Reconozco que soy radicalmente pesimista sobre el futuro de la humanidad y pienso que nuestra especie no está suficientemente madura para evitar la extinción planetaria.
Estos días veo las noticias que abordan múltiples temas: Irene Montero, Vox, Bolsonaro, Lula, Putin, migraciones masivas, la guerra de Ucrania, los LGTB, Trump... Pienso que la humanidad no ha estado nunca tan desunida y confrontada. Nada contribuye a pensar a que nuestra especie esté madura para superar el Gran Filtro evolutivo por el que pueden haber pasado otras civilizaciones planetarias en el universo y han acabado en su extinción masiva, que en nuestro caso puede proceder de una guerra nuclear, una pandemia, la Inteligencia artificial, un meteorito, el cambio climático... Hay muchos números para pensar que la humanidad puede no poder atravesar el Gran Filtro.
Nos podemos preguntar por el vacío del universo. ¿Por qué otras civilizaciones estelares no nos son evidentes en el cosmos? Es la paradoja de Fermi: si desde el punto de vista estadístico debería haber innumerables civilizaciones en el universo, ¿dónde está todo el mundo? Las respuestas son esperables: esas civilizaciones paralelas están demasiado lejos para encontrarlas, hemos sido los primeros en la evolución cósmica, nos están observando sin que nos demos cuenta, y, por último sería la hipótesis más desconcertante: estamos solos en el universo.
Otra hipótesis significativa es la que han recuperado los científicos de la NASA, formulada en 1988 por Robin Dale Hanson, investigador del Future of Humanity Institute de la Universidad de Oxford que plantea que hay una serie de barreras que impiden o dificultan el surgimiento de una civilización cósmica sostenible en el tiempo. Es a lo que llamó Hanson, El Gran Filtro. Esta teoría expresa que en un pasado hayan existido otras civilizaciones inteligentes en el universo, pero que se destruyeron por sus propias contradicciones tecnológicas antes incluso de que hubiera existido nuestra humanidad.
Ese futuro puede estar esperándonos a nosotros. El hecho de que el universo parezca vacío es un mal presagio para la continuidad a largo plazo de nuestra especie.
Hemos sido capaces de llegar a la luna y estamos preparando el regreso, se prevén expediciones a Marte, hemos situado un telescopio, James Webb, a 1.5 millones de kilómetros de la tierra para observar los primeros tiempos del universo pero nuestra propia dinámica interna como humanidad puede conducirnos a la extinción como especie.
Cuando leí este artículo sobre el grupo de científicos del Laboratorio de propulsión a chorro de la Nasa (JPL) me quedé conmocionado porque muchas veces me había preguntado si estábamos solos en el universo y la existencia de otras civilizaciones planetarias. Nuestra especie se adentra en confrontaciones políticas, sociales e ideológicas que puede que nos lleven a la extinción masiva. No es nada tranquilizador el panorama actual. Nunca he visto, en el espacio de mi vida, más veneno acumulado de unos contra otros en un mundo en una peligrosa estela de ira de enfrentamientos de todo tipo. No nos soportamos. La guerra de Ucrania ha dividido al mundo cuando más necesaria era su unión ante tantos y tantos problemas que nos afligen. ¿Adónde nos conduce todo esto? Si hemos de superar el Gran Filtro que ha podido condenar a otras civilizaciones por sus propias contradicciones habríamos de ser capaces de dialogar introspectivamente como especie para revisar nuestras cosmovisiones colectivas y las estrategias para el futuro, pero seguimos profundamente divididos y lejos de la cooperación global que sería necesaria.
Otra derivación de la paradoja de Fermi es que vista desde fuera nuestra civilización no parece nada recomendable. Podría darse el caso de que nos estuvieran observando y huyeran de nosotros.
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No estoy preparado para contestar, JOSELU, y eso que especular es lo mío.
ResponderEliminarVeo que se van miles de millones para pisar la Luna, pero se que la queremos para controlar la Tierra, eso es obvio.
