Páginas vistas desde Diciembre de 2005




domingo, 27 de noviembre de 2011

El declive de la enseñanza de la literatura

                                              Dibujo de Alexander Jansson
He sido profesor de literatura durante treinta años. Considero que históricamente me he reconocido profesionalmente como profesor de literatura y no otra cosa, pero este año, por primera vez en mi historia he conseguido no impartir clase de literatura en bachillerato. Tras una larga trayectoria entiendo que la literatura no es el lenguaje de este tiempo. No he conseguido atraer lo más mínimo a mis alumnos de bachillerato a la comprensión de lo que es la ideología medieval, el petrarquismo, el dolce stil nuovo, el neoplatonismo, el barroco y su lucha entre eros y muerte... No he conseguido hacer accesibles los textos antiguos considerados en su valor de época. Y la impresión que tengo es que lo que yo entiendo por literatura es algo que no interesa en los tiempos que estamos. No lo considero una derrota en estos momentos, aunque en otros me supuso una profunda crisis vital. Si puedo, nunca volveré a impartir literatura. En los últimos quince años me he encontrado con algunos alumnos que se hacían sensibles a la misma, pero en la inmensa mayoría era algo enojoso e insoportable introducirse en la cosmovisión artística y vital de otro tiempo.

He sacado a mis alumnos a la calle hace años con un ataúd simulado y recitando a coro las coplas de Jorge Manrique, he sustituido el programa de todo un curso para investigar el lenguaje teatral, he desafiado a autoridades planteando una visión viva de la literatura entendida como la plasmación artística y existencial de los hombres de otro tiempo que podíamos acercar a nosotros. Sé que mis alumnos de literatura de otras épocas no olvidarán nunca la experiencia de inmersión literaria en el mundo del Cantar de Mío Cid, El Quijote, Shakespeare, Lope de Vega o Samuel Beckett, Lorca o Margueritte Duras o Hermann Melville o Boris Vian o Charles Bukowski...

Reconozco mi fracaso, ya definitivo, en intentar hacer comprensible el arte de la palabra, de los símbolos, de los mitos, de los modelos de otro tiempo. Para mí, afortunadamente, la literatura se ha convertido en algo del pasado y que no tiene vigencia en estos tiempos devorados por la actualidad, la tecnología y el presente más rabioso.

Dicho esto, quiero observar que veo que muchos colegas entienden por enseñanza de la literatura una colección de experiencias superficiales que llevan a acercar textos medievales, renacentistas, barrocos o románticos a la sociología del presente. ¿Es posible entender el Cantar de Mío Cid a la luz de la violencia de género? ¿Es posible acercar La Celestina en una versión adaptada que prescinda de su riqueza lingüística, su morosidad y complejidad? ¿Es deseable acercar tanto los textos literarios para hacerlos hablar el lenguaje y los conflictos de este momento en que prima lo políticamente correcto? ¿Es deseable hacer sociología con los textos del pasado? ¿Es posible y deseable acercar tanto una obra literaria que la convierta en una expresión de lo que nos está pasando ahora? ¿Es deseable destacar la carga sentimental por encima de la existencial? ¿No es posible hacer ver que aquellos textos fueron la expresión de otros modos de vida que no tienen nada que ver con el nuestro? ¿No es caer en una banalización absoluta si convertimos lo que fue expresión de las inquietudes vitales de otro tiempo en vehículo de las ideas elaboradas por la sociología y los buenos deseos del presente? ¿No es tomar los textos como pretexto para hacerlos decir lo que queremos que digan y que refuercen la Educación para la ciudadanía? 

¿Es posible la enseñanza de la literatura haciéndola interesante como modo de ver el mundo en otras coordenadas que las nuestras que nos parecen tan absolutas e irrenunciables? ¿Es posible o deseable convertir textos únicos en una especie de pastiche sentimental y pragmático para adolescentes apresurados del siglo XXI?

Mi contestación a muchas de estas preguntas es que no. Yo no soy capaz y no quiero desvirtuar los textos a los que reverencio. He sido consciente de que la literatura, que incluye una belleza sin igual del lenguaje literario, es inabordable para muchachos como los de ahora. Yo no lo he conseguido. Los textos clásicos desde el Cantar de Mío Cid, a La Celestina, a Doña Perfecta de Galdós o Cinco horas con Mario son opacos e incomprensibles para el tipo de alumnos que he tenido yo, y sus conflictos y su cosmovisión les resultan nada atractivos y alejados totalmente de su concepción vital.

Se lee de otra manera, si es que se lee. Internet ha modificado nuestra relación con los textos. No hay paciencia para el tempo lento, para el estilo, para las ideas complejas. Todo ha de convertirse en una especie de yogur desnatado con trocitos de fruta que servimos, algunos con entusiasmo, a sus alumnos, y saltamos de alegría cuando estos dicen ¡qué bonito! Y entonces se van a otra cosa. ¡Qué bonito! La literatura es un veneno que nutre las más profundas cavernas del alma. La literatura es ambigua y compleja. ¿En qué la estamos convirtiendo para hacerla accesible y que nuestros alumnos digan ¡qué bonito!

No es una derrota. Simplemente me doy cuenta de que el tiempo ha pasado y lo que era importante ya no lo es ahora. En este tiempo es esencial la sociología, la literatura está muerta como necesidad del ser humano salvo para especímenes extraños que necesitarán igualmente su inyección en vena de este dulce mal. No me siento derrotado, y sé que a mis alumnos la sociología, la actualidad, les es más necesaria que nunca. Es otro tiempo. La literatura de verdad es para inadaptados. Y nuestros alumnos no lo son.

El presente nos devora, el carpe diem más extremo ha triunfado. Cada instante se diluye en el vertiginoso devenir de los minutos, de los segundos, de la vida... La literatura pertenece a otro tiempo. Quizás algún día vuelva a ser necesaria. Pero yo ya no estaré. 

43 comentarios :

  1. Me desazona tu postura, Joselu, aunque no puedo decir que no la comprenda. Por llevarte mínimamente la contraria, digo que no creo que hayas renunciado tanto a la literatura cuanto a la historia de la misma. Es decir, al final siempre buscamos textos que digan algo, interesantes, incluso para enseñar español a alumnos, inmigrantes o no, que se están estrenando en su manejo. Eso es también literatura; aunque no la de Góngora o Mallarmé (de la que, a pesar de todo, supone una crueldad exiliar para siempre a nuestros alumnos; aunque lo estén pidiendo a gritos).

