Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
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sábado, 12 de diciembre de 2020
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Siempre se aprende si se sabe mirar.
ResponderEliminarSe queda en la ignorancia el que se queda sin hacer nada.
Salut
Caminar con el amanecer es coincidir con la hora azul -hay otra al anochecer- que es profundamente mística. Unida al frío matinal. El azul del cielo a esa hora es inequívoco: el fotógrafo mira atentamente y dispara la cámara, pero no es tanto lo que podemos ver lo esencial sino el hecho de que podamos mirar y ser conscientes. El eje de todo es la consciencia. Un abrazo, Miquel, a ver si se soluciona esa incidencia que te echamos de menos en tu blog.
EliminarLlevará días.
ResponderEliminarTelefónica tiene las líneas obsoletas. Jamás se han preocupado de adecentar el cableado. Te voy siguiendo por móvil.
Un abrazo.
PD: cambiare de compañía cuando me vuelvan a dar línea, ya lo previsto.
Un abrazo
Qué importante la iluminación en la noche, y en la mente,y por supuesto en la Navidad. Las luces alegran la vista en días fríos y brumosos. Yo, ya las he puesto en casa, me encantan. Calor y luz aportan satisfacción.
EliminarAdriana
Yo tengo Jazztel pero hoy he contratado fibra y móvil en República por 29€ mensuales. Tiene la red de Orange. Es aproximadamente treinta euros más barato que Jazztel. Hay compañías muy competitivas que son mucho más baratas que Movistar o Jazztel o Vodafon.
EliminarAdriana, el color del cielo al amanecer es bellísimo, especialmente si tienes tiempo de observarlo cuando vas caminando. Y sí, por supuesto, la iluminación es alegría. En navidad es esencial que se alegren las calles.
EliminarTelefónica es un desastre, al menos en mi zona. Una total desatención, ahora ha venido después de tres días, pero se corta.
EliminarEn fin, seguimos en contacto
Me gusta el Llobregat, mi hijo vive en el Prat y allí es una maravilla por la cantidad de aves.
perdon que no sea más explícito, pero me desquicia esto de los cortes de la red y ver como me toman el pelo.
Un abrazo
Excelente, José Luis. Yo también anduve caminando esta mañana, pero nada de fotografía de mi parte, solamente algunas memorias de unas calles cargadas de neblina.
ResponderEliminarCamino una vez por semana saliendo tempranito por la mañana. Es un gozo, aunque no haya naturaleza espectacular. Caminar es una filosofía en que lo físico y lo anímico se equilibran. El cansancio es sano. Y la fotografía va unida a las fotos. Imagino NY en otoño y en invierno, es uno de mis sueños. El otoño en Nueva York, el invierno también. Saludos.
EliminarSí, solo que tienes que abrigarte bien. A mí me sorprende que en mucho de esos recorridos soy el único que anda caminando en estas calles (acá en los suburbios se vive adentro).
EliminarQué luz tan increíble tienen estas fotografías, tienen un color tan hermoso ¿les has hecho algo o son así?.
ResponderEliminarA menudo miramos sin ver pero cuando nos recreamos en una vista, algo de ese paisaje se queda con nosotros. Consciencia, sí, puede que sea eso, saber apreciar lo que tenemos ante nuestros ojos.
¡Besos y abrazos!
No están retocadas, pero la cámara con el objetivo muy abierto capta más luz que la que ve el ojo humano y produce este efecto bellísimo. Es la llamada hora azul que tiene su equivalencia en el anochecer cuando el sol ya se ha puesto. Son unos minutos preciosos para hacer fotos. Tengo una colección de fotos tomadas en ese pequeño lapso de tiempo.
EliminarEl autor de la cita es un hombre de la línea vedanta advaita que es una interpretación no dualista del mundo. Más allá del cuerpo y de la mente está el ser que es uno con el universo, con todo lo que existe. En nuestra tradición filosófica, encontraríamos a un Spinoza que tendría bastantes similitudes con el vedanta, así como los filósofos románticos alemanes. En este sentido no basta con observar lo que tenemos delante sino que somos uno con ello.
Besos, Ana.
No soy muy dada a la fotografía pero ese tipo de fotos, en esos momentos en concreto, es algo que tengo que probar. No dispongo de una buena cámara, así que no sé si lograré buenos resultados, ya te contaré.
EliminarSalirse de la dualidad y sentirse uno con todo lo que nos rodea es seguramente lo que siempre andamos buscando cuando perseguimos la felicidad. Es una práctica difícil, porque vivimos en un mundo que resalta las diferencias, especialmente en las relaciones humanas. Sería maravilloso poder ver al resto de personas como parte necesaria del puzle que es la humanidad, notar los lazos que nos unen. Pero para empezar, hacerse uno con el paisaje y otros seres, me parece una filosofía extraordinaria. Gracias por compartirla.
Esta mañana estoy diseñando un polígono octogonal para hacer un alcorque en un abeto de mi jardín. Me gusta la luz del amanecer aunque esté nublado, es el triunfo de la luz sobre la oscuridad, que falta nos hace.
ResponderEliminarUn saludo.
Daniel, no sabes lo que me gustaría tener habilidad con mis manos; se dice por aquí que tengo manos de cazo, no soy hábil con el bricolage ni cualquier trabajo manual, salvo la cocina en la que me defiendo. Levantarse temprano puede ser incómodo pero uno es testigo, efectivamente, de la luz del amanecer que vence a la oscuridad. Un saludo.
EliminarLa mirada y el caminar y la tuya tan interesante siempre.
ResponderEliminarTe agradezco que consideres interesantes mi mirada y mi caminar. Personalmente cada vez me concedo menos relevancia o relieve y pienso que ser caminante u observador es algo común a todos los seres humanos. Cualquier ansia por destacar es realmente estúpida e inmerecida. El próximo jueves subiré con un amigo a Montserrat, son pocos kilómetros pero de aúpa.
