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jueves, 7 de agosto de 2014

Refugiados



He atravesado caminando el corazón del País Vasco por la parte de Guipuzcoa y Álava recorriendo ciudades como Irún, Oiarzun, Hernani, Andoain, Tolosa, Ordizia, Beasain, Idiazabal, Cegama, Agurain... En muchos de estos lugares he visto profusión de pancartas en alusión a Gaza y al "genocidio" israelí al que se relaciona con Hitler y el nazismo. Se siente meridiana la cercanía política de los radicales vascos hacia los movimientos de resistencia palestinos. Sin embargo, no he visto ningun alusión al drama sirio que tiene lugar en el mismo lugar del mundo. Tuve que llegar a Foz (Lugo), una vez acabado el Camino Vasco del interior, para que una mañana, ayer, una muchacha me pidiera unos instantes de atención. Luego supe que se llamaba Marta Domínguez y era miembro de ACNUR, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados. 

Yo no tenía intención de aportar ayuda a una agencia como ACNUR aduciendo que ya era socio de Médicos sin Frontera y que de alguna manera ya colaboraba con la solidaridad mundial. Marta me enseñó una carpeta con imágenes del campamento de ACNUR en Zaatari en el que se hacinan más de cien mil refugiados sirios que han huido de su país inmerso, en una terrorífica guerra desde hace más de tres años y que ha causando unos doscientos mil muertos, once mil de ellos niños, y ha provocado un exódo de dos millones de refugiados a los países vecinos. En Jordania hay más de medio millón de los que más de cien mil están en esa ciudad campamento que es Zaatari en condiciones muy precarias por la escasa ayuda internacional y el olvido generalizado del conflicto sirio que ya no aparece en las noticias. Este campamento es llamado "de los niños" pues la inmensa mayor parte de sus refugiadoso son menores de dieciocho años. En la guerra de Siria, Bachar el Assad ha utilizado sin piedad armas de todo tipo, incluidas las químicas, contra su pueblo. Es un conflicto olvidado que no ha ocupado un lugar preferente en la mentalidad de  Occidente ni en los países árabes contra los que se rebelan los refugiados por su indiferencia. 

La vida en un campamento de refugiados es ominosa. No hay nada que hacer salvo esperar: esperar y conseguir raciones de comida que llega con cuentagotas y es claramente insuficiente. Los servicios médicos están saturados. Allí trabajan agencias internacionales como Médicos Sin Frontera y otras. Hay muchas muchachas de catorce años que llegan embarazadas y a los diecinueve años ya van por su quinto parto. No hay lugar para la esperanza. Al otro lado de la frontera de Jordania está un país arrasado por la guerra y que constará décadas reconstruir cuando acabe, si acaba, el conflicto. Las miradas de muchos refugiados vagan perdidas en el desierto. El campamento es claramente insuficiente pero es lo que hay a tenor de la mínima solidaridad internacional. 

Mi conversación con Marta duró una media hora. Vi a una muchacha de veintinueve años tremendamente preparada y con una convicción extraordinaria. No se iba a rendir ante mis argumentos de que mi cuota de solidaridad ya estaba cubierta. Me asombró su fuerza, su juventud militante, su claridad mental y su formación en el tema de los refugiados. Me confesó que era feliz, que cada día se levantaba con una enorme ilusión por seguir luchando, lo que le llevaba a "perder el tiempo" intentado persuadir a personas como yo cuyo músculo moral está dormido. No me imagino la fe que hay que tener para parar a la gente en la calle e intentarla hacer consciente de ese terrible drama de los refugiados. Me enseñó un pequeño paquete de alimento concentrado que contiene las calorías y proteínas que sustituyen una comida. Cada unidad cuesta 25 céntimos. 

ACNUR no solo está presente en Siria. También hay campamentos en la República Democrática del Congo adonde llegan miles y miles de mujeres violadas a las que hay que ayudar a reconstruir su vida tras ese trance espantoso de violaciones múltiples. Otros campamentos están en Sudán del Sur, lugar de tenebrosas perspectivas humanitarias. Todo esto existe pero nosotros estamos confortablemente situados en nuestra rutina fantástica y no percibimos el horror que  nos rodea. 