No se si nos observarán desde otro planeta, no lo se, es posible, pero aunque no lo hicieran el problema es que nosotros no nos observamos, porque si lo hiciéramos no repetiríamos los mismos errores que nos han conducido tantas veces a acabar con nuestras civilizaciones.
Egipcios, fenicios, etruscos, romanos, tartésicos, griegos, asirios...algunas de ellas con 2500 años de peso, y vualá.
Ahora asistimos a la última, a la atómica, le llaman civilización pero será la que acabe con todo. Estamos a un tiro de error de petar una nuclear con 6 reactores, en plena guerra ruso ucraniana, y la petaremos.
Después hablaremos de especulaciones, pero lo veo chungo, muy chungo.
Salut
Tampoco tengo yo respuestas, pero sí una percepción oscura como la tuya en lo que respecta a una civilización planetaria como la nuestra. Hay llamadas de atención acerca de muchos temas como el calentamiento global -y hay muchos que se cachondean de ello-, hay avisos sobre el peligro de guerra nuclear - y seguimos impertérritos jugando al póker-, aumentan las confrontaciones que dividen a la humanidad entre los llamados progresistas y los considerados reaccionarios sin capacidad de diálogo posible, nuestro estilo de vida nos expone al envenenamiento, a la contaminación, a provocar nuevas pandemas de las que esta solo puede haber sido un aviso... pero no surge de ningún parlamento la mirada de respeto al otro para poder entablar un diálogo. Un pensador indio, Pancaj Mishra, llamó a este tiempo, "la edad de la ira" en que nos confrontamos unos con otros con un odio realmente humano, porque humano sí que es. Salut.
EliminarTodo lo que planteas nos lleva a una gran incógnita. ¿Hay vida inteligente ahí fuera? Yo creo que sí, por eso nos evitan. Imagino que somos dignos de estudio, como si estuviéramos viendo un hormiguero siempre con todos sus individuos peleándose entre ellos, nadie querría meter se entre ellos.
ResponderEliminarSalud!
Una hipótesis más escalofriante es pensar que estamos solos en el universo, y, si ha habido otras civilizaciones, también han sucumbido porque no han podido pasar el Gran filtro. Lo que pasa en nuestra humanidad puede que no sea tan diferente de lo que ha podido pasar en otras civilizaciones planetarias que se han autodestruido. Pero, si estamos solos, qué extraño todo...
EliminarUna vez más, el mago de las palabras y de los argumentos, ha sacado de su chistera una miríada de razonamientos, que nos abonan a cavilar en más profundidad. A mí se me ocurre, Alfred y Joselu, no sin cierta carga irónica, que la pregunta procedente tras este alud de asechanzas, es si hay vida inteligente aquí dentro, me refiero a la tierra, más que ahí afuera. A bote pronto, puedo discernir más capas de amenazas para unos tiempos venideros, que resultan poco esperanzadores. Y que me hacen ver a la tierra como un cascarón metálico, que viaja en soledad en un universo donde las distancias cada vez son mayores, se acelera la dispersión de lo que conocemos según los científicos debido a la energía oscura, y que convierte cualquier posible contacto entre civilizaciones en una posibilidad cada vez más remota. Es la famosa constante cosmológica de Einstein que se negaba a reconocer dicho hallazgo pues contradecía esa existencia ordenada, o Dios del sabio Spinoza.
