Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
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domingo, 2 de mayo de 2010
Apología del pesimismo
¿Existe el pesimismo creativo?
Deja un pensamiento pesimista que nos acompañe durante la noche.
Estoy intentando subir la nueva entrada con un enlace a tu blog y blogger NO ME DEJA, me dice que eres un SPAN ¿tú te crees? ¿no te parece esto para deprimirse? jajaja, en fin lo intentaré de nuevo, si no lo siento, es que te he tomado prestado algo, con tu permiso.
Yo creo que si que existe, pero en realidad es una extraña forma de aliviar la propia angustia ideando situaciones que en el fondo se espera que no sucedan.
No es difícil ser pesimista.
Pero con todo, yo creo que los optimistas son mucho peores y más nocivos, terminan por creerse sus propios engaños y algunos de los seres más dañinos han sido optimistas. Por ejemplo Hitler.
Y al otro lado, alguien dijo que en los campos de exterminio los que pensaban que podrían sobrevivir eran los que robaban a sus compañeros.
Es un asco todo amigo Joselu, y esta noche más. Pero me alegro de que subieras al Pedraforca.
Jolín, Joselu, que mañana empieza una nueva semana y necesitamos ánimos, no pesimismo. A muchos les ataca la astenia primaveral, pero es otra cosa. Bueno, como dice Benedetti, "Chau pesimismo, /ya sos mayor de edad/ y andate despacito/ no vayas a despertar al monstruo." La verdad es que no es fácil ser optimista. Cuesta encontrar motivos para la esperanza pero no hay que renunciar a ella. Un fuerte abrazo, colega.
En los momentos de depresión y pesimismo, hay inspiración y revelación pues la vida misma empecinada en surgir y titilitar - pum pum - no cree en las patologías baratas de la mente, que surgen de los cuentos de otros que se creen doctores; la vida sabia por encima de ellos encuentra en la creación una nueva forma de expresarse y surgir.
Que bueno es sentarse en el divan y hacer catarsis.. el pesimismo crea bellas obras de arte!! YO LO VEO ASI... mañana es lunes!! que bueno!! Yo estoy optimista..
Cioran anheló encontrar un sólo pensamiento capaz de destruir el Universo. En cambio yo me ahogo en el álgebra de la reflexión que desmonte la mecánica diaria. Si los extremos se tocan, qué cerca estamos de encontrar la nada.
Vale, como ya es madrugada, toca cambio de tercio;-)
Qué suerte he tenido de nacer, para estrechar la mano de un amigo. y poder asistir como testigo. al milagro de cada amanecer.
Qué suerte he tenido de nacer. para tener la opción de la balanza. Sopesar la derrota y la esperanza, con la gloria y el miedo de caer.
Qué suerte he tenido de nacer, para entender que el honesto y el perverso. son dueños por igual del universo aunque tengan distinto parecer.
Qué suerte he tenido de nacer, para callar cuando habla el que más sabe. Aprender a escuchar, esa es la clave, si se tiene intenciones de saber.
Qué suerte he tenido de nacer, y lo digo sin falsos triunfalismos. La victoria total, la de uno mismo. se concreta en el ser y en el no ser.
Qué suerte he tenido de nacer, para cantarle a la gente y la rosa, y al perro y al amor y a cualquier cosa. que puede al sentimiento recoger.
Qué suerte he tenido de nacer, para tener acceso a la fortuna. De ser río en lugar de ser laguna, de ser lluvia en lugar de ver llover.
Qué suerte ha tenido de nacer, para comer a conciencia la manzana, Sin el miedo ancestral a la sotana y a la venganza final de lucifer.
Pero sé, bien que sé.... que algún día también me moriré. Si ahora vivo contento con mi suerte, sabe Dios que pensaré cuando mi muerte, cual será en la agonía mi balance. no lo sé, nunca estuve en ese trance.
Pero sé, bien que sé... que en mi viaje final escucharé el ambiguo tañiz de las campanas saludando mi adiós , y otra mañana y otra voz, como yo, con otro acento cantará a los cuatro vientos...
Coincido con Meike en que el pesimismo es aburrido al cabo de un rato, salvo que el pesimismo se impregne de un burbujeante sentido del humor. Las leyes de Murphy son tronchantes pero no dejan de ser profundamente pesimistas. Pesimismo y humor es la combinación que nos hace disfrutar a los que escuchamos. El optimismo también es aburrido sin humor. Pienso que la clave de todo es el humor. Como dijo Ramón Gomez de la Serna sobre la greguería = metáfora más humor, ahora escribo que pesimismo más humor es la clave de la diversión. ¿Hay quién se atreva?
Me parece simple decir que el pesimismo es aburrido, cuando ha sido fuente inagotable de lucidez. Cansa si no se profundiza en el mismo. Aunque entiendo que penetrar en el pesimismo es como descender por un pozo.
