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jueves, 24 de diciembre de 2020

En lo profundo del bosque

 


    El martes hice una nueva caminata en solitario por los bosques de Collserola en dirección a Cerdanyola pasando por el Tibidabo, punto de partida de mis incursiones por el bosque otoñal. Ya era invierno, había llegado el solsticio. El trayecto fue de 26 kilómetros desde Cornellà. Había atravesado otras partes del bosque como he recogido en otros posts pero esta, sin duda, fue mucho más salvaje y agreste por senderos húmedos y resbaladizos que propiciaban caídas o momentáneas pérdidas del equilibrio. La verdadera aventura comenzó poco más adelante del Turó de la Magarola desde el que hay una magnífica perspectiva del Besós y el Maresme mirando hacia el mar, y por el otro lado, el Vallés con la mole magnífica de Montserrat en el horizonte. Hay en el turó un vértice geodésico y pasa el GR92 por allí, y cerca está el GR6. Hay una plataforma de madera desde la que se observa el paso de las aves rapaces en los meses de septiembre y octubre. Y, en efecto, siguiendo la ruta que había bajado en el gps, el sendero se metió en lo profundo del bosque donde apenas encontré a nadie. Los ciclistas habían quedado atrás y la sensación de soledad me invadió. Sin duda, torcerse un tobillo es una perspectiva complicada e indeseable, así que hay que caminar por las rocas resbalosas con mucha precaución, y no es fácil. El recorrido por esos parajes entre inhóspitos y maravillosos se prolonga unas tres horas en las que el gps gasta algunas de sus famosas jugadas que desconciertan y en un par de ocasiones me sentí totalmente perdido en la espesura o en el lecho de un riachuelo que había que vadear para no empapar las bambas. Ciertamente, algunos de los sentimientos que me dominaron durante el recorrido fueron la inquietud y un estado de alerta constante porque no sabía lo que iba a venir a continuación, y el senderuelo que descendía por la torrentera no llegaba a ninguna pista practicable. Intentaba evitar los profundos surcos por los que discurre el agua porque estaban encharcados. Tuve una ración de bosque más que aceptable y puedo entender la fascinación que ejerce sobre la imaginación de los seres humanos y el terror que supone la posibilidad de perderse en ese intrincado laberinto del que solo me defendía mi pequeño gps, tan aficionado a desorientarse de los satélites que lo guían. 

    Los hombres siempre han temido al bosque y lo entiendo. Yo por mi parte lo temo y me siento cautivado por él. Hice media docena de fotos en el interior del mismo pero luego he lamentado no haber hecho más para documentar la experiencia. Quiero ampliar alguna de ellas para reflejar la mística del bosque unos días antes de la Navidad. No es poca cosa levantarse a las seis y media de la mañana y salir, tras desayunar, cuando es de noche todavía, para ir a hacer un recorrido de naturaleza iniciática por los bosques sagrados de Collserola una vez alejado de los ciclistas. Sentí, como digo, sensaciones de peligro pero, una vez vuelto a casa, magnéticamente me reclama de nuevo la invitación a volver pero sabiendo ahora lo que sé del recorrido que ya no será tan inquietante y podré disfrutarlo más. 

    La vida también es un bosque, tal vez por eso me atrae la experiencia del mismo. 

    ¡No me olvido! Feliz Nochebuena y, mañana, el día de Navidad. 

31 comentarios :

  1. La montaña de Collcerola ejerce sobre mi un profundo magnetismo. No se porqué será, quizá porque me han contado mil y una historia de ella y sobre ella.
    La humedad peredne, y más con estas lluvias pasadas no harán practicable el camino, supongo, por lo que deberás llevar cuidado.
    he hecho alguna caminata por allí, ahora ya no, y recuerdo senderos , cruces, lugares, vados y cañadas donde había vido vida y se habían quitado otras, según los lugareños que me acompañaban en cada ocasión.
    También me se de algunas masías, Can Lavallol, por ejemplo, que ayudaron a construir el pantano que abastecía de agua sarriá, el lado del Mina Grott. y alguna cosilla más.
    Me hubiera gustado hacer la travesía, pero la he imaginado porque la has transferido muy bien.
    Un abrazo.
    Salut y buena Navidad

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    1. Este otoño he recorrido Collserola varias veces y me he impregnado de su magnetismo, pero pienso que tiene que haber lugares muy interesantes -como los que mencionas- a los que no he llegado. Haría falta un buen conocedor de la montaña y el parque que me los enseñara. El otro día hubo algunos momentos de inquietud porque me vi perdido y tuve que volver atrás para reorientarme, pero no fue nada, pude salir del entuerto. La foto que he publicado es de las que hice, refleja la parte más amable del bosque. Un abrazo, Miquel, feliz día de Navidad.

