"Lo único constante es el cambio” es la base de la escultura de bambú colgada del techo que se está elevando en forma de bosque en el Metropolitan de Nueva York y que podrá escalarse, atravesarse, descansar… Vi imágenes en la televisión e inmediatamente la instalación de los gemelos Mike y Doug Starn me cautivó y querría experimentarla, recorrerla, ascenderla. A veces el arte contemporáneo tiene intuiciones poderosas aunque no son nuevas puesto que la idea del cambio continuo viene ya de la filosofía atribuida a Heráclito de Éfeso. Nuestra vida es cambio, todo es impermanente, todo es una ilusión, la materia está vacía, el observador transforma lo observado, el arco, el arquero, la flecha y la diana forman una unidad. Lo que estoy escribiendo es un sueño que tal vez llegará a alguien que lo está esperando, como me ha pasado a mí en una etapa de crisis profunda. ¿Qué dirección dar a nuestros pasos? ¿Hacia dónde dirigirnos? ¿Dónde estarán nuestras certezas? ¿Hay acaso certezas?
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miércoles, 28 de abril de 2010
Ascensión del Pedraforca
"Lo único constante es el cambio” es la base de la escultura de bambú colgada del techo que se está elevando en forma de bosque en el Metropolitan de Nueva York y que podrá escalarse, atravesarse, descansar… Vi imágenes en la televisión e inmediatamente la instalación de los gemelos Mike y Doug Starn me cautivó y querría experimentarla, recorrerla, ascenderla. A veces el arte contemporáneo tiene intuiciones poderosas aunque no son nuevas puesto que la idea del cambio continuo viene ya de la filosofía atribuida a Heráclito de Éfeso. Nuestra vida es cambio, todo es impermanente, todo es una ilusión, la materia está vacía, el observador transforma lo observado, el arco, el arquero, la flecha y la diana forman una unidad. Lo que estoy escribiendo es un sueño que tal vez llegará a alguien que lo está esperando, como me ha pasado a mí en una etapa de crisis profunda. ¿Qué dirección dar a nuestros pasos? ¿Hacia dónde dirigirnos? ¿Dónde estarán nuestras certezas? ¿Hay acaso certezas?
domingo, 25 de abril de 2010
Cine clásico para niños
Tengo dos hijas, una de diez años y otra de trece. Me gusta ver cine clásico con ellas. La mayor no está abierta a mis propuestas y tiene sus propias ideas sobre qué ver y qué leer, lo que le lleva abiertamente a la cultura de masas dominante. Nada que objetar. Cada uno tiene su propio camino y un padre no debe buscar que sus hijos sean necesariamente receptores de lo que se cree sinceramente una buena educación estética. El tiempo va construyendo el perfil y el alma de nuestros hijos. Nosotros somos una influencia importante, pero no la única. El conjunto de intereses que tiene cada uno son fruto de su libre elección, y sobre eso no hay nada que decir.
Sin embargo, mi hija pequeña es receptiva y disfrutamos enormemente viendo filmes clásicos desde hace ya varios años. Quiero dejar constancia de que es posible ver películas clásicas a una temprana edad, películas que educan la sensibilidad y la asimilación del sentido estético.
Estas películas las he visto con Lucía y las recomiendo vivamente a los padres de niños de edades semejantes. Tienen intensidad sentimental, a veces niños como protagonistas -un ingrediente esencial- y reflexión sobre la vida. Son hermosas películas llenas de densidad humana y cinematográfica.
- El mago de Oz (1939) de Víctor Fleming.
- Capitanes intrépidos (1937) de Víctor Fleming.
- King Kong (1933) de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack.
- Películas de Charles Chaplin del cine mudo.
- Películas de Stan Laurel y Oliver Hardy (El gordo y el flaco), en cine mudo o sonoras.
- King Kong (2005) de Peter Jackson.
- Cantando bajo la lluvia (1952) de Stanley Donen y Gene Kelly.
- Matar a un ruiseñor (1962) de Robert Mulligan.
- El pequeño salvaje (1969) de François Truffaut.
