Me pongo una pieza de Haendel
(Ombra mai fu) para escribir con un
mínimo de ecuanimidad sobre lo que está pasando. Rodrigo Rato ha abandonado Bankia
dejándola en precarias circunstancias, aunque se ha despedido diciendo que
está saneada y en inmejorables condiciones. El resultado es que parece que el
gobierno habrá de inyectarle diez mil millones de dinero público para que no se
hunda y arrastre al sistema bancario español. Diez mil millones es también la
cantidad en que se ha recortado Educación
y Sanidad, lo que hará que la
asistencia sanitaria se vea restringida, cierren más plantas y quirófanos de
hospitales, se anulen ambulatorios, aumente la demora en las operaciones, se
restrinja la asistencia a inmigrantes... Y en Educación supondrá clases abarrotadas de alumnos, menos profesores,
no cobertura de las bajas, radical disminución de la atención a la
diversidad...
Rodrigo Rato, que
ya abandonó también el FMI, tiene
derecho a una indemnización de 1,2 millones de euros que espero sean
suficientes por los malos ratos que habrá pasado. Será sustituido por José Ignacio Goirigolzarri (1949) que
fue consejero delegado del BBVA y se
jubiló en 2009 con una pensión vitalicia y una indemnización de 68,7 millones
de euros brutos a los que no tendrá que renunciar para dirigir Bankia. Esperemos que no sea muy duro para él tener que regresar al
mundo de las finanzas cuando creía ya que estaba en el paraíso de la
jubilación.
No sé si vivimos en mundos paralelos o yo no me entero de
nada. Probablemente sea esto último. Se nos está pidiendo austeridad y que entendamos las medidas de "ajuste" que
no "recortes" que se ven obligados a tomar. El paro sigue aumentando
y la economía está en punto muerto, además de estar claramente en recesión.
Paralelamente se ven imágenes del Congreso de los Diputados prácticamente vacío en la comprensión de que asistir a todas
las sesiones diarias sería una práctica decimonónica, y que además los
diputados tienen otras ocupaciones además de ser diputados. Esto del
pluriempleo es fastidioso...
En Grecia ha
estallado el sistema político y ha entrado en una fase de difícil recomposición
y ya se habla de que habrán de repetirse elecciones en dos meses por la
ingobernabilidad del país con los resultados habidos que muestran el ascenso de
la extrema derecha que sostiene que Grecia
para lo griegos y la extrema izquierda que propone el rechazo de las
imposiciones de Bruselas e incluso
la salida del euro.
En España, a
diferencia de Francia, el Partido Socialista se ve en una
parálisis ideológica y política -todavía colapsado por su estancia en el
gobierno y sus consecuencias- y no puede ser una auténtica oposición. El
gobierno le recuerda constantemente que es mejor que esté calladito porque son los responsables de los millones de
parados. El gobierno aspira a que la oposición esté calladita y que los que nos
oponemos a estas políticas de privatización de lo público y de inyección de
dinero público en bancos privados somos radicales y extremistas.
Vivimos un tiempo extraño en que todo parece que puede estar
a punto de estallar por los aires, y que nadie sabe muy bien cómo actuar. El
lineal de Rajoy (tiene pocas ideas y
esquemáticas) creyó que con la receta de la austeridad sería suficiente para
generar confianza y que, llegado él a La
Moncloa, todo sería una vuelta a la racionalidad, despilfarrada por el
desgobierno socialista. A la vez, el que esto suscribe tiene la impresión de
que el Partido Socialista (única
opción que tenemos viable) está sumido en una profunda crisis de identidad y
que ahora prefiere que sea el PP quien se coma el marrón y se desgaste él
solito. Algo parecido a lo que hizo el PP en la oposición.
Entretanto el presidente del gobierno del PP en Extremadura José Antonio Monago exige con lenguaje barriobajero el AVE Madrid-Extremadura
a pesar de que el gobierno portugués ha afirmado que no lo unirá en su red a la
línea de Lisboa. No es difícil saber
o intuir el resultado de ocupación de pasajeros de esta nueva línea si se lleva
a cabo y cuyo coste será brutal en un tiempo de crisis profunda. Otra idea
genial es el AVE a Galicia con resultados parecidos a los
que se prevén para el AVE a Extremadura. Pero esto no se puede
decir porque si no, salen en tromba los sentimientos heridos y los presidentes
de comunidades entienden que si otros tienen AVE por qué no lo han de
tener ellos. Alabado sea Dios.
En Madrid se sigue pugnando por los Juegos Olímpicos en la convocatoria de 2020. Todo sea por no ser
menos que Barcelona. Italia ha descartado su opción por
entender que es inasumible económicamente dicha posibilidad, dada la situación
que se está viviendo.
Menos mal que el fútbol nos proporciona buenos
momentos para distraer la presión de la realidad. Pronto tendremos la Eurocopa y los orgullos saldrán a
flote. A ver si la volvemos a ganar. Esto de tener la liga más cara del mundo
da sus frutos. Al fin y al cabo políticos, banqueros y futbolistas no notan la
crisis y nos dan vidilla a los demás.
Venga, no seáis tacaños y entended que hay que inyectar diez
mil millones a Bankia. Es por el
bien de todos, y alguna prima añadida se tendrá que llevar el sacrificado José Ignacio Goirigolzarri que se va a
hacer cargo de esta entidad que, según Rodrigo
Rato, se halla en inmejorables condiciones de solvencia.
Alabado sea Dios.