He
visto un programa de TV2, que un blog amigo ha enlazado, sobre Bhutan, el país
que mide su grado de desarrollo por su Felicidad interior bruta en lugar del
Producto interior bruto. Me ha parecido un prodigio la realidad interna de este
pequeño país aislado en el Himalaya, aunque no deja de estar expuesto a graves
peligros por la política de modernización de sus dos últimos reyes que abrieron
el país a la televisión y a internet, y actualmente se está redactando una
constitución a la medida del país inspirándose en cincuenta constituciones del
mundo, para crear un sistema democrático con partidos. La modernización está
suponiendo la entrada de imágenes e ideas a través de los cuarenta y cinco
canales de televisión que tiene este país de setecientos cincuenta mil
habitantes. Y con la televisión e internet penetran ideas, pulsiones e imágenes
como el consumismo y un determinado tipo de erotismo y de perfil de lo que es
una mujer deseable que no es la tradicional madre fuerte del mundo rural. Bhutan
está apostando por el camino de en medio
entrando en la globalización y pretendiendo conservar su filosofía de vida
enraizada en la naturaleza y en la esencia del budismo mahayana en que es
esencial dominar el deseo como fuente de insatisfacción y dolor.
El
deseo y las emociones negativas son la causa de la infelicidad humana y no
tanto las relativas carencias materiales. El mayor bienestar económico no se
traduce en un crecimiento de la felicidad. Lo vemos en los países más
desarrollados y ricos. Cuando hay suficiente y exceso entonces se tiene miedo a perder. Ciertamente, la pobreza tampoco engendra felicidad, pero
la filosofía de vida de occidente gravita sobre la insatisfacción, en estimular
el deseo de lo que no tenemos –recibo continuamente llamadas y mensajes
insistentes para concederme créditos para mis proyectos personales-. Vivimos
programados para la insatisfacción con la propia vida, con el propio cuerpo,
con nuestra realidad. Todo nos estimula a querer ir más allá, el deseo no cesa,
es inherente a nuestro modo de vida ambicioso e insatisfecho.
Sin
embargo, nos dicen, sin deseo no hay progreso económico, disminuye el consumo,
las empresas cierran, millones y millones de puestos de trabajo peligran. No se
fabrican coches, no hay turismo, cierran
hoteles y restaurantes y tiendas de moda.
Nuestro
mundo está montado a partir del deseo que es incentivado para que no nos
quedemos con lo que tenemos. No hay nada que me produzca más tristeza que el
comercio de la carne en Instagram donde centenares de miles de jovencitas
imitan poses sexys para ser deseables y recibir miles y miles de likes y
piropos, en una sociedad donde se han condenado los piropos por parte de los
albañiles en las calles. El deseo de agradar es el más humillante de los
pecados modernos. Deseo de poseer y de agradar son nuestros males
contemporáneos. Nuestro mundo funciona así y cuando hablamos de decrecimiento, nadie sabe exactamente en
qué consiste, pues si no hay crecimiento, aumenta el paro y se paraliza la
economía como hemos podido ver durante el confinamiento del Covid 19.
Siento una profunda simpatía por Bhutan y espero que logre transitar ese camino de en medio tan difícil. Espero que no caigan en nuestros modelos y logren seguir siendo una sociedad rural que, una vez resueltas sus necesidades materiales en un grado sencillo, no anhelen otros modelos de vida no basados en la felicidad interior bruta. Para ello, deberían controlar totalmente el turismo: el turismo masivo a un país que puede ponerse de moda por el mito que supone llegaría a destruir la esencia de ese equilibrio tan precario entre la felicidad interior y la globalización.
Me interesaré por ese país, siguiendo tu ejemplo. Parece que en nuestras sociedades el crecimiento está basado en consumir muchas cosas que no necesitamos. Con el tiempo nos penalizarán no consumir lo suficiente. Otro día hablaremos del exceso demográfico. ¿Qué hacemos con eso?
ResponderEliminarUn abrazo
No tengo una idea clara sobre el decrecimiento del consumo pues aboca a la crisis económica y a altísimas cifras de paro, desahucios, pobreza. El crecimiento económico supone bienestar y mejora de las condiciones de vida; sin embargo, el crecimiento económico nos lleva al desastre medioambiental y ecológico. No le veo una solución y más en un planeta con ocho mil millones de personas y creciendo. No sé si podemos o estamos en disposición de elegir un desastre u otro. Bhutan parece que tiene posibilidades de hacerlo, son pocos y tienen todavía una economía de subsistencia, pero no sé si lograrán mantener su estilo de vida con la depravada influencia occidental que les penetra por la televisión e internet. Sin embargo, no se puede decir que no al progreso: los avances en medicina y ciencia son innegables. Me gustaría imaginarme a Bhutan como una especie de Shangri-La, pero no sé si es la imagen adecuada. Me temo que no hay solución. Un abrazo.
