Vivir en la conurbación de una gran ciudad como Barcelona hace que tengas cerca a la gente que no falta por ningún lado, así como centros comerciales, cines, escuelas, servicios sanitarios, tiendas de barrio, centros administrativos... Hay niños en los parques jugando, ancianos sentados en los bancos... Y en una zona densamente poblada hay de todo, e incluso posibilidades de trabajo... pero si nos trasladamos imaginariamente al polo opuesto, a la llamada Laponia española, territorio de más de 65000 km2, el doble de la extensión de Bélgica, y que comprende a 1311 municipios repartidos entre las provincias de Teruel y Zaragoza, Cuenca y Guadalajara, Burgos, Segovia y Soria, Castellón y Valencia con una densidad de población de 7,98 habitantes por km2, vemos que allí no hay nada apenas. De hecho, hay zonas como los Montes Universales en que la densidad es aún menor y se llega a los 0,98 habitantes por km2.
Sergio del Molino publicó un libro titulado La España vacía en que nos hacía tomar conciencia de la progresiva e irremediable despoblación de buena parte del interior de España. Y este es un fenómeno que hace que la escasa población que todavía reside allí, si tienen medios, emigra dejando los pueblos vacíos, sin gente, sin escuelas, sin tiendas, sin servicios médicos en más de hora y media de distancia... No hay ninguna posibilidad de trabajo, solo agricultura y ganadería. Las empresas ven aquello demasiado lejos logísticamente para que sea rentable. Son pueblitos sin horizontes que comenzaron a despoblarse en los años sesenta cuando sus habitantes decidieron emigrar.
Paco Cerdà ha publicado un libro titulado Los últimos en que recorre la serranía Celtibérica, un agujero negro humanamente, atravesado por los Montes Universales. El texto de Cerdà “una crónica de la desolación y el abandono de lo que fue y ya no es, de pueblos abandonados, de tejados que se hunden y de vigas que se pudren...” O de pueblos en que viven escasas personas mayores, sin niños, donde anida permanentemente el silencio.
La distancia de todo es tal que -relata Paco Cerdà- cuando el 11S del ataque contra las Torres Gemelas en Nueva York, los escasos parroquianos en un bar de Cuevas del Cañart en la provincia de Zaragoza, siguieron indiferentes con su partida sin prestar la mínima atención a aquello que había conmocionado al mundo entero.
El epicentro de la Laponia española son los Montes Universales, una zona montañosa en la frontera de Cuenca y Teruel. Son 3500 km2 -como la provincia de Guipuzcoa- en que viven solo 5700 personas con una densidad de 1,63 habitantes por km2, menos que en Lappi, la región septentrional de Escandinavia, donde hay 1,87 habitantes por km2.
Una excelente novela de Julio Llamazares, La lluvia amarilla, recreaba la vida fantasmal del último habitante de un pueblo abandonado en una zona remota aragonesa.
Reconozco que es un tema que me estremece desde que recorrí la serranía de Albarracín hace años y vi un territorio sin nadie en kilómetros y kilómetros alrededor, fuera del hermoso y turístico pueblo que es Albarracín. Ver la tierra vacía en pleno invierno y primavera es desolador. Y esto conforma el carácter resignado de las gentes, de los pocos que quedan, lejos de cualquier instancia administrativa o política, sin escuelas, sin farmacias, sin bancos, sin servicios médicos, sin niños... Solo quedan personas mayores que ya no pueden huir de allí y los escasos jóvenes sin posibilidad alguna de ocio o de encontrarse con otros jóvenes como ellos, sin duda seguirán el camino de la emigración para encontrarse con gente y con posibilidades de trabajo...
La despoblación hace que sean zonas que administrativamente no tengan ninguna relevancia y su capacidad de influencia es próxima a cero. No cuentan para las administraciones que ven que no es rentable allí ninguna inversión. Nadie va allí a pedir ni siquiera los votos porque no hay apenas electores. Recientemente, unas candidaturas como Teruel Existe y Soria ¡Ya! han logrado un cierto éxito electoral para llamar la atención de las circunstancias de la España vacía, aunque no han dejado de levantar suspicacias entre los grandes partidos que ven estos movimientos como favorecedores de la derecha. El objetivo de estos partidos o agrupaciones es poder crear un grupo parlamentario que aborde los problemas de la España vacía, que dé voces a los olvidados.
Animo a los blogueros que vivimos cómodamente en una zona poblada urbana a tomar conciencia de ese vaciamiento geográfico y mental que hace que una gran y creciente parte de España sea ya un desierto sin horizontes. Si hubiera una candidatura que pudiera votar, sin duda lo haría a pesar de mi asumida vocación de votar en blanco.
He de darte la razón.
ResponderEliminarSigo este blog que en ocasiones me apena porque va en aumento:
http://www.lospueblosdeshabitados.net/
Es un blog que entristece, de verdad. Creo que nos vendieron la moto con la CE y la agricultura y ganadería se nos fue al garete para beneficio de Francia. Recuerdo que en Galicia , a finales de los 90, si se tenia de 10 vacas para abajo se tenían que matar poniendo que tenían tuberculina, y pagaban bien, pero después nos quedamos sin leche que tuvimos que comprar a Francia. Hoy todos los descendientes de aquellos ganaderos marcharon, y nos quedamos cada vez con menos personas trabajando la tierra en sus dos facetas.
Creo que lo pagaremos caro si ya no lo estamos pagando hoy.
