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jueves, 1 de octubre de 2020

En público

 

24 comentarios :

  1. Aún recuerdo los crucifijos en la escuela (y en muchas casas). Siendo niño siempre me pareció una iconografía severa, hostil. Recuerdo algún cuadro de un pintor que admiro, Darío de Regoyos, con esas gentes tenebrosas y los crucifijos como símbolo de una sociedad temerosa ante el pecado.
    No me gustan. Eso es todo lo que puedo decirte de tan escueto texto.
    Un abrazo, Joselu.

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    1. Todos mis recuerdos del cristianismo en mi infancia y adolescencia son siniestros. Esa exaltación del sufrimiento como fundamento de una religión era opresiva y promovía la culpa en todas sus manifestaciones. La capilla de la iglesia donde habíamos de confesar era oscura y el ambiente tétrico. La única figura que parecía suscitar algo de ternura era la Virgen María que no parecía señalarte con el dedo acusador.

      Si uno piensa en otras religiones como el budismo y el hinduismo o los antiguos dioses griegos y romanos ve que el sufrimiento no era el motivo esencial sino la exaltación de la vida, del sexo, del amor, de la autoconciencia... El cristianismo no sé si por influencia de Pablo de Tarso se convirtió en una religión torturadora del propio cuerpo y de las debilidades humanas. Un abrazo, Paco.

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  2. Soy ateo porque pienso que Dios es una de las peores ideas que ha parido la humanidad. Aunque la cita me parece que la has publicado por el tema del sufrimiento en la esfera de lo público que, como el llanto, en los hombres si lo había, tenía que ser privado. En el caso del mito de Cristo, el sufrimiento es un reclamo ideológico para hacer ver que si sufre una figura deifica como esta, el resto de los mortales debe soportar la carga que les ha tocado sobrellevar en espera de otra vida en que, allí sí, podrán expresar su felicidad en público.
    Nietzsche aclara: “El hombre, el animal más valiente y más acostumbrado a sufrir, no niega en sí el sufrimiento: lo quiere, lo busca incluso, presuponiendo que se le muestre un sentido del mismo, un para-esto del sufrimiento. La falta de sentido del sufrimiento, y no este mismo, era la maldición que hasta ahora yacía extendida sobre la humanidad, —¡Y el ideal ascético ofreció a ésta un sentido! Fue hasta ahora el único sentido; algún sentido es mejor que ningún sentido; el ideal ascético ha sido en todos los aspectos, el faute de mieux (mal menor) par excellence habido hasta el momento. En él el sufrimiento aparecía interpretado; el inmenso vacío parecía colmado; la puerta se cerraba ante todo nihilismo suicida. La interpretación -no cabe dudarlo- traía consigo un nuevo sufrimiento, más profundo, más íntimo, más venenoso, más devorador de vida: situaba todo sufrimiento en la perspectiva de la culpa... Mas, a pesar de todo ello, —el hombre quedaba así salvado, tenía un sentido, en adelante no era ya como una hoja al viento, como una pelota del absurdo, del «sin-sentido», ahora podía querer algo, por el momento era indiferente lo que quisiera, para qué lo quisiera y con qué lo quisiera: la voluntad misma estaba salvada”.
    Y Cioran añade: “La tristeza y el sufrimiento nos revelan la existencia, pues ellos nos permiten ser conscientes de nuestro aislamiento, provocan en nosotros una angustia en la cual se instala el sentimiento trágico de la existencia”.

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    1. Dices que Dios es una de las peores ideas que ha parido la humanidad, pero eso es como decir que la rueda fue un invento nefasto. Me explico: todas las culturas del mundo, desde la más simple a la más sofisticada han desarrollado históricamente la creencia en un nivel superior atribuido a los dioses y al mundo espiritual. Creo que no hay ninguna cultura natural desde Melanesia a América, desde oriente a occidente, desde las tribus africanas a las amazónicas que no hayan pasado por este estadio. De hecho, para los antropólogos es una medida de la evolución de la cultura cuando en sus monumentos o construcciones se revela la relación con un mundo superior. No es una anomalía ni es una idea de cristianismo, la de la relación con Dios. Es universal, así que decir que es una idea mala es como decir que los seres humanos todos son profundamente anómalos.