Vale, valga la corrección de Francisco: el pesimismo sólo es válido unido al sentido del humor pero también unido a la lucidez -y la profundidad- si es que en alguna forma ambos sentidos no coinciden. En todo caso el pesimismo no puede ser plano, ha de mostrar sus aristas, sus sinuosidades, su capacidad de penetración. No basta con saber que moriremos sino que es necesario saber o intentar comprender cuál es el sentido de ello. Cioran o Monthy Python. Tal vez los dos.
...el sentido de ello... ¿Hacer hueco, quizá? O mejor, no hay sentido alguno en la muerte, como tampoco lo hay en la vida, aunque en ésta si que hay algo precioso: sentidos.
De lo que sí me gustaría comprender el sentido es de la dichosa palabrita esa de verificación que hay que poner para publicar un comentario...
El tema de reflexión es de lo más sugerente y variado y además no os he castigado con mis largos textos. Como Toro sentado soy pesimista por constitución personal. Es una cuestión de carácter. Probablemente me hubiera gustado ser de otra manera, pero cada uno es como es y poco se puede hacer. Me divierten los pesimistas con gracia. Para ser un buen pesimista hay que tener salero. No basta con ser sombrío. Tras la mueca de la desolación está también la ironía y el gesto histriónico del bufón. Me encantan los grandes pesimistas que no confían en la naturaleza humana. Quizás así uno se puede sorprender, y no espera demasiado de los hombres a los que se contempla con una cierta ternura y uno sabe que no es mejor que ellos. Las filosofías que consideran al hombre bueno son tremendamente peligrosas y han acabado mal, y en cuanto a planteamientos educativos pensar que nuestros adolescentes tienen ganas de aprender sólo ha llevado al desastre. El ser humano es frágil, inestable, inclinado a lo fácil, miedoso, capaz de traicionar y de las mayores crueldades... También de todo lo contrario. Uno de los personajes más sugerentes que encuentro en el neorrealismo italiano es El general de la Rovere. Con él me identifico yo.
El pesimista tiene mala fama, aunque suele tener una alto respaldo cultural. Lo que parecen ignorar algunos de sus detractores es que se puede ser pesimista de la razón y optimista de la voluntad.
No voy a desgranar la galería de simpáticos pesimistas, algunos de los cuales ya han sido citados. Me quedo con el pesimismo que me hace reír: aún recuerdo a Leoncio León y Tristón, o al entrañable Marcovaldo, pero el primero que me vino a la mente al leer tu reto fue Igor, y es que siempre podría ser peor...
Antonio, no recordaba esta escena pero me ha surgido la risa espontánea y fresca ante el comentario de Igor. Podría ser peor. Y lo es. Sin duda, veré esta peli con mi hija como antología del pesimismo divertido.
Soy un optimista realista, es decir el mayor pesimista que pueda existir. A veces pienso que no merece la pena nada, pues la nada se lo llevará todo y entonces ¿para que tanto esfuerzo?.
He leido muchas citas , frases, de Cioran, al que he conocido por tí y estoy encantada con algunas de ellas. Intentaré leer más porque sus palabras, aunque pesimistas, dicen mucha verdad. Gracias, Profesor, por habérmelo descubierto. Lola
Lola, Toro sentado, Cioran podría convertirse en un inspirador de este blog... Su pesimismo lúcido no lleva a suicidarnos sino a ser conscientes del absurdo de todo. Posiblemente después nos echemos a reír o nos revolquemos en el heno ahítos de vida sin sentido. Un abrazo.
Se me esta ocurriendo... Para ser pesimista hay que tener la barriga llena... El pesimismo tiene que ver con la cultura mas que con la vida... aunque sean inseparables para nosotros. (Lo siento, no puedo poner tildes) Saludos.
Camilo, buena aportación la tuya. Cuando se lucha por la existencia no hay tiempo para el pesimismo. Se sale a la superficie y se mantiene uno o se hunde y se ahoga. ¿Quién sería pesimista en ese trance?
Miguel, como no vamos a salir vivos, ¿qué podemos hacer? Lo que nos salga, lo que sintamos, lo que podamos, lo que nos dejen... Y entre tanto sentido del humor negro o blanco. La cosa es reírse y contemplar el desconsuelo irónicamente. Me lo digo a mí mismo.
Afanarse? Para qué, si a nada se llega.. Miro alrededor. ¿Es esto todo lo que queda: áureas cenizas que cubren la frente, espuma de estrellas que alguien vió, que alguien soño en su primavera, impalpables zumos verdes que tiñen la tierra?
¿Afanarse? Para qué si a nada se llega. Insensibles los caminos pasamos, y ellos se quedan. Frente a nosotros los siglos, rueda que te rueda.
¿Afanarse? Para qué vestirse de fiesta. Por qué buscarle al misterio la llama que lo alimenta, si nos quemará las manos y nunca iluminará nuestra noche negra.