Un abrazo
Salut
Sigo también a este blog que me sirve de referencia para contemplar esa España vacía creciente que me produce una pena infinita. Soy consciente de la situación de Galicia asimismo por mis viajes frecuentes allí. No sé dónde comenzó el problema para esta despoblación que no es tan frecuente en Europa pero sí que media España se hunde en el vacío. Sí que lo pagaremos caro aunque hoy parecen noticias fuera de rango en que nos airamos o nos conmocionamos por lo que sucede en Madrid o Barcelona, lo único que parece existir. Salut, Miquel, gracias por tu presencia.
EliminarJoselu, las gracias a ti.
EliminarTenía cierto miedo a que dejaras de publicar, porque al final, lo que busco, es, no te rías, comunión espiritual. La encuentro aquí, la encuentro con Cornadó (mi buen Cornadó), la encuentro con Paco, (ostras Paco, como me gustaría abrazarle...), la encuentro con María (persona cálida...)...
gracias a ti por estar...
Intentaremos resistir, Miquel, y sí ciertamente, a la vez que el intercambio de ideas buscamos empatía y comprensión. Ciertamente, tu espacio para mí es entrañable. Gracias también a ti por estar.
EliminarTengo consciencia de ese despoblamiento inevitable por motivos familiares, mi estupenda señora es nativa de una pequeña aldea en los montes de Lugo, a mitad de recorrido entre Becerreá y Fonsagrada.
ResponderEliminarCuando conocí aquella tierra, al principio de los años ochenta, la aldea estaba habitada por una veintena de familias. No disponían de electricidad, aunque había un transformador de media tensión a escasos tres kilómetros en línea recta. Había rumores sobre intereses caciquiles en esa paralización, y la electricidad no llegó allí hasta los primeros años de los noventa. El teléfono tardó también años en llegar, y lo hizo casi simultáneamente con el tendido eléctrico.
Si una vaca enfermaba, tenías que desplazarte ocho kilómetros largos' por unas pistas sin asfaltar hasta llegar al teléfono más cercano para avisar al veterinario, y esto podemos extrapolarlo a una posible enfermedad repentina de alguno de los habitantes. Una ambulancia podia tardar tres o cuatro horas en llegar para atender una emergencia.
La economía de las familias era de pura subsistencia. Cultivar pequeñas parcelas repartidas por todo el término municipal para el auto-consumo, una huerta para productos frescos, unas cuantas gallinas, un par de cerdos que se sacrificaban cada año, y dos, tres o media docena de vacas que permitían alguna alegria económica con la venta de los terneros.
La tía de mi esposa sacaba algún dinero extra tejiendo espesas mantas en un telar manual, y que tenían salida habida cuenta de la dureza de los inviernos en la zona, aún tenemos por casa alguna de esas maravillas artesanales.
A eso había que añadir las pensiones de los jubilados que habían pagado algún seguro agrario, y que significaban un ingreso seguro para las familias.
Aunque la emigración ya había diezmado la población local en épocas anteriores, los jóvenes de la generación de mi esposa emigraron casi todos en bloque hacia Barcelona, Bilbao o Madrid buscando un futuro más cómodo y con un salario asegurado con independencia del clima, las plagas en las cosechas y las enfermedades de los animales.
Han pasado cuarenta años, y la población de la aldea se ha visto reducida a un mínimo de unas veinte personas, todos ellos pensionistas.
Los campos de cultivo han sido invadidos por la maleza, apenas queda ganado que pueda aprovechar los viejos pastizales, y las familias que tuvieron algo de visión de futuro, plantaron arboledas de pinos, robles y eucaliptos en las tierras heredadas.
Ahora allí disponen de iluminación, señal 4G para los teléfonos móviles, carreteras asfaltadas que permiten una movilidad razonablemente segura, y señal de televisión. Pero nadie ha regresado desde Barcelona, Bilbao o Madrid para seguir dando vida a una aldea que se desangra con cada anciano que desaparece, con cada vida que se esfuma, con todas las historias de esa vida que ya nadie relatará ni recordará.
Un lugar que se muere, y donde yo he podido ver los cielos nocturnos más puros que recuerdo.
Hay centenares de aldeas gallegas y asturianas que están a punto de convertirse en solo recuerdos mientras viva alguien para recordar, en polvo en el viento, en leyendas como esos castros pre-romanos que existen en aquellos montes esperando que algún arqueólogo los desentierre e interprete su pasado.
El interior del Noroeste también se muere.
Saludos.
Emotivo testimonio de esa España vacía que también sucede en zonas amplias de Galicia y en Leon y en Extremadura. Es un tema que me escuece como a ti que lo has vivido en persona en esa aldea gallega. He visitado y recorrido Los Ancares, la sierra de Caurel, Piedrafita y el Cebreiro y lo que dices es totalmente real y acorde con lo que he visto. El noroeste interior español también se muere. Nadie vuelve de la emigración porque la gente ya ha hecho su vida allí, si acaso en verano si todavía se conserva casa en la aldea.
EliminarAyer vi una película filmada en la zona de Villafranca del Bierzo y Becerreá de la que, sin duda, has oído hablar. Me refiero a As bestas de Rodrigo Sorogoyen. Si no la has visto, no te la pierdas. La España rural se muere. En la película catalana excelente Alcarràs se ve también la crisis de los cultivadores de melocotón enfrentados a los bajísimos precios de las grandes empresas que los hunden en la nada. Y no es una zona despoblada porque está cerca de Lérida. La civilización es solo urbana, o, por lo menos, es lo único que cuenta. La inmensa mayor parte de la humanidad vivirá en grandes ciudades hacia 2050, concretamente dos tercios de la humanidad. Ahora el 73% de la población europea vive en grandes ciudades. Te dejo aquí el enlace que habla de ello. Terrible, triste, devastador. Me ha gustado mucho tu crónica de la aldea gallega que muere. Muchas gracias por tu aportación, ha sido emotivo. Saludos.
