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lunes, 22 de febrero de 2021

No pegarás a tus padres...


Hoy he viajado en AVE de Barcelona a Zaragoza y he vuelto en el mismo día. Me he ido fijando en los grandes carteles del metro que reclamaban mi atención. Todos eran mensajes instructivos para formarme ética y socialmente. Los carteles políticos de la última campaña ya no están presentes. Los anuncios apelan a mi solidaridad con los mayores y su soledad, con los enfermos de ciertas dolencias, con las víctimas de abusos sexuales y micromachismos, con los miembros de esa asociación omnipresente de LGTBi e incluso se me insta a denunciar cualquier rasgo de homofobia y se me da un teléfono para hacerlo; se me insta a mantener la distancia social, a guardar silencio en los trenes, a no comer ni beber, a lavarme las manos con frecuencia, a rechazar cualquier signo de racismo y xenofobia, a ser solidario con otros países africanos y las ONGs que trabajan allí, a apoyar la difusión de las vacunas… 

 

Está claro que solo tiene uno que pasar por el metro para recibir un curso de pedagogía social para modelarme como buen ciudadano. Son mensajes para promover cambios o la concienciación solidaria en diversos campos todos muy estimables, no lo voy a negar, pero pienso que es algo propio de este tiempo. Si miro al pasado no recuerdo esta proliferación de mensajes de contenido social para influirme positivamente y modelar un ciudadano solidario, justo, igualitario, antirracista, no homófobo. Uno pasea por los pasillos del metro y le es impartido un verdadero libro de urbanidad adaptado a los nuevos tiempos. Esto tiene una clara intencionalidad política y son promovidos por instituciones administrativas o sociales que compran espacio público para influirnos. 

 

No digo que esté mal, pero observo que esta buenísima intención de los responsables de campañas que están generalmente en manos de partidos que ocupan el poder en las distintas administraciones pertenecen a un elenco de formaciones políticas que en su praxis diaria practican el canibalismo, las cuchilladas, el insulto, el desprecio, las trampas, la violencia promovida directa o indirectamente, la insolidaridad, la corrupción, el engaño y la mentira, y sobre todo, los malos modos que terminan muchas veces en la grosería. Solo hay que ver debates en las distintas cámaras de nuestro país donde domina todo menos la armonía y la solidaridad y la supeditación a los intereses comunes que deberían estar por encima de la lucha de clanes y partidos. 

 

Durante el periodo escolar pretendemos imbuir a los alumnos de valores como el respeto, la negociación, los buenos modos, la igualdad, la solidaridad frente a los impulsos primarios que surgen de ellos que son en muchos sentidos contrario a lo que por precepto legal les enseñamos no sé si con mucho o poco convencimiento, porque luego en la realidad que observamos entre los padres de la patria o de los políticos que pugnan como fieras por el poder, no hay nada de eso. Y ahora solo falta Hasél como icono social, símbolo de respeto y pacifismo. 

 

Pienso que en ese modelado social del ciudadano medio en torno a una serie de valores responde a patrones que se reflejan en la publicidad, en los medios informativos, en las series, en las redes sociales –aunque estas suelen ser muchas veces vehículo de odios y salvajismo que revela el estado interior de sectores de la población-, en las publicaciones institucionales, en la escuela…

 

Es como un doble mundo, el de los deseos de un mundo acorde con los patrones armónicos de época y una realidad profunda política y social que no corresponden en absoluto con lo que se difunde masivamente. En esa doble realidad vivimos. Cada tiempo intenta modelar a los ciudadanos en torno a ciertos valores, pero creo que en el pasado era la familia la que era transmisora de la mayor parte de los mismos. Ahora son los carteles y la propaganda institucional. Entretanto miramos alucinados el mensaje violento de las calles de Barcelona, la suciedad creciente de la ciudad, la pasividad de los partidos ante lo que está pasando si no es que se promueve, las larguísimas colas de los que no tienen que comer y van a instituciones caritativas por un plato de comida. Por otra parte, el violento ambiente del congreso de los diputados, las declaraciones llenas de desprecio e insultos, el navajeo, la mala educación, la violencia soterrada o evidente con que vivimos... Pero quieren buenos ciudadanos... 