"Un pesimista es alguien, a quien si se le da a elegir entre dos males, elige LOD DOS". ;-)
y...
"Tengo ganas de abandonarlo todo, terminar con todo, pero... no encuentro tiempo para ello".
PD. Disculpa mi cara dura JOSELU, pero acabo de verte en mi blog y quería pedirte por favor, cuando tengas un momentito, que me cuentes lo que te sugiere cualquiera de los fragmentos, todos o sólo alguno, por ejemplo Miles Davis, que sé que te encanta, como a mi. Si lees los comentarios, verás que algunos son de los más inspirado, así es que he pensado hacer la próxima entrada, justo con ellos, me encantaría poner algo tuyo, MIL GRACIAS, lo hagas o no.
Otro beso grande para ti y disfruta mucho del día.
Tengo toda la obra de Cioran.Creo que fue el último gran pensador fragmentario, como la vida que le tocó/nos toca vivir. Sus aforismos son un vértigo que nos alcanza cada día.Me gusta mucho este en especial:
"Ser un hombre no es una solución, pero tampoco lo es dejar de serlo."
Hola, Joselu. No sabes lo que te he echado de menos, para debatir contigo, para leer tus siempre estupendos textos sobre la educación, sobre la literatura, sobre la vida... Amigo mío, demasiado ocupada para permitirme el lujo de ser pesimista. Tampoco soy optimista. De hecho, últimamente tiendo más a pensar que esto de qué va y para qué vale. De todos modos, soy adepta del como si. O sea, como si hubiera algo, como si hubiera esperanza, como si... También te digo que te veo muy joven. Los jóvenes se pueden permitir jugar con el negror del futuro y de la vida, pues todo la muerte les queda lejos, según piensan ellos, ya que no está demostrado que un joven no pueda morir mañana, como bien sabes. Sin embargo, sobrepasada una edad, la muerte es una compañera inseparable, o más bien la conciencia de eso, de eso que está ahí, siempre, y que debería ser imagen constante del que tiene "uso de razón", si es que hay alguien que tenga tan raro uso. En fin, amigo, ya es todo esto lo bastante pesimista. No puedo, ya ves, hacer entradas a mi blog, pero voy a empezar, tímidamente, a visitaros, porque añoro a mis amigos virtuales. Un abrazo.
Clares añade algo interesante. El pesimismo es algo propio de la juventud. Luego es tan inherente a la propia condición humana que es casi inútil hablar de ello. Por esa reivindicación del pesimismo creativo, refrescante, nietzscheano... Un abrazo.
Francisco Machuca, hace muchos años leí El aciago demiurgo pero lo regalé, lo que suelo hacer con libros que me fascinan. Ahora intento recuperarlo y me dicen que su obra en gran parte está descatalogada, incluida ésta. ¿Es posible que el pesimismo original esté ya fuera de onda y nos hundamos en este pesimismo circunstancial nada metafísico y sólo queramos que nos halaguen con pensamiento del llamado positivo? No hay nada que me repela tanto que el optimismo oficial.
Si tuviésemos la fuerza suficiente para apretar como es debido un trozo de madera, sólo nos quedaría entre las manos un poco de tierra. Y si tuviésemos más fuerza todavía para presionar con toda la dureza esa tierra, sólo nos quedaría entre las manos un poco de agua. Y si fuese posible aún oprimir el agua, ya no nos quedaría entre las manos nada.
De todas formas, creo que, más creativo que el pesimismo, es el pesar:
[...]Ya no tiene paisaje mi amargura. Prendida de tu ausencia mi mirada, contra todo me doy, ciego me hiero.
Porque yo no creo que eso sea algo real. Así que si te refieres a eso, no me extraña que te repela. A mí me parece falso, me parece inútil. No me lo creo. De ser, lo llamaría más bien autoengaño o simplemente simpleza. Vacío. Falta de fondo.
Ante una realidad, difícil, gris, anodina e incluso dramática, de la que se es plenamente consciente, Se puede adoptar dos posturas:
la pesimista: recrearse, dejarse estar, desalentarse, dejarse atrapara por la melancolía, la frustración, el escepticismo, desidia, introversión, cinismo, angustia, amargura, desánimo, retroalimentar la pena, la autocompasión, el hundimiento...¿es esto ser realista?
la optimista: levantar la vista, buscar salidas, autoanimarse, ilusionarse, tener iniciativa, tesón, extroversión, fe y esperanza de cambio, pundonor, positivismo, disfrutar de lo que sea y a pesar de lo que sea, luchar, echarle ganas, narices a la vida...¿es esto ser estúpido?
¿al lado de quien queremos vivir?
Otra cosa, es la sonrisa impostada o sonrisa”Profidén”, teatro, ceguera, hipocresía, falsedad o imbecilidad, que pueden adoptar y ser, tanto los optimistas, como los pesimistas.