En el anterior comentario a Joselu me he olvidado de ti, RODERICUS, te pido disculpas, quizá porque te tengo siempre a mano, y se que estás ahí...Un abrazo
EliminarCreo que pagaremos o pagarán caro, el hecho de propiciar la alta concentración en unos pocos centros mega urbanos.
ResponderEliminarHe nacido en una gran ciudad, con ganas siempre de irme pero con mil excusas para no hacerlo. Pero hay que reconocer que en un pueblo se vive de una forma más natural.
Saludos.
Natural, pero incómoda para los que estamos acostumbrados a los servicios de una gran ciudad. Hay urbanitas que se van al medio rural, de ello trata la novela Los asquerosos de Santiago Lorenzo. A mí me gusta ser anónimo y eso me lo proporciona la gran ciudad. En el pueblo siempre eres alguien concreto para bien y para mal. No es fácil para el urbanitas irse al medio rural, y, por eso, su decadencia y su posibilidad de no retorno. Pero lo cierto es que lo pagaremos, la decadencia del medio rural nos alcanzará, ya lo está haciendo. Saludos, Alfred.
EliminarHace cosa de dos meses estuve en un congreso en Sevilla.Yo procedía de Canarias y el resto de toda la geografía.Y, tuve la suerte de coincidir con dos profesores gallegos que se lamentaban de lo mal comunicada que está Galicia:Coruña con dos aeropuertos y Lugo la zona más boscosa no tne aeropuerto y no hace mucho hubo un incidente con un puente, por lo que eso es un desatino moverse, sabiendo la cantidad de pazos o aldeas que tienen y lo que dice Miquel ; comentaban lo mísmo les dieron mucha ayuda para la ganadería ,pero como contamina por sus gases se tuvieron que sacrificar y reducir muchas reses .Y, Galicia a vuelto a ser lo que fué, sus prado y sus pocas vacas para uso doméstico.Hice un curso junto con unos japoneses en Sargadelos , pintando cerámica y nunca noté nada., son muy resignados Antes se anunciaba la ternera gallega y ahora se importa de Polonia o paises del este.
ResponderEliminarEsto es como la pescadilla que se muerde la cola, los gallegos que emigraron al Pais Vasco para la industria del Gran Bilbao hoy Bilbao goza de ese privilegio le han lavado la cara con el museo de Arte.La gente no cambia , lo que hay muy malos gestores, ahora todas las miras las tiene Canarias por el clima para empresas de tecnología, hasta que invadan y compren terrenos a precio de pipas...Malos gestores , unos interesados solo para salir en la foto y llenarse los bolsillos e ir colocando sus afines...Si saliese una noticia de que en los Monegros hay tierras raras ,a mi padre le daba grima pasar por ese sitio: verías tú sino lo invaden:(por interés te quiero Andrés...)El clima en Teruel es duro, solo viendo las vestimentas que llevaban ya te haces a la idea.Deja a ver si vuelve la memoria Histórica y quieren seguir en el s.XVI , lo digo porque cada vez germina este sentimiento en en pleno s.XXI
Se nota que es domingo y una tiene más tiempo para escribir.
Un abrazo y feliz semana
Las zonas rurales están desprotegidas estén pobladas o no, pero si están despobladas son un cero a la izquierda. En cambio, otras zonas españolas reciben todos los privilegios como Navarra y el País Vasco a los que no se repercutirá el agujero de las pensiones. Ser español es entrar en diferentes vías de velocidad. Las hay rápidas y privilegiadas y las hay sin recursos y sin vía ni siquiera a la queja. Soy aragonés y me doy cuenta de la desprotección de Teruel en los cómputos de Madrid y de la misma Zaragoza. Es la España vacía. Del tema de Canarias no sé mucho, aunque he viajado varias veces al archipiélago. Sé del alto precio de los plátanos que no pueden competir con las bananas africanas o centroamericanas. De los Monegros no sé qué decir, están ahí, uno pasa cuando va de Zaragoza a Barcelona. Hay un festival y unas competiciones en ellos. Me gustaría recorrerlos a pie. Un abrazo, Bertha y muchas gracias por tu participación.
Eliminar-me he pasado un pueblo jajaja discúlpame
ResponderEliminarSupongo que es el signo de los tiempos, aunque diria que no hay una Francia vacía, o una Italia vacía, no se ya en Portugal. Quizás la dictadura influyó en este fenómeno, que a partir de 1978 tampoco se ha sabido corregir. aunque no se ha dado por ejemplo en Andalucía o Extremadura. No estoy capacitado para analizar las causas de esta población de esta parte de España, que requiere un estudio profundo, que va más allá de la denuncia en un libro o en un artículo.
ResponderEliminarHay fenómenos de despoblación en diversos países de la UE, aunque no con la dimensión de España. Portugal también es un caso de profunda despoblación en la zona del Alentejo, la que está entre el poblado Algarve y la conurbación de Lisboa. Sin embargo, en Portugal se lo han tomado muy en serio y han promulgado medidas para atraer población a estas zonas como incentivar a empresas y particulares con claro beneficios económicos e incluso promocionar la conexión 5G antes que en otras zonas del país para apoyar la residencia en estas zonas. En España es más complicado por nuestro sistema autonómico pues la Laponia española comprende zonas de Aragón, Castilla-León, Castilla La Mancha, Rioja y Valencia y ello hace doblemente difícil la promoción de esa amplia extensión de modo eficaz por las incompatibilidades entre comunidades y demás trabas burocráticas. En Portugal se ha hablado incluso de crear una quinta región de las zonas más deshabitadas para poderlas promocionar con diversos incentivos. En Francia, Italia y Alemania, Irlanda, Escocia... también hay territorios con alto índice de despoblación pero nada comparado con la que se ha producido en España que en veinte años, pongamos, todo se habrá convertido en un desierto sin nadie.