    ResponderEliminar
  2. En otro orden de cosas, no sé si me pasa solo a mí o si tiene algo que ver con la configuración del blog, pero últimamente falla a menudo el envío de comentarios. Aconsejo copiarlos antes de enviarlos, por si acaso.

    ResponderEliminar
  3. Otros tiemposmque exigen nuevos peajes, amigo. Yo ya conocía este pensar tuyo, y me cuesta admitir que lo entiendo. La literatura debería sacralizarse: hacerse invisibles, ganar en lo privado, al modo en que debería funcionar la religión. Es admirable y difícil tu reconversión. Igual no ha sido ni dolorosa. Un saludo muy afectuoso

    ResponderEliminar
  4. Hago mío ese planteamiento porque lo he vivido calcado cuando, en una de mis frecentes crisis profesionales, me di cuenta del sinsentido de estar intentando hacer comprender a mis alumnos las hondas crisis espirituales e ideológicas de los autores del 98, desde Kierkeggard hasta Nietzsche, pasando por Bergson, por ejemplo. Descubrí, entonces, que se necesita una vida entregada a la lectura para interesarse por los extrarradios de las obras literarias, y una competencia lectora que la mayoria de mis alumnos no tenía. Hace siglos que dejé de "enseñar" lo inenseñable, la Literatura (sic), y me dediqué a la menesteroosa tarea de profesor de primeras letras, y nunca me he arrepentido. Casi podría decir que incluso había llegado a rozar el peligro de adoptar una posición extrema de desvalorizsación de la literatura, como ahora te leo aquí, Joselu; pero encaucé mi desengaño hacia una labor modesta y he logrado resistir todos estos años, con el convencimiento de que he sido muy útil para muchos alumnos. No seré para ellos el empalagoso "Capitán, mi capitán", ni ganas de serlo; pero salen de mis manos sabiendo que expresarse decorosamente es una labor de titanes, que exige una dedicación lectora y escribiente continua que, sin embargo, una vez que se alcanza, nos abre un horizonte de realización personal indescriptible. En el dilema de las lecturas obligatorias o voluntarias, como en el fondo de esas campañas tan abominables como la de "un libro te ayuda a triunfar" y engendros así, siempre me he decantado hacia la libre elección personal. Insisto, en cuanto un saber se convierte en asignatura tiene los días contados... Ahí tenemos el ejemplo paradigmático del catalán a la fuerza en el sistema educativo, tras más de 25 años de imposición, la literatura en catalan languidece y el número de hablantes apenas ha crecido, en comparación con las expectativas que generaba la implantación de la inmersión.
    O la literatura es vida y pertenece a la vida, y ha de ser "confidenciada" al margen de la obligacion académica (¡ahí tiene su razón de ser la institución de la tertulia, sin duda, tan fecunda en nuestro país; "universidad" de tan excelentes escritores como Valle Inclán, por ejemplo!)o es un simple funeral de nombres sonoros, textos incomprensibles y profesores desgarrados por la depresión.

    ResponderEliminar
  5. Alejandro, también he sufrido yo esas "desapariciones" molestas, pero en siempre se ha debido a que no tenía bien seleccionado el usuario de la cuenta de google, porque tengo tres diferentes, dos personales y uno profesional. Si no tengo con el que ahora participo, cuando seguía los pasos para que apareciera el mensaje, me remitía a una página donde se me obligaba a salir sin posibilidd de poder volver a donde estaba, con la consiguiente pérdida del texto escrito.

    ResponderEliminar
  6. Entiendo tu desazón , pero creo que te equivocas. La literatura tiene sitio en la vida moderna y en las aulas. Quizá los enfoques deban ser distintos al enseñarla, pero siempre el objetivo debe ser enseñar a los alumnos a disfrutar y aprender con la lectura. No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor, y hoy creo que se lee más que antes (Quizá no lo mismo, ni en los mismos soportes ni de la misma forma). Enseñar es un trabajo duro, enseñar a adolescente lo es más, y enseñar en unos sistemas educativos pensados más para crear cauces de de encajamiento para los niños que para realmente formarlos y darles amplitud de miras, es desde luego una misión titánica, por eso siempre habrá profesores que como tú querrán seguir esforzándose para conseguir lo imposible, y la suerte es que no siempre, y no muchas veces, pero algunas pocas lo consiguen y gracias a eso, la nave va.

    Un abrazo

    V.

    ResponderEliminar
  7. Puedo entender la desesperanza de la literatura, aunque no la comparto [todavía]: este es el segundo año que voy a tener ocasión de enseñar Literatura (soy profesor de Inglés) y creo que, con independencia de lo modestos que sean los resultados, algo se le saca. ¿No se les puede acercar siquiera El lazarillo, o El principito, u otras obras que no necesiten machacar a golpe de diccionario?

    [Aparte, y con permiso del bloguero] ¡Emilio, qué alegría encontrarte por aquí! Hay que ver que nos crucemos en un blog a mil kilómetros de casa, y no en el pueblo.

    ResponderEliminar
  8. Me entristece leer este post. Unos de mis momentos de 14 años que recuerdo con más ilusión porque forman parte de lo que soy fue aquel en el que descubrí qué era la Literatura. Antes había leído pero ya nada volvió a leerse igual. Tenía 14 años y creo que era precoz. Lo que quiero decir es que los adolescentes no pueden ni han de ser diferentes antes que ahora. Pero ahora sabemos que nuestro cerebro cambia en la adolescencia y descubrimos el mundo de otra manera. Primero de la Eso son niños. Su cerebro empieza a cambiar. Acompañémoslos en ese camino. Quién mejor que el profesor de Literatura...

    ResponderEliminar
  9. Espero entiendas mi mensaje de esta manera: http://www.youtube.com/watch?v=HVS4PiVicqw

    ResponderEliminar
  10. Una vez más pienso que el problema viene de lejos.
    Es completamente comprensible que un chaval de 15 o 16 años que en su vida ha leído un libro sea capaz de leerse por su cuenta el Cantar de Mío Cid o cualquier otra obra "densa". Si desde pequeños se les hubiera acercado más a la Literatura creo que sería bastante diferente. Cuando era pequeña recuerdo cómo mi madre me contaba antes de dormir "las aventuras de Don Quijote" y "las aventuras del Lazarillo de Tormes". Transformó esas dos obras en algo que se me hizo cercano, que formó parte de mi vida al igual que "Caperucita Roja" o "La bella durmiente". Cuando en 3º de ESO leí el Lazarillo aluciné en colores: ¡era el cuento que me contaba mi madre de pequeña!
    Si no se educa a los niños desde pequeños en la Literatura, no se puede hacer de golpe y porrazo con 15 años... Si pasamos de darles los libros del Barco del Vapor al Quijote es normal que se echen las manos a la cabeza... Creo que no hay una línea lógica en los programas educativos que se siguen en el colegio y luego en el instituto y se cae de repente en un "yo de esto no me entero y no me gusta".
    Quizás la solución podría ser acercar de veras la Literatura a los niños y enseñarlos a leer (no a descifrar palabras), a leer y comprender qué significa lo que leen. Creo que con esto último ya habría mucho terreno ganado...

