Soy un apasionado lorquista y sigo con suma atención lo que se publica acerca de Lorca en el panorama nacional. Recientemente se ha publicado un libro sumamente interesante que viene a completar la visión de Lorca por parte del hispano-irlandés Ian Gibson y que continúa sus espléndidos Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca que leí fascinado cuando se publicó, o Lorca-Dalí, el amor que no pudo ser. El libro se titula Lorca y el mundo gay, y parte de la hipótesis, ya planteada en sus obras anteriores, de que la vida y obra de Lorca no son comprensibles sin tener en cuenta sus circunstancias sexuales, su homosexualidad. A estas alturas parece obvio, pero, sin embargo, durante mucho tiempo se ha orillado, escondido, o rechazado que su homosexualidad fuera un factor clave para entender su obra. En efecto la crítica académica rechazaba este punto de vista como algo que era ajeno a la calidad de su producción artística.
Curiosamente ahora hace 25 años se publicaban por primera vez, salvo una edición minoritaria de 250 ejemplares, los sonetos del amor oscuro en el suplemento de ABC. Concretamente fue el 17 de marzo de 1984 cuando el Sábado cultural publicó Lorca, sonetos de amor, suprimiendo el adjetivo de oscuro. Fernando Lázaro Carreter hablaba sobre el adjetivo suprimido diciendo que se refería “al ímpetu indomable y a los martirios ciegos del amor, a su poder para encender cuerpos y almas, y abrasarlos como hogueras que se queman y destruyen en su propio ardimiento”. Venía a sugerir el crítico que la homosexualidad no tenía nada que ver con la calidad de su poesía. Miguel García Posada también había arremetido contra interpretaciones que sostenían que a la hora de valorar la obra de nuestro autor había que tener en cuenta su homosexualidad. García Posada también reflexionaba sobre el adjetivo oscuro y venía a decir que no se refería al amor homosexual (no citado con este nombre por el crítico) sino al amor difícil y torturado, como el de otros grandes de la literatura española.
La propia familia del poeta no quería saber nada del asunto e impuso que si se publicaban los sonetos habrían de titularse Sonetos de amor no Sonetos del amor oscuro, como así se hizo en el diario conservador ABC. Francisco García Lorca, hermano del poeta, publicó su libro Federico y su mundo en el que no había ni una sola referencia a la cuestión, como si ésta fuera vergonzante o dañara la imagen del escritor. Y es que a la altura de mediados de los años ochenta ningún crítico se atrevía a insinuar que Lorca era homosexual. El tema era tabú. Ni siquiera Vicente Aleixandre que conocía al destinatario –claramente masculino- de los sonetos quería hacer hincapié en ello.
Sin embargo, en 1985 se publicó en Londres el libro de Paul Binding titulado Lorca: The Gay Imagination y había llegado el autor a la conclusión de que para entender la obra del poeta granadino era imprescindible tener en cuenta su homosexualidad y la conflictiva relación que tuvo Lorca con la misma. Binding sostenía que fue en Nueva York en 1929 cuando el poeta empezó a aceptar la complejidad de su identidad sexual lo que propicio la grandeza de su obra posterior.
Una tesis doctoral de Ángel Sahuquillo presentada en la universidad de Estocolmo Federico García Lorca y la cultura de la homosexualidad analizó exhaustivamente los mecanismos que regían la expresión del amor prohibido. Sahuquillo defendía que la naturaleza del amor oscuro no podía expresarse abiertamente, dado el discurso homófobo reinante en la España de su tiempo, y ello tiene dos consecuencias en la poesía y teatro de Lorca: el tratamiento que tienen en su obra el silencio, el secretismo, los sueños, las sombras, la muerte, el suicidio, y por otro lado la realidad de un “código secreto” para expresar los conflictos y los placeres del amor homosexual que llenan su obra poética.
Durante el año de su centenario -1998- se celebraron múltiples homenajes a su obra, incluida una modesta exposición en el instituto donde yo trabajaba en aquel momento IES Jacint Verdaguer, ya desaparecido. En un acto celebrado en el instituto en aquella primavera de 1998 el poeta catalán Joan Brossa manifestó su enorme admiración hacia el poeta andaluz.
Sin embargo, por aquel tiempo el ínclito premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, quizás envidioso de la importancia que tuvo el centenario dijo en una declaraciones: “Ojalá dentro de cien años los homenajes a Lorca sean más sólidos, menos anecdóticos y sin el apoyo de los colectivos gay. No estoy en a favor ni en contra de los homosexuales, simplemente me limitó a no tomar por el culo”. Declaraciones que fueron contestadas con suma contundencia por numerosos intelectuales. Terenci Moix le replicó entre otras cosas que su uso de la palabra maricón para referirse a la homosexualidad, se parece mucho a la concepción que tenían los que acabaron con la vida de Federico García Lorca.
La homofobia no ha desaparecido ni mucho menos, y siempre que explico en clase la figura de FGL hago referencia a su homosexualidad lo que hace que entre ciertos sectores de los alumnos surjan voces sarcásticas, pero veo con placer que su obra sigue admirando y gustando a los adolescentes sea en forma de teatro o de poesía. Al final se termina respetando esta circunstancia como un elemento de normalidad, lo que debe ser. Espero que el valioso libro de Gibson contribuya a una mayor y mejor comprensión de su obra ya despojada de elementos tabúes. No fue mejor Lorca por ser homosexual, pero su obra no se entiende cabalmente sin esta circunstancia. Que nunca se le oculte ya el adjetivo oscuro a sus poemas.
Primeeee! Confieso haber leido poco a Federico. "Presiento un amigo que no conocí", como cantaba Aguaviva. He admirado su obra a través de las interpretaciones es de otros: "A la luna, luna, de los bandoleros sangran las espuelas" cantaba Paco Ibáñez, las versiones de Saura-Gades de su teatro, he leido Yerma, me he sumergido algo en aguas turbias con el Poeta en Nueva York, que quizás, no sé, debe bastante a Walt Whitman. No conozco sus poemas del amor oscuro, y en lo que conozco, directamente o "a través de", percibo amor, sexo y desamor sin necesidad de otros adjetivos, pero seguro que eso es por mi condición de inculto.
ResponderEliminarPanta, toda su obra está marcada por una conflictiva relación con su sexualidad. En el colegio le llamaban Federica, alguna novia que él quiso tener no lo tomó en consideración porque "no era viril", cuando fue a un prostíbulo se dio cuenta a sus veinte años que no le excitaba un cuerpo femenino, pero ser homosexual era la peor condena en la Granada de su tiempo, para él y para su familia... Tuvo que desarrollar un código secreto para expresar sus conflictos sexuales, que entendían los que "entendían" y los lectores sensibles. Mucho del mundo de Lorca no se entiende sin este secretismo y simbolismo y que se traduce en las ideas de amor imposible y el destino trágico, y, por supuesto, la frustración amorosa, la muerte. La interpretación de Lorca se enriquece teniendo en cuenta estas circunstancias que en su tiempo, y aún ahora son motivo de exclusión y de marginación. La derecha española se refería a él como "el maricón de la pajarita", y lo mataron por izquierdista, por envidia y por ser gay.
