Una de las actividades más motivadoras que estoy realizando con mis alumnos de segundo de ESO (un grupo en que la mayoría son inmigrantes magrebíes y latinos) es el uso del corto como herramienta didáctica. En el blog de la clase, titulado Vamos a meternos en la boca del lobo, cuelgo algunos cortos y les propongo una serie de preguntas sencillas sobre el desarrollo de la historia así como sobre su interpretación. El dominio de la lengua castellana es escaso, no así su capacidad lingüística pues hablan bereber o árabe, si no los dos, además de una cierta base de catalán que ha sido su lengua de acogida. Pienso que no los he de abrumar con conocimientos teóricos sobre teoría de la comunicación o nociones gramaticales o sintácticas. Tomamos la lengua como herramienta de comunicación tanto oral como escrita y es positivo todo lo que lleva a desplegar la expresividad y la ampliación de léxico y estructuras gramaticales.
El corto plantea una estructura narrativa a veces muy compleja al conectar la supuesta realidad con elementos mágicos. El visionado del corto es un momento que es esperado con mucho interés. La pizarra digital es una buena herramienta para añadir imagen y sonido a la clase. Los chavales se la han incorporado con facilidad, y a mí ahora me resultaría extraño no poder acudir a sus múltiples recursos desde los más tradicionales a los más sofisticados. El corto es proyectado una vez e inmediatamente el profesor percibe el impacto que produce en ellos: el último que les pasé: El gato que quería ser pianista les desconcertó y en un primer momento parecieron no haber entendido la historia por la mezcla de realidades que se producían en ella de modo maravilloso. Pero ellos están habituados a la presencia de lo mágico en sus vidas. Ya hablamos de su creencia en personajes como los djinn o la malévola Aisha Kandisha propios de las leyendas marroquíes. Es curioso considerar cómo mentalidades conformadas en el tradicionalismo más conservador son alcanzadas por lenguajes experimentales y novedosos, y además tener la oportunidad de poderlo expresar en el aula, que se convierte en un lugar de juego inteligente, de participación y de intento de dominio de la lengua para expresar conocimientos sencillos y otros más complejos.
El corto, como decíamos, cuenta una historia que se puede diseccionar e intentar interpretar dando, a veces, lugar a distintas percepciones de la realidad. No pienso que una clase de casi alfabetización no pueda contener elementos que lleven a reflexiones más profundas y que impliquen relaciones literarias imaginativas. Tienen escaso dominio de esta lengua pero sus espíritus están abiertos en esa permeabilidad ante lo distinto por el contraste con la cultura de origen en la que viven buena parte del tiempo. Me doy cuenta de que sus palabras son incapaces todavía de expresar sus reflexiones o interpretaciones para las que hace falta un lenguaje abstracto. Me encantan las animaciones de estructura abierta. Me maravilla verlos abstraídos los cinco, seis o siete minutos que dura el corto, y observar la intensa reacción que les supone (hay que escoger muy bien los cortos). Luego tienen que responder a una batería de preguntas. Pueden ver en su ordenador de nuevo el corto las veces que haga falta. El profesor les va dando las palabras que necesitan, las copia en la pizarra y las repite varias veces. Ellos las utilizan en sus textos. Les hago escribir manualmente. El primer trimestre permitía que me lo enviaran por correo electrónico pero he estimado mejor que no dejen de practicar la escritura que además entonces puedo corregir y devolver con las correcciones oportunas.
La clase se convierte en un hervidero de interpretaciones para las que faltan palabras, y de ese ambiente espero que surja el enriquecimiento de la lengua; que sea la necesidad la que lleve a las palabras que han de ser reiteradas para que se incorporen a su horizonte lingüístico.
Ensayo-error, experimentación, tradición, innovación, recursos tradicionales, apertura mental y de caminos... Nada de lo cual aparecerá, por supuesto, en las programaciones didácticas. Es difícil dar forma, si no es literaria, al apasionante momento de crear en el aula, especialmente cuando ello se produce sin angustia, sin que creamos que el tiempo se nos escapa para conseguir objetivos, que sólo pueden ser expresados en un lenguaje tecnocrático e inelegante. Lo nuestro es otra cosa. Buscamos la magia aliándose a la lengua. Y el corto es una herramienta increíble.
Joselu, las programaciones deberían recoger todas las innovaciones. Quizá sería la forma de cambiarlas poco a poco.
ResponderEliminarEl enfoque de tu experiencia es competencial. La lengua es un vehículo de comunicación y no un objeto de estudio per se. Me he adentrado en "la boca del lobo" y lejos de hallar oscuridad, he encontrado la magia de una forma de abordar la enseñanza de la Lengua.
