Estoy leyendo Decadencia. Vida y muerte de occidente de Michel Onfray. Su lectura es sumamente interesante a pesar del perfil controvertido y polémico de su autor, metido en todas las disputas ideológicas y políticas en Francia. En principio es una historia del surgimiento, desarrollo y apogeo del judeocristianismo en occidente a partir de la figura, para Onfray inexistente, de Jesús de Nazaret. Pero no es de esto de lo que quería hablar sino del nacimiento de una secta en torno a un profeta que se decía dios cuyos seguidores fueron perseguidos tras la muerte –real o simbólica- de su fundador al que arrojaron a la muerte los judíos cuando gritaron ante la indecisión de Pilatos que su sangre recayera sobre ellos y sobre sus hijos.
Pablo de Tarso es el gran difusor del cristianismo, judío él como Jesús, pero que se enfrentó a la ortodoxia judía rechazando ritos esenciales para los judíos como la circuncisión. El protocristianismo surge en conflicto con el judaísmo que rechazó la figura de Jesucristo como el Mesías. Y así los judíos fueron de los principales obstáculos que encontró Pablo en su difusión del cristianismo. Esta controversia fue desarrollada a lo largo de un milenio por los padres de la iglesia que acusaron a los judíos de pueblo deicida depravado y miserable. El cristianismo se constituye como teórica religión del amor pero expresa un irrefrenable antisemitismo, de hecho es su fuerza constitutiva que pasa a ser religión de estado cuando el emperador Constantino se convierte al cristianismo y con él a todo el imperio romano. Y un concilio de este tiempo, el de Elvira, en España, separa definitivamente a los judíos de modo que ya no se pueden casar con un cristiano, y les prohíbe gestionar los bienes de los cristianos, ni estos pueden invitar a judíos a su mesa. Posteriormente se les impondrán pesadas cargas sociales, les quitarán sus tribunales especiales, les prohibirán ejercer la función pública, recitar sus plegarias, tendrán vedado enseñar bajo pena de muerte, se burlarán del Sabbat ridiculizándolo. Bajo el reinado de Teodosio se queman sinagogas.
Uno de los padres de la Iglesia, Juan Crisóstomo, escribe en sus Homilías “la sinagoga es un mal lugar donde afluye todo lo más depravado; es un lugar de cita para las prostitutas y para los afeminados. Los demonios habitan allí, y las almas mismas de los judíos y los lugares en los que ellos se reúnen”. Juan Crisóstomo fue popular predicador, santo para las religiones católica, copta y ortodoxa. En otro momento escribe que los judíos solo sirven “para ser masacrados”; afirma que el deber de todo cristiano consiste en odiar a los judíos. Pero esto no es una postura casual ni anecdótica porque el antisemitismo permea toda la historia de la iglesia en cientos de voces que llaman al odio contra los judíos. Solo en el Concilio Vaticano II se retiró la definición del pueblo judío como deicida. A lo largo de la historia de Europa los judíos han sido los chivos expiatorios y se los ha perseguido y masacrado en continuos pogromos a lo largo y ancho de nuestro continente. En España fueron expulsados en 1492 y los que se quedaron convertidos eran insultados, vejados y espiados por si conservaban ritos de raíz judaica. Y muchos en España fueron llevados a la hoguera. Esta corriente antisemita del cristianismo fertiliza el triunfo de la Iglesia sobre la sinagoga y llega hasta el Tercer Reich que aprovecha textos de los padres de la Iglesia para condenar a los judíos, y en Mi lucha de Hitler aparecen acusaciones que recuerdan poderosamente a textos cristianos. El mismo papa Pío XII evidenció cierta simpatía por el nazismo y no movió un dedo por los judíos que estaban siendo llevados a las cámaras de gas en Polonia. A esto sus defensores lo han llamado prudencia, pero puede que merezca otro nombre no alejado de la complicidad.
