Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
Además, Joselu, que tu cuadro escribe algo certísimo e inapelable, me parece que somos muchos lo que hemos tenido algún grado de fanatismo en nuestra juventud. Digamos que fue ardor de la edad.
Vicente, bienvenido al blog. En mi juventud yo milité en la extrema izquierda pero recuerdo que era incapaz de creerme demasiado ni lo que yo mismo representaba. He tenido siempre un tremendo escepticismo hacia las convicciones y las fes. Pienso que, en definitiva, ha sido algo bueno porque no he podido ser fanático de nada. Entonces para mí era algo incomprensible, pero ahora lo veo como algo excelente. Un cordial saludo.
El entusiasmo tiene una visión amplia, lideres capaces y no busca el enfrentamiento sino la construcción. El fanatismo tiene orejeras, lideres mezquinos que se aúpan en las necesidades de otros o en su ignorancia. El fanatismo se sustenta en el enfrentamiento más que en la edificación y buscan en la necesidad de otros el campo donde sembrar su "idea", no suelen tener más de una. Normalmente los que lideran los fanatismos suelen ser gente bastante cobarde y son partidarios de mandar a otros a librar SUS batallas.
"Una vez vi a un hombre, bravucón de lengua, que incitó a los marineros a hacerse a la mar en medio de la tormenta. Pero a ese hombre no conseguías sacarle una palabra cuando estaba escondido bajo su manto entre el horror de la tempestad". (Sófoces. Ayax)
Siento tan pocas veces entusiasmo que atesoro los momentos en que lo he sentido. Y, en lo que recuerdo, siempre ha tenido que ver con la cultura, especialmente, la literatura. Pienso que la cultura a veces -no siempre- no contribuye al fanatismo. Aunque conspicuos nazis eran personas extremadamente cultas. No he podido entender nunca el fanatismo. Mis dudas sistemáticas me han hecho incapaz de ser fanático de nada, ni de mis propias ideas o convicciones. No hay nadie de quien desconfíe más sino de las personas que están próximas a lo que yo pienso. No me gustaría pertenecer a ningún club.
En cuanto a lo que escribes, pienso que es muy real. Los líderes que representan el fanatismo suelen ser bastante cobardes. Lenin lo era, era extremadamente cobarde.
"Las multitudes" es un término impreciso y un tanto despectivo. ¿Son multitudes los asistentes a un partido de fútbol?¿son multitudes los lectores de un libro de J.Marías?¿son multitudes los votantes de un partido político?¿son multitudes los asistentes a una manifestación de protesta? ... Los seres humanos tenemos un componente gregario que forma parte de nuestra esencia .... Robinson Crusoe vivía con la esperanza de su regreso al mundo social
Para mi multitudes es la reunión de personas que son adoradoras de un solo "libro" y que niegan los demás, ya sea el Coran, el pesoe o el Real Madrid. Los lectores de J. Marías, no van por ahí tirando piedras a los adoradores del Quijote o eso creo yo. Hay que tener mucho cuidado con la gente de "un solo libro" decía alguien en algún sitio alguna vez. Un saludo
Manuel, las multitudes, sostiene la cita, se entusiasman con ideas muy simples y se reúnen más que por lo que aman por lo que odian. Las multitudes tienen siempre un enemigo. Cuando se reúnen cien mil personas o un millón, siempre hay algo siniestro detrás. Yo nunca he sabido formar parte de una multitud y si he estado en ella, me he sentido abiertamente mal. De los que más desconfío es de los que piensan parecido a mí. Pienso que la verdadera escuela de los seres humanos es la soledad, y no todos tienen un componente gregario. Los lectores de Javier Marías hacen un acto solitario leyendo su libro, no forman a priori parte de una multitud, especialmente por las características de su relato. Otra cosa es leer a Pilar Rahola o al huésped de Waterloo. ¡Ay, Dios!
He leído muchas novelas de Javier Marías, me ha dado muchas satisfacciones porque creo que es un gran escritor. Sus dos últimas no me las compré, por un lado me he alejado del personaje por sus artículos en el País Semanal, que me parecen un desahogo de una persona llena de manías y fobias. Pero se distinguir entre la obra de arte y la persona. también me gusta Cela, pese a su machismo, Vargas Llosa al que considero un reaccionario, Pla, que fue franquista ... etc. A Javier Marías no lo leo, por ahora, porque he llegado a un punto de saturación, creo que abusa del relato interior en primera persona y deja en segundo plano las cosas que pasan. Es difícil explicar por qué te gusta o te deja de gustar un escritor o un pintor. También es difícil de explicar por qué no te gustan las lentejas y si el chocolate.
Leí hace bastantes años Corazón tan blanco y Mañana en la batalla piensa en mí, pero no me entusiasmaron y lo abandoné en mi biblioteca. Sus artículos me llevaron a considerarlo una especie de Javier Manías, como bien dices. Sin embargo, mi alejamiento de la prensa desde hace años ha hecho que no los lea y que decidiera darle una nueva oportunidad y leí Berta Isla hace tres años y me entusiasmó. Ahora leo Tomas Nevinson que es una suerte de continuación y me siento enormemente feliz en su lectura. Quiero volver a leer los relatos que me disgustaron hace veinte años para ver cómo los leo ahora. Es cierto que los artículos de prensa pueden saturar, tienes razón. Para mí ha sido como un redescubrimiento formidable. Saludos.