ResponderEliminarJoselu, el amor oscuro, la pena negra... Me encontré las heridas y los secretos leyendo a Lorca...
ResponderEliminar¡Federicooooooooooo!...
La vida del creador con todas sus tensiones está en el origen de su obra. Pero no marca su calidad, ni su valor. A aquella famosa afirmación: la buena literatura no se hace con buenos sentimientos, podemos añadir: ni con malos. No dudo que la homosexualidad sea un tema principal en la obra Lorca, y que además sea fundamental para algunos lectores –las obras son espejos. Pero no creo que ese amor “oscuro” sólo tenga sentido leído en clave homosexual. Se crean categorías como “literatura lesbiana americana”, no me parece inútil, pero espero que no se pretenda que son categorías estéticas.
ResponderEliminarSerenus, no cabe duda, hay buena o mala literatura. De la calidad de la lorquiana, al margen de su interpretación, creo que no hay duda. Lorca, su poesía y su teatro son comprensibles en todas las culturas por alejadas que estén de lo andaluz. Lorca ha sido representado en todas las naciones cultas del mundo y es capaz de expresar conflictos universales al margen de sus tensiones y aflicciones personales. De acuerdo, pero si queremos entender y entrar en su mundo, las claves que nos ofrece su sexualidad torturada primero y luego gozosa aunque conflictiva con su época, es un instrumento de primer orden. No en vano cuando hablamos de Garcilaso de la Vega no podemos dejar de hablar de Isabel Freyre, y cuando hablamos de Petrarca, de Laura, o de Dante y su Beatriz, o las varias mujeres de la vida de Lope de Vega, o de Bécquer y sus conflictos amorosos. En cualquier libro de literatura hay referencias a sus concepciones amorosas. Esto, en cambio, era tabú cuando se trataba del amor homosexual que tiene unas connotaciones diferentes por la oscuridad que le impone la sociedad, y más la del primer cuarto de siglo. Lorca admiraba la Grecia clásica donde la homosexualidad era aceptada y estimada como la variante más excelsa del amor. Sería amputar su contexto no hablar de ello cuando nos enfrentamos a El banquete de Platón. En el caso de Lorca y otros poetas homosexuales, es notorio que tienen que hablar con símbolos y referencias secretas para los oídos extraños, aunque en Los sonetos del amor oscuro, está claro que el destinatario es masculino.
ResponderEliminarJoselu, te recuerdo que vivo en Granada, a 10 Km de Fuentevaqueros, a 3 de la Huerta de San Vicente, y a 7 del Barranco de Víznar. A veces he comido en un restaurante -El rincón de Lorca- que está en la que fue casa de Rosales, de donde Federico fue "sacado". Lo que quiero decir es que determinadas caracterisitcas que conocemos de los artistas pueden no ser otra cosa que prejuicios con los que nos acercamos a su obra, y es posible que eso tenga un efecto negativo, reduccionista. Yo entiendo que el amor homosexual y el heterosexual "solo" se diferencias en el objeto del deseo carnal, y si hay homosexuales muy sufridos -como quizás lo fue Federico-, también los ha habido felices y dichosos y hedonistas, como quizás Gil de Biedma o Genet. Y algunos heteros han sufrido lo indecible por amor, como el propio Machado, o se lo han pasado de miedo, como el Marqués de Santillana. Así que menos lobos, porque lo que sabemos de una persona siempre es menor que lo que ignoramos, y eso no nos priva de degustar o rechazar su obra, o de analizarla a la luz de lo que sabemos o creemos saber, pero nunca a la luz de lo que ignoramos.
ResponderEliminarHay críticos y críticos, pero resulta curioso que muchos de esos que abogan por considerar la obra literaria como un producto inmanente, alejado de las circunstancias de quien la escribe, sean los mismos que redactan manuales en los que se detallan los amores de Garcilaso, de Lope, de Larra, de Bécquer, etc., dejando caer, de paso, que es esa experiencia amorosa única del genio la que se halla detrás de cada poema. Se ve que los 'mariquitas' no sienten tanto ni con tanta técnica...
ResponderEliminarLa cadena de asociaciones es imparable, y así debe ser. El amor oscuro es todo lo que dice Lázaro Carreter, midiendo cuidadosamente sus palabras, y es también un pene negro gozosamente erguido, o aun las materias oscuras que asociamos al beso negro. No se pueden poner barreras a las imágenes, ni en un sentido ni en otro. Y se hace el ridículo intentándolo.
ResponderEliminarPantagruel, el amor de Antonio Machado hacia Leonor es explícito, a pesar de ser una muchachita de catorce años, y dieciséis cuando se casa con el poeta. Hoy ya no lo veríamos tan normal. Pero en la España de esa época la homosexualidad era el pecado nefando. Lorca la vivió dramáticamente y su vivencia tortuosa nutre la retórica de sus poemas que se construyen en torno a símbolos -la Grecia clásica donde la sexualidad era más libre, Verlaine, los lirios, las flores amarillas, la sangre, el amor oscuro-. Tienes razón que leemos ignorando más que lo que sabemos y que eso no es óbice para comprender la obra artística, pero te pongo un ejemplo sorprendente. El parque Güell de Barcelona es hermoso, tiene decenas de miles de turistas cada año, pero hay a veces visitas guiadas que explican que el parque tiene una estructura simbólica, ocultista, propia del simbolismo del modernismo. De pronto, sabiendo, se te aparece otro parque Güell lleno de resonancias y de misterios. Es lo mismo con la obra de los poetas. Podemos leerlos sin información y nuestra lectura es válida, como no, pero cuando profundizamos en ellos y sabemos sus claves secretas, entendemos mucho mejor el proceso creativo y sus enigmas, y el poema se nos ilumina. La obra de Gibson, no exactamente desde el campo de la filología, ha sido de un enorme valor para descubrir a un Lorca más auténtico.
ResponderEliminarNo sabía que vivías en Granada y en esas cercanías lorquianas. Mi pregunta es si ya Granada ha aceptado a Lorca. Él amaba Granada, el mundo de la vega, los campesinos, la gente sencilla, pero detestaba a la burguesía granadina, que a su vez lo odiaba. Él no murió en otro sitio sino su tierra. Me han llegado referencias de que Federico no es muy apreciado en Granada, o que hay una gran ambivalencia hacia él.
Antonio, por mucho que la sociedad haya progresado y lo ha hecho mucho desde la época de Lorca, no deja de ser un conflicto interior y social ser homosexual. Las interpretaciones de Lorca como poeta del amor son menos conflictivas que las de Lorca como poeta homosexual. No es lo mismo hablar de Zenobia Camprubí Aymar, la esposa de Juan Ramón Jiménez y su musa, que de Rafael Rodríguez Rapún, el último amor de Lorca que murió suicidándose un año exactamente después de la muerte del poeta lanzándose contra una posición enemiga en plena guerra civil. O Eduardo Blancoamor, el inspirador de sus poemas gallegos. Es un tema del que no se puede hablar todavía con tranquilidad sin que surja el sarcasmo.
