Llevo
un tiempo en que no tengo nada que contar. Toda alusión a lo que soy o a lo que
creo ser me parece inane y simplemente pintoresca. No soy nada, solo existe lo
que hago. Mis circunstancias biográficas no me definen. No soy yo el lugar
donde nací, ni lo que estudié, ni mis aventuras amorosas, ni mi afición a la
literatura, ni mi vida familiar, ni mis escarceos de escritura. Nada de eso
tiene importancia. Forma parte de un decorado en que no es lo que yo soy.
Dicho esto, ayer hice una caminata con mi sobrino entre Sitges y Calafell. El día era agitado por vientos que hacían que las olas volaran violentas y vertiginosas hacia las playas; las gaviotas eran impulsadas por el viento y estaban en su puro elemento de ingravidez; las palmeras dibujaban una geometría dramática en su vaivén urgente y esquizoide. El viento me empujaba cuando hablaba con mi sobrino que apenas sabe hablar castellano formado en la Galicia rural de la España de las autonomías. Tiene dieciséis años y es un lector voraz de sagas de libros que lee con una avidez absoluta que ya querría para mí. Entre gallego y castellano cruzábamos algunas frases entrecortadas por la furiosa sinfonía del viento que nos acompañó por los roquedos, las playas desiertas y los paseos marítimos. El mar era un paisaje de vibrante cinética como la de los pájaros brutalmente dibujados en pinturas expresionistas. Cruzamos vados en los que las olas me alcanzaron y me mojaron totalmente los pantalones que el viento me secó por completo en una hora. En Vilanova i la Geltrú nos comimos un bocadillo de embutido sin decirnos ni palabra. Antes habíamos hablado de cómo la Xunta de Galicia ha reintroducido los lobos y los osos en la Mariña lucense. Los lobos prefieren bajar a las granjas a atacar el ganado antes que esforzarse e ir a cazar jabalíes libres. Son como los chicos de la ESO y el bachillerato que prefieren una escuela como parque de atracciones antes que una escuela sólida y seria. Todo es simulación y los profesores y los lobos se inclinan por lo más fácil. Lo pagaremos.
Seguimos recorrido con el viento en contra y que nos empujaba hacia atrás. Ya nos habíamos dicho todo y surgió el silencio más interesante y elocuente entre dos personas que no tienen que inventar temas para hablar.
No te pasa a ti sólo.
ResponderEliminarCada vez tengo menos cosas que decir, incluso a mi mismo.
Quizá lo bueno era el objetivo, el ir juntos, no el hablar para decir que la cosa está jodida y que el futuro pinta bastos.
Quizá el objetivo era encontrarse a gusto con la compañía, no con la conversación, que era aleatoria al hecho.
Quizá fuera mejor así. Cada uno a lo suyo y Dios en las piernas de todos.
Recordarás esta caminata como la más fructífera. No hubo contraversias, discusiones, malas caras, ni dudas.
Puedes volver a quedar con él. Es una buena compañía.
salut
Lo cierto es que antes de empezar me preguntaba de qué hablaríamos, debido a las circunstancias idiomáticas y de edad, pero todo fue sencillo. Hablamos lo justo en que nuestros universos podían comunicase y luego fuimos en silencio que no es una interacción menos interesante. Yo no soy -ni lo pretendo- su ídolo, pero puede que sea una brizna en el recuerdo de algo que tuvo sentido durante esas cinco horas de trayecto en casi silencio. ¿Cuál era nuestro mundo respectivo? Ni lo sé ni me importa. No me gusta la gente que va continuamente definiéndose política, social o genéricamente. Mejor no hablar que hacerlo de estupideces.
EliminarSalut
Para no tener nada que decir, no está nada mal, has sido elocuente y decidido.´
ResponderEliminarUn buen silencio lo es todo, no hay necedades por en medio.
Salud y cuidate.
El silencio era propiciado por el viento cuyos aullidos eran tan potentes que no podíamos oírnos, así, en la imposibilidad de escucharnos fue surgiendo esa levedad del silencio compartido y luego fue una suerte de placer en el que nos dimos cuenta de que no necesitábamos decirnos nada, solo estar juntos.
EliminarSalud
Últimamente me pasa algo parecido, me cuesta más escribir y eso que llevo poco tiempo con el blog, aunque sea antiguo. Tengo la impresión de me repito en mis cavilaciones y he empezado a distanciar las entradas por ese motivo.