      En cuanto a lo que dices sobre Cristo y el significado del sufrimiento al que va unido en todas sus manifestaciones, ciertamente es una apoteosis del dolor como fuerza de accesis a otra vida en que se será recompensado con la eterna felicidad mientras miles de millones de otros seres arden terroríficamente en el infierno delante de los bienaventurados. Esto es de lo más ominoso del cristianismo: la creencia en el infierno y el paraíso. Esa idea del dios justiciero y castigador es el que nutrió mi infancia. Ahora, Francisco quiere difundir otro dios, pero es totalmente cultural y adaptada a una época que ya no admitiría lo que a nosotros nos enseñaron.

      Bien por las citas de Nietzsche y Cioran.

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  3. De entrada decir que ya en el Antiguo Testamento levítico y Deuteronomio se habla de no adorar las imágenes, y que estas están prohibidas ante los ojos de Dios.
    Luego las imágenes no me dicen nada, igual que las personas que se presignan.
    Todo acto se debería pensar antes de hacer. Arrodillarse delante una estatua de yeso, genuflexarse ante una figura de madera es , a mi modo de ver, un acto de supina ignorancia. Eso no lo dice la Biblia, antes bien lo condena.
    Pienso una y mil veces el acto de presignarse ¿alguién con dos dedos de frente haría una señal de reverencia a un instrument de tortura?
    Y sigo pensando en lo de las medallas...y si Cristo, en vez de haber sido torturado en una cruz romana lo hubiera sido en una silla eléctrica, ¿llevaríamos colgado de una cadena de oro la maqueta de la silla?

    El cristianismo se lleva por dentro, no hacen falta imágenes, devocionarios, figuras o estandartes.

    Y que tu mano izquierda no vea lo que hace tu derecha.
    PD: Sobre Nietzsche hablaremos en otro momento, su teoría del superhombre es cuanto menos tan racista que da para mucho.
    De momento te aconsejo que vayas al PDF y mires un libro que te gustará, lo se, enormemente: "Psicología de las masas" de Gustave Le Bon. De este libro sacó conclusiones Nietzsche (contemporáneo), Ortega y Canetti en referencia a las "masas".

    Un abrazo

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    1. De hecho en oriente, en la iglesia que será ortodoxa hubo una fuerte corriente iconoclasta contra las imágenes religiosas que se querían destruir como sacrílegas. Al final venció Roma y su defensa de las representaciones plásticas de la vida de Jesús, de la Virgen o de los santos.

      Si hubieran vencido los iconoclastas, no existiría la pintura occidental tal como la conocemos, llena de motivos de la vida de Jesús, de su poder y de su relación con su madre. Todas las tallas románicas no habrían existido, toda la pintura medieval, los iconos orientales... nada de eso habría sido creado. Tal vez hubieran surgido otras formas de arte como las musulmanas. El pueblo judío que tampoco representa a la divinidad no es pródiga en arte de ninguna forma. Lo único que tiene valor para los judíos y los musulmanes es el Libro, la palabra, no las imágenes.

      Sin duda, habría sido una historia de occidente singularmente distinta.

      Un abrazo, Miquel.

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  4. Jesús, por lo que sabemos de él, no da la impresión de que fuese dado a disimulos. Personalmente pienso que mostrar lo que sientes es lo natural aunque sea común reprimir el sufrimiento cara a los demás. Creo que todos lo hemos hecho por variedad de razones, pero puede ser muy contraproducente disimular como norma general.
    Un abrazo.