    ResponderEliminar
  11. “Y así como todo cambia que yo cambie no es extraño”
    Los que seguimos tu blog desde hace tiempo hemos sido conscientes de alguna manera de tu evolución como profesor de literatura. Por mi parte entiendo tu postura y me parece en cierto modo lógica.
    La literatura ha servido y nos sirve aún a algunos, para (como dices) nutrir las profundas cavernas del alma, o como diría J.L. Sampedro para navegar por las secretas galerías de uno mismo.
    Hay muchas diferencias entre las aulas de hace 10 o 15 años, a las de ahora, la situación familiar, el contexto social, los intereses, la manera de relacionarse de los alumnos, etc, era distinta. No estoy segura de ello, pero creo que entonces los alumnos eran capaces de conectar con la literatura, de captar los mensajes y para el profesor era una manera de llegar a ellos. Aunque ya te digo, no estoy segura de ello, porque no lo he vivido.
    Lo que es indudable es que la realidad ahora es muy distinta, todo es veloz, tenemos una sobredosis brutal de información, nos relacionamos a través de las redes sociales y con 140 caracteres… la literatura necesita otro ritmo y supongo que también otras inquietudes vitales, que no son las que imperan en la actualidad. Así que entiendo que un profesor inquieto, que quiere llegar a sus alumnos, que crezcan como personas y que desarrollen un pensamiento crítico, cambie con los tiempos y busque otras estrategias.
    Algo de parecido tiene tu postura a la que adopto yo con mis amigos o gente de mi edad, a lo que no les interesa la literatura para nada. Al final ésta acaba formando parte de la intimidad de uno mismo.

    Un abrazo ;)

    ResponderEliminar
  12. Joselu, este año me ha pasado algo muy extraño. Cada vez me caen peor los "poetas", los grandes y los pequeños hombres de letras.
    Mira, esta frase es de mi libro de literatura: "Sobre una base irracionalista que reaccionaba contra el positivismo de la segunda mitad del siglo XIX, combina los aportes del parnasianismo, simbolismo, impresionismo, decadentismo, esteticismo y misticismo. Intenta conciliar el afrancesamiento y el exotismo preciosista con el tradicionalismo hispánico y con la sencillez expresiva."
    Los apuntes que me da mi profesor ni te los copio, todos estamos de acuerdo en que la cosa es INFUMABLE.

    Verás, en cierto modo me decepciona lo que dices. Para mí, que soy medio poeta, o por lo menos soñador, y que estoy a punto de salir al mundo de una u otra manera, todo esto me parece excitante: el nacimiento de algo nuevo.
    La literatura no ha muerto, lo que le pasa a la literatura clásica es que en general es infumable o nos la venden como tal. Pero no se deja de crear, el cine ya se ha convertido en literatura como la música lo hizo antes. Las nuevas tecnologías hacen de la palabra como del dibujo algo dinámico. La cosa se reinventa por todos lados, nacen nuevas concepciones. Las ideas profundas se mantienen, Joselu, ¿en serio crees que en mi generación somos tan idiotas de no preguntarnos por nada en la vida? No nos subestimes, no somos zombis. Las cosas ahora se abren paso desde otra parte, con otra luz. Dentro de muchos años nos pondrán un nombre "la generación XXI" o algo así ¿Quién sabe?

    Y tú me decepcionas, que no sepas ponerte a la altura. Entiendo perfectamente lo de retirarte de la enseñanza de la literatura, este modelo está anticuado, no funciona. En América las clases de literatura que vi consisten en leer un libro y debatirlo entre todos, el profesor sólo dirige el debate. Quizás esa sea una solución, no sé. Lo que me decepciona es que digas que la literatura está muerta. Como decía Dylan:
    Then you better start swimmin'
    Or you'll sink like a stone

    Por cierto, he vuelto a escribir, un poco, un poco mejor que antes.

    ResponderEliminar
  13. Por fin has conseguido que una de tus entradas me desconcierte; y no porque ya no quieras dar literatura o porque pienses que el ritmo actual es otro. Es que leo por primera vez una visión de lo que es la literatura que nunca pensé fuera tuya.
    Claro, la literatura como ejercicio arqueológico es casi inabordable para cualquier alumno. Pero pensar que extraer consecuencias para nuestro mundo de la lectura de los clásicos es una deformación y un ejercicio sociológico es una idea que no puedo ni considerar. Toda la literatura se opone a ella.
    Así que todos los escritores nos vienen diciendo desde hace miles de años que el hombre, en lo esencial, no cambia. Ese fue siempre el fundamento de los clásicos. Si no puede leerse la Iliada como una obra actual, apaga y vámonos.
    La literatura me parece sencillamente el único medio que se ha inventado para conocer a y comprender el pensamiento de los seres más inteligentes, más buenos y más interesantes que ha dado la humanidad. Pensar que eso puede ser sustituido por una conversación con el vecino del quinto me parece ni más ni menos que un disparate.
    Y sí, lo conseguiste, lo confieso, por fin estoy "épaté".
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Hace tres años que estoy trabajando en la escuela como profesor de literatura, y hace muy poco me empecé a dar cuenta de que a la mayoría de mis alumnos los estoy molestando, y no de la manera en la que me gustaría hacerlo: mostrándoles un mundo que los saque de quicio y haga desmoronar ese pequeño universo de estabilidad en el que están... los estamos molestando, les estamos hacer perder tiempo...

    Mi novia también es profesora de literatura. Pedimos un préstamos, ahorramos mucho y nos pusimos una pequeña editorial de autores independientes... si encontramos un sustento económico, vamos a dejar la docencia... la educación seguirá siendo cosa ¨secundaria¨ en esta sociedad de las utilidades...
    Si supieran que los ayuda a sufrir y a amar con una intensidad superior; si tan solo se dieran cuenta de la genialidad de Cervantes, de la organización mental en la gramática.