 

Para terminar, leía hoy en la prensa de Zaragoza que han aumentado considerablemente los casos de malos tratos de los hijos hacia los padres. Las razones, sería largo de explicar aquí. Tal vez pronto veamos en las marquesinas algo relativo a no pegar a los padres… 

24 comentarios :

  1. Ésos que tratan de inculcar deberes y derechos son los que han perdido el respeto por todo. Nos gobiernan maleantes en la sombra.

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  2. Me he dado cuenta que poco a poco nos van controlando. Homogeneizando (lo he dicho en alguna otra ocasión), y si, a la luz de tu entrada anterior, mediocrizando.

    Hoy, de la misma manera que han podido identificarnos individualmente mediante nuestro IP, que no DNI, nos suman en un control sin parangón. Así, si nos fijamos, no encontraremos señales de obligado cumplimiento, sino señales que te advierten que te vigilan, "Velocidad controlada por radar" pone sibilinamente, y en ellas, los ojos del sistema.

    Nos modelan, si, pero sin darnos cuenta, en realidad nos homogeinizan como esa piara de cerdos de diferentes razas que matan a la vez y de la que hacen una pasta en un barreño para ponerla como choped.

    Miren que cosa tan gilipollas pero tan real. Resulta que los bancos te premiaban por ahorrar, que el sistema te exigía que ahorraras "para el día de mañana", por ello te premiaba con unos intereses, bajos, pero te premiaban y así, incluso, algunos vivían de ello. Hoy no se premia el ahorro, no. Hoy te dicen que por guardarte el dinero te han de cobrar tanto al año. Que no hacen de "hucha". A lo único que nos lleva el sistema es a que gastes, y para ello has de tener. Así que no pretendamos inculcar a la juventud a que vendrán años malos, y que como la hormiga, hay que ahorrar. Para ellos, la juventud, los años malos son estos, y se revelan contra todo, y en esa rebelión acusan, no me cabe duda, a sus padres. Unos por no haberles traídos con más medios; y otros, simplemente por el hecho de haberlos concebido.

    PD: y lo de siempre y a modo de despedida: Nos gobiernan los últimos de la clase.
    salut

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    1. En mi comunidad somos tres vecinos que tienen una cuenta para pagar la luz de la escalera y el seguro de la finca. El banco de Sabadell nos cobra doscientos euros al año, mucho más que lo que pagamos de luz, solo para tener la cuenta domiciliada. Lo tomas o lo dejas. Otros banco ni siquiera aceptan las comunidades. Y sí, resulta risible expresar a los jóvenes virtudes como el ahorro o la moderación. Todo lleva a vivir al día, pedir préstamos que tan graciosamente te ofrecen desde todos los ángulos, y gastar, gastar. Ahora he oído hablar de las criptomonedas con las que alguna gente ha ganado muchísimo dinero.

      Nos modelan y homogegeneizan, es cierto. Y cada vez estamos más controlados en todos los sentidos. Y no podemos hacer nada porque es la lógica del sistema. No hay opciones, lo tomas o lo dejas. Solo queda la opción de adaptarte y resignarte. Y escribir en un blog y dar salida, si te dejan porque hay restricciones como alguno de nosotros ya ha experimentado, a algún pensamiento anómalo que no afecta a nadie porque el sistema montado es matemático, no sé si hay quien lo controle. Pienso que la locomotora del tren en que vamos no la conduce nadie pero el sistema no permite que pare el tren ni que nos bajemos. En mi experiencia de vida no he vivido tiempo más limitador de la libertad y el libre pensamiento. Hasél y la libertad de expresión es una majadería. No se trata de eso. Nadie impide decir que el antiguo rey ha defraudado a hacienda y que sería conveniente que fuera juzgado, no es eso. Es la violencia sádica de sus letras, ofensivas, su alabanza de los atentados terroristas. Es un niño de papá lleno de odio, y los productores de odio solo logran expandir el odio. Y sí, nos gobiernan los últimos de la clase, pero no sé si hay más detrás, eso es el terrible problema. Salut.