- The man of Aran (1934) de Robert J. Flaherty.
- Los pájaros (1963) de Alfred Hitchcock.
- Sonrisas y lágrimas (1965) de Robert Wise.
- Amarcord (1973) de Federico Fellini.
- Ginger y Fred (1986) de Federico Fellini.
- El diario de Ana Frank (1959) de Georges Stevens.
- La noche del cazador (1955) de Charles Laughton.
- Imitación a la vida (1959) de Douglas Sirk
- El ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio de Sica.
- Fanny y Alexander (1982) de Ingmar Bergman.
- Una noche en la ópera (1935) de San Wood.
- El gran dictador (1940) de Charles Chaplin.
- Cinema Paradiso (1988) de Giuseppe Tornatore.
- Ana de las tejas verdes (1985) de Kevin Sullivan.
- Días de radio (1987) de Woody Allen.
- La vida es bella (1997) de Roberto Benigni.
- Derzu Uzala (1974) de Akira Kurosawa.
- Mi pie izquierdo (1989) de Jim Sheridan.
- En América (2002) de Jim Sheridan.
- Gorilas en la niebla (1988) de Michael Apted.
- Eduardo Manostijeras (1990) de Tim Burton.
- Los niños del coro (2004) de Cristophe Barratier.
- El viaje de Chihiro (2001) de Hayao Miyazaki.
- El castillo ambulante (2004) de Hayao Miyazaki.
- El espíritu de la colmena (1973) de Víctor Erice.
- El camino (1964) de Ana Mariscal.
- Secretos del corazón (1997) de Montxo Armendáriz.
- Tasio (1984) de Montxo Armendáriz.
- Planta cuarta (2003) de Antonio Mercero.
Son películas bellísimas que hemos de ver con ellos. La televisión es altamente deformante del sentido estético. Sin embargo, existe buen cine, cine extraordinario a nuestro alcance, y que será inolvidable para nuestros hijos. Nunca se olvida una buena película vista con papá o mamá, y serán referencias maravillosas en su historia sentimental. Algunas de ellas son tristes como El ladrón de bicicletas de Vittorio de Sica o La vida es bella de Roberto Benigni o Capitanes intrépidos de Víctor Fleming, pero ¿quién ha dicho que haya de pintarse la vida de color de rosa? No despreciemos a nuestros hijos. También saben que existe el dolor y la tristeza formando parte de todas las tonalidades de la vida.jueves, 22 de abril de 2010
¿Propiedad intelectual? No gracias.
El gesto inocente de dar a “descargar” con el EMULE, ARES… o cualquier otro programa de intercambio p2p de una película, un disco, un libro ¿es tan inocente? Reconozco que yo he utilizado el EMULE para bajar películas clásicas, prácticamente nunca recientes, películas cuya adquisición es muy difícil o imposible. Así he podido ver la filmografía de Bergman por ejemplo. Sin embargo, cada vez tengo más reparos en utilizar los programas de descargas gratuitos. Siento algo próximo a la vergüenza.
lunes, 19 de abril de 2010
Esto es lo que hay
Me gusta visitar exposiciones de arte contemporáneo. No soy un experto ni alguien especialmente cualificado para opinar, salvo para plasmar mis impresiones de modo elemental y con unos básicos conocimientos sobre historia del arte y en especial el que viene de la corriente conceptual que se inicia en alguna manera con Marcel Duchamp.
¿Cómo caminar, cómo ser, cómo sentir más allá de lo que los pragmáticos -que tanto detestaba Julio Cortázar- defienden como supremo principio: “Esto es lo que hay”?
(Dedicado a Frikosal, quien me enseña a mirar el cielo y las estrellas).
viernes, 16 de abril de 2010
El caso Egunkaria
Cuando escribo este post, estoy escuchando Piedra y camino del cantautor vasco Mikel Laboa. Pienso entretanto en aquel alejado 2003 en que surgió el caso Egunkaria, el único diario que se editaba íntegramente en euskera. Fue en febrero de 2003, cuando el juez Juan del Olmo cerró el diario alegando que era un instrumento de ETA y que servía a sus fines e ideología. En aquel febrero el cierre coincidió con el asesinato del socialista Joseba Pagazaurtundua, ex jefe de la policía municipal de Andoain (Guipúzcoa) por parte de la banda armada. Fue abatido por cuatro disparos en el bar Daytona.
