He visto surgir con simpatía este movimiento de resistencia
frente a la depredación del capitalismo, el poder financiero, la hegemonía de
los especuladores, la supeditación de la política a los tiburones de Wall
Street; contra los recortes que afectan a las políticas sociales especialmente
en sanidad y educación.
Totalmente de acuerdo.
Pero rebobino. El tremendo superávit de los años de la burbuja inmobiliaria permitió
implementar políticas sociales porque el dinero fluía con facilidad. Los
agentes estatales, Hacienda y ayuntamientos, sacaban su tajada enorme -por
medio de impuestos- de esa compraventa de viviendas que engrasaba también a los
notarios, a los despachos de arquitectos, a las industrias y talleres
accesorios... El dinero era fácil. Los partidos políticos en el poder
inauguraban gozosamente polideportivos, universidades, centros culturales, aeropuertos,
líneas del AVE, exposiciones universales (Fórum de las culturas, Expo del
Agua...)
No nos podemos quejar de los partidos políticos porque, aparte de sacar algunos elementos su parte del pastel en forma de corrupción
(innegable), satisficieron nuestras ansias incontroladas de mejora, de viajar
desde nuestra provincia a cualquier parte, de tener un centro cultural de Arte Contemporáneo cerca de nosotros, de
tener festivales subvencionados y actuaciones gratis...
Todo funcionaba genial. Nadie protestaba. Nadie se indignaba
ante esta lógica. Sobraba el dinero. Los jóvenes de dieciséis años se ponían a trabajar en la construcción y
sacaban más dinero que los profesores que les habían dado clase y pronto tenían
un vehículo a ser posible BMW. Nunca se habían matriculado tantos coches como en estos años. La
industria automovilística también estaba engrasada.
Nadie decía nada. Y menos los partidos de izquierda.
Sin embargo, el mundo que nos rodeaba era atroz. Pobreza,
explotación de países, miseria... Alteración del clima mundial que condenaba a
decenas de millones de personas a la emigración por las sequías y el cambio de
régimen de lluvias...
Pocas voces se alzaban para decir que esto no era posible,
que nuestro crecimiento estaba en el aire, que no podía ser, que vivíamos del
crédito que parecía infinito... La política parecía estar al servicio de la
felicidad de los ciudadanos que aceptaban los regalos como algo natural, como
si se hubieran merecido.
Los bancos hicieron su agosto facilitando créditos fáciles a
todo el mundo.
Entiendo las razones de la indignación, pero me hubiera
gustado haberla rastreado antes de ahora en que nos apercibimos de los fallos
del sistema cuando nos dan a nosotros en el pandero.
Los indignados
desean vivir en la planta que anhelen del edificio y no en los bajos, he oído
esto en algún blog.
¿Compartirían dicha planta con los somalíes, con los
inmigrantes subsaharianos que llegan a miles a Lampedusa y nadie los quiere? ¿Están bien las vallas de separación que existen para que no nos invadan?
¿Algún día se entenderá que todos aquellos derechos sociales
que teníamos y que ahora nos quitan o escatiman también formaban parte de la
distribución injusta del mundo? ¿O acaso porque parecía que nos los regalaban
eran nuestros por derecho propio?
Aplaudimos las primaveras árabes. Eran bonitas. No costaban
nada. Eran luchas contra la tiranía. Ahora el turismo en Túnez y Egipto se ha
hundido. Nadie va a ver esos maravillosos países que han luchado contra las
dictaduras.
Ha habido más de tres mil muertos en Siria por la represión de El
Assad y no he visto en ningún lado una referencia a ello, ni a la lucha de Yemen contra la dictadura. ¿Acaso la
izquierda piensa que queda fuera de sus intereses ideológicos o políticos?
¿O acaso somos solidarios y reivindicativos sólo cuando nos
quitan nuestras ventajas y servicios sociales?
¿O el 15-M debe crecer y ser consciente de sus limitaciones y contradicciones?
Oh, el dedo en la llaga, Joselu.
ResponderEliminarMe viene a la mente un amigo que siempre me dice: - Esto no va a cambiar, Vero, ¿desde cuándo nos bombardean con imágenes de niños hambrientos en África? ¿Y para qué? ¿para que pensemos que no es justo? No, no lo hacen por eso. Lo hacen para que pensemos, no te quejes, ellos están peor. Llevan así toda la vida, y su situación no mejora, sino todo lo contrario ¿por qué te crees que es?-.
Me acuerdo de la entrada que escribiste sobre la peli Hijos de los hombres. Y visto, vamos de cabeza, lo he pensado cuando has mencionado las vallas. Cada vez nos acercamos un poco más.
No sé, pero a mí me parece que no vamos a ningún lado sin eso, sin ser conscientes de las limitaciones, y las contradicciones. Si es que aún teniéndolas en cuenta vamos a algún sitio. Ni sé.
Besos.
p.s.: Esa foto es...
Los bajos no son la planta residual, Joselu, la de los indignos, que no de los indignados. Esos bajos no son un ghetto, no deben serlo, no quise (mal quizá mi forma d e expresarlo) decir que fuera un lugar para encerrar a nadie. Los anhelos son simbólicos, siempre. En esa visión de lo simbólico, de lo que se anhela y de lo que el esfuerzo procura, estaba mi pensamiento.
ResponderEliminarLos indignados, los que ocupan las plazas, los edificios, no son población aparte porque batallan para el comun de los ciudadanos, entre los que me incluyo.
El esfuerzo personal es el que hace que queramos un mundo mejor, incluído un mundo mejor para nosotros mismos.
Solo eso.
Un abrazo.
Ya lo creo que has dado en la llaga. En la primera movilización del 15-M, me indigné, nunca mejor dicho, contra una señora que, literalmente, dijo: "Esos de lo que protestan es de que no tienen dinero para un iPhone". Ahora creo que matizaría esa indignación.
ResponderEliminarAdemás, me revienta que esta exquisitez ideológica sea la que considera vulgar lo real (votar) y no se dan cuenta de que están haciendo, exactamente, lo que la derecha quiere.
Mucho tendrá que cambiar el sentido de la protesta para que vuelva a parecerme necesaria.
TIENES TODA LA RAZÓN DEL MUNDO
En correo, me he extendido (obligada, necesaria, gustosamente) un poco más
ResponderEliminarTe puedo asegurar que yo no fui uno de los generales que entregó la cabeza de Viriato a los romanos, pero, si te parece, le podemos pedir explicaciones al movimiento 15M, que, por otra parte, no han hecho sino rebelarse contra un estado de cosas de las que ellos son tan responsables como yo de la traición a Viriato. ¿O están detrás de la quiebra de Lehman Brothers, detrás de la colonización africana, detrás de sus descolonización? ¿Son ellos responsables de la guerra del Congo por el coltan? ¿Y del tráfico de armas? ¿Han puesto ellos a los dictadorzuelos al frente de los países que en los últimos tiempos han vivido las revueltas? ¿Han promovido la deslocalización de empresas? ¿Han robado las tierras a los somalíes para promover la agricultura extensiva? ¿Están detrás de las flotas que esquilman los caladeros del Golfo Pérsico? ¿Acaso hicieron fracasar Mayo del 68? ¿Organizaron el golpe de estado en Chile? ¿La construcción y caída del muro de Berlín? ¿Hicieron ellos nuestra transición? ¿Compraron casas en ese período de auge inmobiliario presumiendo así de riqueza? Podíamos seguir. Pero no creo que estas preguntas haya que planteárselas al 15M, son preguntas para hacernos ante el espejo, ellos han llamado en nuestras conciencias y han dicho: basta, otro mundo es posible. Preguntémosles, eso sí: ¿a qué mundo os referís? Quizás digan que no lo saben, porque ellos, entre otras cosas, también se mueven en un mundo de dudas y no son, desde luego, un movimiento homogéneo donde impera el pensamiento único. Saben que esto no vale, por razones que tú mismo en esta entrada has dicho, es decir, porque es un mundo radicalmente injusto, donde todos los instrumentos que hemos venido usando para entendernos y gobernarnos han sido prostituidos: la democracia y la libertad están enfermas. Te dirán que sólo saben que esto no vale. Por muchas razones: por ejemplo, el hambre que denuncias, porque el hambre es una necesidad estructural del sistema en el que vivimos para que este sistema perviva. Como las guerras, otras necesidad estructural para reequilibrar y redistribuir el sistema. Han fracasado otras revoluciones, otros movimientos anteriores, pero no los hagamos responsables del fracaso de un movimiento que aún trata de encontrarse y que sólo pide cómplices, reflexión, ideas,... No han surgido espontáneamente, claro, ningún movimiento es espontáneo, ni siquiera las setas tras la lluvia, tiene que haber esporas en la tierra y este movimiento surge de viejas esporas muy diversas: el decrecimiento, el marxismo, los verdes, la teología de la liberación,...