Gustave le Bon tiene un libro muy interesante sobre la psicología de masas, del que copio este párrafo "Millares de sujetos separados entre sí, en un determinado momento y bajo la influencia de ciertas emociones violentas (un gran acontecimiento nacional, por ejemplo), pueden adquirir las características de una masa psicológica. Un azar cualquiera que les reúna bastará entonces para que su conducta revista inmediatamente la especial forma de los actos de masa. En determinados momentos de la historia, media docena de hombres pueden constituir una muchedumbre psicológica, mientras que centenares de individuos reunidos accidentalmente podrán no formarla. Por otra parte, un pueblo entero, y sin que haya aglomeración visible, se convierte en ocasiones en masa, bajo la acción de alguna influencia." La masa no se mueve por argumentos elaborados que la obliguen a pensar. De alguna forma su parte racional está prácticamente inhibida. Hay que inyectarle emociones, slogans, adularla, decirle lo que quiere oír. Atemorizarlas. Presentarles al culpable de todos sus males. Cuando oigo los comentarios de personas que a diferente distancia me rodean, veo que simplemente repiten memes que les han sido inoculados, muchas veces por el miedo. Personas que valoro por lo racionales que son en general en su vida profesional, cambian a irracionales cunado se topan con algún concepto que actúa de gatillo de forma que ven su status amenazado (posiblemente de forma inconsciente). Los "voxnios" manejan perfectamente esos resortes, aunque no son los únicos, (aunque si los mejores!). A mi esto de que los seres racionales, se conviertan tan fácilmente en "racionalizadores" (utilizan la razón de forma prostituida, para justificar sus emociones, muchas veces impresentables), me da mucho miedo. El lider de un grupo zen en el que participaba, cuando veía que a veces venía más gente de los normal a practicar decía "algo debemos estar haciendo mal"... Un abrazo y ¡feliz finde!
No sé si los "voxnios" son los mejores. Tienen importantes inspiradores por aquí donde vivo donde las manifestaciones de muchedumbres con las mismas vestimentas, banderas, enseñas y capas, unidas a las tan queridas procesiones con antorchas, son tan populares y masivas que uno siente ganas de huir. Ciertamente, cuando hay una muchedumbre, no hay ideas sino emociones irracionales como odio, adhesión, espíritu de pertenencia a la estirpe escogida, miedo... A veces, como dices que expresaba el maestro zen, cuando algo es objeto de excesivo entusiasmo, hay que empezar a pensar que algo se ha hecho mal. Huyo de lo que concita adhesión generalizada. Las multitudes se alimentan de eslóganes, esquematismos, y, fundamentalmente de emociones tramposas... Un abrazo, hoy me siento feliz.
Se ha citado aquí a Gustave Le Bon . El libro es Psicología de las Masas. Es esencial para entender el comportamiento de estas. La multitud es masa, y esta se homogeiniza de tal forma que un zapatero y un cirujano convergen en la misma idea, aquella que les promete felicidad. Y da igual se represente en un equipo de fútbol que en un partido político.
La cuestión es prometer lo intangible y trascendente, como lo hizo la Anna Simó en el Parlament de Catalunya: " Amb la república serem més feliçes" (sic), y se quedó tan fresca. Mientras miles de contagiados por el entusiasmo, se daban un baile de masas en la plaza Sant Jaume, olvidándose de que la felicidad no es cuantitativa ¿cuánto de felices del 0 al 10? y no se hace por Ley, sino que es un concepto trascendente. Y eso es lo que hace el fanatismo, obnubilar las mentes y trastornar los sentidos.
Totalmente de acuerdo con tus reflexiones y tu interpretación de la promesa de Anna Simó. Sin embargo, estos días leo un libro que repasa en parte los días en que ETA secuestro y asesinó un un modesto concejal del PP en julio de 1997, Miguel Ángel Blanco. Creo que por primera vez se reunieron multitudes en el País Vasco pidiendo su liberación y, posteriormente, llenas de rabia por su asesinato contra los asesinos y sus cómplices. En este caso, siento próximas estas manifestaciones de sentimiento contra una barbarie y crueldad como aquella. Pienso que la participación en esos casos de un sentimiento colectivo tiene mucho de ético y moral. No obstante, participé en la manifestación en Barcelona cuando el atentando del 11M, pero rápidamente me di cuenta de que el centro de la misma no representaba un sentimiento de pesar por los crímenes sino de odio contra el PP que estaba manipulando la información. Pensé que no tocaba en aquel momento. Y este es el peligro de las manifestaciones: que alguien las desvíe de su origen, los manipuladores se hacen presentes. Reunirse es siempre algo incierto. Pero aplaudo a los vascos que salieron a expresar su rabia por el crimen contra Miguel Ángel Blanco. Salut.
Me pasa lo mismo que a Manuel Adlert, y veo que a ti también, el Javier Marías articulista me llegó a fatigar, dejé de leerle hace años en la prensa, tenía la impresión de estar ante un cascarrabias que se quejaba de una cosa y al día siguiente de su contraria.
En cuanto a esas afirmaciones, pienso que lleva buena razón. Ciertamente los fanáticos transitan por esa senda con devoción y un entusiasmo compartido y exacerbado, no existen fanáticos sin entusiasmo. Los hinchas radicales de un equipo de futbol son fanáticos en su expresión más violenta, sean una multitud de 100 o 7.000. Y es verdad que todo lo pinta muy simple, porque apela a las emociones primarias, esto no es ningún secreto, no puede acudir a los argumentos racionales y ponderados porque carece de ellos, en la línea de lo que bien expresa nubeaguablog, por eso echa mano de cualquier falacia.
Así pues, en el fanatismo siempre hay entusiasmo, aunque en el entusiasmo no siempre hay fanatismo, eso también conviene señalarlo, a ver si ahora todos los que se entusiasman en comunidad con algo van a ser fanáticos, claro que no.
Sobre las multitudes hay una puntualización que tú has expuesto mediante un comentario y me parece acertadísima; la multitud sin esa connotación peyorativa, ese ejemplo de las multitudes congregadas para pedir la libertad del vilmente asesinado Miguel Ángel Blanco, centenares de miles de personas se juntaron por una causa profundamente ética y moral como señalas (aspectos que brillan por su ausencia en los fanatismos), pedir a ETA que salvase la vida de M. A. Blanco. De igual modo que las multitudes devotas congregadas en torno a un Cristo o una Virgen María en procesión, que observamos por España en Semana Santa, tampoco son fanáticas religiosas, manifiestan su fervor religioso, y el fervor es asunto diferente al fanatismo. Esas multitudes devotas conviven pacíficamente con otros descreídos, no te exigen convertirte a su credo religioso para expresarte respeto.