Dejo aquí el enlace a un artículo de JOAN MARI TORREALDAI, presidente del Consejo de Administración del diario Egunkaria. También es académico de la Lengua Vasca. Me lo ha dejado Sorel en su comentario y ciertamente merece la pena su lectura a los que quieran saber más.
Declaraciones de Martxelo Otamendi a ETB.
Entrevista a Martxelo Otamendi en Gara.
martes, 13 de abril de 2010
Catorce de abril
Propongo a los lectores que cliquen en el icono en la columna de la derecha en el que hay enlazada la versión que Miguel Fleta hizo del himno de Riego.
Pero sí sé que el himno y la bandera republicanos son los únicos que tienen un lugar en mi corazón. No tiene mucha importancia este desahogo, pero al menos he soltado lastre y he soñado con otro tiempo con otros colores y otra música.
viernes, 9 de abril de 2010
Baltasar Garzón
Soy de la misma generación que Baltasar Garzón y crecimos viviendo el mismo ritmo de la historia española: una infancia en el franquismo bajo el silencio ominoso de una sociedad paralizada en la que falangistas nos formaban en los colegios hablándonos de la unidad de destino en lo universal y del glorioso Movimiento Nacional que había llevado a cabo la Sagrada Cruzada contra el comunismo y el separatismo. Asistimos al progresivo despertar de la sociedad española cuando llegamos a la universidad y allí participamos como espectadores o como actores de la resistencia contra la dictadura. El movimiento obrero continuó su lucha más abiertamente y el estudiantil se forjó en mil y una batallas en años convulsos y llenos de esperanzas e ilusiones. La vida del dictador caducaba y su sistema empezó a tambalearse. La izquierda liderada desde la clandestinidad por el PCE defendía la reconciliación nacional dejando atrás el espíritu de revancha contra el pasado. Santiago Carrillo en la senda del Eurocomunismo reconocía el valor de las libertades democráticas y aceptaba sus planteamientos de mayorías electorales, elecciones… Se aspiraba a un gran pacto nacional entre el PCE y fuerzas democristianas al estilo de lo propuesto en Italia con el nombre de Compromiso histórico. El pacto era olvidar el pasado para construir el presente en un país en que el ejército era franquista y extremadamente poderoso. En aquel momento –yo lo viví- no se exigía la depuración de responsabilidades ni el juicio a los torturadores al menos entre la izquierda moderada entre la que incluyo al PCE. Incluso partidos de extrema izquierda como el MCE y el PTE aceptaron el marco democrático.
miércoles, 7 de abril de 2010
Orgullo perico
Edgar Morin califica este deporte de "poesía colectiva"; a Françoise Sagan le recordaba a antiguos amores, pues en pocos sitios como en un estadio se puede querer u odiar tanto a alguien; Camus también decía que "no hay un lugar de mayor felicidad que un estadio de fútbol lleno."
domingo, 4 de abril de 2010
Domingo de Resurrección
jueves, 1 de abril de 2010
Jesús de Nazaret
No me cabe duda de que Jesús era un hombre común que se creyó por alguna circunstancia inexplicada hijo de Dios. Las leyendas son más poderosas que la realidad . Su personalidad generó un mito potentísimo que, cuidadosamente reelaborado por Pablo de Tarso, fue el origen de una religión con millones y millones de seguidores. Hablaba por medio de parábolas y se dirigía a la muchedumbre creciente que lo reconocía como maestro ante el disgusto de los escribas y fariseos. Una vez predicó un sermón de la Montaña que da consistencia a su religión: Bienaventurados sean los pobres, los mansos, los que lloran, los que tienen hambre, los misericordiosos, los limpios de corazón, los pacíficos, los que padecen persecución por causa de la justicia… Un conjunto de hermosas ideas sobre el amor y el perdón a los enemigos que se combinaban con sus hechos prodigiosos que deslumbraban a sus seguidores: caminar sobre las aguas, convertir el agua en vino, multiplicar los panes y los peces, la transfiguración del monte Tabor, resucitar a su amigo Lázaro... Un hecho relevante es que se mezclara con los pecadores o los publicanos hacia los que sentía una profunda inclinación. Una de sus más fieles seguidoras era una prostituta llamada María Magdalena y sobre la que se ha especulado que fuera su amante. Sería algo apasionante. Igual que su origen es también extraño: nacido de una madre virgen, María, que había sido fecundada por el Espíritu Santo sin intervención de varón.