María no me cabe duda de que tú eres optimista y perteneces al segundo grupo que tan afiladamente describes. Las cosas no son así exactamente, pero el pensamiento correcto así las describe. Pienso que hay matices y que estos son importantes. En todo caso pienso que puedo aprender más de los miembros del primer grupo -siempre que sean imaginativos y que posean sentido cómico- que los del segundo. Prefiero compartir una botella de vino antes siempre con un pesimista inteligente que con un optimista risueño, esforzado, positivo, que busca oportunidades y todo eso. El pensamiento necesita de lo negro, de la amargura, del fracaso para levantarse al día siguiente y seguir mirando a las estrellas.
Que desahogo un rincon donde dejar la sombra que me retuerce el pecho, que quiebra mi sonrisa en artificial mueca, que destruye la confianza en mi futuro feliz,y evita mirar a los dulces recuerdos de los que no volvere a ver ni un tímido reflejo.
Recientemente la Dra. Rebecca Tood, una respetada científica, observó que los pesimistas tienen activado cierto gen. Ella, al igual que otros, suponen que ese gen te hace inevitablemente pesimista. Es una lectura muy cómoda, y que invita a rendirse ante la vida.
Sin embargo, esa observación es equivalente a decir que cuando hay fuego hay bomberos, luego los bomberos causan el fuego. La lectura que la Dra. Rebecca Todd debería haber hecho, mucho más empoderadora para el ser humano, es la siguiente:
“Todos disponemos de genes, que se activan por medio de actitudes y sentimientos. Hemos descubierto genes específicos que se activan en personas pesimistas. Queda demostrado que su actitud influye, al menos, en su condición física, y que también que la percepción humana se enfoca en la línea de sus pensamientos dominantes”.
De esta manera pasamos de ser marionetas indefensas en manos de los que pueden estudiar los genes a los actores principales y responsables de nuestras vidas. No se queje, cree su vida.
"Después de todo, todo es nada". ¿Se puede engendrar mayor pesimismo que la totalidad de las cosas? Creo que la cita es de José Hierro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vida
ResponderEliminarDespués de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
José Hierro
Hoy es domingo por la tarde y mañana es lunes.
ResponderEliminarVale JOSELU, te lo dejo...
ResponderEliminarEstoy intentando subir la nueva entrada con un enlace a tu blog y blogger NO ME DEJA, me dice que eres un SPAN ¿tú te crees? ¿no te parece esto para deprimirse? jajaja, en fin lo intentaré de nuevo, si no lo siento, es que te he tomado prestado algo, con tu permiso.
Un beso y...nada de pesimismos, porfa. ;-)
PD Tu poema, precioso.
Cada cierto tiempo me ronda ese pensamiento.¿Es necesario tanto, para nada?.En fin...
ResponderEliminarYa se te podría haber ocurrido otro post para un domingo por la tarde/noche.Que por si sólo ya es bastante deprimente :P
Nombraré una vez más a Gil de Biedma.
"Envejecer, morir son el único argumento de la obra."
Yo creo que si que existe, pero en realidad es una extraña forma de aliviar la propia angustia ideando situaciones que en el fondo se espera que no sucedan.
ResponderEliminarNo es difícil ser pesimista.
Pero con todo, yo creo que los optimistas son mucho peores y más nocivos, terminan por creerse sus propios engaños y algunos de los seres más dañinos han sido optimistas. Por ejemplo Hitler.
Y al otro lado, alguien dijo que en los campos de exterminio los que pensaban que podrían sobrevivir eran los que robaban a sus compañeros.
Es un asco todo amigo Joselu, y esta noche más. Pero me alegro de que subieras al Pedraforca.
¿Qué carga pesa más,
ResponderEliminarla obediencia
o la libertad?
Te dejo dos:
ResponderEliminarI)
No tiene nombre
el arquitecto del ser.
Es el Vacío
Kenzo Kaminishi.
II)
No soy Teseo
y en tus ojos acecha
el laberinto.
Akashi Aikawa
He envejecido.
ResponderEliminarTodos son iguales ...
ResponderEliminarAcepto el trapo, Joselu.
ResponderEliminar"A esta vida hemos venido a fracasar. Cuanto antes lo hagamos, mejor".
Un abrazo.
Jolín, Joselu, que mañana empieza una nueva semana y necesitamos ánimos, no pesimismo. A muchos les ataca la astenia primaveral, pero es otra cosa. Bueno, como dice Benedetti, "Chau pesimismo, /ya sos mayor de edad/ y andate despacito/ no vayas a despertar al monstruo."
ResponderEliminarLa verdad es que no es fácil ser optimista. Cuesta encontrar motivos para la esperanza pero no hay que renunciar a ella.
Un fuerte abrazo, colega.
La vida es un intermezzo entre una nada y otra nada.