Eso sí, no me verás en esas mareas humanas, fui una vez a una procesión de mucho renombre en Jerez de la Frontera, con unos íntimos amigos jerezanos, fue un interesante experiencia sociológica… pero tuve suficiente con esa, ¿y sabes qué? Me lleve un libro, “Industrias y andanzas de Alfanhuí” de Ferlosio, para leerlo entre paso y paso, un momento mezclado de paroxismo religioso y ficción literaria muy de Ferlosio, surrealista, jaja.
Es un problema definir qué es una muchedumbre reunida por un propósito ético o fanático. Sin duda, los que asisten a cualquier convocatoria política o religiosa verán en ella motivos grandes. El aspecto subjetivo es engañoso. Estoy seguro de que las muchedumbres en la Alemania nazi eran sinceras en su pangermanismo reivindicativo. Es un tema delicado definir qué es qué en cada situación. El nacionalismo ha dado lugar a conformaciones muy peligrosas a lo largo de su historia y ha inflamado conflictos de muy variado signo. Pero algunos dirán que el nacionalismo cubano se enfrentó al imperialismo yanki y que el nacionalismo ruso se enfrentó a la Alemania nazi. Stalin lo asumió igual que las creencias ortodoxas duramente reprimidas por otra parte por su régimen. Entiendo que salir a la calle en el País Vasco a pedir la liberación de Miguel Ángel Blanco era un propósito noble y no salir en manifestación para gritar "ETA, MÁTALOS", como se estilaba en esa región española. Yo entiendo que los cientos de miles de catalanes que se congregan con banderas y estandartes en las diadas no son solo por un orgullo patriótico sino por odio hacia España o hacia Madrid. Y pienso que desprecian y odian a otros catalanes que no participan de esos sentimientos. Las muchedumbres son cuestionables en todo caso. Y, ciertamente, mejor llevarse un libro para estar presente en ellas, como hiciste tú. Personalmente, me afligen sentimientos muy contradictorios en una convocatoria de cualquier signo, aunque defienda posturas próximas a las mías. Los gritos sincopados, las soflamas, las consignas me desconciertan. No me gustan. Lo cierto es que no me gustan las muchedumbres. Una vez estuve en Sevilla en la salida de la virgen de la Macarena y vi el entusiasmo que se vivía en aquella madrugada. Vi con sorpresa que todos los bares estaban abiertos y llenos de clientes a la par que la procesión. Me identifico más con eso que con el fervor que calificaba a la virgen de "guapa". Me gusta contemplar las procesiones como estética más que como participante. Y las manifestaciones con su estallido emocional me interesan como ejercicio sociológico más que como participación íntima. Desconfío de los sentimientos compartidos, de las emociones contagiosas.
Javier Marías es un gran novelista, aunque ciertamente cascarrabias en sus artículos. Yo no los leo y me he abonado a sus novelas donde es otra cosa y me parece un buen candidato al Nobel. Es el escritor español más valorado internacionalmente.
Hoy me han regalado las obras completas de Manuel Chaves Nogales y los cuentos completos de Chejov. No se puede decir que no haya sido un día del libro no aprovechado.
-Particularmente ,los fanatismos y fanáticos me agotan:es, como el ajo se repiten mucho.-Javier Marias :como articulista, me parece un poco contradictorio y después tiene ese toque de aristócrata, que por ahí se le fuga un poco el protagonismo o lo marca en exceso.
Como novelista: he leído varios libros y me gusta: entre ellos," Berta Isla": un regalo casualmente de una de mis hermanas, en una fecha como hoy, día del Libro y de Sant Jordi.Ya que ellas son amantes de la poesía y casi me he convertido en una experta buscando autores.
Se dice de él que es: como un piragüista ,puede crear una novela histórica con muchos meandros y desvíos.-Personalmente creo que ahí si que nos dividimos como lectores: las mujeres queremos bondades y redenciones y uds o vosotros acción.
-Por cierto: después de:niña, niño, niñes: ya hemos optados por hablar de ud.-Lo estábamos comentando hoy en una reunión ,ya esto es, la pera pocha, porque si para escribir tenemos que incluir tantos términos esto es como la pescadilla que se muerde la cola...y de eso tienen un poco estos fanatismos.
Tras mi lectura muy gratificante de Berta Isla, he leído sus dos últimas novelas, Los enamoramientos y ahora Tomás Nevinson, No leo últimamente sus artículos. pues no compro El País, y eso que tengo ganado. Leer sistemáticamente a alguien, repite más que el ajo. Todos nos repetimos. Y, ciertamente, Marías tiene un aire aristocrático muy claro. Ello no empece que sea un excelente novelista, por lo menos así me lo parece. Y me gustan sus meandros. A mí como lector no me satisface solo la acción, depende. Demasiada acción me aturde y me termina aburriendo. Me gusta el ejercicio del intimismo en una narración.
Muchas gracias por tu participación, Bertha. Un abrazo.
Por más que nos esforcemos, no se puede evidenciar de forma más sencilla y comprensible, en el sentido de que comprende y abarca, el fenómeno de las masas turbadoras, a como lo hace el gran Marias. Desde Mussolini, ese fenómeno de entusiasmo atrajo a millones de personas. A Hitler le siguió Perón, que admiraba esa organización italiana de la muchedumbre, que parecía la de una gran ópera. Canciones y las filas prietas, para cuando apareciese el líder, todos a una a corear su nombre: "Chávez, Chávez, Chávez". Hasta que se arrojaron al infierno de la guerra. Pero su semilla germinó y fue imitada. Quizá sea el militar argentino, el nexo con esos populismos más modernos de latinoamérica, que al final orillaron también suelo español y europeo. Un saludo, Joselu. Que no nos venza el populismo. No hay soluciones sencillas para problemas complejos.