EliminarComo amenazas futuras, podemos encontrar también el desequilibrio cada vez más evidente entre generaciones y a medida que las cargas sean mayores, y las bases de los ciudadanos sobre las que recaen, más exiguas, este conflicto se irá agravando. Tampoco debemos olvidar la singularidad de nuestra existencia, más allá de nuestros propios actos. Vivimos en un entorno tremendamente hostil, pese a que suene apocalíptico, debemos pensar que debido a nuestra dependencia tecnológica, un evento como el Carrington que puso en jaque a una parte nada desdeñable de nuestra civilización en el siglo XIX, cuando no éramos tan dependientes de los ingenios electromagnéticos, no solamente se puede repetir, sino que cada mil años tiene lugar una tormenta solar que multiplica por diez sus efectos. Bautizado como evento Miyake. La magnetosfera no es suficiente escudo para frenar los efectos de una tormenta solar de semejantes dimensiones. ¿Qué pasaría si se abrasasen la mayor parte de transformadores, líneas eléctricas debido a un evento de esas características? ¿No se resentiría el control de arsenal atómico? ¿Y si la sociedad del conocimiento no protege debidamente ese caudal de información que nos ha hecho avanzar de forma inefable hasta el presente? ¿Volveríamos a la Edad Media o incluso a períodos más oscuros? Malbaratamos en enfrentamientos infinidad de recursos, como en guerras y otras cuestiones más que discutibles. Y no entendemos que la vida en la tierra es milagrosa y más que azarosa. Por eso, Joselu, tus reflexiones, siempre tan bien esgrimidas, son más necesarias que nunca. Necesidad no implica por supuesto que se vayan a tener en cuenta. Para mí, es muy probable que convivamos con civilizaciones con mayor o menor grado de tecnificación, más o menos sabias, pero las distancias cada vez más insalvables, nos abisman a la soledad. Salvo que en alguna ocasión, pudiéramos viajar a través de agujeros de gusanos o el universo cambie sus actuales patrones de comportamiento. Un saludo, y muchas gracias por tus reflexiones.
Para la concurrencia, activo aquí un enlace a la wikipedia para los que no sepan que es el efecto Carrington que hace referencia a la grave tormenta solar de finales de agosto de 1859. Está hipótesis, Sergio, faltaba entre las amenazas que pueden pender sobre la tierra además de las mencionadas. Si se diera una tormenta solar equivalente a la de 1859, nuestro mundo se sumiría en la oscuridad pues dejarían de funcionar todos los servicios y aparatos electromagnéticos, incluido internet, y se podría volver de alguna forma a la Edad Media. La hipótesis es escalofriante. Y no tenemos defensa alguna frente a esto pues las llamaradas de la tormenta solar quemarían y destruirían toda la infraestructura terrestre de comunicaciones que conocemos.
EliminarSergio, hablas de las distancias cada vez mayores entre galaxias por la expansión permanente del universo, lo que haría imposible la comunicación con otras civilizaciones si las hubiera, y de tal modo estaríamos condenados a la soledad cósmica. Pero primero hemos de pasar el Gran Filtro evolutivo y me temo que no estamos preparados y ello coincide con tu apreciación de preguntarte si realmente hay vida inteligente en nuestro planeta desbordado por las emociones y los sentimientos territoriales de dominio y agresión. Un saludo, Sergio, y bienvenido de nuevo a la blogosfera, te echábamos a faltar.
Bien, hace relativamente dos días apenas que hemos empezado a explorar el espacio, o al menos el mas cercano. Y nos vamos haciendo a la idea de que no somos el único sistema estelar con condiciones para albergar vida tal como la conocemos.
ResponderEliminarPero las distancias son enormes entre estos sistemas estelares con planetas en la zona óptima para albergar vida orgánica basada en el sistema del carbono.
Serían como oasis en un inmenso desierto que no podemos cruzar sin morir en el intento, y muy lejos del oasis más cercano.
No tengo ninguna duda de que exista más vida en el universo, y de que habrá civilizaciones desarrolladas. Sencillamente es que no podemos llegar hasta ellas, y tampoco ellas pueden llegar hasta nosotros. Y quizás sea mejor así.
Cualquier señal de vida inteligente tardaría miles, o centenares de miles de años en llegar hasta nostros, y debería tener la potencia de un pulsar para llegar hasta nosotros sin desvanecerse. Estamos limitados por la ley de la relatividad.
Vivimos en una isla, en el centro de un océano inmenso imposible de cruzar.
Saludos.
