Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
Creo que cuando soñamos estamos deseando cambiar el rumbo de las cosas, y con este nuestro destino. No hay nadie que no sueñe, pienso, al menos que tenga unas ideas religiosas muy espirituales, y curiosamente estas se dan en las religiones que no son de libro (Torá, Biblia, Corán). Pienso que no hay persona que no desee cambiar algo de su vida: una respuesta, un detalle, un momento, algo que considere un error y del que está arrepentido. Es dificil la prueba si esta fuera así: amar sin más, sin desear querer algo distinto, con conformidad total. Soy una pequeña célula de resistencia, y mal me sabe, pero no, no podría estar sin rebelarme. Quizá el destino esté escrito, no lo se, y por ello se ha de conformar y aceptarlo con amor, es posible, pero decía Benedetti que "uno generalmente no puede hacer lo que quiere, pero que tiene todo el derecho de no hacer lo que no quiere". Un abrazo Salut
No sé qué hubiera pensado Nietzsche sobre el amor fati y la aceptación total del destino cuando perdió el juicio totalmente y quedó en manos de su madre y su hermana que lo odiaba, y terminó esta exhibiéndole en fiestas como un monstruo cuando su fama por sus libros y su filosofía como dinamita ya se había extendido. Pasó unos diez años antes de morir en régimen de confinamiento en manos de su hermana Elizabeth que se hizo con el control total de la publicación de su obra, lo que la enriqueció. Fue candidata en 1908 al Premio Nobel. Cuando murió su hermano por fin le hizo un funeral cristiano, él que tanto detestaba el cristianismo. Elizabeth, propietaria de todos los derechos, difundió el nombre del filósofo que se identificó con la causa alemana, de modo que los combatientes alemanes que iban al frente llevaban Así habló Zaratustra en su mochila. Él, que había odiado tanto el pangermanismo y la violencia. Y su hermana llevó el nombre de su hermano hasta los nazis que lo acogieron como uno de los suyos por la idea de superhombre y la voluntad de poder. El final de Nietzsche fue trágico humana y espiritualmente. Pero el amor fati sería aceptar incluso eso ¿no? Un abrazo. Salut.
Creo que si, que sería aceptar incluso eso, al final, como él dice: amarlo. PD: cuando me refiero al sueño, me refiero a soñar despierto, cosa que no aclaré en un primer momento Un abrazo
Lo había entendido así. La idea de amor fati me es inquietante y luminosa. ¿Puede que en mi vida todo tenga un sentido aunque no lo comprenda? Esto es misterioso y puede que lo que ha sido lo ha sido de un modo inexorable, vamos, que no podía haber sido de otra manera. Esta idea me resulta tranquilzadora ante la revisión cruel del pasado.
Se percibe que eres un rebelde en tu forma abierta de pensar, no producto de estereotipos y consignas: piensas que al menos puedes decir no a lo que no quieres. Esa misma sensación tengo yo y eso me reconcilia conmigo mismo.
Nietzsche es como uno de esos contratos que tenemos delante, los leemos por encima para hacernos una idea general, lo damos por entendido, y nunca nos fijamos en la letra pequeña para comprenderlos con fundamento, es allí donde están las claves relevantes (eso sí, algunos contratos son así de jodidos, adrede, no el pobre Nietzsche).
El filósofo alemán siempre sostuvo una encarnizada lucha con su ser interior, el ego, dado su espíritu inconformista, igual que van Gogh, personas que buscan un sentido profundo a lo que piensan y a las cosas que hacen, y lo someten a un examen de conciencia severo y continuo. Son polémicos porque exponen mediante su propia persona las grandezas y miserias que todos portamos, y nos resulta incómodo cuánto de ellos reconocemos en nosotros, sobre todo a la moral dominante que no gusta de verse juzgada, menos aún de manera tan cruda.
Uno y otro se someten a un enorme esfuerzo, a una lucha titánica… que el común de los mortales evitamos; yo no voy por ahí buscando continuamente un sentido profundo a todo cuanto hago o pienso… uff, me resultaría agotador y angustioso, acabaría pirado, se me iría la olla como a los dos citados.
Me postulo en la idea del amor fati, señalando que no es tanto la idea de un destino previsible, “ya escrito”, como el que tú vas construyendo con los aciertos y errores que se van cometiendo, amén de esa variable tan presente y perturbadora como es el azar, que tanto señalaba Nietszche.
