Ainhoa es una alumna catalana que ha euskaldunizado su nombre por su pasión hacia la cultura vasca. Estudia euskera por su propia cuenta, y una de sus mayores ilusiones es conocer el País Vasco al que admira desde la distancia.
Ainhoa es una alumna aparentemente normal que estudia primero de bachillerato de la rama del Científico. Sus notas son promedio de Excelente a lo largo de toda la ESO. Esto y su interés por la cultura, la actualidad, la historia y la literatura la hacen ser una raras avis en un instituto público de la periferia de Barcelona.
Su expediente destaca poderosamente entre todos los del instituto, pero eso no la hace ser una alumna popular. Sus compañeros la ven como extraña y anómala y más de una vez le han jugado malas pasadas y en alguna ocasión éstas han sido hechas con una profunda mala intención. De estas todavía no se ha repuesto y teme todavía que le puedan hacer más daño. Porque Ainhoa, además de inteligente, es extremadamente sensible y siente esa sensación de extrañeza y mala voluntad que concita su personalidad que no esconde su pasión por el conocimiento y en especial la ciencia.
Claro que sus agresoras han sido sancionadas por expedientes administrativos. La dirección del centro tuvo que intervenir cuando tuvieron lugar los hechos más graves; igual que conoce sus fuertes depresiones y sus frustrados intentos de suicidio por creer que sobra y que lo único que quiere es desaparecer.
Su familia le apoya. Su padre le explica que ha de procurarse un fuerte caparazón para que la mala fe de los demás no pueda dañarla, pero ella se siente como una frágil burbujita de jabón a merced del aire. Ainhoa entró en mi mundo interior cuando publiqué un blog titulado Zonas oscuras que un día hice desaparecer. Era demasiado sangrante para ser exhibido. Ella, como alumna, descubrió el enlace y fue siguiendo durante varios meses en silencio los vericuetos de mis estados de postración. Un día recibí un mensaje de ella. Claro que no ponía su nombre. No quería que me sintiera descubierto, pero su ortografía perfecta la delataba, su ortografía y su estilo depurado y claro. Ainhoa ahora publica un blog en el que da salida a su estado de tristeza y desolación. Su tono es sobrecogedor. Se siente amenazada por sus compañeros. Todo es muy sutil pero ella cree no poder más. A veces ansía desaparecer y morir. Está en tratamiento psiquiátrico pero la medicación no le hace efecto. Solamente siente el sabor químico en su boca, pero su tristeza y sus ganas de morir no se atenúan.
Su historia me recuerda demasiado La campana de cristal de Sylvia Plath, un libro lúcido y demoledor en que relata sus años de depresión. Intento –en mis comentarios-animarla como puedo pero no puedo protegerla de esa conjura de los necios que ven en el que destaca un enemigo a batir, a destruir si es posible. Le hablo de hermosos libros que pueden ayudarla como El hombre en busca de sentido del psicólogo austriaco Víctor E. Frankl. Siempre hay sol por encima de las nubes, le digo. El problema de la vida humana es que hemos de dotarla de sentido, hemos de encontrar un motivo para el que vivir. Pero me temo que mis intentos bienintencionados le queden lejos cuando siente dentro de sí esa angustia profunda que le oprime el pecho y le hace ansiar dejar de vivir. Entre tanto sus compañeros que ignoran su fragilidad y la creen indestructible, la hieren tanto como pueden, se burlan de ella, la desprecian… Todo sería una anécdota más de las llamadas relaciones problemáticas en un centro de enseñanza público, a no ser porque hoy desde aquí podemos contemplar los intentos de supervivencia y de ser feliz de alguien cuyo único problema es su inteligencia y su sensibilidad extrema. Si fuera más intrascendente, si fuera menos lúcida, si se acoplara más a esa medianía que desprecia la cultura y ama la incultura de masas, si sintiera menos… probablemente podría soportar mejor su diferencia.
Cuando me cruzo con ella por los pasillos le sonrío. Ella también me sonríe. Nadie sabe de nuestra comunicación. Sigo cada día la evolución de su blog. Hay en él una llamada de auxilio y un intento de encontrar personas que puedan dialogar con ella para salir de esa ominosa soledad en que se encuentra. Una de sus amigas más directas ha dejado el instituto porque se cree también puesta en el punto de mira de sus compañeros por ser diferente también aunque por otros motivos.