EliminarEstas son las medidas tomadas en España ante el reto demográfico en que se promociona la perspectiva de género especialmente para promover las actividades económicas, sociales y culturales en las zonas deprimidas demográficamente Medidas en España contra el déficit demográfico. He leído mucha retórica pero nada claro que estimule que profesionales se vayan a trabajar al medio rural.
EliminarLo que expones Joselu no es tan solo un problema de España, también se da en otros países. Vivo en Chile y mi país es largo y angosto, comienza con el desierto más árido del mundo, luego de a poco comienza a reverdecer hasta llegar a la zona central donde está Santiago, la capital, luego más hacia el sur están los lagos, volcanes y mucha lluvia hasta finalizar en el sur austral con nieve, iceberg, centenas de islotes. Como comprenderás con toda esa variedad climática, tenemos muchísimos lugares donde los caseríos son cada vez más y más lejanos uno del otro. La gran mayoría de los compatriotas emigran a las ciudades grandes, en desmedro de los pueblitos aislados del norte y del sur del país.
ResponderEliminarEn fin, que ojalá puedan solucionar el problema en tu país,en el mío es más complejo.
Abrazos
Sin duda, es un fenómeno mundial la concentración de la población en grandes áreas urbanas. Me alegro de que hayas aportado también el caso de Chile que es totalmente desconocido para nosotros, a pesar de que somos conscientes de su extensión -vez y media la de España- y su longitud de norte a sur de 4270 km. Téngase en cuenta que en España la distancia máxima peninsular entre dos puntos alejados es de norte a sur, 850 kilómetros, y de unos 1200 kms del punto más alejado en el oeste con el más distante en el este.
EliminarEn cuanto a buscar soluciones, creo que no es nada fácil dada la estructura política de nuestro país, unido a que ya de por sí no lo es.
Abrazos, Tatiana.
He recorrido esos espacios , era y seguirá siendo nuestro desierto.No veo posibilidad economica ,como no sea zona libre de contaminación,que tampoco está mal en el computo total penisular.
ResponderEliminarPienso que para los hombres, mujeres y niños que viven todavía allí hay que promover algún tipo de apoyo claro que vaya más allá de la perspectiva de género que propone el gobierno y el ministerio de la transición ecológica. Habría que intentar atraer población, no habría que resignarse a que sean un desierto libre de contaminación. ¿Cómo? No lo sé, pero nada de lo que he leído que propone el gobierno supone ningún acicate para que la gente se quiera ir a vivir allí.
EliminarNo vivo en una gran urbe. Vivo en un pueblo pequeño, pero al que se puede decir que no le falta de nada. Hay quien ha propuesto un bus urbano para hacer un recorrido de aproximadamente 1,1 km. Ridículo.
ResponderEliminarPero a tu llamamiento de tomar conciencia de esta problemática, solo puedo decir, que ya la tengo, pero te seré sincero: Lo que no tengo es, ni puñetera idea de que puedo hacer como bloguero. Como ciudadano, tampoco porque soy de esos bichos exóticos que no cree en el sistema, no es que vote en blanco. Ya no voto. Equivocado o no, entiendo que tal como están las cosas y con el sistema de partidos en la palestra y el catálogo de "cagamandurrias" aspirantes a cargo, votar, solo es seguirles el juego. Pido disculpas por si hiero la sensibilidad política de algún ciudadano ejemplar.
Gracias a ti por darnos la oportunidad de dialogar. En eso estamos.
EliminarPor cierto (OFFTOPIC) gracias a un comentario que has dejado y que no se publico porque desconecté el servicio de disqus, me he podido dar cuenta del inconveniente que causa el tener varios sistemas en un mismo blog. Por eso he vuelto al sistema tradicional. Repito: gracias!
En el interior de Asturias los pueblos desahuciados son bastante habituales, algunos en entornos bellísimos. Se han despoblado debido a que, aún estando cerca de núcleos urbanos en algún que otro caso, se necesita un vehículo con tracción a las cuatro ruedas sobre todo en invierno, para acceder a ellos por precarias pistas de tierra. La descripción que hace Rodericus de pueblos en los que ya casi no queda nadie se aproxima bastante a lo que te encuentras aquí si te acercas en coche (utilitario corriente) hasta dónde puedes y luego haces la pista a pie.
ResponderEliminarHe conocido también pueblos totalmente abandonados en los que apenas hay restos de vida humana, solo construcciones de piedra acorraladas por la maleza, algunas de ellas con las puertas rotas o semiabiertas en las que si puedes entrar sin arriesgar demasiado, te encuentras algunos vestigios de lo que fue la vida de sus moradores. Es una sensación extraña la de entrar en la intimidad de una casa que ha estado habitada hace décadas, una mezcla de tristeza y curiosidad al tratar de recrear como vivían, y respeto también, hacia esa forma de vida que nada tiene que ver con la actual.
Abrazo.
Describes con eficacia y belleza la realidad de esos pueblos en que solo ya reina el silencio y la maleza, y, cuando nos adentramos en ellos nos sentimos como intrusos en una intimidad que fue -misterio del tiempo y de la vida- pero que desapareció en un vórtice fugitivo. He visitado algún pueblo abandonado en Soria - La Peña- y me sentí devastado porque aquel pueblo había existido como existía yo, con sus valores, sus hechos, sus luchas, sus resistencias, sus sentimientos, sus fiestas, sus funerales... Es terrible contemplar todo eso que se nos viene encima entre las vigas que se inclinan y los tejados que se van desplomando de año en año. No solo es la Laponia, es también Extremadura, León, Galicia, Asturias, Lérida... No quiero saber el estado de los pueblecitos que quedan en veinte años. Hay algunos pueblos abandonados en que los supervivientes de reúnen alguna vez para recordarlos entre sus ruinas. ¡Qué pena! Es ley de vida y es ley del tiempo que ya no es. Al final, todos viviremos en ciudades, es el futuro que ya es presente. Un emocionado abrazo, Ana.
