"Cuanto más aprendes sobre la dignidad del gorila, más quieres evitar a las personas". - Dian Fossey
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miércoles, 13 de enero de 2021
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Siendo muy joven, no llegaría ni a los veinte años, leí su libro "Gorilas en la niebla" (biografía), y es una de las lecturas que más me han impactado hasta ahora, y ya tengo unas cuantas a mis espaldas.
ResponderEliminarMe sobrecogió por esa mezcla de dramatismo y Humanidad, pero una Humanidad que hay que interpretarla en esta clave; qué cerca están los gorilas de nosotros como humanos y, paradójicamente, que lejos solemos estar nosotros de ellos en esa Humanidad que les atribuimos.
Un libro inmenso que me ha dejado una huella perenne.
Abrazo Joselu, y gracias por avivarme experiencias lectoras, que al fin y al cabo son experiencias vividas y, como tales, sentidas.
En los zoológicos no puedo soportar la mirada de los primates, especialmente de los gorilas. En alguna ocasión me he salido de un recinto -el Loro Parque de Tenerife- por ello. No he leído Gorilas en la niebla pero sí En la senda del hombre de Jane Goodall que aborda sus experiencias con los chimpancés y ha sido un libro que me ha aoompañado desde que lo compré en 1986. Se ignora cuál fue el eslabón que llevó desde los primates al ser humano, ese mono desnudo que se yergue y utiliza el lenguaje, pero en ese tránsito abandonamos en buena parte algo importante. Me estremece, como a ti, la cercanía con ellos.
EliminarUn abrazo, Paco. En cuanto te he leído, he ido a buscar mi ejemplar de En la senda del hombre. Temía haberlo perdido.
Bueno seguramente, ella recibió más humanidad de los gorilas que de algunos humanos. De hecho la asesinó un humano y su propia madre impugnó su testamento que establecía que todo su dinero se debería destinar a la Fundación Digit para financiar las patrullas contra la caza furtiva. Mucho más digno el animal en algunos aspectos de su comportamiento que determinados individuos.
ResponderEliminarUn gorila nunca matará por interés, ni por motivos oscuros, ni por cálculo, los gorilas son esencialmente pacíficos y vegetarianos. Su mundo es profundamente aleccionador y su número es ya tan escaso que probablemente estén en inminente peligro de extinción. La civilización ha conquistado el átomo, los antibióticos, el espacio, internet, etc, pero no somos mejores que ellos, más bien mucho peores. Ellos nunca traicionarían, son nobles y buenos, mientras que los seres humanos somos oscuros y retorcidos -tal vez no todos pero es una constancia de la especie-.
EliminarEso sí que es un natural sentido e instinto de nobleza. Solo una vez fui al zoo y sufrí tanto que perjuré que jamás volvería, lo cual nunca remediará las tristísimas circunstancias zoológicas. Desafortunadamente hice gala del común y cínico refrán: ojos que no ven....., qué pena me da todo.
ResponderEliminarUn zoológico es una de las experiencias más tristes al que se lleva a los niños para que se rían de los monos y vean al tigre o al león o al elefante, desesperados e impotentes en esos cubículos infames donde los encierran. Tristemente, cada vez hay menos espacio en la tierra para que puedan vivir en libertad. Los gorilas son masacrados y sus manos vendidas como trofeos, sus crías, tras matar a los padres, son vendidas a zoológicos por los cazadores furtivos. Tienes razón en tu ay final, qué pena me da todo.
EliminarNo soy de pisar el Zoo. No creo en ellos, por lo que nunca he visto un gorila de cerca, sino a través de la pantalla.
ResponderEliminarhe leído algo de ellos, de su inteligencia y de su capacidad de empatía. De su semejanza con nosotros en cuanto a las "cosas exteriores", pero poco en cuanto a su interior y su manera de hacer y relacionarse.
El otro día fui a buscar un libro sobre psicomotricidad para la mujer de mi hijo, hace un master sobre psicología infantil, mi curiosidad con los libros es innata y no pude por menos que abrirlo. Fui al índice, y abrí por una página que me pareció interesante, dado que no entiendo nada del tema en cuestión; allí se comparaba, después de muchos análisis y pruebas, las actitudes de niños de 3 a 5 años con primates (en este caso chimpancés, que no gorilas), y que eran casi bien idénticas en sus resultados. No pude dejar de leer hasta acabar el capítulo. Me impresionó la semejanza que tenemos con ellos.