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    1. La figura de Jesús que conocemos es a través de los cuatro evangelios considerados canónicos pero en los llamados apócrifos aparece un Jesús muy diferente, vengativo, iracundo y cruel. En cuanto a su pasión y muerte, las representaciones son siempre tétricas, se enaltece la idea de dolor y desgarramiento.

      En cuanto a ocultar el dolor personal ante los demás, pienso que es algo que expresa una cierta elegancia para no afligir o cargar a los que nos escuchan o leen con nuestros padecimientos que fuera de nosotros son bastante cargantes.

      Un caso claro es el de los combatientes en las guerras o los exprisioneros en campos de exterminio -nazis o soviéticos, o cualquier campo de concentración-. Cuando vuelven a la vida, tras su trágica experiencia, nadie quiere escuchar sus horribles historias que deben callar. Nadie quiere oír desgracias y es natural.

      El Cristo sufriente expresa una apoteosis de dolor ante los observadores y quiere implicarnos en él como si tuviéramos la culpa y de ahí se deriva que somos malos y pecadores.

      Un abrazo, Ana.

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    2. Yo no me siento culpable de la muerte de Jesús, ni me siento mala, ni pecadora, me resulta extraña incluso, esa idea. Nos han llegado muchas cosas sobre Jesús, muy contradictorias a menudo, cada uno puede aprovechar de todo ello lo que le sirve.
      UN abrazo Joselu.

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    3. Tú no has vivido el cristianismo anterior al concilio Vaticano II, has vivido un cristianismo light. Yo viví nueve años en un colegio marista de hermanos sádicos y amargados. Solo al llegar a los 16 años pude huir de allí y me fui a un centro laico donde descubrí la sensación de libertad. Un abrazo.

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    4. Lo lamento, lo que nos pasa de niños nos afecta mucho, y sobrevivir a ese fanatismo religioso tuvo que ser muy duro.

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  5. Un crucifijo es en sí una imagen Bárbara.Creo que pasa algo parecido con la "fiesta irracional" que otros llaman nacional. De puro presente, no me ha impactado tanto como en sí merece.
    Creo que esa exaltación del sufrimiento que contiene y transmite, es un medio para justificar muchas tropelías: "si a Dios lo trataron como un espeto, vete preparando majete y no te quejes...
    Creo que para que surjan las religiones y sobre todo la judeocristiana,ayuda mucho la oscuridad, la impotencia ante la naturaleza, el miedo y la indefensión.
    Un codazo

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    1. He leído recientemente un libro de Michel Onfray, titulado Decadencia, que es una historia de la civilización judeocristiana desde su origen a su decadencia. En ella se interpreta que el cristianismo tal como lo conocemos fue ideado por Pablo de Tarso, un hombre torturado e impotente que odiaba su cuerpo y el sexo de modo que proyectó su personalidad tortuosa sobre una religión que debía avanzar por medio de la espada y la conciencia de pecado. Sin embargo, había otras religiones no judeocristianas, como las paganas o el budismo o el hinduismo, que no tomaban como base la oscuridad, la impotencia, el miedo o la indefensión. El cristianismo tal como lo conocimos fue un invento hecho por una mente, o conjunto de mentes, no precisamente sanas, que odiaban la realidad del cuerpo y sus pulsiones. Nada hay más enfermizo y castrador que el judeocristianismo. Su victoria fue debida a su proclamación de la igualdad ante Dios de amos y esclavos, pobres y ricos, mujeres y hombres, circuncisos y no circuncisos. Ese fue su potente mensaje que le hizo triunfar frente al paganismo, pero en lo referente al cuerpo y la realidad humana fue destructivo.

      Otro codazo, jajaja.