Estoy contigo: los cortos son fantásticos para la explotación en el aula. Yo los uso mucho en mi clase de español para extranjeros.
ResponderEliminarAdemás hay tantos que podríamos encontrar para muchas situaciones.
ResponderEliminarEl otro día precisamente enlazaba yo a uno en mi recién estrenado blog:
http://tecnotuit.blogspot.com/2010/12/en-clase-acceso-la-vivienda-corto.html
Efectivamente, Joselu, en este tipo de enseñanza tenemos un margen mayor para poder saltarnos a la torera la programación didáctica y despistar un poco a la Administración. Estoy completamente de acuerdo con vosotros: es mucho más beneficioso para este alumnado trabajar competencias orales, escritas y conseguir unas destrezas básicas que les permitan desenvolverse e integrarse en la sociedad lo antes posible. Está en nuestra mano; se lo debemos...
ResponderEliminarEstoy contento que hagas esto. Me recuerda los debates que yo y otros alumnos teníamos con el profesor de literatura castellano porque estando en la rama tecnológica en el bachiller, pensábamos que nos daba demasiada teoría de la literatura y la gramática y nosotros le pedíamos más compresión lectora, oral, etc En realidad hasta le proposimos una propuesta de trabajo que se basaba en las audiovisuales, en aquella época no tan lejana pero dond todavía no existía todo el auge de Internet.
ResponderEliminarNo lo acepto porque debía ceñirse al programa, eso dijo.
Te lo repito, me alegra mucho que hagas esto y demuestras otra vez que eres buen profesor.
Simplemente maravilloso. Me gustaría ser marroquí y que tú me dieras clase. Nosotros estamos empezando aún a utilizar las nuevas tecnologias, de hecho ha sido hoy el primer día en que mis alumnos de 1º de ESO utilizaron sus ordenadores en clase de lengua. No sé como resultará.También estoy iniciando un blog. La idea de los cortos me parece fantástica para aplicar con un refuezo de 2º en la que tengo tres alumnos brasileños, uno rumano y cuatro chavales descolgados casi del sistema con situaciones familiares de drogas y alcohol. Gracias por compartir tan buenas ideas. No te jubiles, no hay muchos docentes como tú.
ResponderEliminarUn abrazo, Joselu.
Es estupendo que hayas encontrado en el corto una herramienta de trabajo que motive a tus alumnos.
ResponderEliminarEstaba pensando, Joselu, la diferencia tan grande que hay de alumnado en una escuela pública como la tuya y una privada como la de mi hijo en los Jesuitas. Tengo la sensación de que debeis luchar el doble en vuestras escuelas. Hablaremos sobre esto.
Tu das clase de literatura pero... también de lengua? ya me dirás. Un abrazo y sigue contando como reciben la visión de cortos. Un abrazo Lola
Estupenda experiencia pedagógica la que nos cuentas. Estoy convencido de que los alumnos estarán muy motivados. Eres creativo, innovador, estás al día en el conocimiento y en la práctica de estas nuevas herramientas y rezumas vocación docente. Te felicito.
ResponderEliminarNo son pocos los profesores que culpan a los programas y a los alumnos de todas sus limitaciones. Dentro del aula hay más libertad de la que muchos piensan para hacer de "tu capa un sayo".
Un abrazo
Verás, JOSELU,
ResponderEliminarcuando leí el título de tu entrada, pensé que ibas a hablar de Valle Inclán, y la obra que se titula igual.
Después de leerla creo que como él, en su libro, tu título de la lámpara maravillosa, podría tener mil significados... la máquina mágica con la que consigues atraer la atención de tus alumnos magrebís, que a través del visionado de cortos, consigues se interesen e intenten expresar lo que les sugieren las imágenes, en un idioma que aún no controlan del todo.
La lámpara maravillosa, porque en realidad como Valle Inclán flexibilizas el nivel de expectativas teóricas a las cuales seguramente nunca llegarían, alumnos que parten con tantísimas dificultades de aprendizaje y como él en su obra, experimentas por otros caminos, en lugar de irte a lo cómodo, que sería tirar la toalla.
No sé JOSELU, a veces parece que diciéndote que eres una maravilla de profe te estamos llenando de jabón, pero es que es verdad. Yo creo que la enseñanza, debe ser una continua búsqueda de como llegar a los alumnos y tú lo haces.
Algunos profesionales de la enseñanza, sueltan sus clases magistrales sin importarles, si llega o no llega el mensaje. Y es muy cierto, porque lo hemos hablado mil veces, que los alumnos no hacen el esfuerzo y trabajo que debieran, pero también es muy cierto, que si uno es profesor en primaria o secundaria, no debe olvidar que debe hacer le esfuerzo por llegar a sus alumnos, porque se están preparando para ser estudiantes, aún no lo son de verdad, sólo so proyectos...unos quedarán por el camino y otros seguirán...