Es una hipótesis plausible la del océano inmenso imposible de cruzar, es una de las que se barajan, pero no deja de ser sospechoso que entre los miles de exoplanetas que se han detectado con condiciones favorables para una hipotética vida no se haya recibido ninguna señal de ningún tipo que confirmara la existencia de otro tipo de vida. Desde luego sería alucinante que estuviéramos solos en el universo, que solo en esta esquina de una galaxia más, hubiera surgido la vida basada en el carbono, pero no solo eso sino que por un salto todavía inexplicable, hubiera surgido la vida consciente. Hace unas semanas hablé del principio antrópico por el que se expresaba la infinidad de combinaciones extraordinarias que tienen que haberse producido para que en un planeta estalle la vida consciente. Un tema desde luego tan enigmático como apasionante. Saludos.
EliminarHay cientos de millones de planetas en la Vía Láctea, que es solo una porción del universo, no me parece lógico pensar que un solo planeta, el nuestro, albergue la única civilización.
ResponderEliminarCoincido con Fermi en que somos una civilización poco recomendable y no me extrañaría que otras más pacificas sepan de nuestra existencia pero consideren que es mejor no mantener contacto, nuestra actitud avasalladora bien podría ser la causa de nuestro aislamiento.
Un abrazo
No parece lógico que seamos el único planeta que albergue civilización pero de esos millones de planetas que escribes que hay en la vía Láctea que no haya la más mínima señal de ninguna parte es algo por lo menos muy sorprendente.
EliminarNuestra especie humana ha pasado históricamente por las diferentes fases lógicas que han permitido el desarrollo humano y tecnológico. La película 2001, una odisea en el espacio plantea que somos una especie violenta, territorial y agresiva para los de fuera de nuestro clan. Pero esa violencia conquistadora era necesaria para avanzar históricamente. Los mayores descubrimientos de la historia se han hallado por las necesidades de la guerra. Sin guerras no habría habido civilizaciones, todas las civilizaciones se han expandido mediante la guerra. Si hubiéramos sido una especie pacífica sin ansias de conquista territoriales no habríamos avanzado. Viviríamos en las cavernas. El problema ahora es que la guerra si se desata puede acabar con toda la civilización humana. Nos hemos hecho muy poderosos. Y todo nuestro avance científico y tecnológico de nuestra civilización está produciendo un cambio climático que puede acabar con nosotros. Es la gran prueba la que tenemos delante de nosotros. Pueden acabar con nosotros la guerra nuclear, gérmenes patógenos, el cambio climático, un meteorito, la Inteligencia artificial... ¿Seremos capaces de pasar el gran filtro por el que han debido pasar todas las civilizaciones que puedan existir?
Un abrazo, Ana, en esta noche de sábado.
Todo esto se me escapa, imagino que si hubiera alguna civilización exterior, ya se habrían manifestado, aunque de haberla tampoco sabemos su estado de evolución. Si nosotros somos fruto de una casualidad podría ser que fuéramos los únicos, pero si somos fruto de una causalidad tiene que haber más casos.
ResponderEliminarPara los racionalistas ateos, sin duda el universo existe por casualidad, y por casualidad, se da en un planeta la vida, y, por casualidad, aparece la vida consciente... Una metáfora para explicar el principio antrópico del que hablé no hace mucho dice que explicar la vida humana de ese modo es como hacer un viaje alrededor del mundo, pasando por cientos y cientos de ciudades y en cada una de ellas se compra un décimo de lotería... Para aparecer la vida humana, tendrían que ser premiados todos y cada uno de los décimos de lotería comprados en el trayecto, de tal dimensión es la casualidad necesaria.
EliminarNo obstante, el misterio continúa, no sabemos nada de ninguna otra civilización en el universo y ello es muy extraño. ¿Acaso estemos solos en el universo? ¿Y si hay otros universos? Esto es una derivación de principio antrópico fuerte.
