Páginas vistas desde Diciembre de 2005




miércoles, 9 de diciembre de 2015

"No estudian", "no se esfuerzan", "no trabajan" ...


“No estudian”, “no se esfuerzan”, “no trabajan” ... han sido los comentarios más frecuentes en la Junta de Evaluación de un curso al que doy clase. El perfil era un curso no conflictivo pero cuyo trabajo y estudio era puesto en cuestión por los profesores. Las notas no eran desastrosas pero se suponía que de estos alumnos se esperaba mucho más. Sin embargo, mi visión contrastaba con estos puntos de vista. Mis calificaciones eran mucho mejores que los de la media de profesores. Es un curso de 25 alumnos y tengo cinco excelentes y otros tantos notables. El resto son bienes y suficientes. Cinco suspenden. La nota media final del curso es de 6.4 teniendo en cuenta que hay casos de alumnos absentistas que sacan cero y que bajan dicho promedio. Supongo que todos mis lectores saben que yo imparto lengua castellana y que este curso es de tercero de ESO.

"Yo ya sé que mis alumnos no me van a estudiar para un examen". 

Los que he hecho han supuesto unas notas bastante bajas salvo alguna excepción. ¿Pero he de basar mi evaluación en este concepto? ¿Estudio para un examen? ¿Eso es todo? Pienso que la mayor parte de mis colegas han extraído la calificación de un par de exámenes, la presentación del dossier y poco más. Al menos en su mayor porcentaje.

Por mi parte la nota ha sido fruto de exactamente ochenta calificaciones en que he tenido en cuenta absolutamente todo lo que se ha hecho y lo que no se ha hecho. Supongo que sabéis que aplico el sistema de Flipped Classroom y que mis alumnos han de ver unos vídeos que grabo yo sobre la materia de lengua o literatura. El porcentaje de fidelización a los vídeos ha sido superior al noventa por ciento y de cada visionado yo extraía una nota fijada por la aplicación EduCanon que permite insertar preguntas sobre su contenido. Han visto exactamente 22 vídeos en que hemos cubierto la historia de la literatura hasta el siglo XVIII según marca el programa. Esto no hubiera sido posible con un sistema convencional. Al día siguiente realizamos un Kahoot sobre el contenido del vídeo del que han de presentar también un resumen que valoro. El resto de la hora se dedican a realizar mapas mentales con Mindomo sobre los temas tratados que vale cada uno treinta puntos. El resto de calificaciones son distintas pruebas lingüísticas de enriquecimiento de léxico, categorías literarias o sintácticas, resúmenes, dictados, lectura del libro del trimestre ... Es todo un entramado al que los chavales en general se han enganchado y han visto que su nota no era fruto de un examen para el que hubiera que estudiar, algo que no saben hacer, no tienen método y no tienen muchas veces circunstancias favorables para ello. No son chicos de estudio. Tal vez en otros sectores sociales sean importantes estas valoraciones. Entiendo que son una parte de la nota aunque no la fundamental. Quiero que la calificación final refleje exactamente todo lo que han hecho, todo en lo que han participado. Esto supone una valoración del esfuerzo total. Y ellos reciben un documento con las ochenta calificaciones y el resultado final en un sumatorio. Los alumnos marcaban el techo de ese sumatorio, de modo que si los que mayor nota han sacado ha sido superior a mil puntos, como así ha sido, la nota de aprobado era exactamente la mitad. En un curso la nota máxima ha sido de 1022 puntos, de modo que el aprobado lo he establecido en 510. Por debajo suspenso, por encima aprobado. 

"El techo lo marcan ellos y el suelo también"

También hay una cocina de las notas mediante la rúbrica que les proporcioné a principio de curso y que  puede suponer alguna leve modificación en el resultado final. El fin de semana pasado les envié el documento digital con las ochenta calificaciones y el nivel de aprobado. Solo he recibido tres correos haciéndome ver algún error en alguna nota. No ha habido ninguna reclamación.

