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viernes, 8 de mayo de 2020

La injusticia del talento


8 comentarios :

  1. Me asusta el enunciado.
    Si el educar parece caro, ya verán cuando prueben con la incultura.
    No todos tienen porqué estudiar, ni la capacidad intelectual de hacerlo, así de sencillo, pero todos, incluso los que no quieren estudiar, deben de prestar atención a la palabra de los que saben, simplemente porque no les llevará al error.

    Temo la debacle actual, la de día de hoy. La temo porque llevamos dos meses de sofá, y estamos haciendo expertos en juegos on-line. temos por los padres, porque ellos no saben que hacer, delante de unos profesores que no saben que hacer, frente a un departamento de Cultura que no sabe que hacer, esperando órdenes de un Ministerio que no sabe que hacer.

    Supongo que quien si sabe que hacer es la Sony Game X Plus-Boy; fabricar millones de cónsolas para el devenir. Será un éxito total de ventas.

    Un abrazo nihilista

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    1. Convivo con una profesora (mi mujer) que está entregada todo el día y parte de la noche a sus alumnos y al diseño del curso on line. No sé si se sabe bien qué hacer pero soy consciente del gigantesco esfuerzo por parte de muchísimos profesores en mantener con dignidad la educación dentro de sus complicadas circunstancias. Así que también Bansky tendría que hacer un dibujo dedicado a los enseñantes por su enorme tesón en sacar el curso adelante. De esto no se suele hablar pero yo soy consciente y testigo de ello.

      En cuanto a la cultura en nuestro tiempo, es cierto que es un bien de segundo o tercer orden. Tal vez ha cambiado el mismo concepto de cultura radicalmente o lo que nosotros entendemos por tal. Tengo dos hijas jóvenes (ya no adolescentes) y está claro que en una casa donde hay miles de libros no tienen los mismos criterios que yo ante ellos. Y he sido profesor durante casi cuatro décadas y he ido constatando el deterioro del tema cultural. De haber vivido un tiempo en que tenía prestigio ser culto a otro, el que vivimos ahora, en que el rey de todo es el Game, todo es un juego, como dice Alessandro Baricco en su libro The Game como expresión del eje de la tecnología. Pienso que es una pena, leer es algo que hacen personas de cierta edad y sobre todo las mujeres. El ansia de saber se ha diversificado y estrechado. Yo solo querría seguir viviendo para seguir aprendiendo, pero lo que sentimos tú y yo, y otras personas no es lo que abunda.

      Sin embargo, el texto de Steiner hace referencia a que solo mentes privilegiadas por el talento hacen crecer en conocimiento a la humanidad. Pero no todos tenemos talento, y de ahí la envidia de las masas contra la excelencia y el citado talento.

      Un abrazo, hoy no totalmente nihilista porque estoy leyendo una novela que me está cautivando, y eso hace que me ponga de buen humor. Salut.

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  2. Hola; Joselu.

    Por darle un poco la vuelta al texto de Steiner.

    Supongo que de las nueve décimas partes de las personas que contribuyen en prácticamente nada al avance del conocimiento, o a los logros estéticos o científicos, habrá un porcentaje respetable que… ponen los ladrillos de las casas, reparan zapatos, ordeñan vacas para que los niños tomen leche, cosechan alimentos, arreglan problemas de fontanería, o mecánicos que solucionan averías de los medios de transporte, conductores que los manejan, sastres que hacen trajes, electricistas que mantienen las redes, panaderos que hacen el pan, cocineros que deleitan paladares, costureras que nos arreglan el vestir, limpiadores que barren las calles, bomberos que combaten los incendios y otras amenazas, policías que se enfrentan a la delincuencia, pescadores que arriesgan el pellejo para que comamos pescado, etc, etc… imagino que esas nueves décimas partes de las personas que no contribuyen en nada al pensamiento o la estética, hacen la vida mucho más cómoda y llevadera al exiguo porcentaje pensador e intelectual, permitiendo que sigan pensando, y aportando valor estético, eso sí, los científicos siempre han tenido demasiado trabajo y han bregado en la primera línea de batalla con los desafíos del mundo y la existencia.

    No hay una intención crítica hacia ti, ni mucho menos, solo quería darle la vuelta a la tortilla, coloquialmente hablando, a este pensamiento de Steiner... será que estos tiempos de pandemia nos están enseñando que la civilización citada por Steiner, a día de hoy, también depende de quienes barren las calles, de quienes apagan los fuegos, conducen los trenes, camiones, etc. Aunque para ser justos, Steiner no tuvo un coronavirus que paralizase el mundo para entender con rotundidad esto.