ResponderEliminarEn fin, disculpa, pero creo que la mejor aportación que podemos hacer es la reflexión y la contribución a encontrar respuestas. Todavía no han cometido un delito, no los sometamos a juicio. En todo caso, su único delito ha sido golpear en las conciencias diciendo: ¿qué estáis haciendo?
Hasta ahora, nuestras respuestas, las nuestras personales e individuales, la de los sindicatos, las de la izquierda, han sido más de lo mismo, de las viejas escuelas caducas que conducen a la destrucción del mundo. Claro que hay otros caminos al margen del progresismo, la acumulación de riquezas, el consumismo,... Algunos están dichos desde hace muchos años, pero no les ponemos atención. Quizá porque los medios que ponen en candelero las ideas y las noticias están imbricados en el sistema.
Matizo (tu estupenda entrada me ha pillado en un momento de especial indignación, justo después de una asamblea de huelga, que no es moco de pavo): lo que ya consiguió, y bien conseguido, el movimiento 15-M es abrir una brecha en la inocencia de mucha gente que daba por irreversible una situación injusta. Gracias a ellos, y creo que esto es verdad, empezamos a darnos cuenta de que el ochenta por ciento de los parlamentarios no dependen de nuestros votos sino de su jefe. Son profesionales que nunca se juegan nada, y sus méritos para seguir siéndolo suelen ser la astucia y el pasilleo, sobre todo en partidos tan esclerotizados como el nuestro.
ResponderEliminarTampoco hace falta ser muy listo para darse cuenta de que las cosas no se cambian sentándose en el suelo. Daría mi aprobación al 80% de las propuestas del movimiento, incluso al 90%. En lo que no estoy de acuerdo es en el método. Incluso para los fines globales de los que tú hablas es necesaria la herramienta del sistema. Si no, es inútil.
Si es un movimiento democrático, debe cambiar la democracia desde dentro de la democracia, presionar con arreglo a su presencia real en las instituciones. Es, creo, solo eso lo que me separa del movimiento: su negativa a integrar su activismo en un sistema capaz de conseguir que los demás nos podamos unir a él. Así, y lo digo con desánimo, sólo se escriben autobiografías novelescas, pero no se cambia nada. Y menos donde de veras hace falta con extrema urgencia, que, como tú dices, no es precisamente aquí.
V., recuerdo aquella entrada titulada La pastelería, hoy la he vuelto a leer al igual que tu comentario hace dos años y medio. Ya hace tiempo que nos conocemos y nos seguimos, desde mundos paralelos.
ResponderEliminarLa primera labor intelectual es desconfiar de nosotros mismos. Entiendo la buena fe de tantos y tantos participantes en las marchas del 15-M, pero eso no impide que desde aquí o desde cualquier otro lugar no se les estimule a crecer.
Y sí las vallas son algo que nos da seguridad, la de no ser invadidos. Pedimos a nuestras autoridades que actúen con contundencia. No sé si es bueno o es malo, pero en nuestro debe y haber, tenemos que reconocerlo.
Saludos, Vero.
Bernardinas, el otro día no pude asistir por motivos familiares a la marcha de Barcelona. Lo sentí porque me lo había impuesto frente a mis dudas. Luego cuando empezaron a llegar las noticias de las convocatorias en todo el mundo, comencé a leer blogs en los que se percibía un estado próximo a la euforia ante la fuerza del movimiento. Paralelamente en la portada de El País se leía que los sondeos de opinión daban una horquilla al PP de 185-190 escaños. Tome conciencia de que puede vivirse de alguna manera en los mundos de yupi si no se es consciente de la realidad, y la realidad es que la derecha más cerril acecha para tomar el poder en Estados Unidos, en España y en todos los sitios. No sé si deberíamos plantearnos qué hacer ante ello. Me temo que las marchas de decenas de miles de personas no van a impresionar a los tiburones financieros, ni a la derecha, ni a Wall Street. Están bien, pero el movimiento puede quedarse en nada. Ya hemos llegado al máximo de expresión en el ámbito mundial. ¿Y ahora qué? El 20-N tendremos la respuesta en tanto que parte implicada.
ResponderEliminarMe cuesta también dirimir mi voto, mucho, pero #nolesvotes, no pienso que sea el camino más acertado para intervenir en política dado que esta es lo que es y no lo que nos obstinemos en imaginar como en un cuento de Augusto Monterroso.
Joselu, amigo, quiero felicitarte por tu oportuno y acertado artículo. Yo lo suscribo al cien por cien; repito, lo suscribo, pese a que normalmente vemos algunas cosas de distinta manera. Si me permites, añado una ideílla: ese llamado "movimiento", aparentemente surgido para remover las bases del edificio capitalista y para que germine un mundo nuevo, es en realidad otra cosa muy distinta y menos elevada, es una movilización (que se diferencia bastante de movimiento) destinada a influir en las elecciones del 20 de noviembre. Un comentarista anterior se pregunta por qué no explotó antes, en la época de bonanza. Le recuerdo que, poco antes de unas elecciones, también detonó algo, pero en el sentido literal del término. Naturalmente, y pese a todo, prefiero los 15, de mayo u octubre, a los 11 de cualquier mes. Salud(os).
ResponderEliminarJuan Navarro, has escrito que no les hagamos responsables de todo lo que ha sucedido o sucede en el mundo desde los tiempos de Viriato. Correcto. Has escrito que lo que necesitan son ideas, cómplices, reflexiones para intentar definir qué quieren y por qué, y por dónde ir, porque tal vez no lo sepan.
ResponderEliminarEsto era exactamente lo que pretendía este post. Aguijonear a un movimiento que no puede pretenderse "inocente" en un mundo que se estremece. El movimiento no es responsable de la guerra del coltán, pero nosotros que participamos en él, sí que somos beneficiarios de aquello. No somos sólo víctimas como se pretende en la visión incontaminada que ofrece el movimiento como si acabara de salir de la concha de Afrodita. Nosotros como ciudadanos de este primer mundo que juega en la división mundial somos beneficiarios de este desorden planetario. Tomar conciencia de ello es bueno, porque sin importantes renuncias, y digo importantes el planeta no se reordenará. No basta la buena intención y el sentimiento de rechazo que representa el 15-M. También hay que empezar a definir que es lo que queremos y cómo queremos conseguirlo.
Hoy hay una entrevista bastante interesante que imagino que has leído. Te la enlazo ZIGMUNT BAUMAN En ella se reflexiona sobre el movimiento del 15-M. Está bien.
Precisamente porque quiero que tenga perspectivas mayores que a las que se ve abocado, que no son demasiado brillantes como sucede si nos dejamos llevar por la euforia.
Buenas preguntas. Contradicciones reales. Paliza merecida.
ResponderEliminarAún así, todo movimiento se mueve dentro de un marco de acción determinado, que le hace autista a otras demandas.
Lo más peligroso es que su pretensión de apartidismo y pluralidad programática lo hace susceptible de manipulación externa. Además, no hay por ahora algo más que un ethos, un aroma de familia. Ciudadanos protestandso por defectos políticos que no tienen solución rápida y requieren un debate sereno. Por otro lado, el 15-M no es aún un grupo de presión social; se circunscribe en el ámbito de sensibilización y happening colectivo.
A no ser que busquen formas más sólidas de acción, más allá de la protesta pública, el eco de su voz irá cansando a los profanos. No son pocos los que esperaban que de este movimiento social surgiera una propuesta de nueva izquierda. No será, por ahora.
La única forma en que el 15-M pudiera a comenzar a tener peso político sería que provocaran una huelga general de éxito, un colapso de los servicios públicos, una masiva manifestación de la ciudadanía. Por ahora, se queda en gesto de masas parciales, sometidas aún a la duda y sospechas del resto.
Un saludo, Joselu.