Este modelo es una experiencia que estoy llevando a cabo. El resultado, sin ser galáctico, es muy superior al que hubiera obtenido con cualquier otro modelo convencional. Un 6.4 de media de la clase es una cifra estimulante y que puede hacer pensar, al menos a mí me hace pensar. Los profesores saben que la idea de estudio para un examen en este contexto supone un proceso en origen fallido. Atragantamiento de datos que se vomitan de cualquier manera en un examen y que, después, se olvidan a las pocas horas. Además mis alumnos no lo hacen. Creo que instarlos a un proceso de puesta en funcionamiento de sus habilidades, me resisto a llamarlo competencias como manda la pedagogía convencional, es una fase más constructiva del aprendizaje. No puedo suponer que mis alumnos hayan retenido toda la información que ha pasado por ellos. No. Ni lo harían los profesores que les damos clase si nos enfrentáramos a una suma de despropósitos como supone el sistema de enseñanza. Ninguno de los profesores, que tan fácilmente los suspendemos, superaríamos ocho o nueve asignaturas en cinco días de clase con horarios de seis horas diarias, más los deberes. Y cuando llegan los exámenes no es raro que tengan tres en un día.

No se esfuerzan, no trabajan, no estudian ... No estoy de acuerdo en este planteamiento. Y me imagino a los diez alumnos que han sacado Excelente de 53 sintiendo algo como mariposillas en el estómago al ver que su esfuerzo real ha tenido su premio.

Creo que nos equivocamos.


27 comentarios :

  1. Respuestas
    1. No hay mayor placer que aportar algo que sirva para pensar hechos e ideas de modo particular y colectivo ;-)

      Eliminar
  2. Buenas tardes.
    Estoy elaborando los temas que voy a tratar con mis profesores en la reunión de evaluación que tenemos la semana que viene y en mi clase tenemos el mismo problema que has expuesto en la entrada. Por ello, ñe pido ayuda porque me gustaría saber qué competencias valora y hacer propuestas a los profesores para que se den cuenta de que no es exclusivamente nuestro error.
    Contacto: tleducacion@outlook.es
    ¡Gracias por el post!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, en mi línea pedagógica es esencial la tecnología. Los alumnos cuentan con un portátil que permite que entren en aplicaciones formidables. Las clases son grabadas en vídeo y ellos las ven en casa. A esto se le llama "la clase invertida". Sé que ven los vídeos y el nivel de asimilación que consiguen. Todo es con soporte tecnológico. No sé muy bien qué competencias trabajo pero sí que ellos realizan mapas conceptuales, hacen resúmenes, interactúan con los vídeos, realizan dictados on line, hacen análisis sintácticos, leen libros cada evaluación, hacen ejercicios de creación dirigida, muchos ejercicios léxicos que les encantan. Pero ya te digo que todo es con herramientas tecnológicas que conozco bien. Algunas son de pago, coste que asumo yo personalmente. El error es limitarse a valorar el esfuerzo de un alumno solo por un examen o un dossier.

      Un cordial saludo. Otra vez, déjame tu nombre para poderme dirigir a ti.

      Eliminar
  3. ¿Cuánto nos esforzamos, cómo trabajamos y de qué manera seguimos estudiando nosotros (si lo hacemos) para emitir juicios tan severos?
    Gracias, también en nombre de mis alumnos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Xavier. Mi alegría ayer fue ver que mis alumnos obtenían mucho mejores notas que las de mis compañeros de Junta de Evaluación, pero, por otro lado, yo no creía que les estuviera regalando nada. Lo habían logrado ellos y los que habían obtenido excelente había sido fruto de un intenso esfuerzo. Hay alguna alumna que me envía los trabajos a las tres de la madrugada sistemáticamente. Yo se lo desaconsejo, claro está, pero ella quería obtener la mejor nota. Y la ha obtenido. Mis alumnos han obtenido excelentes y notables, algo que en las demás materias ha sido absolutamente insólito. Pienso que el que haya conseguido estas notas no regaladas trabajará con ahínco para mantenerlas. Las notas no son un sistema de punición sino de mejora del rendimiento académico. Si no sirven para eso, hacemos un uso poco hábil de las mismas.