EliminarMi familia es originaria de Burgos capital y yo vivo en un pueblo. Vivo en una casa donde hasta la fecha me ha sido imposible poner internet y me conecto con el teléfono. Vivo en un pueblo donde no hay transporte público a horas razonables, pasa un autobús para ir a Burgos a las a las 7:30 y otro 11:30 y no hay vuelta hasta las 17:00 horas y ya se acabo hasta el dia siguiente. Como muchos de mis vecinos no tienen coches nuevos simplemente porque han conservado muy bien sus vehículos, (que es la mejor manera de ser ecologista), para ayudarles a mejorar su calidad de vida, si van en coche a la ciudad deben dejar el coche en las afueras y coger otro transporte público hasta el centro de la ciudad o eso o meter la bici en el coche, cosa que en Burgos desde Noviembre hasta Marzo es una "experiencia". Eso, además de pagar el gasóleo a dos eurazos, claro.Ahora estoy proyectando para mi Ayuntamiento y limítrofes un autobús circular que recorra varios pueblos que están parecidos a nosotros cada hora, con la idea de que, por lo menos, cada hora en dia laboral y cada dos horas los festivos (más o menos) varias poblaciones que estamos en parecidas circunstancias tengamos un servicio razonable, en torno a diez pueblos y unas tres mil personas. He hecho el recorrido a velocidad de autobús ayer por la mañana y se puede hacer, ya había contactado con una empresa que esta dispuesta a hacerlo, solo hace falta dinero y no es mucho, pero por lo visto no hay. ¿El coste? en principio yo lo había valorado en torno a 80.000 euros anuales, a más población y más utilización del servicio ,menos coste.
ResponderEliminarCuando uno va de Burgos a Logroño, la carretera N-120 por el territorio burgalés es una carretera infame, cuando llega a la Rioja autovía. Cuando uno iba por la N-I hasta hace poco, en Burgos carretera de doble sentido con 20 muertos mínimo al año, cuando sale de Burgos a el País Vasco autovía. Y asi con todo. El Psoe cerró el Santander Mediterráneo y condeno a toda la zona norte de BUrgos, la que pega con Cantabria al aislamiento. El puerto de Santander fue perjudicado por Franco en favor del de Bilbao (no hay que olvidar el Pacto de Santoña) y con el las comunicaciones.
No hay tren directo de Madrid a Burgos, de Burgos a Bilbao, de BUrgos a Logroño, de Burgos a ningún sitio. Invito a los asistentes a que busquen un viaje a Soria, para que se pongan en contexto.
Yo vendí maquinaria agrícola del 89 hasta Marzo del. 1.991 me he recorrido Soria, Burgos, Palencia, La Rioja; Navarra, Álava, Segovia y algunos sitios más de arriba a abajo, de izquierda a derecha y sobre todo, y lo más importante de lunes a viernes; de lunes a viernes, este dato es muy importante porque no es lo mismo ir a, por ejemplo, a Santo Domingo de Silos un domingo por la mañana que un martes de invierno a las ocho de la tarde. Nadie va a Santo Domingo de Silos un martes por la tarde. Si te pega un infarto ahi te quedas, la ambulancia más próxima está a más treinta kms de carreteras infames que supone en algunos casos una hora para llegar entre la llamada y la llegada, no es exagerar es referir. No quiero entrar en polémicas, pero cuando uno ve dónde se gasta el dinero en este país, cuando uno ve que ingentes cantidades de dinero se van a partidas destinadas a alimentar el egocentrismo, el narcisismo y la permanencia en el poder de determinados personajes (actuales y anteriores), mientras se condena al ostracismo y la desaparición a millares de personas y miles de kms cuadrados de territorio se le sube a uno la sangre al campanario. Hay desigualdades enormes, al País Vasco y Navarra se le ha deflactado el IRPF y los cupos son un atentado contra el resto de España y esto, a la izquierda y derecha parece no importarles.
Te dejo un enlace de lo que el gobierno de Sánchez ha aprobado para conseguir el apoyo del PNV a los presupuestos generales del estado SÁNCHEZ NO REPERCUTIRÁ EL AGUJERO DE LAS PENSIONES A EUSKADI. Pero el estado se hace cargo del enorme déficit de la sanidad vasca. Ciertamente, hay listos y el PNV sabe ganar siempre, y si no es el PNV, Bildu. Pero se tiene demasiado miedo a los vascos para cuestionarles sus privilegios. Saludos.
EliminarConocía este atraco a España, y luego el paraíso fiscal es Madrid.. Que de Madrid y de deslocalizar algunas cosas también hubiese que hablar. También de deslocalizar cosas de las capitales autonómicas. No hay más que "nidos".En estas zonas se piensa en España, de forma pais y quizas debiéramos ser más egoístas o empezar a matar a alguien, que asesinar sale muy rentable, asqueroso pero cierto.
EliminarUn saludo.