    Aunque te escapes de esta, te van a seguir otros molinos. Algunos tipos sensibles no pueden estar cómodos en ningún lado. Te admiro mucho a la distancia.

    ResponderEliminar
  15. Joselu: a pesar de que conoces mi opinión contraria al sistema que tenemos, te diré que quizá tu postura tan negativa provenga del ies complicado en el que trabajas. Llevo cuatro años dando bachillerato y, seguramente será porque he tenido suerte, pero he tenido alumnos maravillosos. Quizá el nivel no era muy allá, pero me han sorprendido disfrutando como cosacos de los textos clásicos. ESo sí, tengo que reconocer que no he trabajado en un centro de los que en Murcia denominan "Difícil desempeño".
    Caperucitaazul

    ResponderEliminar
  16. Nota de prensa: ¡Explosión de alegría popular en Catalunya por la muerte de la literatura.

    ResponderEliminar
  17. Como sabes, yo soy profesor de literatura en la Universidad. Por ahora...

    ResponderEliminar
  18. Creo entender lo que exclamas con dolor y derrota. Pero no lo comparto. Has enseñado y vivido la Literatura con alumnos que se mostraban receptivos. El mundo, los alumnos... todo ha cambiado, pero los textos literarios siguen vigentes.
    Esa inmersión vital que conseguías; probablemente, ya no es posible, pero son posibles otros acercamientos, distintos, diferentes... pero no superficiales.

    ResponderEliminar
  19. Joselu, una persona que adereza comentarios tan desazonadores con una ilustración tan maravillosa como la de arriba no puede creer que la enseñanza de la literatura esté tan muerta y enterrada. También lo dice Jordi Llovet en su "Adiós a la Universidad", que no deja de ser una bellísima elegía. Como él, ambos hacéis literatura -y debate- con todo, incluso con estos cadáveres exquisitos de los viejos tiempos en que algunos de nuestros alumnos eran ya de por sí lectores con referencias y referentes culturales sólidos. Cierto que eso hoy casi no existe, pero no por ello los clásicos están muertos, sólo que en su versión pura y original -que por otro lado es la única válida- tampoco son para todos. Así es y seguramente así ha sido siempre. Salud.

    ResponderEliminar
  20. No pretendo pasar por agorero, pero lo llevo diciendo durante mucho tiempo: si no anteponemos la comprensión lectora y el fomento del hábito lector a la educación literaria, todos los esfuerzos serán vanos. Y también reitero: la tarea de desarrollar la comprensión lectora y el fomento de la lectura no pueden ser tarea exclusiva de los profes de lengua, ni siquiera del ámbito educativo; como dirían los 'guruses', es tarea de la tribu.
    Continuamos pensando que los chavales del siglo XXI aprenderán a leer tarde o temprano como lo hicimos nosotros, pero el contexto es muy distinto y sí que aprenderán pero en otros formatos y con otros intereses. Si deseamos que disfruten del placer de la literatura como venía siendo hasta ahora, habrá que trabajar desde el principio leyendo para ellos en las aulas, reservando tiempo para la lectura silenciosa, para el recitado, para el placer de leer. Sabes tan bien como yo, que esas prácticas son minoritarias tanto en la Primaria como en la Secundaria. La tiranía del libro de texto hace que nadie (de ninguna asignatura) esté dispuesto a "perder horas" leyendo en clase y mucho menos comentando las lecturas sin que haya después un examen o un trabajito (¿como premio, como castigo?).
    Tenemos lo que sembramos y así nos luce el pelo. No me voy a resignar, así que seguiré leyendo en clase, aunque sea a Jordi Sierra i Fabra. Algunos de los que empezaron en esos libritos ligeros y sin enjundia, me piden hoy que les preste algo más complejo; están ya infectados, y aunque sean minoría, tal vez contagien a otros.

    ResponderEliminar
  21. Hola,

    Podríamos establecer un paralelismo ente el tópico " de los blog han muerto" y evidentemente tu blog demuestra lo contrario ¡ es genial ¡

    Como psicopedagoga me gustaría felicitarte en primer lugar y me permito recomendarte un par de cosillas :

    Un libro :http://www.edrev.info/reviews/revs233.pdf
    Una idea:
    http://www.edrev.info/reviews/revs233.pdf

    Me reitero ...muchas felicidades por este espacio, sus reflexiones y las mismas felicitaciones a todos sus lectores.

    ResponderEliminar
  22. Se corto la idea ( lo siento ):

    http://creciendoenlaentrega.blogspot.com/2010/06/experiencias-exitosas-de-docentes-y-sus.html

    Un saludo cordial

    ResponderEliminar
  23. No, Joselu, la literatura está viva, pero viva de verdad. Tan viva como lo estaba hace cuarenta años cuando yo tuve mis primeros contactos con este arte que se llama literatura. Para mí aquello (a mis catorce años) era un mundo insondable, un mundo lejano y fugaz que no iba mucho más allá de alguna rima graciosa o algún párrafo más o menos armonioso. No pude con el Quijote. Me obligaron a leer el Lazarillo y debo admitir que algunos pasajes hasta me gustaron, pero no así El Guzmán de Alfarache o el Buscón. Recuerdo algunas Rimas y Leyendas de Bécker con entusiasmo juvenil, y ¡la canción del pirata! de Espronceda, que me aprendí de memoria... Pero literatura, lo que se dice literatura, no la capté hasta que hice COU. Allí tuve una profesora magnífica que nos enseñó los caminos virtuosos de la Literatura. Con esto te quiero decir que todo es cuestión de tiempo. A unos les llega en la adolescencia y a otros, simplemente, no les llega.
    En mi instituto veo que los profes de Literatura andan como tú. Pero la Literatura no es algo obligado al ser humano, como no lo es la música, y por eso, veo que se alegran cuando alguien de entre las docenas de alumnos que tienen abraza la Literatura. Por eso te digo que la Literatura sigue igual que siempre, y es que este noble arte es un arte minoritario, por lo cual no se puede pretender la universalización de sus delicias.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Como habrás podido comprobar, yo nunca fui un buen estudiante. En el Bachiller aprobaba todo en Septiembre, excepto Latín y Griego. Un día nos mandaron traducir los latines de un libro que seria más tarde un best-seller, "El Nombre de la Rosa"; esa fue la tecla que acciono mi interés por la lectura. Allí empezó mi ansia casi enfermiza por leer. Cuando deje de estudiar, he leído los libros que me obligaban y que no leí en el Instituto; (hacia los comentarios de texto sin leerlos, leía otros comentarios y sobre eso escribía, con eso aprobaba). Al día de hoy, soy comprador compulsivo de libros, disfruto de la lectura como una de mis mayores pasiones. El legado que el profesor Juarros de Literatura y Doña Socorro de Latín, creía perdido, no lo fue (o eso creo) y al día de hoy disfruto de la lectura, me gusta aprender frases en latín y nunca estaré lo suficientemente agradecido a estos profesores. Hay semillas que parecen que no fructifican, sin embargo lo hacen, su floración puede ser más temprana o más tardía, pero si no siembras, nunca recogerás nada.
    Cuando digo que han fructificado conmigo, lo pienso así, aunque mi nivel de redacción sea mediocre, puntué mal y cometa muchos errores; disfruto plenamente con un libro y para mi eso, es lo importante. Cuando los libros ensanchan el espíritu y eres capaz de soñar despierto leyendo un libro, es impagable esa sensación, es magia.
    Un saludo y paciencia...ante todo mucha calma, no tengas tantas prisas como tus alumnos...
    Un saludo, de un alumno agradecido a sus profesores veinticinco años más tarde.
    Si ellos leyesen esto, seguro que no se lo creerían, pero es verdad.