      Un abrazo también para ti, Xavier.

      Eliminar
  4. Como siempre hablando desde mi desconocimiento. Lo que tu expones me parece correcto, tus alumnos son como cuentas y tu método seguramente es el más acertado con ese tipo de alumnos, sin duda. Pero también es cierto que lo tuyo es una isla aislada. Solo tú usas esos métodos. Dices que tus alumnos no están preparados para exámenes. Pero los buenos, deberían estarlo. En la universidad, los que lleguen, no se encontrarán con tus métodos. A no ser que la universidad haya cambiado mucho desde que la dejé (y de hecho creo que sí), seguro que en algunas de las asignaturas se encontrarán exámenes tremendos que los dejarán temblando. No será el caso porque al fin y al cabo se tienen que enfrentar a exámenes de tus compañeros. En definitiva, si todo el sistema educativo tomase tus modos sin duda los resultados serían provechosos. Pero en tu contexto actual, yo creo que sin dudas pasarás dentro de la historia educativa de tus alumnos como el profesor que intento enseñarles de una manera diferente, pero desgraciadamente como un elemento aislado dentro de su carrera educacional. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un buen problema el que planteas. Les he hecho exámenes de conocimientos y han obtenido notas bajas, es cierto, pero los alumnos destacados los han pasado bien. Pienso que combino las dos vías de alguna manera, la académica y la alternativa. En todo caso, los alumnos que se formen en este sistema no estarán menos cualificados que los que lo han hecho con un sistema convencional. Lo sé por mi experiencia como profesor en ese sentido muchos años y por la de mis compañeros más cercanos. Los chicos no aprenden, es la idea general. "No retienen" es lo más común. De todas maneras en la ESO no estamos preparando solo para la universidad. Me pregunto cuántos alumnos de los que doy clase llegarán a ella. La ESO que yo conozco es un mundo de efervescencia adolescente que no permite demasiado una dinámica convencional. O la permite pero es inefectiva. En todo caso, los alumnos que vayan a llegar a la universidad tienen de este modo, si ellos quieren, un nivel muy elevado de aprendizaje y los diez excelentes que han obtenido son fruto del trabajo concienzudo de los mismos. No han sido fáciles.

      En este contexto es un buen sistema. En otro, también lo sería. Cada uno toma lo que quiere. Y se puede aspirar a lo más alto. Pienso que el hecho de que ellos marquen el techo de la nota es una idea bastante correcta. Esto es nuevo para mí. Me explico. Los que más han obtenido 1022 puntos. Pero ¿Cuántos podían haber obtenido? Aproximadamente 1300-1350. Yo no les evalúo sobre los que podrían haber obtenido sino sobre los que realmente han logrado los mejores. Esos cambia las cosas.

      Sinceramente, creo que ha funcionado bastante bien, dadas las circunstancias.

      Un abrazo, amigo.