No tienen narices de meter mano a este desaguisado inmoral que provoca, que por ejemplo, Wolkswagen fabrique un coche para el ciudadano francés Jean Paul, ese coche debiera exportarse sin IVA para exportacion, pero no, Wolswagen con un trapicheo infame con el Gobierno foral de Navarra factura el coche a su central de Barcelona con IVA. El Gobierno Foral se queda con este IVA y Wolkswagen cuando exporta el coche a Jean Paul, (un coche que sale directamente de Navarra al concesionario francés) Volkswagen pide la devolución de IVA al estado español por exportación y el resto de España le devolvemos el IVA que no hemos cobrado a Volkswagen. Esto es cierto, no me invento nada. Joder, ¿alguien ve razonable esto?. Es sobre financiar unas zonas a cuenta de empobrecer otras. En España hay ciudadanos de primera y de segunda y como consecuencia de esto algunas zonas crecen a costa de otras.
ResponderEliminarSer austero no tiene recompensa, se recompensa al manirroto, al derrochador, al que pone traductores para dos personas que se toman el café tranquilamente en la cafetería y un montón de despropósitos propiciados por una casta de sinvergüenzas a los que la gente normal les importamos poco, solo para que pasemos por caja. El sistema electoral propicia esto, la sobrerrepresentación de algunos españoles sobre otros es infame, es, vuelvo a decir, es la prueba de que hay españoles de primera y de segunda.
Con cosas asi se pueden entender eso tejados caídos, esas fachadas de piedra que soportan estoicamente el paso del tiempo. Es la Historia de un saqueo y aquí si se puede decir, "España nos roba".
Un saludo
Viajábamos al pueblo de mi padre a inicios de los 70. Lo hacíamos en tren hasta la capital de la provincia castellana que albergaba dicho pueblecito. En verano, que si los de Madrid, los de Barcelona,... en invierno, mis abuelos y unos tíos, que acabaron marchando a la capital y cuyas hijas lo hicieron también a distintos puntos de España.
ResponderEliminarEl viaje en tren - decir que era nocturno - era un viaje a través de la nada, solo montes recortados por la luz de la luna que yo hacía lleno de lobos, porque atisbo de pueblos iluminados ni siquiera había.
En años posteriores no muy lejanos a aquellos, ya ni los veranos llenaban los pueblos. En aquellos 70 aquellas poblaciones ya estaban condenadas al "vaciado", cada cual encontró sus razones para abandonarlas, promesas de..., rencillas con..., futuros en...
Digo en los 70 pero... mi padre hizo el servicio militar allá por 1950. En ese momento supo que al pueblo no volvía más que para visitar a los suyos.
¿Hay que acabar de abandonar a los que no abandonaron "su pueblo"? Hombre,... es lo que se está haciendo, aún siendo ilegal hacerlo, me temo.
PODI-.
Yo no he tenido ese desgarro o conflicto que para muchos es enorme -hay muchos que abandonaron el pueblo sea donde sea y nunca más volvieron o si vuelven es obligados por la presencia de algún padre o madre o tío que se quedaron allí- porque yo nací en Zaragoza capital y no tuve cultura del pueblo original. En tu texto intuyo esas razones que llevaron a abandonar la precariedad -tal vez la miseria- para irse a la ciudad donde se abrían otros horizontes, sea la capital de provincia, Madrid, Barcelona, Bilbao... El verano es la época propicia para el retorno para ver a los que se quedaron: hay algunos que lo hacen de buena ley y otros van dejando pasar a medida que mueren los que permanecieron. Los hijos ya nacidos fuera se distancian del pueblo y vuelven a veces obligados o, a veces, con un sentimiento de retorno a las raíces -he conocido las dos posibilidades-. Lo cierto es que los pueblos en muchas zonas de España están muertos o están muriendo y eso nos provoca una honda melancolía de lo irremediable. Gracias, Podi.
EliminarTengo poco que agregar a lo que se ha dicho aquí. Me ha interesado mucho el tema y cómo lo tratas. Tomo nota del libro de Sergio del Molino y de ese de Paco Cerdà. He viajado mucho por España, aunque desde la pandemia mucho menos, y por todas partes (no solo en Laponia) he encontrado ese panorama tan desolador que nos contáis, tú y algunos de los que comentan.
ResponderEliminarRecuerdo algunos políticos que se han acercado por esos lugares vendiendo motos, pero ya ves tú lo que les importa todo eso. En esos casos, siempre me acuerdo de "El disputado voto del señor Cayo", de Delibes, muy premonitorio, como siempre solía serlo él. Aunque cada vez se acercan menos, porque menos votos hay para arañar...
Eso del reparto proporcional no lo veo claro. Intuyo que solo mejoraría las cosas en esas regiones ya ricas de por sí, y que lo son más dado que ese tipo de reparto beneficia sus ansias "autoderterminatorias", ya que las fuerzas independentistas se suelen concentrar en las áreas más despobladas y con menos impacto económico dentro de esa región. En ningún caso a Soria o a Teruel, desde luego.
EliminarEn cuanto a lo de las listas abiertas, tampoco soy muy optimista. Cuando te hacen escoger entre una serie de sujetos a los que no conoces de nada y que, quién sabe, a lo peor también son unos mangantes, dudo que esa sea la solución.
Hace unas semanas me hicieron una encuesta por teléfono sobre política municipal de mi ciudad. Entre otras cosas, me preguntaron por la valoración que hacía del alcalde (PSC) y de los distintos concejales cabezas de lista. Conocía al alcalde pero fui incapaz de reconocer a ningún otro miembro del gobierno municipal, me eran totalmente desconocidos, a pesar de que recibo mensualmente una revista del ayuntamiento, ampliamente elogiosa de todo lo que se hace en el municipio, y en la que intervienen al final los portavoces de los partido diciendo para mí la mayor parte de las veces tonterías que no me importan para nada. Pienso que lo de las listas abiertas no supondría una mejora excesiva para un sistema de por sí malo porque los electores no conoceríamos a nuestros concejales ni diputados. Por otra parte, la proporcionalidad condenaría a las provincias más despobladas españolas, aunque en el caso de Cataluña pudiera ser interesante porque el peso de las provincias de Gerona y Lérida es excesivo frente al del área metropolitana de Barcelona donde vive la mayor parte de la población de Cataluña. Y desde luego no vale lo mismo un voto de Hospitalet que un voto de Olot, valiendo este último mucho más. Sin duda, por eso, nunca será cambiada la ley electoral catalana. Es un tema complejo que veo provechoso en el caso de Cataluña pero no lo veo tan claro para desahuciar a provincias como Teruel o Soria por ejemplo.