ResponderEliminarCreo que entiendo lo que quieres decir con el decorado que no es lo que realmente somos, un nombre, una profesión, ciudadanos de un sitio concreto... no es lo que define lo que somos por dentro.
Y en cuanto al silencio, te doy la razón en que es mejor que una conversación forzada. No obstante, si vuelves a salir a caminar con tu sobrino podrías preguntarle cuáles son sus sueños, sus ilusiones, o compartir los tuyos. Seguramente se llevaría un recuerdo de los que merece la pena guardar, tan bueno como ese silencio natural que es síntoma de confianza.
Los elementos están desatados estos días y se ha puesto bastante frío como decías en la entrada anterior, desde la ventana veo ya nieve en las montañas. El invierno no es tan buena época como el otoño para las caminatas, pero es el ciclo de cada año, la naturaleza manda.
¡Qué tengas una buena tarde, Joselu, abrazos!
Me asombran los blogs que hablan de política, que abordan la crítica social, que abominan del sistema en cualquiera de sus variantes como si nosotros pudiéramos hacer algo para cambiar el diseño del mundo más allá de una firma en alguna ONG o donando alguna cantidad. Siento la futilidad de casi todo, salvo de la acción diaria y la consciencia que poseemos de la realidad que va más allá de lo inmediato. No quiero cambiar el mundo -ni puedo-, así que no voy a malgastar mi energía en ello. No voy a dedicarme a hablar de mis peculiaridades que son puramente accidentales y aburridas. Me cuesta, como a ti, encontrar algo que decir que no sea repetición y vaivén de ideas insatisfactorias. Me falta la pasión por intentar expresarme o dar cuenta de mis opiniones. Prefiero mostrar sensaciones; me ha cautivado en el post la relación de la presencia del viento furioso y la mar brava como telón de fondo de nuestro silencio. No sé si habrá otra salida, le he propuesto ir al castillo de Calafell mañana, pero no siento deseo de hablar de nuestros sueños ¿acaso los tengo más allá del inmediato presente y la realidad profunda de la consciencia? El día de ayer es aún más hermoso cuando lo recuerdo. Imagino que será un recuerdo compartido y sin palabras.
EliminarYa es de noche, Ana, hace mucho frío y tengo los dedos ateridos. Escribo en el teclado voluptuosamente helado. Abrazos.
Otro tópico más: que se acabe el 2020. Y la gente lo repite y lo proclama como si el tiempo vivido en estos doce meses no valiera para nada y hubiera que tirarlo a la basura. Tiene que ver con esta vida donde todo parece cómodo y está a alcance de un clic.
ResponderEliminarEl tópico de cualquier fin de año es que el año ha sido pésimo y se espera que el año que viene sea necesariamente mejor. Nuestro oficio esencial es la queja lastimera o sarcástica. 2020 ha tenido sus luces y sus sombras y no sé cuáles son más importantes. Ha sido un buen año en conjunto, en el cómputo de mi vida ha tenido numerosos momentos felices y otros que no lo han sido tanto, pero el balance es bueno.
EliminarEstás un poco negativo veo jaja. Hay que decir, hay que quejarse, hay que hablar cuando se camina, eso lo hace mucho mas interesante y mas cuando es tanto tiempo el que tenes. El paisaje hace lo demás. Amo el caminar y así como ustedes por varias horas, siempre lo hago y cada vez con distintos destinos en la ciudad, sean lindos o feos.
ResponderEliminarImposible que el año que viene sea peor, eso me pone contento. Saludos!
Al finalizar 1938 en Polonia celebraron el fin de un año malo y supusieron que el año siguiente no podría ser peor. Ya ves.
EliminarPero no soy negativo en la reivindicación del silencio compartido. Se nota cuando se está bien y no son necesarias a veces las palabras. Y es frecuente que camine en solitario sumido en mis pensamientos y percepciones. No pienso que haya que hablar siempre, el silencio es un bien y un lujo si contiene densidad humana. Otra cosa es que sea hostil o fruto de la incomunicación.