Viendo y escuchando a algunos, diria que ya hay extraterrestres entre nosotros desde hace tiempo. Quizas solo seamos un cuerpo de otro cuerpo como en este cuento: No lo tengo en castellano:
ResponderEliminarhttps://somnisfugissers.blogspot.com/2008/11/els-confins-de-lunivers.html
El doctor Bastos tenía motivos sobrados para estar nervioso, más que nervioso, excitado exactamente, y no era para menos, en unas pocas horas la Nave Galaxy XII volvería de su periplo de treinta años de viaje, y no volvía la nave de un viaje cualquiera, no! La nave Galaxy venía de los confines del Universo, del final o principio.
EliminarGracias al profesor Store que había descubierto el koltryp que permitía viajar a diez veces la velocidad de la luz y el aprovechar los atajos de los agujeros negros, en unas pocas horas el doctor Bastos tendría muchas preguntas que hacer al Comandante Hartley.
Los nervios de Bastos venían dados porque la última comunicación que había recibido de con Hartley antes de invernar por la vuelta, le había dejado preocupado, sobre todo de la forma en que le había hablado éste, hasta el punto de saber de memoria el mensaje grabado por el cosmonauta:
“Hola Jack, Ya estoy de vuelta, quisiera contarte muchas cosas, pero no sé por dónde empezar, ahora no te lo pienso decir, es demasiado delicado, inaudito diría yo, casi sobrepasa mi capacidad de comprensión humana. Cuando llegue espero me tengas preparado un buen y añorado vaso de Bourbon, o mejor aún la botella entera, después te contaré todo, y si no llegara, mejor harás al desconocer lo que he descubierto, solo lo sé yo, ni en ninguno de los compañeros le he dicho.
¡Adiós! Hasta dentro de ocho meses.”
ocho meses después.
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En torno a las tres de la madrugada el Centro de Control de Houston confirmó la entrada a la atmósfera terrestre del Galaxy XII y en menos de quince minutos ésta aterrizaba en la pista central. Hechas todas las operaciones de rutina, se procedió a entrar en la nave, primero el doctor Bastos seguido de un equipo médico de reconocimiento. Hartley y sus ayudantes estaban acabando de recoger sus pertenencias cuando ellos entraron en la estancia principal de la nave. Hartley miró fijamente a Bastos, ambos se abrazaron, no intercambiaron más que las clásicas palabras de bienvenida, no era aquí el lugar donde debía aclararle Hartley el misterio al Doctor Bastos.
.
Hecha la revisión a los cosmonautas Hartley y Bastos se fueron al despacho de este último. Una botella de Bourbon y dos vasos estaban sobre la mesita. Ambos se sentaron y Bastos inquieto le dijo:
¿Te lo puedes creer? A pesar de que es un tema que siempre me ha inquietado, y a pesar de llevar un buen rato leyendo y releyendo tu entrada; de consultar líneas de pensamiento, al respecto, como la de C. Sagan, me quedo clavado porque me invaden sensaciones de pesimismo. Y no quiero añadirlas aquí.
ResponderEliminarRecuerdo en una conferencia sobre astrobiologia, el conferenciante lanzó unas preguntas de esas que congelan:
¿Ustedes creen que los homínidos, durarán en presencia, lo que llevan durando los delfines o tiburones?
Y luego de negar la posibilidad, sentenció:
Creo que si esto es común en las entidades biológicas, de este planeta, también lo será en otros. Y eso dificulta mucho un posible contacto, si tenemos en cuenta que además de las distancias cósmicas, para que una especie llegue a alcanzar niveles de consciencia, inteligencia y tecnología necesarios, puede necesitar miles de millones de años
Bueno, esa era la idea. Las frases las he compuesto yo con lo que tengo registrado en la memoria. Sin duda son solo aproximadas.