    ResponderEliminar
  25. No puedo responder a tantas preguntas inteligentes, llenas de sentido y hondura, existenciales.

    Lo único que te puedo decir desde la más profunda empatía, Joselu, es que yo me hago las mismas preguntas que tú todos los días acerca de la enseñaza de mi materia, inglés, y encuentro que mis respuestas al "¿Se puede...?" son mayormente negativas, y las visiones y sensaciones que comparto con mis colegas son similares.

    Hay un deseo de dejar de ser el apostolado que éramos los docentes en otros tiempos, estamos llenos de desesperanza y no nos sentimos valorados ni mucho menos respaldados.

    Claro, yo hablo desde mi realidad argentina, que será probablemente diferente a la tuya, aunque ciertos aspectos que tú mencionas aquí son parte del mundo globalizado y la modernidad líquida en la que todos flotamos.

    Hoy aparece un reportaje que se le hace a Zygmunt Bauman en la revista dominical del diario Clarín, quien seguramente ha de inspirarme a escribir alguna otra entrada, ya que las voces de las mentes como la de este hombre y como algunos de los escritores que tú citas en tu entrada son mi debilidad cuando noto que se hacen eco de mis pensamientos y mis vivencias allí donde las dejaron para siempre, estampadas en tinta por sus plumas en papel.

    Y entre muchas cosas riquísimas, este pensador dice: “Hoy Marx diría: "Un fantasma recorre el mundo, el fantasma de la indignación."

    La indignación es el sentir que más me cabe, y que creo enturbia un poco nuestra mirada de lo que se puede y lo que no se puede en nuestros fantasmagóricos tiempos de tremenda incorrección política.

    Voces que se alzan en hartazgo ante su propia pobreza cultural porque: "(...) la estafa del prometido efecto derrame de la opulencia en la cima hacia las bases de la pirámide social ya ha quedado expuesta, pero las víctimas colaterales del gran engaño (...)" estamos penando aquí, ante tanto sinsentido, pasmados y aturdidos por un consumismo tan exacerbado, la absoluta imprevisibilidad y falta de certezas y valores en lo moral, así como la pestilente chatura cultural de nuestros tiempos de liquidez.

    Tal vez sea que se nos ha caído el velo y hemos descubierto que no hay interés genuino en que nadie aprenda ni comprenda demasiado nada: no les conviene tener un pueblo bien educado a los poderosos de turno...

    Más fácil es gobernar a gente que no se esfuerza por pensar ni comprender más allá de lo superficial, de lo inmediato, que se conforma con el fútbol por TV, o con muchas señoritas bonitas medio desnudas y muchachos musculosos en paños menores bailando la danza del caño, y jóvenes que desperdician su tiempo vital en encuentros fugaces y juegos virtuales, series y películas americanas de vampiros, nocturnidad, desenfreno y alcohol. Gente que compra de todo con tarjeta de crédito, en cómodas pero letales cuotas, porque hoy "ser es tener", y así se enriquecen algunos pocos que siempre salen favorecidos.

    Yo, como tú hoy, tampoco estoy más que para muchos "No" por respuesta.

    ¡Un saludo cordial!

    ResponderEliminar
  26. Interesantísimo el tema que planteas y, por cierto, los comentarios están a la altura del debate; aportan puntos de vista diferentes argumentando sus posturas. A ver si yo también puedo aportar algo.
    Primeramente, recomendaría leer/releer una obra fundamental en la crítica cultural, y que no ha llegado, por regla general, al profesorado: Sociodinámica de la cultura, de Abraham Moles, Paidós 1978 (supongo que habrá reediciones). En ella, el teórico francés crea el concepto de cultura mosaico frente a cultura humanista (que ha sido el referente para la educación formal en el siglo XX). Plantea que la existencia de un canon ordenador, en una época dominada por los medios de comunicación, con la fragmentación de discursos, ya no es posible. Nuestros alumnos, como bien dices, Joselu, no pueden asimilar esa cultura humanista, ya que no disponen de una red conceptual previa que les permita incluir los nuevos conocimientos; organizan su bagaje cultural de manera estanca, sin demasiada relación; allí cabe todo, pero quizás nada está ordenado ni conectado: es decir, lo contrario a una enseñanza histórica de la literatura, en la que una época se explica por contraste o evolución de la anterior, y anticipa los cambios posteriores.
    Si a esto añadimos la dificultad para leer textos de cierta complejidad y la abundancia de estímulos momentáneos y fragmentados, enseñar literatura desde una perspectiva histórica se convierte en una tarea imposible. No es derrotismo, es reconocer el cambio cultural que nos afecta. ¿Qué hacer? Tú has realizado alternativas muy bien elaboradas; quizás seguir por ahí, investigando y renovando la práctica.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  27. Joselu, simplemente no te creo. En otras ocasiones hemos discrepado, hemos coincidido, me has enseñado aspectos de la realidad que desconocía, me has hecho disfrutar mucho de poetas, de escritores, de artistas desconocidos para mí... Pero ahora no te creo, no te puedo creer, no te quiero creer...
    La Gramática no ha muerto, la Literatura no ha muerto -y lo sabes- y volverás a dar clase de Literatura -lo veo- como volverán las..., lo verás, lo veremos...

