Reconozco que fui a ver Camino, película dirigida por Javier Fesser, sin muchas ganas. Sentía aprensión por lo que había visto en un vídeo promocional. Una niña de once años enferma de cáncer en la médula y su sufrimiento es utilizado para la glorificación del OPUS DEI en un ambiente que constituye una radiografía respetuosa -no un diagnóstico- de la Obra fundada por Monseñor Escrivá de Balaguer. El resultado es una película magnética por la personalidad de la niña que interpreta el papel de Camino, Nerea Camacho. La película está inspirada en hechos reales sobre una niña formada en el ambiente de esta asociación religiosa llamada Alexia González-Barros que murió en 1985 y está actualmente en proceso de canonización.
Camino es una muchacha llena de vida que parece ofrecer todo su terrible sufrimiento por Jesús. Todo el ambiente de su familia es opresivo, aunque se puede decir que no está caricaturizado. Es simplemente así. Su madre, encarnada certeramente por Carme Elías, es una fanática de la orden que cree que la enfermedad de su hija es un bien venido del cielo. Su padre, en cambio, es tierno, frágil, impotente, pero resulta un personaje entrañable.
Carlos Boyero, crítico de El País, ha calificado la película de documento que le produjo horror y que le obligó a desviar la vista de la pantalla rebelándose contra esa secta oscurantista que manipula el sufrimiento de la niña para su propio engrandecimiento. Pero reconoce que la película le había tocado y no le dejó insensible. Es la misma sensación que he tenido yo al enfrentarme a un filme complejo cuyas conclusiones están abiertas al criterio del espectador.
No creo que Javier Fesser haya querido hacer una película contra el OPUS DEI. Nada hay de manipulación en la ambientación que no responda a la realidad. Ese es el auténtico horror. La hermana es candidata a numeraria de la orden y la vemos robotizada y carente de vida personal. Cualquier duda en la orden es considerada como tibieza. Pero Camino tiene su alegría y sus visiones que lindan con el surrealismo. Y además está enamorada de un niño de su edad que se llama Jesús. De ahí la ambigüedad de la película. La escena que en su lecho de muerte se imagina bailando con el muchacho con un vestido rojo y unas camper rojas, rodeados de flores, es antológica y bellísima.
He rastreado en páginas del OPUS constatando, para mi sorpresa, que la película no les ha desagradado, al contrario que a su familia que la consideran una manipulación especialmente en la mención que se hace al final de la película del nombre real de Alexia como homenaje a la niña y en algunos detalles como los aplausos cuando la niña muere.
Es una película muy rica en matices, muy bien interpretada, y que sorprende por su fuerza emotiva. Horroriza y cautiva a la vez.
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NOTA POSTERIOR: Por honradez intelectual he de hacer constar que la reacción del Opus Dei ante la película no es favorable como había escrito. He tenido acceso a la página oficial Opus Dei en que se vierten juicios muy negativos con el conjunto de la película a la que se califica de radiografía desenfocada y falseada.
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Sin embargo, la página no oficial El Opus Dei en Valladolid se hace eco de las entrevistas a Nerea Camacho, al director y de la crítica de Carlos Boyero. Esta página es una web formada por ex-miembros del Opus Dei muy críticos con su antigua organización.
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Tengo ganas de ver esa peli, sí. Ya he leído bastante sobre sus personas y personajes, y he oído a algunos que salen en youtube entrevistados. Es impresionante. Me he formado una opinión, probablemente errónea, de que la niña -llegue a santa o no- es una verdadera santa laica, por la forma como soportó su terrible enfermedad, y como soportó a su familia, en especial a su madre, y mira que es duro decir esto. La película cuenta que en los huertos tan secos y ásperos del Opus también pueden florecer flores; por eso probablemente a la Obra no le cae mal esta película.
ResponderEliminarEs cierto que no te deja indiferente. Me gustaría saber lo que piensa la niña que interpreta a Alexia, como siente al meterse en ese papel.
ResponderEliminarTengo que decir que a mí no me acaba de convencer, está muy mañido el tema del Opus.
