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domingo, 22 de enero de 2023

El yoga de los sueños

A través de mis hijas me llegaron varios libros estas navidades. Uno de ellos es “Dormir, Soñar y Morir” que es una exploración de la conciencia con el Dalai Lama. La lectura de este libro, dentro de la filosofía budista, me ha llevado a un concepto que desconocía totalmente que es “el yoga de los sueños”, y buscando información complementaria he llegado a otro libro que estoy leyendo fascinado y que se titula precisamente “El yoga de los sueños” de Tenzin Wangyai Rínpoche, monje budista cuya familia huyó del Tíbet cuando la ocupación china. Está en internet en pdf y se puede descargar libremente aquí.

 

¿Es posible trabajar con los sueños para hacer nuestra vida más plena, más serena, más libre, más flexible? Según Wangyai Rínpoche, es totalmente posible mediante un adiestramiento y un aprendizaje de una serie de técnicas que permiten interactuar con los sueños. No olvidemos que pasamos un tercio de nuestra vida soñando y viviendo experiencias agradables o terribles si son pesadillas 

 

El yoga del sueño desarrolla la capacidad que todos tenemos para soñar con lucidez. Un sueño lúcido, en este contexto, es aquel en el cual el soñante se da cuenta de que está soñando mientras sueña. Este no es un hecho infrecuente. Me reconozco en algunos sueños, incluso pesadillas, sabiendo que estoy en el interior de un sueño y que no me puede pasar nada. El ser consciente de que se está dentro de un sueño puede ocurrir sin proponérselo. El soñar con lucidez es un aspecto importante a lo largo del desarrollo del camino de este yoga. 

 

Si desarrollamos esta capacidad, podremos modificar nuestros sueños voluntariamente aunque esto no sea algo que suceda fácilmente porque la lógica del sueño se impone sobre la intención consciente del soñante en muchas ocasiones. 

 

¿Por qué estimular esta capacidad? Porque en los sueños podemos desafiar y superar las limitaciones de la mente; al hacerlo, desarrollamos la flexibilidad mental, lo que es de gran importancia. ¿Y por qué es importante la flexibilidad mental? Respondo desde mi punto de vista: al hacernos mayores aumenta nuestra rigidez mental, creamos esquemas cada vez menos flexibles y nos hacemos duros, lo que nos condiciona a perspectivas que oscurecen la sabiduría y limitan la experiencia. La flexibilidad nos permite ver las cosas de una nueva manera y responder a ellas en forma positiva, en lugar de ser llevados ciegamente por las reacciones habituales. 

 

Uno de los puntos de partida de esta práctica es la toma de conciencia de que la realidad de las horas de vigilia -cuando estamos despiertos- constituyen igualmente una experiencia onírica. La idea de Calderón de la Barca en su obra La vida es sueño, se manifiesta en toda su potencia e intensidad. Recuerdo hechos fundamentales de mi vida que ocurrieron en mi niñez o en mi juventud o en cualquier otro momento, en un contexto determinado, y, por más importantes que fueran entonces, ahora los veo revestidos de un aura de irrealidad, de onirismo. Existieron, ciertamente, pero ahora los veo como un sueño. Con el yoga de los sueños se trata de conectar la experiencia diaria considerada con la textura de un sueño con la de la noche que sería otra vertiente del sueño que es la vida. Paradójicamente, si sentimos que todo lo que nos ocurre es un sueño, la experiencia gana en ligereza y libertad. No tiene esa carga gravosa y pesada que ocurre cuando nos tomamos demasiado en serio la vida. Ello no quiere decir que si pensamos que si nos tiramos de un piso alto, solo es un sueño, porque si nos tiramos, nos mataremos, o que no reaccionemos con energía ante lo que nos pasa. Una cosa no quita la otra.

 

Para esta visión, todo lo que aparece en nuestra conciencia es solo el reflejo de nuestra propia mente. Nuestra mente crea la realidad, nuestros sentimientos, nuestros condicionamientos y nuestros apegos. Si logramos ser conscientes de los sentimientos de impermanencia y el cambio incesante de la realidad como un juego de luces que pasa sin que nos aferremos a nada, nuestra vida puede hacerse ligera y feliz como un sueño. Así nuestra mente se hace ágil y flexible, lo que podemos aplicar a toda nuestra vida. 

 

Personalmente, llevo poco tiempo intentando experimentar, mediante ejercicios diferentes, sobre la dinámica de los sueños. Con frecuencia, son lúcidos y soy consciente de que estoy soñando. Anoche visualicé unas imágenes antes de dormir y me produjeron un estado de felicidad y serenidad maravillosas. Es como cuando me ponen la anestesia para una colonoscopia. El anestesista me sugirió que pensara algo hermoso y que me hiciera feliz. Me imaginé en una playa solitaria de Tailandia, desnudo, bajo el sol del trópico, con mis pies metidos en el agua y yaciendo sobre la arena desnudo. Este es uno de los recuerdos más luminosos de mi vida cuya textura en aquel momento fue real pero que la evoco como un sueño. Tal vez fue un sueño. Visualizo antes del sueño unas imágenes muy potentes, y entro en un estado de ensoñación que me hacen sentir una dicha difícil de explicar.

 

Esta última noche mis sueños no fueron lúcidos o por lo menos yo no los recuerdo, se me han desvanecido totalmente, aunque fueron muy potentes, o, por lo menos, esa es la experiencia que he tenido cuando he ido al baño de madrugada. 

 

Jugar con los sueños es divertido, da una nueva perspectiva muy interesante. 

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