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  6. Cierto, JOSELU, no habrían existido figuras de Románico, ni del Gótico, ni retablos. No hubieramos conocido a Simone Martini, a Fra Angélico, o a Giotto, y hasta nos hubieramos perdido el tenebroso Barroco ¡¡, pero seguro que hubieran hecho otras clase de obras trabajando para otros poderes fácticos.
    Siempre ha existido el poder, el que paga las obras de los artistas y el que las disfruta en primera persona pero te las deja ver para que "rabies", así que seguro hubieramos conocido otros trabajos exentos de ejecuciones, torturas, elevaciones angelicales, oscuros tenebrosos, satanaces maledicentes, fuegos eternos, expulsiones terrenales, mares que se abren, cielos que aterran, infiernos abisales, crematorios incolumnes, piras maximizantes, ángeles vigilantes, nubes rosadas y santas cenas donde siempre sobra uno o faltan dos.

    Un abrazo, ánimo y codazo con repicón.
    salut

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    1. Observó tu cristianismo crítico y no veo que quede nada de lo que se ha entendido como su base. Si suprimes la historia del dogma, de los concilios, de la historia de la pintura y la escultura cristianas en iglesias y catedrales, ¿qué queda? No sé si me vas a decir que lo único válido son los evangelios y no la interpretación violenta paulina, pero los evangelios son cuatro oficiales, además de otros extraoficiales que fueron excluidos por la iglesia en sus concilios. No sé qué queda en pie del mito de Jesús, un hombre que dijo que no venía a traer la paz sino la guerra. Si toda la interpretación de su figura es para ti forzada ¿qué queda? Saludos.

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    2. Esa es la clave el " mito de Jesús" al que se necesita de verificar y recordar constantemente en figuritas, bien colgadas de la pared, bien fotografiadas en una tarjetitas dentro de un Rosario, bien coladas del cuello de forma permanente en un instrumento de tortura. ¿Porqué?, porque no se le lleva dentro. No hace falta tanta parafarnalia, según mi criterio, para estar cerca de Él.
      Jesuús no es un mito. Es una realidad que no necesita de pesebres.
      pero está claro que esa es una ínfima opinión, una de las cerca ocho mil millones de opiniones que pueblan la Tierra.
      Un abrazo

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  7. Pero bueno hombre!, qué se puede esperar de una sociedad basada en formulismos? Pues puritita superficialidad y quien no comulgue con esas ruedas de molino estará condenado desde las más sutiles o más groseras formas de ostracismo.
    Por qué crees que decidí convertirme en ermitaña? Eso si tras haber exprimido hasta el fondo todas mis posibilidades materiales, que afortunadamente no fueron pocas, lo justo para que me acabaran asqueando, especialmente las emocionales. Mientras tanto encanecí lo suficiente para sentirme cómoda en mi último papel!
    Y es que ya que no elegí ser parida en el mundo material, y ya que me encontraba en el reinado del eterno presente, pues a “tope guay”con ello, y hasta el fondo, tal y como indicaba la pureza de la naturaleza infantil que sentía en las entrañas. Eso sí con mucho cuidado y buenas dosis de desconfianza....y aún así .....
    Otra cuestión es plantearme todo tipo de interrogantes para programar estrategias de supervivencia óptimas. Las más fiables se mostraron las basadas en los conocimientos ancestrales, que curiosamente me permitieron viajar por las crestas de la oleada MAS MATERIAL de la vida, esa disfrazada de filosofías, religiones y terapias espirituales de diverso orden. Conclusión: descubrir las enormes distorsiones entre las teorías y sus voceros = puro “bullshit”
    Vamos, que servidora podría ser un buen ” coach “ (como se dice ahora) si no hubiera perdido toda esperanza en nuestro género y no me creyera eso que ha dado en venderse como realidad, pues ese ya no es mi mundo, vaciado de tanto como erré, ahora me toca descansar!
    Una buena clave es aquella famosa máxima de hacerlo todo en su momento. Fui afortunada, la naturaleza me guió correctamente! Ahora vivo agradecida, que no es poco!
    Por cierto escribo en primera persona, no precisamente por ego, ( espero) porque sólo conozco a fondo lo que experimenté y sigo experimentando en primera instancia = una simple resultante de la experiencia material a la que fui arrojada. Ahhh y porque aún me puedo permitir el lujo de ser una simple, saberlo y ejercerlo.
    Las teorías para quienes las necesiten y sepan servirse de ellas para sobrevivir.
    Cada maestrillo tiene su librillo.