EliminarConsumimos demasiado. Demasiada ropa, calzado, complementos... que buena parte parte viene del trabajo esclavo de los más desprotegidos, y sólo sirve para abarrotar el armario y quejarnos de que se queda pequeño; Demasiada comida y luego nos quejamos de que estamos gordos; Demasiada tecnología, smartphones, ordenadores, tablets, tv ... que a menudo fomentan un individualismo, nos hacen sedentarios y nos alejan de salir al mundo a descubrir rincones y costumbres que podríamos saborear en vivo y no a través de un cristal; Compramos vehículos, pisos y aparatos varios que nos hipotecan y no nos dejan disfrutar de cierta tranquilidad. Todo ello a un ritmo bestial, un desastre al que irónicamente llamamos progreso.
ResponderEliminarAsí que estoy contigo en que una mirada a Bhutan nos puede dar un poco de perspectiva, que falta nos hace. Un abrazo.
Pero es cierto, Ana, que sin consumo nuestro mundo se hunde. Si todos decidiéramos limitar nuestros deseos y nuestro consumo de comodidades, de tecnología, de ropa, de viajes, de coches... infinidad de empresas cerrarían y millones de personas irían al paro. El consumo es la base de nuestra economía. En Bhutan tienen una economía basada en el autoconsumo, rural, a lo que se añade su exportación de energía eléctrica por la fuerza y caudal de sus ríos. Si Bhutan termina inclinándose por el consumo sin final, se perdería su valor como símbolo, pero ¿acaso para nosotros, que dependemos del turismo masivo, es un modelo este pequeño país? ¿Cuál es nuestro modelo si no queremos renunciar a lo que constituye nuestra base económica consumista?
EliminarEn una estación de tren, cercana a mi casa, ha habido obras de reforma, y lo primero que han hecho es suprimir la taquilla de venta de billetes que atendía un empleado. Ahora solo tenemos máquinas. Supongo que lo han hecho para ahorrar un puesto de trabajo, pero el otro día, la red se cayó y no admitían tarjetas las máquinas, tampoco monedas, y difícilmente billetes porque se quedaban sin cambio. Esta es nuestra economía: eliminar puestos de trabajo cuando habría de ser todo lo contrario.
No sé cuál es la solución: eliminar puestos de trabajo no debería ser una opción, pero con la robotización, buena parte de los puestos de trabajo van a desaparecer.
Un abrazo.
Voy a expresar mi opinión a bocajarro, espero no ofender a nadie. Pienso que el consumo desmedido favorece a las grandes empresas que viven de ofrecernos productos mediocres, que se degradan rápidamente para ser reemplazados periódicamente. Los consumidores somos unos pobrecitos engañados que nos dejamos arrastrar por lo que nos dicen y nos creemos cualquier cosa que esté bien tramada y nos entre fácilmente por los ojos. Lo triste es que el verdadero poder lo tenemos nosotros, los de a pie, nos atontan para que no seamos conscientes de ello, pero esas empresas venden porque nosotros compramos, y si comprásemos con más criterio el negocio no les iría tan bien.
EliminarEn cuanto a las crisis económicas por falta de consumo me temo que es otro engaño más, nos ahogan hasta tal punto que el consumo se resiente y luego nos echan la culpa, no sé por qué pero la culpa siempre es nuestra. Se cuecen oscuras tramas en las altas esferas con resultados nefastos y al final los culpables, como no, somos nosotros. Tengo la impresión de que somos engañados y manipulados todos los días y ni siquiera nos damos cuenta, es más, nos exigen barbaridades como consumir a lo loco porque se supone que es nuestra responsabilidad llenar sus carteras, y luego si hay suerte evitar una crisis.
Siento ser tan ácida pero así es como lo veo yo.
No has sido ácida, Ana, has expresado tu opinión razonadamente. Aquí queda expuesta. Fue, gracias a ti, que vi este documental que me ha hecho pensar. Temo mucho por esa sociedad en pleno Himalaya.
EliminarSaldrán adelante Joselu, al menos ellos tienen una base que nosotros hemos perdido hace ya mucho tiempo. Puestos a volver a la cordura, si se metieran en la boca del lobo, para ellos será más fácil retomar su esencia que para el resto de los países que andamos bastante desnortados desde hace demasiado tiempo. Un abrazo.
EliminarApuntes Master con título "Religión y Cultura" Facultad de Teología (U. Ramon Llull) Prof. I. B.
ResponderEliminar¿Qué tienen en común la sociedad de consumo con el aumento de la violencia, de la obesidad, la epidemia de la ansiedad, la fragilidad de las relaciones afectivas, la manifestación creciente de comportamientos compulsivo y los parques temáticos, las campañas de fidelización de las empresas, el aumento de las adicciones, el prestigio de la moda y la falta de atención de los alumnos en la escuela?
APARENTEMENTE NADA, pero son manifestaciones visibles del "sistema ideológico del deseo"
El consumismo actua en el plano de las apetencias, y en ello, las parejas se separan no porque estén en crísis, sino porque sienten que sería insoportable una vida SIN CAMBIOS, sin otras experiencias (Serge Hefez).
Hoy no se venden objetos, sino que se "proporcionan experiencias". La moda es un insaciable deseo de lo nuevo, enlazando con un consumismo a ultranza.