      Eliminar
  5. Querido compañeros, no sabes hasta qué punto me encuentro ante la encrucijada de la evaluación. Mis alumnos de primero de bachillerato han "sufrido" la metodología flipped classroom que he llevado a cabo con ellos: 5 vídeos en edpuzzle, 4 vídeos en movemote con sus correspondientes cuestionarios, tres exposiciones grupales en el aula con su correspondiente archivo y dos exámenes de evaluación. ¿Han trabajado?... ¿Han aprendido?... En mi departamento se estipuló a principio de curso entre un 60/70 % el valor de las pruebas, y el restante 30/40% el trabajo realizado. Los resultados los conoceremos en breve, y especialmente tengo interés en ver si realmente el trabajo colaborativo se ha aprovechado y es en este punto, donde no lo tengo claro. ¿Qué ha ocurrido cuando he puesto a prueba a través de una prueba escrita individual lo visto y hecho en clase? Pues lamentablemente el resultado, es muy por debajo de lo esperado. Soy un convencido de las metodologías activas y de dar un nuevo enfoque a nuestro trabajo y al papel del alumno, y su modo de aprender. Posiblemente en mi corta experiencia me falta rodaje, y soltura en herramientas y destrezas necesarias (trabajo cooperativo, por ejemplo)... Pero me preocupa no haber llegado a mis alumnos en mi propuesta metodológica. Los "buenos alumnos" siguen siéndolos, pero quiero llegar a los que rechazan la oportunidad que se les brinda. En este sentido cualquier consejo será bien echo ido. Propuestas como la tuya siguen motivando e inspirando. Porque pese a todo he iniciado un camino sin retorno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vicente, a mi no me falta rodaje. Estoy al final de mi carrera como docente y he podido constatar repetidamente el efecto de lo que enseñamos de modo convencional y su escaso impacto en ellos. Después de un curso de explicaciones exhaustivas y ejercicios de todo tipo, mis alumnos salían sin saber nada. Pero esto no es un comentario mío. Lo es de todos los miembros de mi departamento de castellano y común a cualquier profesor que opine con espontaneidad. Retienen muy poco. Solo lo hacen un quince por ciento de los alumnos y lo echo largo. El 85 por ciento no lo hacen o en un grado mínimo. Las metodologías convencionales donde yo imparto clases no son efectivas. Los buenos alumnos seguirán siendo buenos alumnos con cualquier sistema. El modo en que yo lo hago no implica un menor nivel. Los contenidos son plenamente académicos en sentido convencional. Lo que cambia es el método de aprendizaje. Ellos están muy contentos. Lo han manifestado por medio de sus representantes en la Junta de Evaluación. Aprenden con alegría. ¿Qué retendrán? No lo sé. Tal vez también poco. Los exámenes que he hecho de contenidos no han ido muy bien, como decía. Para mí fue una cierta decepción. En el fondo lo que se prima es la memoria, algo también muy importante. Algunos la tienen muy desarrollada y otros no consiguen retener demasiada información. De todas maneras, creo que el sistema que aplico de inmersión consigue que ciertos conceptos calen en ellos y que no les sean desconocidos. Por otras vías, yo ya sabía adónde íbamos a llegar: al aburrimiento y la pérdida de tiempo. Ahora, al menos sé que disfrutan con las clases e intelectualmente no pienso que estén haciendo algo inferior sino todo lo contrario.

      No sé de qué eres profesor. ¿Conoces Mindomo? ¿Kahoot? Son herramientas muy útiles y yo diría que formidables para este tipo de enseñanza.

      En cuanto a los criterios de evaluación, confieso que los hago a mi manera. Afortunadamente, tengo el apoyo de la dirección del centro y mis compañeros de departamento no son puntillosos para saber qué narices estoy haciendo a mi modo y libre albedrío. Pienso que todavía tenemos un nivel de autonomía -en la enseñanza pública- para actuar con libertad, más si los chavales están encantados con el modo de hacerlo, y el profesor entiende que se está viendo más programa que con cualquier otro medio aplicado. Esto es cierto.

      Del aprendizaje cooperativo hay mucho que decir. Yo les incité a trabajar por parejas en la elaboración de mapas mentales en Mindomo y la mayoría han desistido de hacerl y prefieren hacerlo de modo individual. Algún día reflexionaré sobre ellos.

      Adelante, Vicente, los caminos trillados sabemos adónde nos llevan. Los nuevos están ciertamente por explorar.