    ResponderEliminar
  28. Hola,
    Me reitero en la idea que te he comentado en el post del artículo publicado en Tres Tizas.
    ¿Acaso antes "nosotros, que no somos los de entonces", sí apreciábamos la literatura cuando teníamos 15 años?
    Me temo que no, querido Joselu y te lo digo con el corazón en la mano y sintiendo mucho tu derrota y tu pesimismo. Creo que a veces necesitamos coger distancia, descansar para poder ver las cosas desde otra perspectiva.
    La creencia de que "cualquier tiempo pasado fue mejor" como ya dijo Jorge Manrique está muy presente entre muchos docentes y aunque no niegue que hay un fondo de verdad,lo es a medias. Los alumnos de BUP no son los alumnos de bachillerato. Antes llegaban unos cuántos, ahora llegan casi todos.
    Antes se daba la literatura en todos los cursos; hoy en día no. Antes había tres horas de lengua y tres de literatura; hoy en día no.
    Claro que no podemos explicar la literatura como antes,porque nada tiene que ver la realidad actual con la de hace unos años.
    Tú comentabas que lo que algunos docentes hacen con sus trabajos es darles pequeñas píldoras endulcoradas al estilo Walt Disney. Yo lo veo un comentario un poco simplón y casi te diría que naif, pero no exento de cierta gracia. ¿Acaso esas actividades no sirven para acercarles la literatura? las tareas presentadas, la gran mayoría pertenecen a la ESO. ¿No crees que cuándo lleguen a Bachillerato no tendrán unos conocimientos mínimos?
    Haz la prueba.
    ¿Realmente crees que son experiencias superficiales? ¿qué es hacer sociología barata?
    ¿Realmente la literatura es para inadaptados? ¿qué la culpa es de internet? ....
    A veces un descanso, nos viene ver para poner distancia y verlo todo de otra manera. Es una pena que no hayas podido asistir al Congreso porque han salido ideas muy interesantes como que la literatura existe y está ahí, solo hay que salir a buscarla y presentársela. Guiarles y acercársela. Uno de los proyectos que se mostró que pertenece a la Fundación del Instituto Libre de Enseñanza, consistía en que los alumnos de Bachillerato trabajaran a partir de las revistas de la Generación del 27. Se trataba de que investigaran y realizarán un trabajo.
    Unos presentaron a un poeta llamado José María Quiroga Pla. Este grupo, formado por 4 alumnos, buscó datos, selección poemas, al ver que no existía nada en la viquipedia lo incluyeron etc. Realizaron un magnífico trabajo (la dirección es:http://campo.fundacionginer.org/jose-maria-quiroga.html) de investigación sobre el tema, selección de poemas,trabajo colaborativo, exposición y creación que creo que demuestra que literatura está bien viva.
    De nosotros depende despertar en ellos las ganas. No es fácil, pero no creo que haya que renunciar.
    Yo a su edad, simplemente, tampoco entendía porque tenía que leer esos tochos que no entendía. Ni despertaban en mí ningún tipo de sensibilidad estética ni nada. Pero supongo que creó un poso y con los años, todo aquello que me contaron, despertó.
    De eso se trata" cuando desperté el dinosaurio todavía estaba alli."
    Ojalá encuentres una fórmula mágica que despierte en tí las ganas, el deseo de volver a compartir tus ganas de enseñar literatura. No dudo que así será y que lo compartirás con todos nosotros.
    Si al final se hace el encuentro de profes de lengua ya sabes que esa puede ser una línea de trabajo: ¿cómo explicar la literatura a los nuevos jóvenes? entre todos a lo mejor damos con la fórmula mágica. Si es que existe. Saber qué hacen otros docentes, probar, compartir, ampliar..puede ser el principio.
    Un saludo,
    MARU

    ResponderEliminar
  29. Joselu, yo creo que tu percepción no es errónea. El mundo en que vivimos es como tú lo describes, y resulta complicado realizar cualquier tarea que requiera atención, análisis, reflexión o, simplemente, intimidad. Sin embargo, creo que algunas de las preguntas que te haces no están suficientemente contextualizadas. ¿Tú crees, de verdad, que se puede plantear una obra como "El Cantar de Mio Cid" solo desde la perspectiva de la violencia de género? Evidentemente, no. En mi caso (supongo que haces la mención por lo que he publicado en mi blog) hemos leído otros fragmentos y hemos tratado el Cantar desde otras perspectivas, incluso desde la de sus valores literarios. Tampoco creo que todo acercamiento que hagamos de la literatura clásica a la realidad sea un error. A mí "La Odisea" o "El Quijote" me parecen obras maravillosas. Y es así porque me conmueven, en todos los sentidos. Si me conmueven a mí, ¿por qué no le puede pasar a otros? Y si les deja fríos, ¿pasa algo?. A mí me sucede con otros clásicos: simplemente, no me gustan. Siempre he tenido muy claro que el hecho de que me gusten a mí no implica en absoluto que les tenga que entusiasmar a ellos.
    En el segundo trimestre voy a leer el Lazarillo. Siempre lo hago en 3º de ESO, aunque la última vez que di este curso fur hace cuatro, así que no sé cómo será la experiencia. No leo adaptaciones, pero lo leo en clase. Es necesario que un profesor guíe estas lecturas: ¿cómo vamos a ponérselo en las manos y a decirles "esto tiene que estar leído en tres semanas"? No pretendo que les parezca tan maravilloso como a mí,
    es más, entiendo perfectamente que le importe un bledo. Algunos, además, tendrán muchas dificultades para seguirlo: han llegado hasta este curso, pero les falta competencia, eso de lo que habla Antonio. Supongo que habrá diferentes lecturas e interpretaciones. Habrá a quien le interese y a la mayoría probablemente se le habrá olvidado el año que viene.
    En cuanto a lo de darles pildoritas azucaradas, probablemente tengas razón. Creo que en muchos casos ofrecemos la cara más amable de nuestras clases, las redacciones mejor valoradas, la actividad que más satisfacciones nos ha dado. También nos equivocamos y, a veces, quizá por esa corrección política de la que hablas, no siempre levantamos del todo el velo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  30. es peligroso rendirse, pero entiendo el cansancio, tiene que ser frustrante, pero sabrás que no es algo personal, sino generacional.

    pero, si no confiamos en el ser humano, ¿qué nos queda? Al menos en una serie de seres humanos.

