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lunes, 29 de diciembre de 2008

Molinos de agua

En Galicia y Asturias se conservan diversos molinos de agua -llamados aceñas-. El agua del río impulsa unas palas que generan diferentes fuerzas que llevan a funcionar batanes para golpear y suavizar los tejidos ásperos, moler el trigo o producir electricidad... Es un gozo pensarse viviendo en aquel tiempo como encargado de una aceña, siempre entre la corriente de agua saltando gozosa y creando energía. Esta foto está tomada en la finca Galea (Lugo) en agosto del año 2000 y siempre me ha fascinado por haber captado el agua en movimiento, revelando la intensa fuerza hidráulica que lleva a funcionar múltiples ingenios. El lazarillo de Tormes nació en una aceña a orillas del río que lleva su nombre. Su padre era molinero, y estos tenían una fama pésima de ladrones que llevó a crear una tradición de coplas sobre ellos y sus artes birlatorias. 

domingo, 28 de diciembre de 2008

Las dunas de Corrubedo

Valle Inclán (que dios tenga en su gloria) cita en algunas escenas de Las comedias bárbaras las dunas de Corrubedo. Es una zona declarada parque natural situada en A Coruña, entre el cabo de Corrubedo y la punta de Couso en la comarca de Barbanza donde se sitúan numerosas leyendas como la de la mítica ciudad de Valverde, inundada bajo las aguas. Allí llegué en diciembre de 1993, tras concluir el Camino de Santiago. Estaba eufórico. Subí a las dunas bajo un cielo tormentoso entre los juncales. Antes había comido pulpo en A Coruña bañado con vino turbio invitado por mi primo, un borrachín de tomo y lomo. Me dejé llevar por él. No en vano había caminado 750 kilómetros para pegarme ahora sí, un exceso. En lo alto de las dunas de Corrubedo, me erigí en un modesto personaje de Valle (¡qué más hubiera querido!) y mis manos se alzaron al cielo disfrutando gozosamente de la vida.  

sábado, 27 de diciembre de 2008

Amanecer

Dormía en una pensión del Algarve, en Faro, en diciembre de 1991. Me desperté con ganas de ir al lavabo y subí por unas escaleras que descubrí en el pasillo. Éstas daban a una terraza donde había ropa colgada y varios  aguamaniles. Aquella escena me pareció de película de Fellini. La realidad a veces es misteriosa y nos evoca imágenes casi fantasmales. Me imaginé a una muchacha vestida de blanco deambulando por entre estas sábanas tendidas e inclinándose sobre uno de los aguamaniles con su larga cabellera cayéndole por los hombros.  Con mi Olimpus XA, que compré en Singapur y que perdí en Atenas dos años después, le hacía una larga serie de fotos. Sus ojos verdes, como salida de una leyenda de Bécquer, quedaban reflejados en esta espectral toma al amanecer. ¿No notáis su presencia?

viernes, 26 de diciembre de 2008

En la arena

No los conocía, pero en ellos vi esa relación maravillosa que existe a veces entre padre e hija. El bracito de la niña se apoya con una gran ternura sobre el cuello de su papá. Ambos miran el mar. El padre es el punto de referencia de la hija, su primer amor, hasta que la vida haga que las relaciones se redimensionen y la niña busque en otros hombres claves de su existencia. ¡Qué hermoso es mientras dura! Esta era la playa de Laredo (Cantabria) en un paseo que di por ella en agosto del año 2000. La niña tendrá ahora catorce años quizás. Fotografiar es siempre un acto misterioso y mágico. ¿Qué mirarán ahora padre e hija? Es tan hermoso mirar el mar juntos...

jueves, 25 de diciembre de 2008

Las grietas de la realidad

Me gusta pasear por zonas abandonadas, con caserones medio derruidos, con ventanas apuntaladas y que se haya producido el rito del paso del tiempo. Recuerdo que mi padre me llevaba cerca de Zaragoza a las ruinas de un castillo abatido por los siglos. No tenía un gran valor artístico, pero él siempre me recitaba algún fragmento de la Epístola a las ruinas de Itálica de Rodrigo Caro: Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora/campos de soledad, mustio collado, /fueron un tiempo Itálica famosa. Las grietas del tiempo son grietas en nuestra realidad. Nos devuelven la imagen de nuestro pasar como caminantes por este mundo. Me gusta fotografiar paredes desconchadas, mamposterías caídas, teatros abandonados, ventanas desgastadas... y siento como me invade la melancolía, pero luego inevitablemente me voy a alguna taberna del camino y me bebo un vaso de buen vino para celebrar que estoy vivo. ¡Qué bello es vivir y qué aburrido estar muerto!

miércoles, 24 de diciembre de 2008

La mirada

Esta foto hay pocas probabilidades de que la vea alguien celebrándose hoy  la noche más especial del año. Pero por si acaso la ve algún insomne, he de explicarle que fue tomada en el carnaval de 1994. No vemos la mirada de la chica pero la podemos ver reflejada en los ojos del chico. No cabe duda de que están enamorados. ¿Qué será de ellos? Imaginemos que él se reconoce aquí sin saber que fue fotografiado hace quince años. El misterio del tiempo. Este instante fue congelado con toda su carga de sentimiento. Un microinstante de felicidad, menos de una centésima de segundo, fue suficiente a mi cámara Minox para captar la esencia del amor. Ojalá que sigan igual de enamorados. Brindo con cava por ello. Feliz noche. 