ResponderEliminarAl59, pero no estamos preparados todavía para la imagen de ese pene entrando gozosamente...Cela cuando con humor rancio de botica de pueblo habla de que él no se limita a tomar por culo, reduce la riqueza homosexual al hecho de tomar y no de dar. Sin duda, el poco prestigio de que gozaba Cela se vino abajo con este comentario chusco sobre un poeta asesinado. Como dijo Sciascia, Cela era la literatura más vacía de Europa.
ResponderEliminarEn estos tiempos, aparentemente tan avanzados, aún hay quien pone etiquetas negativas a un genio como Federico. Su homosexualidad fue decisiva en su vida y en su obra, por tanto no hay que obviarla ni quitarle importancia. Otra cosa es hacerle abanderado de una causa con pocas simpatías en ciertos ámbitos. Hay tanto hipócrita por ahí suelto... Le mataron por ser lo que era y como era y eso no se puede olvidar. Nadie niega su calidad como poeta pero hay quien se atreve a cuestionarlo diciendo que lo han convertido en un icono y en un casi dios, no siendo para tanto. La de burradas que aún tendremos que oír... Cualquier ocasión es buena para releer su obra y darla a conocer. Gracias por traerlo a tu blog.
ResponderEliminar¡Cuatro días para las vacaciones! Un abrazo, colega.
Joselu, tu comentario nos retrotrae a discusiones anteriores: ¿es mejor contemplar el arte -o la vida- con ojos inocentes, o poner en medio paradigmas explicativos? Es una discusión sin fin, pues es maravilloso descubrir por uno mismo en un museo un cuadro precioso que nos fascina, del que nunca oimos hablar ni sabemos nada de quien lo pintó, pero también es estimulante entrar en Kandiski guiado por las explicaciones de un experto que además nos lo pone en perspectiva con la música y la poesía de su tiempo; así se hace interesante hasta la sábana santa...
ResponderEliminarEn fin, me parece que es cierto que Granada es poco lorquiana; se habla aquí poco del poeta, más allá de los homenajes oficiales, y según Gibson -que eso no lo sé de primera mano- es dificil conseguir que quienes saben hablen. La actitud de la propia familia del poeta está llena de matices poco claros en lo que se refiere al patrimonio de sus restos. El sitio donde presuntamente yace es hermoso, pero solo presunto. La sociedad burguesa granadina es dificil y cerrada, yo diría que bastante derechosa, supongo que como todas. Yo vivo al margen. No soy de aquí.
E aquí uno de mis favoritos, de los que dejan el alma tocada...
ResponderEliminarTengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado."
Federico García Lorca
Un saludo afectuoso.
"(...) amor prohibido (...)" Esto activa mis músculos horripiladores de cabeza a pies y me da un dolor de corazón que no puedo. Porque me parece algo realmente horrible y porque prohibir amar me parece la más grande de las abominaciones. Existe acaso la expresión "odio prohibido" ¿¿??
ResponderEliminarMe confieso ignorante, y encima inculta, no he leído a este hombre, o eso creo, porque el poema que ha puesto carmensabes lo conocía.
La verdad es que no me fijo demasiado en quien escribe la mayor parte de las cosas que leo. Me pasa un poco como con las películas y sus directores, guionistas y demás. Aún con esas, sí creo interesante, si es que algún escritor, director, etc, llama mi atención de un modo particular, saber POR QUÉ exactamente, escribe lo que escribe. Porque intento entenderle a él y como producto, a lo que quiere transmitir, que es lo que me llega a mí. Algo que probablemente no diste demasiado del producto escrito/filmado/cantado de algo que yo siento, e intento NO interpretar de un modo equivocado, y para eso hay que saber. Saber sobre su vida, saber sobre sus circunstancias, saber del sufrimiento y saber de todo lo que se pueda saber. Que eso ya sea interesante o no, opino que depende de eso mismo, del interés de cada cual en primera persona.
Un beso.
Hola, Joselu.
ResponderEliminarMe ha gustado de manera muy especial esta entrada porque yo soy una amante de Lorca, así que te la agradezco como no te imaginas. He leído gran parte de su obra y la verdad es que para mí ha sido un autor de cabecera.
Lo descubrí en la secundaria, cuando nos pusieron a leer uno de sus libros, y desde entonces lo he amado y lo releo cada cierto tiempo. Ahora mismo estoy releyendo algunos de los heterónimos de Pessoa y cuando termine planeo releer (nuevamente) algunos libros de Lorca.
Con relación a lo de si hay que ver a la obra independientemente del autor, creo que en el caso de muchos escritores su obra se comprende mejor si se conocen algunos detalles de su vida personal, lo que no quiere decir que la calidad va a estar supeditada a eso.
En el caso de Sylvia Plath, por ejemplo, he podido acercarme mejor a su obra y entenderla, después de haber conocido algunos detalles de su vida, al igual que con algunos autores cuya escritura no logro aprehender por completo, quizás porque a veces el imaginario literario de ese escritor contiene ciertos símbolos que sólo es posible apreciar o comprender si se ponen dentro de un contexto.
Un saludo muy cordial para ti.
Seguramente su condición de homosexual marcase toda su obra, pero no por el hecho de ser gay en sí, que no creo que eso influya en la forma de comportarse hoy en día, sino por la absoluta necesidad de ocultarlo en esos tiempos... De alguna manera tendrían que sacar fuera ese sentimiento, y Lorca lo hacía así de bonito, de íntimo.
ResponderEliminarEl Cela... mucho premio nobel pero un gilipollas sin igual. Lo conocí en persona y tuve ocasión de intercambiar unas palabras con él. Doy fe de que era exactamente igual de estúpido y prepotente que se le imagina uno cuando le vé en entrevistas y coloquios...
Un abrazo, Joselu
Lorca, Lorca... Lorca es un poeta maldito. Tiene todos los ingredientes para serlo, y lo fue, y acabó como acabó. Es triste , muy triste el final del grandísimo poeta. Con él se fue una manera de ver la vida, y con él surgen cuestiones anejas a su obra. Cuestiones sobre su personalidad. ¿Influyeron estas cuestiones en su obra? Claro que sí. Si Lorca hubiera sido de otro modo, su obra no hubiera sido igual.
ResponderEliminarUn saludo
Como ya han confesado otros, yo también soy un ignorante. Apenas conozco a Lorca, pero he leído su biografía, por Gibson. Como en el caso de Paul Preston y Henry Kamen, parece un poco triste que los mejores hispanistas sean anglosajones.
ResponderEliminar¿Podrías hacer un poco de didáctica? ¿Por que no nos propones un poema de Lorca y lo comentas? Como si fuera para tus estudiantes.