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  2. Yo de chaval pensaba que una de las cosas que más me gustaban en el mundo el bosque, pero un dia me di cuenta de que lo que realmente me gustaba era los senderos en el bosque, y que la perspectiva de andar por uno sin senderos se me hacía un tanto terrorífica. No me gusta la naturaleza pura, sino intervenida, lo justo, con respeto, y así, por el lado contrario, la destrucción del medio ambiente me parece un empobrecimiento.

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    1. El bosque, si uno se pierde en la espesura fuera de caminos. es terrorífico. Y ya no te digo por la noche. Una vez haciendo el camino de Santiago, salí en plena noche a caminar porque no podía dormir, y me vi en medio de la oscuridad, y no hubo miedo ni amenaza que no se me hicieran presentes. Tuve que pararme y esperar a que amaneciera porque me sentí atemorizado. Suerte que los bosques son atravesados por senderos, pero en varias ocasiones me he salido de ellos y entonces es temible lo que uno encuentra, así que estoy de acuerdo en que es la humanización del bosque lo que nos es tranquilizadora. La espesura sin orientación es terrorífica. Feliz Navidad, Javier.

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  3. No he caminado por esa hermosa zona de la Cerdanyola pero al ñleer tu escrito allí que me ido en espíritu. Me ha encantado la magia del bosque por el que te internaste.
    ¡Ah! Me ha hecho una gracia tremenda el término "bambas" para tus zapatillas de caminar. Hacía mucho tiempo que no escuchaba el término referido a este tipo de calzado (ja, ja...)
    Espero que la Nochebuena haya sido grata y que el resto de Fiestas las disfrutes como te mereces, Joselu.
    Un fuerte abrazo

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    1. Es curioso porque por aquí, imagino que en Cataluña, es muy frecuente ese nombre para el calzado deportivo. De hecho, no sabría cómo llamarlas si no fueran bambas. Y sí, ciertamente, Collserola es un lugar muy especial y está junto a Barcelona, solo hay que salir un poco de la ciudad para adentrarse en parajes realmente formidables. Hay una parte en que está llena de ciclistas -yo los temo por la invasión que suponen- pero hay otros lugares a los que les es difícil acceder por la dificultad del terreno. Hoy es el día de Navidad, que sea feliz para ti y tu familia. Un fuerte abrazo, Juan Carlos.

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  4. Hombre! No me las voy a dar de experto senderista, ni nada parecido, pero si por "bambas" entiendes lo mismo que yo, entonces no me extraña el temor a resbalar o torcerse el tobillo. Mejor usar unas botas de senderismo, de buena suela con agarre efectivo y que envuelvan bien el tobillo.
    Feliz Navidad Joselu. Y que el próximo año nos sea más favorable.

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    1. Mis bambas unas apropiadas para el terreno, tienen una suela de fuerte agarre, y son las más utilizadas por los senderistas que no suelen llevar las botas que mencionas. Pocas veces las veo porque resultan poco ligeras. Las bambas han ido desplazado a las clásicas botas de montaña. No obstante, he pensado en llevar botas en mi próxima incursión a la montaña de Collserola. No me sentí inseguro con ellas porque son de calidad y te hacen sentir el pie ligero.

      Feliz Navidad, Ricard, he leído que el científico que está detrás de la vacuna Pfizer habla de que serán necesarios diez años para volver a una plena normalidad. Te dejo la noticia: DIEZ AÑOS PARA LIBRARNOS DEL VIRUS

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    2. Estas son las bambas que utilizo y son indicadas para montaña BAMBAS DE GORETEX

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    3. Es un buen calzado. Yo necesito que la parte del tobillo, me lo abrace. (Cosas de viejo...jeje).
      En cuanto a lo de librarse del virus. No me extraña lo que dice ese señor (al fin y al cabo de otros, aún no nos hemos librado y desde décadas). No estoy muy seguro de que yo disponga de 10 años, así que espero que por lo menos, las restricciones se vayan relajando progresivamente. Saludos!

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  5. Por lo que cuentas ha sido un recorrido increíble, algo inquietante, pero como dices no salió mal y la próxima vez lo podrás disfrutar plenamente. Lo que muestras en la foto se ve muy hermoso.
    Espero que hayas disfrutado de una buena jornada navideña.
    ¡Un abrazo!