Asisto a la situación y no puedo entender cómo los necios son tantos y tan poderosos, cómo alguien que tiene una poderosa inteligencia pueda a la vez ser tan frágil y quebradizo. Me pregunto cómo ayudar a alguien a conservar el deseo de vivir en medio de tanta consternación.
Páginas vistas desde Diciembre de 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
Me recuerda mucho las memorias autobiográficas de la adolescencia de Bertrand russell : declaraba haber pensado en el suicidio muchas veces - las bucólicas campiñas inglesas no favorecían el buen humor, claro - y haber sido salvado por su amor a las matemáticas.
ResponderEliminarLlegó a ver y hacer mucho en su larga y fecunda vida.
Una posibilidad de solución sería que encontrase algún círculo de personas con intereses comunes, probablemente gente algo mayor con menos prejuicios - o mejor disimulados -
Saludos.
Una pompa de jabón en un caparazón de tortuga. A veces debemos protegernos más de nosotros mismos que de los demás porque nos vencen nuestras propias ideas fantasmagóricas. Siempre está aquello de endurecerse pero sin perder la ternura.
ResponderEliminarPara Ainhoa no debe ser fácil superar ese ambiente hostil, pero quizás si piensa que su derrota es la victoria de los necios y su conjura, no se debería dejar acorralar por esa mayoría estúpida que ve con miedo a los que son diferentes y trata de destruirlos.
Por más consejos que le puedas dar debe ser ella quien encuentre su propia herramienta para superar la situación.
El tema de la violencia y del acoso a los diferentes no se restringe sólo al ámbito escolar sino que se extrapola a toda la sociedad que está plagada, desgraciadamente, de ejemplos diarios.
Pdt.- Nunca debiste abandonar aquel ‘blog’. Al menos de forma definitiva por muy sangrante que fuera.
Ayer siguiendo todos estos hilos invisibles que a veces me atan como si fueran alambres de acero a la silla frente a la pantalla del ordenador... encontré a Ainhoa, con su nombre vasco y con su rabia...
ResponderEliminarSe pasará, o no... Y ojalá que sí porque solo los que viven todos los días pueden encontrase con la sorpresa... Ainhoa... ¡y la sopresa existe! Y se mete contigo en la cama o te astilla el hígado... ¡o te acaricia el pelo!... Hay momentos que son uan mala suerte y hay ojos que miran y ven demasiado o torcido... ¡Pero hay que ver para encontrarse con la sorpresa! Ainhoa, que existe, que yo he bailado con ella cuando llegaba el vagón del metro para arrollarme precismante a mí, que lo esperaba.
Ayer me gustaste, mira tú por dónde...
Y que ya sé que escuecen los tobillos, que se rompen las uñas, que se debe estar como dios metida en un congelador para siempre... y que me llamen si me gusta el postre... No sé.
Ainhoa, un abrazo. Bueno, ¡tres! Ayer tú me soprendiste...
Joselu, otro para ti.
Ainoha saldrá adelante, estoy seguro.
ResponderEliminarEs una persona curiosa y con inquietudes muy variadas.
Creo que al final siempre hay una especie de justicia poética que redime a los curiosos y a los sensibles.
Aurrera!
Vivimos en una puta mierda de sociedad, es lo único que se me ocurre decir. No es de sociedades avanzadas marginar al ser más inteligente del grupo, no debería serlo, me hace sentir vergüenza de pertenecer a ella.
ResponderEliminarTodo mi cariño a Ainhoa. A ver si la encuentro.
Vuelves a hablar de sentimientos universales, que van más allá de la docencia, más allá del blog.
ResponderEliminarSomos imperfectos, tanto los alumnos como los profesores. Damos una apariencia de solidez para que crean que podemos ser sus referentes, pero estamos a veces tan perdidos como ellos. Intentas darle ánimos a un alumno y descubres una vida terrible detrás, un horror que tú mismo no soportarías. Y tus palabras suenan casi hipócritas, porque tú vuelves a tu cómoda existencia y ellos a su infierno.
Podemos sentir, debemos estar ahí, pero nunca podremos hacer nuestras las vidas de los demás. Porque con una vida ya tiene uno suficiente.
