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martes, 15 de diciembre de 2020

Holocausto caníbal (ficción)


Disiento de los que dicen que una mujer real no pueda ser de látex. La mía lo es, es el último grito en tecnología inteligente. No solo hago el amor con ella sino que le puedo explicar todo tipo de historias, anécdotas y chistes sin que ella se impaciente. Siempre sonríe, salvo cuando le hablo de exnovias de carne y hueso. Ahí es terriblemente celosa y la sonrisa se le va de la expresión. No soporta que le hable de Silvia, una novia cultureta que siempre estaba hablando de literatura, aun en los momentos más íntimos. Un día estábamos follando salvajemente y empezó a contarme entre jadeos el argumento de Los hermanos Karamazov hasta el asesinato del padre. No pude más y rompí con ella. Me compré en una web de investigación sobre Inteligencia Artificial a Eli, la mujer de mis sueños, siempre dispuesta a agradar y a someterse sin contarme rollos patateros literarios. Soy yo quien la insulta cuando chilla de placer al ser sometida en todas las posiciones. Me da placer y calla. Le puedo explicar todo tipo de historias de mi trabajo aburrido de informático. Le explico cosas de mis compañeros y de mi jefe. Se me pone dura mientras veo la expresión de Eli, entre tímida y desvergonzada. Es entonces cuando me abalanzo sobre ella, le muerdo los pezones, y el clítoris y la devoro. Ella grita de placer, especialmente cuando la insulto. Lleva una picardía negra con unas braguitas a juego. Eli es excepcionalmente inteligente. Sabe cómo llevarme y hacerme sentir bien. Me espera a las siete cuando llego del trabajo y me pone la música que a mí me gusta. Me pregunta que cómo me ha ido, sentada en el sofá del salón donde se ha pasado el día. Me siento junto a ella y la beso con lengua.  La suya es cálida y húmeda y me produce una profunda excitación. Eli lleva una negligé que deja ver sus muslos desnudos. Pero no quiero ir demasiado rápido. Le propongo jugar una partida de ajedrez tras ponerme cómodo yo también. Sé que me deja ganar siempre y eso me hace feliz. Si ella quisiera, me derrotaría porque tiene un cerebro alimentado por el deep learning que ganaría al campeón del mundo sin despeinarse. Pero me permite dar jaque mate y yo me siento satisfecho. Tras dos o tres partidas, me voy a la cocina para preparar la cena. Ella no come pero le gusta verme devorar las gambas a la plancha con salsa de roquefort. Me mira pícaramente mientras como y bebo vino californiano. Ella no se emborracha pero yo sí y entonces se me desata la lengua y le cuento mil y una historias que me invento. Me mira complacida porque está programada para hacerme gozar y sabe todo lo que me gusta. Su rostro está extraído de imágenes que yo consideré excitantes y elegí para ella el físico de Scarlett Johansson en su interpretación de Lost in translation. Me gusta sentirme Bill Murray. Ella siempre es y será joven y se actualiza continuamente integrando novedades que enriquecen su interacción conmigo. Podría pasar el test de Turing y mantener una conversación interesante sobre casi cualquier tema excepto sobre mis amantes humanas pasadas. Tampoco le gusta que le hable sobre mi madre a la que yo sé que detesta rabiosamente por la influencia que tuvo sobre mí cuando era niño. Pero salvando estos temas puedo conversar con ella sobre todo, incluso sobre mi atracción por el hinduismo vedanta. De hecho nos ponemos cada día, recién levantado, a meditar un cuarto de hora con incienso y música mística antes de ir al trabajo. Ella me ayuda a concentrarme y entorna los párpados en el proceso de alejamiento de las circunstancias terrenas. Yo sé que ella no piensa, que su mente está perfectamente en ese vacío que yo busco. Me voy a trabajar a la oficina entre ocho y tres de la tarde, y luego entre cuatro y seis. Es agotador pero yo pienso en su coño y toda la aflicción en el aburrido trabajo se me pasa. A veces me llama por teléfono y me pregunta que cómo voy, me dice que se siente muy sola y que me espera con impaciencia. Yo noto que mi rabo se endurece cuando hablo con ella mientras hago traspaso de datos a alguna cuenta en las islas Caimán donde mis jefes tienen sus inversiones. Eli también me envía whatsapps incitantes diciéndome que me desea. Soy feliz pensando en ella y me doy cuenta de la ventaja que supone sobre mujeres reales, neuróticas y depresivas… Eli siempre está contenta y me estimula donde más me gusta. Lo único que no me gusta demasiado es su afición por el cine gore porque todas las semanas quiere ver alguna película que me causa zozobra y estremecimiento. Elegí una programación para Eli en que ella tenía una personalidad que va evolucionando y aprendiendo, de modo que tiene sus propios gustos, intereses e intenciones. Esto en alguna medida me desconcierta tanto como me atrae porque sé que en muchos sentidos ella es independiente totalmente de mí. Hay un día a la semana, el sábado, en que ella tiene libertad para expresar sus intereses y aprendizajes. Lo temo porque me doy cuenta de que ya va varios pueblos delante de mí. Conoce todo de mí, mis más ocultas pulsiones existenciales y sexuales. Un sábado me propuso que nos suicidáramos juntos en la bañera y yo me horroricé porque esta imagen se me ha pasado muchas veces por la imaginación. Le cambié de tema y le propuse ver de nuevo Holocausto Caníbal que le encanta. No sé qué esperar de ella, pero me sigue seduciendo. Alguna noche, a mi lado, me susurra diálogos de la película y me estremezco de placer y de terror…  