La falta de atención de los alumnos no es más que una de las formas de esa nueva conciencia, muy parecida a la conciencia teletrasportadora, captada por todo y nada exitada e indiferente a la vez.
En la sociedad del capricho la atención se vuelve caprichosa.
LOS DESEOS SE AMPLÍAN CUANDO SE AMPLÍAN LAS NECESIDADES (distinción, aprobación social, placer,relajación, gustar, gastar, exibicionismo, sociabilidad...)
El hábito crea necesidades y deseos nuevos.
Los deseos se apmlían por aampliación de sus desencadenantes.
El deseo nunca queda saciado.
Y ahora la máxima budista, segunda Verdad Noble:
EL DESEO ES EL ORIGEN DEL DOLOR.
Una base de ideas excelente en tus apuntes sobre el sistema ideológico del deseo. Me ha interesado todo, pero subrayo la conexión de la falta de atención de los alumnos como una forma de la nueva conciencia. He sido treinta y siete años profesor y sé de lo que hablas. He escrito mucho en el blog sobre esta atención parcial. Este post que te enlazo es de 2006 ATENCIÓN PARCIAL CONTINUA. Todo tu análisis es certero sobre la ampliación del nivel de necesidades incluida la de aprobación social, el exhibicionismo...
EliminarY, ciertamente, la mayor aportación del budismo al pensamiento universal es la idea del siglo V a.C es que el deseo es el origen del dolor. El deseo no es de esta civilización, Miquel, es una constante humana con la que nos confrontamos. Desear implica dolor. Solo somos felices cuando no deseamos algo o un cambio. Me pasa a mí cuando escribo y expreso lo que quiero decir. Pienso que el budismo es la religión más necesaria para el ser humano, la más sensata...pero... Hice hace muchos años un viaje por la entonces cerrada Birmania y llegué a un lago donde había un monasterio budista y me encontré con un gran grupo de niños de unos diez o doce años que se preparaban para ser monjes. Me asaltaron y empezaron a pedirme objetos, bolígrafos, libretas dinero, o cualquier cosa... Yo entonces, en inglés les dije que su religión decía eso que has escrito sobre el deseo que es el origen del dolor. ¿Sabes qué me respondieron? ¡No problem!
Dos).
ResponderEliminarque sin consumo nuestro mundo se hunde..."
Pues tendremos que aprender a nadar como hicieron nuestros padres y abuelos. Y estamos aquí.
Habremos de aprender a no tener FONDO DE ARMARIO, sino un ropero donde quepa todo.
Habremos de esperar las vacaciones una vez al año, y no irnos cada tres meses de escape.
Habremos de pensar en hacer el vermut en casa, y no ir de copas cada fin de semana.
Habremos de sopesar si es normal que un viaje a Barcelona Londres cueste 25 euros en avión, cuando en tren ir a Sitges cuesta lo mismo.
Y tendremos que mirar que tampoco raya lo normal que tengamos una generación cuyo nombre es NI-NI.
Somos nosotros, los habitantes del planeta los que calentamos el mismo, los que cada 59 segundos en Barcelona vemos aterrizar un avión, y en ese intermedio se van otros tantos.
Y los que nos tragamos productos publicitarios fabricando una economía de oferta, no de desarrollo.
Nuestro mecanismo de deseo se mueve porque echamos encontrar a faltar "algo" y en ese factor diferencial entre lo que TENGO y lo que CREO que necesito tener, nos hacen bailar.
La máxima publicitaria para hacernos desear es. NO TOMAR NUNCA A LOS CONSUMIDORES COMO ESTÚPIDOS, PERO SOBRE TODO NO OLVIDAR NUNCA QUE LO SON.
El Imperio de lo Efímero de Gilles Lipovetsky
La fealdad se vende mal de R. Loewy
Las delicias de las mujeres de Emilio Zola
La sociedad del espectáculo de Guy Debord
Estos libros son para hacer boca y todos tratan del tema.
salut
Miquel, parece que en lo que propones como alternativa es una vuelta al mundo de nuestros abuelos o a la España pobre de los años anteriores de la guerra civil, pero ¿es eso posible? Nuestro mundo es radicalmente diferente. Entonces no había problema de paro aunque el trabajo estuviera muy mal pagado. Ahora el trabajo es muy escaso y China produce el ochenta por ciento de la producción mundial de lo que compramos. En nuestro mundo es muy baja la natalidad, bajísima. Está avanzando la robotización en que los puestos de trabajo son sustituidos por robots, lo vemos continuamente y en todas las ramas laborales. Ya no hay taquillas en las estaciones, las están suprimiendo en todos los lados. La idea de reciclado y reutilización se difunde pero en tiempos de nuestros abuelos, no se desechaba nada, a la basura iban bien pocas cosas, pero vivimos en el imperio del plástico y de los desechos. En aquel tiempo no se cogían vacaciones o se hacía rarísimamente. Esto pasa todavía en la Galicia rural en la que no hay vacaciones. En el tiempo de los abuelos, no había una propaganda y publicidad que nos llega por todos lados por la que se nos estimula al deseo como motor de la economía.