martes, 23 de diciembre de 2008

Descubierto

Es la feria de pins que se celebra los domingos en Arc de Triomf en el centro de Barcelona. Varios tenderetes se montan para compartir esa pasión que se inició en España con las olimpiadas. Estaba fotografiando el ambiente y entre la gente hice una fotografía justo en el momento en que el muchacho había descubierto mi cámara Minox analógica con la que iba a todas partes. Siempre he considerado esta fotografía como una de mis preferidas. La he buscado durante un buen tiempo hasta que la he encontrado entre los viejos álbumes. Fue en 1994 cuando yo llevaba un pañuelo palestino y una gorra roja, y sacaba a mis alumnos a la calle con un ataúd, vestidos de negro y con velones encendidos, recitando las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique

lunes, 22 de diciembre de 2008

Pureza de líneas.


Esta foto fue tomada en el sur de Portugal, en Albufeira, en el invierno de 1994. Allí nos recluíamos para pasar las navidades alejados de las grandes celebraciones familiares. El Algarve en invierno es una maravilla. Leía El libro del desasosiego de Fernando Pessoa, y me deleitaba con la atmósfera humana y cordial de uno de los países más cálidos y hermosos que se pueden visitar, siempre con ese sentimiento de melancolía que impregna las calles, las fachadas, la música, las conversaciones... Frente a la rapidez del ritmo español, la pausa y humanidad del portugués. Dicen que los portugueses tienen siempre en su interior esa melancolía profunda que les lleva a mirar el mar por donde marchó el rey Sebastiao un día y ya no volvió de una incursión militar.  

domingo, 21 de diciembre de 2008

El encuentro

Durante estas fechas de Navidad, iré publicando algunas fotografías analógicas de mi archivo fotográfico. Las escanearé y las colgaré cada día en el blog a las diez de la noche. Ésta data de 1999 y supone el encuentro entre mi mi hija mayor Clara y Lucía nacida días antes. Su cruce de miradas siempre me ha fascinado. Supieron que a partir de entonces la una estaría ligada a la otra para bien y para mal. El mundo había cambiado inevitablemente y ya no estarían nunca solas para jugar o para discutir como las oigo ahora. Parece decir Clara: Bienvenida, y Lucía le contesta: me alegro de que estés aquí. Espero que me cuides. La tiene en sus brazos con ternura. Un dedo de la madre se ve en primer plano, ayudándola a sostenerla. Esta foto está tomada en el hospital donde nació Lucía con una antigua cámara Canon AT1 manual. 

jueves, 18 de diciembre de 2008

Poesía visual y Navidad



Hoy he ido a ver una exposición de poemas visuales de Chema Madoz. He revisitado sus propuestas limpias y sorprendentes en que el azar y la necesidad están presentes descontextualizando objetos de la vida cotidiana, a modo de metáforas, y llevándolos a una dimensión poética. No pueden ser cosas más sencillas o elementales, pero tratadas con la imaginación se convierten, combinando dos realidades, en algo que nos provoca la admiración, la sorpresa o la sonrisa. No quiero hoy daros la murga. Quería felicitaros la Navidad con estos poemas que me han llenado de maravilla. 


               


                                        

                
                 
                     
       
                                             
                               
                                         


A todos los que me leéis con enorme paciencia y generosidad: Pantagruel, Clares, Paco Ortega, Animal de fondo, Yolanda Bellod, Eloi, Víctor Manuel, Antonio Solano, Lurdes Doménech, Antonio, Cariátides, Gemma, Caperucita azul, Eduideas, Juan Poz, José Luis Capilla, Mari Carmen, Bu, Rodolfo Natiello, Simalme, Meike, Alejandro, Un profe cualquiera, Frikosal, Yolanda Molina, Malo Malísimo, Marcos Cadenato, Lucero, Me encantó bailar contigo, José, el lanzador de botellas, Mundos periféricos, Francisco Machuca, Elena, Ernesto, Eduardo Larequi, Coquinas, Javier Martínez, Yoffy, Ana Lorenzo, Miguel, Antonio Gálvez, Ani Granson, Chema Cereceda, Jorge San Juan, Cora Tusnelda, Sonia, Dilaida, Silvia Porras, Rosa Silverio, Marian, Erikenea, Leonor Quintana, Serenus Zeitbloom, Matilde Martínez, Maritza Bueno, Sorel, Carme, Conchi, anónimos y los que lo seguís en la sombra sin aparecer. Disculpad si me he dejado a alguien. 

Por la poesía y el arte. Por un mundo más fraterno y solidario. Por este fenómeno maravilloso de los blogs pese a lo que piense Javier Marías.  Un saludo muy cordial a todos. Feliz Navidad. 

Selección de entradas en el blog