Ya llegarán a la universidad, donde si han sabido usar el bagaje previo deberán buscarse la vida ante tanta eminencia deslumbrante como en ocasiones se van a encontrar... hasta los 17 años, profesores y alumnos deben esforzarse en usar lenguajes inteligibles para ambos, aunque en ocasiones no sea nada fácil
A mi me encanta tu lámpara maravillosa y que una y otra vez te inventes la forma de llegar a tus alumnos, por muy difícil, que esto sea.
Muchos besos JSOELU y feliz día ¿de huelga? :-)
Te felicito y tomo nota Joselu, realmente es un método estupendo de dar clase.
ResponderEliminarMe he reencontrado con el Joselu que conocí hace cinco años. Enhorabuena.
ResponderEliminarAntonio, ha habido varios Joselus, y éste fue uno de ellos. Es cierto. En muchos sentidos me gustaría recuperar algo de él. Es un privilegio que alguien haya podido seguir mi trayectoria y poder traerla aquí. Gracias.
ResponderEliminarToro sentado, el vídeo ofrece capacidad de síntesis, elipsis narrativa, mezcla de niveles de realidad y admite cualquier enfoque desde lo más realista o lo más experimental. Es un buen instrumento. E internet es una mina para encontrar vídeos de todo tipo. A mí me gustan los de animación y muy imaginativos.
María, la referencia valleinclanesca es explícita y también a la creencia de los magrebíes en unos genios que forman parte de su vida: los djinn de los que hablé en algún post anterior. Si te fijas en la imagen del blog donde figura el título verás también una cita de ese libro tan estimado por mí: La lámpara maravillosa. Creo que de todo lo que has expresado, hay algo, excepto en pensar que yo sea un profesor fuera de lo normal. Hace tiempo que hemos aprendido que nadie es mejor que nadie y que simplemente hacemos lo que podemos, unas veces con más o menos inspiración. Besos.
Luís Antonio, un profesor necesita fe en sí mismo, y eso no es siempre posible. Depende de muchos factores y hay muchas vueltas en esta profesión tan difícil de enfocar porque uno no sabe nunca qué es lo adecuado. En todo caso, he pasado por zonas muy oscuras profesionalmente. Me alegro de poder añadir un post esperanzador en una trayectoria no tan luminosa. Un saludo.
ResponderEliminarLola, aparte de nuestro proyecto común, he aprendido que el corto logra captar el interés de los adolescentes, lo que no es poco. De ahí a que intenten forzar su capacidad expresiva para poder decir lo que llevan dentro, sólo hay un paso. Me gusta que la clase sea un espacio de juego inteligente y que el ambiente sea agradable, pero ello no siempre es posible. Hay veces que los cursos son muy conflictivos y no se permite la relajación. En todo caso estoy contento con mi curso de muchachos venidos de todos lados. Y sí, es muy diferente la enseñanza en un colegio como jesuitas al que estoy yo. La diferencia es abismal, pero humanamente es más rica la variedad que se puede encontrar en un centro público. Los ricos muchas veces son repelentes y sus vástagos heredan también esa pátina de tenerlo todo o casi todo. Un abrazo.
Hortensia Lago, entra en el blog de la clase. Lo enlazo en el post. Se llama Vamos a meternos en la boca del lobo. Yo estoy funcionando al margen del libro digital de la editorial Teide y oriento todo a través del blog. Creo que a ellos les gusta y a mí me abre interesantes perspectivas de trabajo. Es importante rastrear buenos cortos en la red. Los hay de todos los niveles y complejidad. Creo que me encantaría ser realizador de cortos. Si pudiera estudiaría cine y me pondría manos a la obra. Un abrazo, Hortensia.
ResponderEliminarEloi, la incorporación de las nuevas tecnologías abre interesantes posibilidades. La pizarra digital y el ordenador en el aula multiplican los recursos disponibles. Creo que me había quedado emparedado en el fin de un sistema al que no veía posibilidades, y la tecnología me pone otra vez en camino de ser en alguna manera un profesor con ilusión. Gracias por tus generosas palabras.
Marcos Cadenato, no se si entiendo mucho de eso llamado competencias. Me gusta expresarlo de un modo más artesanal y anarquista. Es un placer conseguir que estos muchachos (con los que tan a gusto me encuentro) tengan una enseñanza imaginativa y de calidad. Me gustaría estimular sus ganas de aprender y que ellos estimularan mi faceta de profesor experimental. Se lo debemos.