Habrá que verla (del Opus para qué hablar).
ResponderEliminarConfieso que no he ido a verla, empujada por prejuicios de los que me cuesta deshacerme.
ResponderEliminarEl hecho de que el film sea aceptado por los representantes de la Obra desvanece mi interés.
A pesar de ello, quizá reconsidere mi postura.
Yo tengo muchas ganas de verla. La verdad es que no hay que tener prejuicios. Para conocer las cosas, tanto de las que estamos de acuerdo como de las que no, debemos informarnos sobre ellas. Si no, ¿¿de qué modo podemos hacer una opinión o juicio de valor al respecto sin tener los datos necesarios desde todos los puntos de vista??
ResponderEliminarUn saludo.
espero que llegue a Francia pues me has dado ganas de verla (tambien de que bajen los precios de taquilla)
ResponderEliminarprimero de todo, voy a hacer como pantagruel, e informarme de los personajes y sus vidas
Me gustaría enfrentarme a la película sin prejuicios, pero, últimamente, casi todo lo que tiene algo que ver con el clero acaba poniéndome de los nervios.
ResponderEliminarSobre la película Camino, basada en la vida de Alexia, cito los comunicados de la famila de Alexia González Barros, cuyos 4 hermanos aún viven. Me parece que son elocuentes:
ResponderEliminar* Fesser en "Camino" se sirve de Alexia González Barros: primer comunicado
* "Camino" de Javier Fesser carece de la autorización de la familia de Alexia González Barros: segundo comunicado
* Grave e injusto error demencial: carta abierta de uno de los hermanos de Alexia a Javier Fesser
* Camino de Fesser y Alexia: película y realidad, por Ninfa Watt ex alumna del colegio en el que estudiaron las hermanas González-Barros y amiga de la familia
* "Le ruego que deje de maltratarnos": carta abierta de José Damián, hermano de Alexia González-Barros, a Javier Fesser, director de la película "Camino" (19.oct.08)
Más información en la web oficial de Alexia González Barros http://www.alexiagb.org
Estos textos se pueden leer también en: http://www.opusdeialdia.org/
Aún no he visto la película tengo interés en verla, ahora más con tu entrada.
ResponderEliminarApenas me da tiempo a entrar por tu blog, tengo muchas entradas por leer, tenía mucho interés en saludarte y mandarte un abrazo, espero que todo te vaya bien. Yo estoy contenta, ando muy ocupada,apenas tengo tiempo de alimentar mi blog, pero estoy muy satisfecha de cómo salen los asuntos que tanto requieren de mí a hora.
Te mando todo mi cariño Joselu.
Besos.
Cariátides.
Es muy fuerte.
ResponderEliminarMe gustaría verla pero no creo que pueda soportarlo. La web "oficial" es espeluznante.
Creo que te haré caso e iré a verla, venciendo mi reparo inicial.
ResponderEliminarTe decía que iré a verla, aunque me cueste vencer mis prejuicios. Es difícil que una película nos sorprenda porque solemos ir informados y lo sabemos casi todo sobre ella, pero hay que mantener una cierta inocencia para disfrutar del espectáculo. Yo agradezco que me hagan reír, o me emocionen, o me indignen. Cualquier cosa es preferible a la indiferencia,creo yo, aunque a veces salgas con las entrañas revueltas. Eso es el cine.
ResponderEliminarGracias por recomendar mi blog. Yo haré lo mismo con el tuyo cuando sepa cómo.
Un abrazo, colega.
Por razones personales -que no vienen al blog- deseo verla y comentarla. Por lo que he visto en el vídeo promocional, no tenía ninguna duda de la reacción del Opus. Me ha sorprendido tu comentario inicial, Joselu, pero veo que al final se matiza en este otro sentido. Ya digo: no me cabía la menor duda... ¡Jesús, qué cruz!
ResponderEliminarEs una pena que esta película, como muchas de las que recomiendas, no llegue por estas tierras. No puedo hablar de la Argentina toda, pero si de la provincia pequeña en la que vivo. Aquí sólo llega Hollywood, así que esperaré a que llegue al video (hay uno solo en el que puedo confiar mi alma cinematográfica).