      Eliminar
  6. Muy buena entrada... Evaluar de verdad (no solo calificar) supone un esfuerzo extra de preparar herramientas diversas de evaluación, de hacer observaciones, de tomar nota de aspectos diferentes, de hacer medias... Mucho más fácil "evaluar" con un examen de 10 preguntas a un punto por cuestión...Pero, así...¿qué evaluamos?
    Un gran esfuerzo que tus alumnos agradecerán, sin duda y que les dejará una idea clara de todo lo que han trabajado y aprendido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ha sido un gran esfuerzo, así es, pero ha sido divertido. He disfrutado experimentando otro tipo de sistema de evaluación más real y apegado a los hechos. Los chavales están contentos. Muchos han visto reconocidos sus esfuerzos y esto es bueno. Sin duda, así las notas son un estímulo que permite que muchachos normales obtengan la máximas notas. Ellos las van creando. Y me gustaría que los que han obtenido excelentes -algo inusual en las notas- les haga sentirse orgullosos y seguir luchando por mantener la calificación. Lo han logrado.

      Eliminar
  7. En efecto, esa es la clave. ¿Qué hacemos de verdad nosotros para que cambien las dinámicas?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La autoría es incierta pero hay quien dice que si seguimos haciendo lo mismo es normal que se produzcan los mismos resultados. Mi intento va por hacer algo diferente para ver si los resultados cambian.

      Eliminar
  8. La comparativa bélica seria:

    "Los malos generales se quejan de la tropa, los buenos ganan batallas.."

    O algo así...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente, ayer cuando oía a mis compañeros hablar con tan poca comprensión de los alumnos, me daba cuenta de que yo estaba viendo el otro lado de la jugada. Mis alumnos están trabajando, se están ganando magníficas notas. Sé que confían en mí y yo confío en ellos. No sé si aprenderán o no, pero es un desafío en que ambos estamos invitados. Creo que no se puede sintetizar mejor en una frase el tema de la cuestión. Gracias, Temujin. Sé que mis entradas pueden parecer muy técnicas pero ahora lo necesito. Es mi último año en la enseñanza antes de cambiar de profesión e inicar otra singladura.

      Un abrazo.

      Eliminar
  9. Me ha interesado mucho este post tuyo, sobretodo porque me hace recordar a cuando yo estaba en la ESO, y había una compañera que se quejó de que le pusieron una adaptación curricular en algunos examenes, puesto que eso le perjudicaba porque luego había alguien que la insultaba. Lo que también le ocurrió a esta compañera es que antes de iniciar la ESO en otro colegio, las profesoras que tenía le dijeron que necesitaba ir a un centro de educación especial. Y eso que ella era inteligente y para nada tonta, pero aún así no se porque lo recomendaron

    mi pregunta es: tus compañeros dicen que los alumnos no estudian, pero normalmente cuando decidís si fulano de tal tiene que ir a un centro de educación especial en lugar de hacer la ESO, o cuando les hacéis exámenes conocidos como "adaptación curricular"?

    Un saludo bien grande Joselu. Me encanta tu blog

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hoy tengo que hacer una prueba de Comprensión lectora a un curso de adaptación curricular, pero dentro del mismo hay circunstancias que aconsejan que haga una adaptación más definida para algunos de sus miembros. Son muchachas de origen marroquí con escaso dominio del castellano por su reciente llegada a España. Es algo habitual y no pienso que se sientan señaladas o discriminadas por ello. Ponerles el mismo tipo de prueba que a los demás sería injusto e inabordable para ellas.

      Hay algunos cursos que son de dicha adaptación curricular y por lo que veo, dan buenos resultados para los que están allí. Y algunos de los alumnos tienen oportunidad de destacar claramente, algo que no podrían hacer en un curso heterogéneo. Esta adaptación es una herramienta útil para aquellos alumnos que no pueden seguir el desarrollo de una materia a ritmo convencional. Raramente hay protestas por ello y, si las hay, se reconsidera la situación y se propone su incorporación a un curso heterogéneo.,

      Me alegro de que te sientas a gusto en el blog.

      Un cordial saludo.