Todo enlaza con "el caos" del que escribimos ayer…
Bueno, espero no haber sido muy confuso expresando mi parecer. Abrazos, Joselu.
Es muy difícil. Incluso el pasado lo evocamos bastante transformado y los recuerdos son en realidad, historias "basadas en hechos reales". El presente raramente lo aceptamos tal como es y en cuanto al futuro, ¡qué te voy a decir! Lo que es cierto es que en grandes líneas las cosas pasan como pasan. Somos como el perro estoico atado largo a la carreta. Tiene cierto margen de libertad, pero si se resiste a la marcha de la carreta sufrirá... Un abrazo
Me ha resultado muy interesante la imagen del perro atado a la carreta. La relación con el tiempo pasado y presente es enigmática. El tiempo es la dimensión más misteriosa de nuestra existencia. Somos tiempo. Y lo que recordamos, como bien dices, es una interpretación de lo que posiblemente sucedió. Yo llevo diarios desde hace unos treinta y tantos años de modo que puedo saber qué pasó con bastante exactitud un día de 1991, pero cuando lo leo me desconcierta profundamente. ¿Aquél era el mismo que soy ahora? ¿O era otro? He sabido de tribus en la Amazonia que creen que el hombre cambia varias veces en su vida, y le dan nombres diferentes a cada ser. Si no era yo, el que soy ahora, ¿cómo puedo lamentar lo que hice en otro momento? La idea de la identidad continua en el transcurso del tiempo puede que sea una ilusión. El mismo ego puede que sea una ilusión. Aceptar lo que fue, lo que es y lo que será, es realmente difícil porque nos plantea misterios que no comprendemos. Personalmente lucho contra los errores del pasado, los lamento, pero intelectualmente es inútil. No merece la pena. Es estéril. Si no corremos al ritmo de la carreta, sufriremos, esa es la constancia más clara. Un abrazo.
A ver si lo se explicar: más que pensar si somos el mismo o cambiamos creo que somos algo parecido a un función del tipo y= ax3+bx2 +cx + d. Los signos y los exponentes pueden ser otros. Si le doy valores a x , y tomará los qu correspondan a esa función y se podrá ir dibujando una curva que podrá tener varias "cumbres y senos". Sin embargo a lo mejor en los primeros valores la curva es ascendente y podemos pensar que va a ser así siempre pero después de otros, puede ser descendente o incluso negativa (según los signos, entre otras cosas. Al cabo de suficientes valores de x, y toma unos que hacen una curva muy diferente de la curva inicial. Pienso que, con todas la limitaciones, matices, etc somo algo así, una función que se expresa en función de los valores x que tomemos, al pasar por la vida. A lo mejor incluso la fórmula tb cambia... En cualquier caso para llegar a un determinado aspecto gráfico, hemos tenido que pasar por otros que ahora repudiamos, pero a lo mejor tenían que ser así. En cualquier caso no ayuda lamentar el pasado. Ha sido así y desde la perspectiva del tiempo ha podido ser un error, pero es bien sabido, que no te aceptan los lunes las quinielas rellenas el domingo por la noche anterior. Respecto al ego, parece ser que es más bien una ilusión ya que los diferentes centros que intervienen en su creación se encuentran dispersos por el cerebro y es su coordinación lo que da nacimiento a ese ego. En fin todo muy raro... Un abrazo j
Fascinante leerte, me quedo con tu frase final, "En fin todo muy raro". Sí, es raro, indescifrable, inextricable. La vida es un misterio que cuando intentamos comprender nos encontramos con una fórmula como la que expresas en que las variables cambian de valor. Personalmente, he vivido una vida como profesor donde abundaron los éxitos y los momentos de euforia, pero cuando cambiaron los valores de x e y, todo se transformó y viví años de enorme dolor íntimo como docente. Nada de lo que me había servido antes para experimentar la dicha de ser profesor, me servía en aquel momento. La fórmula había cambiado. Me costó mucho poderme transformar para poder encarar aquel cambio que supuso una importante mutación en mi profesión. Por eso pienso que nadie puede comprender otra vida por no estar dentro de ella. No es posible salir del ego, por más que este sea una ilusión cerebral que nos da la impresión de unidad. Todo muy raro, pero fascinante, como este debate. Un abrazo.