ResponderEliminarIntentaré, como todos, verla sin prejuicios, aunque a estas alturas del partido, resulta muy difícil, ya que en épocas recientes las profes de botella tuvimos que sortear las oleadas del Opus...
Saludos!
Lucero
Marcos, la cuestión fue que buscando webs del Opus, encontré una que luego vi que representaba la disidencia interna por parte de ex-miembros de la Obra, que difundían y se hacían eco de la película con gran cantidad de información. En todo caso, no pienso que el personaje de Camino esté caricaturizado. Su fe es auténtica e ingenua. Según el planteamiento del autor se encuentra en su adolescencia con dos realidades: el amor y la enfermedad que la llevará a la muerte. Alguien ha dicho que Fesser ha hecho una película de terror o un tenebroso cuento de hadas. La película admite varias lecturas y no creo que la fe de la niña sea puesta en cuestión. Por eso, no entiendo -bueno sí entiendo- el enfado del Opus.
ResponderEliminarQué curioso, en todas estas paráfrasis apenas ha habido ningún comentario sobre las imágenes de la película, salvo alguna honrosa excepción. Al margen del contenido ideológico, ¿quién puede hacer una crítica "imaginativa" de la película? Quizás me ayudara a decidirme para ir a verla o no. Gracias.
ResponderEliminarAhora bien, si las imágenes son tan anodinas que apenas se ha reparado en ellas, eso mismo constituiría una crítica con fundamento.
La verdad es que no se si tendrá la fuerza necesaria para ir a ver la película. Por un lado me atrae ver el retrato de como alguien puede ser tan irracional como para creer que la muerte de una hija es un acto de misericordia de Dios. Cómo el director es capaz de recrear esta Fe (irracional para mi)de la familia.
ResponderEliminarPor otro, ir a ver como una niña enferma poco a poco hasta agonizar, se me hace bastante duro.
No se, supongo que la acabare viendo, más que nada por el interes personal, ya que en tiempos remotos de mi infancia tuve relación con la obra por el ambiente católico en el cuál crecí.
Un abrazo.
Creo que esperaré a verla en DVD, porque este tipo de películas me afectan demasiado y en el cine me pongo fatal. He escuchado hablar muy bien de ella, pero gracias a tu post me he puesto al día. No conozco demasiado el Opus Dei, pero te contaré una anécdota que me marcó hace tiempo. En un instituto en el que trabajé hace tiempo, tuve un compañero mayor que pertenecía a la Orden. El hombre pasó un momento terrible cuando su nieto, a las 24 horas de nacer, murió de muerte súbita sin que los médicos pudieran hacer nada. Él se fue un día del instituto contentísimo porque acababa de ser abuelo, y horas después todo cambió. Lo sorprendente fue que al volver, a los pocos días, nos dijo que su consuelo era que les había dado tiempo a bautizarlo y que ahora había un angelito más en el cielo. Creo que es la primera vez que escuchaba a alguien hablar así y me quedé anonadada. Su hija debió recuperarse también muy rápido, porque no tardó en volver a quedarse embarazada y, esta vez sí, todo fue bien.
ResponderEliminarA veces pienso que me gustaría tener ese tipo de fe, que debe ser un consuelo en momentos de desgracia. Pero en mi caso algo así es imposible. Inconvenientes del exceso de racionalidad.
Aprovecho para recomendarte otra peli, Quemar después de leer, la última de los Coen, me ha gustado muchísimo.
Un saludo y perdona por la parrafada.
Qué interesante el arte, ¿verdad? Aún sin intención puede llegar a ser crítica.
