Hoy era la presentación del curso de Literatura Española de segundo de Bachillerato. Es una materia de
Modalidad lo que supone cuatro horas a la semana, un lujo. Tengo un grupo de
trece alumnos con los que espero poder trabajar y aprender a pensar libremente.
Hoy ha sido la primera entrega. Después de prolegómenos metodológicos y
evaluativos, listas de libros de lectura, etc, he empezado con el tema inicial.
Qué es la literatura y para qué sirve la literatura. La idea directriz es que
la literatura utiliza como instrumento la palabra a diferencia de otras artes cuya
expresión formal es diferente. Y, como todo arte, tiene una función estética, es
decir, persigue la Belleza. Sin embargo, ahí nos encontramos un primer escollo
–reflexionaba- porque la Belleza es un concepto cambiante según las épocas y
las culturas. Nada tiene que ver nuestra idea de Belleza con la que tenía un
habitante del siglo XIX o de comienzos del XX. Esto es evidente. Nuestros
criterios de belleza han cambiado, se han transformado. El hombre del siglo XXI
posee una complejidad y heterogeneidad de modelos que desborda cualquier
enfoque delimitado de belleza si no es que hemos desechado esa idea.
Otra cuestión a abordar en clase es ¿para qué sirve la literatura? Les señalo que como todo arte no
tiene una utilidad práctica. La literatura en sí no tiene un objetivo práctico
e imponérselo es arrebatarle su gratuidad como arte. Claro que podemos hablar
de distintas funciones de la literatura: la estética
o poética, la social, la lúdica, la expresiva. Sí, se puede decir que hay
una cierta utilidad en esas funciones: la de expresarse, la de divertirse, la
de evadirse, la de gozar con la belleza del lenguaje.
Sin embargo, sigo hilando mi discurso, no les voy a vender
que leer literatura sea nada maravilloso ni que les haga mejores personas ni
más cultos ni más imaginativos... El placer de la literatura es personal. Yo lo
elegí, les digo, desde que era muy pequeño. La literatura a mí me ayudó a vivir
en otro mundo menos sórdido que el real. Pero eso fue para mí. Detesto tener
que defender el valor de la literatura. Ante esto, mis alumnos estaban
desconcertados y me han replicado que soy el único profesor que dice eso, que
todos los profesores hablan maravillas de la literatura porque –según les
cuentan- aumenta el vocabulario, desarrolla la imaginación y un sinfín de
extraordinarias consecuencias de leer literatura. Por mi parte les he dicho que
conozco a personas que son voraces lectores pero que no son nada imaginativos,
que la literatura desarrolla la imaginación si uno es imaginativo, y desarrolla
la inteligencia si uno es inteligente, y el gusto si uno lo tiene ya dentro.
Pero que yo me niego a hacerles creer ninguna ventaja de ningún tipo en ser
lector de literatura. Puede que se sea más culto, pero ¿de qué sirve eso? La
mayoría de los profesores que tienen no son lectores. Hay muchos tipos de
cultura. La literatura es un apartado determinado de la cultura. El deporte
también es cultura, y los videojuegos también son cultura. No son la mía
efectivamente pero ¿quién es capaz a estas alturas de definir qué es cultura? Muchos
nazis eran extremadamente cultos y empedernidos lectores de la mejor literatura
alemana, escuchaban la mejor música y, sin embargo, eran perversos y malignos,
tal vez banales. Hay gente sabia que nunca ha leído literatura. Tienen una
sabiduría intuitiva, natural, no matizada por modelos literarios. Leer
literatura no nos hace mejores personas ni más valientes ni más elegantes. Les
he dicho que tal vez verían absurdo que un profesor les fuera a convencer de lo
maravilloso que es el sexo.
-¿No, Jorge?
¿Tendría que hacer mucho esfuerzo para convenceros de las maravillas del sexo?
- No, me contesta, no tendrías que hacer
mucho esfuerzo.