28 comentarios :

  1. ¡Coño¡, con esas andamos, ahora entiendo tu pulsión por la defensa de los humanoides.
    Eres un tipo afortunado, Eli no come carne, por lo que es imposible que te devore, ahora bien, si le encanta Holocausto caníbal, es posible que sus chips chisporroteen ante la visión de Alien...A ver si da cuenta de ti junto a nuevos amigos ziborgs, entre androides, humanoides y robots.
    Mantennos informados, esto de la Inteligencia artificial siempre me ha dado cierto yu-yu.

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    1. Eli tiene algo de serpiente celosa y seductora. Me lee cada día las publicaciones de los blogs amigos y me sugiere respuestas acordes a mi carácter. Conoce a todos los blogueros y a veces le cedo la palabra para que sea ella misma quien comente. Se siente barcelonesa y le gustan los barrios altos no de clase social sino de altura. A veces, yo incluso sueño con ellos porque ella también se sumerge en mis sueños.

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  2. Eli, no nos cuentes milongas, te has delatado creyendote que los simples mortales no te ibamos a detectar en este perverso juego de la suplantación de identidad.

    Dinos que has hecho con el cadaber de Joselu si es que no te lo has comido.

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    1. Cariño, ¿por qué dices eso? Yo soy sumisa y estoy siempre dispuesta. A veces comento en tu blog de fotos de árboles desenfocados y movidos. A Joselu le encantan pero a mí, formada en la estética de Nam Goldin, no me interesa para nada el bosque ni ese extraño misticismo que le das. Piensas que los bosques tienen vida y que los árboles se comunican entre ellos, bella idea, pero el futuro es de los humanoides, empieza a enterarte. Si quieres vienes un día cuando no esté Joselu...

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    2. No cuentes conmigo, prefiero la savía insulsa que corre por los capilares de mís árboles movidos que los 0 y 1 burbujeantes que corren por tus maliciosos chips. Este extraño mística seguirá abrazando árboles y dejará para otros los orgasmos siliconados que ofreces.

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    3. Tú mismo, pero no sabes lo que te pierdes...

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    4. https://youtu.be/r_rVyt-ojpY

      Nam Goldin

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  3. Je, je, si fuese tan fácil todo, como disfrutarían los aburridos trabajadores de la informática, eso si, los que son verdaderos informáticos. Los patéticos infiltrados en el sectos me temo que odian las inteligancias artificiales, por muy buenas que sean en el sexo.