Frikosal, tuve un blog -que todavía sigue abierto pero inactivo actualmente en que me dedicaba a comentar poemas y entre ellos comenté La aurora de Lorca. La referencia es PALABRA POÉTICA. Mira el blog, quizás es a lo que te refieres. Algún día volveré a este blog. Lo tengo en la reserva. Un cordial saludo.
ResponderEliminarEs muy posible que tener que vivir con los prejuicios de una sociedad sea algo creativo. Pero es la expresión de un mismo sentimiento. Yo no buscaría más matices que, a menudo, dan la razón a quien no la tiene.
ResponderEliminarYolanda, pienso que sería un craso error ponerle a Lorca la etiqueta de poeta homosexual, como lo fue un tiempo la de etiquetarlo como poeta gitano o andaluz. Lorca trasciende estas clasificaciones y es realmente un magnífico poeta. Otra cosa es que podamos acercarnos a su obra sabiendo ciertas claves sobre sus sentimientos amorosos, igual que éramos conscientes cuando estudiábamos a Garcilaso y hablábamos de Isabel Freyre como musa de sus poemas. En esta ocasión tendremos que hablar de Dalí, de Emilio Aladrén, de Rodríguez Rapún, entre otros. Y no pasa nada. Sigue siendo un gran poeta pero la persona amada no es la habitual, pero sigue cumpliendo el paradigma de el poeta ama. Sin más. Un abrazo.
ResponderEliminarPantagruel, en el caso de Lorca, como en de muchos poetas, hay poemas tan crípticos que una lectura inocente nos deja fuera totalmente si no conocemos sus coordenadas creativas. Hay poemas aparentemente fáciles como los del Romancero gitano o Canciones, pero la realidad es que no lo son tanto. Calaron en su tiempo en el sentir popular, lo que a Lorca le produjo en cierto sentido una profunda depresión porque creó la imagen del poeta gitano, rechazada por los que más interesaban al propio Lorca. Su poesía más densa es difícil. Lorca no es un poeta fácil. Sin una exégesis es difícil llegar al núcleo vivo.
ResponderEliminarcarmensabes, éste es uno de los poemas más característicos e inequívocos de los sonetos del amor oscuro, que no vieron la luz hasta 1984, cincuenta años después. Un saludo.
ResponderEliminar"Era capaz de toda la alegría del universo, pero su sima profunda, como la de todo gran poeta, no era la de la alegía.Quienes le vieron pasar por la vida como un ave llena de colorido no le conocieron.Su corazón era como pocos ,apasionado y una capacidad de amor y de sufrimiento ennoblecía
ResponderEliminarcada día más aquella noble frente.Amó mucho, cualidad que algunos superficiales le negaron.Y sufrió por amor, lo que probablemente nadie supo.Recordaré siempre la lectura que me hizo, tiempo antes de partir para Granada, de su última obra lírica.Me leía sus Sonetos del amor oscuro,prodigio de pasión,de entusiasmo, de felicidad,de tormento,puro y ardiente monumento al amor, en que la primera materia es ya la carne, el corazón, el alma del poeta en trance de destrucción.Sorprendido yo mismo, no pude menos que quedarme mirándole y exclamar:"Federico qué corazón!¡Cuánto has tenido qué amar,cuánto que sufrir!"
V.Aleixandre
Vero, Lorca es universalmente conocido, es quizás el más popular de nuestros poetas, y su vida tan aparentemente exitosa se nos llena de espacios oscuros cuando entramos en ella. Era ingenuo como pocos, y necesitaba amar y ser amado con una enorme intensidad. La figura de su madre era importante porque él no hubiera querido defraudarla ni causarle sufrimiento. Muchas de las contradicciones de Lorca, que no son tantas porque en su poesía en clave nos habla, son producto de los condicionamientos de su momento. Sólo nos queda leer a Lorca, leer poesía, un lenguaje minoritario pero pleno de resonancias de vida y de sentimientos.
ResponderEliminarRosa Silverio, estoy de acuerdo contigo en que es necesaria una contextualización para entrar en el mundo de la poesía, sea Sylvia Plath o García Lorca. Muchos de sus poemas son crípticos si no acudimos a su vida personal. Ello añade una dificultad adicional al lenguaje poético, pero esa es su riqueza y complejidad. Un cordial saludo.
ResponderEliminarNovicia Dalila, creo que el centenario de Cela en el 2016 será mucho menos celebrado, al menos por los que lo conocimos en vida y nos pareció un fatuo y un imbécil insoportable. Lástima porque La familia de Pascual Duarte y La colmena prometían, pero se quedó en eso, en una promesa llena de estupidez y de petulancia. Que le den morcilla.
ResponderEliminarMiguel, no cabe duda que nuestra obra es hija de nuestra vida, de nuestros condicionamientos y de nuestro talento. En el caso de Lorca, de su genio creador. Su obra sigue emocionando a adolescentes difíciles de captar si no es algo muy especial.
ResponderEliminarMe siento algo avergonzada por no haber leído nada de Lorca, siendo andaluza como soy y amante de la buena literatura.
ResponderEliminarHe tomado nota de algunos libros que han comentado y sin duda compraré algo en breve.
Respecto al tema de si ha influido la homosexualidad en la obra de Lorca... es obvio que sí, o al menos para mi porque todo lo que somos, la forma de sentir y querer que tenemos, nuestros gustos y personalidad son los ingredientes necesarios para que la receta de la escritura surja. No he leido nada de él, pero todo lo que somos da lugar a lo que escribimos. Eso bajo mi modesta opinión.
Sin duda, Joselu, como bien señalas, su condición de homosexual sirve para contextualizar su obra. A algunos como a Cela -recuérdese que fue censor franquista- también le sirvió para censurar, para etiquetar y para insultar. ¡Qué le vamos a hacer!
ResponderEliminarRecuerdo que en mis clases de COU -años 90- yo sí mencionaba su condición sexual al explicar su obra: es cierto que había alumnos que pegaban un respingo en el pupitre, pero hay quien me pidió el libro que solía utilizar entonces: Buñuel, Lorca, Dalí: un enigma sin fin de Agustín Sánchez Vidal donde claramente se expone su sexualidad y los problemas derivados de ella.
Como dice la canción: ¡cómo hemos cambiado...!, aunque don Camilo no lo viera.
Siempre Federico...
En todo caso, no sería el primer gay que destaca como fuerte escritor de una voz única y notable. No creo que se debe ocultar este aspecto de su vida, pero que tampoco se debe resumir su vida en ello -- no se dice de otros poetas y autores que eran heterosexuales en sus biografías.
ResponderEliminarCreo que la condición humana es muy variada y que un gran poeta o escritor, o artista en general, viene condicionado en su voz y en su expresión por lo que "es". Dicho esto, lo importante es que esa voz y esa expresión toquen algo universal que sea capaz de conmover a quien no "es", a otro diverso humano, de modo que haya una identificación en cierto sentido. La grandeza de Lorca no está en su homosexualidad, sino en su voz, como la miseria de Cela no está en su torpeza, sino en su impiedad, que lo limita.