Al final me hice socio de ACNUR y me comprometí a una ayuda mensual a la organización. Mi intercambio con Marta fue maravilloso. Ella dio forma a una necesidad íntima de colaborar, aunque sea en mínima parte, con el drama de los refugiados. Luego subí a casa y me preparé a comer en mi plácida rutina en que no me iban a faltar comida abundante y variada. Pero algo había cambiado en mí. Había un punto de orgullo en mi decisión y me di cuenta que llevaba con alegría la pulserita azul que Marta me había dado y que ponía en las lenguas de España: Refugiados, Refugiats, Refuxiados, Errefuxiatuak, además de otras lenguas: Refugees, Réfugiés

Algo había cambiado en mí. 

16 comentarios :

  1. La moral se mide en funcion de la audiencia y conflictos que antes eran horribles quedan suavizados por la repeticion de las imagenes. El caso de Siria y LIbia son tenebrosos porque los origenes basicamente son economicos y dictadores "sanguinarios y terribles" que antes eran colaboradores del mundo civilizado se nos muestran como autenticos animales dañinos. Ya hice una entrada "defendiendo" a Gadaffi , como he entendido la postura de Israel. No todo es blanco o negro como nos lo muestran, te dejo un pedazo de lo que escribi de Gaddaffi.

    Ya se que esto que digo va a sonar mal, pero que se le va a hacer...a mi Gadaffi no me parecía el peor y viendo los regímenes de Irán, Arabia Saudita, Yemen, Argelia y algún otro, me parecía un santo...


    Nacionalizó las empresas petroleras y los bancos, sin embargo, permitió los pequeños negocios particulares.
    Quitó un rey medieval absoluto, dictador y opresor, redistribuyó la riqueza.
    Puso a la mujer, no a nivel occidental pero si en el camino de la igualdad, creo un socialismo donde solo había una teocracia medieval.
    Los que fabrican las armas de destrucción masiva le acusaron de comprarlas y acapararlas, ¿curioso no? que un fabricante acuse a un cliente.
    Curiosamente reivindicó que la riqueza del petroleo quedase en manos del pueblo.
    ¿Que es corrupto? no lo se, algunos le atribuyen muchas cosas y hubiera que ver si son verdad o no.
    Pero claro, podemos mandar a los dirigentes de Caixa Nova o de la CAM o de Moody´s o a cualquiera de nuestros banqueros a investigar, también pudiéramos enviar un comité de alcaldes o de tecnicos municipales, que ellos si que saben lo que es corrupción.

    Multinacionales y gobiernos que apoyan a multinacionales han creado la Revolución de Libia.
    Ellos no querían un estado donde el beneficio se repartiera entre sus habitantes, ellos querían sacar su tajada y punto.
    ¿Quien entiende este despliegue en Libia y no en Arabia Saudita?

    Hay datos que no se nos muestran

    El grado de alfabetización de la Libia de Gadafi era el más alto de África antes de la invasión hombres con 92,4% y mujeres: 72% , el PIB también y sino aqui están los datos (copio-pego):

    * Renta per capita 13.840 dolares

    * A cada miembro de la familia el estado le pagaba por año 1 000 dolares de las dotaciones del Estado.

    * El subsidio de paro — 730$.

    * El salario de la enfermera — 1 000$.

    * Por cada recién nacido se pagaba 7 000$.

    * A recién casados se le regalagan 64 000$ para la compra del apartamento.

    * A la apertura de un negocio personal la ayuda pecuniaria singular — 20 000$.

    * Los grandes impuestos y las exacciones estan prohibidos.

    * La educacion y la medicina eran gratuitos.

    * La educacion y la pasantía o postgrado al extranjero — a expensas del estado.

    * Una red de tiendas para las familias numerosas con precios simbólicos de los productos básicos de la alimentación.

    * Una parte de las farmacias — con entregas gratuitas de las medicinas.

    * El pago por la energía eléctrica para la población no existía.

    * Las reventas de Inmobiliarios estaban prohibidas.