EliminarLos viajes low cost han puesto el mundo al alcance de la clase media. Antes solo viajaban los ricos, pero es dañino ambientalmente y, como dices, no es lógico que un viaje a Londres costara tan barato. Yo he viajado a Estocolmo por cincuenta euros, ida y vuelta.
El mundo se enfrenta a una crisis profunda del modelo laboral y se plantea una renta básica frente a un paro masivo.
Todo es totalmente diferente al tiempo de nuestros abuelos, Miquel. No sé si podemos volver a aquel modelo con la información que tenemos ahora. Mis hijas tienen expectativas de entretenimiento que yo no me planteé ni loco hasta que tuve trabajo seguro y aun así yo era muy austero con los viajes que hacía con mochila y tienda de campaña. Y muchas veces autoestop. Ellas tienen otras expectativas.
Quiero leer a Lipovetsky, tengo un libro suyo sobre el lujo eterno.
Solo cambiaremos a la fuerza, cuando no quede otro remedio, y no sé hacia dónde porque nuestro mundo con la Inteligencia Artificial y la tecnología no tiene nada que ver con el de nuestros abuelos.
Salut.
Cómo crees que miden el indice de felicidad en Buthan?
ResponderEliminarPor el fondo de armario, o por el grado de concienciacion conforme lo que les rodea?
Crees por un sólo momento que podrían mantener esa calidad de vida si pensaran como lo hacemos nosotros?
Recuerda que no he sido quien ha puesto de ejemplo ese país.
Un abrazo
He puesto de ejemplo Bhutan, pero no he dejado de subrayar los peligros a que se enfrenta su sociedad budista. Si ves el reportaje que enlazo, algo que te recomiendo vivamente, verás que están empezando a tener problemas de delincuencia, drogas y alcoholismo en la capital. Tiene a su favor que es un país muy accidentado y ruralizado para alejarse de la influencia más occidental. Bhutan es un país que se está abriendo al exterior con todo lo que eso implica en cuanto a imitación de modelos consumistas. Es por ahora una joya única resguardada por su orografía, su aislamiento y su base de budismo mahayana. Eso hace de este país algo singular y difícilmente imitable. No piensan todavía como nosotros por sus características culturales y la fuerte ruralización del país que se ha mantenido aislado entre China, El Tibet y la India. Hasta hace poco el acceso al país era muy difícil. Por eso temo que el turismo termine por hacer estragos como hace en todos los sitios cambiando la mentalidad de la gente.He viajado por el sudeste asiático hace muchos años y vi cómo los nativos veían en el turista una fuente de beneficio al que se intentaba engañar en todo momento. En la espiritual India yo no encontré a nadie que no pretendiera aprovecharse de mí. Eso es lo que temo en Bhutan.
EliminarUn abrazo.
Un abrazo.
ResponderEliminarSalut
Nuestro sistema social es veleidoso, inescrutable, impredecible por naturaleza, e indolente al bien o al mal. La supremacía consumista es ahora mucho más perspicaz. Se practica mediante la estimulación de la apatía ciudadana y la coordinación impuesta con tentaciones.
ResponderEliminarLos productos de consumo se han convertido en una especie de analgésicos morales. Regalamos cosas para compensar nuestras ausencias o adquirimos objetos para definir y apuntalar una identidad
Me exhibo, luego existo. Hemos cruzado la delgada línea entre vida pública y vida privada. Las redes reemplazaron a las estructuras sólidas de nuestra infancia.
Bhutan es un caso extraño y admirable. Espero equivocarme pero han abierto la caja de Pandora.
Anoto "El Imperio de lo Efímero" de Gilles Lipovetsky.
Mi enhorabuena por tu blog Joselu.
Las sociedades no eligen su destino o su forma de ser. Estos vienen impuestos por fuerzas racionales o irracionales que van transformando la realidad sin que los individuos puedan hacer nada salvo participar en los cambios sin poder alterarlos. Así avanza la historia. Hoy estamos condicionados -y no podemos hacer nada al respecto- por la tecnología cada vez más sofisticada, y la implementación de la Inteligencia Artificial. No podemos como ciudadanos decir que no a nada que nos vendrá dado. En este sentido, la publicidad y los estímulos para el consumo son sumamente imaginativos. Estamos inermes ante la seductora publicidad que se nos va metiendo por la vista (la moda, la tecnología, los coches) y por otros canales que estimulan la idea de placer (los viajes, los restaurantes, el ocio en general). Sentimos que hemos cambiado desde hace veinticinco años antes de la eclosión de internet, pero no hemos podido decidirlo. Ha venido. Así pasará en el futuro, todo cambiará y no seremos sujetos activos de ese cambio, sino pasivos. Así pasará en Bhutan. Hasta no hace mucho era un país cerrado al exterior, de estructuras feudales. Ahora ha mutado en un estado democrático, con constitución y cuarenta y cinco canales más el poder de internet. La idea parece buena, pero, ciertamente, han abierto la caja de Pandora, estoy de acuerdo contigo.
EliminarYo también quiero leer a Lipovetsky.
Un fuerte abrazo, y gracias por tu presencia.
Pienso que el camino de en medio es el más difícil, como lo de encontrar el punto medio a algo.
ResponderEliminarBesos.