Hace unos cuantos post, como producto de mi lectura de una biografía de Nietzsche, intenté fijar la idea de eterno retorno según la concepción del filósofo. Este es el post EL ETERNO RETORNO, pero no logré comprender bien la idea que no tiene que ver con la concepción de tiempo cíclico en el que otra vez estaremos de nuevo aquí escribiéndonos Paco y yo dentro de un tiempo. La oscuridad del concepto me sorprendió pero no se me hizo la luz por más que busqué interpretaciones filosóficas en varias fuentes.
Tienes razón, Nietzsche es un pensador de una tensión existencial y mental, fruto de su pensamiento, que no es difícil pensar que pudiera acabar mal. No sé si fue esto o una enfermedad mental hereditaria, algo había de esto. Es fácil darle a su pensamiento una explicación tranquilizadora, pero no lo es. La densidad y la tensión es tal que no me extraña que marcara profundamente su tiempo.
Pero en este caso, el amor fati me es especialmente estimulante para intentar comprender mi vida, llena de errores vistos en perspectiva -pero puede que fueran necesarios para llegar aquí donde estoy ahora en este momento: todo momento es eterno en la concepción nietzscheana, y se anuda al anterior y posterior de un modo inexorable-. Me gusta pensar que mis errores fueron parte de una cadena cuyo sentido desconozco pero que es real. Y la idea de que pueda y deba amar todo lo anterior y todo lo posterior, me es especialmente clarificadora.
Todavía no me he atrevido a leer la obra directamente del filósofo. No me considero preparado.
No has sido confuso pero todo lo que tiene que ver con el pensador es de una densidad casi inabordable. Y pensar que los nazis lo manipularon para justificar su barbarie... Afortunadamente, todo se ha dilucidado y sabemos que no había nada en él que condujera filosóficamente al nazismo, pero la idea de superhombre pareció encarnarse en Lenin, él solo dio un giro a la historia de una profundidad que cambió el siglo XX, no sé si para bien o para mal, sospecho esto último.
Un abrazo, Paco, y gracias por estar por aquí intentando comprender lo que a veces no es fácil.
Imagino que cada uno tiene su vision de la vida, en mi caso la veo como una travesia, un camino por donde tengo que transitar. En algunas ocasiones el camino me obliga a hacer determinadas cosas, y si tengo que hacerlas las hago e intento hacerlas lo mejor posible, que creo es mejor opción que estar todo el día quejándome de lo que me ha tocado y sobre todo más satisfactorio. El resto del escaso tiempo me dedico a trazar rutas que me permitan esquivar cosas que no deseo hacer. Esto del destino no es uniforme, es como las personas, cada una lo toma como quiere o como puede, de ahí la importancia que tiene la actitud hacia las cosas, el pensamiento positivo mueve y consigue más cosas que otras muchas virtudes, porque es el comienzo para aprender nuevos conocimientos. Nunca hay que resignarse, si hay que hacer cosas, se hacen, y se hacen bien, así se pasa de la resignación a la construcción. No se si me he enrollado, pero es lo que pienso. Un saludo.
Asumo, pues, que en tu caso, amas tu destino, construido al modo que tú expresas. Con sus subidas y bajadas, con sus cosas positivas y negativas... Es una actitud constructiva y asertiva que evita la resignación y prima lo positivo. Muy clarificador tu comentario, te lo agradezco. Un saludo.,
¿Que beneficio o satisfacción se saca de estar odiando tu destino?, quizás no es que odies tu destino, quizás es que odias tu falta de capacidad para imponerte sobre el. Como decía un afamado general cartagines: "Si hay camino lo encontramos, si no lo hay, lo hacemos" Para mi esa es la actitud ante el destino. Un saludo.
Supongo que eres consciente de que hay destinos más o menos cómodos o fáciles, transitables, y destinos terribles en que el sufrimiento es la constante en la vida a todos los niveles. Puede que no se odie el destino, pero ¿amarlo? ¿Te imaginas las vidas que puede haber aparte de la tuya en las que el destino puede ser espantoso, espeluznante, tan doloroso que solo imaginarlo hace daño? ¿Te imaginas a Temujin con alzhéimer y que va siendo consciente de que va olvidando cosas, que algo pasa, que algo amenaza y que se convierte en un ser vacío, al que se le cae la baba y se caga en el pañal, y muere solo en una residencia? Tu general cartaginés diría lo mismo? Un saludo.
Creo que cuando soñamos estamos deseando cambiar el rumbo de las cosas, y con este nuestro destino.