Recuerdo en mi niñez en las procesiones de semana santa que había una que era la de los judíos y era costumbre escupir a su paso. Fiestas tradicionales de España como las fiestas de Pero Palo en Extremadura queman en efigie un muñeco cuyo origen es fácil de rastrear en la figura de los judíos.
El cristianismo es la principal fuente de antisemitismo en el mundo y ha permeado toda la concepción sobre los judíos en cientos y cientos de escritos que expresan su odio hacia ellos en forma de sátiras y ataques terribles.
La izquierda europea es profundamente antisemita aunque lo enmascara con el concepto de antisionismo. Los judíos en la Europa del siglo XXI no están a salvo, sus barrios están protegidos por la policía y en muchos países, incluida España, el nivel de antisemitismo es muy alto. Se les acusa de todo, porque ya se sabe, los judíos gobiernan el mundo…
¿ESTÁ RESURGIENDO EL ANTISEMITISMO EN EUROPA?
ResponderEliminarUn tema interesantísimo el que tocas. La base antisemita de la cultura europea se acentúa desde la conversión de Constantino (321 dC) donde se reconoce una juridicción episcopal al lado de la estatal y se regula por Ley, el DESCANSO DOMINICAL para jueces, gentes de ciudad y artesanos, pero no para el campesinado bajo. Esto fue reafirmado por Teodosio I, que a finales de febrero del 380 proclamó el cristianismo como religión del Estado, en detrimento del judaismo, que si bien no imperaba, si que tenía una fuerte carga ideológica contra el poder establecido por Roma.. Los intereses de Roma (imperio de 5.000.000 de km2 y 65.000.000 de habitantes en el s. II con 700.000 habitantes censados en la ciudad -se dice que llegó a albergar 1.200.000 entre censados y flotantes) de acercarse al creciente proselitismo cristiano y de favorecerse congratulándose con él, eran simplemente políticos. Teniendo a su favor una "koiné) lengua común para todo el imperio, el latín que desbancaba al griego antiguo, y una red logística de carreteras y conexiones que no se había dado nunca antes y que hacían que el operativo le fuera favorable.
ResponderEliminarEra imprescindible entonces, que el judaimo quedase fuera del orden establecido, y que para ello se emplearan todas las fuerzas existentes, incluso la religiosa.
Y en ello pusieron todo el empeño.
PD: Pido disculpas por la breve introducción, dado que el tema es profundo y he querido dar una pincelada. Faltan datos, autores, citas y libros, que nos acercarían más a lo que se puede llamar "antisemitismo" y el porqué del rechazo del/los estado/s hacia esa etnia en particular.
Un saludo
Muchas gracias por tu introducción al tema. El caso es que la cristiandad y Europa se han hecho unidas al odio al judío. La religión del amor en este caso no ha sido muy tolerante, y su odio al pueblo "deicida" se ha proyectado sobre el pensamiento subconsciente de nuestro continente, a las pruebas nos remitimos. De Portugal a Rusia, los judíos han sido objeto de persecución, mentiras, envidias, asesinatos masivos en forma de pogromos... Es algo tan evidente que ni siquiera lo percibimos de lo natural que nos resulta. Un abrazo, Miquel.
EliminarUn tema apasionante, insisto, JOSELU, del que se habla solapadamente porque intuimos que algo "no normal" sucede con esta raza en especial, me refiero a la semita.
ResponderEliminarSiempre nos viene a la mente la "solución final" con Eichmann como protagonista (por cierto, dieron esta semana una película de como los servicios secretos israelies lo atraparon en Cordoba (Arg.), y nos olvidamos de que siempre ha habido progromos contra ellos, quizá porque representaban esa fuerza conjunta de pueblo unido que es realmente la antítesis de lo que conocemos como tal, y que se lo da precisamente la religión que les mantiene amalgamados en su ortodoxia, tan sean palomas o halcones, pues para ellos y ellas, que aquí si hay que decir que es válida la acepción, el hacer sin inmutarse el servicio militar armado, es un bien hacia la nación que representan, lo mismo que trabajar unidos la agricultura en kibutz, literalmente "comunas", dando ejemplo de unidad. Sólo así han comprendido que resistirán cualquier embate, y ciertamente lo están consiguiendo, pues no se puede negar que tienen en contra todo el mundo del petróleo árabe, y ellos, que no tienen petroleo, si tienen cerebros, que es el cultivo prioritario del país.