ResponderEliminarRubén, hermoso y atinado testimonio de alguien que conoció muy bien a Federico y que fue testigo de su creación y mundo sentimental. Pocos poetas, salvo quizás Antonio Machado, atraen tan magnéticamente la mirada sobre ellos, y ciento y pico años después de su nacimiento seguimos fascinados descubriendo claves de su obra y de su vida.
ResponderEliminarAntonio, quizás ese vivir ocultando lo que se era produjo que el poeta hablara en sus poemas en un lenguaje secreto, pero él ansiaba una sociedad en que no tuviera que esconder sus sentimientos. Él siempre fijaba su mirada en la Grecia clásica en la que era la mayor dimensión del sentimiento, el amor a los Efebos. Su poesía está preñada de referencias a este mundo, como la de Luis Cernuda.
ResponderEliminarAljana, he entrado en tu blog y he visto tu dedicación y tu interés por la buena literatura. No cabe duda de que Lorca también lo es, no porque fuera homosexual, sino porque era un artista creador de extraordinarias imágenes poéticas y con un sentido del ritmo poético maravilloso, como buen músico que era. Tenía, en medio de su mundo dramático, capacidad de captar en el aire la esencia de la vanguardia y acomodarla a su mundo interior. Poeta en Nueva York es uno de los mejores libros poéticos del siglo pasado.
ResponderEliminarMarcos Cadenato, yo tuve tres años como profesor en la universidad de Zaragoza a Agustín Sánchez Vidal, y devoré el libro a que haces referencia. Alguna de mis exalumnas, apasionada del surrealismo, lo leyo con delectación. Sin duda, la relación feraz y conflictiva entre los tres genios es una de las más ricas y misteriosas del siglo XX. ¡Qué conjunción de riqueza magmática! Por mi experiencia puedo decir que Lorca sigue gustando y mucho. Su teatro y su poesía. Tiene algo que lo hace profundamente universal y llega incluso a estos adolescentes tan alejados a priori de lo literario. Cuando digo en clase que era homosexual siempre hay alguna broma, pero es en los primeros momentos para luego asumirse con normalidad.
ResponderEliminarVíctor Manuel, es cierto que no debe resumirse un autor en una cuestión de si era homosexual o heterosexual, pero es común cuando el mundo de los sentimientos aparece en la obra de los poetas saber quiénes eran sus musas. La historia de la literatura está preñada de ellas. Cambia el panorama cuando el destinatario de la poesía es alguien del mismo sexo. Sin duda es amor. A mí en la universidad me enseñaron que el tema en la inmensa mayor parte de los poemas del siglo de oro era "el poeta ama a la dama". Cierto. Pero ¿y si el planteamiento es "el poeta ama al efebo"?. En el primer caso no nos plantea problemas. En el segundo todavía sí. Se habla de no darle relevancia especial, pero en el caso de las relaciones entre poeta y dama, por ejemplo el amor cortés medieval, se han llenado miles y miles de páginas de enjundiosas reflexiones sobre las concepciones amorosas que implica. En el amor homosexual todavía nos movemos con suma precaución y hay que hablar con filtros, velos, códigos, secretos, mundo en el que Lorca era un maestro cifrando mensajes. Un cordial saludo.
ResponderEliminarClares, creo que lo has sintetizado muy bien. Lorca es universal y llega -sigue llegando- a cualquier cultura y condición de los seres humanos. Conocía el universo femenino de una forma extraordinaria, y a ello no era ajeno su realidad sexual. No debe hablarse de una literatura homosexual, pero sí que debemos tenerlo en cuenta. El caso de Cela, creo que lo has planteado muy bien. No sé qué pensarán las futuras generaciones que no lo conocieron en persona, no sé si su literatura seguirá diciendo algo dentro de treinta o cincuenta años. La de Lorca no me cabe duda de que sí. Esto le molestaba profundamente. Su impiedad, como dices, lo limitaba.
ResponderEliminarJueves, te he dejado para el final (hasta ahora), un abrazo muy fuerte. Tu comentario sintético, poético, revela tu conocimiento del poeta. Siempre Federico.
ResponderEliminarJoselu, todavía guardo en mis estanterías el suplemento de ABC que compré cuando salió, muy anunciado previamente. Descubrí a Lorca en la pubertad, que pienso es la mejor etapa de la vida para acercarse a él, porque entonces nos deslumbra todo su brillo y su mágica facilidad. De lo que no cabe duda es de que tenía una condiciones insuperables para destacar y tal vez esa facilidad pueda ser su mayor defecto, no lo sé.
ResponderEliminarEn cuanto a la homosexualidad, me pregunto por qué no la tomamos en cuenta al leer a los clásicos griegos y latinos. Me temo que a ellos no les parecía relevante, y acaso nos contagian con su indiferencia.
Saber o no saber... yo no estoy lo bastante maduro como para querer saber. Todavía recuerdo cómo me estropeó la lectura de "A la recherche..." mi apasionada búsqueda de las claves de la biografía de Proust. Y es que Albertine, a secas, me parecía más universal que su cochero.
En definitiva, me parece más verdadera la obra que lo que nos cuentan los demás, y siempre pongo en duda los datos biográficos si entran en contradicción con la obra. Descreo de los periódicos del día, estoy desengañado de la crítica. Me parece que la obra es la única verdad y el único cauce para poder utilizarla como espejo de nosotros mismos.
Animal de fondo, mis poetas de adolescencia fueron Salinas, Miguel Hernández, Neruda, Antonio Machado. A Lorca lo descubrí como lector más tarde en la universidad. Tu punto de vista es agudo e interesante. No lo veo contradictorio. Son dos momentos de la lectura. Recuerdo cuando leí El Quijote por primera vez sin apenas información previa y en una edición de Alianza sin citas. Me pareció un libro humorístico y recuerdo que me divertían enormemente las andanzas de los dos compinches. Más adelante profundicé en la obra, en su interpretación, en sus sentidos; incluso, hace unos años, me fui en tren a La Mancha y realicé la ruta del Quijote con la edición crítica de Rico que me iluminó muchos aspectos de la novela. Lo cierto es que ahora, tal vez por la edad, me resulta una novela, especialmente al final, preñada de melancolía y tristeza. Son diferentes niveles de lectura: la espontánea y directa sin claves interpretativas, y la crítica con abundante información. En la dialéctica de ambas nos movemos. A mí, no obstante, me gusta saber siempre algo de los autores que leo. Muchas veces la obra literaria es ambigua y la información te ayuda a desentrañar aspectos oscuros de la misma.