La frase me gusta mucho, mucho, y me retrotrae a la que siempre nos decía Begoña Román, la profe de Bio-Ética: "Todas las cosas tienen precio, menos las personas, que tienen dignidad"
Salut
Te dejo referencia de un experimento en que el psicólogo norteamericano Winthrop Niles Kellog, juntó a su bebé y un chimpancé para educarlos conjuntamente. El resultado es revelador: EDUCANDO JUNTOS A UN BEBÉ Y A UN CHIMPANCÉ A ver qué te parece...
Eliminar"Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra".
ResponderEliminarCreo que esté versículo del Génesis tiene bastante que ver con nuestra actitud hacia el resto de especies que no somos nosotros. Incluso los de otras razas, otras tradiciones. otras culturas, otra forma de pensar podrían incluirse en "otras bestias", a juzgar por el comportamiento de los humanos a lo largo de la historia. En una guerra o en general en pugnas menos violentas, (de obra, no de palabra), la deshumanización del "enemigo", crear odio hacia él es una estrategia para mover a la masa, convencerla de matar o de oponerse a ella de forma justificada.
En la (in)civilización en que vivimos sobre todo a nivel urbano, donde estamos en un contacto con la naturaleza muy marginal, vemos a los animales y plantas como presas o amenazas y esta forma de verlos con miedo, con ansia, hace que en vez de ver un pollo veamos una pechuga, en vez de ver una vaca, veamos un danone... Una amiga de mis hijas con su carrerita de económicas y todo, creía con treinta y tantos años, que los calamares eran unos animales en forma de anillo, lo normal. No soportamos a los insectos, y otras bestietas y nos armamos de todo tipo de sistemas para su exterminación. exterminación.
Estoy volviendo a leer el libro de Steven Callahan " A la deriva" (por cierto, muy recomendable) en el que narra su experiencia de 76 días, solo, en una balsa en el Atlántico después de hundirse su velero al chocar, posiblemente con un cetáceo. Me llamó la atención el grado de comunión con su poco amigable entorno que va teniendo conforme pasan los días. Cómo llora al pescar su primer dorado, cuando el morir de hambre era ya para él una posibilidad más que probable.
Nos creemos aparte y superiores a todo bicho viviente y no queremos, en el fondo de nuestra mente, asumir que no fuimos creados por un viejo barbudo por medios poco normales si no que nuestro primer antepasado fue una diminuta alga, con poca capacidad de decisión.
Entre otras muchas razones, ésta nos ayudará a extinguirnos como especie
Reconozco que en inmensa parte el mundo animal es ajeno a mi vida y lo siento. No he tenido nunca un perro o a un gato que me hagan convivir con esa otra dimensión que carece del pensamiento abstracto como si este fuera la única posibilidad. Los animales son algo lejano para mí fuera de lo que veo en la calle y alguna vez en los zoológicos.
EliminarUna vez, en 2001, llevé al zoológico de Barcelona a una veintena de alumnos a propósito de su lectura de 2001, una odisea en el espacio. El objetivo era estar toda una mañana y parte de la tarde frente al recinto de los chimpancés que fueron presentados por los monitores por sus nombres "humanos" y sus características. La experiencia consistió en convertir en "unos monos" supuestamente graciosos, de los que se reían los visitantes, en individuos con su propia personalidad distinguiéndolos de la masa informe del calificativo de "monos". La experiencia duró una seis horas y al poco tiempo, todos sabían quiénes eran cada uno y los seguían viendo sus mutuas relaciones y dándose cuenta de su personalidad, manías, lugar en el grupo, reacciones, etc. Fue una de las jornadas docentes que guardo en mi memoria como más fascinantes de mi historia como profesor. Cuando acabó, todos los chimpancés eran alguien con su propia personalidad e idiosincrasia. Habían perdido su divertida monidad para adquirir perfiles sorprendentes y se dieron cuenta de que había una psicología animal muy interesante que los aproximaba en gran parte a nuestras propias relaciones y reacciones como animales "racionales".
El ser humano está exterminado cualquier vestigio de vida animal en la tierra excepto los que le sirven de alimento o distracción -además de las ratas, los insectos y las cotorras argentinas que no puede controlar-. Los animales salvajes ya son solo especies en estado de extinción en pocos años. Además, si la población humana llega a 11000 millones en 2100, como se prevé, los animales salvo los citados, habrán dejado de existir por completo, añadidos a los que queden en zoológicos. Incluso los mares quedarán totalmente esquilmados en poco tiempo por la sobrepesca intensiva que no da tiempo a regenerar las especies marinas.
Los pulpos que comemos alegremente con cachelos son una especie de las más inteligentes del planeta.
Un drama nuestro desconocimiento del otro estado de la vida no racional aunque posiblemente no estén lejos del misticismo por su percepción extrasensorial del universo.