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    1. Fue un recorrido increíble, es cierto, pero lo viví con zozobra por la humedad, lo difícil de terreno, las torrenteras, y las desorientaciones del gps que me confundió en un par o tres de ocasiones. Si lo vuelvo a hacer, sabré ya a qué atenerme y qué esperar del recorrido. Y si engaño a alguien para que me acompañe, sería ya la bomba jajaja. Y sí, han sido dos celebraciones cálidas y pantagruelescas. Falta mañana que en Cataluña se celebra también pues es San Esteban. Tendré que hacer muchas caminatas para bajar todo lo que es exceso en estos días. ¡Un abrazo, Ana! Vienen días de frío, abrígate.

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  6. Me ha encantado la comparación llena de metáforas que haces del bosque, Joselu. La vida es como un bosque, en el que el misterio y las diversas trochas, nos hacen desviarnos de todo lo planificado, porque la vegetación parece esa mano del destino.

    Es curioso, que hayamos escogido un tema parecido en nuestras últimas entradas. El bosque de Teutoburgo, donde perecieron tres legiones romanos, inspiraba un miedo cerval en aquellos soldados bravos. Un elemento mágico, los espiritus y criaturas fantásticas que moraban en él, junto a su falta de costumbre, Italia estaba casi por completo urbanizada, convertían a esa masa inextricable y boscosa, en todo un misterio.

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    1. Apenas he utilizado metáforas en la descripción del bosque. Cuando las utilizo soy abrumador. Me encanta crear imágenes a partir de las vivencias pero en este caso no las he empleado, y es una lástima. Luego me divierto mucho leyéndolo. Lo importante en definitiva no es lo que cuentas sino como lo cuentas. Y aquí he sido bastante objetivo y plano. El bosque supondría metáforas complejas y llenas de peligro, tal vez por eso me atrae. Cuando uno está en el bosque, pierde las referencias comunes y se adentra en el interior de la mente en la que se dan bosques de neuronas y sinapsis. Adentrarse en el bosque es como abrir una lata de mejillones a mordiscos, increíble. Dangerous, imprevisible como una cena con una madre esquizofrénica... No sé si es una mano del destino pero a uno lo alienta a volver...

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  7. Sigues practicando senderismos-Recuerdo de entradas anteriores haber leído algún recorrido mientras impartias.

    Una forma de disfrutar es, caminando , observando y sobre todo plasmando esas imágenes"El pulmón verde de Barcelona".

    Que siempre ha estado con el peor aire antes por la industria y ahora por la contaminación de otros elemntos...



    Pues ya vamos dejando este año de pesadillas, espero que a lo largo del mismo podamos ya ir viendo esa luz...

    Feliz Año estimado Joselu y que venga cargado de buenos propósitos que falta nos hace.

    Un abrazo.







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    1. Pienso que el virus no es la oscuridad confrontada a la luz sino la plasmación de nuestras carencias en pleno siglo XXI para enfrentarnos a algo que nos desafía y nos deja inermes por nuestra aspiración a la comodidad y a que todo fluya tranquilamente. Poco se ha hablado del virus en África porque allí no creo que sea algo destacable frente a la vida incierta ya de por sí. No me quejo del virus, forma parte del bosque de la vida en el que nos resulta incómodo adentrarnos porque solo amamos las cosas tranquilizadora y bonitas, que no inquieten... Un abrazo, Bertha.

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  8. el estado de la mente de muchos de nosotros no es cuerdo dentro del mundo loco en que vivimos
    te dejo un saludo inmenso y mucha suerte en el comienzo de una nueva vida en el 2021

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    1. Espero sinceramente que 2021 sea no inferior a este año que acaba y podamos seguir asumiendo que el estado de la mente determina nuestra forma de existir. Que el año que viene sea tan epidérmico como este que ahora concluye si no más. Que las princesas y valquirias sean propicias con las visitas extrañas de Recomenzar. Que Dios te perdone, tal como las cobras celebran su aquelarre en la fiesta de San Esteban.

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  9. Feliz Navidad Joselu!!! Veo que te adentras en mi territorio, je, je, como si estas sendas angostas de bosque tuviesen dueño!!!

    Ayer fui yo con mi hija ha hacer una pequeña caminata!!! Siiii!!! con mi pequeña clara de 8 años, quiso venir. Mi mujer ya tarde cuando me acostaba, me dijo que Clara quería venir conmigo al bosque (sabía que al día siguiente yo pensaba ir pero no había dicho nada), pero solo si no la despertaba tan temprano (suelo irme a la 7), si la despertaba a las 8. Me sorprendió, pensé que iba a quedar en nada, pero por esperar una hora no perdía nada.