Saludos
Voy leyendo tus respuestas, JOSELU...pues a mi, y a mis 67, todo me sorprende. Me sorprende que un avión encoja 30 ctms por el roce del calor en pleno vuelo, me sorprende que los ingenieros contaran con ello. Me sorprende que la gente se asome al rompeolas donde dicen que las habrán de hasta 8 metros como si no fuera con ellos. Me sorprende como se arrejuntan en los bares, cuando cada día mueren 300 personas oficialmente, como si en casa no hubiera una cafetera o la litrona estuviera prohibida. Me sorprende que se sorprendan los dueños de las salas de fiestas por prohibir las mismas en una pandemia. Me sorprende que se siga creyendo a una persona que dijo que sólo se ponía para sacar de la presidencia a quien la poseía, estar dos meses, convocar elecciones y marchar, para a continuación decir que jamás pactaría con asesinos que nunca habían pedido perdón a sus víctimas. Me sorprende que no se quiera hablar de política, cuando meterse en un bloc ya es en si política, dado que todos opinamos y tenemos tendencias, iguales, parecidas o diferentes, pero las tenemos. Me sorprende que abra el grifo y salga agua, algo que siempre hago notar a mis nietos, y además, si giro la palanca...¡caliente¡. Y me sorprende gratamente que salgas con tu sobrino a caminar durante siete largas horas, sabiendo de antemano que las coincidencias eran pocas, eso dice mucho a tu favor.
ResponderEliminarEl día que las cosas dejen de sorprenderme, me habré vuelto viejo.
Un abrazo
Buen año
Sin duda, tienes razón: la capacidad de sorpresa es importante y esencial para mantenerse fresco, no sé si joven, pero sí activo mentalmente. Sin embargo, la sorpresa, la capacidad de sorprenderse es algo que hay que cultivar. Ser niño o ser joven y sorprenderse es cada vez más difícil porque con las pantallas líquidas, un muchacho a los dieciséis años ya ha visto todo en su móvil. He sido profesor y he visto la evolución de la capacidad de sorpresa entre los jóvenes. Era infinitamente superior hace treinta años que ahora , se era mucho más inocente. Internet nos ha abierto muchas maravillas pero ha aletargado entre las generaciones más jóvenes la capacidad de sorprenderse. Los niños viven desde los dos años o así pegados al móvil de sus padres. En cierta manera, se ha perdido la inocencia.
EliminarSalut y un abrazo.
Que el año que viene sea por lo menos tan bueno como el que acaba.
Late escepticismo, Joselu en tus palabras, y es verdad que las juguetonas Moiras, nos pueden hacer abominar un año, cuando en el siguiente comienza el verdadero abismo. Es curioso, lamentando el precio en dolor, pero este año nos ha enseñado a tener los pies en la tierra. Mucho oráculo nos ha hecho creer que la ciencia ficción era nuestra realidad. Y nos hemos revelado como una sociedad débil pero que aprenderá. Este año, al contrario de lo que piensan muchos, dejará un poso y no solamente deletéreo
ResponderEliminarEn cuanto a ti, has pasado tantas vicisitudes, eres tan leído y reflexivo, que simplemente, unas memorias literarias, serían un goce para nuestros sentidos. Valdrían oro. O llenar de capas de ficción, desfigurarte a ti mismo. El propio Baroja creía que de él poco podía decir, pues por él, hablaban sus personajes.
Por otra parte, yo que suelo patearme la vieja ciudad en cuanto me surge la más mínima oportunidad(huyendo estos días de las concentraciones de personas) . O en las pinochas guadarrameñas, escucho el aliento de mi propia soledad. Si voy acompañado, charlamos los primeros instantes, hasta que el esfuerzo tonifica nuestro cuerpo, y nos encerramos en un laconismo placentero. Sientes una inefable comunión con tu acompañante y el paisaje que te rodea. Y gracias a ti, y tu fantástica prosa, hemos viajado en las ondas del mar, oído el susurto de las sirenas, que Eolo ha transformado en viento. Los idiomas no son más que un medio para entendernos. Y otra cosa, no pierdas la esperanza. Sé que el sistema educativo quiere cultivar aldeanos, que se miren su propio ombligo. Yo tuve un jefe, el tipo más brillante, que he conocido. Aldeano, hosco pero de un inmenso corazón. Qué vivía en una aldea y falaba gallego hasta los siete años. Pues con 35 o 36 años que tiene, nadando a contracorriente de un sistema, que no concibe casos como el suyo, está llevando una carrera meteórica en una multinaciinal. Es una paradoja y excepción del sistema, es verdad, concebido para igualar en la mediocridad.
Sabes una cosa, Joselu. Tú eres grande, por cómo te has forjado y tu capacidad de reflexión, con la que penetras en el misterio de las cosas. Otra paradoja, en medio de la igualación y de ahí tu valor,inmenso, donde no hay un átomo de luz.