    * La gasolina costaba 1 litro de la gasolina, 0,14 dolares.

    *España tiene 3,2 camas de hospital por cada mil habitantes, Libia 3,7.


    Esto es un copia-pega pero he comprobado la veracidad de muchas de estas afirmaciones.

    Ahora, me imagino que con una teocracia y las multinacionales acaparadoras del petroleo los libios van a vivir de puta madre o ¿alguno piensa que Libia va a tener democracia y libertad?, no jodamos señores, que eso no se lo cree nadie....


    Un saludo...

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    1. No sé muy bien qué responder y sobre tu interpretación de la figura de Gadafi y su obra en Libia. Me temo que mis conocimientos son muy limitados y que están sometidos a la desinformación que recibimos por los medios de comunicación. No me gustaba Gadafi pero tampoco me gusta lo que ha venido después. La figura de Gadafi -la del dictador bueno- sería equivalente para mucha gente como la de Franco que elevó el nivel de vida de los españoles y creó la Seguridad Social. Al fin y al cabo, la historia no es objetiva y todo depende del cristal con que se miren las cosas. Gadafi fue recibido con honores por todos los mandatarios occidentales y luego fue proscrito como apestado cuando se aceleraron los acontecimientos en Libia. Mucho me temo, Temujin, que no sé cómo interpretar esto. La vida, la historia, la realidad es poliédrica, contradictoria y posiblemente, infame. Lo que es verdad hoy, mañana puede ser lo contrario.

      Un cordial saludo.

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  2. Yo no creo que la guerra en Siria esté olvidada. Sí que tenemos un gran problema con ella- no sabemos qué hacer. Porque ¿qué podemos hacer para parar esta locura? ¿Mandar tropas de la OTAN?, jaja. (Aquí surge otro tema interesante - los que critican la pasividad del Oeste ¿qué es lo que esperan? ¿que la OTAN o, peor, los EE.UU. manden tropas o borbardeen Damasco? Al mismo tiempo serían los primeros en criticar tal actuación.)
    Y la pregunta principal- ¿dónde están los demás países musulmanes con con la paz y misericordia como preceptos principales de su religión? Se ha hablado varias veces de que el Islám no ha experimentado su Siglo de las Luces. Viendo lo que pasa, creo que tendríamos que remontarnos todavía más de 100 años, a la Guerra de los Treinta Años. Porque se están matando por razones de religión. Y para el fundamentalismo religioso poca cura hay, me temo. Así que no nos queda otra que ayudar a las ONGs, como lo haces tú.

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    1. Tienes razón, al ciudadano no le quedan muchas opciones ante conflictos como este. La impotencia, la indiferencia, la perplejidad, el pasotismo. El mundo es atroz. El otro día me hicieron sentir, en el encuentro que tuve con la militante de ACNUR que yo podía hacer algo que me sacara de la nada. Tuve la sensación de que podía convertirme en una pieza útil y valiosa en una situación como es la de los refugiados. Nada vale nada, es cierto, pero un poquito es algo más que nada. No puedo entender el mundo. Es demasiado complicado para mí. Pero sé que mi pequeña aportación económica puede hacer llegar bolsas de comida energética a alguien que de alguna manera pueden ayudarle a vivir, a sobrevivir. No hay mucho más que hacer en un conficto diabólico donde todas las opciones son malas o peores.

      Por otro lado, entiendo que ACNUR no es exactamente una ONG sino una agencia de las Naciones Unidas para la protección de los refugiados. Da igual. Alguien tiene que ayudar a estas personas ¿o no?