    Caray, por no soltar el taco que me apetece, (aún respeto la educación ajena) que una cruz solo ( y es un magnífico simbolismo) representa la INTERSECCION entre la aparición de un individuo frente a los demás y la línea o pinza espacio temporal , es decir el pasado histórico/genético y el futuro personal y generacional de cada cual. Cada período histórico dispone de sus características.
    Vamos, como si fuéramos un pinxito regado con chacolí (broma)
    Además muchos son los sabios, a cuyos lomos otros tantos individuos cabalgamos agradecidos, que han transmitido más precisamente esto mismo, siempre desde la diversidad del entronque entre sus culturas y el uso de las herramientas cuyas circunstancias que les tocó vivir a cada uno.
    Insisto, puritita experiencia del funcionamiento del material humano del más diverso orden. Que la gente interprete parcial o erróneamente, al símbolo se las trae al pairo! Jajj

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    1. Fascinante errar de ideas en zigzag a partir de un símbolo al que se la trae al pairo que lo interpreten parcial o erróneamente. Un baño de conceptualismo y vitalismo de una biografía que al lector le parece indómita y singular.

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  8. ¡Pero a qué malnacidos se les ocurrió crucificar a un hombre que convertía el agua en vino!

    Saludos.

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    1. Visto así, sin duda, fue un tremendo error y más que la celebración de la última cena, tendría que haberse puesto como rito la citada conversión de agua en vino. Seguro que captaría a muchos más para la causa... ¿Te imaginas en la iglesia al cura convirtiendo el agua en vino? Los muy pillos se quedan ahora el vino para ellos y a los fieles le dan una pequeña oblea...

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  9. En mi imaginario de la infancia, absurdo hasta lo pueril, la silueta recortada de la cruz, tenía una gran fuerza evocadora. Mi imaginación febril me transportaba entonces a reencarnarme en un cruzado o a intentar salvar a Jesús de su destino trágico. Ensoñaciones con las que había mitificado el personaje que con los años pasó a tener un interés historico. A indagar en Flavio Josefo, el eco del redentor cristiano. Afortunadamente, no viví la religión tan castradora de nuestros deseos más infimos. Por otra parte, abordar la fe desde un prisma racional, me parece osado y un intento completamente vano. He conocido a auténticos titanes, intelectuales de una gran envergadura, que rezaban tres padrenuestros antes de abordar un gran proyecto. Podría resultarme un uso fetichista e infamtil de la religión para nuestros propios fines y sin embargo, su talla es tan grande que no me atrevo a juzgar las conductas de nadie, Joselu. La vida es asimismo tan difícil e incomprensible, que quiénes somos para abrir los ojos de los demás. Muy acertada tu exposición sobre la búsqueda de la trascendencia como denominador común de las distintas civilizaciones humanas. Pero yo creo que la religión humana no se ha menoscabado ni siquiera como vaticinó el inefable Azaña para nuestro país . Simplenente se ha transformado. Hay autores que hablan de una mayor polarización de nuestras sociedades a medida que se descristianizan. Ibn Hazzam, uno de los grandes poetas de la Córdoba califal, escribía que todos nuestros esfierzos eran vanas ilusiones con las que no enfrentar lo evidente. Nuestro enfrentamiento actual, el encono y agravio constante, según estos autores se habrían convertido en un sustitutivo de la religión. Necesitamos un sentido al que aferrarnos, cuánta con mas vehemencia, mejor agarradera.