    Cuídate, amigo.

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    1. No puedo negar que tienes toda la razón: la gente común hace que el mundo funcione. Bansky ha dedicado un dibujo a las enfermeras como superhéroes antes que Batman o Spiderman. La gente común con su esfuerzo hace un mundo más humano. No hay nada que objetar. Sin embargo, los grandes progresos en todos los órdenes científico, filosófico, literario y artístico en general, tecnológico... son obra de minorías que poseen el genio. Te podría poner muchos ejemplos, pero piensa lo que significan para la humanidad un Newton, Pasteur o un Fleming, o un Shakespeare, o un Goethe o Einstein o Kafka, o Steve Jobs, por decir algo. Son personas que con su genio cambian el mundo, hacen que se transforme. La gente común es valiosísima pero no transforma los ejes del conocimiento ni de la ciencia que han hecho que estemos donde estamos, para bien o para mal. No hace falta llegar a estos genios para darnos cuenta. Hay muchas personas intermedias que tienen un genio especial en todos los órdenes. A veces he pensado que la transformación del mundo, sus avances, son obra de las personas que poseen un CI muy elevado. Hoy somos devotos de una visión igualitaria en que ponemos todo a ras de suelo pensando que todos somos iguales, y sí, es cierto, todos ponemos piezas del puzzle de la vida, piezas necesarias y que dotan a la existencia de humanidad. Pienso en una entrañable abuelita para sus nietos, en un médico que se va a trabajar solidariamente en África... pero, aun contando que hoy día funciona mucho en trabajo en equipo, siempre la evolución de la humanidad será obra, para bien o para mal, repito, de exiguas minorías dotadas de gran inteligencia y genio. Hoy nos caen mal las élites y pensamos que todos somos iguales pero la historia de la humanidad desde la invención de la rueda ha sido obra de seres singulares. No obstante, es bueno que polemicemos, entiendo que hay muchas citas que cuelgo que son decididamente polémicas y que pueden ser objeto de controversia. Un fuerte abrazo.

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  3. Creo que lo que llamamos talento es como un tejido que nace de varios hilos que vienen de antes, y luego eso crece o no. Yo durante años he negado el innatismo en esto, pero, bueno, admito que uno de esos hilos sí sería una disposición física innata para esto o aquello. Los dedos largos del pianista, por ejemplo. O una percepción fuera de lo corriente del color. Pero creo que el verdadero catalizador es una cierta frustración, el no estar completamente a gusto, el encontrarse un poco aparte. Lo normal es acomodarse al mundo como está. La gente que contribuye a avanzar lo hace, por decirlo así, por encontrar su propio nicho, o quizá mejor dicho, construir su propio nido. ¿Dónde desborda el talento? En los momentos previos a una catástrofe, como en la Viena de entresiglos y hasta antes de la Segunda guerra mundial. Quizá sea de alguna manera cierto lo que decía Orson Wells (siendo falso, y hay que recordar que lo dice en boca de un villano), que el Renacimiento en Italia, con su lucha de facciones, dió al mundo a Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, pero Suiza en quinientos años de democracia solo ha dado el reloj de cuco. No sé, tampoco digo que sea siempre así, pero... me parece significativo que los Beatles, que nacen en una época de seguridad y prosperidad, lo que negaría lo anterior, tres de sus miembros tenían una característica significativa en común: habían perdido a sus madres.

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    1. Estoy contigo en todo lo que escribes y anotas. El genio es inexplicable, surge de una conjunción de factores que son favorecidos o no por el medio en que aparece. Hay elementos de época y personales que lo fomentan pero que no lo explican. Pienso en la casi nula aportación de España al mundo moderno, salvo en terrenos como la pintura. Hemos sido prácticamente cero en terrenos como la filosofía, la ciencia (salvo increíblemente por Ramón y Cajal), la tecnología, la literatura (salvo un Cervantes que se erige por encima de su tiempo)... Es como si faltara el terreno de cultivo para el genio que ha sido predominantemente de otros países europeos. Pienso en la terrible tragedia de que se expulsara a los judíos de España en 1492. Perdimos a unas élites fabulosas en el terreno cultural y científico. Tal vez la historia de España ha sido desde entonces un fracaso mayúsculo a pesar de su imperio mal administrado. Tal vez el genio de las naciones tiene algo de innatismo. Suiza es un país admirable por su capacidad de armonizar cantones de lenguas y culturas opuestas, su habilidad financiera y su inteligencia prodigiosa para, estando en el centro de Europa, haber sido un oasis de paz durante dos guerras mundiales.