ResponderEliminarNo hay nadie que no sueñe, pienso, al menos que tenga unas ideas religiosas muy espirituales, y curiosamente estas se dan en las religiones que no son de libro (Torá, Biblia, Corán).
Pienso que no hay persona que no desee cambiar algo de su vida: una respuesta, un detalle, un momento, algo que considere un error y del que está arrepentido.
Es dificil la prueba si esta fuera así: amar sin más, sin desear querer algo distinto, con conformidad total.
Soy una pequeña célula de resistencia, y mal me sabe, pero no, no podría estar sin rebelarme. Quizá el destino esté escrito, no lo se, y por ello se ha de conformar y aceptarlo con amor, es posible, pero decía Benedetti que "uno generalmente no puede hacer lo que quiere, pero que tiene todo el derecho de no hacer lo que no quiere".
Un abrazo
Salut
No sé qué hubiera pensado Nietzsche sobre el amor fati y la aceptación total del destino cuando perdió el juicio totalmente y quedó en manos de su madre y su hermana que lo odiaba, y terminó esta exhibiéndole en fiestas como un monstruo cuando su fama por sus libros y su filosofía como dinamita ya se había extendido. Pasó unos diez años antes de morir en régimen de confinamiento en manos de su hermana Elizabeth que se hizo con el control total de la publicación de su obra, lo que la enriqueció. Fue candidata en 1908 al Premio Nobel. Cuando murió su hermano por fin le hizo un funeral cristiano, él que tanto detestaba el cristianismo. Elizabeth, propietaria de todos los derechos, difundió el nombre del filósofo que se identificó con la causa alemana, de modo que los combatientes alemanes que iban al frente llevaban Así habló Zaratustra en su mochila. Él, que había odiado tanto el pangermanismo y la violencia. Y su hermana llevó el nombre de su hermano hasta los nazis que lo acogieron como uno de los suyos por la idea de superhombre y la voluntad de poder. El final de Nietzsche fue trágico humana y espiritualmente. Pero el amor fati sería aceptar incluso eso ¿no? Un abrazo. Salut.
EliminarCreo que si, que sería aceptar incluso eso, al final, como él dice: amarlo.
ResponderEliminarPD: cuando me refiero al sueño, me refiero a soñar despierto, cosa que no aclaré en un primer momento
Un abrazo
Lo había entendido así. La idea de amor fati me es inquietante y luminosa. ¿Puede que en mi vida todo tenga un sentido aunque no lo comprenda? Esto es misterioso y puede que lo que ha sido lo ha sido de un modo inexorable, vamos, que no podía haber sido de otra manera. Esta idea me resulta tranquilzadora ante la revisión cruel del pasado.
EliminarSe percibe que eres un rebelde en tu forma abierta de pensar, no producto de estereotipos y consignas: piensas que al menos puedes decir no a lo que no quieres. Esa misma sensación tengo yo y eso me reconcilia conmigo mismo.
Un abrazo. Salut.
Nietzsche es como uno de esos contratos que tenemos delante, los leemos por encima para hacernos una idea general, lo damos por entendido, y nunca nos fijamos en la letra pequeña para comprenderlos con fundamento, es allí donde están las claves relevantes (eso sí, algunos contratos son así de jodidos, adrede, no el pobre Nietzsche).
ResponderEliminarEl filósofo alemán siempre sostuvo una encarnizada lucha con su ser interior, el ego, dado su espíritu inconformista, igual que van Gogh, personas que buscan un sentido profundo a lo que piensan y a las cosas que hacen, y lo someten a un examen de conciencia severo y continuo. Son polémicos porque exponen mediante su propia persona las grandezas y miserias que todos portamos, y nos resulta incómodo cuánto de ellos reconocemos en nosotros, sobre todo a la moral dominante que no gusta de verse juzgada, menos aún de manera tan cruda.
Uno y otro se someten a un enorme esfuerzo, a una lucha titánica… que el común de los mortales evitamos; yo no voy por ahí buscando continuamente un sentido profundo a todo cuanto hago o pienso… uff, me resultaría agotador y angustioso, acabaría pirado, se me iría la olla como a los dos citados.
Me postulo en la idea del amor fati, señalando que no es tanto la idea de un destino previsible, “ya escrito”, como el que tú vas construyendo con los aciertos y errores que se van cometiendo, amén de esa variable tan presente y perturbadora como es el azar, que tanto señalaba Nietszche.