Es el camino de Buda, no es sencillo, no. He ahí la apuesta de Bhutan por esa senda intermedia que no sé si les hundirá en la occidentalización. Pienso que sí. Un saludo.
EliminarPor presentar mis credenciales, por contextualizar y en mi ánimo no está ser presuntuoso. Tras mucho divagar y estudiar otras cosas, que había acabado pero en las que no me sentía realizado, recalé en las aulas de economía, y encontré una vocación. Sobre todo, en la historia del pensamiento económico, que frisa con la filosofía pura. Las teorías del valor, por ejemplo, se hunden en la famosa Ética para Nicómaco. Desde Aristóteles, o Santo Tomás de Aquino, hemos llegado a la Mazzucato(1) que aborda estas teorías sin aportar sustancialmente nada nuevo respecto a estos pensadores.
ResponderEliminarPodríamos hablar del origen en un sentido moderno de la importancia del consumo. John Maynard Keynes, cuya influencia en la macroeconomía es notoria, no en vano fue su fundador, reconoce el legado de Malthus. Más conocido por sus ideas de la superpoblación, sus cálculos pesimistas han sido rebasados con creces, hasta Marx los rechazó. Pero lo que quería decir de Malthus es que entre los múltiples debates que abordaron los clásicos, el de la frugalidad y el consumo fue uno de los que más encono produjo. Malthus y Keynes fueron defensores de la importancia en el desarrollo económico del consumo frente a la frugalidad/ahorro, y cualquiera que haya estudiado economía reconocerá la C con la que se representa.
Este debate, no es casualidad que surgiera en la época de los clásicos, porque Occidente comenzaba a experimentar tasas de crecimiento desde 1750, inauditas hasta ese período. El desarrollo es un fenómeno moderno. La producción mundial total estimada se mantiene esencialmente inalterada durante casi 1800 años, según Keynes, que pone un ejemplo muy vívido. Contaba que un habitante de la Roma Imperial, no notaría diferencias sustanciales en su modo de vida en la campiña inglesa del siglo XVIII.
A mí me ocurre lo mismo que Joselu, que me muevo entre dos aguas. Hay partes de la visión de Jeffrey Sachs, experto en desarrollo sostenible, que me convencen y otras de William Easterly, que presenta una visión más escéptica del crecimiento, que choca con las ODS (Objetivos de desarrollo sostenible de la ONU). Como decía de Joselu, es un experto en la mayéutica socrática. Nos quiere ayudar a alumbrar ideas. Y quiero poner en el debate, el prisma de los que han experimentado un desarrollo reciente.
Tengo, por razones que no vienen a colación, contacto personas que han experimentado un cambio radical en su misma generación. Tipos de cuarentaitantos años que han pasado de vivir en una choza, comer un plato de comida al día y de tener, si es que había suerte, un cambio como ellos dicen de outfit/ropa al año. Ahora presumen de cambiar de outfit todos los días, de pagar con móvil en lugar de dinero. Hay cosas que me horrorizan de sus sociedades, como el sumo control que ejerce el poder sobre ellos. Y quería presentaros su entusiasmo con la sociedad del consumo, frente a nuestro desencanto. En lugares en desarrollo, no quieren oír hablar de trabajo esclavo. Te reponen que nosotros tuvimos nuestra Revolución Industrial, que es una etapa en la que ganan seis o siete veces más que en el campo. Necesaria para salir de una actividad agrícola que, con su inestabilidad, ha provocado hambrunas que ha cercenado vida de familiares, hermanos. Las han vivido ellos mismos, no se las han contado sus mayores. Por ese motivo, no quieren salvadores de Occidente. Y su mente está siempre despierta, como me dicen muchos de ellos, presta a ganar un dólar más. Incluso en sueños. Asia va a tomar el relevo de Occidente, y su concienciación y visión respecto a las problemáticas de la humanidad son diferentes. Muy cerca de Bután, Joselu, conviven el budismo y el ansia de poseer siempre un dólar más. Curioso mundo.
Por cierto, existe como alternativa al PIB, el Índice de Desarrollo Humano que tiene en cuenta otros baremos además del material, para medir el progreso de los países. Perdón por el speech.
(1) La eminente profesora de economía que forma parte de la Comisión de Reconstrucción italiana.
Muy interesante y razonada tu intervención. Si te das cuenta, mi post está abierto al relativismo y a la discrepancia porque yo no tengo las ideas claras tampoco. El consumo ha transformado la historia, fue lo que confirió un poder a las clases bajas y medias frente a las antiguas clases dominantes. Fue lo que democratizó la historia e hizo dinámica la sociedad. Fue lo que Ortega denominó la rebelión de las masas. El mundo había dejado de ser de minorías para convertirse en democrático. Hoy día los viajes low cost -antes de la crisis- abrieron Europa a las clases que antes no viajaban y así podías ver llenas de turistas españoles fuera de temporada tanto a Estocolmo, Viena, Cracovia, Praga, Budapest o Sofía... entre otros muchos destinos. El consumo tiene una vertiente positiva extraordinaria. Y entiendo que los países asiáticos, incluida China, han visto crecer su economía aportando trabajo barato, así Pakistán, Bangla Desh (donde estuve hace más de treinta años y el espectáculo de las calles nunca se me podrá borrar de la retina). Trabajar para las empresas occidentales por pocos dólares al día les supone una considerable mejora respecto a su nivel de vida y los salarios del campo, como dices. No es un problema simple, y desde luego pasan de los salvadores occidentales que alientan a no comprar en Primark porque sus productos proceden de mano de obra esclava. Puede que lo sea, pero para ellos es una gran mejora.