Cuando todo va bien, nadie reflexiona los excesos, todos, entre los que me incluyo hicimos de cigarra, nos olvidamos del principio de que las cosas adquieren valor en economia, cuando alcanza la categoría de ser un bien escaso. Pero el rastreo de los especuladores sin alma estan buscando un nuevo producto para enriquecerse, y esta vez puede ser tan grave como el inmoviliario, los alimentos, desposeen de las tierras a sus legítimos dueños, paises como Etiopía, Kenía,... estan vendiendo sus tierras por nada sin contrasprestaciones, y esto si que puede hacer un daño sin precedentes.
ResponderEliminarLos indignados deben de existir, debemos de decir basta ya, es un pequeño gesto, pero necesario.
El otro día viendo un película, creo que se llamaba Inside Job, donde explicaban clarito clarito, sin catedra en economía, el funcionamiento de la burbuja financiera, los informes de experto dando calificaciones de triple A, y cuando ves que Obama el cuerpo técnico que tiene en plantilla, todos y cada uno de ellos, formaron parte de una de las crisis mas importantes de nuestra era, te quedas sin palabras, a mi, si no hacía bien las cosas, me castigaban, aquí se premia, y lo peor es que el ser humano soluciona estos problemas radicalmente, y esa solución, la cual no quiero ni nombrar, puede ser un verdadero desastre para el mundo que ahora conocemos.
El sabado fui de manifestación, uno más entre los indiignados, porque todos tenemos alguna razón para estarlo, la mía es que me parece intolerable que no se les haya exigido responsabailidades penales a quienes han despilfarrado el dinero que no era suyo o han provocado, con sus demenciales especulaciones, casi el hundimiento del sistema. Sin pretender ser cínico, cuando acabó el guirigay del griterio me dije que estaba muy bien que estas demostraciones radicales transcurrieran por el centro de la ciudad, porque después de estar dos horas gritando contra el capitalismo -bueno, yo iba leyendo La interpretación de los sueños, que para eso daba el ritmo de procesión que llevabamos-, me daba tiempo a disfrutar de sus delicias, pues tenía que hacer unas compras en Decathlon. Bien sabes, Joselu, mis reticencias ante un proceso que opta por el procedimiento asambleario en vez de por el representativo, además de por el eslogan en vez de por el razonamiento extenso, pero entendí que me veía obligado moralmente a participar en una protesta de alcance mundial, como la del sábado. Quienes mandan han de saber que no sólo nos queda el derecho al pataleo, sino que, si nos ignoran olímpicamente, pueden desatarse dinámicas que pondrían en peligro todito el sistema. Como de la Historia siempre sacan lecciones quienes la leen sin sesgo partidista, no hay más que recordar qué eran los comunistas en tiempos de Lenin, antes de triunfar en Rusia: una pandilla de alborotadores con increíble determinación y fe en sus objetivos.
ResponderEliminarHe leído el artículo al que nos enlazas y me alegra coincidir con la sabiduría de la edad avanzada, curtida en la reflexión. Sí, las emociones son hermosas, pero no "mueven" el mundo, ni deben hacerlo.
Respecto del futuro electoral, y mirado con desapasionamiento, ¿no tendría que haber dimitido el gobierno del PSOE y habeer dejado paso a un PP que se quemara con las medidas impopulares? Zapatero se dejó llevar por el absurdo razonamiento de que los electores iban a primar la responsabilidad histórica frente a los descalabros presentes, lo cual era una contradicción tan imponente con el resto de su mandato, que no sé cómo no se han dado cuenta de que trabajaban para ponerle al PP la mayoría en bandeja. Sumémosle el hartazgo del chantaje nacionalista y nos salen las cuentas.
Vienen tiempos de vergüenza ajena, de tristeza, de sal en las heridas y de moho cutre.
Siempre hay que partir de la autocrítica. En este caso, la sociedad ha estado anestesiada con la época de bonanza. Si mañana volviera el crecimiento, ¿el 15 M se detendría? De la respuesta, la conciencia social adecuada.
ResponderEliminarRamón Besonías, la eficacia y encanto del movimiento del 15-M deriva precisamente de que no tiene cabezas, no tiene líderes conocidos, no emanan de él representantes. Como bien dices, es un ethos colectivo, se sabe en parte qué no se quiere, pero no se tiene nada claro qué se quiere y por qué. Su acefalia es su fuerza, pero también su mayor debilidad pues no le permite convertirse en un actor relevante en los términos en que acontece la política real. Puede pedirse Democracia Real y estar todos contentos con esa frase, pero ¿qué es democracia real? ¿Una que no esté condicionada por los mercados, una en que los seres humanos sean el centro de la acción política y no los poderes financieros? ¿Una que derive del sistema asambleario? Es fácil sentirse seducido por una conjunción feliz de dos términos (DEMOCRACIA y REAL) pero es mucho más difícil explicar en qué podría consistir. Por ello, había hecho hincapié en que nosotros formamos parte de un sistema en el que somos beneficiarios del desorden mundial. Ahora nos toca padecer (a algunos más y a otros menos), pero ¿qué pensábamos? ¿que las dificultades iban a ser siempre de los otros? Ahora también son las nuestras. Nuestra economía era un juego de tahúres, lo era toda la economía mundial. Sacábamos beneficio de la banca porque estaba de nuestro lado, pero ahora la situación es distinta. Hay que reflexionar sobre otras reglas del juego, y éstas pueden ser muy difíciles.
ResponderEliminar¿Dónde ponemos una fábrica de automóviles o de camiones? ¿En Marruecos para fomentar el desarrollo del país magrebí o en España? ¿Seguimos fabricando armamento? ¿Aceptamos las reglas que deprecian los productos básicos en los países de origen para que en Mercadona puedan estar baratos?
Es que, joder, cuesta, ser solidarios cuando nos ponemos a hacer números.
Saludos.
Ex-compi, efectivamente, África está en venta. Supongo que leíste este reportaje ÁFRICA ESTÁ EN VENTA
ResponderEliminarYo lo veo grave, muy grave. Países desangrados por guerras civiles, en manos de dictadores, venden a compañías extranjeras las mejores tierras para producir biofuel, en sociedades que pasan hambre o necesitan asistencia humanitaria.
Tengo la impresión de que la economía real se mueve en unos parámetros a los que no tiene alcance ni se lo plantea el ciudadano medio. Y eso también es asunto nuestro.
Y sí, cuando viene el verano y cantan las cigarras, todos nos ponemos a tono mientras en el mundo siguen ocurriendo calamidades a las que no se presta atención. Ésta es una.
Saludos.
Juan Poz, estoy de acuerdo contigo en que Zapatero debería haber dimitido o convocado elecciones hace un año y medio para que fuera el PP quien tuviera que aplicar medidas como las aprobadas. El PSOE nunca debería haber aprobado la jubilación a los 67 años. Es una vergüenza. Me sonroja pensar que ha sido la izquierda quien lo ha hecho. Que nos congelen o disminuyan el sueldo como lo hicieron, podría pasar, pero tocar el tema de la jubilación… o el congelar las aportaciones a los pensionistas…
ResponderEliminarZapatero se ha quemado, pero ha quemado al PSOE, a la izquierda e incluso a su designado Rubalcaba que no tiene campo de juego electoral. El PP, tan culpable como el PSOE, de la burbuja inmobiliaria y del paro subsiguiente, se lava las manos y dice "A mí no me miren. Ahí está Zapatero como responsable". Tardará mucho en ser reconstruida la izquierda en este país. Tres legislaturas al menos, y no sé siquiera si en Cataluña, donde yo resido, el PSC volverá a ser un partido de referencia. El zapaterismo lo ha quemado. No podemos decir que los culpables no hemos sido los que lo votamos. Pero eso sí, la crisis hubiera golpeado por igual si hubiera gobernado el PP. Es demagogia electoral presentarse diciendo que ellos son ajenos a lo que ha pasado. Mal asunto, Juan Poz, mal asunto.
Joselu, hoy pensaba yo en una posible entrada de mi blog, que no sé si conseguiré ordenar. Pero como enlaza con alguna de tus ideas, te expondré el maremagnum en que me muevo:
ResponderEliminarSe trata de algunas cuestiones que me parecen elementales, aunque se vean tan lejanas:
¿Se debe producir en el mundo otra cosa que comida hasta tanto toda la humanidad pueda alimentarse?
¿Tiene sentido producir ropa de alta, media o baja costura hasta tanto el resto de la humanidad tenga con qué cubrirse? Me encantaría un mundo en el que todos lleváramos ropa a lo Mao hasta tanto no podamos todos subir de escalón. También dejaríamos de clasificarnos por nuestra apariencia.