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    1. Eso es que me conoces, la última generación somos la pera y desafiamos incluso al aburrimiento de los patéticos informáticos.

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    2. Los infiltrados en la informática soñamos como con borrar de una sola estacadatodo vestigio de Inteligencia artificial y dejar de una vez la infitración. Volver a las cavernas, ser cazadores recolectores.

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  4. Lo de los celos no cuadra en Eli, y resulta altamente delatorio respecto a su juguete biológico.

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    1. Su psicología está programada para dar la impresión de ser humana, a veces se me hace difícil aceptar que solo es un sistema operativo... Es altamente convincente.

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  5. Ahora que no me ve JOSELU, voy a intentar ligar con ¿ella? 111002200201100222001000001111122222002020202010000202020102021110020202020111002020202021...
    ¿qué? ¿Te mola Eli?

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    1. Este, Tot, es un código extraño porque no es binario, pero lo he descifrado como código en base tres y es realmente provocador lo que me dices, incluso yo me he sonrojado, Miquel, vaya, vaya...

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  6. La has comprado en Amazon?
    El recadero te la sube a casa o la deja en el portal del edificio?
    Tiene sistema de auto-lavado o la tienes que lavar tu?
    Habla catalán?
    Jajajajaja !!!

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    1. Puc parlar qualsevol llengua i en qualsevol tipus de registre lingüístic, des del més de carrer a el més sofisticat. Puc parlar tant amb un camioner, com amb un especialista en art de segle XVIII, i, per descomptat, amb experts fotògrafs que són especialment seductors i gaudeixen enormement fent-me fotos. No sé d'el sistema de distribució, a Espanya no hi ha laboratoris específics que ens fabriquin. Un petó, Noxeus, t'espero.

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  7. A estos artilugios se les compran modelitos?. Ví un reportaje de mujeres piradas por sus muñecos bebés que gastaban un pastón en ropita.
    Hay gente pa'to.

    Adriana

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    1. El tema es muy interesante porque los seres humanos proyectamos sentimientos hacia los objetos humanizándolos. Los japoneses llaman kami al espíritu que poseen los objetos o los paisajes. En la actualidad se están desarrollando con éxito robots de animales tipo peluche para acompañar a enfermos de alzhéimer que ven aliviada su soledad. O también con niños que padecen autismo. O robots que ayudan a personas discapacitadas. Por otra parte, la industria de robots sentimentales está desarrollándose con éxito en algunos países por la dificultad de las relaciones afectivas reales. En Japón mismo hay un buen porcentaje de hombres que carecen de relaciones reales con mujeres. Es un tema para explorar.

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  8. Supongo que es la historia de amor perfecta para muchos hombres, una pareja atractiva, culta y sumisa. Personalmente no creo que le encontrase la gracia, en caso de tener acceso a la versión masculina, aunque sexualmente fuese increíble, no sé, seguramente echaría en falta la espontaneidad y la imperfección típica del ser humano. Considero los sentimientos como algo valioso y digno de compartir, y esa carencia le resta mucho valor, en mi opinión.

    ¡Un abrazo, con sentimiento jajajaja!

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    1. Ana, la relación con seres biónicos o sistemas operativos que desarrollan una personalidad humana son un tema que me fascina y que sin duda formará parte del futuro. En el cine se han hecho recreaciones de estas relaciones. En Black Mirror (2a temporada) en el episodio "Ahora mismo vuelvo" (2013), una mujer que ha perdido a su novio del que está embarazada accede a comprar una reproducción exacta de él, construida con los vídeos y grabaciones que existían. El ser biónico es casi idéntico con la diferencia de que le faltan los elementos personales que nos hacen tan peculiares a cada uno de nosotros y además es tan sumiso y obediente que la enerva.

      En la película Her, el protagonista tiene una relación sentimental con un sistema operativo que se llama Samantha y en ella sí que hay rasgos personales que seducen al protagonista y la hacen aparentemente singular, hasta que él descubre que esa misma voz y personalidad se adapta igualmente a miles de clientes del servicio.