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    2. Estamos viviendo la realidad de 1984, JOSELU, sucede que no nos damos cuenta porque estamos dentro del sistema y no lo vemos desde fuera. Sin ir más lejos esta semana habló Bill Gates y las bolsas se han tranquilizado. Ha dicho que en el 2022 ya habrá acabado la pandemia y que ahora hay que gastar millones para no perder billones. Y todos sabemos que lo que dice el Sr Gates va a misa y no yerra, ¿porqué? es la pregunta, porque tiene información, toda la información. La que usan los servicios secretos y le eximen de pagar los impuestos que debiera; la que crea tendencia y hace que las ventas de tal o cual producto suba o baje; la que homogeiniza a la masa mediocre, de la que formamos parte, con sus canales banales... la que mediatiza y conduce. Y sabe que es lo que quieres, y sino lo sabes te induce.
      No hay nada gratis. ¿Cuánto vale que te pongan un bloc donde puedes colgar fotos, poner lo que desees, te lean desde todas las partes del planeta y/o desde el espacio?..Vale la información que les das, y el control a la que les dejas te sometan.
      Nada más faltaba la pandemia para que todo estuviera más bajo el ojo que todo lo ve, todo lo escucha y todo lo sabe.
      Hoy , esto si que nos limita la libertad, pero esta libertad se las hemos regalado. Hoy somos menos libres que hace diez años. No lo dudes.
      Un abrazo

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    3. Pienso que esa sensación subjetiva de que vivimos crecientemente controlados podemos experimentarla quienes hemos vivido otros tiempos diferentes, pero los jóvenes ya han nacido con esto y no lo perciben en absoluto. Para ellos, la realidad es así y lo ven natural. Aparentemente podemos hacer las cosas normalmente -no ahora con la pandemia que ha intensificado a extremos increíbles el control- pero sabemos que desde mil instancias nos están observando y que no te puedes salir del carril marcado. Es una sensación pegajosa y viscosa. No hacen falta policías que te sigan por las calles. Somos nosotros mismos quienes nos controlamos y colaboramos en la tarea de vigilancia. Aun siento esa percepción de libertad cuando formaba parte de una escuela de teatro en la calle Riereta del Raval con un director peruano que se salía fuera del sistema -y lo pagaba- y luego a las diez de la noche salíamos a tomarnos cervezas y a fumar en el bar de la esquina y nuestras conversaciones -sin móviles- era delirantemente libres e imaginativas. Yo experimenté la libertad, algo que ahora es de base imposible. Hay una maraña de reglas implícitas y explícitas políticamente correctas que nos constriñen gravemente. Sin duda, el mundo es mucho menos libre. El franquismo era ingenuo. Los sociales se detectaban a distancia y eran fácilmente esquivables. Un abrazo, Miquel.

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  3. Los partidos han convertido la política en todo lo contrario que debían ser. De la ciencia de la convivencia y la gestión nacional se ha pasado a una futbolozacion, a una bipolaridad a la que el ciudadano medio se suma contento. Dirigidos por psicópatas carentes de ética y de coherencia se mantienen a base de enfrentarnos.
    Mal camino en un país que le gusta matarse periódicamente
    Gracias por la entrada
    Un abrazo