ResponderEliminarEn los momentos de depresión y pesimismo, hay inspiración y revelación pues la vida misma empecinada en surgir y titilitar - pum pum - no cree en las patologías baratas de la mente, que surgen de los cuentos de otros que se creen doctores; la vida sabia por encima de ellos encuentra en la creación una nueva forma de expresarse y surgir.
ResponderEliminarQue bueno es sentarse en el divan y hacer catarsis.. el pesimismo crea bellas obras de arte!! YO LO VEO ASI... mañana es lunes!! que bueno!!
Yo estoy optimista..
Cioran anheló encontrar un sólo pensamiento capaz de destruir el Universo. En cambio yo me ahogo en el álgebra de la reflexión que desmonte la mecánica diaria. Si los extremos se tocan, qué cerca estamos de encontrar la nada.
ResponderEliminar"Cada ser es un himno destruido."
ResponderEliminar'El aciago demiurgo', Cioran.
"Soy un simple accidente; ¿Por qué tomármelo todo tan en serio?"
ResponderEliminarCioran
Llegue tarde! y yo que tenia todo un arsenal, pero bueno ya paso la noche.
ResponderEliminarSaludos.
Cioran ultimamente esta que se me aparece por donde mire.
Vale, como ya es madrugada,
ResponderEliminartoca cambio de tercio;-)
Qué suerte he tenido de nacer,
para estrechar la mano de un amigo.
y poder asistir como testigo.
al milagro de cada amanecer.
Qué suerte he tenido de nacer.
para tener la opción de la balanza.
Sopesar la derrota y la esperanza,
con la gloria y el miedo de caer.
Qué suerte he tenido de nacer,
para entender que el honesto y el perverso.
son dueños por igual del universo
aunque tengan distinto parecer.
Qué suerte he tenido de nacer,
para callar cuando habla el que más sabe.
Aprender a escuchar, esa es la clave,
si se tiene intenciones de saber.
Qué suerte he tenido de nacer,
y lo digo sin falsos triunfalismos.
La victoria total, la de uno mismo.
se concreta en el ser y en el no ser.
Qué suerte he tenido de nacer,
para cantarle a la gente y la rosa,
y al perro y al amor y a cualquier cosa.
que puede al sentimiento recoger.
Qué suerte he tenido de nacer,
para tener acceso a la fortuna.
De ser río en lugar de ser laguna,
de ser lluvia en lugar de ver llover.
Qué suerte ha tenido de nacer,
para comer a conciencia la manzana,
Sin el miedo ancestral a la sotana
y a la venganza final de lucifer.
Pero sé, bien que sé....
que algún día también me moriré.
Si ahora vivo contento con mi suerte,
sabe Dios que pensaré cuando mi muerte,
cual será en la agonía mi balance.
no lo sé, nunca estuve en ese trance.
Pero sé, bien que sé...
que en mi viaje final escucharé
el ambiguo tañiz de las campanas
saludando mi adiós , y otra mañana
y otra voz, como yo, con otro acento
cantará a los cuatro vientos...
¡Qué suerte he tenido de nacer!
ALBERTO CORTEZ
¡¡Feliz noche y muchos besos!!
La Naturaleza no se equivoca, como tampoco acierta. Y sin embargo los humanos estamos aquí, dando como resultado, el error.
ResponderEliminarNo se me ocurre un pensamiento más pesimista ni más negativo que ése, la verdad.
Hale, con ése rizo yo mis rizos :)
Ninguno.
ResponderEliminarEl pesimismo pasa después de un rato, que aburre.
ResponderEliminarY no hay nada peor para éste, que ser aburrido.
Coincido con Meike en que el pesimismo es aburrido al cabo de un rato, salvo que el pesimismo se impregne de un burbujeante sentido del humor. Las leyes de Murphy son tronchantes pero no dejan de ser profundamente pesimistas. Pesimismo y humor es la combinación que nos hace disfrutar a los que escuchamos. El optimismo también es aburrido sin humor. Pienso que la clave de todo es el humor. Como dijo Ramón Gomez de la Serna sobre la greguería = metáfora más humor, ahora escribo que pesimismo más humor es la clave de la diversión. ¿Hay quién se atreva?
ResponderEliminarMe parece simple decir que el pesimismo es aburrido, cuando ha sido fuente inagotable de lucidez. Cansa si no se profundiza en el mismo. Aunque entiendo que penetrar en el pesimismo es como descender por un pozo.
ResponderEliminarVale, valga la corrección de Francisco: el pesimismo sólo es válido unido al sentido del humor pero también unido a la lucidez -y la profundidad- si es que en alguna forma ambos sentidos no coinciden. En todo caso el pesimismo no puede ser plano, ha de mostrar sus aristas, sus sinuosidades, su capacidad de penetración. No basta con saber que moriremos sino que es necesario saber o intentar comprender cuál es el sentido de ello. Cioran o Monthy Python. Tal vez los dos.
