Querría que Podemos ganara las elecciones y que
se pararan los desahucios, y que los bancos quedaran bajo poder público, y que
la Sanidad y la Educación tuvieran mayores presupuestos. Eliminaría el ejército
o lo reduciría drásticamente en cuanto a su presupuesto. Enviaría a la familia
real al paro y votaría por una república federal. Aumentaría el presupuesto de
cultura y bajaría el IVA al mundo de la cultura y los libros. Rebajaría la edad
de jubilación a los cincuenta y cinco años y disminuiría la jornada de trabajo
para que hubiera más trabajo para todos. Aumentaría las pensiones y pondría una
renta básica de inserción para todos los parados. Disminuiría las listas de
espera en las operaciones en los centros públicos. Dejaría de subvencionar la
enseñanza privada y haría que toda la educación fuera pública, y el que
quisiera una privada que se la pagara en su totalidad. Subiría el salario
mínimo interprofesional. Derribaría la valla de Ceuta y Melilla y abriría
España a los inmigrantes que quisieran venir que serían adscritos a las
seguridad social. Sus familias podrían venir con ellos y sus hijos serían
acogidos en los centros públicos en una enseñanza integradora sin diferencias
entre nativos y llegados. Aboliría la prostitución y legalizaría las drogas,
cuya prohibición solo es la fuente de creación de una economía criminal y
sumergida. Prohibiría las corridas de toros y dejaría de subvencionar las
procesiones en Semana Santa. Rompería los acuerdos con el Vaticano y declararía
a España estado completamente laico. El aborto sería libre y gratuito.
Controlaría las energéticas que pondría bajo poder público. Los grandes
empresarios tendrían que pagar más impuestos, y los ricos estarían en una lista
en donde serían controlados. Eliminaría emisiones de CO2 a la atmósfera.
Cerraría las centrales nucleares e impediría las prospecciones petrolíferas en
Canarias. Aumentaría las plazas de guarderías.
Querría que en el mundo no hubiera guerras,
suprimiría los presupuestos de defensa y el tráfico de armas. Expulsaría de las
Naciones Unidas al estado racista de Israel. Prohibiría acciones militares en
países soberanos. Protegería el Medio Ambiente y daría dinero para la
solidaridad en el mundo. El presupuesto español debería subvencionar la deuda
histórica que tenemos con África, continente al que explotamos.
Mis compromisos para todo esto son:
Que se aumenten los impuestos directos para poder pagar todo
lo anterior.
No comprar productos baratos que proceden de la explotación
de la mano de obra en países de Asia.
Dejaría de querer tener el producto tecnológico de última
generación, pues sé que están fabricados en condiciones de esclavitud y suponen
una brutal agresión a los países africanos que producen el coltan.
Disminuiría mi consumo energético de un cuarenta a un
sesenta por ciento para dejar de emitir CO2.
Renunciaría al coche en la mayor parte de mis
desplazamientos y evitaría viajar a países exóticos para evitar la emisión de
gases y para disminuir mi gasto.
Pagaría una tasa para acoger a los inmigrantes que llegaran
a España y no me importaría que se integraran en grandes cantidades en mi
barrio.
Leería más, hablaría más con mis hijos... y les convencería
de que menos es más, que no deben estar seducidos por las novedades tecnológicas,
que una disminución del nivel de vida del cincuenta por ciento es necesaria e
inevitable.
Disminuiría mi adicción a las redes sociales y procuraría
conocer más a la gente real de mi entorno. Intentaría hacerme amigo de
inmigrantes.
Saldría menos a cenar y haría cenas sociales en mi casa para
vecinos con dificultades económicas.
Dejaría de visitar centros comerciales que no son sino La
caverna de la que habló José Saramago en donde se nos proyecta un modo de vida
que solo hace que estimular el deseo de poseer y de aparentar.
Aceptaría una reducción sustancial de mi sueldo y la de mi
ritmo de vida para repartir el trabajo entre todos.
Participaría en acciones solidarias para favorecer la
integración de los inmigrantes que llegarían de todo el mundo.
Hablaría menos y haría más.
Prescindiría del aire acondicionado y bajaría
sustancialmente la calefacción en invierno.
Compraría lo menos posible y todo a precio real, y mejor a
productores que estén en mi entorno aunque sus precios sean más caros.
Llevaría a mi hijo a centros públicos para que esté en
contacto con la realidad de su sociedad.
Participaría en la Asociación de Padres como muestra de mi compromiso real con la escuela.
Participaría en la Asociación de Padres como muestra de mi compromiso real con la escuela.
Me preocuparía menos del fútbol y de sus astros que dejarían
de cobrar cantidades disparatadas.
Dedicaría más tiempo a la cultura: la lectura, el teatro, la música.
Dedicaría más tiempo a la cultura: la lectura, el teatro, la música.
Gastaría menos en moda y una misma ropa serviría para varias
temporadas.
No pagaría en negro en ninguna circunstancia.
No votaría a políticos implicados en corrupción aunque
fueran de mi partido.
Entre la Nación y la solidaridad escogería siempre lo
segundo.
Estos son mis deseos, queridos reyes magos. Espero que los
hagáis realidad.