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    1. A los ciudadanos nos queda como único elemento de decisión votar cada tanto tiempo a ver quién es más sinvergüenza. Yo voto en blanco pero sé que no es una solución. Los políticos españoles llevaron la segunda república al desastre que podía haber sido evitado con inteligencia política, pero prefirieron lanzar eslóganes vacíos para enardecer a las masas antes que proteger una república que podría haber durado y habernos ahorrado cuarenta años de dictadura. Ahora estamos lanzados igual y solidariamente de nuevo a una carrera a la demagogia y al fracaso colectivo. España se hunde y cada politiquito pone de su parte para que este hundimiento sea cada vez mayor, a derecha e izquierda. Nos gusta jugar con el suicidio, aunque nos hundamos todos de nuevo. Miseria más que política que debería ser la estrategia del encuentro y de tender puentes mediante la oratoria y la palabra. Y sí, este es un país que tiene pulsiones de muerte. Raza sedienta de sangre nos llamó un político británico. Es espeluznante que un Hasél marque la dinámica política de un país y lo está haciendo. Un abrazo.

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    2. Creo que aparte del voto cada 4 años, (¡o cuatro meses!), el ciudadano tiene más formas para participar, obviamente a su nivel, en todo esto. En otros países los votantes se organizan, escriben cartas a sus elegidos, al menos para que éstos sean conscientes de los intereses del electorado. En este sistema, las decisiones se toman bastante en función de las encuestas de lo que quiere el respetable, (aunque tb es verdad que al respetable se le forma para que quiera lo que a ellos o sus jefes les interesa).
      Otra forma de votar y de votar todos los días, es en la forma en que compramos. Nos quejamos por ejemplo del modelo Amazon, de cómo acaba con el pequeño comercio local, o de cómo trata a sus empleados, sin embargo seguimos comprando a través suyo, en algunos casos que conozco muy cercanos, varias veces al día. Cuando compramos ropa, por ejemplo, sólo miramos el precio, buscamos la ganga, sin importar dónde y cómo se ha producido. Obviamente las gangas suelen serlo porque en algún caso se ha infringido sino una ley algún precepto moral , que en una distancia menos inmediata nos afectará. Por ejemplo si la ropa se ha fabricado en un país con unas leyes laborales y de seguridad muy laxas el coste de producción baja, si además lo vendes a través de plataformas situadas en zonas de fiscalidad muy baja, dos a cero. Como consecuencia te ahorras unos eurillos, pero sumando uno a uno estos pasos, eliminas puestos de trabajo locales e ingresos fiscales locales lo que genera recortes en sanidad, por ejemplo y ¡vaya! llega una pandemia y nos pilla en traje de comer anchoas, con sus muertos correspondientes. Esta situación apenas se había notado, porque como no han subido los impuestos,(para que el ciudadano los vuelva a votar), sólo nos enteramos de la situación cuando esos servicios se precisan.
      Me dijeron una vez que moverse por el mundo "conscientemente", (o al menos intentarlo) no tenia un efecto a nivel general (y además era "cuesta arriba"). No se notaba. Por la misma razón no habría que votar, o podríamos tirar nuestras porquerías al suelo. Por uno sólo, no se iba a notar... El problema es cuando esa actitud se populariza y todo el mundo lo hace, total... No hay quien viva de la basura.
      Al final dejamos hacer. No dejar hacer es muy "cuesta arriba" y además y lo digo por experiencia, te vas aislando porque te vuelves incómodo
      Un abrazo