    En estos tiempos que impera la religión de lo moderno o del progreso, la soledad del disidente en muchos ámbitos, se hace tan palpable como en los tiempos de Galileo. No existen la censura y el imprimatur de antaño, sino como denuncian muchos creadores, la precensura y el preimprimatur. Cómo luchar como leí a un conocido escritor, cuando te conviertes en el primer censor de ti mismo. De todas fornas, no tengo una opinión cristalina sobre estos temas, Joselu. Me encantan tus reflexines.

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    1. Cuando no esperaba más comentarios, aparece el tuyo, denso y enjundioso, que me vuelve a hacer pensar. Pones de relieve que nuestra civilización laica, descristianizada y atea practica ritos o ceremonias que tienen un cariz religioso como el agravio y la ofensa permanente, y que nuestra sociedad es igualmente represiva en muchos sentidos. Coincido en todo ello contigo. Pienso que la dimensión espiritual es una necesidad vital y que si no se expresa mediante una religiosidad explícita, surge de otras maneras sustitutivas. Yo vivo en Cataluña, una región de España, en que el independentismo campa por sus fueros; creo distinguir en él un componente religioso en la necesidad de una fe en la nación, en la patria, en la independencia que no tiene nada que envidiar a otras fes. Sus procesiones con antorchas, sus cruces amarillas, sus ritos en que todos agitan banderas y se cubren con ellas, sus eslóganes pretenciosamente alusivos a la justicia y la libertad, son indicativos de su componente religioso en ausencia de otra plasmación.

      Y fuera de ellos, el culto al deporte, al fútbol, al club de los sueños; la afluencia a centros comerciales como templos del presente donde se asiste a ritos iniciáticos consumidores en que se ahoga en ansia de espiritualidad.

      Siento que la espiritualidad es una necesidad del ser humano y que si no surge a través de una religión se sustituye de otras maneras. El ser humano sin espiritualidad está castrado e incompleto. De ahí, el malestar de nuestra cultura a la que le falta su base.

      Tengo interés en escritores que dan dimensión a la espiritualidad. Me fascina Simone Weil de la que he leído La gravedad y la gracia. Me encontré en Clarice Linspector en La pasión según G.H., un libro sencillamente extraordinario, una alegoría del sacramento de la Eucaristía... Por un lado, mi mente racionalista se aleja de una religión como la cristiana que no cree en el mito de un hombre-Dios que vivió en Israel hace dos mil años, pero cuando me encuentro en una capilla románica siento el deseo de orar a un dios en el que no creo. Hay un libro que se titula La oración del ateo. Estoy dividido pero presiento que la espiritualidad es un componente necesario en el ser humano. He practicado meditación zen y quiero volver a ella. Necesito una dimensión espiritual -si es que el zen es espiritual que no creo-, o una dimensión que me eleve por encima de lo concreto y pragmático para contemplar mi propia vida y el destino asociado a ella de un modo no utilitario.

      Afortunadamente, no has vivido un cristianismo como el tétrico que viví yo, y del que tuve que distanciarme porque era castrador y angustioso. No se si Dios es necesario o no, pero sí la dimensión espiritual.

      Gracias por tus reflexiones atinadas y llenas de sugerencias.

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  10. Yo siempre, desde muy pequeño, encontré esa historia muy poco coherente, la verdad. Un dios que tortura a su hijo para liberarnos a nosotros... no se.. no lo veo yo muy razonado, ni razonable...
    Un saludo.

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    1. Ciertamente, el cristianismo es un conjunto de historias absolutamente inverosímiles y fuera de toda razón. Lo que tú señalas es patente igual que la virginidad de María junto a su marido José o la tesis de la Trinidad que no estaba en El Antiguo Testamento que abre el camino al politeísmo trinitario que se interpreta como misterio. No, no es razonable ni razonado. Sin embargo, los mitos no tienen que ser racionales para que triunfen y se expandan a millones y millones de personas. De igual manera es alucinante el antisemitismo del cristianismo cuando Cristo fue judío de la tribu de David. No tiene nada sentido, Daniel. Un saludo.

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