¿Tiene sentido que se fabrique un vehículo con más prestaciones que un 2 CV mientras haya mulas humanas que tienen que cargar hasta el agua que necesitan?
¿Podemos permitir la desvergüenza de universidades de la gula (en el sentido del lujo macarra) donde se discuta si se fríen los huevos con nitrógeno líquido o con aroma de platino?
¿Puede haber una diferencia de salario mayor del quíntuplo de lo que gane el que gana menos por su trabajo?
No es cuestión de renunciar personalmente al ipad, ipod o ipud, ni de dar limosna que calle la boca del socorrido. Es que simplemente no debemos producir ni poner a la venta productos de lujo o inútiles hasta tanto tengamos todos el nivel suficiente para permitirlo.
Acusan de genocidio a los dictadores que no les convienen, pero muerte y muerte cruel y verdadera es expulsar a los explotados de cualquier parte del planeta, que es tan suyo como nuestro.
Todo es cuestionable JOSELU, absolutamente todo.
ResponderEliminarNo hay ni un sólo movimiento social que no haya partido de una situación de hartazgo y no hay una situación de hartazgo que no se haya consentido e incluso alimentado en el pasado, por los mismos que se revelan ¿Es esto criticable? no lo sé.
Creo que los movimiento sociales tiene un desarrollo y un proceso parecido al vital, nace, crece, a veces se reproduce y muere. Pero el mero hecho de que nazcan es bueno... Cuestionar si debieron hacerlo antes, cuestionar si formaron o se beneficiaron de lo que ahora critican, no se si ayuda.
La autocrítica es imprescindible para no caer en la demagogia, en el fanatismo o en prepotencia de creernos en posesión de la verdad frente al resto, mejores que el resto, lo he visto tantas veces que me asusta suponer que alguna vez pueda caer en eso.Yo no me atrevo a señalar con el dedo a casi nadie, por no decir a nadie... y veo a tantos que se dicen tolerantes, solidarios, buenas personas, todos llenos de razón y derecho en sus feroces críticas, que me pregunto si se mirarán alguna vez al espejo y se verán ellos tan impolutos, coherentes y maravillosos.
Creo sinceramente que nadie lo es, todos somos un cúmulo de contradicciones, de buenas intenciones que se quedan en eso, nos autojustificamos constantemente y no perdonamos, ni admitimos justificación alguna a los demás... ¿en qué nos convierte eso?
Me resulta kafkiana esta locura en la que los dedos apuntan en todas direcciones siempre buscando culpables. ¿Por que no buscamos soluciones para variar? Hay una necesidad imperiosa de sentar en el banquillo a todo el mundo y me pregunto ¿para qué? ¿Cuantísimas veces criticamos la apatía de los pueblos que se dejan morir en medio de su miseria sin revelarse? ¿cuantísimas veces apoyamos una guerra semejante a otra, que antes hemos criticado? ¿cuantísimas veces encontramos razones para involucrarnos en asuntos semejantes a otros, que sin embrago hemos dejado pasar?
Bien, el 15 M es un movimiento que tiene fallos, carencias, contradicciones ( no creo en absoluto como alguno ha apuntado, que haya nacido con fines electoralistas, otra cosa es que se haya intentado usar así, por algunos) es una corriente crítica que carece de concreción e ideario, de liderazgo claro, siempre lo he dicho ¿pero que he hecho? NADA.
Quizá todos los intelectuales críticos, los grandes pensadores de este país se quedaron cómodamente sentados en sus butacas mientras suponían que unos pobre perroflautistas cambiarían la realidad que a todos nos asquea pero que no hacemos nada por cambiar... Quizá les hemos dejado solos, demasiado solos. Yo, insisto, he sido de esas, de las comodonas, por eso los que salieron a la calle siguen teniendo toda mi admiración, lástima que eso no les ayude en nada, sí, yo también soy culpable, todos somos culpables de lo que ocurre, no se salva ni Rita ¿ayuda la autoflegelación ? ;-)
No sé JOSELU, siento que hoy estoy siendo cáustica cada vez que te comento, espero que me perdones, sabes que te tengo mucho cariño y puede que sea eso, la confianza da asco. Perdón otra vez... ¿te puedo compensar en música? tú pide ¿vale? :-)
Un beso muuuy grande... prometo enmendarme... Creo:-)
Siempre he sido crítico con el 15-M, desde casi el principio. Estuve en la primera concentración que hubo en mi ciudad y no me gustó. Estudiantes, funcionarios y clases medias jugando a la revolución light, ofreciendo eslóganes de candidez que sonrojaba, mucha ingenuidad y mucha superficialidad. Incapaces de ver la auténtica realidad ni el funcionamiento real del sistema. Como bien has dicho, casi nadie lo criticaba en tiempos de bonanza, ahora de golpe se ha vuelto malvado, ruin y egoísta.
ResponderEliminarEste puñado de "idealistas vacíos" no saben contra quién se enfrentan: con paseos por la ciudad, máscaras y globitos de colores lo único que provocan en el capital y los mercados es la risa. Por mucho que ellos lo crean, aunque quieran una "democracia real", no representan para el sistema ninguana "amenaza real", son solo folclore.
Creo que tus afirmaciones con respecto a la posición de la izquierda son algo infundadas.
ResponderEliminarPor un lado, aunque el 15M tiene muchos elementos izquierdistas, dudo mucho que sea puramente de izquierdas, porque tiene algunas fallas políticas considerables que darían para larga discusión.
Por otro lado, la izquierda (la izquierda de verdad, la socialista, no la psoísta)llevaba mucho tiempo denunciando el ritmo y rumbo que estaban cogiendo las cosas (recuerdo leer artículos al respecto de finales de los 90 y principios de siglo), pero el grueso de la opinión pública parece que no se ha dado cuenta hasta hace poco (aunque siempre pienso que más vale tarde que nunca).
Aprovecho para felicitarte por tu blog y las reflexiones que haces en él. Hace mucho que lo sigo con cierta frecuencia, aunque hasta ahora no había comentado.
Un saludo.
A mi me pasaba algo parecido, yo dije algo así como: Son indignados de BMW, o como pudiste leer en mi blog, me cito xD: "No te quejes por tener menos dinero, INDIGNADO".
ResponderEliminarPero mira Joselu, o nos ponemos en acción de alguna forma o estamos reflexionando hasta que el dinero sea la única comida. Yo sinceramente pienso que los problemas internos son los primeros en tener que resolverse, ¿podemos cambiar el mundo? Alejandro Magno lo cambió (para bien o para mal), Gandhi lo cambió, Bin Laden lo cambió... si ellos pueden el pueblo en grueso también ¿no?
El espíritu crítico por supuesto tiene que surgir y no solo para mantener un maldito sistema de pescadilla, ahora voy y me muerdo la cola otra vez.
Un abrazo, y sí, también estoy de acuerdo con que el indignado no se merece un iPhone.
Un regalito Joselu, me llega via Facebook: http://politica.elpais.com/politica/2011/10/17/actualidad/1318808156_278372.html
ResponderEliminarCreo que tenía entre 9 y 10 años en la segunda legislatura de Aznar. Y creo que fue entonces cuando empezó a hablarse de la burbuja inmobiliaria, etc. Hace ya algunos años de aquello y era una cría pero recuerdo que la sensación que tenía cuando escuchaba hablar del tema era de que aquello era algo poco usual, que se acabaría. Que iba a explotar la burbuja oía comentar.
ResponderEliminarEvidentemente no puedo sentirme culpable de nada de aquello, ni podía elegir, ni podía quejarme como mucho podía ir cogiendo conciencia de la realidad y creo que lo hice.
Ahora puedo sentirme culpable o ser consciente de mi parte de responsabilidad en esto de ahora. Creo que todos tenemos la responsabilidad, en la medida que podamos, de hacer un lugar más justo el mundo en que vivimos. Sé también que por lo general esto acaba quedándose en buenas intenciones y bonitas palabras. Pues al final no nos planteamos demasiadas cosas en nuestras acciones diarias.