ResponderEliminar¿Seguimos?
...el sentido de ello... ¿Hacer hueco, quizá? O mejor, no hay sentido alguno en la muerte, como tampoco lo hay en la vida, aunque en ésta si que hay algo precioso: sentidos.
ResponderEliminarDe lo que sí me gustaría comprender el sentido es de la dichosa palabrita esa de verificación que hay que poner para publicar un comentario...
Un abrazo.
Todo amanecer finge un comienzo.
ResponderEliminarLlego, tarde pero el pesimismo es lo mío, así que allá voy:
ResponderEliminar"La vida es una muerte lenta"
La verdad es que me gustaría ser más optimista, y creo que como filosofía de vida es mejor el optimismo, pero la forma de ser de uno manda mucho.
Caray! he leído la cita en la wikipedia de Cioran y me ha parecido de lo más interesante.
ResponderEliminarCuando pueda me leo algo suyo.
Gracias Joselu.
"Bienaventurados los pesimistas porque son ellos los que hacen las COPIAS DE SEGURIDAD"
ResponderEliminarMe encanta esta reflexión. Un beso Lola
El tema de reflexión es de lo más sugerente y variado y además no os he castigado con mis largos textos. Como Toro sentado soy pesimista por constitución personal. Es una cuestión de carácter. Probablemente me hubiera gustado ser de otra manera, pero cada uno es como es y poco se puede hacer. Me divierten los pesimistas con gracia. Para ser un buen pesimista hay que tener salero. No basta con ser sombrío. Tras la mueca de la desolación está también la ironía y el gesto histriónico del bufón. Me encantan los grandes pesimistas que no confían en la naturaleza humana. Quizás así uno se puede sorprender, y no espera demasiado de los hombres a los que se contempla con una cierta ternura y uno sabe que no es mejor que ellos. Las filosofías que consideran al hombre bueno son tremendamente peligrosas y han acabado mal, y en cuanto a planteamientos educativos pensar que nuestros adolescentes tienen ganas de aprender sólo ha llevado al desastre. El ser humano es frágil, inestable, inclinado a lo fácil, miedoso, capaz de traicionar y de las mayores crueldades... También de todo lo contrario. Uno de los personajes más sugerentes que encuentro en el neorrealismo italiano es El general de la Rovere. Con él me identifico yo.
ResponderEliminarEl pesimista tiene mala fama, aunque suele tener una alto respaldo cultural. Lo que parecen ignorar algunos de sus detractores es que se puede ser pesimista de la razón y optimista de la voluntad.
ResponderEliminarNo voy a desgranar la galería de simpáticos pesimistas, algunos de los cuales ya han sido citados. Me quedo con el pesimismo que me hace reír: aún recuerdo a Leoncio León y Tristón, o al entrañable Marcovaldo, pero el primero que me vino a la mente al leer tu reto fue Igor, y es que siempre podría ser peor...
ResponderEliminarAntonio, no recordaba esta escena pero me ha surgido la risa espontánea y fresca ante el comentario de Igor. Podría ser peor. Y lo es. Sin duda, veré esta peli con mi hija como antología del pesimismo divertido.
ResponderEliminarSoy un optimista realista, es decir el mayor pesimista que pueda existir. A veces pienso que no merece la pena nada, pues la nada se lo llevará todo y entonces ¿para que tanto esfuerzo?.
ResponderEliminarLo grandioso del pesimismo es que se produce siempre pese a uno mismo, mal que nos pese.
ResponderEliminarCualquier estado es creativo.
ResponderEliminar"No vale la pena luchar, siempre ganan ellos"
"Para que seguir buscando..."
"Es imposible mantener la mente en silencio"....
Te dejo un abrazo silencioso con aroma de manzana,
Naia
"¿Para qué estudias Historia, si eso es pa' na'?"
ResponderEliminarMe lo dicen a diario... y me deprime pensar que hay mucha gente que opina lo mismo.
He leido muchas citas , frases, de Cioran, al que he conocido por tí y estoy encantada con algunas de ellas. Intentaré leer más porque sus palabras, aunque pesimistas, dicen mucha verdad.
ResponderEliminarGracias, Profesor, por habérmelo descubierto. Lola
Lola, Toro sentado, Cioran podría convertirse en un inspirador de este blog... Su pesimismo lúcido no lleva a suicidarnos sino a ser conscientes del absurdo de todo. Posiblemente después nos echemos a reír o nos revolquemos en el heno ahítos de vida sin sentido. Un abrazo.
ResponderEliminarSe me esta ocurriendo...
ResponderEliminarPara ser pesimista hay que tener la barriga llena...
El pesimismo tiene que ver con la cultura mas que con la vida... aunque sean inseparables para nosotros.
(Lo siento, no puedo poner tildes)
Saludos.