ResponderEliminarDices que no prestamos atención al tema de la homosexualidad en los autores grecolatinos. Ello se debe a que la vivieron probablemente sin conflicto interior ni social porque estaba perfectamente integrada. No es el caso de Lorca que vivió un terrible drama personal en el que seguro que el odio a sí mismo estuvo presente en sus sentimientos. Hubo un momento en que aceptó más claramente su homosexualidad tras su viaje a los Estados Unidos y Cuba, y eso se notó en su actitud personal y en su obra. De todas maneras todos conocemos el drama de Oscar Wilde por su homosexualidad y podemos hacernos cargo de lo que suponía en aquel momento ser tildado de invertido (no existía el término homosexual ni gay)o maricón. En todo caso, entiendo y aprecio tu punto de vista. Un cordial saludo.
Creo que el gran Federico García Lorca es nuestro Rimbaud y también el peor leído de nuestra literatura.Buñuel y Dalí no le hicieron justicia,pero el gran Pepín Bello sí,y también Francisco Umbral que escribió el mejor libro de Lorca.
ResponderEliminarHay una cosa que siempre me dió repeluzno y es cuando se escribe o se hacen películas sobre estos artistas y se retrata únicamente y con obsesión su homosexualismo.Pongo de ejemplo a Oscar Wilde o Francis Bacon,entre otros.Creo que eso es malo.¿Es todo lo que fueron? Centrarse solo en estas cosas los reducen para las nuevas generaciones.Tengo un libro en donde se recopila la correspondencia de Dalí y Lorca y te puedo decir,mi querido amigo,que es penoso.Allí se lee a dos jóvenes que se escriben de una manera ñoña,infantil que desacredita sus talentos para los que han leído el libro y no conocen nada de sus obras.
No he leído Lorca y el amor oscuro,pero me siento feliz de haber leído toda su obra.Llevo tatuado un berso de él que dice:"Yo no soy una piedra,ni una rama,ni una hoja que se lleva el viento.Soy un pulso herido que ronda las cosas del otro lado."
Un fuerte abrazo.
Cuando éramos críos los maestros progres nos leían a Lorca insistiendo en lo de "Guardia Civil caminera..." En la vieja edición de Austral del "Romancero gitano" (la mía es del 73) nosotros nos deteníamos en la rosa azul del vientre de Preciosa, o en los muslos como peces de la casada infiel. En el Instituto nos sorprendió en Nueva York la vaca que tenía las tetas llenas de perdigones y el vómito de los húsares sobre los pechos de la prostituta. Después vinieron los que tenían un "amigo Federico", y por todas partes se representó Yerma y La casa de Bernarda Alba. Una mañana el ABC publicó unos versos inéditos. Chocaba el asunto, porque Lorca había sido adoptado como poeta oficial por los otros. Amancio Prada usó los Sonetos del amor oscuro (ya se sabe: la poesía no es de quien la hace, sino de quien la necesita) y cantó uno de sus mejores trabajos. A mí me gustó Lorca de verdad por primera vez, y pensé que quizás había muerto demasiado joven, que podía haber sido un gran poeta, que podía haber superado con la madurez el folklore andaluz que nunca me hizo demasiada gracia... "Pero pronto, que unidos, enlazados, boca rota de amor y alma mordida, el tiempo nos encuentre destrozados". Sin zarandajas. Sin aspavientos.
ResponderEliminarAl fin y al cabo da igual lo que le pase a los que escriben. Se trata de que ofrezcan una pequeña y recóndita revelación.
Los filólogos, para parecerlo, han de andar hurgando por las vidas sin detenerse a escuchar. Antes se ocuparon de los -ismos. Ahora es el tiempo de las "diferencias" (de género, de sexo, de raza...). Sobre el Quijote se cebaron y lo volvieron odioso. Hasta llegué a escuchar a uno que pretendía dictaminar la dolencia psicopática del hidalgo manchego.
"Que lo que no me des y no te pida,
será para la muerte que no deja,
ni sombra por la carne estremecida".
¿Por qué hay que entenderlo?
¿Por qué entenderlo significa verlo en figura, pene, coño, piel, tetas, ojos, pelos, labios?
Desde la caverna de Platón, mi descubrimiento de Lorca fue tardío. En cuarto o quinto de filología llegué a su teatro que me gustó. Era magnético, pero no me planteaba dilemas como el teatro de Camus, de Sartre o de Sastre. Luego fui encontrándomelo en mi camino constantemente. Su romancero gitano era paradigmático (y no sólo andaluz), sus odas a Salvador Dalí, al Santísimo sacramento eran revulsivas. Lorca era un extraordinario progresista en la España de los años treinta. Y el motor de todo no sólo era su izquierdismo republicano, sino lo fundamental era su condición sexual. Lo he ido aprendiendo de los libros de Gibson, que no es filólogo. A Lorca lo asesinaron por republicano, por izquierdista y también y sobre todo por maricón. ¿Que parte de su personalidad ocupa esta vertiente? Mucha. Se ha hablado y por extenso de la amada de Garcilaso (Isabel Freire)o de Quevedo (Filis, Amarilis...) o de don Quijote (Dulcinea), etc, etc, los ejemplos son interminables, pero se ha hablado menos en nuestra tradición en otros modelos. ¿Es una moda hablar del modelo del poeta ama al efebo? No creo, es otro modo de concebir las cosas. Todo el mundo sabe que Neruda era un mujeriego y hablamos de sus musas, de sus inspiraciones o también en el caso de Picasso. Pero cuando el modelo es otro. ¿Debe ser silenciado? ¿Ignorado? A mí me enseñaron que el poeta ama a la dama. Nada más. Y se han escrito miles de páginas sobre ello.
ResponderEliminarNunca me ha interasado la propensión sociológica y psicológica de la Filología. ¿Qué me importa a mí Isabel Freire? ¿Y quién coño es Isabel Freire si tengo para siempre a la eterna Elisa?
ResponderEliminarHay cientos de tesis doctorales que se dedican a recopilar los pelos dejados en la ducha de los/las amantes de los escritores. Para mí es un signo más de la decadencia de los estudios humanísticos, repletos de estudiosos que ocultan su incompetencia lectora con estos ensayos de Filología de papel cuché. ¿Recuerdan cuando estuvo de moda y era absolutamente transgresor y "guay" escribir sobre la supuesta homosexualidad de Miguel de Cervantes? Corrieron ríos de tinta sobre algo que no aporta ninguna luz a su obra inmortal.
Así como quien indaga en la identidad de Beatriz no ha entendido absolutamente nada de Dante, la vida privada de Lorca es una excusa más de quienes quieren seguir viviendo del cuento académico y editorial. Las circunstancias de un escritor, sus obsesiones y pulsiones son, por supuesto, el motor de su obra. Pero la lectura es una suerte de rescritura del texto, movida por circunstancias, obsesiones y pulsiones muy diferentes a las del autor. El amor oscuro de los sonetos, en última instancia, es "mi" amor oscuro, que nada tiene que ver con la homosexualidad.
El exabrupto de Cela resulta tan poco interesante como las reivindicaciones políticamente correctas de ciertos críticos.