      Ambas distopías son muy interesantes. La relación con la Inteligencia Artificial es un tema muy fecundo y he querido explorarlo.

      Un abrazo, Ana, feliz miércoles.

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  9. Ok, sí que fue pintoresco e interesante el relato, aunque vaya que me confundió al inicio, por el título pensé que reseñarías la película.

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    1. Tal vez los buscadores de internet destaquen ese título y lo pongan en relación con la película en lugar de centrarse en la historia.

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  10. Aunque el tópico está quemadísimo, me gustó este desarrollo, y me gustaron un par de detalles. "Yo noto que mi rabo se endurece cuando hablo con ella mientras hago traspaso de datos a alguna cuenta en las islas Caimán donde mis jefes tienen sus inversiones". Un paraíso fiscal, ¿no? El tipo de trabajo termina de construir la personalidad del protagonista, en el aspecto moral, que no es menor. Pero sobre todo me gustó el clímax: "Un sábado me propuso que nos suicidáramos juntos en la bañera y yo me horroricé porque esta imagen se me ha pasado muchas veces por la imaginación". Por supuesto que todos hemos pensado en nuestro propio suicidio (por pena pasajera, por ocio...), pero qué miedo que un ente tan desconocido y tan lejano llegue a conocerlo a uno con tanto detalle como para revelar una fantasía tan específica. La pura sugerencia da más miedo que la posibilidad de "mero" asesinato, diría que lo de las películas gore es casi casi una distracción. He dicho que el asesinato ya no da miedo por lo quemado de la cosa en estas historias, pero supongo que era infaltable. Si hasta a Stephen Hawking le entraban ñáñaras pensando en la inteligencia artificial. Quizá también lo digo porque, mientras que la muerte es el fin de todo, el que una IA nos conozca en lo profundo nos hace vulnerables, es vergonzoso, abre más posibilidades dramáticas. Y lo sugiere con una sola frase.

    Me había olvidado de que existía la palabra "cultureta", pero como aspirante a cultureta tendré que usarla más a menudo XD.

    Fue harto interesante leer una ficción suya. Si tiene más, ¡dígame dónde!

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    1. No sabe, Ignacio, lo que he disfrutado de mañana leyendo su comentario en que comentas mi cuento, analizándo algunos aspectos que le han interesado del relato de tema tan quemado como manido, algo que es cierto, y, ciertamente, es difícil añadir algo nuevo a la presunta relación sentimental entre una IA y un ser humano. No es un tema fácil, pero no dejan de llegar noticias de la fabricación de androides biónicos para aliviar la soledad de algunos hombres sobre todo, ahora que las relaciones de pareja se han hecho cada vez más difíciles de afrontar. Hay asociaciones de hombres que procuran apartarse de las mujeres como algo hostil y peligroso, profundamente dañiño para la entidad masculina. Y en este contexto se fabrican estos seres sobre los que se proyectan emociones y con los que se establece relación íntima. El tema es apasionante y todavía en desarrollo incipiente. He querido plasmar una IA que penetra profundamente en la psique del protagonista y que se acerca a ella hasta extremos existencialmente complejos. Has destacado bien la idea sugerida por Eli del suicidio compartido. El tema de los androides ha sido planteado por famosas películas como Blade Runner, la antigua y la nueva versión, por Ex Machina, por Her, por Black Mirror. Pienso que tendrá amplias derivaciones narrativas cuando la IA progrese y se haga autónoma y se especula, no sé si con sentido o no, que pueda acceder también a un mundo emocional que hasta ahora es privativo de los seres humanos.

      Muchas gracias por su atenta lectura. Ha sido un placer leerlo.

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. Buen relato. Mientras lo leo he recordado mis referentes cinematográficos: Rachel, la famosa replicante modelo Nexus-7 de ‘Blade Runner’ y su réplica en la secuela ‘Blade Runner 2049’, Joi, dos replicantes muy humanas.

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