      En cuanto a que el genio se hace contra algo porque no está satisfecho -como dices lo normal es acomodarse-, y lo pueden favorecer diversos factores como campo de cultivo, como decía, incluida la desgracia inicial de su vida como en el caso de Los Beatles, pero no es suficiente. El talento es una cuestión cultural e individual de naturaleza inexplicable. Es sigificativo que científicos españoles se han tenido que ir lejos para brillar porque España es un país mucho de bares y pescadito frito, pero miope, acomodaticio a la vez que de estirpe anarquista -de derechas o de izquierdas-, profundamente envidioso de todo el que tiene talento al que se busca destruir y humillar. No es fácil sobresalir en este país, somos insidiosamente crueles con el genio, no nos gusta, no queremos que nadie sobresalga más que nosotros y esto es síntoma de mediocridad. Así que España no es un terreno favorable para el genio por diversas razones.

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    2. Hola Joselu,

      Iba a decir algo parecido a parte del comentario de J. y, por tanto, me lo guardo, pero añadiría cuestionar que el talento sea una virtud individual. Me acuerdo aquí de aquel personaje de Dostoyevski que creía que las personas excepcionales y sus ideas eran tan valiosas que se podía sacrificar los derechos de otros seres humanos para verlas realizadas. ¿Pero de dónde viene ese talento? ¿Quién lo cultivó? ¿Qué sociedad lo sostiene? Como la maestra de tu ejemplo en el otro comentario, hay muchas personas que de manera abnegada contribuyen al bien de la sociedad y sin ellos, para usar una imagen común, el talento sería como una planta sin abono, sin agua, sin suficiente luz y destinada a marchitarse.

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    3. Es cierto lo que dices, que el talento sin abono o sin suficiente luz podría no crecer, pero quiero hablar de mi experiencia como profesor durante treinta y siete años en que lo que he pretendido esencialmente ha sido alentar el talento, entendiendo por talento algo raro e inusual, algo que sobresale sobre la cultura y el tiempo, y que inevitablemente tiene que llegar al conocimiento colectivo para saber que era un talento.

      En estos años de docencia he intentado fomentar el talento pero no he sabido de que esto haya tenido excesivo éxito. Intentaba, cuando veía en ciernes algo que merecía ser desarrollado, hacerlo consciente y que el alumno o la alumna supiera que tenía mi apoyo. He encontrado a diversos alumnos talentosos pero cuyo desarrollo posterior de la vida ha llevado a perder totalmente ese germen inicial. He tenido excelentes alumnos de literatura que no han continuado desarrollando esa semilla. Inteligentes, sensibles, agudos, pero no. Solo me he encontrado con un caso de gran éxito mediático de un alumno que triunfó con su hermano en el terreno de la canción en España. Era uno de los peores alumnos de literatura de su curso. Nunca aprobó un examen, sin embargo, aprovechó superficialmente todo aquello que hablábamos en clase reivindicando su base literaria. Es el caso de mayor éxito de algún alumno mío. Otros con mayor base e inteligencia no lo lograron y sus vidas han sido grises, normales. Lo he procurado con ahínco hasta el final de mi carrera docente pero no basta con que veas una posibilidad para que esta se desarrolle. El talento es un misterio y en bastante medida autónomo, y esencialmente raro. Entre un millón de personas igual surge una que destaque en cuanto a talento. No he tenido la ocasión de acertar. Albert Camus, de origen español por su madre, francés y argelino, siempre recordó a un maestro que tuvo y lo elogia en El primer hombre. No creo que haya claves que permitan explicar el talento, creo que crece en cualquier terreno, sea solitario, sin apoyos o con ellos. Hay quien ha tenido todo radicalmente en contra de modo feroz y ha sido uno de los grandes y otros muchos con posibilidades talentosas no lo han sido. Pienso que el talento es un misterio.

      Recuerdo Crimen y castigo donde se desarrolla que ciertos hombres de naturaleza superior pueden tener derecho incluso al crimen por su propia excepcionalidad. El talento es muy escaso a nivel superior. Medios talentos los hay algo más, pero la mayor parte de la humanidad es de carácter medio, sin atributos, aunque alguna vez, excepcionalmente, puedan contribuir al crecimiento de un talento o servir decididamente para hacer un mundo más humano o más entrañable. El talento es un misterio y no solo basta un CI elevado, puede tenerse y no tener el genio. Y puede ser uno rechazado por el sistema convencional y convertirse en el mayor talento de su época.

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