Es cierto, es un tema que sobrecoge porque probablemente, la especie humana que ha alcanzado un éxito rotundo en su extensión sobre la tierra -somos ocho mil millones- y en sus progresos científicos y tecnológicos, puede que termine desapareciendo, como bien dices que dijo Sagan, debido a nuestras propias contradicciones o a alguna de las cuestiones enumeradas anteriormente. Y tal vez todas las hipotéticas civilizaciones cósmicas se han enfrentado a ello y no han podido pasar el Gran Filtro evolutivo, de modo que puede que haya habido otros mundos habitados, pero han desaparecido en la oscuridad del universo. La idea de que para que una civilización llegue a tomar contacto con otra ha de alcanzar niveles de consciencia, inteligencia y tecnología que pueden necesitar miles de millones de años es escalofriante, y antes de ello, hay muchísimas posibilidades de la extinción, a la que aquí nos enfrentamos ya directamente. Para sobrevivir, la especie humana habría de dialogar profundamente sobre nuestra singularidad, la nuestra y la del planeta Tierra, un milagro cósmico, y nuestro previsto destino de extinción programada, pero me temo que en esto no cabe sino ser muy pesimistas, como tú. Nuestro cerebro reptiliano ha servido para conquistar el mundo y crear tecnologías alucinantes, pero es incapaz de evitar su propia extinción.
EliminarUn comentario lúcido y oportuno.
Las condiciones propicias para la vida ,que se dan en nuestra tierra es dificil de encontrar,prefiero ( si hay que soñar),en la colonización de otros planetas,que es lo que se está haciendo,poco a poco.No hay prisa,pero cuanto antes mejor.Depende de la Tecnología,de la Ciencia.
ResponderEliminarLa cuestión es si sobreviviremos como especie. Hay muchas amenazas sobre la vida en la tierra: la nuclear, la patógena, el impacto de un meteorito, el desarrollo de la Inteligencia Artificial, el efecto Carrington por una tormenta solar... No son desdeñables las situaciones en que se puede poner a nuestra especie al borde de la extinción. Pueden haber habido otras civilizaciones que se han extinguido en el universo.
EliminarSería muy arrogante de nuestra parte pensar que somos los únicos seres pensantes en el inmenso universo. Sabiendo que hay miles de miles y miles de millones de galaxias y, cada una con miles de millones de soles como el nuestro es casi egocéntrico pensar que somos los únicos.
ResponderEliminarPienso que hace rato nos están observando y que mayormente no les corresponde intervenir. Nos miran y quizás aprendan de nuestros errores ( guerras, colapso del clima, armas nucleares ). Pienso que no pueden intervenir porque nos ven como seres atrasados que no somos capaces de solucionar nuestros problema, con poca sabiduría y con armas capaces de causar nuestra propia autodestrucción.
Concuerdo contigo el pesimismo de sentir que en algún momento nuestro universo no podrá evadir la extinción de la especie, pero confío de que hay un algo por encima de todo que tal vez nos ayude.
Abrazos Joselu
Por lo poco que sé en el universo conocido, la existencia de planetas no parece ser una anormalidad. Por simple estadística, que existan planetas con condiciones adecuadas de albergar la vida debes ser pequeña pero a nivel cósmico enorme. Que esa vida evolucione de forma que cree civilizaciones tecnológicas con capacidad de comunicarse y persistir en el tiempo es mucho más pequeña pero aún así grande, en valor absoluto. Dadas las distancias y los tiempos entiendo que las posibilidades de comunicación deben tender a cero. Posiblemente una señal lejana de vida que llegase sería contestada y si la respuesta llega, lo más posible que esa civilización se haya extinguido.
ResponderEliminarVivimos en entornos aparentemente estables en el tiempo y muy sesgados por ser humanos. A niveles más cósmicos nuestra tierra , nuestro sistema solar pasa por períodos tremendamente turbulentos y "destructivos" Cada x millones de años nos cae una pedrada que supone un reseteo de la superficie del planeta. Cada y millones una supernova estalla a distancia suficientemente peligrosa y deja la superficie de la tierra hecha un solar. Cada x cientos de años el sol lanza un escupitajo de partículas que pueden mandarnos a la edad de piedra, (pero ahora con contaminación nuclear).