Pero los planteamientos complejos no atraen a las muchedumbres que se apuntan a dualismo bueno/malo, blanco/negro. Los líderes políticos que abundan tanto por aquí donde vivo yo reducen todo a un planteamiento binario para simplificar y hacerlo atractivo a las masas, y, por extraño que pueda parecer, tiene enorme éxito. El populismo, como bien dices, transmite entusiasmo, adhesión, identificación con una idea, un sentimiento, emociones radicales... Y eso es atractivo. Cuesta mucho más darse cuenta de la complejidad de la realidad. Es la primacía de la acción frente al pensamiento. No es de extrañar que los populismos tengan tanta extensión en el tiempo y el espacio. Y, como sabemos, hay que señalar a un enemigo que tenga cuernos y cola, para satanizarlo. Simple pero efectivo. Está claro que en las elecciones de Madrid quien representa lo contrario de las supuestas evidencias es Ángel Gabilondo, que no cuenta como una opción atractiva. El más gris, a veces, suele ser el más valioso. Más allá están los que sueltan arengas simplificadoras y esquemas de conflictos que enfrentan a la gente. Libertad versus Comunismo, Fascismo versus democracia (popular, ya nos entendemos). El populismo es emocionalmente mucho más divertido que los planteamientos complejos, se adapta a la estructura de nuestra mente binaria.
Las formas impecables de Gabilondo e incluso necesarias, como dices, Joselu, no esconden más que un fondo que me produce rechazo. Una sordina al sufrimiento ajeno. Porque sus aliados potenciales nos desvelan cuáles son sus intenciones verdaderas- él habla de una moratoria fiscal- pero no tendrá más remedio que subir impuestos y gasto en un contexto de reactivación económica, ojalá fuese así, que recaería sobre el tejido productivo. Sus aliados no van a ceder en el tema impositivo.
Y es que no veo señales en Gabilondo y en su partido de un ajuste que es necesario. Hay partidas que no se deben tocar, e incluso subirán en plena pandemia. Pero no se ha vislumbrado ningún cambio en otros capítulos que permitirían ahorrar recursos. Al contrario, quieren incrementar esos capítulos. En este sentido, no me gusta hablar de ideas, aunque veo a Iglesias, como un Nerón y una Roma incendiada de trasfondo, que toca el arpa, y habla de crear más de sesenta observatorios, que arraigarían sobre la ruina más absoluta. Por el contrario, tomo nota del ejecutivo socialista de Antonio Costa, y me quito el sombrero. Reduce en partidas del presupuesto que no considera necesarias, y da margen fiscal para que se asiente la reactivación en su país, Portugal. Por el contrario, En España no se ha dado ningún margen y somos la economía con más desequilibrios. Me preocupa la viabilidad futura del estado del bienestar, que se debe defender en mi opinión desde la austeridad y no alimentando más tentáculos de un estado, que cada vez llega a más lugares, y pierde recursos en partidas mientras en otras, como las pensiones no está garantizada su autosuficiencia, ni siquiera vía impuestos( es cambiar los huevos de caja). Me gusta la solidaridad, también con las generaciones futuras. Pensar que cuando nuestros hijos tengan que mantenernos en este sistema de reparto de pensiones, la proporción sea un trabajador - un pasivo, más la deuda acumulada que no deja de crecer, me llena de vergüenza. ¿Qué les diremos entonces cuando vengan a pedirnos cuentas?
He de confesar que soy un ignorante completo en cuanto al contexto de las elecciones de Madrid. Ambas opciones, la derecha y la izquierda, me resultan indeseables. No me gustan VOX ni Podemos y en todas las quinielas entran como componente. He elogiado a Gabilondo sin saber nada de él salvo su intento hace años de proponer una reforma educativa consensuada por la derecha y la izquierda, algo insólito en un país en que izquierda y derecha son igualmente depredadoras. Acepto tus observaciones porque desconozco totalmente la realidad de Madrid. Pienso que me abstendría o votaría en blanco, ambas opciones son problemáticas pero no contribuiría a que gobernaran Podemos o Vox. No sé, no tengo ni idea. No sigo la prensa y solo me llegan destellos lejanos. En cuanto a las pensiones, que la fortuna nos coja confesados a los actuales pensionista pero mucho más terrible son los que vendrán...
-Comparto con Sergio:esa falta de empatía de Gabilondo, esta como anestesiado, esta ahí porque lo han obligado , y me gustaba mucho su forma de entrar en los temas, con esa calma sin aspavientos.Cosa que no puedo con Iglesias, es un agitador , no tiene madera de político.
-En Canarias, se ha comenzado a mandar inmigrantes a la peninsula ,porque Marruescos ha cerrado los vuelos por la pandemiz:con billete pagado según dicen por ellos mísmos y con los papeles en regla.-Por lo que se ve la documentación es falsa...Y Madrid sigue en el mísmo sitio pero para pagar los impuestos si que contamos todos...
Las pensiones: madre mía esto es otro cantar y con las horas de teletrabajo que las cuentas no salen ni por chiripa.
-Contra más ahondemos,, en el tema político: más necesidad de salir a la superficie a tomar oxígeno, es totalmente tóxico.
Por eso : gracias a la literatura uno puede vivir muchas vidas sin complicarse.
Arnold J. Toynbee señala que «a las guerras de religión siguieron, luego de una brevísima tregua, las guerras de los nacionalismos; y en nuestro mundo occidental moderno, el espíritu de los fanatismos religioso y nacional [constituye] evidentemente una sola y misma pasión [maligna]». Cioran indicaba: "El fanatismo es la muerte de la conversación. No se charla con un candidato al martirio. ¿Qué decirle a alguien que se niega a entender vuestras razones y que, desde el momento en que uno no acepta las suyas, prefiere morir a ceder?". Y José Antonio Marina: Los fracasos cognitivos provienen del empeño que tenemos muchas veces las personas de negar la realidad. Los prejuicios, la superstición, el dogmatismo, el fanatismo son formas de pensamiento que niegan la realidad, que evitan la aceptación de las evidencias que se nos presentan.
Interesantes disecciones sobre el fanatismo, tan diagnosticado y analizado pero tan frecuente en política a derecha y a izquierda encubierto por los más nobles motivos.
Además, Joselu, que tu cuadro escribe algo certísimo e inapelable, me parece que somos muchos lo que hemos tenido algún grado de fanatismo en nuestra juventud. Digamos que fue ardor de la edad.