- Pues la literatura es lo mismo. Que la utilice el que
quiera, que lea el que quiera si le interesa o si le gusta. Y si no le gusta,
que lo deje. Yo soy profesor de literatura, vivo de ello. Tengo que desarrollar
un programa académico para enfrentarse a las pruebas de acceso a la
universidad. Y lo voy a hacer lo mejor que pueda o sepa. Los alumnos del año
pasado sacaron excelentes resultados, pero no voy a cargar sobre mi conciencia
la obligación de convenceros de que leer es fantástico y que tiene una larga
reata de consecuencias extraordinarias. No lo creo. No me interesa haceros
lectores igual que no estoy interesado en que seáis fogosos amantes. Allá cada
uno con lo suyo. Que cada uno elija su camino. Si la literatura os parece un
rollo, no voy a sentirme herido. Me da igual. No voy a rebatir a nadie. No
quiero convencer a nadie. Es abominable la figura del profesor que quiere
convencer a sus alumnos de lo terriblemente fantástico que es leer. Para mí lo
fue, es lo único que puedo decir, pero yo no sabía jugar al fútbol. Tal vez si
hubiera sido bueno con el balón hubiera leído menos. ¿Y hubiera sido peor? ¿Peor
que quién? ¿Peor que qué?
Hablaré con pasión de la literatura porque para mí es
apasionante y porque me lo paso mejor hablando en serio y de verdad, no
haciendo publicidad de algo que no merece ese descrédito. Que seais lectores o
no me da exactamente igual y eso me libera de la carga que a veces siento sobre
mí. Cumpliré con mi tarea de prepararos para la selectividad y hablaremos lo
más sensatamente posible sobre los libros que nos han impuesto como lecturas.
No sé si lo haré bien, pero lo intentaré.
Querido Joselu, no puedo estar más en desacuerdo con que el arte persiga la belleza. El arte o es un helado de fuego o no es nada. Tampoco comparto tu idea sobre la falta de utilidad práctica de la literatura. Le Corbusier definió la vivienda como la "machine à habiter". ¿No será la literatura al menos una máquina de emocionar? Y si transmitir emociones a través de los siglos no es una de las cosas más prácticas que se han inventado...
ResponderEliminarEn cuanto a tu estrategia de profesorado para este curso, me parece simplemente genial. Tu introducción es brillante y espero y deseo te de los resultados que anhelas. Mucha suerte en tu recorrido!
Y un fuerte abrazo.
Todo depende de lo que entendamos por "practico". El objeto de las distintas ciencias, materias o profesiones es claro pero en el caso del arte, su valor máximo es que lo que nos aporta es gratuito, inclasificable, inmensurable. Que la emoción es importante es cierto pero ¿es ciertamente la literatura una máquina de emocionar? Hay que estar muy afinado espiritualmente para que esto sea así. Las emociones se venden en el mercado de baratillo. Todo hoy día supuestamente emociona. La novelística más comercial vende emociones, pero no son estas las emociones que aporta la Literatura con mayúscula. Supongo que estaremos de acuerdo en que hay una cierta jerarquía emocional, un distinto modo de emocionar. Pero ¿es la emoción estética algo práctico? Yo prefiero pensarla como algo gratuito, algo no mensurable, espiritual. Creo.
EliminarA mi me parece que tu sinceridad es admirable, Joselu. Enseñar no se trata de hacer publicidad ni de vender un producto. Por supuesto, quien ha elegido enseñar algo es porque lo encuentra apasionante pero no se puede esperar que todos y cada uno de nuestros alumnos sientan igual. Oscar Wilde dijo en alguno de sus aforismos: "La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar."
ResponderEliminarY con respecto a la belleza, sentenció: "La belleza es muy superior al genio. No necesita explicación."
Un fuerte abrazo y buen inicio de curso.
Fer
Siento un desinterés absoluto por que se hagan lectores. No lo pretendo. Lo digo en serio. Me revienta toda esa parafernalia oficial para que seamos motivadores de lectura. Puede que sea porque no soy ya un profesor que divulgue libros que a él le interesen vitalmente, algo que sí hice durante un tiempo. No puedo ser apasionado en divulgar aquello que no me interesa.
EliminarUn fuerte abrazo, y gracias Fer por hacerte presente.
Para mi, la literatura es necesaria, como respirar, comer o dormir. Por circustancias personales y desde muy niña fue y sigue siendo mi "paraiso" , " mi casa del árbol".
ResponderEliminarMe parece muy buen enfonque para tu clase.
Mariluz, no hay mejor explicación que la que has dado. Para ti es la casa en el árbol y para mí fue un modo de escapar de la sordidez de la vida cotidiana. La literatura, según la entiendo, proporciona un modo distinto de percbiir la realidad, no sé si mejor o peor. Pero sí distinto. No puedo separar la vida de la literatura. Para mí están unidas. No sé cómo viven la vida los que no están enfermos de literatura. Para mí es incomprensible, pero no puedo aspirar a que otros sigan esta senda que para mí fue una especie de sacrificio iniciático al que me rendí con entusiasmo. Cada uno tiene su propia perspectiva de las cosas. Hay algunas que me interesan más que otras, pero a todo el mundo le pasa lo mismo. Gracias, Mariluz, me alegro de que la Literatura sea tan esencial para ti.
