Trabajar en un instituto de “máxima
complejidad social” con casi un setenta por ciento de alumnos procedentes de la
inmigración tiene aspectos muy interesantes. Es como un crisol de la sociedad
real en que se abordan cuestiones que en otros centros “menos complejos” ni
siquiera sospechan. En base a esa riqueza social ha habido una sorpresa y
estímulo para nuestro centro situado en el barrio de
Sant Ildefons en
Cornellà de
Llobregat. Un par de profesores con ganas de implicarse han llevado a cabo
un proyecto videográfico en forma de largometraje (67’) que ha obtenido el
lunes 30 de mayo el primer premio del
Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC)
en la categoría de
profesores. La
película en que han intervenido casi una treintena de alumnos de diversos cursos
se llama
Martín&Zakia, una tragedia
de amor y odio. Los profesores se llaman
Mario Durán el director y
Sonia
Martínez Megía, la ayudante de dirección y distribuidora. Nuestra peli, en
la que tuve un pequeño papel de tendero racista, desarrolla la historia de
Romeo y Julieta en
Sant Ildefons. Dos muchachos, ella de
origen marroquí y musulmana y él, español del barrio de toda la vida, se
encuentran en el mercadillo de los jueves y sienten un flechazo el uno por el
otro. Es una historia de amor apasionada entre ambos jóvenes que se enfrentan a
sus diferentes orígenes representados por bandas rivales en el barrio. Las
escenas se rodaron totalmente en el barrio. Son reconocibles las calles y
callejones, pintadas, comercios, ventanas, ropa tendida, las casas de los
protagonistas, el instituto y su formador que intenta evitar estos
enfrentamientos violentos entres las bandas, promoviendo trabajos conjuntos. La
película tiene un ritmo trepidante con persecuciones, enfrentamientos, música,
amor y muerte.
La película se ha hecho con medios muy
precarios a nivel técnico. Ese es el principal handicap para llevar esta
película más allá de certámenes escolares. Se basa en el buen conocimiento de
las técnicas cinematográficas, reconocidas por diversos premios al director, y
el voluntarismo absoluto de dos profesores entusiastas.
El orgullo que sintieron los chavales el
otro día al recibir el galardón en el barrio más exclusivo de Barcelona, Sant Gervasi, fue extraordinariamente motivador. La mezcla cultural
de nuestro instituto animó el CosmoCaixa.
La película no se puede ver públicamente por problemas legales con la
autorización de los protagonistas menores de edad. Mañana se exhibirá en la
FNAC de la Illa Diagonal a las 18.00 h.
Tengo la impresión de que esta vertiente
documental y social no está siendo aprovechada por el cine español. Tenemos
verdaderos filones de historias en barrios que habitualmente no salen en las
noticias. Nuestros resultados académicos están lastrados por nuestra realidad
poliédrica, pero somos un referente, los centros como el nuestro, de una
complejidad y riqueza extraordinaria. En estas calles de Sant Ildefons surgió el dúo Estopa,
cuyo bar originario, La Española,
está a cien metros del instituto. Cuando bajo o subo por las escaleras de
nuestro centro, multicolores y animadas, siento un orgullo muy especial por
pertenecer a este mundo académico tal vez en los márgenes. Luchamos por que
estos muchachos acrediten la ESO y que sigan estudiando. Nuestro bachillerato
es deficitario, pero nos sentimos estimulados cuando muchachas musulmanas
llegan a la universidad en circunstancias muy difíciles. Desde luego, la
realidad que vendrá, que está viniendo, no nos sorprenderá a los que trabajamos
en centros como el nuestro. De momento, estos días vivimos el momento dulce del
premio a nuestro instituto. Sin ningún presupuesto, solo con voluntad se hizo
esta película totalmente con actores sin ninguna experiencia previa. Y el
resultado es francamente interesante.
En el vídeo de 5 minutos no aparezco yo que lo vi desde el anfiteatro junto con otros alumnos.