      Eliminar
  10. Me ha parecido una entrada interesantísima, vista, sobre todo, desde la perspectiva de quien estudió antes de que existiera la ESO, el BUP, etc., etc. (soy de los que todavía hicieron Preuniversitario) y del profano más absoluto en cuanto a sistemas educativos.
    A pesar de ello, me parece extraordinariamente importante y útil la evaluación continuada, la observación del progreso del esfuerzo y de la actitud del alumno y no dejarlo todo en manos de un examen.
    Lo que yo siempre he repudiado del sistema educativo que me tocó "sufrir" es la sensación de inutilidad o falta de sentido de lo que hacíamos. En otras palabras: ¿para qué me servirá lo que estoy estudiando?, me decía. Esa fue, durante todo el bachillerato (elemental y superior), mi pregunta.
    Quizá te parezca ridículo pero no acababa de entender la importancia de, por ejemplo, los logaritmos, las integrales y demás conceptos y cálculos matemáticos. Y no solo en esta materia. La sensación de estudiar por estudiar era casi todas las materias. A mi entender, lo que fallaba era el sentido de cultura, de formación científica y humanística.
    No soy docente y no sé cómo se logra (debe ser una cualidad innata del enseñante), pero es fundamental que el alumno sienta interés por lo que le enseñan y por lo que tiene entre manos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El sistema educativo ha evolucionado muchísimo desde aquel preu que estudiaste. Ahora es netamente distinto todo. Pero continúa igualmente estudiándose muchos conocimientos que son puramente prescindibles en lugar de otras aportaciones humanísticas y sociales. Nosotros en lengua estamos obligados a explicar análisis sintáctico por ejemplo, algo que tiene una muy relativa utilidad. A veces veo lo que tiene que estudiar mi hija de dieciséis años y me doy cuenta de que mucha de la carga lectiva es solo para especialistas y no para el ciudadano normal. Creo que cada profesor pretende crear pequeños licenciados en cada una de las materias. Si el alumno se tomara al pie de la letra lo que tiene que aprender, trabajaría el tiempo lectivo del instituto y más de ocho horas diarias de estudio y trabajo complementario en casa, algo que es totalmente desproporcionado.

      Sí, es importante que el alumno sienta interés por lo que está haciendo, pero eso no es fácil.

      Este año es el último año de docencia para mí y estoy preparándome para irme por otros lares profesionales.

      Un abrazo, gracias por tu comentario.

      Eliminar
  11. ¡Caramba, Joselu, qué tecnificación evaluadora! Sería incapaz de desarrollar tu método. Solo de pensar en él me entran todos los temblores del mundo... Porque yo he sido un maestrillo de la vieja escuela... Lo que me equipara a tu método es mi aversión a los exámenes como herramienta fundamental de la evaluación. Cuando, al principio de la profesión, descubrí el concepto "evaluación continua" vi el cielo abierto: se acabó la dictadura injusta del examen o los exámenes definitivos. Me agarré a ese concepto y no había curso que no lo inicise de la misma forma: yo hago "evaluación continua", lo cual quiere decir que les estoy evaluando cada minuto de todas las horas que nos tocan, y todo lo que hagan, una intervención en clase, un ejercicio, una prueba escrita, el comportamiento... ¡y hasta la manera de respirar! solía concluir para aliviarles la congoja. Y a ello me atuve. He sido siempre muy duro con las notas porque el criterio fundamental de la evaluación era el de la curva ascendente. Quien empezara con un nivel de 7 y bajara al 5, corría el serio peligro de acabar suspendido, por ejemplo; quien lo empezara con 1 y acabara en 4 podía aprobar. ¿Injusto? No digo que no, pero cualquier sistema evaluador lo es. LO que se ha de primar es lo que tú primas con tu método: el esfuerzo y la alegría de realizarlo. Conseguir unos u otros resultados dependerá de muchos otros factores sobre los que ni el propio alumno acaso tenga poder para corregirlos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, supongo que el concepto es la idea de evaluación continua aunque el concepto de evaluación es uno de los más complejos que existen y no cabe duda de que todo sistema es incompleto y potencialmente injusto. Lo que sé es el entusiasmo con que trabajan los alumnos que han obtenido las máximas notas -ganadas por ellos y ellas-. Es una conformación de alumnos adictos a la materia, al estilo, al esfuerzo, a la alegría, que trabajan por gusto y sin presión. Noto el ambiente en clase de participación y de gusto por la asignatura. Estoy contento. La idea de grabar vídeos es excelente. Estoy dando más materia que cualquier otro año. De hecho ya hemos dado todo el programa y todavía no hemos acabado el mes de diciembre. ¿Qué retendrán? No lo sé. No puedo saberlo. En algún momento me alejaré de ellos y lo sentiré.