ResponderEliminarVicente, bienvenido al blog. En mi juventud yo milité en la extrema izquierda pero recuerdo que era incapaz de creerme demasiado ni lo que yo mismo representaba. He tenido siempre un tremendo escepticismo hacia las convicciones y las fes. Pienso que, en definitiva, ha sido algo bueno porque no he podido ser fanático de nada. Entonces para mí era algo incomprensible, pero ahora lo veo como algo excelente. Un cordial saludo.
EliminarEl entusiasmo tiene una visión amplia, lideres capaces y no busca el enfrentamiento sino la construcción. El fanatismo tiene orejeras, lideres mezquinos que se aúpan en las necesidades de otros o en su ignorancia. El fanatismo se sustenta en el enfrentamiento más que en la edificación y buscan en la necesidad de otros el campo donde sembrar su "idea", no suelen tener más de una.
ResponderEliminarNormalmente los que lideran los fanatismos suelen ser gente bastante cobarde y son partidarios de mandar a otros a librar SUS batallas.
"Una vez vi a un hombre, bravucón de lengua, que incitó a los marineros a hacerse a la mar en medio de la tormenta. Pero a ese hombre no conseguías sacarle una palabra cuando estaba escondido bajo su manto entre el horror de la tempestad".
(Sófoces. Ayax)
Un saludo
Siento tan pocas veces entusiasmo que atesoro los momentos en que lo he sentido. Y, en lo que recuerdo, siempre ha tenido que ver con la cultura, especialmente, la literatura. Pienso que la cultura a veces -no siempre- no contribuye al fanatismo. Aunque conspicuos nazis eran personas extremadamente cultas. No he podido entender nunca el fanatismo. Mis dudas sistemáticas me han hecho incapaz de ser fanático de nada, ni de mis propias ideas o convicciones. No hay nadie de quien desconfíe más sino de las personas que están próximas a lo que yo pienso. No me gustaría pertenecer a ningún club.
EliminarEn cuanto a lo que escribes, pienso que es muy real. Los líderes que representan el fanatismo suelen ser bastante cobardes. Lenin lo era, era extremadamente cobarde.
Saludos.
"Las multitudes" es un término impreciso y un tanto despectivo. ¿Son multitudes los asistentes a un partido de fútbol?¿son multitudes los lectores de un libro de J.Marías?¿son multitudes los votantes de un partido político?¿son multitudes los asistentes a una manifestación de protesta? ... Los seres humanos tenemos un componente gregario que forma parte de nuestra esencia .... Robinson Crusoe vivía con la esperanza de su regreso al mundo social
ResponderEliminarPara mi multitudes es la reunión de personas que son adoradoras de un solo "libro" y que niegan los demás, ya sea el Coran, el pesoe o el Real Madrid. Los lectores de J. Marías, no van por ahí tirando piedras a los adoradores del Quijote o eso creo yo. Hay que tener mucho cuidado con la gente de "un solo libro" decía alguien en algún sitio alguna vez.
EliminarUn saludo
Manuel, las multitudes, sostiene la cita, se entusiasman con ideas muy simples y se reúnen más que por lo que aman por lo que odian. Las multitudes tienen siempre un enemigo. Cuando se reúnen cien mil personas o un millón, siempre hay algo siniestro detrás. Yo nunca he sabido formar parte de una multitud y si he estado en ella, me he sentido abiertamente mal. De los que más desconfío es de los que piensan parecido a mí. Pienso que la verdadera escuela de los seres humanos es la soledad, y no todos tienen un componente gregario. Los lectores de Javier Marías hacen un acto solitario leyendo su libro, no forman a priori parte de una multitud, especialmente por las características de su relato. Otra cosa es leer a Pilar Rahola o al huésped de Waterloo. ¡Ay, Dios!
EliminarHe leído muchas novelas de Javier Marías, me ha dado muchas satisfacciones porque creo que es un gran escritor. Sus dos últimas no me las compré, por un lado me he alejado del personaje por sus artículos en el País Semanal, que me parecen un desahogo de una persona llena de manías y fobias. Pero se distinguir entre la obra de arte y la persona.
ResponderEliminartambién me gusta Cela, pese a su machismo, Vargas Llosa al que considero un reaccionario, Pla, que fue franquista ... etc.
A Javier Marías no lo leo, por ahora, porque he llegado a un punto de saturación, creo que abusa del relato interior en primera persona y deja en segundo plano las cosas que pasan. Es difícil explicar por qué te gusta o te deja de gustar un escritor o un pintor. También es difícil de explicar por qué no te gustan las lentejas y si el chocolate.
Leí hace bastantes años Corazón tan blanco y Mañana en la batalla piensa en mí, pero no me entusiasmaron y lo abandoné en mi biblioteca. Sus artículos me llevaron a considerarlo una especie de Javier Manías, como bien dices. Sin embargo, mi alejamiento de la prensa desde hace años ha hecho que no los lea y que decidiera darle una nueva oportunidad y leí Berta Isla hace tres años y me entusiasmó. Ahora leo Tomas Nevinson que es una suerte de continuación y me siento enormemente feliz en su lectura. Quiero volver a leer los relatos que me disgustaron hace veinte años para ver cómo los leo ahora. Es cierto que los artículos de prensa pueden saturar, tienes razón. Para mí ha sido como un redescubrimiento formidable. Saludos.
EliminarGustave le Bon tiene un libro muy interesante sobre la psicología de masas, del que copio este párrafo "Millares de sujetos separados entre sí, en un determinado momento y bajo la influencia de ciertas emociones violentas (un gran acontecimiento nacional, por ejemplo),
ResponderEliminarpueden adquirir las características de una masa psicológica. Un azar cualquiera que les reúna bastará entonces para que su conducta revista inmediatamente la especial forma de los actos de masa. En determinados momentos de la historia, media docena de hombres pueden constituir una muchedumbre psicológica, mientras que centenares de individuos
reunidos accidentalmente podrán no formarla. Por otra parte, un pueblo entero, y sin que haya aglomeración visible, se convierte en ocasiones en masa, bajo la acción de alguna influencia."