Entiendo tus preguntas… A las manifestaciones o asambleas cada uno va a título personal a representarse a sí mismo y su cúmulo de problemas e inquietudes. Desde el abuelo/a al que no le llega la pensión, el chaval anti-sistema o la mujer de 40 años que se ha quedado en paro y no encuentra trabajo…
Por el ambiente, las conversaciones con la gente y tal, cuando he estado en las manifestaciones, acampadas o asambleas he tenido la sensación de que realmente lo que quiere la gente es llegar a final de mes y tener la estabilidad económica que tenían.
Hemos dicho muchas veces que con este movimiento se han despertado conciencias. Yo no estoy tan segura. Es muy posible que si las aguas volvieran a su cauce, se volviera a crear empleo y desaparecieran las amenazas que sobrevuelan el estado de bienestar, esas mismas conciencias volverían a su letargo.
Y aún así, hay que salir a la calle, hay que quejarse, hay que indignarse, habría también que ir a votar el 20-N. Y probablemente también hay que prepararse sicológicamente para unos años tintados de azul(o más bien gris) o comprarse un billete a un lugar lejano para el 21N.
Me vino a la cabeza este fragmento de El túnel de Ernesto Sabato, aqui lo dejo:
“Yo me pregunto por qué la realidad ha de ser simple. Mi experiencia me
ha enseñado que, por el contrario, casi nunca lo es y que cuando hay algo que parece
extraordinariamente claro, una acción que al parecer obedece a una causa sencilla, casi siempre hay debajo móviles más complejos. Un ejemplo de todos los días: la gente que da limosnas; en general, se considera que es más generosa y mejor que la gente que no las da. Me permitiré tratar con el mayor desdén esta teoría simplista. Cualquiera sabe que no se resuelve el problema de un mendigo (de un mendigo auténtico) con un peso o un pedazo de pan: solamente se resuelve el problema psicológico del señor que compra así, por casi nada, su tranquilidad espiritual y su título de generoso.
Júzguese hasta qué punto esa gente es mezquina cuando no se decide a gastar más de un peso por día para asegurar su tranquilidad espiritual y la idea reconfortante y vanidosa de su bondad. ¡Cuánta más pureza de espíritu y cuánto más valor se requiere para sobrellevar la existencia de la miseria humana sin esta hipócrita (y usuaria) operación!”
Como siempre, un placer.
Pedro Ojeda Escuredo, creo que la burbuja fue una especie de espejismo compartido. Sabíamos que era imposible y que tenía un buen coste social y ecológico, pero quisimos cerrar los ojos… Todo era tan hermoso y parecía funcionar tan bien. Crecimiento infinito, créditos fáciles, endeudamiento… Ausencia de demasiada conciencia social salvo la de aquellos profundamente comprometidos. Ahora, afortunadamente somos más conscientes de las desdichas ajenas (desahucios…) Es bueno no olvidar, pero la indignación debería seguir existiendo porque el mundo no está bien hecho. Debemos profundizar en ello. Saludos.
ResponderEliminarAnimal de fondo, poco puedo decir a tu alegato. Es tuyo y se notan sus líneas absolutamente personales de tu perspectiva. Sin embargo, tengo la impresión de que lo que propones remite a un mundo socialista en que todo esté ordenado, planificado, determinado… Y la experiencia histórica que hemos tenido sobre ello no ha sido muy estimulante porque implica un nivel de coerción política, como sabes, que lo hace semejante a una tiranía.
ResponderEliminarLos jemers rojos en Camboya tenían muy buenas ideas igualitarias para igualar campo y ciudad, intelectuales y campesinos, trabajadores y empresarios… Y ya sabemos qué pasó. Estimo que no puede imponerse la "bondad" al ser humano. Sin llegar al extremo de Camboya, siempre ha traído malas -muy malas- consecuencias en el ámbito personal y político intentar hacer bueno al hombre por decreto.
Un abrazo.
María, no sé muy bien si escribes enfadada por lo que he escrito o qué quieres decir con tu "cáustico" comentario (como lo calificas).
ResponderEliminarMi mayor aportación al 15-M es esta, ya sé que minúscula o inoportuna tal vez cuando quizás requeriría una adhesión total y completa.
Pero me niego a asumir algo sin considerarlo críticamente. Me adhiero sin lugar a dudas al movimiento desatado. He participado en manifestaciones de barrio y en Barcelona y pienso seguir haciéndolo. El otro día no pude ir y lo sentí, porque me lo había impuesto.
De acuerdo con ese fondo emocional que nos lleva a confrontarnos a los bancos, al entramado financiero, al poder de los mercados y los especuladores… Vale, pero hay que ir más allá.
Algunos comentaristas hablan de que el movimiento del 15-M deja el flanco político al descubierto. Mientras nos dedicamos a imaginar otro mundo idílico en que los seres humanos serían eso sencillamente "humanos" sin estar supeditados a la economía, dejamos el campo libre a la victoria del PP, que va a ser arrolladora.
¿Y entonces qué? Hay algunos voluntariosos y optimistas pensadores que opinan que lo que va a pasar es que el electorado del PP al final se unirá a los indignados por las medidas que tendrá que imponer cuando lleguen al poder.
¿Se vive o no en los mundos de Yupi?
Creo que el movimiento del 15-M en algún sentido vive en una burbuja autónoma de la realidad porque ésta es fea y desagradable y entonces mejor soñar.
Además es bueno también reflexionar sobre qué mundo queremos, a quienes integraría, qué pensamos del desorden mundial en el que estamos (o estábamos) en el bando de los dueños de la pastelería. Ahora nos dicen que los pasteles ya no son nuestros, que sólo podemos mirarlos.
¿Qué tipo de mundo queremos? ¿Uno en que volvamos a ser los dueños de la pastelería?
Sé que lo que escribimos no sirve de nada. El movimiento tiene su propia dinámica, pero "desde dentro" quiero opinar, añadir, criticar y apostar por que podíamos llegar más allá.
Besos, María, y no te preocupes por dar caña. Es siempre necesaria. Eso de darnos coba no me gusta nada.
Juan Carlos Doncel, me has dejado boquiabierto con tu comentario porque has ido mucho más allá de lo que había hecho yo. Dices que el capital se ríe de este folclore del 15-M. Esa impresión tengo. No pienso que a los amos de Wall Street les impresionen demasiado las manifestaciones que está habiendo en Nueva York en una zona cedida porque en las públicas serían inmediatamente desalojados.
ResponderEliminar¿Qué hacer, pues? ¿Qué puede inquietar al capital?
¿Qué puede hacerse que una a la ciudadanía pacíficamente sean funcionarios, pensionistas, estudiantes, trabajadores…?
Personalmente conozco a trabajadores y pequeños empresarios que van a las manifestaciones.
No entiendo las consecuencias que se derivan de tu comentario. No sé qué puede inquietar al capital. Creo que nada…
Estoy de acuerdo en las limitaciones del 15-M pero me quiero sentir dentro de él, con mi pequeña disidencia que aporta algunos matices importantes que se han dejado.
¿Por qué en época de bonanza estábamos callados? ¿Qué tipo de mundo queremos? ¿Qué pensamos de la desigual e injusta estructura mundial? ¿Queremos volver simplemente a los buenos tiempos y entonces se acabará todo?
Quiero meter el dedo en el ojo, pero no creo en el GRAPO.
Gracias por tu relevante comentario. Espero que sigamos en contacto.
Joselu, no me resigno a que no compartamos una visión parecida; respeto la tuya pero haré lo que pueda por cambiarla. Indudablemente los "mercados" no creo que estén de acuerdo con mis propuestas.
ResponderEliminarEl problema es que la práctica del comunismo tendrá que sufrir las reformas que sean necesarias pero sus propósitos no puede negarse que son la justicia universal y la igualdad de los hombres. No me explico que el otro sistema, que por principio sostiene que el hombre ha de ser un lobo para los otros hombres y que pone las bases de su desarrollo en la explotación de los demás, que no otra cosa significa la plusvalía, pueda ser considerado una solución. Para que el comunismo lo fuera habrá que adecuar sus medios a sus fines, perfeccionarlo. Para que el capitalismo pudiera servirnos habría que desmontarlo hasta el extremo, ya que su finalidad es perversa en sí misma.
Todo el mundo ve bien que se proteja la pequeña propiedad individual del hurto y la rapiña. ¿Tan difícil es ver que haya también delito en acaparar individualmente los bienes materiales que corresponden a la sociedad entera? ¿Si me roban un bolígrafo es malo y si le roban a media humanidad el sustento está bien?
Un fuerte abrazo.