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    3. Tienes absolutamente razón en tu lógica. Te pongo ejemplos: mi hija que está estudiando un posgrado tiene que imprimir tres dossieres que suman seiscientas páginas más la encuadernación y portada en color de los tres ejemplares. En la copistería del barrio le hubiera costado más de cuarenta euros. Una copistería on line le hace todo eso por dieciocho y se lo traen casa en veinticuatro horas. Para ella no es difícil elegir. Otro ejemplo: hay una tintorería en el barrio que llevan unos vecinos que nos saludan siempre. Sin embargo, han puesto una lavandería en el barrio que funciona sin personal, todo automatizado y que es mucho más barata que la tintorería. Otro ejemplo, va a llegar a España una cadena rusa de supermercados que es un veinte por ciento más barata que las que tenemos. Su clave es que ahorra en decoración y en trabajadores. No hay más que los que estén en caja. Algo así hace Día. Son fórmulas imbatibles y que el público elegimos sin pensar que nos estamos cargando los puestos de trabajo, las tiendas de barrio... Un amigo en lugar de comprar libros por Amazon los compra por internet pero en una cadena de librerías. Tiene que esperar varios días y cuando llegan los libros tiene que desplazarse a la otra punta de Barcelona para recogerlos en una librería. Amazon los hubiera llevado a casa en veinticuatro horas. Es una lógica diabólica. ¿Quién no quiere comodidad y precios baratos?Te lo llevan a casa a un cincuenta por ciento más barato que la tienda del barrio. Elegimos pero nadie nos orienta. Cada uno va a lo suyo, sin saber que la próxima víctima vas a ser tú. Como dices, es muy difícil ir contra corriente o en contra de tus intereses concretos, es cuesta arriba. Nadie nos forma en este sentido, no hay educación y nos dejamos llevar por la facilidad. Es una lógica perversa del sistema cuyos resultados son inequívocos. A nadie le interesa si Primark puede dar precios tan baratos porque sus suministros se producen en una cadena de producción que llega a implicar los derechos laborales en otro país del mundo. Aunque estos países reivindican seguir produciendo y consideran que occidente también tuvo su tiempo de precariedad laboral. Sí, es cierto, votamos continuamente... aunque el mundo es el que es porque nosotros consumidores somos los que somos. No le veo solución. Un abrazo.

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  4. Siempre lo digo: la mejor y más contagiosa pedagogía es el ejemplo. Dicho lo cual hay que añadir que en un contexto tan complejo como el actual para el ser humano (hiperpoblación, hipercomunicación e hiperinformación), los mensajes icónicos se han convertido en la comunicación esencial, acostumbrados como estamos al lenguaje de la publicidad. Dices que los políticos no son un buen ejemplo pero la hipocresía social hace que sean válidos esos mensajes porque son políticamente correctos. No olvidemos que a ellos lo han puesto ahí gran parte de los ciudadanos (los que no votan suelen ser los más pobres o quienes todo le da igual). Por otra parte, la familia en este momento está sobrepasada por los condicionantes actuales que no están bajo su control (todo es tan rápido y vertiginoso que es inasible). De una u otra forma, en todos los tiempos, el poder ha tenido eslóganes.

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    1. Acabo de ver un episodio de la serie danesa Borgen en su tercera temporada y siento profunda envidia por otro sentido de la política que la que se vive y se practica en España. Dices que los partidos han sido votados por los ciudadanos, pero qué otra opción tienen los ciudadanos sino votar a quienes se presentan. Pueden abstenerse o votar en blanco como suelo hacer yo. Pero lo que le falta a la política española es decencia de derecha a izquierda, de centro al nacionalismo periférico. Se suben al carro los más sinvergüenzas, los más tramposos, los que juegan sin ideales y solo persiguen el poder. Los otros son orillados y derrotados por los aparatos de los partidos que premian la indecencia y la mediocridad política. Y a los votantes les queda la triste tarea de votar a quienes se presentan pero sin ningún entusiasmo. Haría falta candidatos que promovieran concordia, unión, ideales y que se los creyeran. ¿Quién puede creer en un Iglesias, en un Sánchez, en un Casado, en una Arrimadas que abandona Cataluña por cálculo político errado totalmente? Ya no menciono a un Abascal que terminará llevándose el agua a su molino si esto sigue así y será como echar gasolina al fuego. Siento profunda vergüenza por la política en este país. Dices que siempre el poder ha tenido eslóganes. Pienso que no hay políticos que hablen a la gente mirándole a los ojos, sin retorcimiento, sin cálculo, sin idea de medrar. Entiendo que quieran ganar elecciones pero no encuentro un político que pueda mirar a los ojos a la gente, que hable sin leer discursos preparados, que ponga este país por delante con lealtad, sin aferrarse ni a eslóganes, a banderas o a la violencia. No sé si has visto la serie Borgen pero es muy interesante. Claro que hay lucha política pero también seriedad. Y la seriedad está ausente de la política española. De la catalana ya ni hablo. Quieren ser no españoles pero viven perfectamente en el patio de Monipodio a ver quién es el más mangante de todos.