Deberíamos aprender de ellos, al menos en lo que a I+D representan.
Un abrazo
Tengo pendiente la lectura de Cuando Einstein encontró a Kafka. Contribuciones de los judíos al mundo moderno de Diego Moldes. Son una colectividad muy reducida. Son pocos millones en el mundo pero su aportación al conocimiento ha sido superior a la de cualquier pueblo, al menos al mundo moderno. Pensemos solamente en cuatro figuras como Marx, Freud, Einstein, Kafka. Han determinado intelectual, política, científica y literariamente nuestro mundo. A la vez como colectivo son odiados por la extrema derecha y por la extrema izquierda, por los musulmanes, y por unas sociedades a las que nos les cuesta nada encontrarlos sospechosos de cualquier cosa que pase en el mundo. Cuando hay un conflicto en Oriente Medio, cuando participan los judíos la rabia y el odio de miles y miles de lectores se desata contra el estado de Israel, no así contra países en que dominan dictaduras inicuas. Hablar bien de los judíos siempre es sospechoso. En algún curso de bachillerato propuse textos de Primo Levi y David Grossman -un escritor que pugna por el diálogo con los palestinos- y recibí alguna queja por ser prosionista. Tocar el tema judío siempre es delicado. Un abrazo, Miquel.
EliminarHola Joselu. He vuelto a conectarme desde el ordenador después de mucho -el móvil definitivamente es algo contrario a los blogs y a una cierta exposición argumental, no me extraña nada el éxito de Twitter-, y, un tanto agobiado yo mismo por problemas modernos, he leido identificándome mucho tu queja sobre la complejidad de los trámites online con la Administración. Me siento muy apartado del presente. Pero bueno, solo quería comentar este texto, porque desde mis veinte años empecé a ser consciente de que, vaya, resultaba que muchos de los escritores y artistas, quizá con la excepción de los pintores, que a mi más me llegaban y llegan son judios. Y llegué a la conclusión de que eso tenía que ser debido a la experiencia de no sentir que se tiene una tierra propia, de ver un poco desde fuera el lugar y la cultura en que se está viviendo, incluida la de la propia comunidad. Quizá, salvo los grandes nombres, a los autores les arruina cierto, digamos, nacionalismo, o sentido de que lo que se ha mamado es 'las cosas como deben ser', algo que, salvo chovinismos, no les sucede a los autores judios, que tienen una visión más amplia, también más trágica -y a veces de ahí también más cómica, pero con esa raíz trágica-. No lo sé, sé que es eso lo que siento... Bueno, quería decir, ya más a propósito, que hace un tiempo leí que, en general, los judíos del Imperio Otomano vivieron una vida más tranquila durante siglos que sus correligionarios en Europa, lo efectivamente no dice mucho bueno de la cultura de aquí, la cultura popular y la política... Quizá habría que imaginar que podría haber pasado con musulmanes que, como los judios, se hubiesen instalado en Europa en relación a alguna actividad, si hubiesen sido estigmatizados, y cabe suponer que sí, la Historia de España algo nos dice sobre esto... Bueno, es algo que en las próximas décadas vamos a ver cómo se lleva. Finalmente, una reflexión sobre el mecanismo del chivo expiatorio: en origen probablemente sea inocuo, y pienso en el facil recurso de identificar al 'rico' como el enemigo per se, un rico de chistera y frac, y gafas de sol y bigote, que no los hay así, pero la representación persiste, pero antes o después, convertido en lugar común, puede dar pie a injusticias, a por ejemplo cargar contra quien tiene un buen nivel de vida por su estudio y trabajo sin parar a valorar esto... Bueno, nada, son reflexiones a vuelapluma, vuelvo a mis agobios. Un saludo.