La masa no se mueve por argumentos elaborados que la obliguen a pensar. De alguna forma su parte racional está prácticamente inhibida. Hay que inyectarle emociones, slogans, adularla, decirle lo que quiere oír. Atemorizarlas. Presentarles al culpable de todos sus males.
Cuando oigo los comentarios de personas que a diferente distancia me rodean, veo que simplemente repiten memes que les han sido inoculados, muchas veces por el miedo. Personas que valoro por lo racionales que son en general en su vida profesional, cambian a irracionales cunado se topan con algún concepto que actúa de gatillo de forma que ven su status amenazado (posiblemente de forma inconsciente). Los "voxnios" manejan perfectamente esos resortes, aunque no son los únicos, (aunque si los mejores!). A mi esto de que los seres racionales, se conviertan tan fácilmente en "racionalizadores" (utilizan la razón de forma prostituida, para justificar sus emociones, muchas veces impresentables), me da mucho miedo.
El lider de un grupo zen en el que participaba, cuando veía que a veces venía más gente de los normal a practicar decía "algo debemos estar haciendo mal"...
Un abrazo y ¡feliz finde!
No sé si los "voxnios" son los mejores. Tienen importantes inspiradores por aquí donde vivo donde las manifestaciones de muchedumbres con las mismas vestimentas, banderas, enseñas y capas, unidas a las tan queridas procesiones con antorchas, son tan populares y masivas que uno siente ganas de huir. Ciertamente, cuando hay una muchedumbre, no hay ideas sino emociones irracionales como odio, adhesión, espíritu de pertenencia a la estirpe escogida, miedo... A veces, como dices que expresaba el maestro zen, cuando algo es objeto de excesivo entusiasmo, hay que empezar a pensar que algo se ha hecho mal. Huyo de lo que concita adhesión generalizada. Las multitudes se alimentan de eslóganes, esquematismos, y, fundamentalmente de emociones tramposas... Un abrazo, hoy me siento feliz.
EliminarSe ha citado aquí a Gustave Le Bon . El libro es Psicología de las Masas.
ResponderEliminarEs esencial para entender el comportamiento de estas. La multitud es masa, y esta se homogeiniza de tal forma que un zapatero y un cirujano convergen en la misma idea, aquella que les promete felicidad. Y da igual se represente en un equipo de fútbol que en un partido político.
La cuestión es prometer lo intangible y trascendente, como lo hizo la Anna Simó en el Parlament de Catalunya: " Amb la república serem més feliçes" (sic), y se quedó tan fresca. Mientras miles de contagiados por el entusiasmo, se daban un baile de masas en la plaza Sant Jaume, olvidándose de que la felicidad no es cuantitativa ¿cuánto de felices del 0 al 10? y no se hace por Ley, sino que es un concepto trascendente. Y eso es lo que hace el fanatismo, obnubilar las mentes y trastornar los sentidos.
Salut
Totalmente de acuerdo con tus reflexiones y tu interpretación de la promesa de Anna Simó. Sin embargo, estos días leo un libro que repasa en parte los días en que ETA secuestro y asesinó un un modesto concejal del PP en julio de 1997, Miguel Ángel Blanco. Creo que por primera vez se reunieron multitudes en el País Vasco pidiendo su liberación y, posteriormente, llenas de rabia por su asesinato contra los asesinos y sus cómplices. En este caso, siento próximas estas manifestaciones de sentimiento contra una barbarie y crueldad como aquella. Pienso que la participación en esos casos de un sentimiento colectivo tiene mucho de ético y moral. No obstante, participé en la manifestación en Barcelona cuando el atentando del 11M, pero rápidamente me di cuenta de que el centro de la misma no representaba un sentimiento de pesar por los crímenes sino de odio contra el PP que estaba manipulando la información. Pensé que no tocaba en aquel momento. Y este es el peligro de las manifestaciones: que alguien las desvíe de su origen, los manipuladores se hacen presentes. Reunirse es siempre algo incierto. Pero aplaudo a los vascos que salieron a expresar su rabia por el crimen contra Miguel Ángel Blanco. Salut.
EliminarMe pasa lo mismo que a Manuel Adlert, y veo que a ti también, el Javier Marías articulista me llegó a fatigar, dejé de leerle hace años en la prensa, tenía la impresión de estar ante un cascarrabias que se quejaba de una cosa y al día siguiente de su contraria.
ResponderEliminarEn cuanto a esas afirmaciones, pienso que lleva buena razón. Ciertamente los fanáticos transitan por esa senda con devoción y un entusiasmo compartido y exacerbado, no existen fanáticos sin entusiasmo.
Los hinchas radicales de un equipo de futbol son fanáticos en su expresión más violenta, sean una multitud de 100 o 7.000. Y es verdad que todo lo pinta muy simple, porque apela a las emociones primarias, esto no es ningún secreto, no puede acudir a los argumentos racionales y ponderados porque carece de ellos, en la línea de lo que bien expresa nubeaguablog, por eso echa mano de cualquier falacia.
Así pues, en el fanatismo siempre hay entusiasmo, aunque en el entusiasmo no siempre hay fanatismo, eso también conviene señalarlo, a ver si ahora todos los que se entusiasman en comunidad con algo van a ser fanáticos, claro que no.
Sobre las multitudes hay una puntualización que tú has expuesto mediante un comentario y me parece acertadísima; la multitud sin esa connotación peyorativa, ese ejemplo de las multitudes congregadas para pedir la libertad del vilmente asesinado Miguel Ángel Blanco, centenares de miles de personas se juntaron por una causa profundamente ética y moral como señalas (aspectos que brillan por su ausencia en los fanatismos), pedir a ETA que salvase la vida de M. A. Blanco.
De igual modo que las multitudes devotas congregadas en torno a un Cristo o una Virgen María en procesión, que observamos por España en Semana Santa, tampoco son fanáticas religiosas, manifiestan su fervor religioso, y el fervor es asunto diferente al fanatismo. Esas multitudes devotas conviven pacíficamente con otros descreídos, no te exigen convertirte a su credo religioso para expresarte respeto.