      Eliminar
  12. Hola Joselu.
    Una vez más combinas con habilidad tu experiencia personal con el lanzamiento de un mensaje más general que promueve el cambio en el enfoque que damos a nuestras clases. Lo que más me gusta es que no vendes nada, y convences precisamente porque no es tu intención convencer a nadie. Yo me muevo en tu línea y aunque no he realizado esa prueba de conocimientos "verificadora", creo que si la hiciera los resultados también serían bajos. Últimamente, cuando reflexiono sobre en qué consiste nuestra tarea de profesores de la etapa básica y obligatoria, me viene como un mantra la idea de que somos, o deberíamos ser, "generadores de experiencias de aprendizaje no traumáticas". Es verdad que a veces todo se complica cuando aparecen y hay que tener en cuenta los aspectos relacionados con la evaluación, pero no deberían ser un obstáculo para empezar a cuestionar lo que venimos haciendo, sobre todo si no funciona. Tal vez si el planteamiento fuera de la última fase a la primera, y antes de decidir a dar clase decidiéramos cómo vamos a evaluar, el cambio se iniciaría casi de forma automática. Sería algo parecido al "dime cómo evalúas y podré decirte muchas cosas sobre cómo das tus clases".
    Estás siendo mucho más jugoso desde que te has liado la manta a la cabeza. Te invito a que cuando te jubiles sigas echándonos una mano dedicándote a viajar y vernos dar clase a los que te llamemos. Tu feedback será una herramienta poderosa ;-) Seguro que hay una fórmula para que lo puedas hacer.
    Un saludo y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El aspecto que menos se aborda en el ámbito educativo de los institutos es la reflexión sobre la evaluación. Creo que no tiene sentido como instrumento punitivo y sí como estimulante del aprendizaje. Es cierto que el asunto es díme cómo evalúas y te diré como enseñas, como bien expresas. Puedo contar con un número muy elevado de ítems evaluativos porque hay un altísimo nivel de automatización de las calificaciones a partir de plataformas on line formidables al respecto. Piensa que los dictados incluso son corregidos automáticamente por una plataforma llamada EducaPlay. Ello me ha permitido integrar muchas habilidades que requieren de mucho trabajo para su corrección en esta tabla de ítems que integro en Idoceo una plataforma educativa del iPad. Creo que el hecho de que mis alumnos tengan un portátil es algo prodigioso pero no es entendido por muchos de mis compañeros. Bastantes querrían volver al libro de texto. En un entorno tecnológico las clases se liberan de mucha dinámica aburrida y pesada y se convierten en laboratorios de trabajo en que el ochenta o noventa por ciento se implican seriamente. Además han visto que su esfuerzo sostenido ha sido calificado con justicia. Esto es importante. En las calificaciones de mis compañeros de los cursos de tercero he visto tal vez en total de todas las asignaturas un par de Excelentes. En mi materia hay cinco y otros tantos notables. No veas el orgullo que esto les produce porque saben que lo han conseguido merecidamente. Pero esta vez se les ha reconocido no solo por la casuística de un examen azaroso cuya utilidad es problemática.

      Cuando cambie de profesión en unos meses quiero dedicarme a escribir. Tengo varios libros en proyecto que publicaré en Amazon. Uno al menos será sobre Educación. No pienso ir detrás de editoriales para ser publicado. Si lo que digo merece la pena, no dudo que que merecerá alguna difusión. Si no, al menos podré decir que me lo pasaré bomba escribiendo. No me planteo ese concepto de jubilación. Sencillamente, cambio de profesión. Seguiré trabajando de otra manera.