En 1975 la población mundial era la mitad que hoy y además era mucho menor "intensa" . Nos comportamos como plaga a nivel población y las plagas, sobre todo si es global, tiene en su mismo éxito reproductivo el mecanismo futuro de su aniquilación. En nuestro caso creo que está más cerca que lejos, sin necesidad de recurrir a fuerzas cósmicas, aunque también
Un abrazo
Es decir la humanidad que es una fracción mínima de la historia de la Tierra tiene sus días contados simplemente por causas cósmicas
Me asombra que la "historia" de la humanidad apenas tiene cuatro o cinco mil años, antes era la prehistoria, antes de la aparición de la escritura. En este periodo infinitesimal de tiempo el ser humano se ha multiplicado geométricamente, especialmente, en el último siglo, y ha avanzado la tecnología prodigiosamente, especialmente también en el último siglo. La conquista del medio ha supuesto una mejora excepcional en las condiciones de vida de la mayor parte de los habitantes de la tierra. Hemos sido una especie exitosa, pero nos acechan peligros intrínsecos a la humanidad y los propiamente cósmicos, como bien señalas. Ciertamente, nos podemos autodestruir como especie por nuestros propios medios o por nuestra acción sobre la biosfera como estamos haciendo. Y puede que un meteorito o una tormenta solar acabe con la civilización humana o la haga retornar a la edad media. Puede que, asimismo, el avance de la inteligencia Artificial termine superando a los seres humanos -hay perspectivas muy alarmantes al respecto-...
EliminarCoincido contigo en tus apreciaciones biológicas de la humanidad como plaga, nos enfrentamos a desafíos terribles y los problemas de la humanidad son insolubles si no tomamos conciencia de los peligros intrínsecos que nos afligen. Nos creemos muy importantes pero no dejamos de ser una especie biológica más, una especie con éxito y, por tanto, peligrosamente expuesta a múltiples peligros autodestructivos.
Es cierto que la distancia entre las diferentes galaxias o incluso dentro de la misma Vía Láctea haga prácticamente imposible la comunicación entre potenciales civilizaciones. No obstante, respecto a esto, Stephen Hawking advirtió sobre los peligros que afligen a la humanidad, entre los que están los mensajes enviados por el ser humano a las estrellas porque podrían ser recibidos por alguien mucho más avanzado que nosotros y que ellos actuaran con nosotros como hicimos con el descubrimiento de América.
Se me olvidaba, si hay vida e otro planeta pues muy bien, y sino la hay pues también. Nosotros debemos hacer nuestro camino, que es un trabajo de gigantes.
ResponderEliminarUn saludo
Temo reiterarme en lo que he escrito en otros comentarios. Veo que eres esencialmente optimista y pones como evidencia que la historia de la humanidad es una historia de éxito en lo que tienes razón. Hemos progresado muchísimo en los últimos cinco mil años, desde la aparición de la escritura a la extensión de internet. La medicina y la ciencia han avanzado geométricamente, esto es innegable, pero la Tierra es como una gran empresa y todo empresario ha de prever con tiempo los peligros que le amenazan. Hay muchos empresarios que pierden todo por no haberse preparado con tiempo a los cambios o a los riesgos nuevos que van apareciendo. Sería de necios desconocer, como empresa exitosa, elementos que pueden acabar con el negocio exitoso. Kodak era una empresa que dominaba el campo de la fotografía mundial y terminó convirtiéndose en una ruina, ahora no es nada. Fue incapaz de adaptarse a la tecnología digital. La Tierra, como empresa, está expuesta a peligros intrínsecos: una guerra nuclear, una pandemia mucho peor que la que hemos tenido, la superpoblación creciente por un lado y el envejecimiento de las sociedades occidentales que se quedan sin niños y sin jóvenes, la catástrofe climática que puede llegar al punto de inflexión en el que no habrá marcha atrás -ya sé que has leído un libro o visto un vídeo que dice que no pasa nada alarmante, pero no coincido en absoluto con ello-, puede que la Inteligencia Artificial en un plazo de décadas nos supere- y peligros extrínsecos como el impacto de un meteorito o una tormenta solar que pueden destruir la civilización... Que esto es ponerse en plan agorero, me dirás pero todo empresario ha de saber bien a qué se expone. Y la historia exitosa de la raza humana puede muy bien morir precisamente de éxito como les pasó a los fabricantes de relojes suizos que se mofaron de los nuevos relojes digitales de cuarzo...