EliminarEn los pueblos donde están mis raíces la gente ha ido desapareciendo. Los ancianos van muriendo o se trasladan con sus hijos a la capital. Los últimos jóvenes nacieron en los años 70. Los comercios han ido cerrando. Muchos servicios o infraestructuras ni siquiera llegaron a estar. Solo queda el turismo rural y algunos “neorrurales” que, imbuidos de un espíritu romántico, se han ido estableciendo con cuentagotas. Es la muerte de una forma de vida. Por otra parte, también hay personas para las cuales salir del pueblo fue una liberación. Gracias por el debate
ResponderEliminarSin duda que salir del pueblo fue una liberación. Los pueblos son circuitos donde cada uno tiene un perfil conocido por todos -esto puede ser bueno y malo- y en la ciudad nos diluimos y somos mucho más quienes queremos ser y no el hijo o la hija de... la casa tal. La ciudad es liberadora. No no sé si podría vivir en un pueblo con lo pinchoso que soy. Eso no quita que sea un drama tremendo la desaparición de la cultura rural, que se vayan desmoronando los pueblecitos que una vez fueron resortes de vida importante. Cuando se visita un pueblo abandonado, el alma se queda llena de inquietud y zozobra. Hay algo que se ha perdido. Buena parte de nuestra geografía está vacía, es un desierto humano. Hay intentos como los "neorrurales" que intentan volver a dar vida románticamente a zonas despobladas. Yo fui uno de ellos pero la vida en el campo es muy dura y yo tenía hábitos de ciudad y no encajé. Me gustaba vivir en el campo pero no vivir del campo. Me tuve que ir. No obstante, fueron años muy felices. Sin embargo, he conocido y conozco a quienes se mantuvieron y décadas después continúan. Los admiro. Solo los jóvenes pueden tener esos proyectos que no son fáciles, aunque hay diversas ayudas para las empresas del ámbito rural. Sí, tienes razón, es la muerte de una forma de vida. Gracias, Cris, es un placer que participes en el debate.
EliminarEs una situación cuya problemática me resulta difícil de abordar, por las diversas y múltiples variables (además, a o largo del tiempo) que han confluido, hasta provocar el abandono de tantos pueblos y áreas rurales. Hay factores comunes en todos los casos, claro, pero luego están las historias particulares, variables más sutiles, de todos y cada uno de los habitantes que dejaron atrás su vida en aquellos lugares; esta perspectiva ha alimentado la imaginación de varios novelistas, como la de Julio Llamazares en su maravillosa "La lluvia amarilla", que citas, o también recuerdo una no menos seductora de Luis Landero; "El balcón en invierno", en donde el escritor, en clara alusión autobiográfica, narra la peregrinación de los exhaustos labriegos extremeños, saliendo en tromba de sus pueblos, de unas vidas sin más horizontes que labrar unas duras tierras hasta la vejez y morir encorvados, salían deslumbrados por la promesa de una vida sin padecimientos en la gran capital; Madrid (cámbialo por Barcelona, Bilbao, etc). Landero cuenta una realidad que sucedió tal cual, en pleno desarrollismo con el auge de las grandes capitales españolas, ávidas de las manos encallecidas de aquellos esforzados labriegos... luego el sueño de aquella vida no fue tan idílico, pero ciertamente muchos consideraron la ciudad un destino ineludible, viendo lo que dejaban a sus espaldas. También por entonces la palabra "Modernidad" era un destino ansiado para los jóvenes rurales, en aquellos años del estigma del "paleto", tan retratado en el cine tardofranquista con Paco Martínez Soria, en aquel paleto llegando a la gran capital.
ResponderEliminarDe aquellos abandonos nunca se recuperaron los pueblos, esos fueron abandonos masivos, hoy puede haberlos pero a mucha menor escala, es lógico, no pueden irse muchos de aquellos sitios en donde a penas hay moradores, se van pocos, pues son pocos los que ya había. Aunque es verdad que hoy hay más retornos de gente joven, no necesariamente vinculados familiarmente a los pueblos que se dirigen.
Si me lo permites, Joselu, dejo un fragmento de "El balcón en invierno" que encuentro ciertamente significativo en lo que planteas, aunque solo sea una pieza más del rompecabezas que forma esta problemática:
"Más tarde comprendí que los campesinos, como también les ocurre a los niños, no saben lo que es la belleza campestre. Donde otros ven un paisaje, ellos solo ven un sembrado, una dehesa, un erial bueno para cabras, un cerro o un barbecho. No se han parado a contemplar la naturaleza, sino que viven revueltos, confundidos con ella. Recuerdo mi estupor y mi alegría cuando leí en los libros de texto los primeros fragmentos literarios donde se describía la belleza del campo, y las ganas locas que sentí de ver a mis padres y a mis abuelos y a mis tíos y a mis primos mayores para contarles lo bonita que era la naturaleza, sus muchos colores y tonalidades, el horizonte, el canto de los pájaros al amanecer, la paz y el silencio, el rumor del arroyo.