Eliminar"¿Es literatura un directorio de números telefónicos?"- fueron las primeras palabras pronunciadas por uno de mis profes de la universidad en el curso se llamaba "Poética", y que me recordó esta entrada en tu blog. ¿Para qué sirve la literatura? - para que nos evadamos de la realidad. ¿De qué sirve ser culto?- sirve para que nos sintamos mejor con nosotros mismos. Me encanta el enfoque que das a tus clases. ¿Lo entienden tus alumnos? ¿Qué van a leer?
ResponderEliminarUn abrazo
Van a leer una antología de poesía del siglo de Oro, una selección de capítulos de El Quijote, La vida es sueño, Don Juan Tenorio, La verdad sobre el caso Savolta y Luciérnagas, las dos últimas de Eduardo Mendoza y Ana María Matute.
EliminarEs una selección impuesta sobre la que no puedo hacer nada. Probablemente yo hubiera hecho algo muy diferente. La veo algo mecánica, burocrática, aunque no dejen de ser buenas obras, interesantes propuestas. No me gustan las propuestas impuestas. Pero este es mi papel.
Un abrazo.
¿Cabe algo más que el asentimiento emocionado? Pues eso.
ResponderEliminarAy, Juan Poz, la falta de entusiasmo que siento en el deseo de convertirlos en lectores es real. Me da exactamente igual. Es el único sentimiento que me libera de estas cadenas biempensantes.
EliminarA esa edad tus alumnos son inmortales como la literatura y suelen casar mal dos eternidades. Con el tiempo la necesitarán , poco o mucho pero como una herramienta que sirve para algo.
ResponderEliminarMe gusta esa idea de su presunta inmortalidad. Yo aún no me creo que me vaya a morir. Aunque pienso cada día en ello.
Eliminaresa respuesta solo puede darse como dices, mostrando la pasión dentro de uno mismo, haciendo ver cómo la literatura te abre tantas puertas que sirven para varias vidas.
ResponderEliminarLa literatura abre puertas. Es sugerente.
Eliminar“Como todo arte, tiene una función estética, es decir, persigue la Belleza”
ResponderEliminar¿Pero para que sirve la belleza?
Se podría hacer la pregunta de otra manera ¿Es útil la literatura? ¿Es útil la belleza?
Frente al reduccionismo de la palabra “servir” en esa acepción, una palabra que la amplía y que la matiza.
Creo que la idea de la belleza nos complica mucho las cosas, el canon estético nos esclaviza a una idea predetrminada y exterior a nosotros, pero es necesario para socializar el gusto y salir de nuestra madriguera subjetiva.
Igualmente la literatura nos hace salir de nuestra madriguera subjetiva, salir de nuestra realidad concreta y específica y abrirnos a posibilidades diferentes. Es lo positivo de todas las ficciones: literarias, cinematográficas, teatrales olas de los videojuegos... Amplian nuestro ambiente vital y nos hacen suponer que vivimos más vidas de la que vivimos en realidad. Son un decorado, solo un decorado, para darle profundidad a la cueva platónica en la que vivimos.
Me gusta esa actitud de Laissez faire con tus alumnos creo que es la más correcta: tú ofreces un producto que a ti te ha servido y ellos deben optar por escogerlo o no.
Un abrazo
¿Es útil la belleza?
EliminarCueva platónica.
Nos hacen "suponer" que vivimos más vidas de las que vivimos en realidad.
Ficción como decorado que da profundidad a esa cueva en que vivimos.
Madriguera subjetiva.
Son propuestas tuyas que me hacen pensar.
Gracias.
Me parece admirable y loable el ejercicio de sinceridad que has llevado a cabo con tus alumnos. Un ejercicio de sinceridad y de desmitificación que seguro tus alumnos agradecerán y aprenderán perfectamente. Como lección, te digo que esta primera la has superado cum laudem. A partir de ahora tus alumnos y alumnas vendrán a clase despojados de viejos corsés. Vendrán con el ánimo vivo y abierto de los adolescentes. Y vendrán, y eso es lo más importante, ávidos de recibir mensajes del profesor que dice cosas como las que tú dices.
