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lunes, 1 de junio de 2020
Una especie de medicina amarga
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Todos cambiamos, tanto física como mentalmente, incluso en la grafía de nuestra firma. Lo hacemos con el tiempo, porque el tiempo nos amolda (o nos amoldamos al paso del tiempo, que no lo se).
ResponderEliminarEn nuestra concepción secular la superación del sufrimiento sigue siendo en lineas generales un objetivo de esperanza. Tal es así que los silicios eran superados con resignación por los devotos, devotos después santificados, que decían superar el dolor y el sufrimiento para parecerse a quien los salvó para la vida eterna.
Por contingencia, el sufrimiento puede ser inevitable (renuncias de toda índole), pero no creo (particularmente) que el sufrimiento consista en soportar cualquier dolor, sino en la indefensión del amor frente al desamor.
Ahí si, para mi, la frase alcanza valor como algo tangible, y a la que uno no debe estar dispuesto a aceptar, o sea, que la forma de pensar cambie notablemente; y esa, creo, debe ser la lucha del ser humano, el no dejarse vencer pensando que no vale la pena sufrir (soportar en este caso) el desamor con su antítesis.
Somos muy complejos, y cada uno diferente. Así que todos los razonamientos no son válidos para todas las personas.
Un abrazo
Cifras el sufrimiento en esencia en la "indefensión del amor frente al desamor". Lo he estado pensando. Todos anhelamos ser amados y el padecimiento surge cuando esto no parece ser así. Podemos amar el conocimiento, podemos amar la belleza, la inteligencia, a nuestros seres más cercanos, a Dios incluso, pero si no recibimos una dosis suficiente de amor, nos hundimos en la ciénaga. El sufrimiento es como un vacío en nuestra carcasa espiritual humana. No sé si es como una medicina amarga y nos ayuda a crecer -es la idea que tiene uno de los dialogantes- pero parece que la ha sobrepasado. Había una película titulada "Tierras de penumbra", dirigida por Richard Attenborough en que el protagonista -Antony Hopkins- con suficiencia viene a hablar del sentido del sufrimiento como un mecanismo por el cual accedemos al conocimiento, pero el desarrollo de los acontecimientos y el cáncer que será mortal en la mujer que termina amando, lo llevan a cambiar de idea dramáticamente. Y es que muchas veces el dolor carece de cualquier sentido. Un abrazo. Salut.
EliminarNo hace falta defender siempre la misma opinión porque nadie puede impedir volverse más sabio.
ResponderEliminarKonrad Adenauer
Bien traída la idea del canciller alemán que creó la nueva Alemania.
EliminarEl sufrimiento nunca es bueno, creo que mejor seria decir el esfuerzo. Si una persona sufre no aprende, crea rencor, si se esfuerza, normalmente, mejora. Pienso yo. Hay veces que uno no cambia de discurso, cambia la recepción del oyente. Me pasa a mi, ahora si dices que todos los españoles tienen que tener los mismos derechos eres un facha que no respeta el "hecho diferencial". Antes, defender los mismos derechos era ser de izquierdas, ¿quien ha cambiado? yo o el que me critica.
ResponderEliminarUn saludo.
La izquierda siempre ha sido algo así como idealista, aunque sus paraísos han llevado a los gulags. Yo no me fiaría mucho de ella, tampoco de la derecha aunque esta como lo que busca en lugar del ideal es el beneficio, es menos peligrosa, menos ideológica. Sin embargo, ahora la idea de beneficio es peligrosa también. Lo más seguro es que nuestras peleas domésticas nos lleven a la irrelevancia, en la que ya estamos, por otra parte. Vistos desde fuera los terribles conflictos españoles son propios del camarote de los hermanos Marx, no se los puede tomar uno en serio, aunque entiendo que nos aflijan. Un saludo.
EliminarComo apunta Miquel, el paso del tiempo y las experiencias van moldeando nuestro pensamiento, nos vamos adecuando a las contingencias que se presentan y éstas condicionan nuestra visión de las cosas. El sufrimiento juvenil en los desamores, dicen los psicólogos que ayuda a madurar... No lo sé, hubiese preferido no sufrir algún que otro desamor. Hubo escritores e intelectuales judíos, hay nombres muy conocidos, que padecieron el sufrimiento atroz de los campos de exterminio nazis, supieron trasnformar el sufrimiento en aprendizaje y evolución personal, o eso... o morir en vida. Ahora bien, si pudiesen retroceder y tuvisen elección, ¿evitarían ese sufrimiento? Pienso que sí, ¿quién desea aprender y evolucionar pagando ese precio? Yo no.
ResponderEliminarUn abrazo, Joselu.
Imagina que cuando venimos al mundo se nos preguntara de alguna manera que hay dos caminos distintos: uno sencillo y fácil que lleva a la felicidad; y otro difícil y áspero que lleva al conocimiento. Sé que no son excluyentes pero supongámoslo así. ¿Qué elegiríamos? Supongo que la inmensa mayoría elegiría el camino fácil que lleva a la felicidad; sin embargo, habría una minoría que elegiría conscientemente el camino lleno de sufrimiento para llegar al conocimiento. Probablemente estos serían los que harían avanzar a la humanidad. En realidad, no se nos ofrece esta disyuntiva, ya querríamos porque en líneas generales no podemos evitar en nuestra vida el dolor, unos más que otros -hay vidas más dolorosas que otras-, sea por un motivo o por otro. De hecho, una de las filosofías, no sé si religión, más sensatas de la historia, el budismo, tenía como eje el sufrimiento. ¿Cómo lograr no sufrir por el incesante cambio que nos aflige? La clave está en el apego, el apego a las cosas, a las personas, a nosotros mismos, a nuestra identidad, a nuestro físico. Y llega a plantear que vivamos como si ya hubiéramos muerto. El ser humano que de modo natural aprende a superar el dolor consustancial a la existencia es sabio o tiene más suerte.
EliminarDe todas maneras, ¿cómo entender las hazañas de montañeros que se exponen gravísimamente a peligros terribles por conquistar cumbres en el Himalaya a cambio de la sola sensación de hacer pie en la cumbre? ¿No han elegido el dolor a cambio de la gloria? Hay una película corta muy interesante titulada El circo de la mariposa en que se dice "sin dolor no hay gloria". He divagado por dos temas diferentes pero pienso que el problema es complejo. En el Génesis, Adán y Eva, escogen el árbol de la ciencia del bien y del mal en lugar de vivir felizmente con todo lo que tenían a su alcance. Allí perdieron el paraíso. Es una leyenda judía muy significativa. Cuídate, Paco. Un abrazo.
Hay en nuestro interior un ejército de almas, somos legión de yos. Un yo supremo los gobierna, pero no siempre es el mismo. Es nuestra responsabilidad ir mutando el yo, conforme a las exigencias de la ética...
ResponderEliminarFeliz día.
Es la teoría del yo múltiple cohesionado por una especie de superyo, como un ejército de demonios al que da sus órdenes Luzbel y que, según expresas, debería ir mutando conforme a las exigencias de la ética. ¿Dónde se sitúa nuestra tendencia al mal?
EliminarFeliz día para ti también. Hoy luce el sol tras la lluvia de anoche.