Todo enlaza con "el caos" del que escribimos ayer…
Bueno, espero no haber sido muy confuso expresando mi parecer.
Abrazos, Joselu.
Por error te he dejado la respuesta más abajo.
EliminarEs muy difícil. Incluso el pasado lo evocamos bastante transformado y los recuerdos son en realidad, historias "basadas en hechos reales". El presente raramente lo aceptamos tal como es y en cuanto al futuro, ¡qué te voy a decir! Lo que es cierto es que en grandes líneas las cosas pasan como pasan. Somos como el perro estoico atado largo a la carreta. Tiene cierto margen de libertad, pero si se resiste a la marcha de la carreta sufrirá...
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha resultado muy interesante la imagen del perro atado a la carreta. La relación con el tiempo pasado y presente es enigmática. El tiempo es la dimensión más misteriosa de nuestra existencia. Somos tiempo. Y lo que recordamos, como bien dices, es una interpretación de lo que posiblemente sucedió. Yo llevo diarios desde hace unos treinta y tantos años de modo que puedo saber qué pasó con bastante exactitud un día de 1991, pero cuando lo leo me desconcierta profundamente. ¿Aquél era el mismo que soy ahora? ¿O era otro? He sabido de tribus en la Amazonia que creen que el hombre cambia varias veces en su vida, y le dan nombres diferentes a cada ser. Si no era yo, el que soy ahora, ¿cómo puedo lamentar lo que hice en otro momento? La idea de la identidad continua en el transcurso del tiempo puede que sea una ilusión. El mismo ego puede que sea una ilusión. Aceptar lo que fue, lo que es y lo que será, es realmente difícil porque nos plantea misterios que no comprendemos. Personalmente lucho contra los errores del pasado, los lamento, pero intelectualmente es inútil. No merece la pena. Es estéril. Si no corremos al ritmo de la carreta, sufriremos, esa es la constancia más clara. Un abrazo.
EliminarA ver si lo se explicar: más que pensar si somos el mismo o cambiamos creo que somos algo parecido a un función del tipo y= ax3+bx2 +cx + d. Los signos y los exponentes pueden ser otros. Si le doy valores a x , y tomará los qu correspondan a esa función y se podrá ir dibujando una curva que podrá tener varias "cumbres y senos". Sin embargo a lo mejor en los primeros valores la curva es ascendente y podemos pensar que va a ser así siempre pero después de otros, puede ser descendente o incluso negativa (según los signos, entre otras cosas. Al cabo de suficientes valores de x, y toma unos que hacen una curva muy diferente de la curva inicial. Pienso que, con todas la limitaciones, matices, etc somo algo así, una función que se expresa en función de los valores x que tomemos, al pasar por la vida. A lo mejor incluso la fórmula tb cambia... En cualquier caso para llegar a un determinado aspecto gráfico, hemos tenido que pasar por otros que ahora repudiamos, pero a lo mejor tenían que ser así. En cualquier caso no ayuda lamentar el pasado. Ha sido así y desde la perspectiva del tiempo ha podido ser un error, pero es bien sabido, que no te aceptan los lunes las quinielas rellenas el domingo por la noche anterior.
EliminarRespecto al ego, parece ser que es más bien una ilusión ya que los diferentes centros que intervienen en su creación se encuentran dispersos por el cerebro y es su coordinación lo que da nacimiento a ese ego.
En fin todo muy raro...
Un abrazo
j
Fascinante leerte, me quedo con tu frase final, "En fin todo muy raro". Sí, es raro, indescifrable, inextricable. La vida es un misterio que cuando intentamos comprender nos encontramos con una fórmula como la que expresas en que las variables cambian de valor. Personalmente, he vivido una vida como profesor donde abundaron los éxitos y los momentos de euforia, pero cuando cambiaron los valores de x e y, todo se transformó y viví años de enorme dolor íntimo como docente. Nada de lo que me había servido antes para experimentar la dicha de ser profesor, me servía en aquel momento. La fórmula había cambiado. Me costó mucho poderme transformar para poder encarar aquel cambio que supuso una importante mutación en mi profesión. Por eso pienso que nadie puede comprender otra vida por no estar dentro de ella. No es posible salir del ego, por más que este sea una ilusión cerebral que nos da la impresión de unidad. Todo muy raro, pero fascinante, como este debate. Un abrazo.
