Vassili Kandinsky
Los profesores de lengua hemos de referirnos con frecuencia a las figuras retóricas. Dentro de éstas están los tropos que hacen referencia a los cambios semánticos cuando tienen rendimiento estético. Uno de ellos es la sinestesia que el DRAE la define como: tropo que consiste en unir dos imágenes o sensaciones procedentes de diferentes dominios sensoriales: Soledad sonora. Verde chillón. Esta figura se extendió a partir del Modernismo y fue maestro en su uso Juan Ramón Jiménez y la generación de 1927. Así escribe en algunos versos: “en el cénit azul, una caricia rosa” o “Por el verdor teñido de melodiosos oros”.
Sin embargo, quizás es menos conocido que aproximadamente un 1% de la población son personas sinestésicas lo que supone que en su percepción se mezclen los sentidos que se entrelazan por un desarrollo cerebral distinto. Es frecuente que cuando oyen música, ellos perciban colores, o cuando tocan una superficie suave o rugosa les sugiera distintos sabores como ácido, dulce o salado, o al oír determinadas palabras vean formas geométricas como cuadrados, círculos, triángulos… Una determinada conversación puede sugerir un sabor y las palabras, colores.
En un cerebro normal los sentidos se archivan por separado; en el cerebro sinéstésico hay conversaciones cruzadas. David Eagleman, neuropsicólogo de la universidad de Texas afirma que “El cerebro sinestésico es como la frontera de un país que cruza mucha gente”.
Hay personas que llegan a adultos y no saben que son sinestésicos, creen que su percepción es común a todos porque ¿cómo saber cómo percibe otra persona? Hay algunos que tienen dificultades para comprender un texto escrito. No llegan a entender el significado de las palabras ya que en su mente, como delante de la frente, ven colores -cada palabra tiene un color- o también las secuencias numéricas adquieren cualidades cromáticas. Ellos piensan que algo no funciona bien pero no saben exactamente qué es. Tienen que aprender a abstraerse de los colores para percibir el contenido semántico de las palabras. Hay palabras blancas, azules, rosas, así como las vocales tienen cada una determinadas tonalidades que se imponen al escucharlas.
Fueron sinestésicos Baudelaire, Rimbaud, Kandinsky, Miles Davis… En algún sentido se puede decir que este fenómeno llevaría a una cierta riqueza que se puede aprovechar artísticamente. Kandinsky sostenía que él podía pintar sinfonías. También favorece la memorización de secuencias de números y palabras pues son archivadas como series de colores o formas. Se ha hablando incluso de experimentar orgasmos en colores, lo que no deja de tener gracia. El consumo de sustancias psicodélicas como el LSD, tan popular en los años sesenta, o la mescalina favorece la interrelación de sentidos al deshacerse la compartimentación del cerebro. En los textos de la época se relatan experiencias con el color, los sabores o las formas que sugieren claramente un fenómeno sinestésico.
Sin embargo, se supone que todos tenemos en alguna medida algún tipo de asociación sinestésica que normalmente están inhibidas. Pero no nos es raro oír hablar de una música dulce o ácida, referirnos a una persona como suave o áspera, o calificar a una corbata como chillona. Eduard Punset en el programa de Redes número 22 al que he tenido acceso para redactar este post, se pregunta que por qué no todo está conectado, por qué todo no está mezclado. ¿Y acaso en el mundo de los sueños no experimentamos sinestésicamente?
¿Habéis detectado alguna vez algo de esto en vosotros? Y los profesores que frecuentan este blog ¿habéis sospechado en alguna ocasión de ciertos alumnos que podrían tener un cerebro sinestésico y padecer dificultades para la comprensión lectora provocada por la mezcla de percepciones sensoriales? Si las estadísticas son ciertas y parece ser que 1% de la población es sinestésica, en un instituto de quinientos alumnos podría haber cuatro o cinco escolares que estuvieran afectados y nadie se lo detecta ya que ellos piensan que su percepción es normal.
¿Os atrevéis a construir una experiencia sinestésica, real o imaginaria? La participación en el post podría ser opinando sobre el asunto o aportando un pequeño relato en que pudiéramos disfrutar abiertamente y no inhibidamente de la sinestesia.