Eso sí, no me verás en esas mareas humanas, fui una vez a una procesión de mucho renombre en Jerez de la Frontera, con unos íntimos amigos jerezanos, fue un interesante experiencia sociológica… pero tuve suficiente con esa, ¿y sabes qué? Me lleve un libro, “Industrias y andanzas de Alfanhuí” de Ferlosio, para leerlo entre paso y paso, un momento mezclado de paroxismo religioso y ficción literaria muy de Ferlosio, surrealista, jaja.
Un abrazo, Joselu.
Es un problema definir qué es una muchedumbre reunida por un propósito ético o fanático. Sin duda, los que asisten a cualquier convocatoria política o religiosa verán en ella motivos grandes. El aspecto subjetivo es engañoso. Estoy seguro de que las muchedumbres en la Alemania nazi eran sinceras en su pangermanismo reivindicativo. Es un tema delicado definir qué es qué en cada situación. El nacionalismo ha dado lugar a conformaciones muy peligrosas a lo largo de su historia y ha inflamado conflictos de muy variado signo. Pero algunos dirán que el nacionalismo cubano se enfrentó al imperialismo yanki y que el nacionalismo ruso se enfrentó a la Alemania nazi. Stalin lo asumió igual que las creencias ortodoxas duramente reprimidas por otra parte por su régimen. Entiendo que salir a la calle en el País Vasco a pedir la liberación de Miguel Ángel Blanco era un propósito noble y no salir en manifestación para gritar "ETA, MÁTALOS", como se estilaba en esa región española. Yo entiendo que los cientos de miles de catalanes que se congregan con banderas y estandartes en las diadas no son solo por un orgullo patriótico sino por odio hacia España o hacia Madrid. Y pienso que desprecian y odian a otros catalanes que no participan de esos sentimientos. Las muchedumbres son cuestionables en todo caso. Y, ciertamente, mejor llevarse un libro para estar presente en ellas, como hiciste tú. Personalmente, me afligen sentimientos muy contradictorios en una convocatoria de cualquier signo, aunque defienda posturas próximas a las mías. Los gritos sincopados, las soflamas, las consignas me desconciertan. No me gustan. Lo cierto es que no me gustan las muchedumbres. Una vez estuve en Sevilla en la salida de la virgen de la Macarena y vi el entusiasmo que se vivía en aquella madrugada. Vi con sorpresa que todos los bares estaban abiertos y llenos de clientes a la par que la procesión. Me identifico más con eso que con el fervor que calificaba a la virgen de "guapa". Me gusta contemplar las procesiones como estética más que como participante. Y las manifestaciones con su estallido emocional me interesan como ejercicio sociológico más que como participación íntima. Desconfío de los sentimientos compartidos, de las emociones contagiosas.
EliminarJavier Marías es un gran novelista, aunque ciertamente cascarrabias en sus artículos. Yo no los leo y me he abonado a sus novelas donde es otra cosa y me parece un buen candidato al Nobel. Es el escritor español más valorado internacionalmente.
Hoy me han regalado las obras completas de Manuel Chaves Nogales y los cuentos completos de Chejov. No se puede decir que no haya sido un día del libro no aprovechado.
Un abrazo, Paco.
-Particularmente ,los fanatismos y fanáticos me agotan:es, como el ajo se repiten mucho.-Javier Marias :como articulista, me parece un poco contradictorio y después tiene ese toque de aristócrata, que por ahí se le fuga un poco el protagonismo o lo marca en exceso.
ResponderEliminarComo novelista: he leído varios libros y me gusta: entre ellos," Berta Isla": un regalo casualmente de una de mis hermanas, en una fecha como hoy, día del Libro y de Sant Jordi.Ya que ellas son amantes de la poesía y casi me he convertido en una experta buscando autores.
Se dice de él que es: como un piragüista ,puede crear una novela histórica con muchos meandros y desvíos.-Personalmente creo que ahí si que nos dividimos como lectores: las mujeres queremos bondades y redenciones y uds o vosotros acción.
-Por cierto: después de:niña, niño, niñes: ya hemos optados por hablar de ud.-Lo estábamos comentando hoy en una reunión ,ya esto es, la pera pocha, porque si para escribir tenemos que incluir tantos términos esto es como la pescadilla que se muerde la cola...y de eso tienen un poco estos fanatismos.
Un abrazo y feliz finde
Tras mi lectura muy gratificante de Berta Isla, he leído sus dos últimas novelas, Los enamoramientos y ahora Tomás Nevinson, No leo últimamente sus artículos. pues no compro El País, y eso que tengo ganado. Leer sistemáticamente a alguien, repite más que el ajo. Todos nos repetimos. Y, ciertamente, Marías tiene un aire aristocrático muy claro. Ello no empece que sea un excelente novelista, por lo menos así me lo parece. Y me gustan sus meandros. A mí como lector no me satisface solo la acción, depende. Demasiada acción me aturde y me termina aburriendo. Me gusta el ejercicio del intimismo en una narración.
EliminarMuchas gracias por tu participación, Bertha. Un abrazo.
Por más que nos esforcemos, no se puede evidenciar de forma más sencilla y comprensible, en el sentido de que comprende y abarca, el fenómeno de las masas turbadoras, a como lo hace el gran Marias. Desde Mussolini, ese fenómeno de entusiasmo atrajo a millones de personas. A Hitler le siguió Perón, que admiraba esa organización italiana de la muchedumbre, que parecía la de una gran ópera. Canciones y las filas prietas, para cuando apareciese el líder, todos a una a corear su nombre: "Chávez, Chávez, Chávez". Hasta que se arrojaron al infierno de la guerra. Pero su semilla germinó y fue imitada. Quizá sea el militar argentino, el nexo con esos populismos más modernos de latinoamérica, que al final orillaron también suelo español y europeo. Un saludo, Joselu. Que no nos venza el populismo. No hay soluciones sencillas para problemas complejos.
