La Mona Lisa es una de las pinturas más reproducidas de la historia y se han escrito cientos de interpretaciones sobre ella, sobre todo de su mirada. Es difícil no caer en el hechizo de ella cuando uno fija un buen rato la contemplación en esa expresión ambigua. Hoy he encontrado otra interpretación que se me ha hecho evidente cuando la he mirado de nuevo.
Kane S. Smith en una conferencia sobre Belleza y moralidad en la universidad de Londres en 1913 llamó a la Mona Lisa de Leonardo una de las pinturas más activamente malvadas jamás pintadas. Representa la encarnación de la maldad del pintor expuesta del modo más atractivo que se pudiera idear.
Si uno la mira el tiempo suficiente para adentrarse en su atmósfera, se siente uno poseído por su maligna influencia. Concluía que tiene una atmósfera de maldad indefinible.
La he mirado durante buen rato, centrándome en esos ojos que no miran directamente al espectador y esa expresión de la boca… y me he quedado fascinado.
¿Qué opina el visitante ocasional de este blog poliédrico?
De acuerdo con el sr. Smith. Sinceramente nunca me atrajo, prefiero otro tipo de imágenes, en particular las geométricas.
ResponderEliminarDesconocía tu pasión geométrica; sin duda, Mondrian tiene que ser de los tuyos.
EliminarPara mí es una mirada pícara.
ResponderEliminar1. adj. Listo, espabilado. Apl. a pers., u. t. c. s.
Eliminar2. adj. Tramposo y desvergonzado. Apl. a pers., u. t. c. s.
3. adj. Que implica cierta intención picante. Una comedia pícara.
4. adj. Dañoso y malicioso en su línea.
Como ves, la palabra "picara" tiene también la acepción de dañoso o malicioso...
Cuando la vi "en vivo y en directo" quedé fascinado. Y si, he de convenir con ALFRED, es una mirada, creo, pícara, por ambigua, de doble intención.
ResponderEliminarde todas formas, es complejo sacar conclusiones de una persona que no mira de frente, cara a cara, y este es el caso.
Quizá estribe en ese detalle que pensemos en "picardía".
Un abrazo
Buen día
El hecho de que no mire directamente al espectador es clave para suponer esa doble intención, esa ambigüedad... Y yo añadiría "turbiedad"...
EliminarAún, sigue escondiendo enigmas este retrato a sus casi 500 años de vida.
ResponderEliminarLa Mona Lisa o Gioconda : es una pintura que tiene un misterio y sobre todo por la técnica del sfumato , una técnica de sombras creada por el mísmo Leonardo.Se sabe que primero la dibujo y después aplicó la pintura al óleo.Hay muchas teorías al respecto y sobre todo en cuanto a su identidad.Pero si es cierto y en eso coincide muchísimos críticos de Historia del Arte que para las medidas que tiene tiene mucha fuerza, pero si observas bien para muchos incluso y yo lo pienso:tiene una mirada muy masculina y esa ausencia de cejas como puede ser que sufriese de hipotiroidismo.Si observas otro cuadro de Leonardo :La Dama del Armiño se observa la frescura en el rostro y sobre todo en la mirada: es verdad que esta en mejores condiciones a pesar de haberlo pintado quince años antes.
-Leonardo de Vinci este si que no era un tipo corriente: era un privilegiado mental, pero con una vida y un final tortuoso...
Un abrazo semana de evaluaciones:(
Si estáis en semana de evaluaciones, ya de por sí es tortuoso, tanto o más que la mirada de la Mona Lisa. Gracias por esta lección de historia del arte. Había leído sobre la mirada masculina, pero no acabo de verla, no sé adónde lleva esta suposición que intenta ahondar en su misterio. Yo padezco de hipotiroidismo, espero que no se me caigan las cejas!!!!! Un abrazo y buena semana de evaluaciones.
EliminarTodo lo ambiguo se presta a muchas lecturas y por lo tanto gana en interés. La sonrisa leve sugerida por el sombreado tiene ese toque maestro. Luego tiene el añadido de la homosexualidad, el complejo de Edipo ... y toda la complejidad de una personalidad genial como la de Leonardo.