De esta vida, querido Joselu, no vamos a salir vivos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Camilo, buena aportación la tuya. Cuando se lucha por la existencia no hay tiempo para el pesimismo. Se sale a la superficie y se mantiene uno o se hunde y se ahoga. ¿Quién sería pesimista en ese trance?
ResponderEliminarMiguel, como no vamos a salir vivos, ¿qué podemos hacer? Lo que nos salga, lo que sintamos, lo que podamos, lo que nos dejen... Y entre tanto sentido del humor negro o blanco. La cosa es reírse y contemplar el desconsuelo irónicamente. Me lo digo a mí mismo.
Un abrazo.
Afanarse? Para qué,
ResponderEliminarsi a nada se llega..
Miro alrededor. ¿Es esto
todo lo que queda:
áureas cenizas que cubren
la frente, espuma de estrellas
que alguien vió, que alguien soño
en su primavera,
impalpables zumos verdes
que tiñen la tierra?
¿Afanarse? Para qué
si a nada se llega.
Insensibles los caminos
pasamos, y ellos se quedan.
Frente a nosotros los siglos,
rueda que te rueda.
¿Afanarse? Para qué
vestirse de fiesta.
Por qué buscarle al misterio
la llama que lo alimenta,
si nos quemará las manos
y nunca iluminará
nuestra noche negra.
Jose Hierro.
Valeeeeeee lo intento ;-)
ResponderEliminar"Un pesimista es alguien, a quien si se le da a elegir entre dos males, elige LOD DOS". ;-)
y...
"Tengo ganas de abandonarlo todo, terminar con todo, pero... no encuentro tiempo para ello".
PD. Disculpa mi cara dura JOSELU, pero acabo de verte en mi blog y quería pedirte por favor, cuando tengas un momentito, que me cuentes lo que te sugiere cualquiera de los fragmentos, todos o sólo alguno, por ejemplo Miles Davis, que sé que te encanta, como a mi. Si lees los comentarios, verás que algunos son de los más inspirado, así es que he pensado hacer la próxima entrada, justo con ellos, me encantaría poner algo tuyo, MIL GRACIAS, lo hagas o no.
Otro beso grande para ti y disfruta mucho del día.
Tengo toda la obra de Cioran.Creo que fue el último gran pensador fragmentario, como la vida que le tocó/nos toca vivir. Sus aforismos son un vértigo que nos alcanza cada día.Me gusta mucho este en especial:
ResponderEliminar"Ser un hombre no es una solución, pero tampoco lo es dejar de serlo."
Un abrazo.
Hola, Joselu. No sabes lo que te he echado de menos, para debatir contigo, para leer tus siempre estupendos textos sobre la educación, sobre la literatura, sobre la vida... Amigo mío, demasiado ocupada para permitirme el lujo de ser pesimista. Tampoco soy optimista. De hecho, últimamente tiendo más a pensar que esto de qué va y para qué vale. De todos modos, soy adepta del como si. O sea, como si hubiera algo, como si hubiera esperanza, como si... También te digo que te veo muy joven. Los jóvenes se pueden permitir jugar con el negror del futuro y de la vida, pues todo la muerte les queda lejos, según piensan ellos, ya que no está demostrado que un joven no pueda morir mañana, como bien sabes. Sin embargo, sobrepasada una edad, la muerte es una compañera inseparable, o más bien la conciencia de eso, de eso que está ahí, siempre, y que debería ser imagen constante del que tiene "uso de razón", si es que hay alguien que tenga tan raro uso.
ResponderEliminarEn fin, amigo, ya es todo esto lo bastante pesimista.
No puedo, ya ves, hacer entradas a mi blog, pero voy a empezar, tímidamente, a visitaros, porque añoro a mis amigos virtuales. Un abrazo.
Clares añade algo interesante. El pesimismo es algo propio de la juventud. Luego es tan inherente a la propia condición humana que es casi inútil hablar de ello. Por esa reivindicación del pesimismo creativo, refrescante, nietzscheano... Un abrazo.
ResponderEliminarFrancisco Machuca, hace muchos años leí El aciago demiurgo pero lo regalé, lo que suelo hacer con libros que me fascinan. Ahora intento recuperarlo y me dicen que su obra en gran parte está descatalogada, incluida ésta. ¿Es posible que el pesimismo original esté ya fuera de onda y nos hundamos en este pesimismo circunstancial nada metafísico y sólo queramos que nos halaguen con pensamiento del llamado positivo? No hay nada que me repela tanto que el optimismo oficial.
ResponderEliminarMe voy a mi poeta predilecto:
ResponderEliminarSi tuviésemos la fuerza suficiente
para apretar como es debido un trozo de madera,
sólo nos quedaría entre las manos
un poco de tierra.
Y si tuviésemos más fuerza todavía
para presionar con toda la dureza
esa tierra, sólo nos quedaría
entre las manos un poco de agua.