ResponderEliminarNo hay solución, Sergio, no hay tesis que no pueda ser contestada por otra desde otro punto de vista también congruente. Ahora estamos consumiendo anualmente el equivalente a cerca de dos planetas anualmente en cuanto a recursos energéticos sacados de la tierra En 2030 harán falta dos planetas para mantener a una población de 8500 millones de seres humanos
No hay solución, Sergio. El planeta es finito y nuestro consumo infinito. Esto tiene que estallar. El cambio climático es la expresión más evidente del asunto. El mar en diez o quince años se quedará sin pesca, los bosques primitivos irán desapareciendo de la faz de la tierra, las sequías aumentarán... Todo esto lo sabemos y la clave es el consumo desaforado de recursos. Pero ¿cómo controlarlo? ¿Cómo decir a China o Tailandia o Indonesia que cuiden sus recursos naturales y que no participen en la economía global, a ellos que están haciendo su revolución que occidente hizo hace ciento cincuenta años? Soy terriblemente pesimista. Tengo dos hijas y tiemblo por ellas porque el futuro va a ser muy difícil, mucho. El mismo virus puede que tenga que ver mucho con nuestra política acerca de la naturaleza y la invasión de selvas y bosques autóctonos que acercan a especies que antes vivían aisladas provocando la zoonosis que estamos sufriendo.
Hoy se esperan en la costa de Tarragona 37 grados de temperatura. Nos encerraremos en casa con el aire acondicionado.Todo está relacionado. Todo.
Maestro, coincidimos en buena parte de lo que dice. Hay una vertiente del consumo, incluso la del low cost que ha ensanchado mundo y ha abierto su riqueza, en la pluralidad, esos vestigios antiguos como las naciones, culturas, a muchas personas que antaño vivían encerradas en su propia caverna. El mundo es algo más que sombras. En cuanto a los cálculos más pesimistas, que esbozan unos y otros, respecto a las teorías poblacionales, se erró tanto desde Malthus. Que decía, grosso modo, que la tierra no soportaría más de mil millones de habitantes. La población crece según una progresión geométrica y los recursos en progresión aritmética, es decir, a un ritmo infinitamente inferior. Keynes pensaba en un mundo cuya población se estabilizase en torno 2000 millones, y en el cual, gracias a la tecnología, desapareciese el trabajo físico. No recuerdp la fecha. A jugar a sibilas, viendo el fracaso de los vaticinios de mentes más preeminentes, me cuesta jugar. Es verdad sin embargo, que los recursos no es que sean finitos. En economía se dice algo peor que eso, son escasos.
ResponderEliminarSi la superpoblación es un problema,que no lo dudo, me cuesta creer en la bondad de los que se prestan a proponer soluciones. Con relación al cambio climático, me produce también congoja que se haya convertido en un dogma moderno. Cualquier científico que promueva no la duda, sino el debate, no será perdonado por el mainstream. Yo no lo niego, ni tampoco la influencia del hombre en el mismo. Me asusta sin embargo, que se rehuya la confrontacion de teorías. Mostrar una serie temporal de temperaturas y de gases efecto invernadero mayor a miles de años o de los ochocientos mil, es una anatema. Y si estuviéramos confundidos. Yo insisto, creo en el cambio climático. Peto es en la incertidumbre y la duda, donde encontramos el filón en el pasado, que provocó los cambios. Hay que forzar a nuestros cientificos a que adopten las teorías principales y a que entre dientes murmuren, eppur si muove. Creo que la tierra es un sistema más frágil de lo que pensamos. La atmósfera de Marte desapareció por un gran debilitamiento de su campo magnético. Cómo influyen nuestros ciclos solares en nuestro tiempo. La Nasa dice que poco. Me consume la duda.
Luego, hablan de que la cuarta revolución económica, aparte de inteligencia artificial, que por cierto se halla en una meseta, y lejos de los mundos de ciencia ficción se quejan sus promotores que proyecta la prensa, será verde o no será. El capitalismo está asumiendo presupuestos de economía circular, energía renovable. Hay motivos para el pesimismo, aunque también para el optimismo. África según Sachs, tenía una de sus rémoras para el crecimiento en la falta de recursos energeticos. Los paneles solares abren un camino inesperado. Su costo se reduce y si se mejora su desarrollo y la sanidad, en palabras de Sachs, la demografía de este continente puede entrar en otro ciclo. Desarrollo y mejorees condiciones sanitarias, reducen la natalidad. Si tienen muchos hijos, es por la alta mortandad infantil. Yo veo rayos de esperanza, cambios que conviertan en desatinadas nuestras predicciones. África si no entrase en ese ciclo virtuoso, tendría más de 2000 millones de habitantes en una fecha que no recuerdo. Veremos qué pasa, maestro.