    ResponderEliminar
  31. Se pregunta usted, de forma algo retórica:
    ¿Es posible entender el “Cantar de Mío Cid” a la luz de la violencia de género?
    Y la evidente respuesta es que sí, que sí es posible, pero hay que saber abordarlo docente y decentemente; y además es posible hacerlo sin alterar los textos clásicos.
    Al mismo tiempo, en cuanto usted logre entender que Celestina es realmente una "bruja" y que, por lo tanto, es una mujer transgresora a la que ni la Iglesia ni la sociedad van a permitir existir, tendrá usted otra vía abierta para trabajar la violencia de género a través de la literatura, constatando que las mujeres, precisamente por su inteligencia, son objeto de violencia masculina.

    Ahora bien,es posible también que de lo que realmente usted trate ahí es de su propio declive o de sus propios fracasos y dificultades en la enseñanza de la literatura, mientras que lo que usted pretende hacernos creer es que la enseñanza de la literatura decae, cuando no es así.

    ResponderEliminar
  32. Hola Joselu. Estamos en un periodo en el cual muchas personas leen nivel 4, algunos pueden leer nivel 6 y los mas privilegiados leen nivel 12... el resto de la poblacion mundial solo pueden leer su informacion personal. Esto es perfecto, porque dichas personas no pueden leer para cuestionar, asi que no hay necesidad de quemar libros, como sucede en Fahrenheit 451 (Ray Bradbury)

    -hope remains-
    "When the power of love overcomes the love of power, the world will know peace." - Jimi Hendrix

    Y tu clase de Literatura estara repleta de estudiantes

    ResponderEliminar
  33. Solamente comentar que, por curiosidad, he buscado en el perfil de Maru y he dado un vistazo a sus infinitos blogs. ¡Guau, esto es trabajar! De momento me he suscrito a uno de ellos, para tener a mano su referencia, pero tal vez me suscriba más tarde a todos los demás (tengo hijos estudiando).
    Os recomiendo dar un vistazo.
    Saludos a todos y mi admiración a Maru.

    ResponderEliminar
  34. ¡¡Buufff!! JOSELU ¡¡lo que tienes aquí!! :-)

    Yo también me subo al carro jajaja a ver si puedes con todos ¡¡ánimo, tú puedes!!:))

    ¿De verdad te desesperas suponiendo que porque a unos niños de 16 o 17 años ni les interesa, ni emociona, ni llega el Cantar de Mío Cid, La Celestina, Doña Perfecta de Galdós o Cinco horas con Mario... la literatura ha muerto?

    Bien, mi querido JOSELU prepárate para ir a un montón de funerales, según tu teoría resulta que la música, la pintura y el arte clásico en general, también han muerto;-)

    Dudo mucho que a esos mismos niños les intereses o emocione ESTO -es del siglo XII como el cantar del mío Cid-? y mucho menos ESTO que es del siglo XX, como Cinco horas con Mario... ¿y a ti? ¿te emociona a ti?...

    Ahora escucha ESTO, que también es del XX...¿mejor verdad? :-)


    Ellos ahora están en ESTO ¿te emociona a ti esto?


    Colócales en el claustro del monasterio de Silos, o ante Mondriani, Kandinsky o Barceló ¿crees de verdad que lo entenderían y les emocionaría?

    ¿Qué pensarían los profesores de música y arte según tú? ¿ ha muerto todo, todos para casa?:-)

    ¿Qué quiero decirte? la historia de la literatura, como de la música, como el arte en general, no es, ni ha sido nunca apta para todos los públicos, cada uno tiene sus gustos y su sensibilidad... dependiendo de cómo la eduques puedes llegar o no a disfrutar y conectar con unas cosas u otras...

    Aprender JOSELU, no es disfrutar, ni conectar, es... otra cosa. Es duro, árido y trabajoso casi siempre, sieempre ha sido así, no sólo ahora. Pero sólo si recorres ese camino llegas a disfrutar del arte en general.. Necesitas un bagaje que te ayude a gestionar lo que lees, escuchas o ves, sin los cuales, jamás llegarás a apreciar nada...

    Creo que un profesor, tiene que poner la percha e indicar las opciones que tienen de vestuario, explicando para que sirve cada cosa... luego, lo que cada alumno cuelgue en ella, guarde en su ropero y cómo se vista, es cosa suya, no tuya. No fracasas porque no les guste toda la ropa, fracasas si ni siquiera consigues que conozcan su existencia. Ni ellos se vestirán jamás como tú, ni tú como ellos ¿tiramos la ropa que no les gusta también?:-)


    Un beso muuy grande pesimista feliz:-)

    ¡¡ Mira que eres tremendo tú!!..espero que consigas reírte con todo esto... ¡¡hazlo, por favor!! ¿vale?:))



    Feliz semana.

    ResponderEliminar
  35. Con que consiga que un alumno me diga que le ha gustado la lectura obligatoria que he escogido, o que quizá haga filología en el futuro, o que el Romanticismo le parece un movimiento genial, o que el amor y las pasiones en la Celestina son interesantes... me doy por satisfecho. Yo hice filología hispánica... probablemente porque tuve varios profesores geniales!!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  36. Hola amigo,
    Comprobarás que estaré un tiempo sin comentar.
    Me desanima mucho comprobar la decadencia de la enseñanza en España.

    Lo llevo muy mal y leer todo esto me deprime.Lo siento, pero eso sí valoro mucho tu aportanción al debate educativo.

    ResponderEliminar
  37. Habrá que empezar a admitir que nuestros alumnos no somos los niños o jóvenes que nosotros fuimos. Y, a parte de aquí, preguntarnos qué necesitan.