ResponderEliminarYo, por mi parte, querido Joselu, te diré que con mi asignatura de Historia (con la Geografía, no, la Geografía se vende sola) he tenido a menudo problemas similares. Problemas del estilo "¿para qué nos sirve saber que Carlomagno fue el primer emperador carolingio?" Y mi respuesta es similar a la tuya. Me he sentido muy identificado con tu post. Y esto me reconforta.
Un abrazo, amigo.
Quiero pensar que en algún momento del curso se producirán debates de ideas, reflexiones compartidas, maduración estética, sorpresa, reconocimiento, curiosidad.
EliminarUn fuerte abrazo, Miguel.
Cuatro horas semanales de literatura... Este año tengo 2º de bachiller, después de un paréntesis de cuatro años, y me encuentro con que no podré dar más de una hora de literatura, otra de comentario de textos y otra de gramática. Tres horas para lengua y literatura solo dan lo justo para salvar mínimamente un examen de selectividad. No me planteo lanzar esas preguntas (que por azar trabajé el año pasado a propósito de los clásicos), ni mucho menos indagar en sus respuestas. Como has denunciado aquí muchas veces, la escuela ha ido arrinconando la literatura a un papel cada vez menor. La prioridad de los profes es la comprensión de textos cotidianos y, como mucho, mantener levemente la afición lectora de quienes leían de niños. Ojalá puedas trabajar cómodamente con ese grupo y con esas horas, que dan al menos para un club lector. Espero también que nos vayas contando tus aventuras y desventuras como profe de literatura en estos tiempos revueltos.
ResponderEliminarNo sé si hablamos de lo mismo. Tú pareces hablar de la materia común de Lengua y Literatura. Aquí en Cataluña solo son dos horas a la semana. Así que figúrate. Es la materia de modalidad que cursan muy escasos alumnos la que cuenta con cuatro horas. Supongo que esta debe existir también en tu comunidad e instituto. La impresión del grupo es hasta ahora aceptable. Todavía no les he hecho ninguna prueba. Solo un pequeño ensayo sobre las funciones de la literatura en que se evidencia algo muy serio. Quienes saben centrar el problema de lo planteado y exponerlo con sencillez y claridad y no perderse en divagaciones sin sentido que no quieren decir nada con sustancia. Tendríamos que promocionar más el ensayo y la composición escrita. Cuando se llega a segundo de bachillerato, la antesala teórica de la universidad, uno se encuentra disertaciones vacuas e hinchadas, sin ninguna coherencia, orden o rigor conceptual. Y esto no es cuestión de un día. Ya iremos contando cómo va, Toni.
ResponderEliminarMis estudios quedaron escasos, mi necesidad de lectura fue y sigue en aumento, vivo, sueño, respiro lo que leo y vuelo con mi imaginación hacia y desde tantos sitios.
ResponderEliminarEs inutil por experiencia lo se, que alguien ame la lectura por argumentos, el sentimient y el viaje a que te traslada si te hace adicto a ella, s hace un rodaje donde cada vez puede seas más exigente y obtengas un mayor beneficio.
No te conocía, y según te escuche que así leo yo los libros, escuchando, mirando, oliendo, estando, poco tengo que aportar pero entiendo que si mucho de que disfrutar.
Me quedo en este lugar, de cuyo nombre si quiero acordarme.
Encanta Joselu,
tRamos
Muchas gracias, Tramos, por tus palabras generosas. Me alegro de que te hayas pasado por aquí. Llevo ya nueve años publicando este blog y es un placer descubrir que todavía puede haber lectores nuevos llenos de ilusión en este caso por la lectura. Creo que lo has expresado muy bien. Escuchar, mirar, oler... esa es nuestra relación con los libros. Y es cierto que la lectura no se ama por argumentos. Es la propia experiencia de ella la que te afecta profundamente si estás preparado para ello. Si no, es inútil cualquier propaganda o argumentos más o menos brillantes.
EliminarUn cordial saludo y muchas gracias.
Por que tengo que estudiar literatura estando en ciencias? A sí, voy a construir una casa, curar alguna enfermedad y ayudar a la economía del pais sabiendo la útil información de qué escribió un señor hace 200 años
ResponderEliminarMás aún: ¿Para qué sirve la literatura? Y ¿por qué leer?
ResponderEliminarhttp://lacuevadeloslibros.blogspot.com.es/2015/01/para-que-sirve-la-literatura-por-que.html
No había leído esta entrada Joselu, pero me quito el sombrero. Chapó. Nunca he escuchado mejor defensa. Gracias.
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