ResponderEliminarLos judíos no han tenido lugar que haya sido suyo. En todos los sitios han sido considerados extraños. En el imperio Austrohúngaro estaban bastante seguros, algo así como en el imperio Otomano. Llegaron a considerarse como parte de esa entidad generosa con ellos. Sin embargo, la primera guerra mundial y el auge de los nacionalismos en las naciones emergentes hizo de ellos alguien molesto y sospechoso. No encajaban, se les consideraba apátridas y cosmopolitas, sin arraigo nacional. En Praga, hay un cementerio para las glorias nacionales, pero Kafka está en el cementerio nuevo judío. Kafka no forma de la entraña de la nación checa. Era judío y escribía en alemán. La segunda Guerra Mundial supuso lo que supuso: los judíos fueron las víctimas propiciatorias en todos los países. No fueron solo los nazis porque estos encontraron en todos los países sea Polonia, Hungría, Lituania, Alemania... colaboradores entusiastas para su exterminio. El único país que conozco que defendió a los judíos es Bulgaria. En todo los demás nadie los defendió más que personas que arriesgaban su vida por ellos. Siempre ha habido hombres justos. El mismo Vaticano practicó una política de complicidad y no beligerancia contra el nazismo cuando de sobras era sabido lo que estaban haciendo contra los judíos en los campos. Barcos con judíos llegaban a las costas de América en plena guerra en busca de protección y eran rechazados y devueltos a Europa. Nadie oficial movió movió un dedo por ellos. Y cuando acabó la guerra, los supervivientes de la Shoa volvieron a sus lugares de origen donde se habían apoderado de sus bienes y viviendas. Fueron de nuevo masacrados. Nadie los esperaba y seguía el odio contra ellos.
EliminarEn cierto, a mí también me atraen muchos intelectuales, especialmente escritores judíos. Y unen lo cómico con lo trágico como Philip Roth en el Lamento de Portnoy que es una autosátira sobre la realidad judía. Un libro apasionante y ácido escrito por un judío. No sé por qué no le dieron el Premio Nobel.
Los estereotipos son abundantes. En la ilustración del post se ve una que representa la idea que tiene mucha gente de los judíos. Uno de ellos, Georges Soros, multimillonario, es objeto del odio de millones de opinadores y lo culpan de todo lo que pasa en el mundo.
Muchas gracias, espero tus dibujos. Un cordial saludo.
Desde luego que el cristianismo, o mejor dicho la iglesia católica, ha sido la principal fuente de antisemitismo en el mundo. Y repugnante que un padre de dicha iglesia, que predica el amor al prójimo, pueda decir "el deber de todo cristiano consiste en odiar a los judíos".
ResponderEliminarA la iglesia católica no le gusta nada la competencia, y durante siglos se llevo por delante a todos aquellos que disentían de sus enseñanzas en cuanto tenían ocasión de aislarlos para masacrarlos sin miramientos. Los cátaros, cristianos por cierto, pero no al estilo de la iglesia católica, fueron brutalmente asesinados en Francia por ese motivo. Los judíos fueron más listos, y se las arreglaron para sobrevivir a pesar de esa aversión que se azuzaba contra ellos siempre que había ocasión. Son una raza de supervivientes y supongo que eso resalta su peculiaridad.
Hoy por hoy, el interés por sembrar antisemitismo en Europa, si lo hay, tiene un buen poso que sin duda aprovechará.
Un abrazo.
Muy cierto lo que dices, pero el antisemitismo cristiano está en los orígenes antes de que la iglesia pasará a denominarse católica en contraposición a la ortodoxa. Ya en tiempos de Constantino, el emperador que se convirtió al cristianismo, está vivo el odio a los judíos al que se considera el pueblo que asesinó a Jesús. Viene de muy atrás y siguió acreciendo con el tiempo con persecuciones, mentiras, mitos, bulos que los consideraban asesinos rituales de niños cristianos, que envenenaban el agua de los pozos... No hacía falta mucho para que las poblaciones, instigadas por los clérigos, entraran en los barrios judíos para masacrarlos. Esta es la historia en Europa del cristianismo y el judaísmo.