José Miguel, el corto Enterrados es genial. No para el nivel en que estoy pero sí para otros más avanzados. Es crítico e imaginativo. Me alegro de que coincidamos en considerar el corto como una herramienta realmente útil.
Guillermo Gómez, a mí me gustan los vídeos sin palabras, pero los hay también con diálogos que seguro que son un festín para la clase de español para extranjeros. A veces son pequeñas joyas por su capacidad narrativa y crítica. Veo que no estoy solo en esto de haberme dado cuenta del valor del corto.
Lu, no sabes lo que agradezco tus palabras, sabiendo de quién vienen. Me doy cuenta de que no me encuentro a mí mismo si no es en mi faceta de profesor experimental. Lo de las programaciones ciertamente no es lo mío. Uno tiene la impresión de que se hacen porque son preceptivas pero que nadie se las lee y que a nadie le interesan. Sé que las tuyas son otra cosa. Pero no es lo extendido. Me he sentido muy contento escribiendo este post. Como bien dice Antonio, enlaza con otro Joselu que también existió.
ResponderEliminarPodría decir que no hay muchos profesores como usted pero, probablemente, no sería justo. Sin embargo, sí que me atrevo a decirle que es maravilloso encontrarse con un docente al que los años no sólo no le hayan quitado la ilusión sino que parece que le han dado una energía de la que muchos carecen para enfrentarse siquiera a la vida. En una sociedad tan deshumanizada a veces, en la que se ha perdido el contacto, el calor humano, leer a alguien que se esfuerza tanto por dejar algo de valor en este mundo es realmente un ejemplo digno de imitar. Personas como usted, que se afanan tanto por educar en el más amplio sentido de la palabra y que son absolutamente conscientes del compromiso y la responsabilidad que eso supone, son realmente esperanzadores. Celebro haberme encontrado su blog en el ciberespacio. ¡Felicidades!
ResponderEliminarAdemás de hacer una terea imprescindible, la haces interesante. Todo un logro!
ResponderEliminarSe la recomendaré a mi hija Adriana que cursa actualmente 1º de la ESO.
Saludos y gracias por visitar mi espacio.
A mí me parece fenomenal que tus alumnos puedan expresarse a partir de un lenguaje universal como es el cine. Luego viene la tarea ardua de corregir las imoperfecciones, pero me parece muy motivadora esta experiencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
No voy a decir nada que no hayan dicho antes los compañeros; además de estar absolutamente de acuerdo (con la propuesta, con los planteamientos), tengo quue decirte que transmite un entusiasmo y una energía arrolladoras y contagiosas. Un abrazo.
ResponderEliminarJoselu amigo, antes de nada, disculpas mil pot tenerte olvidado ¿?...bueno, olvidado no...liado, muy liado...de hecho te reirías de lo que he estado haciendo...sobre todo este fin de semana... he tenido que reparar el goteo incesante de un radiador de la calefacciòn y del desgûe de la cocina...un auténtico coñazo...¡Que trabajera para tan poca faena! Respecto a tu post...¡Qué pena no volver a tener 16 o 17 años...! Tengo un grato y más que agradecido recuerdo de mi profesor de literatura del instituto, Don Ricardo Puentes, "el Bizco", porque lo era...y nunca sabías donde miraba, creo por lo que lo conocí, ¡y era mucho! que se hubiera parecido a ti...pero de todas maneras...lo repito que pena no tener 17 años y a ti como profesor.
ResponderEliminarJoselu, querido colega, no dejas de sorprenderme con tus ideas rompedoras para motivar a tus alumnos y enseñarles mucho más de lo que mandan los absurdos cánones que rigen nuestro trabajo. Digo "enseñar" y quizá no sea exacto. Les abres los ojos, les muestras un mundo diferente, les ayudas a desarrollar sus capacidades de un modo bastante inusual. Los pedagogos y demás no estarán muy de acuerdo con tus ideas, pero qué sabrán ellos... Muchos docentes (yo diría que todos) odiamos las programaciones, el papeleo, los proyectos para mejorar la competencia lectora y otras estupideces. Vamos solucionando los problemas según surgen y sin programación escrita, es como conducir por una carretera desconocida sin GPS ni información previa, sólo dispones de tu pericia como conductor y de un vehículo con limitadas prestacionoes. Ahí es donde se ve al docente de verdad, el que se vuelca con sus alumnos y echa mano de cualquier recurso para ayudarles. Espero que luego no tengas problemas con las autoridades a la hora de calificar y demás. Chapeau, MAESTRO.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
BUENAS NOCHES, JOSELU
ResponderEliminarUn beso.