      Hay de todas maneras otros ponentes mucho más jugosos que yo. Nunca me he incluido en ninguna de las jornadas o congresos que se han realizado y pensar que lo que yo digo pueda tener una utilidad para alguien me resulta extraño. Este blog es la expresión plástica de lo que estoy haciendo y los comentarios que recibo son un placer extraordinario que contesto rápidamente y con alegría. Muchas gracias. También, buen fin de semana.

      Eliminar
  13. Joselu, me alegro de que cada vez publiques temas interesantes en tu blog.
    Quería decir también que al leer esta publicación me he acordado de mis tiempos en la ESO, donde habían veces que no hacía los deberes debido a que siempre encontraba alguna momento de ocio y los dejaba a un lado. Pues resulta que eso me paso en una asignatura que luego el profesor de religión me elevó la voz diciendo que ya estaba HARTO de que no hiciera el trabajo, sobretodo en sociales que suspendí un examen y el profesor de esta asignatura que además era el jefe de estudios me dijo que hiciera un resumen de 2 páginas del libro para aprobarme y tuve todo el fin de semana pero pensando que era solo un resumen pues lo deje para el último día, pero tuve la mala suerte de que me entró un dolor fuerte de barriga que me impidió poder hacerlo y lo peor es de que se me pasó cuando ya tenía que ir a clase, y cuando me pidió el resumen yo le dije que no lo hice y al final de la clase me llamo y me dijo con un tono de estar regañandome: "CUANDO yo pido algo es por un motivo, vale, y no me hiciste caso, y ahora claro, te queda el insuficiente que se podría haber convertido en aprobado ".
    Lo peor de todo es que una vez una compañera me acuso injustamente al profe de sociales y este al final de la clase me echo la bronca.

    P.D una vez un profesor nos gritó a toda la clase por hablar y yo tuve a una estudiante universitaria que me hizo clases particulares y me acuerdo que cuando no hice los deberes ella se puso a romper los papeles y se fue al minuto de venir

    Mi pregunta aquí Joselu es: en realidad que os motiva a los profesores el levantar la voz o enfadaros con los alumnos cuando estos hacen algo molesto para vosotros, ya sea por hablar o no hacer los deberes, entre otras cosas?
    Lo pregunto porque yo pienso que si yo fuera profesora no me enfadaria, además de no solucionar nada, creo que el que se enfada es porque quiere. Por eso pregunto que motivación tenéis los profesores a la hora de elevar la voz o enfadados con el alumno/a? Que es lo que os provoca hacerlo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ser profesor es complicado. Atender durante muchas horas a diversas clases llenas de adolescentes no es fácil y no es imposible perder la paciencia. Debería ser de otra manera, pero es así.

      Quería preguntarte si no estás haciendo consultas sobre ti con nombres distintos cada vez. El tono de las preguntas es similar. Y además nunca hablas de lo que se plantea en el post. Siento curiosidad.

      Eliminar
  14. Hola de nuevo Joselu
    Mi respuesta a tu pregunta es que no tengo varios nombres sino uno, yo me llamo Carlota y no, yo no tengo nombres distintos porque solo tengo uno, lo que pasa es que quise hacerme una cuenta pero tuve problemas con la página, por lo tanto lo hago de otra manera. Yo me acuerdo que te explique aquello que me paso con el de sociales y tenia mi nombre y no otro, en cuanto a tus posts, yo digo que son una maravilla tus publicaciones pues están llenas de creatividad y sencillez, pero yo apenas saco conclusiones o ideas puesto que siempre que publicas un tema, lo leo con un gran interés y siempre hay algo que me hace recordar a cuando yo iba a la ESO y de vez en cuando me surgen dudas
    Un saludo, si prefieres que de ideas lo haré. Mil disculpas

    ResponderEliminar

Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

Selección de entradas en el blog