EliminarY ciertamente, si lees el artículo que he enlazado en el primer comentario, verás que el antisemitismo sigue creciendo en Europa. Ante los judíos parece que solo hay dos posiciones, o se los admira o se les odia. En nuestro país, cualquier defensa, por matizada que sea, de Israel hace que lancen los perros de presa contra el que profiere semejante aberración. He recorrido el País Vasco hace cuatro o cinco años y estaba lleno de pintadas calificando a Israel de genocida, asesino, y su símbolo, la estrella de David, identificada con la esvástica nazi. Son verdaderas marea de odio lo que despierta cualquier referencia a lo judío sea cual sea el contexto si se hace público.
Un abrazo, y gracias por comentar, Ana.
Pues no se, a mi los judíos me caen muy bien, imagino que no todos los judíos. Pero son un pueblo que ha sabido buscarse su modo de supervivencia y su manera de triunfar. Los mediocres odian a los que triunfan, esta manía visceral, en mi modo de ver las cosas, es resultado de la envidia. El judío que es comerciante y gana dinero, el judío que es prestamista, el judio escritor, medico o abogado eran y son blancos fáciles para el "tonto de guardia" que cuando ve que está en peligro su escasa hacienda en vez de buscarse soluciones busca culpables a los que dirigir su incapacidad. Esto mismo es lo que practican los otros "idiotas de guardia" de este país, individuos como Pablo Iglesias que nunca ha aportado nada y siempre mira de reojo a los que han triunfado , y en vez de intentar aprender y comprender las razones de su éxito se dedican, cómo se dedicaban los inquisidores antiguamente, a perseguirles , acosarles y anularlos. Los judios hacian sombra con su brillantez en los negocios y en sus profesiones a toda una parte de la sociedad, inculta, vaga y rencorosa, y eso no se lo perdonaron nunca y no se lo perdonaran ahora. Yo si fuese presidente del Gobierno De España invitaba al pueblo judío a asentarse en este país, allí donde van generan riqueza.
ResponderEliminarUn saludo.
Uno de los grandes dramas de nuestra historia y que nos ganamos a pulso fue la expulsión de los judíos en 1492. Con ellos se fue un sector social productivo, con ideas y con capacidad económica y financiera. Nuestra historia hubiera sido diferente si hubiera habido esta base económica en las finanzas desastrosas del siglo de Oro. Los judíos se expandieron por todo el Mediterráneo, y los países que triunfaron fueron en gran parte porque había judíos en puestos clave. Estoy muy de acuerdo contigo en lo que piensas. No obstante, mira el enlace que te dejo que muestra el escalofriante ascenso del antisemitismo en Europa ANTISEMITISMO EN EUROPA. No se habla de esto porque se ve normal y nadie siente compasión por los judíos porque se los considera ricos. Puedo entender que muchos emigren a Israel porque en Europa no están seguros. No han estado seguros en ningún lugar nunca. Y mucho puede que sea por las razones que has expuesto, el rencor, el resentimiento... Un saludo, y gracias por tu comentario.
EliminarAna, poco tiene que ver el catolicismo (catholikos = Universales) como punción final hacia el judaísmo. El catolicismo no es más que una rama del cristianismo, como lo son los los evangélicos o los Testigos de Jehová, o los Mormones o los Luteranos.
ResponderEliminarCuando se habla de religión en términos absolutos se ha de hablar de cristianismo de de ahí de Pablo de Tarsos, verdadero artífice de todo lo posterior. Lo demás, las ramas, los flecos, no son más que política y situaciones logísticas, más de intereses particulares que no generales. La rama católica no es mejor ni peor que las demás ramas. No creo que a nosotros (latinos )nos hubiera agradado haber nacido en una familia calvinista, ser seguidor de Zuinglio o tener que obedecer las reglas luteranas.