ResponderEliminarSomos una plaga exitosa pero el éxito puede ser el signo de nuestra derrota sin acudir a causas cósmicas.
Un saludo
A falta de otros indicios, por lo que conozco y por lo que intuyo, al Universo no le hacemos ninguna falta.
ResponderEliminarEl desconcierto es el mecanismo que nos alela ante la nada.
Preguntas, preguntas:
¿Quiénes somos de dónde venimos, a dónde vamos?
Siniestro Total
https://www.youtube.com/watch?v=yKFvUboDwrY
¿Qué sonido produce un árbol en el bosque cuando cae si no hay nadie que lo escuche? ¿Qué es un amanecer sin que nadie lo esté viendo? Dices que no hacemos ninguna falta al universo, que no nos necesita para nada pero, piensa, si no hubiera unos seres autoconscientes que pudieran mira, admirar y considerar el universo, este carecería de sentido. Nosotros, como seres conscientes de nosotros y del cosmos, dotamos de sentido a lo que, de otra manera, sería fútil, absurdo, simplemente vacío. La conciencia humana es algo anómalo, prodigioso, extraordinario, la red de circunstancias infinitas para que esta se produjera es uno de los grandes misterios de la evolución, y quieres reducirla a una canción en que se hace preguntas, y tú quieres reducir la maravilla de la existencia a algo carente de sentido cuando, sin lugar a dudas, tenemos una misión que no podemos delegar en nada ni en nadie: ser la autoconsciencia del universo, porque no hay ninguna otra, que nosotros sepamos. Juro que no lo entiendo.
EliminarEntiendo lo que dices pero maravilla o no, desde mi punto de vista, podemos ser una anomalía más dentro del cosmos tal como lo conocemos. Especular más allá de lo que sabemos hace que el ser humano levante su desesperación y su soberbia de creerse imprescindible.
ResponderEliminarMi nacimiento no aportó el menor provecho al universo.
Mi muerte no disminuirá ni su inmensidad ni su esplendor.
Nadie ha podido explicarme jamás por qué he venido,
ni por qué partiré.
Omar Jayyam (astrónomo, matemático y poeta que nació en el año 1048 en la actual Irán)
«Todo cuanto usted, como ser humano, considera investido de una importancia cósmica, es un accidente».
Bbiólogo de la Universidad de Minnesota, Paul Zachary Myers
No es algo que nos venga de grande, ya lo sabemos, aunque no lo queramos creer. Es sólo que ese tono científico nos da un cierto toque de humildad y adecentamiento.
La vida es el optimismo del Universo. Somos una conciencia ciega que vaga por el universo.
Son otros puntos de vista entre los que, con humildad, está el mío.
Siempre agradecido por tus debates y aportaciones en esta bitácora. Un abrazo.
Me temo que soy tan pesimista como tú. Estoy sobrepasado por la maldad , al menos en nuestro país sólo mental de momento, que se respira. Hay una tufo a odio que no augura nada bueno.
ResponderEliminarPor otra parte nuestra especie no sería la primera en extinguirse a consecuencia de cambios del entorno. Puede que el cambio en el entorno que nos haga desaparecer, sin menospreciar a otros, sea nuestro nivel de estupidez que nos puede ser letal. Más asequible y posiblemente más inmediato que un evento Carrington, o un meteorito o cometa.
El cosmos , visto con suficiente tiempo, es un lugar violento y peligroso. Gracias a ello surgió la vida y también desaparecerá, si es que antes nuestra estupidez no hace el trabajo de una supernova...
Un abrazo!