No me siento cómodo con la palabra maestro. Somos compañeros que intentamos debatir sin jerarquías de ningún tipo, te lo ruego.
EliminarYuval Noah Harari, autor de Sapiens y Homo Deus, ambos libros ampliamente recomendables, cree que vivimos la mejor época de la historia en cuanto a guerras, epidemias, hambrunas. Nuestro mundo es mucho mejor y mucho más estable para enfrentarse a los peligros del pasado. ¿A qué se debe, pues, nuestro pesimismo? Por lo que dices, para ti, hay vías para la visión optimista respecto al cambio climático que para ti puede ser una variación como otras que ha habido a lo largo de la historia, el hambre y los conflictos en el mundo... Y alientas una visión esperanzada en la Inteligencia Artificial que piensas que será ecológica. Además África puede cambiar de sesgo y no llegar a esos dos mil millones de habitantes pese a que la tasa de natalidad de muchos países llega al 40/1000. En España es del 8/1000 aproximadamente.
Mi visión es esencialmente pesimista, no lo puedo remediar. Pienso que vivo en un mundo mucho menos libre que el que conocí en mi infancia y adolescencia. La gran revolución de internet sin el que yo viví la mitad de mi vida ha cambiado el mundo, ha ampliado nuestros límites de conocimiento -yo soy un tecnófilo en este sentido- pero añoro los valores del tiempo anterior a internet. Sería prolijo mostrarte que yo fui profesor de literatura y viví lo que la literatura era antes para los jóvenes y lo que es ahora... Pero esto puede que sea una percepción que no viene al caso. Con el mundo tecnológico hemos ganado en posibilidades -no cabe duda-pero hemos perdido mucho por el camino.
La inteligencia artificial -yo soy un fanático seguidor de noticias sobre la misma y la experimento con Alexa cada día en mi casa- tiene sesgos muy peligrosos. Supongo que has visto la serie Black Mirror y los miedos que produce el mundo tecnológico y la inteligencia artificial.
El ser humano no controla en absoluto el mundo en que vive. Se nos impone, nos aplasta, no podemos sino adaptarnos a él. El futuro es producto de fuerzas que escapan a los seres humanos desde la modernidad de comienzos del siglo XX. Más ahora, el ser humano presiente un peligro desde diferentes vertientes que lo afligen. Tengo una amiga de 86 años que querría saber qué va a pasar después a pesar de que ella no vivirá mucho más, pero querría saber lo que implicarán los ordenadores cuánticos, la robotización, la I.A. Tú eres optimista, eso que te llevas por delante. Yo, en cambio, pienso que el cambio climático es producto del antropoceno en un 99 por ciento. Pero ahora llega el tiempo de la Inteligencia Artificial. Hay quien piensa que nos gobernará mejor que lo que hemos hecho los seres humanos. Yo me apeo por más que me apasione el futuro. Pienso que los seres humanos cada vez son menos densos y frágiles. Más delicuescentes y lábiles. Menos resistentes, menos sabios. Pienso en sabios como Harold Bloom y Georges Steiner, esto no existe en nuestras nuevas generaciones, hijas del placer a costa de todo. Soy muy pesimista, aunque puede que sea que vivamos el mejor mundo de la historia. No lo sé, compañero.
No, no soy optimista, perdona Joselu. Quizá se me haya malinterpretado. Hay muchas fuerzas que nos impulsan a un futuro completamente distopico. La tecnología y el control superlativo de nuestros detalles más íntimos, del que voluntariamente participamos, han hecho realidad los vaticinios de Orwell. No me gusta de esa Asia que hace de avamzadilla, la automatización y deshumanizacion de muchos de sus servicios. En ciudades grandes cuántos restaurantes te sirven la comida por cadenas que parecen de montaje. En algunas de ellas soñé evocador con ser Chaplin en Tiempos modernos, al que la máquina le da de comer.
ResponderEliminarY del cambio climático, en el que creo, no quiero que restrinja sin embargo el debate. Eliminar la riqueza del debate, es lo que me produce resquemor. Cuántas teorías que creíamos sólidas han acabado en el desván del olvido, lo que nos debería aportar perspectiva. No tomar nada por definitivo y dudar hasta de nuestras dudas. Que todos aceptemos las mismas teorías sin discrepancias ni imcertidumbres, me parece empobrecedor para la ciencia. En cuestiones de ecología me preocupa mucho ka degradación del entorno, los graves trastornos en la biodiversidad. En fin, es un debate con muchas sombras y algún destello.
Sergio, he leído un artículo de El Confidencial en que se entrevista a tres científicos españoles considerados escépticos respecto a las ideas mainstream sobre el cambio climático CIENTÍFICOS ESCÉPTICOS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
EliminarPuedo entender así tu punto de vista y he conocido otros enfoques de científicos escépticos, lo que representan a un 3% de la comunidad científica mundial.