Un saludo
Agradezco la información, el cristianismo tiene muchas ramas como comentas. Yo creo que el del Vaticano, el nuestro, es una religión llena de contradicciones y muy cruel con aquellos que ha considerado una amenaza. No sé como será haber nacido en una familia con otra forma de religión, pero hoy por hoy intento que nadie, y menos una religión, me imponga lo que es correcto o no. He sacado algunas cosas buenas de la que me ha tocado por nacimiento pero cuestiono la mayoría de sus dogmas.
EliminarUn saludo, buena tarde.
Así es, Joselu, esa condición de apátrida parece consustancial al pueblo judío.
ResponderEliminarYa varios siglos antes del nacimiento de Jesús, los judíos eran mirados con recelo, recibidos con inquina allá donde estuvieran, siempre empujados a la dispersión, la famosa diáspora judía, un pueblo permanentemente abocado al exilio.
Son una cultura hermética, opaca al exterior, desde luego bastante más que otras ramificaciones del Cristianismo (muy bien matizado por Miquel), eso ha generado todo tipo de suspicacias, alimentado bulos, siempre en el filo de la sospecha. Todas las doctrinas derivadas del Cristianismo presentan luces… y bastantes más sombras, aunque eso parece inferirse en otras tantas religiones a lo largo y ancho del mundo.
Sabemos que el Cristianismo ha sido discriminatorio en cuanto a la figura de la mujer se refiere (mención aparte el ámbito islámico), y dentro del Cristianismo; la ley judía ha sido especialmente severa en relación a las mujeres, sobre todo en los ultraortodoxos. Esto me hace recordar un episodio de nuestros admirados (admiración que ambos compartimos) literatos; los hermanos Singer, Isaac e Israel, respecto a su hermana mayor, Ester Singer Kreitman, ella fue la pionera de los hermanos en la incursión literaria, de hecho fue una guía para los hermanos, en los que despertaba una secreta admiración, a tenor del talento de la primogénita, sobre todo era así para Isaac, evidentemente influenciado por ella (y aconsejado por ella en cuestiones literarias), de hecho llegó a decir de su hermana que era la "mejor escritora en yidis" que conocía.
Hoy la crítica especializada nos solo sitúa la calidad literaria de la hermana al mismo nivel que la de sus hermanos… sino que incluso en algunos ejemplos es considerada superior. Bueno, eso ya son discusiones entre expertos de la materia, pero el hecho está ahí.
Ahora bien, los hermanos pasaron toda su vida ocultando el talento de su hermana, silenciando su influencia, haciéndola invisible, pero fueron más allá, hasta el punto de denegarle ayuda en momentos dramáticos de su vida… el porqué de esta reacción de los hermanos se presta a muchas interpretaciones, desde las más plausibles (celos, envidia) hasta otras más ambiguas que parten del entorno familiar, un padre de férrea convicción jacobina, que si bien propició la formación intelectual de su hija… nunca vio con buenos ojos que actuase fuera del estricto código jacobino reservado para la mujer… una vida sometida al dictamen del marido, que no admitía el libre vuelo de la mujer, cortándole sus alas.
Bueno Joselu… no sé como diantres tu magnífico artículo ha provocado este derrotero del mío, que se ha salido un tanto de la línea de tu escrito. Así que todo lo que expongo no ha de hacernos olvidar el oprobio sufrido por este pueblo, como bien ilustras.
Un fuerte abrazo, amigo.
He leído un par de libros de Isaac Bashevis Singer, pero no de su hermano, y menos de Ester Singer a la que desconocía. He buscado libros de ella en Amazon y solo hay uno de más de veinte euros. Los Singer no son fácilmente accesibles. Tal vez cuando le dieron el Nobel a Isaac hubo publicaciones en España de él, pero ha quedado muy olvidado. La literatura en yidish no es fácil de encontrar porque hay muy pocos traductores y las traducciones que encontramos son al francés o al inglés, no directas.