    Y la levanté a las 8 y la sorpresá es que sí, se vino y hicimos una buena caminata por senderos como el que nos muestras!!! Magnífico!!! Estos son de los que me gustan. Ese tramo de bosque me lo tienes que presentar. No conozco Collserola, no es mi entorno natural. Me la imagino siempre muy concurrido y me quedo en zonas más alejadas de los Vallesos donde es más fácil encontrar la soledad.

    Por cierto, menuda "bambas" calzas!!! Estas son de las buenas, de una marca muy conocida por cierto.

    En realidad estas son una evolución de las botas de trekking de toda la vida que de repente se estilizaron más, perdieron por el camino la parte que cogía el tobillo y se ha popularizado para correr y andar en montaña.

    Yo las uso, pero es cierto que cuando voy a hacer cosas más serias con peligro de torcerme el tobillo prefiero las botas altas. Yo también soy más de bota alta, me dan miedo las torceduras del tobillo.

    Magnífica tu exposición de lo profundo del bosque. Desde luego a mi sacan lo más primario de mi. Hace unos días hice una salida con niebla a mi rincón preferido y disfruté como un enano. Y por supuesto ayer, con mi pequeña clara también lo hice. Un abrazo grande.

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    1. Una imagen tierna y bonita la de tu hija y tú juntos adentrándoos en el bosque. ¡Qué ilusión tuviste que sentir! Me recuerda cuando Lucía venía conmigo a ver películas antiguas, daba igual, el caso era estar juntos. Estos días hemos tenido un distanciamiento por una metedura de pata mía y llevamos días sin tener apenas relación, algo que me duele aunque sé que pasará. Ya tiene veintiún años y esos momentos juntos pertenecen a la prehistoria. Ahora es otro mundo, así que disfruta de esos momentos. Tal vez tu hija se vaya abriendo al mundo de su papi y la encuentres menor huraña y cercana. Los hijos evolucionan profundamente, como nosotros, aunque en ese sentido nosotros estamos ya casi hechos. Ellos se están haciendo.

      En este recorrido, hecho entresemana, hay una parte en que hay mucho ciclista -verdadera plaga para mí- y menos senderistas, pero llega un momento en que el bosque se hace profundo y allí ya no pasan los ciclistas y apenas encontré a nadie por lo agreste y húmedo que era el sendero como ya he contado. Y sí, ciertamente, el bosque tiene algo de primitivo y primario que conecta con partes del cerebro primordial. Ayer propuse a un amigo hacer un recorrido fácil pero quiero volver a este que es más complicado en solitario porque no creo que convenza a nadie si explico cómo es. Collserola tiene una variedad de espacios naturales muy interesante por lo que voy viendo.

      Felicidades por la excursión con tu hija Clara.

      Un fuerte abrazo, José Antonio.

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  10. Que curioso... este año hago un paseo virtual puesto que aquí en Italia son tantas las restricciones que mi habitual paseo no puedo hacerlo. Te diré que desde hace ya unos años tenía como tradición pasar el o los días en la casa de montaña para estas fechas y, aunque la extensión de bosque es considerable y me encanta recorrerla, en esta época es impracticable... está cubierta de nieve, este año, que paradójicamente nadie puede ir a ningún lado, menos a esquiar, con una cantidad mucho más de lo habitual.
    De todos modos, mientras te leía pensaba a lo que luego tú has escrito sobre el final, y es la semejanza que tenía tu relato, "tu bosque", con la vida misma, esa mezcla de miedo y encanto; esa fascinación que nos lleva, a pesar de todo, a seguir adelante y esperar...

    Aprovecho a dejarte el sincero deseo que este año que está por iniciar, sea pleno de bendiciones para ti y los tuyos. Muchas felicidades, besos.

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    1. Te has fijado, AlmaBaires, en mi reflexión sobre la vida como bosque -como selva umbrosa decían los clásicos- por su condición de espacio del miedo y de la fascinación. Supongo que es lo que nos produce la vida, tienes razón.

      Por aquí nieve nada de nada. Hace diez años que no nieva en Barcelona, ya me gustaría volver a verla fuera de las estaciones de esquí. Entre semana no hay restricciones a la movilidad y puedo salir a caminar, es por los fines de semana cuando está todo más controlado. Aprovecho para ir a mitad de semana, generalmente solo aunque alguna vez he ido acompañado.