Fran, si algo ha tenido de positivo este post es que ha hecho emerger a algunos lectores en la sombra como tú. Gracias por tus generosas palabras. Desde luego escribo siempre con la emoción de encontrarme con el otro que me puede enriquecer con sus aportaciones.
ResponderEliminarDicho esto, paso a considera tu opinión sobre que el movimiento del 15-M tiene elementos de la izquierda pero tiene fallas políticas importantes. Además añades que la izquierda socialista ya alertaba en artículos de opinión sobre algunos aspectos aquí reseñados.
Lo cierto es que la masa social quiere fundamentalmente vivir bien, con seguridad, con trabajo, con tiempo libre, posibilidad de vacaciones, de elegir colegio privado para sus hijos, salidas a balnearios, salir a cenar con los amigos… Nada reprobable sin duda.
El problema surge cuando miras afuera y eres consciente de un mundo atroz, un mundo en que las reglas favorecen siempre a la "banca" que, curiosamente, está de nuestro lado, o parecía estarlo. Es más cómodo no pensar más allá de nuestra burbuja de bienestar y creer que los que están desesperados y hambrientos (a pesar de que a nosotros la comida se nos pudre) son elementos exóticos que no nos cuestionan. Además algo habrán hecho para ser pobres.
Ahora los palos viene por nosotros. Ya no somos tan útiles a la banca, la que administra el juego. Lo que creíamos nuestro, ya no están claro que lo sea.
Es buena esa toma de conciencia, pero deseo, aspiro a que no sea simplemente la ira del que ha sido despertado de su cómodo sueño dentro de la burbuja. Hay que ir más allá.
¿Cómo? No lo sé. De momento haciendo lo único que puedo hacer. Escribir.
José Antonio Cabrera Oliva, el artículo que enlazas es muy interesante porque refleja una consideración crítica sobre el movimiento que necesita una clarificación. Ha llegado al cenit al convertirse ya en una protesta mundial… pero a la vez muestra sus flancos y sus carencias. ¿Y ahora qué? Descalificación de la política (PPSOE), incluida IU, CIU, PNV… ¿Qué hacer? ¿Seguir manifestándonos en la calle, acampar de nuevo en Sol, huelgas sectoriales o generales…? Está bien, pero eso no abre el camino a un orden diferente de las cosas que parece ir por sendas totalmente distintas. La fuerza del movimiento reside en su horizontalidad dice BAUMAN, pero ésta es también su debilidad. Tiene éxito porque aúna una sensación de hastío respecto a la política con el rechazo al sistema financiero tal como está montado… Pero mientras no se decida a actuar en el plano real (y eso no sería tolerado por la propia dinámica del movimiento), eso quedará en humo, divertido, estimulante, pero se aproxima a la función del algoritmo en que un movimiento a fuerza de repetirse se vuelve inútil e inane.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Mari Carmen, creo que enfocas muy bien la cuestión y lo haces con una madurez sorprendente. Hablas de que cuando tenías nueve años ya oías hablar de la burbuja inmobiliaria. Se habló, lo hicieron ministros socialistas que alertaron de lo que estaba pasando, pero fue como oído a beneficio de inventario, no se hizo nada, no se actuó en consecuencia. Y no sé qué cabría haber hecho. La sociedad entera (bancos, particulares. partidos políticos…) vivían en estado de enajenación completa. ¡Cómo romper aquella ilusión en que vivíamos! Recuerdo que a nuestro instituto llegaban dotaciones presupuestarias que no sabíamos en qué utilizar. Compramos carísimos diccionarios María Moliner para los alumnos que quedaron obsoletos por la llegada de los diccionarios on line, además de ser demasiado frágiles para ser llevados a clase. De imbéciles. Todo fue así, pero ¿quién iba a negarse a nadar en la abundancia? Negarse era de idiotas.
ResponderEliminarAhora nos ha estallado, y hay quienes previenen de que la onda expansiva del tsunami económico todavía no ha llegado a su agotamiento, que todavía no ha arribado la ola principal…
Nos quejamos en las manifestaciones de lo que nos afecta. Es normal. El pensionista de su pensión mínima, el trabajador de estar en paro, los jóvenes por su precaria situación y las oscuras perspectivas… Este es el único motor posible.
No obstante, mi post venía a recordar que somos un mundo en el que hay siete mil millones de personas, que las reglas se hacen para beneficio de unos en contra de otros, que estamos en situación de déficit ecológico puesto que destruimos muchos más recursos de los que podemos generar (y en especial en los países avanzados y ricos). Son cuestiones que hay que tener en cuenta. Entiendo la situación de cada uno pero es bueno que empecemos a darnos cuenta de que sólo somos una pequeña parte de la cuestión. Que el mundo, como bien expresa el fragmento de Sabato, es mucho más complejo de lo que se suele ver.
Gracias por leerme.
Animal de fondo, pasé varios años de mi vida militando en un partido de extrema izquierda marxista leninista. Tuve ocasión de leer textos canónicos del marxismo (Marx, Engels, Lenin, Mao, Rosa Luxemburgo…), y conocí la práctica de nuestro partido así como la de otros semejantes (troskistas, maoístas, revisionistas…) Un elemento esencial de la vida de un partido comunista es el centralismo democrático lo que significa que las determinaciones vienen de arriba abajo. Es el comité central quien determina la línea política del partido. Las células inferiores deben entender la línea y debatirla pero "nunca" ponerla en cuestión. Eso sería caer en algo terrible que se califica como "desconfianza en el partido". El partido es el elemento dirigente de la sociedad puesto que es él quien tiene la línea correcta (esto es importante: los demás, incluso en el ámbito marxista, son reformistas, revisionistas, desviacionistas, izquierdistas…). El partido aspira a monopolizar la construcción social y política de la sociedad. Puede que el pueblo no lo entienda, pero eso no es relevante. Hay masas atrasadas, hay masas intermedias y masas avanzadas a las que cabe hacer llegar a la línea política del partido.
ResponderEliminarTodo en la sociedad debe supeditarse a la construcción del socialismo. No valen desviacionismos. La cultura debe convertirse en eje de la construcción del socialismo y el arte debe estar supeditado a ello.
¿Libertad? ¿Libertad para qué? decía Lenin.
A la opinión pública se la considera dentro de la óptica de prejuicios pequeñoburgueses, y de igual modo es calificada de burguesa la democracia formal en que se vota al estilo occidental.
Si el pueblo no puede entender la verdad revolucionaria, hay que hacérsela ver, y si no la entiende, ya la entenderá. Siempre podrá haber tratamientos de reorientación ideológica.
Afortunadamente, nosotros no conseguimos el poder. Cuando vino la democracia y tras años de militancia, el MCE fue desapareciendo progresivamente hasta que se disolvió en medio de la marea pequeñoburguesa.
Un abrazo.
jaramos.g., me ha costado empezar a contestarte porque no sé cómo orientar la respuesta. De momento me parece inquietante lo que se desprende de tu comentario a nivel de interpretación política, pero no deseo entrar a fondo. Sería largo, complicado y, me temo, que no convencería al que tiene ya prejuicios de otro orden.
ResponderEliminarSólo decir que el movimiento del 15-M está haciendo mucho daño al PSOE y no al PP. Dentro de los activistas del movimiento hay muchos desencantados de la izquierda que hablan de PPSOE y su mayor contribución es #nolesvotes. Esto no afectará a los votantes del PP, pero sí a los del PSOE. Y en todo caso, ya sabes cómo van los sondeos: 185-190 diputados para el PP y 115 para el PSOE.
Un cordial saludo, desde la discrepancia.
Joselu, no te preocupes cuando te pongas a responderme. Di lo que pienses. Sea lo que sea, bien dicho estará y bien recibido será. Salud(os).
ResponderEliminar¡Qué pesimista me he vuelto! Pero.. ¡¡Soy un pesimista feliz!! Y a eso no hay derecho. ¿Cómo habrán tergiversado mis valores para que concluya con esa afirmación. Ya se puede ser feliz pese a todo... ¡No es justo!
ResponderEliminarUn abrazo.
MIguel, ¿pesimista feliz? ¡Qué hermosa definición para expresar también lo que yo siento! La realidad es un desafío que me excita y siento placer en experimentar con ella. Ahí están mis alumnos, ahí está este blog que es un blog feliz aunque el trasfondo sea pesimista (yo no lo veo así). Creo que la felicidad es el estado más creativo sobre todo si va fertilizada por una conveniente tristeza y escepticismo que se convierten en pasión y sentimiento de maravilla. Seguro que no me explico, pero este blog es así. Gracias por tu apreciación que no sé qué tenía que ver con lo escrito pero la asumo como propia.