EliminarEn cuanto al hermetismo del pueblo judío puede que tengas razón, pero tiene a su favor el que no haya sido el judaísmo una religión imperialista que quisiera convertir al resto del mundo como lo han sido el cristianismo y el Islam que han perseguido, cada uno a su manera, a los infieles, a los herejes, a las brujas, a cualquier tipo de disidencia. El judaísmo es propio de un grupo humano y no pretenden expandirse violentando al resto de la humanidad. No obstante, los pensadores, artistas, científicos, psiquiatras, cineastas judíos han hecho que el mundo moderno sea diseñado a su imagen. Es increíble que un pueblo sea tan minúsculo y que tenga tal capacidad de influencia en el resto del mundo, sin las armas ni la Inquisición.
Un abrazo, también para ti, Paco.
me gusta lo mque escribes prefiero no juzgar o analizar me gusta el silencio que el haberte leido me ha proyectado
ResponderEliminarabrazos desde el mar
Como siempre, hundes el dedo en una llaga desoladora y nos prestas de este autor, una premisa muy plausible, para entender el antisemitismo tan arraigado en nuestra cultura . Hubo un tiempo en que buscando como decía Cervantes, en los nidos de hogaño el origem de teorías monetarias, me topé con los descendiemtes de Abraham. El préstamo con interés que era tomado como pecaminoso y usura, siguiendo las enseñanzas de Aquino, en cambio era practicado por los hebreos, eximidos en el caso de los gentiles.Se sumó entonces el encono secular, con esas raíces que señalas en tu entrada. También en el comercio destacaron, lo que suscitaba no pocos recelos, porque las relaciones económicas estaban bien embridadas por su sentimiento de pertenemcia a uma comunidad. Eso representó una ventaja competitiva, pues fueron capaces de inspirar confianza en redes económicas alejadas entre sí. La primera cruzada desencadenó una verdadera caza del judio.
ResponderEliminarSin ánimo de ser prolijo, ya que habéis vertido aquí un Potosí de razonamientos, soy admirador de la cultuta judía, y sin su fermento con la europea, no podriamos comprender nuestra propia cultura.
Los judíos en el mundo feudal tenían prohibido poseer tierras y ejercer oficios como artesanos o comerciantes; por ello, empezaron a prestar dinero a los gentiles con intereses, no así a los suyos. Los nobles les pedían dinero para sus necesidades lo que no quiere decir que siemmpre pagaran a sus siervos lo que se había pactado. Los judíos se vieron reducidos a ser recaudadores de impuestos y prestamistas lo que hizo que subieran económicamente y probablemente eso levantó la animadversión popular que siempre se dirigía violentamente contra los judíos. Y en dichas revueltas antisemitas lo primero que se quemaban eran las actas crediticias. A pesar de los pogromos, los judíos pudieron afianzarse y crecer como grupo social al que le estaban vedados derechos por ser judíos. Y es cierto, las cruzadas comenzaban siempre con una matanza general de judíos. Los judíos, pese a las persecuciones adquirieron experiencia a través de las generaciones como comerciantes y banqueros y eran ellos siempre los que prestaban dinero a los nobles y reyes para sus empresas.
EliminarEs lo mismo que en Estados Unidos en el siglo XX: las leyes prohibían el ejercicio de muchas profesiones a los judíos pero no se les prohibía la industria del cine, y allí fueron a recaer muchos judíos como promotores y cineastas, de modo que fueron los creadores de Hollywood, de la fábrica de los sueños. Cuando se cierran caminos a los judíos, tienen la inteligencia de buscar alternativas que terminan por hacerles más sabios e influyentes ideológica y económicamente.
Ciertamente la de los judíos es la historia de un pueblo aciago. Pensar que el cristianismo triunfó sobre ellos basándose en lo que 'inventaron', resulta desastroso. otra cuestión es lo que el pueblo judío está haciendo con los palestinos porque Dios le otorgó la tierra prometida.
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