¿Es necesario, como dice Ramoneda, que una sociedad genere su propia negatividad para no terminar condenada a muerte o a la indiferencia? ¿Es necesaria terapéuticamente la rebelión de los jóvenes? ¿Por motivos puramente individualistas y de acceso al bienestar o por razones más amplias y profundas?
El otro día hablaba mediante el chat con un exalumno en paro que colabora con una ONG de ayuda a Centroamérica. Me decía que las cosas no podían continuar así, que había que hacer algo. Intuyo en los jóvenes, como él, el inicio de una conciencia que va más allá del propio individualismo. Creo que es muy incipiente, pero algún atisbo me llega y me hace albergar confianza. Si uno navega un poco en las páginas como facebook, fotologs, myspace... detecto leves indicios de una toma de conciencia de que el mundo exterior empieza a existir a propósito de hechos como la catástrofe de Haití... ¿Deberían implicarse los jóvenes en la realidad del planeta? ¿Defender causas justas en un mundo en donde más de mil millones de personas están en la pobreza más absoluta? ¿Sería útil su participación en la construcción del mundo del futuro? ¿Quién, si no ellos, deberían estar interesados en ese futuro?
El año pasado una parte de los estudiantes universitarios salió a la calle por su protesta contra la aplicación del plan de Bolonia. Vi en manifestaciones a miles de estudiantes planteándose su futuro y todos los inconvenientes que se derivan de este plan que por lo que vemos es todavía peor de lo que se esperaba, cumpliéndose así los peores vaticinios. La protesta de los estudiantes fue vista por la prensa con displicencia, como inútil, propia de niños bien que no querían trabajar. Y la planificación europea, hecha al margen de la realidad y la universidad, se impuso inexorablemente. No hubo nada que hacer y fue indiferente la protesta multitudinaria. Eso me lleva a la reflexión sobre si hay algo que hacer al margen de los cauces políticos que percibo totalmente deteriorados e insatisfactorios. No basta votar en listas cerradas a las opciones oficiales y consagradas que se ven como válidas pero que no suscitan actualmente ninguna confianza. Que no haya alternativas ni otros cauces de participación genera un alto nivel de frustración entre la población que asiste atónita al desarrollo de una crisis en la que parece no haber conductor de la locomotora. ¿Cabría hacer algo como ciudadanos? ¿Y los jóvenes tendrían o deberían tener algo que decir sobre el mundo que se está construyendo? ¿Hay motivos para poder salir de ese estado apático y resignado en que no se vislumbra ninguna utopía?
Hace algún tiempo que llevamos adelante la llamada educación en valores y se imparten clases de Educación para la Ciudadanía, todo cargado con dosis de enorme buena intención y propósitos tolerantes, pero el resultado de no sé muy bien qué son unas generaciones apáticas y hedonistas que no ven -en general- más allá de sí mismos. ¿Era esto lo que se pretendía veladamente? ¿Crear ciudadanos consumistas y conformistas? Ignoro si tiene alguna relación causal, pero desde que les damos a nuestros alumnos literatura moral -adecuada a su nivel cognitivo- y les impartimos materias desde lo políticamente correcto nunca ha habido menor capacidad de respuesta. Quizás sea toda la sociedad la que esté anestesiada y los jóvenes sean la manifestación de ese estado de cosas. Está claro que no podemos dar clases que alienten a la rebelión. Esta ha de idearse al margen de nosotros, que somos parte del sistema y estamos totalmente integrados.
¿Habrá rebelión? ¿Donde se incubará esa rebelión? ¿En qué sentido? ¿Qué modelo debería seguir dicha rebelión? ¿O estamos condenados al conformismo sin ningún aguijón joven que nos espolee para hacer cambiar un mundo próximo al desastre en muchos sentidos? ¿O ya admitimos que no puede haber ningún cambio? ¿De dónde vendrá el fermento que nos haga saber que queda poco tiempo? ¿O es inútil todo? ¿Al menos empezarán a luchar los jóvenes por su situación inmediata? ¿Habrá algo que les lleve más allá?
Sería altamente interesante que participaran jóvenes en este debate que aquí se plantea, y en todo caso los amigos de este blog estáis invitados a reflexionar en este tema sugerido por la pregunta inicial y que da título al post, aunque hay otras muchas preguntas lanzadas. Que cada uno lo tome por el lado que más le interese. Lo importante es abrir un tiempo de reflexión y discusión.