ResponderEliminarJuan Poz, en el post hay un enlace a la crítica que hizo en su día Carlos Boyero en El País. En todo caso decirle que las imágenes de la película tienen una gran fuerza dramática, tanto que son absorbentes. Todo se inicia con un flash back a partir del momento en que la niña está agonizando. abundan los primeros planos en que se resalta la expresividad de la actriz Nerea Camacho. Se rememoran los cinco últimos meses de la vida de Camino a base de escenas realistas, casi costumbristas, en que se hace esa radiografía certera del Opus Dei. El ambiente de su familia, el colegio religioso, los ritos religiosos, la fe y el terror que le produce la imagen del ángel Custodio. Se mezclan en la película imágenes oníricas de la protagonista, lindantes con el surrealismo. Creo que Carlos Boyero las considera un error. Para mí le añaden fuerza imaginativa y dramática. La tensión de la película se sostiene en el avance de la enfermedad y las operaciones a que se tiene que someter con imágenes del quirófano que ponen los pelos de punta y que obligan, al menos a mí, a girar la cabeza, y el descubrimiento del amor. Son los dos ejes de la película. La interpretación de todos los actores es convincente incluida la llamada por el Opus Dei "pusilanimidad" del padre. La personalidad de la hermana queda reflejada en sus ojos inexpresivos, mecánicos, robotizados. La película va avanzando paralela al deterioro de la niña. La interpretación del sacerdote del Opus Dei, meliflua y cruel, es de lo mejor de la película cuando se sugiere el carácter ejemplar del sufrimiento purificador de la niña. No sé si explicar más. Las imágenes son magnéticas, pero lo que pasa es que nos sumergimos tan sin darnos cuenta en la situación de la niña que nos vemos absorbidos como la imagen de ese mar en un remolino, maelstrom gigantesco, en que desemboca una de sus terroríficas visiones. Hay que decir que la película trabaja el tema del claroscuro de la fe. Camino no resulta una muchacha risible, sino como Pantagruel escribe, Camino es una especie de santa laica por cómo logró sobrellevar el sufrimiento, y no veo que se desprecie en absoluto su fe. A mí fue una película que me convenció y me sorprendió por la dramaticidad narrativa. Es una película que vería una segunda vez buscando nuevos matices.
ResponderEliminarHabrá que verla entonces.
ResponderEliminarHe visto Camino, y aparte de otras consideraciones estrictamente cinematográficas, he considerado otro asunto: Fesser manipula y cambia de sentido completamente en esta película la vida de Alexia Gonzalez Barros.
ResponderEliminarNo es una simple "inspiración", porque la película sigue punto por punto los hitos fundamentales de la vida de Alexia, pero eso sí, manipulados por la propia ideología del director.
Si alguno está particularmente interesado, puede cotejar la biografia con la película: cuando la madre tiene una reacción lógica, matertal, Fesser la cuenta del revés, deshumanizándola, para cumplir con su objetivo de satanizar al opus.
Por eso me parece objetivo señalar algo que he visto que falta en esta crítica: Fesser se ha aprovechado de la tragedia familiar de los González Barros y ha maltratado la figura de la madre de Alexia, una madre ya fallecida, buena y comprensiva, que perdió a tres hijos, mostrándola como una fanática.
Dan mucha luz sobre este affaire las tres cartas abiertas que le han enviado a Fesser los hermanos de Alexia en http://www.alexiagb.org
Pienso que siempre es bueno escuchar "a la otra parte", en este caso, la parte agredida, aunque Fesser vaya haciéndose el mártir.
Y en estas semanas, Fesser, como se ve por la prensa, va instrumentalizando esta polémica como medio de promoción publicitaria de la película, en su propio beneficio económico.
Me parece interesante señalar esto, porque una película no es solo un resultado cinematográfico; también es un empeño humano que puede hacerse dentro o fuera de los límites de la ética.
Y Fesser se ha situado fuera.
Creo que es mejor visitar este enlace. Puede aclarar la manipulación que se ha realizado con esta película. Por supuesto, no soy del OPUS. Pero tampoco me gusta que se bucee en la vida de una persona sin el consentimiento de sus familiares.
ResponderEliminarEstas personas se citan al final de la película, sin el consentimiento de ellos. Verdaderamente bochornoso. A la mayor gloria de las subvenciones estatales. Pasen y lean
http://blogs.periodistadigital.com/dialogosinfronteras.php/2008/10/25/-camino-la-pelicula-que-cuestiona-como-u