Una de mis caminatas más frecuentadas en el último
año es la que me lleva de Sitges a Calafell por la costa. Al salir de Sitges,
para mi sorpresa inicial, hay una especie de campamento hippy cuya existencia
siempre me produce sentimientos complejos por lo inaudito de la realidad de
dicho campamento. En uno de los carteles que aparecen allí hay uno que en
inglés dice “Follow your dream”. Empiezo con ello porque no puedo expresar
sino así el proyecto editorial de un buen amigo mío mediante micromecenazgo
para alcanzar la cifra de 200 mecenas que hagan posible la publicación de un
libro insólito: “El tesoro olvidado. Breve diccionario de la elocuencia
minimalista. Quinientas palabras para quien quedar bien quiera”.
Mi amigo Dimas Mas, el autor de éxitos como El
tesoro de Fermín Minar en la década de los noventa, vuelve a su pasión por los
diccionarios como en aquella novela juvenil cuya parte central tenía lugar en
el interior del diccionario. Pero es que tiene bemoles que alguien se lance a
un sueño como publicar un diccionario con palabras hermosísimas pero en desuso,
comentadas con inteligencia y agudo sentido del humor para traerlas a nuestra
realidad lingüística cotidiana.
La edición del diccionario es a cargo del editor
Emilio Pascual en tapa dura y con una extensión de ochocientas páginas
aproximadamente. La aportación como mecenas es de 30€ con el compromiso de que,
si se llega a la cantidad de doscientos benefactores, se recibirá en el espacio
de tres meses el diccionario con gastos de envío pagados, con el nombre impreso,
como mecenas del mismo. Hay otras formas de financiación que aparecen en el
enlace que dejo aquí en VERKAMI. COM para los que quieran informarse mejor del
proyecto.
La calidad literaria del diccionario queda
garantizada como obra de un escritor maduro y en plenitud del dominio del
idioma y de la ironía cuya obra en parte ha sido publicada y otros libros
esperan el momento para hacerse reales. Es mi admiración por la pasión de Dimas
Mas lo que me hace traer a este blog el proyecto de micromecenazgo en un tiempo
que, a priori, parece totalmente contrario a este tipo de empresas. ¿A quién se
le ocurrirá escribir un diccionario con voces desusadas cuando todo contribuye
a la velocidad, la inanidad y la banalidad de la cultura y el lenguaje? Es tal
mi sorpresa y deslumbramiento que no puedo sino hacer propaganda de ello y
convertirme en mecenas desde el primer momento.
El editor, Emilio Pascual, ha sido el creador de
dos populares editoriales, Anaya Tus libros y Biblioteca Áurea, y autor de
novelas como “Días de Reyes Magos” que conocerán aquellos profesores de lengua
que vimos cómo se unía la inteligencia y la calidad literaria en una inolvidable novela para adolescentes.
Espero con impaciencia tenerlo entre mis manos. Es una estupenda recomendación de un gran escritor y de un buen amigo digital.
ResponderEliminarSolo por la audacia y el idealismo que supone esta empresa, merece la pena apuntarse a la aventura.
EliminarComo heterónimo digital de Dimas Mas no me queda sino darte las gracias, Joselu, por esta publicidad impagable de un proyecto entre quijotesco y romántico, nunca sé si, como Dimas Mas, peco más de realista que de fantástico, pero, en cualquier caso, lo que sí me consta, después de corregir pacientemente con él las galeradas, es que se trata de un diálogo íntimo entre el autor y cada uno de los lectores que se asomen a sus páginas. Sorpresas las hay a cientos; malos chistes, a docenas; buen humor, por arrobas y una paciente investigación lexicográfica que bastaría para acreditarnos, a Dimas y a mí, como los filólogos que, como tales, nos licenciamos en su momento, allá por 1979... , para dar y tomar. Bien mirado, y es hoy el día que caigo en ello, pertenecemos a la primera promoción de licenciados dentro de la democracia regida por la Constitución de 1978. Aunque son algo más de 500 las palabras definidas, la redacción de dichas entradas pone en solfa más de 2000 que los lectores podrán encontrar en el índice de voces correspondiente, o sea, que podemos hablar de un diccionario de uso, porque se "enseña" o "sugiere" el modo de usar en sociedad dichas palabras, que puede hacer, si se siguen sus constantes invitaciones, que la nueva entrega del DILE aumente notablemente su caudal léxico con muchas de esas voces que merecen, en efecto, ser acogidas de mil amores por los hablantes... Reitero las gracias, Joselu, desde la emoción y el afecto.
EliminarMe gusta y estremece eso de "sorpresas las hay a cientos; malos chistes, a docenas; buen humor, por arrobas..." Sin duda ingredientes imprescindibles para abordar el árido y arduo trabajo filológico que hay detrás de este diccionario insólito y sorpresivo. Que la fuerza te acompañe...
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