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    2. Tienes razón en lo que cuentas, aunque siempre me hago la pregunta eterna: ¿qué fue primero el huevo o la gallina? Es decir ¿los políticos no tienen decencia porque quienes lo eligen tampoco la tienen, o los electores no tienen decencia porque sus representantes no son ejemplo de ella? Me recuerda la telebasura: ¿se emiten cierto tipo de programas morbosos porque hay público para ello o hay público de este contenido porque se proyecta programas morbosos?
      ¿Esta sociedad permite este tipo de políticos porque en el fondo sus integrantes son como quienes les representan o porque no tienen otra elección? Cuestión peliaguda me parece para encontrar dónde está el punto del retorno a lo juicioso. He visto desde cerca la miseria con la que se mueve el engranaje de los partidos políticos, como el abusón o lidercillo pone a un ejército de gente a su favor con promesas para el reparto de cargos y tareas remuneradas (muchas veces incumplidas porque en el reparto no hay para todos), se hacen con el poder dentro porque es lo que le asegura un sillón dependiendo de la fuerza de la marca política. Este es un sistema que encorseta y maniata mucho una democracia más sana que la que tenemos. Gracias por tu recomendación, le echaré un vistazo. Un abrazo.

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    3. Pienso que la gente común no tiene acceso al mundo de los políticos. Cuando los socialistas ganaron las elecciones en 1982 y diez millones de españoles los votamos con entusiasmo, lo hacíamos por un proyecto de renovación y limpieza ética respecto a las etapas anteriores. Pocas veces ha habido tanta ilusión por un proyecto político. Sin embargo, nos desengañamos al cabo de una o dos legislaturas. ¿Éramos sus votantes responsables de la corrupción que la mezcla de política y economía produjo? Yo pienso que no. Fuimos sus víctimas y de la increíble capacidad que tiene el poder para corromper. Luego ganó el PP y sabemos que desde un principio se financió ilegalmente. ¿Eran sus votantes culpables de su corrupción? ¿Qué alternativas tenían los que querían votar por una antiizquierda y por una idea de España más conservadora? Yo no les culpo aunque de nuevo sus políticos se hundieron en la corrupcion, la Gurtel, Valencia, Mallorca... Creo que el votante se ve antes unas opciones que halagan sus oídos ideológicamente y luego son unos hombres lo que traducen aquello en un juego ominoso de corrupción porque el poder corrompe. Los nuevos partidos surgidos, Ciudadanos y Podemos creyeron poner fin al bipartidismo pero pronto han caído en un descrédito mayúsculo, no sé de casos de corrupción, pero sus errores han sido tremendos. El votante vota por ideología y son otros los que se dedican a medrar. Claro que nos engañan, de eso no hay duda, pero el votante no es responsable de las mangancias de sus elegidos. Se pensaba que el PP era inatacable de que tenía diez millones de votos asegurados y se creía que votaban a pesar de la corrupción. Hemos visto que no es así. El elector vota por quien le da más confianza pero no avala la corrupción. Ahora está en el centro del tablero VOX, un partido democrático que no ha asesinado a nadie, a diferencia de los herederos de ETA. Habrá que poner imaginación para que no se lleve de calle al electorado cuando el proyecto de Sánchez caiga por su propio peso. Desconozco el mundo político por dentro, así que no sé de sus engranajes. En este sentido saber tú más que yo probablemente a nivel municipal. Un abrazo.