Estoy realizando desde hace dos años el proyecto de llevar adelante unas memorias de una mujer muy interesante que ahora tiene 87 años. Hemos mantenido más de cien conversaciones por skype con ella, sus hijos y otros parientes para dar forma a las vicisitudes de su larga vida desde 1933. Eso sí que me resulta interesante, no unas supuestas memorias literarias mías. En el blog, desde 2005 he dicho mucho de ello, pero mi percepción actualmente me lleva a descreer en la identidad de los hechos casuales de la vida, los biográficos, y volver la mirada a algo más profundo y no circunstancial. Cuanto más vivo, más siento la sensación de que tengo menos que decir.
EliminarHoy he ido con mi sobrino gallego a visitar el castillo de Calafell y una ciudad ibérica reconstruida.
Me resulta indeseable la idea de ser grande. Cuanto más vivo, más se me revela la idea de mi inconsistencia. La vanidad es un error de juventud.
No soy escéptico, veo el brillo del mar y la fuerza del viento, observo mi conciencia cambiante y me es suficiente, eso y el bosque, y los libros. Nada especial. No hay nada que sea especial.
Eres grande en tu modestia, Joselu. Eres grande cuando los demás te vemos grande en tu complejidad.
Eliminar"El sabio habla por que tiene algo que decir. El necio por que tiene que decir algo" La frase creo que se de Séneca.
ResponderEliminarMe sumo al grupo de seguidores que se van volviendo silenciosos. El confinamiento me ha hecho que abra poco la boca. Realmente tampoco hay mucho que decir y sobre todo cuando observas la "opiniorrea" que hay piensas "eso también lo hago yo" y se me quitan las ganas de hablar.
Muchas veces un silencio con alguien o unas experiencia como las que cuentas compartidas dicen mucho más que una obligada conversación. Transmiten más información, más "unidad" por encima de lenguas, edades o ideas que si lo intentásemos plasmar con palabras. En mi caso también ayuda que mis apreciaciones suelen ser rebatidas intensamente y en general, las personas con las que me tengo que tratar tienen una visión del mundo o por decirlo más pedante "un nivel de consciencia" diferente del mío, de modo que cualquier explicación es innecesaria, por inútil.
Por si más tarde no hay oportunidad, os deseo a ti y tus seguidores un feliz 2021, en el que sigamos coincidiendo y contrastando nuestras ideas
Un abrazo largo
Con una conciencia de profunda felicidad, no incompatible con la inconsistencia de nuestras experiencias o nuestra identidad, quiero corresponder a tu felicitación con una sensación de unidad humana en la diversidad, de armonía universal pese a las diferencias. Me basta con el viento, el bosque y el mar... Es suficiente.
EliminarUn largo abrazo, también.
Hola Joselu! Como siempre muy interesantes tus entradas.
ResponderEliminarUna visita rápida para desearte un Feliz Año Nuevo.
Un abrazo
Hola, Marybel, encantado con tu visita en vísperas de la noche de fin de año. Te deseo lo mismo, que la realidad sea igualmente interesante en este año Nuevo. Un abrazo.
EliminarCon razón te gusta hacer camino; eres un hombre con una curiosidad extrema una riqueza interior que para que estar acompañado si a veces estas más solo contra más gente hay...
ResponderEliminarLas palabras se las lleva el viento.-Como esos lobos y profesores que algún día lo lamentaremos y las ocho reformas que han hecho...
Feliz 2021.
Un abrazo
Bertha, feliz 2021, para ti y los tuyos. Nos seguimos. Muchas gracias por tu visita. Un abrazo.
EliminarLos textos que más me han satisfecho son los que he escrito en mi blog... cuando pensaba que no tenía nada que contar. Ahí surge un libre flujo de escritura, cuyas palabras se unen desde todos los rincones de mi ser.
ResponderEliminarAsí lo he sentido con tu escrito; estimulante, y libre y vivo como el mar y el viento.
Que tengáis un año propicio, apreciado Joselu.
Así, ha sido, Paco, el viento y el mar, junto a mi sobrino se han hilvanado en un flujo libre que me ha satisfecho. Pese al viento fortísimo, creo que recordaremos este día como algo singular.
EliminarEspero que el año que empiece sea tan bueno en tantos sentidos como el que acaba que, sin duda, recordaremos singularizado. También para ti. Un abrazo, Paco.