ResponderEliminarSin duda, la mirada de la mujer es fascinantemente compleja, parece inagotable en las suposiciones a que da lugar... No veo la conexión con la homosexualidad o el complejo de Edipo, pero, desde luego, no soy un especialista.
EliminarMe parece que Leonardo era juguetón y dejó una mirada que persigue a quien la contempla.
ResponderEliminarAdriana
Se ha analizado a fondo la idea de que la mirada persigue a quien la contempla pero se ha llegado a la conclusión de que no es así por la desviación de unos grados. Hay un artículo que desmonta la teoría de que la imagen nos sigue LA MIRADA NO NOS SIGUE
EliminarDemasiados ojos fijando su atención en una obra de arte dan para muchas interpretaciones. Con ser un trabajo excepcional dentro de la Historia del Arte, su fama siempre me alejó de ella, y aunque su contemplación tanto de manera directa como en las reproducciones me trasmiten una cierta fascinación siempre ha sido menor que la de otros pintores que si han sabido revolverme más el alma.
ResponderEliminarEl caso de las interpretaciones me recuerda cuando éramos jóvenes y realizábamos sicofonías, por tanto insistir en la audición de aquellos ruidos terminabas por escuchar alguna palabra o hasta una frase.
EliminarHe de reconocer que su célebre mirada no me había inquietado hasta ahora. Ayer la miré por primera vez y me sentí estremecido y conmocionado y entendí por qué ha cautivado tanto a tantos observadores del cuadro. Claro que hay pinturas que me han atraído mucho más que este. Lo vi en el Louvre hace años en medio de una nube de turistas y no me dijo nada. Pero ayer, me perturbó la mirada turbia que parece serena. No sabemos qué está mirando de soslayo, intuyo que algo sicalíptico que hace surgir una casi imperceptible sonrisa. Ayer pensé en una especie de Celestina de joven ofreciendo a una doncella a un caballero y ella observándolo irónica y placenteramente.
EliminarEn la sección de Historia de National Geographic leo esto sobre Davinci y su famosa Gioconda:
ResponderEliminar- En sus biografías de los más célebres artistas del Renacimiento, Giorgio Vasari (…) explica: “ por encargo de Francesco del Giocondo, Leonardo emprendió el retrato de Mona Lisa, su mujer (…). Era muy hermosa; mientras la retrataba, tenía gente cantando o tocando, y bufones que la hacían estar alegre, para rehuir esa melancolía que se suele dar en los retratos. Tenía un gesto tan agradable que resulta, al verlo, algo más divino que humano (…).-
La Mona Lisa debe tener tantas interpretaciones como expertos hay en su estudio, es un cuadro que está abierto a innúmeras fantasías. Giorgio Vasari casi fue contemporáneo de Davinci, nacio en 1511, tres años antes de que muriese Leonardo, en 1519.
Voy en la línea de los últimos comentarios que me preceden. Los expertos en la materia vierten opiniones y sugestionan nuestra mirada sobre el cuadro;: dicen: “es la expresión de la perfidia”, y tú lees eso para seguidamente observar el cuadro y piensas: “ah, pues sí, hay algo maléfico en su expresión”.
Y si en vez de eso lees a otro experto opinar: “es un gesto de candidez y serenidad por bla, bla, bla”, y tú asientes con un gesto de acuerdo, es lo que suele suceder, elaboramos un pensamiento a posteriori de otro ajeno que nos parece muy plausible viniendo de un experto.
En otros casos… simplemente nuestra interpretación se deja llevar por alguna fantasía que nos seduzca, encontrar la maldad en un rostro que parece reflejar serenidad; o encontrar serenidad en un semblante hostil, a la mente le gusta recrearse en estos juegos de pares opuestos, por eso mismo; es estimulante jugar a fantasear con la mente, y además muy creativo.
¿A mí que me parece? Lo que percibo a primera vista, contemplo serenidad, no me pierdo en una idea sofisticada… pero si me pillas en otro momento y circunstancia, ¿quién sabe?