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  3. Yo me voy más cerca: a los campamentos de refugiados de Tindurf que llevan allí treinta y nueve años tirados por nosotros. Nos lavamos las manos con esas Vacaciones en Paz que hace que este año 4.500 niños saharauis de los campamentos pasen el verano con familias solidarias españolas, 40 aquí en la Rioja. Te dejo un poemilla que refleja, no el desgarrón de Siria, sino el que hemos provocado nosotros

    Bienvenidos los hijos de la arena
    Los hijos de las nubes
    Bienvenidos
    Los que nacisteis en patrias de lona
    Los que ya sabéis de memoria
    el camino de las estrellas
    Bienvenidos

    Sólo erais un puñado de fosfatos
    Un cesto de peces
    Y os dejamos tirados
    Treinta y nueve años
    lleváis tirados!
    Bienvenidos los futuros guerrilleros
    a estas dunas de piel de toro
    a estas cegadoras luces de neón
    Bienvenida vuestra memoria de pizarra
    De fuego en las frías noches del desierto
    Que no podéis olvidar
    nunca nada jamás
    Que cuando se os muere un anciano
    se os muere también un libro
    una canción una leyenda…
    Bienvenidos
    los que soñáis regresar
    adonde nunca habéis estado

    Pequeños héroes descalzos
    bienvenidos
    a nuestra nevera
    a nuestro grifo eterno
    a nuestro emparrado sol
    a nuestros corazones
    Bienvenidos niños saharauis
    de Vacaciones en Paz

    Ojalá no os bebáis todo
    el veneno que os daremos
    ©Rubén Lapuente

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    1. Un hermoso poema que refleja nuestra dualidad. Por un lado, huimos y los dejamos tirados y, por otro, los recibimos a sus hijos, como prueba de nuestra solidaridad. Sin embargo, Ruben, en 1975 yo estaba en edad militar y poco después entré en el servicio militar. Yo era uno de los jóvenes que potencialmente hubiera tenido que ir al desierto a defender a los saharahuis en nombre de un sistema que era una dictadura y que el Polisario rechazaba y combatía. ¿Hubiera dado mi vida en defensa del pueblo saharahui o al menos la hubiera expuesto? Lo que se hizo estuvo mal, muy mal, pero no sé qué se podría haber hecho en una situación como la que era en aquel momento en plena trasición, tras la muerte del dictador. A veces los dilemas morales son cortantes como los bisturíes de las operaciones. Ahora tal vez pagamos con nuestra "solidaridad" aquello que pasó y nos llenamos la cabeza con la acusación a un sistema del que formábamos parte.

      He conocido a algún niño saharahui traído por unos amigos y desde luego aquel no sentía ninguna gratitud hacia los que en nombre de España ahora los acogemos. Sin embargo, sé de otros que han terminado estudiando en España acogidos por la familia e integrados en ella.

      ¡Qué sucia es la historia si eres uno de los que te dejan ahí tirados en medio del desierto!

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  4. Querido Joselu, estoy muy viejo, así que me convencen las razones de Temujin.
    ¿Por qué son "radicales" los que protestan por los daños colaterales?
    ¿Qué es lo que son los que habitan en nuestros centros de internamiento? ¿Y los que mueren en nuestras fronteras?
    Una última pregunta: de qué vive Marta? ¿Se llevará una comisión de tu cuota?

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    1. De mi escrito te centras en detalles marginales. Te preguntas por qué califico de "radicales" a los que colgaban pancartas en los pueblos de Euskadi protestando por los "daños colaterales". Sinceramente, no he podido utilizar otro calificativo más neutro ante los que hasta hace muy poco tiempo entendían y apoyaban los tiros en la nuca o las bombas en cuarteles llenos de niños. Fue en Oiarzun donde pasé por un jardín a la salida del pueblo donde un ciudadano exhibía sus carteles escritos en euskera y castellano en donde se calificaba de asesinos a los que asesinaban a seres humanos en nombre de la ideología o de la política. Me sorprendió la valentía de este hombre en pleno corazón del Goierri vasco. Si vas por Oiarzun no dejes de pasar por su casa a la salida del pueblo. "Radicales" es un término suave y a la vez respetuoso con aquellos ciudadanos que enfebrecidos por el nacionalismo y las suaves canciones de Mikel Laboa, las montañas de Guipuzcoa y los caseríos, y la dulce melodía del euskera se sintieron tentados de expresar sus sentimientos comprendiendo la muerte otros seres humanos como precio de su sueño.