EliminarUnos paisajes hermosos, y una cita sorprendente. Seguiré viendo sus fotos, pero no tengo muchas más palabras que agregar. Me recordó una conferencia (ahora transcrita en forma de libro) de Borges, en parte la primera sesión decía: "recuerdo que Cansinos-Assens escribió un poema en prosa muy hermoso en el que pedía a Dios que lo protegiera, que lo salvara de la belleza, porque, decía, «hay demasiada belleza en el mundo». Pensaba que la belleza estaba inundando el mundo". Yo creo que esos grandes poetas tuvieron la sabiduría de convertirse en el acto de ver.
ResponderEliminarY ahora con gusto vuelvo a seguir leyendo sus reflexiones, estuve un tiempo alejado de internet, pero este es uno de los pocos sitios donde vale la pena estar.
Pienso que la cita que nos traes y la reflexión que haces es precisa y concordante con la que yo he incluido en el post. "Convertirse en el acto de ver" más que en lo visto porque en la capacidad de la visión existe, desde luego, el objeto de la misma: la naturaleza, los objetos, todo lo que nos rodea, pero lo fascinante es que nuestros ojos, enlazados a nuestro cerebro, puedan convertir la luz en formas y colores. En realidad solo hay luz que convertida en diferentes longitudes de onda da lugar a la visión. Y sí es cierto, hay demasiada belleza en el mundo, hay que salir para contemplarla más allá de nuestra habitación cómoda con la computadora.
EliminarBienvenido, Ignacio, te he echado a faltar. Es cierto que internet es un espacio donde suceden muchas cosas prodigiosas, no el único pero sí uno de ellos.
En este comentario anterior, cuando dices que en realidad solo hay una luz, creo que tengo que soltar mi vena fotográfica y corregirte. Aunque entiendo lo que quieres decir, lo cierto es que hay tantas luces como fuentes de emisión hay que la emitan. Eso lo sabemos bien los fotógrafos cuando nos vemos obligados a reproducir con fidelidad absoluta el color, por ejemplo de cualquier artículo. Entonces nos enfrentamos al reto de conseguirlo en todo el proceso fotográfico, desde la iluminación, hasta el balance de blancos o aún mas dificultoso si el proceso es mediante fotografía química.
ResponderEliminarEs un valor físico y por lo tanto poco cuestionable. Se llama "temperatura de color" y se mide en grados Kelvin (K°) La luz de una vela ofrece 1850 K, mas o menos. Un flash, si está bien equilibrado (filamento nuevo o poco usado) ofrece 5.500 K. La luz solar se acerca a los 5750 pero si es un día cubierto aunque luminoso puede llegar a 6500.
Nosotros tenemos un cerebro prodigioso que es capaz de compensar en una buena parte las diferencias (no todas)de esas luces, pero los sensores y peliculas fotográficas, no pueden y requieren la corrección adecuada y antiguamente en las películas, eran un autentico coñazo.
Saludos.
Acepto encantado la corrección fotográfica que haces y en la que tienes toda la razón, más habiendo fotografías de amanecer en que la luz tiene una determinada temperatura de color. No obstante, la explicación que daba a Ignacio iba más en la línea de la cita de Nisardagatta que es más de raíz metafísica o espiritual en la que no cabe la distinción entre temperaturas de color sino del hecho de la luz como entidad en sí como constitutiva del color por la percepción del ojo y del cerebro. Solo eso, pero no cabe duda de que tienes razón como profesional que eres de la fotografía. Saludos cordiales.
EliminarFabulous blog
ResponderEliminarPlease read my post
ResponderEliminarEspectacular ese paseo al amanecer captado por tu mirada fotográfica, nada más que añadir, sensaciones que se me agolpan.
ResponderEliminarUn abrazo, Joselu.
Fue una caminata media en que me resentí de la donación de sangre del día anterior y me encontré débil. Luego pensé la relación entre los dos hechos. El próximo jueves subo con un amigo a Montserrat. El ascenso es vertiginoso en poco más de un hora y también haré fotos. Un abrazo también para ti, Paco.
EliminarJe, je, ya veo que estás a tope con las caminatas dándole hasta de noche. Yo hice una reciente mas largo de lo que que suelo hacer últimamente y acabé bastante tocado. Hice unos 30 km que tampoco es tanto, pero no se, debo de estar en mala forma total después de tanto confinamiento, y se me empezó a carga en serio un gemelo.
ResponderEliminarMe gustan mucho las fotos, especialmente la del árbol y la del grafiti. Esas zona semiurbanas con el rio de fondo y puentes interminables del eje del llobregat, ya habías mostrado fotos de una caminata quizás similar quizás hace 3 o 4 años. Un abrazo.
La caminata fue a partir de las siete de la mañana, no por la tarde, aunque las tonalidades azules deben ser bastante similares, es la hora azul. La tuya de treinta kilómetros es una señora caminata. Yo actualmente estoy haciendo de 22 aproximadamente y sé lo que es añadir ocho más. De todas maneras el 29 de octubre hice una de cuarenta y es entonces cuando tienes tiempo de meditar caminando.
EliminarEl recorrido no fue muy bonito, muy de conurbación con puentes, autopistas, túneles, grafittis. Hace años tal vez mostré una que hicimos a Martorell siguiendo el Llobregat lo que no es especialmente atractivo. Tiene su belleza por la abundancia de puentes y grafittis, es otra cosa.
El jueves iremos al Aeri de Montserrat y subiremos por las escaleras de la muerte a la abadía. La lástima es que parece que será un dia sin sol y todo estará gris.
Un abrazo, José Antonio