      Agradezco tu sincero deseo y te lo devuelvo también por mi parte, que esas bendiciones que mencionas estén también contigo. Feliz año, besos.

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  11. La soledad y los bosques de frondosas y algunos de pinos, fueron una droga para mi durante algunos años. Ahí aprendí que un conjunto de árboles no siempre es un bosque, que un bosque tiene alma, espíritu, algo mágico que se hace durante siglos y que todavía no hemos terminado de escuchar.
    Es una unidad y como tal, en mi opinión, funciona.
    Además es el ambiente adecuado para conocerte a ti mismo, que no siempre es fácil.

    Un saludo.

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    1. Cuando uno se adentra en la profundidad del bosque, se siente una energía potente y que, efectivamente, el bosque está vivo, que tiene espíritu, como bien dices. Creo que es la etapa de mi vida en que más intensamente he vivido el bosque, coincidiendo con las restricciones del virus. Y, además, en otoño una estación en que la luz es mucho más escasa que en las otras del año. Quiero continuar con mis incursiones y adentramientos en el bosque. Me ha gustado. Es una cura para la vida cotidiana, pautada y comodona frente al ordenador.

      Un saludo, Daniel.

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  12. Es una sensación única la de caminar solitario por la naturaleza. Una vez visité un parque natural en Costa Rica y aunque no caminé solo por su interior la sensación de que el bosque era un organismo vivo que nos contenía impresionándonos con su presencia. Recuerdo árboles gigantescos y los ruidos y el silencio del bosque, los monos aulladores que pasaban por encima de nuestras cabezas con un sonido impresionante y a los que no se les veían, troncos gigantescos que cortaban los senderos, agua cristalina y mil detalles que hacían un paisaje misterioso, mágico y también asustadizo por lo poco que eras allí dentro.

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    1. No hay esa grandeza en nuestros bosques mediterráneos. Me has dejado boquiabierto por la hermosa narración de tus sensaciones en aquel bosque, puro organismo vivo. Algo así recuerdo en dos ocasiones en Indonesia, una en la isla de Samosir en Sumatra donde estuvimos perdidos unas horas en medio de una selva telúrica, con el sonido de los monos en lo alto de los árboles; otra en Tioman, en Malaysia cuyo centro atravesamos un americano y yo, fascinados por la espectacularidad de la vida interior de la selva.

      No obstante, el bosque mediterráneo, el cercano a Barcelona tiene su lado salvaje y de difícil acceso, como he contado. Y los bosques de hayas en Navarra son bellísimos. Este año hubiera querido ir a la selva de Irati pero las restricciones lo impidieron.

      No sé si hay bosques cerca de Motril, no lo creo, pero presiento que sería una jornada estupenda atravesar contigo alguna zona boscosa durante horas para observar el silencio y la fuerza de la naturaleza. He propuesto a Juan Poz que vayamos un día a hacer alguna caminata, aunque le he sugerido un recorrido ciertamente menos agreste que el que he reseñado en el post.

      El bosque te enseña, es así, que somos muy poca cosa dentro, tienes razón.

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    2. En Motril, no, pero la Alpujarra está a un tiro de piedra y hacer una excursión por alguno de sus bosques también es una experiencia estimulante entre sus impresionantes castaños. También en la sierra de Lújar hay zonas para recorrer.

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    3. Las Alpujarras forman parte de mi paisaje sentimental, como bien sabes. No quisiera descartar una visita a esas montañas y valles tan estimados, con sus bosques. Recuerdo un bosque de alcornocales en Haza de Lino en la sierra de la Contraviesa que visité en una caminata. Me maravillo el quercus suber. Lo visité tras haber probado el vino de Albondón y ya ni te cuento...

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  13. Felices fiestas, o tranquilas si prefieres, apreciado Joselu.
    "El bosque te enseña", una gran frase y muy certera, yo lo tengo más que comprobado.
    Cuídate.

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    1. Felices fiestas desde Calafell adonde he llegado caminando por la orilla del mar y los rompeolas acompañado de mi joven sobrino gallego. Hoy el espectáculo ha sido el mar y un fuerte viento racheado. Pasaremos aquí el fin de año de modo diferente a otros años en que éramos cuarenta por lo menos. Así que serán celebraciones tranquilas. Espero que estés bien y disfrutes junto a tu familia. Y en cuanto retorne a la vida normal, volveré al bosque a aprender. Cuídate tú también.

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