    ResponderEliminar
  38. Yo no estoy de acuerdo con tu punto de partida y, por lo tanto, con lo demás.
    Creo que la literatura y el arte en general no han sido necesarias nunca. A ningún griego ni hambriento ni ahíto le hizo nunca falta oír a Homero; y, sin embargo, a muchos de ellos les hizo felices, como me ha hecho a mí leerlo. La literatura, la pintura y lo demás no son imprescindibles para vivir; pero hacen la vida más llevadera y crean nuevos mundos en nuestra cabeza y en nuestro corazón. Cuando esos mundos se comparten, se crean identidades compartidas, lo más hermoso que puede haber.
    Por otra parte, la literatura no es solo Homero, La Celestina, El Lazarillo y Macbeth; también hay literatura actual (a menundo deplorable, pero como siempre lo ha sido) que puede conectar con ellos, aunque casi nunca lo consiga.
    En lo que estoy radicalmente de acuerdo es que las obras son las que son y como fueron creadas, y leerlas desde nuestro punto de vista es mandarlas al garete, matarlas, prostituirlas, despojarlas de su sentido. Entender la comedia romana exige aceptar que había esclavitud y que a los niños a veces se les exponía, por horribles que nos puedan parecer esas cosas (y encima para hacernos reír). Es hacer trampa aprovechar eso para decir que es muy feo esto o lo otro. Aparte, una cosa es adaptar un poco la ortografía del Quijote para que la norma actual no se vea aún más debilitada; otra cosa son esas adaptaciones sin cafeína que ni se notan ni traspasan. Solo he visto una que valiera la pena, y era porque era extraordinariamente fiel al texto original; solo cambiaba alguna palabra suelta que otra para evitar el constante acceso al diccionario. El resto estaba un poco modernizado y santas pascuas. Quiero decir que donde el original dice "¡hideputa!" el adaptado dice "¡hijo de puta!". Y arreglado.
    Yo, que sigo enseñando (o intentándolo) literatura, creo que a menudo pierdo el tiempo. Pero sigo adelante porque a algunos les daré alegrías y métodos de comprensión del mundo; a otros, una base cultural que queda ahí y que tal vez germine más adelante. A otros no les daré nada, como no les daré nada de sintaxis, ni de comprensión de textos ni de nada, aunque aprueben con un cinco pelado en junio. De la misma manera, otros no podrán darles nada de física, ni de sociales, ni de inglés, por mucho que se dejen sus santos cuernos. Pero hay que dar la guerra en vivo, por mucho que se haga tan dolorosamente necesaria una reforma integral, total, de la educación en España, que educa a niños del XXI con métodos que, como poco, son de principios de los 80 (y es peor si tenemos en cuenta que occidente y el mundo en su conjunto han cambiado más en 15 años que en los 60 o 70 previos, los más revolucionarios hasta ese momento de la Historia).
    Saludos y perdón por el rollazo.

    ResponderEliminar
  39. Qué interesante tema, aunque teñido de pesimismo muy realista, por desgracia. Tienes además unos comentaristas de lujo, ya ves que la literatura nos interesa a muchos y confío en que tarde o temprano nuestros alumnos lleguen a disfrutar de los maravillosos textos que nosotros les acercamos o proponemos.
    Ya te he dicho varias veces que uno de los grandes errores del sistema educativo actual es haber renunciado al rigor de los textos originales para hacer más comprensibles los clásicos a los chavales. Proliferan las adaptaciones, algunas realmente pésimas, para que las nuevas generaciones conozcan a los grandes autores. Muy a mi pesar, debo reconocer que a veces las empleo como mal menor. En 6º de Primaria aún tienen un dominio del lenguaje bastante deficiente, y no soy capaz de poner remedio a este mal, por mucho que lo intente. Hemos preferido rebajar el nivel de los textos en lugar de subir el de los lectores, craso error, pues seguimos quejándonos de la pobreza de su expresión en lugar de exigirles que aprendan un vocabulario rico y preciso. La verdad es que a mis alumnos suele gustarles los libros que elijo, le animo a ir a la biblioteca, les llevo relatos que les resultan novedosos... No me gusta mandarles trabajos porque prefiero que disfruten leyendo, no quiero que se lo tomen como una tarea ingrata. ¿Satisfecha? Pues... a medias. Soy consciente de la pérdida de la influencia y difusión de la buena literatura, pero es uno d elos signos de nuestro tiempo. Quizá pertenecemos a otra época, a un tiempo ya definitivamente ido.
    Por cierto, me ha llegado un correo diciendo que me has mencionado en Twitter, pero no lo veo. La verdad es que no lo uso, aún no he descubierto esos encantos que tantos pregonan.
    Un fuerte abrazo, colega.

    ResponderEliminar
  40. Pues para ser inadaptados, conozco a montones, dentro de los cuales me incluyo.

    Te entiendo, pero no quiero aceptar tus razonamientos y pienso que no son más que fruto de la derrota. O no. Pero así prefiero verlo. Por el bien de la humanidad.
    Será mi visión del bien de la humanidad sesgada, pero en ella incluyo a la literatura.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  41. Ya se ha dicho casi todo. Solo quiero manifestar que, hoy por hoy y a pesar de los pesares, me encuentro bastante distante de esa visión tan derrotista que puede ser originada por una circunstancia muy personal y localista. No sé...

    ResponderEliminar
  42. Me parece una visión interesante de la literatura, la literatura como arte, pero el problema creo que es el que ya alguien ha comentado, si los niños llegan a la ESO sin comprensión lectora ni ánimo a la lectura será imposible conseguir que aprecien los textos clásicos. Es como todo en el arte, un niño incapaz de amar la música no será capaz de emocionarse ni de comprender ni las mejores sinfonía de Wagner o Beethoven, y en cambio para otros serán como miel para los oídos nada más empezar los primeros acordes. Sin ganas de leer, sin ganas de aprender por mero placer, sin ganas de obtener conocimiento y sabiduría como fuente de recursos propios no se puede llegar a ningún lado, y mucho menos a apreciar la cultura. El fallo está más arriba, el fallo es el empobrecimiento educacional de las generaciones, al que contribuyen unas leyes educativas cada vez más permisivas con los vagos y maleducados, con una decadencia brutal de los objetivos de todos los cursos desde infantil hasta bachillerato. Es vergonzoso.

    ResponderEliminar
  43. En mi opinion creo que uno como docente nunca deberia enseñar la literatura como una catedra, ya que ésta no lo es, la literatura es un placer personal, una revolución unipersonal, un goce propio que no se enseña. A mi parecer algunos nacemos con ese gusto de saborear las buenas letras, de dejarnos mecer por las historias y seducir por tramas en continua resignificación, pero es eso. La literatura no es para todos y la escuela no puede ser el director de un gusto literario, creo que un escritor no se sienta a redactar un libro porque espere ser enseñado en un aula de clase, mas bien creo que la escuela puede hacer por la literatura cosas mas prudentes como crear rutas, describir la maravilla y multiplicidad de cosas que pueden ocurrirle a los seres de los que se escribe, ser la campaña publicitaria de un mundo que no nacio en la escuela y que nunca se podra encasillar en ella.

    ResponderEliminar

Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

Selección de entradas en el blog