Hemos comenzado la andadura del blog del nivel de cuarto de Eso que tiene el mismo nombre que el año pasado: lengua en movimiento. Aunque no descarto someterlo a votación y cambiarle el título si mis alumnos lo quieren así.
Lengua en movimiento es un blog que propondrá actividades a los alumnos que habrán de resolver mediante sus comentarios. El problema es que sólo una pequeña parte de mis alumnos tienen acceso a internet desde sus casas y la participación tendrá que ser mediante el aula de ordenadores portátiles cada quince días, pues he de compartirlos con el Gabinete de Psicopedagogía. Las aulas ordinarias están ocupadas por las habituales horas de Tecnología.
El primer post de Lengua en movimiento ha sido de bienvenida. El segundo les proponía que reflejaran su opinión sobre los libros que están leyendo, sobre los que imagino informados a los lectores de este blog. Es una apuesta por la literatura adulta, que incluye libros mayores como Crimen y castigo de Dostoievski, El extranjero de Camus, Las uvas de la ira de Steinbeck, Drácula de Bram Stocker, La metamorfosis y la Carta al padre de Kafka, varios títulos de Boris Vian como La espuma de los días o Escupiré sobre vuestra tumba, Crónica de una muerte anunciada de García Márquez, varios libros de Stephen King, algún libro de Richard Matheson, Bartleby el escribiente de Hermann Melville, Factotum de Charles Bukowski...
En este enlace podéis encontrar el primer encuentro con los libros que han elegido, o mejor dicho, que yo les he ayudado a elegir. Los alumnos de Cuarto B han dejado sus primeros comentarios que se ampliará con los comentarios de Cuarto A cuando disponga del aula de ordenadores portátiles.
Paralelamente he fomentado que crearan sus propio blogs que irán enlazados al blog de la clase. En el blogroll de Lengua en Movimiento queda constancia de los primeros blogs que se han acogido a la propuesta. Varios de ellos todavía no han posteado y su entrada queda vacía, pero alguno de ellos promete. Me gustan los alumnos singulares, con su sentido de la vida desarrollado contracorriente y con ideas propias. Este curso me he encontrado en los dos cuartos de Eso con alumnos heterodoxos que tienen su propio planteamiento de las cosas. No sé si son buenos estudiantes todavía, pero me atrae su alejamiento de los lugares comunes… Siempre me han gustado los alumnos rebeldes aunque no esté de acuerdo con su ideología. Deseo que mis alumnos tengan algo más allá de planteamientos concretos. Quiero verles pensar y pensarse a ellos mismos, quiero verles deambular en la complejidad de nuestra sociedad y de nuestra existencia.
Es muy posible que a los alumnos se les pueda ofrecer actividades concretas muy interesantes, pero la actividad más apasionante es la de desarrollar un sistema de pensamiento particular. Es lo que echo a faltar en el conjunto de la adolescencia que estamos educando. Son jóvenes prematuramente integrados en la sociedad, que no se la cuestionan para nada. Quiero que la posibilidad de tener un blog sirva para desarrollar la rebeldía de los pocos que son. Quien tenga algo que decir al mundo que lo haga, que organice sus ideas, que estructure su pensamiento y dispare. Con cargas de profundidad y dinamita. Para ello la buena literatura adulta ha de servir para algo. Espero.
Lengua en movimiento es un blog que propondrá actividades a los alumnos que habrán de resolver mediante sus comentarios. El problema es que sólo una pequeña parte de mis alumnos tienen acceso a internet desde sus casas y la participación tendrá que ser mediante el aula de ordenadores portátiles cada quince días, pues he de compartirlos con el Gabinete de Psicopedagogía. Las aulas ordinarias están ocupadas por las habituales horas de Tecnología.
El primer post de Lengua en movimiento ha sido de bienvenida. El segundo les proponía que reflejaran su opinión sobre los libros que están leyendo, sobre los que imagino informados a los lectores de este blog. Es una apuesta por la literatura adulta, que incluye libros mayores como Crimen y castigo de Dostoievski, El extranjero de Camus, Las uvas de la ira de Steinbeck, Drácula de Bram Stocker, La metamorfosis y la Carta al padre de Kafka, varios títulos de Boris Vian como La espuma de los días o Escupiré sobre vuestra tumba, Crónica de una muerte anunciada de García Márquez, varios libros de Stephen King, algún libro de Richard Matheson, Bartleby el escribiente de Hermann Melville, Factotum de Charles Bukowski...
En este enlace podéis encontrar el primer encuentro con los libros que han elegido, o mejor dicho, que yo les he ayudado a elegir. Los alumnos de Cuarto B han dejado sus primeros comentarios que se ampliará con los comentarios de Cuarto A cuando disponga del aula de ordenadores portátiles.
Paralelamente he fomentado que crearan sus propio blogs que irán enlazados al blog de la clase. En el blogroll de Lengua en Movimiento queda constancia de los primeros blogs que se han acogido a la propuesta. Varios de ellos todavía no han posteado y su entrada queda vacía, pero alguno de ellos promete. Me gustan los alumnos singulares, con su sentido de la vida desarrollado contracorriente y con ideas propias. Este curso me he encontrado en los dos cuartos de Eso con alumnos heterodoxos que tienen su propio planteamiento de las cosas. No sé si son buenos estudiantes todavía, pero me atrae su alejamiento de los lugares comunes… Siempre me han gustado los alumnos rebeldes aunque no esté de acuerdo con su ideología. Deseo que mis alumnos tengan algo más allá de planteamientos concretos. Quiero verles pensar y pensarse a ellos mismos, quiero verles deambular en la complejidad de nuestra sociedad y de nuestra existencia.
Es muy posible que a los alumnos se les pueda ofrecer actividades concretas muy interesantes, pero la actividad más apasionante es la de desarrollar un sistema de pensamiento particular. Es lo que echo a faltar en el conjunto de la adolescencia que estamos educando. Son jóvenes prematuramente integrados en la sociedad, que no se la cuestionan para nada. Quiero que la posibilidad de tener un blog sirva para desarrollar la rebeldía de los pocos que son. Quien tenga algo que decir al mundo que lo haga, que organice sus ideas, que estructure su pensamiento y dispare. Con cargas de profundidad y dinamita. Para ello la buena literatura adulta ha de servir para algo. Espero.