Bien traída la cita bíblica que da lugar a nuestra prepotencia sobre todo ser viviente diferente a nosotros. E incluso somos especialistas en demonizar y deshumanizar a otros seres humanos para exterminarlos o, en grado menor, para ridiculizarlos y degradarlos.
No sabes lo que te pierdes si no has vivido intensamente con/entre animales. Llevo unos 40 años viviendo con ellos. Ahora vivo con la que será mi última compañera de nombre Zola, cánido inteligentísima de 14 años.
EliminarTienes razón, hay algo que me he perdido, eso lo tengo claro.
EliminarNo tienen maldad, viven y dejan vivir y ya está.
ResponderEliminarEl ser humano calcula, valora, juzga, ridiculiza, condena, mata por placer y elimina a todo lo que se le pone por delante. Dicen que los animales carecen de la ironía, pero, como dices, y en especial, los gorilas, viven y dejan vivir.
EliminarEn cuanto al comportamiento humano: lo dividiría en dos tipos, el bueno y el malo.
ResponderEliminarEl bueno como la dignidad y amor propio y el malo que es el que más abunda y se suele usar muy ha menudo : la superioridad ,presunción y arrogancia.
Desde los clásicos siempre hemos estado con esta matraca mucho clamar pero poco ejecutar.
Esto en cuanto a los animales recionales que a veces son mucho más peligrosos.-Un libro de J.Mosterín , prueba que el ser humano no es la única especie de animal racional que es cuestión de grado referiéndose a nuestros parientes cercanos.
La dignidad preciosa palabra de verdad.
Un abrazo.
Una idea muy importante la que has señalado la de que entre los animales y nosotros, que también lo somos, la diferencia es de grado. Los experimentos sobre la inteligencia animal son cada vez más sorprendentes. Y las reflexiones sobre bioética referidas a los animales cada vez son más frecuentes. Hay una tesis colgada en la red precisamente sobre bioética animal. Dejo aquí referencia Bioética frente a los derechos animales:
Eliminartensión en las fronteras de la filosofía moral de Fabiola Leyton Donoso presentada en la UB. Se ha dicho que la siguiente revolución moral será la de nuestra relación con los animales, pero no sé si quedará alguno ya en libertad cuando esto llegue a materializarse. Un abrazo, Bertha.
Cada vez estamos más cerca del gusto por la zoofilia, parece ser que los animales pueden ser equiparados a las personas.
ResponderEliminarSaludos.
Desde luego el ser humano ha acabado o está acabando con todo vestigio de vida animal salvaje. Desde el tiempo de Dian Fossey, todo ha ido a peor en cuanto a la supervivencia de los gorilas. Estoy leyendo Gorilas en la niebla de la Fossey. Se puede descargar en pdf gratuitamente de internet. Es una buena lectura sin duda para conocer la vida de los gorilas y su valor como antecedentes del ser humano, animal mamífero, también. Somos personas, pero también animales.
EliminarSaludos.
Platón decía que el hombre es malo por ignorancia. Es curioso que la humanidad ha llegado al punto tecnológico en el que nos encontramos, ha alcanzado un nivel en ciencia altísimo... y sin embargo gran parte de la humanidad es malvada, a los animales en concreto (y por no referirme a los congéneres)se le hacen todo tipo de crueldades. Sin embargo los animales sin ese nivel de sabiduría, muestran una lealtad, una nobleza incluso cariño hacia los demás animales, entre ellos y hacia el humano. Algo se nos ha ido de las manos.
ResponderEliminarSAludos.
En el caso de los gorilas, ello está claro. Dian Fossey protegió el parque de los gorilas de montaña de los furtivos y lo promocionó de modo que aquel fuera una fuente de ingreso para los africanos y que hiciera que estuvieran interesados en su preservación. Así llegaban turistas que no siempre cumplían las medidas de seguridad y actuaban imprudentemente ante los grupos de gorilas de montaña. Estos se sentían atacados y cargaban contra los intrusos pero raramente tuvieron consecuencias irreparables estas imprudencias. En cambio, los gorilas sufrían persecución por los furtivos que los mataban para vender sus manos como trofeos o para llevarse a las crías y así venderlas a zoos. Los gorilas aceptaron a los visitantes con nobleza siempre que estos respetaran su miedo a ser atacados.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo con tu reflexión. Tenemos un alto nivel tecnológico y científico, artístico y filosófico, pero creamos los campos de concentración y hemos promovido la aniquilación de la mayor parte de las especies del planeta.
Saludos, Manuela.