Ahora sé que se hubieran reído de mí, del mismo modo que ahora, cuando recuerdo los campos de mi niñez, por encima de la belleza, se me revela ante todo un paisaje hecho de historia; es decir, de tiempo y de dolor”
"El balcón en invierno". Luis Landero.
Abrazo.
Tras tu lúcido comentario, he repasado las páginas de La España vacía de Sergio del Molino porque veía cierta conexión con lo que has transcrito del libro de Landero. Según Sergio del Molino, la relación histórica del español con el paisaje es problemática, no solo no es consciente de la belleza del paisaje sino que lo ve como es, árido, agreste, yermo, poco amable, y es que la mayor parte del paisaje español, las mesetas, Andalucía, las Castillas... no ofrecen imágenes de paisajes amables sino muy duros y extremos. No es lo mismo el paisaje castellano que el paisaje vasco, asturiano o gallego, y buena parte de la literatura española se ha hecho desde el paisaje mesetario. Un libro reciente, Intemperie, de Jesús Carrasco se sitúa en un paisaje postapocalíptico de Extremadura donde tienen lugar los hechos del niño que se escapa. El español no ama su paisaje históricamente, lo ve como un drama violento, no está apegado al mismo emocionalmente sino trágicamente. De ahí la guerra civil que vino a empapar de sangre las ya dramáticas tierras castellanas, andaluzas o extremeñas o murcianas. Los viajeros europeos que viajaron por España ya subrayaron, la extrema dureza del paisaje en que proliferaban los bandoleros. Tal vez, ello también esté en el origen de estas migraciones masivas, la escasa identificación del campesino con unas tierras duras y ásperas de escaso rendimiento. Ello unido a una distribución caciquil de la tierra que estaba en manos de señoritos ociosos que vivían en Madrid y explotaban a los campesinos. No es de extrañar que se produjeran grandes migraciones en tiempos de penuria y hambre hacia un entorno más liberador como la ciudad, aunque ya Baroja había publicado La busca y otras novelas en que daba cuenta también del terrible panorama de supervivencia que es la ciudad.
EliminarAsí se edificaron grandes barriadas en los años cincuenta y sesenta a partir de los poblados de chabolas de los inmigrantes que salieron de su tierra con una única maleta y que viajaban en expresos atestados rumbo a las grandes capitales, o incluso, venían caminando porque no tenían ni siquiera para el precio del billete del tren. Ese drama interior de la gran migración del campo a la ciudad es en parte eje de la novela social de los años cincuenta y sesenta. Hay una novela que leí titulada La mina de Armando López Salinas donde se expresa ese drama o La piqueta de Antonio Ferres que aborda la destrucción de las barracas de los míseros inmigrantes por la piqueta. Esta es la otra parte de la historia. Huyeron del pueblo y tal vez nunca más volvieron.
Un fuerte abrazo, Paco.
He conocido de cerca alguno de esos pueblos y es desgarrador ver como casas construidas a mano con cariño y esfuerzo se vienen abajo, como la vegetación se apodera lentamente de todo y los pocos vecinos que quedan parecen un poco alineados y ajenos a la realidad... A unas pocas horas en coche la vida sigue sin ellos, centros comerciales atestados, alquileres imposibles.. parece increíble que puedan compartir la misma zona horaria.
ResponderEliminarNo creo que haya una solución sencilla, el teletrabajo sigue siendo algo residual y, no nos engañemos, poca gente quiere vivir en esos sitios.. y, claro, la lógica del mercado, poner un tren, poner servicios, buff, demasiado gasto...
Gracias por sacar estos temas, salgo con más dudas y eso es bueno ;)
No, no hay una solución sencilla. En un tiempo el campo era un entorno donde había más posibilidades de cultivar hortalizas o criar animales que era más barato y adonde iban necesariamente los de la ciudad, pero en buena parte de la geografía, tal vez por los subsidios, dejaron de cultivarse los campos que daban lugar a una economía de subsistencia y resistencia. He visto pueblos de Andalucía donde dejaron de cultivarse muchos campos que antes se roturaban y labraban. Vino a extenderse una mentalidad diferente, menos dada al esfuerzo agotador del campo, y más propensa a vivir del estado mediante el PER o semejantes. Esta es otra parte de la historia que ha llevado a que muchos pueblos hayan entrado en decadencia y se hayan convertido en subsidiados y la vida pasa del campo a la taberna.
EliminarLa solución es casi imposible. En Portugal, ya he dicho, pagan más a los que se trasladan a vivir y trabajar a zonas en peligro demográfico, esto creo que sería necesario, en un tiempo en que el teletrabajo se extiende -aunque escribes que es residual-. Vender casas a precio regalado para que la gente que no puede comprarse una pueda tenerla en el pueblo. No sé, podría haber medidas imaginativas pero no las he visto en las leyes del Ministerio de la Transición ecológica.
Gracias a ti, Beauseant, por acercarte a pensar colectivamente.
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Me has recordado que en el pueblo del que hablaba ahí arriba, los pocos que quedaban, ganaban más dinero no plantando cosas que plantándolas gracias a las subvenciones europeas. Luego estaba la modalidad de plantar cosas y luego arrancarlas porque había subvenciones para otra cosa... era un espectáculo un poco triste porque el trabajo de campo siempre me ha parecido que tenía cierta dignidad propia y verles ahí mendigando a merced de Europa, no sé, daba cierta pena...
EliminarLa Andalucía anterior a la entrada en la Unión Europea era pobre, pero las subvenciones que llegaron tuvieron efectos muy negativos sobre la actividad agraria en los pueblos. El dinero los hizo más perezosos e interesados. Esto lo dice uno que era un enamorado de Andalucía y constató este cambio en sucesivos viajes que hice allí.
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