      En cuanto a si Marta se llevará una comisión de mi aportación, me pregunto si los médicos de MSF que intervienen en Sudán, República Democrática del Congo, Liberia, Sierra Leona, Filipinas, Irak, etc, serán tan "miserables" como querer cobrar de mis aportaciones a MSF desde hace veinticinco años. Asimismo me preguntó si esos "trabajadores" que se enfrentan en la calle a la indiferencia de la gente para llevarles a un pequeño compromiso económico, esperarán que alguien les pague por esas horas. Espero que no, claro está. Quiero que los médicos de MSF y los profesionales de ACNUR que atienden a mujeres violadas en conflictos de guerra lo hagan gratuitamente.

      A veces me dejas patidifuso.

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  5. Un inciso, me agrada el comentario dejado en el blog de. "abocadejarro".
    Firmado:
    Una compañera jubilata.
    Respecto a la cuestión no me queda otra que agradecer a la fortuna haber nacido en mis coordenadas espacio/temporales.
    Hace tiempo desistí hablar de sociedades y demás cuentos.

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    1. Bienvenida al blog. Yo, sin embargo, sigo empeñado en hablar desde mis contradicciones sobre sociedades y otros cuentos.

      Un cordial saludo.

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  6. Seamos realistas, no podemos tapar todos los agujeros en un barco donde toda brecha es posible. La bienintencionada caridad ciudadana no arregla conflictos, solo los parchea. Son medidas sociales, políticas y económicas las que modifican las situaciones. Luego la trascendencia que se le da a una u otra noticia sea Siria, Palestina o ahora el mismo la tragedia del Ébola depende de los intereses informativos en juego y fundamentalmente a su audiencia en público ávido por saber lo mal que va el mundo y disfrutar del hecho de sentirse a seguro en su propio nicho.
    ACNUR realiza un trabajo notable pero muy mal publicitado. Debían saber a estas alturas por experiencias anteriores que el uso del morbo y la culpabilización colectiva no es el mejor medio para atraer a la gente. Además estamos hablando de una agencia de la ONU, no es normal que las cuotas mensuales de los socios sean de al menos 20 euros. ¿Quién dispone en este país de 20 euros al mes para entregar a una organización cuando la pobreza se ha adueñado de nuestras propias calles?
    Saludos

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    1. Es la tercera vez que escribo esta respuesta, a ver si esta vez no se me borra.

      Te decía que mi cuota, libremente fijada por mí, es muy inferior a esos veinte euros que dices que constituyen un mínimo obligatorio.

      En cuanto a que la pobreza se adueñado de nuestras calles, es cierto que mucha gente lo está pasando muy mal, pero también que los centros comerciales, los restaurantes, las terrazas, y los bares de cervecita bien fría con pescadito están llenos y hay que hacer muchas veces cola para sentarse. Y nos solemos gastar mucho más que esa cuota que yo me he fijado libremente.

      ¿Es caridad ese dinero en forma de aportaciones a una organización de las naciones unidas? Yo prefiero considerarlo desde otro punto de vista sobre todo por la mala prensa que tiene eso de la "caridad". Entiendo que algo es más que nada, y que un poquito es mucho más que rendirse a la sensación de impotencia que nos domina. Entiendo que mi mano llega de alguna manera a esos campos de refugiados tan precarios adonde hay otros que entregan su vida a ayudar a los olvidados por las noticias y la indiferencia mundial. ¿Que es ridícula mi pretensión? Puede ser. ¿Que es ingenua? Tal vez. ¿Que sirve para calmar mi sentimiento de culpa? No mucho, pero me gustó que aquella muchacha me confesara que cada día se levantaba feliz por poder colaborar en esa organización para ayudar a los que no tienen ningún derecho. Me sentí una pieza, minúscula seguro, que ayudaba desde la distancia a construir un mundo menos atroz. Saludos.

