas. Cuando yo estuve en Balí (1984) todavía existía un poderoso factor religioso. La vida balinesa estaba impregnada de religiosidad y el arte tradicional que pasaba por ósmosis cultural entre generaciones tenía un potente desarrollo. Ignoro qué habrá pasado desde entonces. La máquina uniformadora occidental es brutal y ha hecho desaparecer cualquier manifestación original. Me gustaría pensar que continúa siendo así.
Lo que yo puedo hacer es como una gota de agua tintada en una garrafa de cinco litros de agua, pero ¿por qué no?
Como siempre, has dado en el clavo con tu exposición. Entre los muchos males que aquejan a nuestro sistema educativo actual destaca el desdén por el arte, la casi total desaparición de la llamada Plástica en Primaria (45 minutos semanales) y de la Música (mismo tiempo), mientras la religión mantiene sus dos sesiones, tan ricamente. Privar a los niños del disfrute de las cosas bonitas propias y ajenas a través del arte es un tremendo disparate. No hay que ser un gran artista para realizar bonitos y sinceros dibujos, una forma de expresión al alcance de cualquiera. Educar la sensibilidad se considera una pérdida de tiempo, pero es fundamental. Literatura y plástica forman un tándem perfecto. Durante años mis alumnos escribían historias ilustradas por ellos, aprendían a componer caligramas, elaboraban collages, fabricaban cestas, tejían... Todo eso pasó a la historia. Ahora sus dibujos son cada vez más pobres y desganados y apenas trabajan la psicomotricidad fina. Están dejando de lado el conocimiento y el disfrute de la belleza. Ignoran su capacidad artística, reemplazada por su habilidad tecnológica. Eso pasará factura tarde o temprano. Haces muy bien en guiar a tus alumnos por esa senda fascinante, te estará eternamente agradecidos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, colega.
Lo fascinante es que en estos poemas visuales que he publicado hay mucho de tecnología. Están diseñados en el ordenador con una aplicación llamada VISUAL POETRY, como he indicado. Hay artistas de renombre que crean sus obras artísticas con el iPad. Ello no impide que efectivamente haya que empezar la casa por el tejado desde que son muy pequeñitos. Tienen que tocar, experimentar, conocer colores, texturas, experimentar formas libres que, de niños, son fáciles. El problema es después cuando, ya un poco más mayores, pierden esta espontaneidad y se ven condicionados por los criterios de supuesta calidad, de saber o no saber dibujar, etc. Por supuesto que hay que saber dibujar si uno es un profesional que se gana la vida con ello. Pero ahí tienes a Joan Miró, un gran artista y cuyos dibujos son como si fueran hechos por un niño. Esa expresividad es la que se pierde a los once años aproximadamente. No sé si la escuela podría hacer algo al respecto. Pienso que sí, y los cambios educativos que laminan este tipo de actividades son naturalmente negativos, como la desaparición de la literatura en el proceso educativo.
EliminarIgnoraba que sus dibujos son cada vez más pobres y desganados. Tal vez sea por la eclosión de la tecnología. Los niños aprenden a utilizar smartphones y tabletas desde muy pequeños, casi bebés, y pierden ese gusto por la manipulación manual. No obstante, pienso que es posible unir ambos aspectos: el tecnológico y el artístico. Es lo que estoy haciendo. El próximo ejercicio será recrear una imagen de Kafka con uno de sus textos.
Un abrazo fuerte, Yolanda.