Yo como homosexual puedo decir, que si es cierto que tu condición sexual marca y define tu manera de relacionarte, sentir y vivir tu día a día... Me gusta Lorca por su obra, veo en el al poeta que refleja su forma de ser, de sentir...muestra en sus lineas matices gays por ser gay o los vemos por saber que era gay ?. No lo considero un icono gay,un poeta, un genio de su época, perseguido por su condición sexual y política que nos permite ver en su obra sus sentimientos,ocultos para la sociedad de la época, se palpa sus miedos, su frustración por tener que negarse a si mismo,sus deseos y su amor... Por esto hoy sigue tan vivo,en nuestros días todavía se sigue insultando, marginando y matando por ser GAY.
ResponderEliminarAndrés Hurtado de Micina, veo muy oportuna su reflexión pues da lugar a otras reflexiones que todavía no se habían hecho. En primer lugar, cuando hablamos de amor literario en nuestra historia occidental hemos de abordar de qué modelo literario estamos hablando. Nuestra tradición literaria sobre el amor deriva del llamado feudalismo de amor, el amor cortés, que se inicia en las cortes de Provenza y Andreas Capellanus fue uno de sus primeros teóricos. Este modelo vino a suponer una estilización del sentimiento amoroso en que el caballero se sometía a la dama (a la dama!)y la servía como vasallo. En la tradición amorosa, ella solía ser casada porque era condición indispensable para poder tener vasallos de amor incluidos. El amor cortés y la literatura cortesana incluida la tradición artúrica supone una intensa reflexión sobre el sentimiento amoroso, es la primera de nuestra era. Luego vino Petrarca y en los sonetos dedicados a Laura vino a instaurar un modelo renovado en que la amada era hielo y el enamorado fuego utilizando una serie de tópicos amorosos que llegan hasta Garcilaso que cita usted cuando habla de Elisa. Pues de Elisa estamos hablando. ¿No hay un modelo literario detrás? No estamos hablando de biografía. La de Isabel Freire es tan escasa que no nos sirve de nada. Modelos literarios, Andrés Hurtado, que existen porque hay una determinada concepción del ser hombre, de ser mujer, y del amor que no tenía por qué coincidir con la realidad de aquella época. ¿Estamos de acuerdo? Cuando Pedro Salinas escribe La voz a ti debida, inspirándose en un verso de Garcilaso, somete la tradición occidental a un nuevo pulso por su dialéctica y su concepción de la mujer. Nos interesa de la poesía el "yo poético" pero también el "tú poético", y esto se basa en modelos literarios (Bécquer, Neruda, Espronceda...). Es indudable que cuando hablamos de historia literaria la idea de modelo es esencial. Sin modelos no hay historia ni literatura. Pues bien cuando nos enfrentamos a la poesía de Lorca nos interesa indagar en el "yo poético" y en el "tú poético", que en este caso no es Elisa, sino Salvador, Emilio o Rafael, tres de los amores de Lorca, y que introduce en sus poemas de manera a veces directa y sin ocultación, otras veces lo hace de manera encubierta por precaución y discreción. ¿No nos interesa la concepción del amor de Lorca? ¿No nos interesan el modelo que utiliza? Usted dice que sólo el acto de lectura cierra la obra y la completa, lo cual es diáfanamente cierto, pero a veces ésta nos plantea enigmas de difícil solución y se nos aparece como críptica. Poemas de Poeta en Nueva York son extraordinariamente complejos y necesitamos del apoyo de ciertos conocimientos para poder acercarnos a ellos. Pienso yo. No veo ocioso, en consecuencia, el trabajo de Ian Gibson, pues contribuye a iluminar aspectos esenciales de Lorca y de su concepción de la poesía y del amor que en este caso era homosexual. Y créame mi interés no es debido a la corrección política existente sino a un interés que me lleva a acercarme a su vida y obra como una unidad que es difícil disociar. Perdone el largo párrafo. Pero quiero dejar claro que la tradición amorosa occidental se basa en el tópico "el poeta ama a la dama" y en el amor homosexual no es así por motivos obvios. Un cordial saludo. Gracias por su presencia e intervención.
ResponderEliminarKenzo, gracias por tus palabras, especialmente valiosas. Me interesa cuando afirmas que en Lorca se perciben sus miedos, sus frustraciones -por tenerse que negar a sí mismo-, sus deseos, su amor. Este es el núcleo de Lorca, la idea del amor imposible, la idea de destino trágico que él en su vida y muerte desgraciadamente confirma, la ocultación, el desprecio de sí mismo, el profundo conocimiento que tiene de las mujeres. Todo esto son elementos que siguen haciendo que Lorca siga bien vivo, sea universal, y actual.
ResponderEliminarFrancisco Machuca, quizás en nuestro tiempo están aflorando reflexiones sobre la identidad sexual para las que no había habido lugar en otras épocas. Ahora tenemos libertad mientras que en la época de Wilde, o Gide o Proust o Whitmann eran muy difícil abordar. No se trata pienso yo en destacar sólo un aspecto de su obra y vida -la homosexualidad- pero es cierto que la heterosexualidad está tan en el aire, en la cultura, en las relaciones humanas, en nuestra tradición literaria, en nuestro cine... que goza de la llamada "normalidad". No es difícil ser heterosexual. Todo se da por supuesto. Uno no tiene que enfrentarse a nada. Va a favor de las tradiciones en todos los órdenes. Pero el que por sus circunstancias no lo es, añade a su vida y a su obra (por los conflictos que necesariamente implica)factores diferentes que cabe tener en cuenta. Quizás en nuestra época se le está dando una especial relevancia, es cierto, pero es que hasta ahora no había sido posible. Como tampoco había sido posible el matrimonio homosexual, que empieza a abrirse paso en el mundo occidental. Del otro mundo prefiero ni hablar de la situación de los homosexuales. Un cordial saludo.
ResponderEliminarComprendo y hago mía su jugosa intervención, pero insisto en el argumento que he aportado antes -de manera, me temo, harto confusa-: el interés sobre aspectos de la vida de un escritor responde, claro está, a la necesidad de construirnos un "entorno" literario que nos ayude, como lectores, a profundizar en la obra; pero, en los tiempos que corren, no es difícil caer en ese afán diferenciador y categorizador de la Literatura. Y, sobre todo, es muy posible que, si usted lo hace, le malinterpreten tanto los adalides de las categorías simplificadoras -ya sabe: literatura homosexual, literatura femenina, literatura afroamericana, literatura...-, como los reacios -como un servidor- a que el genio literario quede prisionero del demagógico interés por las "minorías".
ResponderEliminarAhora bien, si bien estoy de acuerdo en las premisas que mueven su breve y muy atinada mini historia del sentimiento amoroso en la Literatura, difiero en la conclusión que presenta. Si, como dice, el amor homosexual bifurcara el camino iniciado en el amor cortés, si fuese un distingo en la historia literaria, su existencia y su permenencia impedirían su perdurabilidad, lastrarían de raíz cualquier posibilidad de que las obras "homosexuales" se transformaran en obras maestras del genio humano.