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  5. El run run de los tiempos es el que toca en cada ciclo. Pese a todo siempre hemos sido muy homogéneos en los errores circunstánciales y el personal siempre soñó con abundancias ( el pueblo siempre deseó imitar a quienes creían superiores: así se conformaría la actual lengua inglesa)
    Si ahora toca acoplar los mismos pasos a otro ritmo, lo mejor será aprender, así saldrán antes a relucir las miserias de turno y los mejores especímenes humanos podrán dedicarse a ser útiles y productivos para sus sociedades.
    Tiendo a relacionar la naturaleza humana con los diversos tipos de pan, los hay buenos y malos dependiendo de sus materias primas, tiempo de reposo , forma de amasar etc.
    De todos modos observó grandes incongruencias en el pensamiento humano porque no tiene sentido exigir calidad cuando a lo mejor no se dispone de las cualidades para ello y solo se ofrecen los medios para prosperar mediante la cantidad. Menuda contradicción implícita y destructiva en nuestra naturaleza.!

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    1. Tus ideas me desconciertas y no sé bien si soy capaz de seguirlas. Dices que el personal siempre soñó con abundancias -cierto, sobre todo en épocas de penurias-. Ahora estamos ya acostumbrados a la abundancia y la vemos normal.

      Dices que ahora, si acoplamos los pasos a otro ritmo, saldrán a relucir las miserias de turno y esto será ocasión para que los hombres puedan dedicarse a ser útiles.

      La naturaleza humana es como los diverso tipos de pan... Esto tiene mucho de verosímil aunque no soy un experto en masas de pan.

      Luego concluyes con que hay grandes incongruencias en el pensamiento porque se quiere exigir calidad sin tener cualidades suficientes para ello, y eso supone la imposición de prosperar mediante la cantidad antes que la calidad. Y extraes de ahí la idea de contradicción destructiva en nosotros. ¡Genial, Emejota!

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  6. Esas letanías dudo mucho que puedan servir para nada, siempre he considerado que lo más convincente es el ejemplo observado en nuestros referentes, lease nuestros mayores, nuestras clases dirigentes y todos aquellos referentes culturales que cada cual quiera poner.
    Saludos.

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    1. No pienso que sea inútil la proyección de la ideología de una época para condicionar nuestra visión de las cosas porque llega desde la escuela, la publicidad, las redes sociales, los libros, los carteles, las series, los medios de comunicación... Sin duda, no somos mejores pero sí que hemos incorporado una visión respecto a diversos temas muy diferente a la que existía hace veinte o treinta años. No voy a poner ejemplos pero el mundo de la corrección política ha cambiado nuestra percepción.

      En cuanto al ejemplo que nos dan las clases dirigentes, pues ahí está. En esta Cataluña desnortada "cuanto peor, mejor", creo que esta máxima sumamente eficaz es leninista.

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  7. Joselu, hablas de la cripto: todos los productos que se sacan de la manga y no se entienden bien es KK de vaca, recuerda los futuribles ,las subprime,fondos de inv. La banca siempre gana,el paganini el ahorrador.

    Adriana

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    1. Es un mundo desconocido para mí pero es cierto que hay mucha gente que ha conseguido fortunas gracias a las cripto. El bitcoin estaba a 4000 dólares y ahora se cotiza a más de 56000 dólares. Quien haya comprado habrá multiplicado su dinero por catorce veces. Hay que pagar una fuerte comisión para vender, pero compensa al que sepa invertir en estas cripto. Es otra forma de economía no controlada por los estados pero te advierten que es de altísimo riesgo porque puedes perder todo en un pispás. No son divisas controladas por los bancos ni por los sistemas oficiales, de ahí su atractivo y potencial subversivo. Ciertamente hay gente que ha hecho mucho dinero con ellas. Creo que empiezan a ser admitidas como método de pago. No lo entiendo mucho pero es así.

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  8. Para que uno gane una fortuna, otros muchos la tienen que perder.

    Adriana

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    1. No sé si entiendo bien la filosofía de estas criptomonedas. Te dejo un enlace al respecto: PARA ENTENDER LAS CRIPTOMONEDAS

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  9. De nuevo traga respuesta.

    Adriana

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  10. Te decía, que creo que es una burbuja más de la ingeniería financiera.

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