ResponderEliminarUn abrazo.
No, no, JOSELU en absoluto estaba enfadada cuando comenté, nunca, pero menos aquí.
ResponderEliminarPero sí preocupada porque casualmente tanto en mi blog, como aquí parece que por esta vez voy a la contra de lo que tú expones, de ahí el calificarme a mi misma como cáustica y pedir perdón. Me he dado cuenta que en los blogs al no vernos las caras, ni el gesto, puede que las palabras expresen algo distinto de lo que en realidad queremos o mejor, que pueda parecer existen razones de fondo de tipo personal que hagan que las palabras resulten más ácidas de lo necesario... Algunas personas, admiten mal la divergencia porque suponen que te colocas enfrente por algo personal ajeno al tema, no por el tema que se trate, sólo quería darte tranquilidad en ese sentido y me alegra muchísimo ver que no hace falta... es más, me alegro que te guste la caña porque jajaja sin leerte esto, te la había dado en mi casa...¡¡vamos, debes saber que has salido disparado de un cañonazo!! jajaja
Yo jamás doy coba, si digo algo, es porque lo siento de verdad, sea malo o bueno...
Y volviendo al tema, estoy de acuerdo en adoptar una postura crítica constructiva frente a lo que sea, por eso en este caso no creo que lo criticable de un movimiento de protesta legítimo y fundado como este, no es cuando nace, o si sus miembros en el pasado colaboraron con lo que pretenden cambiar y de lo que pretenden desmarcarse...
Creo que todo el mundo tiene derecho a rectificar y cambiar de postura si la reconoce equivocada, creo que es legítimo que cada cual defienda sus derechos e intereses sea cuales sean las razones que le impulsan a ello... Insisto , criticar el momento en el que aparece no lleva a ninguna parte, si es necesario que surja.
Lo que sí creo criticable y de hecho siempre es lo que he criticado de este movimiento del 15 M, es que se ha querido situar fuera del sistema para cambiar el sistema, no ha concretado objetivos, no ha buscado forma jurídica para hacer valer sus postulados, ni ha establecido un ideario ni un liderazgo claro... ahí es donde se equivoca en mi opinión o juegas con las reglas del juego o vas directamente a cargártelas... lo contrario es ir de hippies por la vida entonando cánticos románticos pero sin ningún resultado práctico, además de pasto te todo tipo de manipulaciones interesadas.
Si necesitas más caña me avisas jajaja muchos besos JOSELU y feliz tarde.
PD
Es verdad que te va mucho eso de pesimista feliz, es perfecto para ti:-)
No me preocupa demasiado que el movimiento del 15M empezara tarde, cuando ya tocaba el pan de los indignados. Ahí está, y yo a estas alturas no sé a ciencia cierta cuales son sus demandas verdaderas. Deberán de concretar más si quieren mi pobre apoyo. Desde luego si se escoran demasiado a un lado o a otro creo que no me va a gustar.
ResponderEliminarYo lucharía muy a gusto por un pais, un mundo más justo. Pero será esto como el sentido común? Es posible que lo justo para unos no lo sea para otros?
Un abrazo Lola
De acuerdo contigo Joselu.
ResponderEliminarCreo, a pesar de todo, que el movimiento de protesta es necesario, aunque venga cuando nos tocan "lo nuestro".
Que la situación en el mundo es injusta, hace ya tiempo que se sabe. Que todos tenemos algo de culpa también, así como que los que más tienen, más culpa tienen.
Mientras haya miseria en el mundo, es una responsabilidad moral apoyar movimientos como el 15-O.
Saludos.
el tema es que quizá no seamos tan solidarios como parece. si las condiciones mejoran y todo quedara oculto bajo el dinero, estoy seguro de que la gente volvería a sus casas... y los po´líticos serguirían robando y y todos seguríamos siendo cómplices. me hace gracia escuchar a veces que "los políticos, los políticos...", pero no dejan de ser de nuesta especie sustentada por nosotros.
ResponderEliminardicen los exdpertos que el capitalismo se hunde, y hay dos formas: controlarlo nosotros, el ser humano, o que sea la madre tierra quien mande el capitalismo al carajo.
Las soluciones se saben, ahora bien...
http://alestedeleden.blogspot.com/
Si uno escucha atentamente cualquier video extraído de las primaveras árabes podrá comprobar que la frase más repetida es : Alahsackbar.
ResponderEliminarAla es grande.
Si se repasan las nuevas revindicaciones de los primaverales se podrá comprobar que en la mayoría de ellos es prioritaria la implantación de la Sharia.
Yo me limito a enunciar hechos comprobables me voy a abstener de opinar.
Con respecto al estado del bienestar ha sido la manera de garantizar un cierto orden social (léase sumisión borreguil a cambio de cierto bienestar). ¿Para qué ese orden social? Para garantizar el consumo y las ventas de las mutinacionales.
¿Por qué ahora los sindicatos y los partidos políticos no tienen fuerza coercitiva alguna sobre los mercados? Porque ya no nos necesitan ni como consumidores ni como productores.
Ahora el negocio está en los países emergentes. No nos necesitan. Se han comido la ciruela y toca escupir el hueso.
Esa es una teoría. Ojalá (vocablo fósil del Inshallah "Alá lo quiera")me equivoques y aún nos necesiten los mercados como consumidores y productores. Si así fuera, la crisis durará no más de año y medio. No van a matar la galina de los huevos de oro.
Sea como fuere, políticos y sindicatos son la misma eme horitica mismo como dirían en Canarias.
Saludos.
Joselu, querido, a mi me duele la cabeza un poco ya.
ResponderEliminarLee esto por favor: http://elcomentario.tv/reggio/el-circo-de-sol-de-fernando-sanchez-drago-en-el-mundo/17/06/2011/
Necesito una opinión que acepto y respeto, como es la tuya.
Joselu. Pienso que con o sin problemas, siempre hay profetas que nos indican donde estan la fallas... sin embargo la falta de ducacion impide a muchos prestar atencion a la advertencia.
ResponderEliminarLa vocacion del ser humano es hacer historia, historias con finales felices o con finales que nos ensenan a no repetir los errores. Vivimos y aprendemos, al final la historia nos pasa la cuenta.
Espero que el ser humano deje a un lado su egoismo, su ambicion, su falta de generosidad, se eduque y pueda tomar control de sus vida, que se vera reflejada en una socieda humana mas justa para todos.
De acuerdo, antes la gente estaba dormida en su burbuja. Con lo que no estoy de acuerdo es con su intento de deslegitimar un despertar general de la población, señor profesor.
ResponderEliminarSólo comentar que siempre hubo quien se indignó contra aeropuertos, infrestructuras y excesos varios que plagaron estos años la península, a dojo.
ResponderEliminarPero siempre ninguneados, minorizados y tachados de radicales. Al final los radicales no lo eran tanto, y tenían bastante razón. Les faltaban altavoces, circustancias propicias o vaya usted a saber.
X
Anónimo, sin duda tienes razón y hubo voces minoritarias que advertían contra el despilfarro que, sin embargo, excitaba a los políticos y a los ciudadanos de a piel ¿Quién se atreve a decir que hay trayectos del AVE que son un absurdo? Todavía estamos a tiempo. El AVE a Extremadura o a Galicia son de una necedad que sonroja. Pero ¿qué político se atreve a decir esto en sus respectivas comunidades? Serán un fracaso que pagaremos entre todos.
ResponderEliminarLa opinión pública quería infrastructuras que ni siquiera países ricos podían costear. Los políticos se vendían con proyectos costosos que la ciudadanía recibía como un derecho inalienable. ¿Cómo pagarlas? Ahora estamos en eso.
Ciertamente debió haber quienes lo advirtieron, y tenían razón.
Juan, no pretendo desligitimar a un movimiento con el que estoy bastante de acuerdo, pero es bueno también llamar a las cosas por su nombre. Adular a los ciudadanos no me parece la mejor vía. Hay que también ser críticos, con todo. Y lo que pasó también tuvo importantes responsabilidades entre los que ahora piensan que sólo fue culpa de esos pérfidos banqueros. Hubo también una especie de euforia pija colectiva que nos llevó a creernos ricos y actuábamos como tales. Hubo en bastante medida una ciudadanía crédula y sobre todo pija que se dejó embaucar sintiéndose como nuevos ricos. No todos por supuesto, pero hubo bastante de esto. Ahora bien, que el 15-M siga creciendo. Yo también he visto Inside Job y participo de su esencia reivindicativa.