Y si fuese posible aún
oprimir el agua,
ya no nos quedaría entre las manos
nada.
De todas formas, creo que, más creativo que el pesimismo, es el pesar:
[...]Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.
jnj, bien traído a Ángel González y a Pedro Guerra en esta mañana de lluvia y de sol alternativos. Un abrazo.
ResponderEliminar"La muerte es sólo la suerte con una letra cambiada", Joaquín Sabina...
ResponderEliminar... optimismo oficial.
ResponderEliminar¿Te refieres al optimismo de lata?
Porque yo no creo que eso sea algo real. Así que si te refieres a eso, no me extraña que te repela. A mí me parece falso, me parece inútil. No me lo creo. De ser, lo llamaría más bien autoengaño o simplemente simpleza. Vacío. Falta de fondo.
O igual soy yo, que lo veo así. A saber.
Ante una realidad, difícil, gris, anodina e incluso dramática, de la que se es plenamente consciente,
ResponderEliminarSe puede adoptar dos posturas:
la pesimista: recrearse, dejarse estar, desalentarse, dejarse atrapara por la melancolía, la frustración, el escepticismo, desidia, introversión, cinismo, angustia, amargura, desánimo, retroalimentar la pena, la autocompasión, el hundimiento...¿es esto ser realista?
la optimista: levantar la vista, buscar salidas, autoanimarse, ilusionarse, tener iniciativa, tesón, extroversión, fe y esperanza de cambio, pundonor, positivismo, disfrutar de lo que sea y a pesar de lo que sea, luchar, echarle ganas, narices a la vida...¿es esto ser estúpido?
¿al lado de quien queremos vivir?
Otra cosa, es la sonrisa impostada o sonrisa”Profidén”, teatro, ceguera, hipocresía, falsedad o imbecilidad, que pueden adoptar y ser, tanto los optimistas, como los pesimistas.
Al menos, yo lo veo así. ;-)
María no me cabe duda de que tú eres optimista y perteneces al segundo grupo que tan afiladamente describes. Las cosas no son así exactamente, pero el pensamiento correcto así las describe. Pienso que hay matices y que estos son importantes. En todo caso pienso que puedo aprender más de los miembros del primer grupo -siempre que sean imaginativos y que posean sentido cómico- que los del segundo. Prefiero compartir una botella de vino antes siempre con un pesimista inteligente que con un optimista risueño, esforzado, positivo, que busca oportunidades y todo eso. El pensamiento necesita de lo negro, de la amargura, del fracaso para levantarse al día siguiente y seguir mirando a las estrellas.
ResponderEliminarBesos.
Lo siento JOSELU,
ResponderEliminarpero un pesimista, jamás mira a las estrellas. ¡¡Vamos!! es que ni sabe que existen. ;-)
Y el pensamiento, no tiene color y si lo tiene,
yo creo, que jamás será el negro.
A veces la aptitud que se adopta ente la vida, viene impresa en los genes, ni siquiera es algo consciente y voluntario.
Los matices de los que hablas, que yo también veo, de una manera simplista, se resumen en la diferencia entre estar triste y ser un tristón.
Más besos para ti.
PD.
¿Así que no quieres compartir una botella de vino conmigo?
¡¡pues vaya, me dejas contenta tú!! :)))
Creo que podría hacer una excepción. Sería un placer.
ResponderEliminarQue desahogo un rincon donde dejar la sombra que me retuerce el pecho, que quiebra mi sonrisa en artificial mueca, que destruye la confianza en mi futuro feliz,y evita mirar a los dulces recuerdos de los que no volvere a ver ni un tímido reflejo.
ResponderEliminarYo misma desde mi mas profundo desánimo.
A propósito de Cioran:
ResponderEliminarhttp://emilmcioran.blogspot.com/
Recientemente la Dra. Rebecca Tood, una respetada científica, observó que los pesimistas tienen activado cierto gen. Ella, al igual que otros, suponen que ese gen te hace inevitablemente pesimista. Es una lectura muy cómoda, y que invita a rendirse ante la vida.
ResponderEliminarSin embargo, esa observación es equivalente a decir que cuando hay fuego hay bomberos, luego los bomberos causan el fuego. La lectura que la Dra. Rebecca Todd debería haber hecho, mucho más empoderadora para el ser humano, es la siguiente:
“Todos disponemos de genes, que se activan por medio de actitudes y sentimientos. Hemos descubierto genes específicos que se activan en personas pesimistas. Queda demostrado que su actitud influye, al menos, en su condición física, y que también que la percepción humana se enfoca en la línea de sus pensamientos dominantes”.
De esta manera pasamos de ser marionetas indefensas en manos de los que pueden estudiar los genes a los actores principales y responsables de nuestras vidas. No se queje, cree su vida.
http://www.neuroemocion.com