lunes, 29 de marzo de 2010
Semana Santa
Estoy leyendo desde hace unos días el primer tomo de En busca del tiempo perdido titulado En el camino de Swan. Lo leí hace veinte años y ahora lo releo con fruición deleitándome en su ritmo lento al que hay que adaptarse contemplando los detalles mínimos que son descritos con cuidado y sumo detenimiento. He pasado ya el episodio de la magdalena mojada en una taza de tila que despierta inusitadamente la evocación del tiempo pasado. A la vez me he traído a Galicia los dos tomos de los Evangelios Apócrifos que prologó Borges y leo con atención la versión que da de los hechos de la vida sagrada de la Virgen y Cristo. Son dos lecturas distintas pero que en algún sentido se complementan porque acabo de tomarme una galleta María con un café con leche y me ha venido también el recuerdo de aquellos días de mi infancia en que Cristo y la Virgen eran una realidad para mí. No obstante, he de aclarar que lo que me viene en oleadas es un recuerdo ominoso, terrible. En el colegio de las buenas monjas que me acogieron a mis cuatro años había una predilección por la descripción del fin del mundo que me horrorizaba. Hubo tardes de lluvia en que Sor Aurora nos contaba a sesenta niños y niñas de cinco y seis años, que escuchábamos espeluznados, los azares terroríficos que compondrían los Novísimos: la llegada sobre las nubes del Cordero de Dios entre truenos y relámpagos y acompañado por miriadas de ángeles. Los muertos volverían de sus tumbas y empezaría el Juicio Final en que serían condenados a torturas inimaginables de los sentidos los malvados por toda la eternidad, mientras que los justos irían a la derecha de Dios por todos los eones del tiempo. ¡Qué imagen más espantosa y qué crueldad intelectual la de aquellos que idearon la necesidad de premio y castigo en una concepción de que todos éramos pecadores! Yo me sentía pecar continuamente y cuando comulgué por primera vez sentí un íntimo horror y una enorme repugnancia que yo calificaría, pese a mis pocos años -seis-, de resistente.
No obstante, recuerdo al hermano franciscano que venía a casa a traernos un poco de sabiduría. En un tiempo terrible del franquismo, sus palabras, sin prepotencia y sin querer imponer ninguna verdad ni amenazar con castigos espantosos, eran realmente consoladoras. Pero qué alejados veo a la cúpula de la iglesia de aquel hombre humilde que venía a acompañarnos y no a condenar. Espero, si existe, que personas como él tengan acomodo en un buen lugar y que su bondad encuentre el paraíso. Pero tengo la impresión de que las buenas personas no piden el paraíso como recompensa.
jueves, 25 de marzo de 2010
Israel y Palestina
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Nací como nacen los mortales, tengo una madre
Y una casa con muchas ventanas,
Tengo hermanos, amigos,
Mía es la ola, acarreada por las gaviotas,
mi visión es el horizonte
con una simple brizna de hierba.
Mía es la luna en los confines de las palabras,
Y la munificencia de los pájaros,
Y el olivo inmortal.
Caminé por esta tierra antes de que las espadas
Vengo de allí. Para mi madre, soy el cielo,
Cuando el cielo llora por su madre.
Una nube que regresa.
Aprendí todas las palabras dignas del tribunal de sangre
Aprendí todas las palabras y las descompuse
Para componer una sola palabra: Patria.
(Yo soy de allí, Mahmud Darwish, traducción del francés de Ani Granson).