ResponderEliminarGracias Joselu. Estamos de acuerdo ;-)
ResponderEliminarJosé Antonio Cabrera Oliva, acabo de leer el panfleto de Sánchez Drago, y sólo se me ocurre decir que dios nos libre de los conversos. El otro día una compañera nueva de mi instituto cuyo nombre evoca los que se pusieron en la época de la transición a los niños que nacían entre la democracia y la libertad recien recuperada. Me di cuenta enseguida de que su padre había sido un luchador denodado por las libertades y que había vivido con pasión aquella época. Luego se confirmó que era así. La conclusión es que ahora es un devoto de Intereconomía. No hay nada peor que la decepción de nuestros ideales que nos llevan a veces al polo opuesto. Enamorado de la libertad que termina añorando a Franco.
ResponderEliminarSánchez Drago fue una especie de hippie que nos inspiraba en los años de la transición. Psicodelia, misticismo, orientalismo, budismo, drogas... Lo ha probado todo, pero la amargura le ha llevado al polo contrario. Quizás la sociedad no reconocío su valor inmenso, quizás El País no contó con él para su proyecto, y se llenó de rencor que le ha arrumbado en una especie de demagogia que toma elementos de su juventud y los convierte en una fórmula que tiene el inequívoco olor de la derecha más extrema. La izquierda en la que él militó le desencantó, y el resultado es éste. No quiere saber nada de lo que le recuerda lo que fue él.
Puede haber críticas al movimiento del 15-M. Yo he hecho una. Zygmunt Bauman ha hecho otra que enlazo por arriba.. Se puede hacer un diagnóstico de su validez, de sus perspectivas, de sus razones... pero entendiendo que en buena parte es una reacción sana de la sociedad ante la depredación que nos ha dominado. Sánchez Drago no dedica ni una frase para hablarnos de lo que retrata inmisericorde Inside Job. No, no le motiva. La ocasión sólo le sirve para sacar su resentimiento por no haber sido un escritor de El País.
El movimiento del 15-M tiene sólidas razones. Cabía una reacción de la ciudadanía, Y en esas manifestaciones participan muchas personas que son dignas y honestas, que tienen ansias de buscar otros caminos para el mundo en que vivimos. Que se tendrían que aclarar, es cierto, que su movimiento adolece de elementos fundamentales en cuanto a definición política, es cierto. Pero que las personas debatan en la calle sobre el futuro de su sociedad, me parece excelente. Pero que no pierdan de vista que los culpables no fueron sólo los banqueros y especuladores. Esto es lo que yo quería poner de relieve. Hubo una responsabilidad en buena parte colectiva. Nos vendieron el programa de los mundos de Yupi y nosotros nos entusiasmamos sintiéndonos una de las primeras potencias del mundo. Como decía arriba, fuimos en buena medida unos pijos de mierda.
Un cordial saludo.
Sánchez Dragó es un impresentable. En una entrevista serie que le hicieron en televisión , soltó esta frase que no tiene desperdicio:
ResponderEliminar"He tenido tres hijos con tres mujeres diferentes pero siempre con la misma" Era una entrevista sobre mitología ibérica.
Josep Fábrega, acababa de escribirte una larga contestación sobre las primaveras árabes y de golpe se me ha ido el wifi y se ha borrado el comentario.
ResponderEliminarTe decía en esencia que el impulso de las mismas ha sido la demanda de libertad, más que las reivindicaciones económicas y que las mujeres han tenido mucho protagonismo. Pero se me ha borrado y argumentaba largo y tendido. Y no tengo ganas de repetirlo.
Te recomendaba al final una película iraní que está en los cines Icaria en V:O que se llama Nader y Sinim. Es magnífica como película, y a la vez alumbra los entresijos de la sociedada iraní que es mucho más compleja que lo que solemos creer. Mi relación con alumnos musulmanes me está haciendo revisar mis opiniones sobre la cuestión. No pienso que sea tiempo perdido el que dedicamos a ampliar su mundo, pero necesitamos comprenderlos en sus conflictos desde dentro.
Siento que se haya borrado. De acuerdo con lo que opinas de Sánchez Drago.
Diego, podemos poner en cuestión a los políticos pero también mirarnos a nosotros y aplicar la autocrítica en consecuencia. Es un discurso inútil el simplificarlo todo y señalar únicamente la perversión de los banqueros, que también. Pero el fraude fiscal que retira decenas de miles de millones de euros de las arcas públicas lo hacemos entre todos. Entre otras cosas es una de las razones del la quiebra griega.
ResponderEliminarToro sentado, la lucha contra la desigualdad exigirá de nosotros relevantes renuncias. Es ilusoria la idea de vivir muy bien con todos los derechos sociales y satisfecha nuestra ansia de consumo. Eso no será. El superávit que permitía pagar esos derechos sociales no volverá. Es bueno que nos hagamos a la idea. España consume el equivalente a tres planetas, y en eso está implicado todo nuestro modo de vida y también nuestras prestaciones. Pensamos que si juzgamos a los banqueros, si ponemos coto a los especuladores, si desmontamos los paraísos fiscales... habrá dinero suficiente para vivir como vivíamos en los años de la burbuja. Y eso es una falacia. En la burbuja estábamos participando la inmensa mayoría de modo consciente o no.
ResponderEliminarOtro mundo es posible tal vez, pero no será gratis y exigirá tremendas renuncias. Eso tal vez no nos guste oírlo.
Espero no llegar muy tarde.
ResponderEliminarQuerido amigo, le has dado una patada donde duele a más de uno.
Pa nuestra desgracia somos eminentemente egoistas y lo queremos todo pero todo, todo y a los demás...que se las apañen. La pena que tengo yo con el 15 M es que tampoco quieren cambiar tanto las cosas como siempre al final todo quedará en humo, la estrategia habrá funcionado: "cambiar algunas cosas para que nada cambie" y yo en el fondo, iluso de mi, quiero cambiar la realidad aún pienso que la utopía es posible. ¡La de bofetadas que me esperan...! ¿Seremos capaces algún día de mirar a los "otros" como hermanos?
¿Quién es el 15-M?
ResponderEliminarJose Luis tus preguntas jodidas son más que lógicas. Es triste que hasta ahora que los problemas nos empiezan a tocar de cerca no haya habido un movimiento masivo que intentase cambiar las cosas, pero para mi lo importante es que por fin esa energía ya ha llegado, y más vale tarde que nunca. El 15 de octubre más de mil ciudades salieron a la calle reclamando precisamente que esa lucha sea de todas y para todas, porque de nada sirve tener un micro-paraíso en una pequeña porción del planeta si el resto del mundo se muere de hambre. Los cambios de época nunca fueron fáciles ni rápidos. Pero yo a pesar de todo sigo manteniendo cierto optimismo, porque por primera vez todo el planeta se ha puesto en pie unido, y eso no es poca cosa. Creo que eso ya implica un gran cambio en la perspectiva de la lucha: dentro del 15m se habla no sólo de reforma electoral, se habla también de los derechos de los migrantes, se habla de renta básica universal, de libertad y democracia en todos los países. Mientras la victoria no sea global, no será una victoria completa.
ResponderEliminarEvidentemente el 15M tiene sus limitaciones y sus contradicciones, como todo ser vivo. Pero lo importante es estar vivo y seguir avanzando. Somos rizoma, crecemos, mutamos, mejoramos, nos equivocamos, cambiamos de dirección, seguimos creciendo, avanzando, aprendiendo...
Si, el 15M debió iniciarse mucho antes, pero en todo caso se puede decir «más vale tarde que nunca».
ResponderEliminarTal como lo veo, el 15M no es sólo contra los recortes sociales, es también contra la desigualdad de oportunidad, contra la falta de democracia, contra los privilegios que causan grandes agravios comparativos, por los cuales las carreras universitarias no valen nada en comparación de un buen enchufe. En definitiva, de otro modelo productivo, no el demagogo y falso que hasta ahora nos han dado y que ha desembocado en la actual situación.
Si hay que criticar, muestrese todo, no solo la parte que interese.