No, lo importante del amor cortés y del petrarquismo no es que el motivo erótico sea una dama, sino todo el proceso que describe y que, posteriormente, funda las bases, no sólo de una tópica literaria sino de un modo de enamorarse (yo a veces planteo esta pregunta a mis alumnos de Bachillerato: ¿es nuestra forma de amar algo puramente instintivo y emocional, o se trata en cambio de un atavismo cultural?). Y ese modo de enamorarse es el mismo independientemente del sexo del referente amoroso. Los sonetos de Lorca son deudores, tanto en la forma como en el contenido, de esta tradición literario-emocional de Occidente. Por eso emocionan, llagan y son comprendidos tanto por homosexuales como por heterosexuales. Por eso alguno de ellos será copiado por algún alumno letraherido y enviado o recitado a su novia.
Por eso son Literatura, sin adjetivos.
Un afectuoso saludo.
Andrés Hurtado,la literatura es una y no tiene adjetivos, sea Homero, Proust, Goethe, Beckett, Lorca o Rilke por poner unos nombres. Sin embargo, por necesidad y en razón de la lengua hablamos de literatura inglesa y norteamericana, hispana, catalana, francesa, antillana, sueca... Los adjetivos se multiplican sin cesar aunque todos son derivaciones de esa gran literatura. Dentro de esa literatura hay distintas corrientes dentro de las concepciones amorosas. No es lo mismo el amor en oriente (literatura china, japonesa, india)que en occidente. Son tradiciones profundamente distintas. El amor es una convención cultural y éste ha cambiado con el tiempo. La literatura del vasallaje de amor se ha transformado en una relación igualitaria en nuestro mundo, ha adquirido nuevos perfiles. Creo que uno de estos perfiles, y que merece un estudio específico, es la imaginación gay, sumamente rica y barroca. La poesía de Lorca se nutre igualmente de los modelos occidentales de que hemos hablado. Él era un buen conocedor de la poesía popular española y su teatro y sus poemas son un ejemplo de que se basan en ella; de igual modo, su poesía se sumerge en el irracionalismo de época y ahonda en el surrealismo. Pero dentro de este cruzar de corrientes ¿por qué no admitir también que existe una corriente más, que matiza, que enriquece y singulariza su lenguaje poético haciéndolo especial: la imaginación gay que tiene otro objeto amoroso, que se relaciona de otro modo, y cuyo objetivo no es el coito vaginal sino anal (tengamos en cuenta que en la tradición cortés existe la contención, pero también sobrevuela la relación sexual como foco de tensión imaginaria -realizada o no-.)y ello implica símbolos diversos, deseos, modos, formas de estar en el mundo y de la conquista del objeto amado divergentes. Esos poemas del amor oscuro que usted dice por ejemplo que un muchacho copia y se lo dedica a su novia, ¿hasta qué punto cambian cuando usted le revela que el destinatario original es un varón? ¿No supone un choque cultural para ellos? Como profesor en un tiempo de literatura -ahora no sé qué soy- sé de la perplejidad que suponía a ellos y ellas pensar en términos de relación homosexual. Todavía es un tabú del que no se puede hablar libremente. Sin embargo, pienso que tiene unos perfiles que merece la pena ahondar, sin eso sí quitarle que sea o no buena literatura. Usted y yo estamos de acuerdo en que Lorca era un buen poeta, cuya carrera hubiera merecido vivir unas décadas más para poder culminar su creación. Pues bien a Lorca lo odiaban y mucho las derechas, y lo odiaban por ser izquierdista, pero sobre todo por ser maricón. Sonroja ver las revistas de la época cómo lo trataban (Federico García Loca, lo llamaban, el maricón de la pajarita, otros). Creo que merece la pena profundizar en esa imaginación gay que sin duda tenía. No es una literatura diferente, pero sí que pienso que merece una atención en algún momento. Reciba un afectuoso saludo.
ResponderEliminarUsted y yo, querido Joselu, estamos de acuerdo en muchas más cosas, aunque parezca lo contrario. Un placer charlar con usted.
ResponderEliminarP.S.: Resulta curioso. En una -improbable- lista de mis diez poetas preferidos, al menos tres serían homosexuales: Kavafis, Whitman, Cernuda...
El próximo jueves, 2 DE ABRIL,el autor Ian Gibson, presenta en Sevilla su
ResponderEliminarnuevo libro, 'Lorca y el mundo gay' (Editorial Planeta), que se centra en
uno de los aspectos menos estudiados en nuestro país sobre el universo de
Federico García Lorca: la homosexualidad del poeta, que durante muchos años
ha sido un tema tabú, pese a que es una de las claves para entender el
mundo creado por el autor en textos como 'Romancero gitano' o 'Poeta en
Nueva York'.Un saludo
He leído mucho sobre Lorca y su entorno, porque me fascinan él y su época.
ResponderEliminarHe llegado a la conclusión de que los genios con tantísimo duende como Lorca o Dalí, están a un grado de sensibilidad muy por encima de lo que el resto de los mortales entienden por sexualidad. Sólo que, tristemente, les tocó vivir un tiempo en que uno tenía que definirse, y, además, definirse en lo correcto.
Andrés Hurtado, un placer compartido y además valoro y en mucho sus ideas. Simplemente pienso en voz alta, pero sin dejar de reconocer que es difícil hablar de una literatura gay. Hay autores gays que escriben literatura, que la han escrito. Ha citado a varios poetas. Pero ¿qué tienen en común? Sería un buen tema de reflexión pero pienso que un mundo que aspira a ser disfrutado dionisiacamente. No sé. Me quedan muchas dudas, pero creo que este es un buen espacio para lanzarlas. Un afectuoso saludo.
ResponderEliminarKENZO, me encantaría estar en el acto de presentación en Sevilla porque me encanta Sevilla, especialmente Triana, pero resido en el otro lado de España, en esa tierra tan estimada por Lorca y en la que tan bien acogido fue. Me refiero a Cataluña. Aquí era muy querido, más que en Granada. Un cordial saludo.
ResponderEliminarJose el lanzador de botellas, Lorca y Dalí tuvieron una sexualidad bastante complicada. Lorca se fue aclarando, pero Dalí sentía hacia el sexo verdadero horror. Su relación mutua, junto a Buñuel, el que falta de este trío de ases, es uno de los enigmas más extraordinarios de nuestra historia artística.
ResponderEliminar¿Acaso importa su condición sexual si su poesía llega a cualquiera que la lea? ¿Acaso dejará de sonar el tambor de la llanura o los gitanos dejarán de fabricar anillos blancos por ello? Si alguien tiene dudas que lea atentamente la "Oda a Walt Whitman"
ResponderEliminarPero... que más da, ¿deja de ser una obra maestra de la condición humana la Casa de Bernarda por sus "querencias". No, no creo que a nadie que lea a Lorca le importe. Y si le importa, peor para él, no sabe lo que se está perdiendo.