EliminarHace unos cuantos post, como producto de mi lectura de una biografía de Nietzsche, intenté fijar la idea de eterno retorno según la concepción del filósofo. Este es el post EL ETERNO RETORNO, pero no logré comprender bien la idea que no tiene que ver con la concepción de tiempo cíclico en el que otra vez estaremos de nuevo aquí escribiéndonos Paco y yo dentro de un tiempo. La oscuridad del concepto me sorprendió pero no se me hizo la luz por más que busqué interpretaciones filosóficas en varias fuentes.
ResponderEliminarTienes razón, Nietzsche es un pensador de una tensión existencial y mental, fruto de su pensamiento, que no es difícil pensar que pudiera acabar mal. No sé si fue esto o una enfermedad mental hereditaria, algo había de esto. Es fácil darle a su pensamiento una explicación tranquilizadora, pero no lo es. La densidad y la tensión es tal que no me extraña que marcara profundamente su tiempo.
Pero en este caso, el amor fati me es especialmente estimulante para intentar comprender mi vida, llena de errores vistos en perspectiva -pero puede que fueran necesarios para llegar aquí donde estoy ahora en este momento: todo momento es eterno en la concepción nietzscheana, y se anuda al anterior y posterior de un modo inexorable-. Me gusta pensar que mis errores fueron parte de una cadena cuyo sentido desconozco pero que es real. Y la idea de que pueda y deba amar todo lo anterior y todo lo posterior, me es especialmente clarificadora.
Todavía no me he atrevido a leer la obra directamente del filósofo. No me considero preparado.
No has sido confuso pero todo lo que tiene que ver con el pensador es de una densidad casi inabordable. Y pensar que los nazis lo manipularon para justificar su barbarie... Afortunadamente, todo se ha dilucidado y sabemos que no había nada en él que condujera filosóficamente al nazismo, pero la idea de superhombre pareció encarnarse en Lenin, él solo dio un giro a la historia de una profundidad que cambió el siglo XX, no sé si para bien o para mal, sospecho esto último.
Un abrazo, Paco, y gracias por estar por aquí intentando comprender lo que a veces no es fácil.
Imagino que cada uno tiene su vision de la vida, en mi caso la veo como una travesia, un camino por donde tengo que transitar. En algunas ocasiones el camino me obliga a hacer determinadas cosas, y si tengo que hacerlas las hago e intento hacerlas lo mejor posible, que creo es mejor opción que estar todo el día quejándome de lo que me ha tocado y sobre todo más satisfactorio. El resto del escaso tiempo me dedico a trazar rutas que me permitan esquivar cosas que no deseo hacer. Esto del destino no es uniforme, es como las personas, cada una lo toma como quiere o como puede, de ahí la importancia que tiene la actitud hacia las cosas, el pensamiento positivo mueve y consigue más cosas que otras muchas virtudes, porque es el comienzo para aprender nuevos conocimientos. Nunca hay que resignarse, si hay que hacer cosas, se hacen, y se hacen bien, así se pasa de la resignación a la construcción. No se si me he enrollado, pero es lo que pienso.
ResponderEliminarUn saludo.
Asumo, pues, que en tu caso, amas tu destino, construido al modo que tú expresas. Con sus subidas y bajadas, con sus cosas positivas y negativas... Es una actitud constructiva y asertiva que evita la resignación y prima lo positivo. Muy clarificador tu comentario, te lo agradezco. Un saludo.,
Eliminar¿Que beneficio o satisfacción se saca de estar odiando tu destino?, quizás no es que odies tu destino, quizás es que odias tu falta de capacidad para imponerte sobre el. Como decía un afamado general cartagines: "Si hay camino lo encontramos, si no lo hay, lo hacemos"
EliminarPara mi esa es la actitud ante el destino.
Un saludo.
Supongo que eres consciente de que hay destinos más o menos cómodos o fáciles, transitables, y destinos terribles en que el sufrimiento es la constante en la vida a todos los niveles. Puede que no se odie el destino, pero ¿amarlo? ¿Te imaginas las vidas que puede haber aparte de la tuya en las que el destino puede ser espantoso, espeluznante, tan doloroso que solo imaginarlo hace daño? ¿Te imaginas a Temujin con alzhéimer y que va siendo consciente de que va olvidando cosas, que algo pasa, que algo amenaza y que se convierte en un ser vacío, al que se le cae la baba y se caga en el pañal, y muere solo en una residencia? Tu general cartaginés diría lo mismo? Un saludo.
Eliminar