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sábado, 16 de mayo de 2020

El terreno de las fantasías


9 comentarios :

  1. Quizá por eso, y sólo por eso, todo el mundo sueña con quien no duerme.
    ¡ Fantástico ¡
    Salut

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    1. Uno no elige sus sueños, es el inconsciente el que crea los relatos de la noche. Me interesan más los sueños conscientes, las fantasías conscientes donde se impone, queramos o no, una censura mental extrema. Me pregunto cuántas personas serían capaces de dar salida a ese magma de forma escrita por ejemplo, a esas imágenes que chocan contra la ética-polítiica mayoritaria. No es fácil en un tiempo crecientemente puritano y moralista como el nuestro. En los años sesenta el Living Theatre reivindicó la salida de todo esta cadena de represiones que nos atenazaba, pero hoy el mundo es mucho más moralista y su ideología dominante progresista es mucho más limitadora y castrante que lo fue hace décadas. Antes nos atrevíamos como ejercicio a expresar el deseo aun en forma de fantasía, ahora hay una policía mental mucho más mutiladora. Ahora no se habla de pecado, pero sí de otros concepto y valoraciones que estragan la capacidad de urdir fantasías. Pienso que vivimos una época esencialmente plana en cuanto al desarrollo de fantasías, aun en los sueños, presiento esa policía de lo políticamente correcto...

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  2. Llevas razón. Nada que decir...por cierto, me acaban de decir que ha muerto don Júlio...me han jodido.
    Un abrazo

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    1. No me sentía próximo a él, pero sé lo que significaba para muchas personas honestas. Salut.

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  3. Existirán personas tan necias que solo sueñen bellezas inauditas y aventuras inimaginables?

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    1. Supongo que el verbo soñar se refiere a sueños diurnos, a fantasías diurnas, no a los inconscientes de la noche. Supongo que es absurdo montarte una fantasía con una famosa actriz norteamericana o francesa. O con un famoso artista con el cual no tienes ningún punto de relación sino la prensa y las noticias. Pienso que para que exista alguna fantasía tiene que haber alguna conexión, alguna cercanía. Yo he creado muchas y las he escrito. Luego lo he eliminado y destruido, pero aquel cuaderno de fantasías de hace dos décadas nutrió mi imaginación y no me arrepiento de ello. Otra cosa es que quede constancia digital de ello. Creo que lo he eliminado por completo, creo. Las fantasías son poderosísimas. Las caricias soñadas son las mejores como decían Lole y Manuel.

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  4. Es mi primera visita, hola. Me gusta mucho el planteamiento breve de las entradas, muy filosóficos muchas. Qué puedo decir, ya vivimos en un mundo con suficientes barreras como para llevarlas, también, a la fantasía. Toda ficción se construye sobre la realidad, esa es la conexión. Incluso para las historias de esos mundos que no existen en mapas. En esos casos la emocionalidad, los conflictos, los deseos de los personajes son la conexión, la parte real. El resto hay que dejarlo a la fantasía, hay que dejarla que ella haga su trabajo creativo. Cuando se escribe ficción y el autor recrea en su cabeza una determinada escena funciona en ese instante con los mismos resortes que en una escena ya vivida: el recuerdo. El autor de una escena ficcionada siente las mismas emociones, es prácticamente real, que con los recuerdos. Aunque el sabe que lo su invención no forma parte de su realidad.

    Debo decir que la mayoría de las cosas que existen a día de hoy en nuestro mundo, el 80% por decirlo de un modo estadístico, fue en su día el sueño, la fantasía de alguien dedicado a la ciencia, el arte, el deporte o la medicina. Cosas tan imposibles como que un montón de información pudiera ser recopilada en una target muy, muy pequeñita.

    La imaginación tiene un poder inmenso para el hombre y esta muy emparentada con la fantasía y el mundo onírico.

    Un placer inmenso pasar por este blog.

    Gracias.

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    1. He sido profesor durante muchos años y he intentado promover la imaginación entre mis alumnos, algo que no siempre es fácil, más en una era tecnológica como la que vivimos. Un proyecto que planteaba a mis alumnos de quince y dieciséis años era escribir una mininovela -era profesor de lengua y literatura españolas- de unas treinta páginas durante un periodo de tres o cuatro meses. Este proyecto lo he llevado adelante en varias ocasiones de mi vida como profesor. Eso supone que si tenía sesenta alumnos en dos cursos, me tendría que leer mil ochocientas páginas de su escritura. Y lo hacía en un par de semanas haciéndoles comentarios muy extensos sobre su novela. Había algunas que eran plagios y que detectaba, otras eran regulares pero había una parte que eran muy interesantes y algunas muy buenas, sin tener en cuenta necesariamente la ortografía que es un aspecto muy mejorable. Me di cuenta de que la imaginación hay que potenciarla y la mejor forma es la creación de una secuencia extensa, más que una minirredacción de doscientas palabras que es el ejercicio clásico. La imaginación es un músculo que la tecnología lesiona porque no hace falta imaginación para manipular un móvil o un ordenador. La imaginación hay que estimularla pero en los institutos no se está por la labor, al menos en la experiencia que yo he vivido.

      Te he contado una historia que no sé si tiene que ver con lo que has escrito, pero creo que sí.

      El texto que he aportado está en relación a las fantasías sexuales que promovía el Living Theatre. Y en dichas fantasías, según ellos, debíamos dejar de lado la ética o lo políticamente correcto -concepto que en los años sesenta no existía-. Pienso que la fantasía sexual en nuestro tiempo es menor que en otros anteriores porque vivimos bajo la dictadura de lo correcto. Es un tiempo mucho más puritano y moralista que el de la mitad del siglo XX, como referencia. Pienso que fantasías sexuales hay muchas menos. También hace falta imaginación y romper los diques morales y éticos.

      Muchas gracias por pasarte por mi blog. He visitado el tuyo y he visto tu poema de Juan Marinero y tu receta de Daiquiri. Estamos en contacto.

      Un abrazo.

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  5. Gracias a ti, Joselu, por motivarnos con tus post a ser seres planetarios pensantes, creativos y libres de opinión por encima de todo.

    Solo la palabra nos hace libres.

    Abrazo.

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