Yo no soy especialista, pero me veo seriamente influido por las estimaciones catastrofistas acerca de las consecuencias del cambio climático. Y las contrasto con mi realidad, la de mi vida. ¿Ha variado el clima desde que yo era niño? Es evidente que sí, de un modo enorme en mi propia experiencia. No hace falta que detalle sobre el porqué de mi percepción porque es evidente. Los cinco últimos años han sido los más cálidos desde 1880, esa es otra evidencia.
Sin embargo, el enfoque de estos científicos es rebatir que una teoría científica no pueda ser contrastada para verificarla y que haya una especie de histeria colectiva sobre los grados que va a subir la temperatura, la desertización creciente, la desaparición de los bosques tropicales y su influencia en el clima...
Personalmente, no tengo dudas sobre las consecuencias de la acción del hombre sobre el clima. Solo las miles de aviones volando en la atmósfera cada día tiene que ser destructivo para la biosfera.
Pero entiendo el fondo de las opiniones de estos científicos que ven inútiles las acciones sobre el cambio climático pues no podemos saber con total certeza lo que pasará dentro de diez, veinte o cien años. Más bien no sabemos demasiado y hay otros factores además de la emisión de CO2 para saber qué está pasando. Es posible que en cien años los modelos cuánticos sobre el clima supongan una total desestimación de los modelos actuales.
El problema que veo es que si no se abordan urgentemente algunas medidas sobre el clima para evitar la emisión de CO2 a la atmósfera, el cambio será todavía más drástico. Pienso que ese consenso del 97% de la comunidad científica sería bastante respaldo para implementar medidas decisivas acerca de algo que si es verdad como se predice, nuestro mundo corre un peligro muy grave en muchos sentidos.
Es curioso que los líderes populistas como Trump, Bolsonaro, y en España, Vox sean totalmente detractores de las ideas de cambio climático. Esto me da que pensar que se ha politizado totalmente este debate a niveles insospechados.
El modo de vida occidental es tremendamente atractivo para las sociedades que no disfrutan de nuestro consumismo. Creo que tiene las mismas características de la drogadicción. Imagin6 que caerá en la trampa. Tendrán muchas más cosas que ahora y mucha más ansia que ahora.
ResponderEliminarY
Estuve en Indonesia varios meses en 1984 y 1986. Era un país en cierta manera virgen para el turismo, excepto Balí. Un día, yendo en un autobús, atravesando Java, un javanés me invitó a ir a su casa y pasar la noche. Yo hablaba indonesio. Era una aldea muy humilde y se desvivieron por que estuviera bien. Me dieron lo mejor que tenían. Yo llevaba una cámara Canon que me había costado 70000 pesetas. Me preguntaron que cuánto valía. La equivalencia en rupias era una cantidad que para ellos era inimaginable, costaba mucho más que lo que ellos ganarían en muchos años. Les mentí y reduje el precio para no escandalizarlos. Los turistas llevábamos una lucecita encendida que indicaba que éramos ricos. Y ellos pobres. Luego el siguiente paso es intentar engañar a los viajeros, cobrarles diez, veinte veces más del valor de las cosas, y se desarrolla una picaresca para engañar al viajero o al turista. Son dos mundos enfrentados. Se corrompe la relación. Hace cuatro años estuve en India y no encontré en los días en que estuve por libre a absolutamente a nadie que no me quisiera engañar o aprovecharse de mí. Para ello se ideaban sofisticados sistemas o los más simples. Un niño de cuatro años suplicándote con cara de pena durante más de media hora para que le des algo o le compres un helado. Al final le compré el helado. En cuanto lo tuvo, ni me miró, ni lo agradeció, y se fue corriendo con aire de desprecio.
EliminarEs el choque de dos mundos en que uno es aparentemente rico y el otro es muy pobre. Bhutan no será diferente y verán lo que hay fuera, y se corromperán en relación al turismo. Querrán ser igual que occidente e imitarán sus modas y sus vicios. Hasta no hace mucho Buthan era un estado semifeudal, cerrado al exterior y los turistas no podían entrar. Ahora se ha modernizado y acoge a turismo atraído por el mito. Estoy de acuerdo totalmente contigo. Caerán en la trampa. Es imposible no caer.
El problema, para mí, es que no hay opciones. Seguir el tipo de vida en que crees, si es distinto al que propone la ideología dominante, supone una especie de enfrentamiento a los demás. Uno no puede vivir solo, sin el cariño de los demás. Te aleja de ellos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu presencia, Josia, bienvenido a bordo. Un cordial saludo.
EliminarMás que tener un FIB en vez de un PIB, lo que más me llamó la atención de este país es que dedique un ministerio al bienestar psicológico, algo que no vendría mal a esta sociedad occidental.
ResponderEliminarTú conoces Balí y sabes que en el oriente se sonríe más que en occidente. Bhutan es una joya como Balí en un entorno prodigioso en pleno Himalaya. Piensan en su bienestar psicológico pero eso no impide que piensen también en el PIB, en sus gigantescos recursos hidráulicos de lo que aprovechan solo una pequeña parte. En cuanto a un FIB en España, pienso que en buena parte reside en los bares, en las cañitas y el pescadito frito. Habría que considerar cuánta parte de nuestro FIB está ahí.
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