ResponderEliminarPero los planteamientos complejos no atraen a las muchedumbres que se apuntan a dualismo bueno/malo, blanco/negro. Los líderes políticos que abundan tanto por aquí donde vivo yo reducen todo a un planteamiento binario para simplificar y hacerlo atractivo a las masas, y, por extraño que pueda parecer, tiene enorme éxito. El populismo, como bien dices, transmite entusiasmo, adhesión, identificación con una idea, un sentimiento, emociones radicales... Y eso es atractivo. Cuesta mucho más darse cuenta de la complejidad de la realidad. Es la primacía de la acción frente al pensamiento. No es de extrañar que los populismos tengan tanta extensión en el tiempo y el espacio. Y, como sabemos, hay que señalar a un enemigo que tenga cuernos y cola, para satanizarlo. Simple pero efectivo. Está claro que en las elecciones de Madrid quien representa lo contrario de las supuestas evidencias es Ángel Gabilondo, que no cuenta como una opción atractiva. El más gris, a veces, suele ser el más valioso. Más allá están los que sueltan arengas simplificadoras y esquemas de conflictos que enfrentan a la gente. Libertad versus Comunismo, Fascismo versus democracia (popular, ya nos entendemos). El populismo es emocionalmente mucho más divertido que los planteamientos complejos, se adapta a la estructura de nuestra mente binaria.
EliminarLas formas impecables de Gabilondo e incluso necesarias, como dices, Joselu, no esconden más que un fondo que me produce rechazo. Una sordina al sufrimiento ajeno. Porque sus aliados potenciales nos desvelan cuáles son sus intenciones verdaderas- él habla de una moratoria fiscal- pero no tendrá más remedio que subir impuestos y gasto en un contexto de reactivación económica, ojalá fuese así, que recaería sobre el tejido productivo. Sus aliados no van a ceder en el tema impositivo.
EliminarY es que no veo señales en Gabilondo y en su partido de un ajuste que es necesario. Hay partidas que no se deben tocar, e incluso subirán en plena pandemia. Pero no se ha vislumbrado ningún cambio en otros capítulos que permitirían ahorrar recursos. Al contrario, quieren incrementar esos capítulos. En este sentido, no me gusta hablar de ideas, aunque veo a Iglesias, como un Nerón y una Roma incendiada de trasfondo, que toca el arpa, y habla de crear más de sesenta observatorios, que arraigarían sobre la ruina más absoluta. Por el contrario, tomo nota del ejecutivo socialista de Antonio Costa, y me quito el sombrero. Reduce en partidas del presupuesto que no considera necesarias, y da margen fiscal para que se asiente la reactivación en su país, Portugal.
Por el contrario, En España no se ha dado ningún margen y somos la economía con más desequilibrios. Me preocupa la viabilidad futura del estado del bienestar, que se debe defender en mi opinión desde la austeridad y no alimentando más tentáculos de un estado, que cada vez llega a más lugares, y pierde recursos en partidas mientras en otras, como las pensiones no está garantizada su autosuficiencia, ni siquiera vía impuestos( es cambiar los huevos de caja). Me gusta la solidaridad, también con las generaciones futuras. Pensar que cuando nuestros hijos tengan que mantenernos en este sistema de reparto de pensiones, la proporción sea un trabajador - un pasivo, más la deuda acumulada que no deja de crecer, me llena de vergüenza. ¿Qué les diremos entonces cuando vengan a pedirnos cuentas?
He de confesar que soy un ignorante completo en cuanto al contexto de las elecciones de Madrid. Ambas opciones, la derecha y la izquierda, me resultan indeseables. No me gustan VOX ni Podemos y en todas las quinielas entran como componente. He elogiado a Gabilondo sin saber nada de él salvo su intento hace años de proponer una reforma educativa consensuada por la derecha y la izquierda, algo insólito en un país en que izquierda y derecha son igualmente depredadoras. Acepto tus observaciones porque desconozco totalmente la realidad de Madrid. Pienso que me abstendría o votaría en blanco, ambas opciones son problemáticas pero no contribuiría a que gobernaran Podemos o Vox. No sé, no tengo ni idea. No sigo la prensa y solo me llegan destellos lejanos. En cuanto a las pensiones, que la fortuna nos coja confesados a los actuales pensionista pero mucho más terrible son los que vendrán...
Eliminar-Comparto con Sergio:esa falta de empatía de Gabilondo, esta como anestesiado, esta ahí porque lo han obligado , y me gustaba mucho su forma de entrar en los temas, con esa calma sin aspavientos.Cosa que no puedo con Iglesias, es un agitador , no tiene madera de político.
ResponderEliminar-En Canarias, se ha comenzado a mandar inmigrantes a la peninsula ,porque Marruescos ha cerrado los vuelos por la pandemiz:con billete pagado según dicen por ellos mísmos y con los papeles en regla.-Por lo que se ve la documentación es falsa...Y Madrid sigue en el mísmo sitio pero para pagar los impuestos si que contamos todos...
Las pensiones: madre mía esto es otro cantar y con las horas de teletrabajo que las cuentas no salen ni por chiripa.
-Contra más ahondemos,, en el tema político: más necesidad de salir a la superficie a tomar oxígeno, es totalmente tóxico.
Por eso : gracias a la literatura uno puede vivir muchas vidas sin complicarse.
Feliz finde Joselu
Arnold J. Toynbee señala que «a las guerras de religión siguieron, luego de una brevísima tregua, las guerras de los nacionalismos; y en nuestro mundo occidental moderno, el espíritu de los fanatismos religioso y nacional [constituye] evidentemente una sola y misma pasión [maligna]».
ResponderEliminarCioran indicaba: "El fanatismo es la muerte de la conversación. No se charla con un candidato al martirio. ¿Qué decirle a alguien que se niega a entender vuestras razones y que, desde el momento en que uno no acepta las suyas, prefiere morir a ceder?".
Y José Antonio Marina: Los fracasos cognitivos provienen del empeño que tenemos muchas veces las personas de negar la realidad. Los prejuicios, la superstición, el dogmatismo, el fanatismo son formas de pensamiento que niegan la realidad, que evitan la aceptación de las evidencias que se nos presentan.
Interesantes disecciones sobre el fanatismo, tan diagnosticado y analizado pero tan frecuente en política a derecha y a izquierda encubierto por los más nobles motivos.
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