Reconozco que hay un problema cuando hablo con mis hijas y
les pregunto cuestiones como ¿cuántos niños hay en clase? Se ponen a pensar y me
dicen "Veintisiete", pero no siempre ha sido así. Esto ha sido
producto de una reflexión sobre el lenguaje, porque no hace mucho tiempo, me
decía: "Hay quince niños" refiriéndose exclusivamente a los varones.
Hemos hablado del masculino genérico como integrador de los dos géneros y
solemos entendernos. Digo esto porque la RAE ha sacado un documento firmado por
27 académicos en los que se repasa los manuales de usos lingüísticos editados
por sindicatos, comunidades autónomas, ayuntamientos y universidades en que se
aboga por un uso no sexista del lenguaje. Según la RAE se han difundido usos,
que son frecuentes en documentos y en el lenguaje político que contrarían la
coherencia de la lengua para lograr algo muy loable que es hacer visible a la
mujer que parece desaparecer tras el genérico masculino. Así en ciertos
manuales se considera sexista decir "Los estudiantes" como integrador
de los dos sexos, y debería decirse "Los/Las estudiantes" o "L@s
estudiantes", utilizando la arroba como signo plurivalente. Se defiende
que no deba decirse "Los alumnos" sino "Los alumnos y las
alumnas" o utilizar un nombre colectivo como "El alumnado", o
"El profesorado" para referirse a "Los profesores y las
profesoras" o "Las profesoras o los profesores" porque ¿no es
sexista poner primero a los hombres y luego a las mujeres? Así lo vemos en el
uso no sexista del término
"AMPA" (Asociación de Madres y Padres).
Estas guías de usos lingüísticos han tenido una gran
difusión y en los documentos de muchos sindicatos y ayuntamientos tiende a
generalizarse la distinción de "los delegados y las delegadas",
"los alcaldes y las alcaldesas", y es frecuente oírlo en campañas
electorales cuando los mitines se abren con un "bienvenidos y bienvenidas,
los ciudadadanos y las ciudadanas".
Una vez abierta la veda de la modificación social del
lenguaje no por criterios lingüísticos sino éticos en busca de la no discriminación
de las mujeres, se entra en jugosas contradicciones porque se puede rastrear un
uso sexista en decir "Juan y María viven juntos" ¿Por qué
"juntos"? O cuando nos referimos a "mis padres" englobando
a la madre y al padre, o cuando decimos "mis hijos", cuando
deberíamos decir tal vez "Mi hijo y mi hija o mis hijos y mis hijas"
si tal circunstancia existe. También entramos en una senda anómala cuando
decimos "Alberto y Mónica viven contentos". Tal vez debería decirse
evitando el masculino marcado "Viven alegres". La confusión se
extiende asimismo a instituciones como el colegio de psicólogos cuando debería
decirse "psicólogos y psicólogas" o "ingenieros e
ingenieras".
¿Es un uso sexista utilizar el masculino genérico? ¿Debería
evitarse? Entiendo que no lo es, coincidiendo con el criterio de la Academia a
la que agradezco el documento redactado en el que se reflexiona sobre usos
lingüísticos impulsados por asociaciones o instituciones muy bien intencionadas
pero que no tienen formación lingüística e introducen usos aberrantes y
contrarios a la economía y la elegancia de la lengua. Cuando digo "Todos
debemos luchar por la justicia social" no estoy discriminando a las
mujeres, y es un tanto gazmoño que se vea en el uso del masculino genérico tal
discriminación. Recordemos la aportación de Bibiana Aido cuando dijo que
"los miembros y las miembras del gabinete" o algo parecido, en una
expresión que ha tenido éxito social e induce a la duda de si debemos utilizar
"miembras" evitando eso de "Los miembros del gabinete.
Me parece un atentado contra la lengua, y no hace falta
recurrir a la Constitución venezolana en la que se habla de "Venezolanos y
venezolanas", "Presidente o Presidenta" "Vicepresidente o
Vicepresidenta"... para darnos cuenta de la prolijidad que introduce en la
naturalidad del habla generando un discurso anómalo e inelegante. Sin duda que
hay que luchar por la igualdad social de hombres y mujeres pero no violentando
la lengua y haciéndola adoptar giros absurdos para evitar el uso del masculino
genérico como cuando decimos "El hombre es un lobo para el hombre"
sustituyéndolo por "las personas humanas son unos lob@s para las personas
humanas" porque también en el uso del masculino para referirse a nuestros
animales domésticos "Me gustan los gatos" es potencialmente
sexista cuando debería decirse "los gatos y las gatas", "los
perros y las perras", "los rinocerontes y las rinocerontas"...
¿No es absurdo? Y si es absurdo ¿cómo está tan extendido? Me
gustaría saber qué piensan "los lectores y las lectoras del blog".