Lo que tenía en mente La Gioconda y Leonardo al pintar el cuadro… no lo sabe nadie, solo ellos dos, a partir de ahí; ¡abran juego señoras y señores!
Abrazo, Joselu.
A mí no me había estimulado hasta ayer la mirada de la Gioconda hasta que encontré la interpretación que la relacionaba con la maldad, con una atmósfera cargada de maldad. Entonces la miré fijamente durante un tiempo y me sentí conmocionado como si estuviera interpelándome. Lo que tiene de genial es que capta la complejidad humana. Cualquier rostro tomado en una foto con oportunidad es terriblemente ambiguo. Nunca sabemos qué hay detrás de él. Por eso cuando la gente se pone delante de la cámara inmediatamente pone "cara de foto" para enfrentarse y reducir la plurisignificación de la expresión humana. Ante la cámara sonreímos porque tememos que nos capten más allá. Nada hay más desconcertante que un rostro que no ponga cara de foto. En él se ofrece una amplísima ambigüedad que abarca una pluralidad de interpretaciones que puede llegar a la honda melancolía que late en la vida humana y su desolación profunda. Ante la cámara nos protegemos. Leonardo captó esa complejidad del ser humano que no se reduce a un solo registro. No es difícil ver en un rostro elementos de maldad puesto que existen en la psique humana en todos los sujetos, de ambigüedad moral, de dolor o satisfacción ante lo más inesperado. Pienso que la Mona Lisa insinúa una sonrisa divertida ante algo profundamente perverso. Esta interpretación me ha atraído. ¡Ah, y no te olvides de poner cara de foto! Es peligroso no hacerlo. Un abrazo, Paco.
EliminarNo sé si maldad, pero sí está claro que sugiere un relato, que hay algo antes y algo después; es una mirada cómplice. El hecho de que introduzcas la idea de maldad, hace que ahora los posibles relatos que se me puedan ocurrir estén teñidos de ello, jajaja. Un saludo, Joselu.
ResponderEliminarLa expresión de la mujer está diabólicamente viva. Si la miras fijamente dejándote penetrar por ella te sientes dolorosamente interpelado y quedas desconcertado. Es una mirada que ahonda en el espectador de un modo malvado y terrorífico. Me gusta esta interpretación. El mal es una constante de la psique humana, presente en todos pero queremos desterrarlo de nuestra conciencia, pero mejor es saber que está ahí. Un saludo, Javier.
EliminarYo por fortuna, la he visitado casi a solas, misión casi imposible, por la alborbola, que generalmente se genera a su alrededor. Por eso, a veces he pasado a hurtadillas, para deslizarme hacia los Tizianos, con los que intimo muy a menudo. Solamente en una ocasión me topé a solas con la Mona Lisa, y el centelleo de su sonrisa, leve pero socarona.Sus ojos me perseguían, intenté escapar a su seducción y aires de superioridad. En cualquier caso, me resultaba imposible. Intenté entender por qué le provocaba tanta hilaridad. Tanta inteligencia artificial, y Don Leonardo, tan presto al ars giocandi, tanto que se dijo que el famoso libro Voynich era una gamberrada del genio, ha inventado mucho antes el retrato inteligente. Nunca veré dos Mona Lisas iguales. Porque tanto ella como yo, habremos cambiado. Lo dijo Heraclito. Quizá en su inteligencia y alma, estribe su magia, desde luego que algo o muy endemoniada. Muy interesante, Joselu y con el sello de tu prosa, que siempre es un gusto leer.
ResponderEliminarLa idea de "retrato inteligente" es muy apropiada para este prodigio de la expresión poliédrica en que Mona Lisa sigue perfectamente viva quinientos años después. Su rostro sigue siendo enigmático y real, mucho más real que el de una persona de carne y hueso en tres dimensiones.
EliminarSin duda, algo insólito poder ver a solas el cuadro. Una ocasión inolvidable como espectador. Me recuerda una visita al Partenón a primera hora de la mañana y con lluvia. Estuvimos maravillosamente solos. Es algo digno de ser recordado. Es como hacer el amor con la Gioconda sin testigos.