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  7. La solidaridad tiene extrañas maneras de manifestarse en este siglo XXI, y si no que se lo digan a los sindicatos enfangados en los cursos-fraude con fondos europeos o en los eres fraudulentos de los que sacaban su buena tajá... Soy socio de MSF y también de AI, aunque con contribuciones muy diferentes en uno y otro caso. Nunca me había planteado serlo de ACNUR, porque he entendido que ese organismo de la ONU habría de recaudar los fondos para sus necesidades de los países miembros de la Organización. Con todo, el aval de la ONU parece que pueda evitar el desvío mafioso de fondos que se quedan en las redes clientelares de los sátrapas que gobiernan esos países con necesidades, algo así como los Pujol de por aquí, aunque no hayamos necesitado todavía intervenciones de esa naturaleza onuesca. Es probable que me haga socio, después de haber leído la entrada, aunque me pensaré también muy mucho la posibilidad de apadrinar a alguna criatura, aunque dude de si le llegará realmente mi ayuda. Porque el fraude en las ONG existe, como bien se sabe, y los propios bancos han hecho negocio miserable con las comisiones por hacer las aportaciones a esas causas desesperadas. A su manera esa interpelación sufrida es la propia de la mendicidad: se comparte o no se comparte, con la mano extendida que implora la caridad. Mis principios me impiden practicar la limosnería; mi corazón me lleva la mano a la cartera para aliviar, siquiera sea mínimamente, el infortunio atroz, aunque no ignore que esos modernos mendigos también forman parte de redes que se reparten las esquinas, las salidas de las iglesias, y que rinden cuentas ante el mafiosillo de turno que los maneja. Los católicos, y es dictamen que oí desde niño, se negaban a dar limosna con este argumento: "¿Para qué? ¿Para que se lo gaste en vino?" Los judíos tienen en la Biblia un precepto opuesto: Dale una limosna y que, al menos, se la gaste en el vino que le reconforte. Somos seres perspectivos, pero entre nosotros hay pocos perspicaces: los más somos suspicaces, casi como una segunda naturaleza.

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    1. Fui abordado en la calle directamente y me encontré a una muchacha desbordante en convicción profunda. No hubiera mantenido una conversación con un cualquiera que me quisiera vender bálsamo para mi espíritu. No, Marta fue una ráfaga de aire fresco, un encuentro fortuito lleno de densidad que me llevó a lo más profundo de mis convicciones y sentimientos. Es como si me hubiera encontrado a la persona exacta que estuviera esperando y que me dijera aquello que yo sentía en mi interior. Tengo la impresión de que los encuentros en la vida no son totalmente arbitrarios. Los seres humanos nos vamos buscando. Ella me buscaba a mí y yo la buscaba a ella. Esa fue nuestra conversación. De los refugiados, de sus circunstancias y de su convicción en la tarea que estaba haciendo. Por supuesto, Marta me extendió un documento oficial de ACNUR previa total identificación de su persona. Soy también suspicaz, pero a la vez siento plena alegría porque sé que mi dinero a MSF es lo más útil que puedo hacer, y ahora ACNUR. Así lo sentí, y así lo siento.

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  8. Estuve viendo informes muy serios en un canal llamado Euronews, del cual tenemos la fortuna de recibir la señal por cable, ya que en televisión argentina no se nos informa debidamente acerca de estos temas. Las imágenes de los refugiados eran terroríficas. Vimos familias con madres muy jóvenes -como tú bien apuntas- con muchos niños pequeños, durmiendo en lugares precarios y hasta en la calle, debajo de puentes, por ejemplo. Decían que hasta el agua racionan, ya que no es toda potable la que les llega, y necesitan una buena cuota para lavar la escasa vajilla que utilizan y la ropa.
    Creo que toda ayuda, por más pequeña que parezca, siempre es valiosa. A mí también me podría Marta.

    Un fuerte abrazo.

    Fer

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    1. Gracias por tus palabras de comprensión. Yo no suelo ver la televisión ni la normal ni la que llega por cable. Si que leo con frecuencia la prensa digital y de papel. Había oído hablar de ACNUR en múltiples ocasiones. Yo también pensaba que era una agencia que se financiaba con fondos exclusivamente de los estados, pero me parece muy bien que sus trabajadores salgan a la calle para sensibilizar a la población. La charla con esta muchacha estuvo llena de fuerza e intensidad. Me convenció solo porque yo ya estaba previamente convencido.

      Un fuerte abrazo.

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