Mis padres son de la montaña de Lugo, y he de decir que, hasta donde yo sé, allí y en general en la provincia, el gallego siempre fue la verdadera lengua hablada. El castellano se aprendía en la escuela. Y no está mal así. Pero hace unos años un primo mio fue con unos colegas a Madrid, yo de aquellas vivía allí, y los alojamos en nuestra casa. Uno de ellos no sabía casi palabra de castellano, eso me sorprendió mucho, hablo de un universitario... No sé, en la Suiza alemana se habla el dialecto de allí y los diferentes subdialectos locales, y nunca se han perdido y la escuela se hace en alemán normativo y toda la prensa, radio y televisión es en alemán normativo. Aquí algo estamos haciendo mal. En cuanto a los lobos y los osos, es un asunto bastante enredado: pocos, poquísimos ataques de osos a humanos se han documentado, aquí, ellos van a lo suyo y nos evitan, si van a los basureros, bueno, solo imagina las ratas que lo harán... El problema es el basurero. El lobo es otro asunto: su reintroducción es bastante absurda, de acuerdo, pero también se ha generado una dinámica perversa de cobro de subvenciones por ataque de lobo que genera intereses creados, una retórica de 'lobos no', pero sin levantar mucho la voz, no sea que realmente algún dia los eliminen. El jabalí es peor, ese sí que campa a sus anchas, o la comadreja, que si entra a donde las gallinas no deja una viva...
ResponderEliminarMis sobrinos viven en una parroquia de Vilanova de Lourenzá, cerca de Mondoñedo y Foz. Todo su contexto es en gallego excepto su madre, catalana, que les habla en castellano. Sus abuelos, padre, amigos hablan en gallego y la escuela no es un factor de equilibrio pues es una escuela de carácter galleguista en que todo es en gallego salvo la asignatura de castellano, que sistemáticamente suspenden mis sobrinos. Es su cruz, pese a que lo entienden perfectamente y leen fluidamente en él. Es la articulación y práctica del castellano en la que son totalmente incompetentes. Decir cuatro frases les supone una dificultad enorme. Son muchachos que fuera de Galicia tendrán problemas para adaptarse. El mundo rural gallego no es antiespañol pero es muy cerrado en este sentido y la escuela no es ese factor de equilibrio, escorada en las teorías de que el gallego ha sido oprimido durante siglos. Ciertamente, hay algo que no funciona y no comprendo la lógica de este mecanismo. Esto pasa también en los caseríos vascos o en zonas rurales de Gerona, Lérida o Tarragona, especialmente en la primera, muchachos cuya competencia solo es en catalán y tienen reales dificultades en hablar castellano. En Galicia, por lo que veo es muy aguda esta situación, en la Galicia rural.
EliminarHe estado en los Ancares y en la sierra de Caurel, ambos lugares me encantan.
En cuanto a los lobos, solo sé lo que me dice mi cuñada y mis sobrinos. Los lobos se han acostumbrado a atacar las granjas y hacen verdaderos destrozos entre el ganado y la Xunta solo paga en parte los animales que matan los lobos, pero ya digo que desconozco el tema.
Esa zona de Foz a Mondoñero es muy bonita, y muy húmeda, rezuma verdor, y como no está muy poblada, parece suspendida en el tiempo... Van quedando pocos sitios así en la costa del norte. Mi familia es de Fonsagrada, cerca de los Ancares. Solía decir en broma que era una zona tan pobre que ni siquiera era famosa por ser pobre. Ahora se ve bonito... Ese primo mio también se casó con una catalana, ahora viven en el que fue el pueblo de mis abuelos por parte de madre. En fin, la vida que gira y gira. Que tengas un feliz año que viene.
EliminarHe estado en Fontsagrada en varias ocasiones. Haciendo el camino Primitivo en pleno principios de agosto con un frío y una niebla increíbles. Y también visitando a una amiga catalana casada con un gallego, sería curioso que hubiera varias en Fontsagrada. Me has dejado con curiosidad. Feliz año.
EliminarJe, es bien cierto lo que dicen alli, primer dia de agosto, primer dia de invierno. Fonsagrada, el pueblo, es feo, como del Oeste, el concejo sin embargo tiene sus lugares con encanto. Pues si es curioso, si. Anda que si fuesen la misma pareja... mis primos tuvieron una hija hace unos tres años, que se llama Abril, y viven en una aldea como a kilometro y medio del Camino. Feliz año nuevo, que aqui sigue con granizo, como toda la ultima semana del anterior. :)
ResponderEliminarNo, no es el perfil, Javier, la pareja es mucho más antigua y con hijos mayores. Pero no deja de ser curioso que mujeres catalanas se hayan ido a vivir a la aldea gallega. ;-)
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