Hola Joselu, yo también cerré un blog y te entiendo.
ResponderEliminarUn saludo para Ainhoa, yo también estoy convencido de que seguirá dando ejemplo.
Una buena elección aprender navarrarum linguae, la lengua más antigua e impresionante.
Te contaré una historia Ainhoa.
Muchos que viven fuera de Euskadi idolatran lo vasco y te aseguro que muchos de los que vivimos en Euskadi idolatramos el catalán, el bable asturiano, el andalú, el leonés, el aragonés e incluso el panocho murciano. Pero... El euskera (navarrorum liguae) no sólo es un idioma especial a nivel lingüístico, algunos lo mitifican y se equivocan (para que intentar ideologizar o amplificar algo que en sí mismo es grande), no tiene sentido es como si quisiéramos explicar la belleza de una popa de jabón, para que seguir adjetivando si la belleza está en lo cotidiano.
Pues bien algunos se empeñan, ahí va la historia (resumiendo): una vez una mujer de la costa vizcaína me contó que el idioma de la humanidad es el vasco; Dios se enfado con los hombres por intentar construir la torre de Babel y les castigó sin entenderse dándoles diferentes idiomas. Pasó el tiempo y aquel idioma anterior a la construcción sobrevivió por aquí en Euskadi, el euskera. Nadie sabe de dónde viene.
Me alegro de que gente como Ainhoa ame el euskera, seguirá vivo entonces.
El euskera es bello como nosotros, son las cosas cotidianas y sencillas las que desprenden belleza.
Besarkada handi bat ta Osasuna
Tengo un blogque igual te interesa
http://ezkaralakakatua.blogspot.com
Quizá por la vía de los silencios y las sonrisas por los pasillos y las conversaciones virtuales en su blog, Ainhoa pueda darse cuenta de tu comprensión.
ResponderEliminarA veces, la extrema sensibilidad lleva a estados anímicos depresivos, pero también a encontrar resquicios en la propia realidad por los que huir del miedo, del acoso.
Ainhoa debe convencerse de que ha encontrado un resquicio por el que puede salvarse, la escritura.
Felicidades por tu página, Josele, desde que la descubrí me he "viciado", no paro de consultarla, y he extendido el vicio a otros compañeros de profesión.
ResponderEliminarTe planteas muchas dudas y temas que a menudo revolotean por mi cabeza sin encontrar interlocutor adecuado.
Me estás sirviendo de acicate, de estímulo.
Un abrazo y espero disfrutar de tu blog por mucho tiempo. (De hecho incluso me has animado a abrir uno a mí, aunque de momento es modesto.)
Saludos desde Barcelona
Yo también busco a Ainhoa, pero de momento no la encuentro...
Hola. He estado reflexionando, hace meses, sobre este mismo asunto de cómo darle a alguien razones para vivir. Ya luego te diré más por qué. No tengo una respuesta, porque supongo que la respuesta es diferente en cada caso. En la situación de esta joven se me ocurre que más que desarrollar ese caparazón, y enajenarse así de lo que ella misma es, es mejor que se entregue a su sensibilidad y le encuentre expresión.
ResponderEliminarYo también la voy a buscar...
ResponderEliminarJoselu, si no la encuentro -ya llevo varias infructuosas...- ¿me darás alguna pista?
Es un grave problema, yo creo que los expedientes no arreglan gran cosa...
Saludos
Redonna
http://blogs.hoymujer.com/losburkasdeoccidente
¡Ah, el exquisito, el indescriptible, el inenarrable, el eximio, el impagable, el consolador, el sacratísimo, el dulcísimo, el sobrecogedor... placer de la tristeza singular!
ResponderEliminar¡Quién quiere cometer la alevosía de apartar a ese ángel hiperestésico de su sufrimiento! ¡Vade retro!
Hallará su camino en la consunción, como el fénix de entre las cenizas renace.
¡No la molestéis con éticas de baratillo y razonamientos de puchero!
¡Dejadla, por el amor de Minerva, dejadla!
"No le toquéis más, que así es la rosa..."
P.D. (Para filólogos)Sí, es "le", la lectura correcta. Quienes escriben "la" es que no se han enterado de nada...
ainhoa tiene la descripción de aquellas personas que deben, incluso desprenden la sensación, de hacer algo importante para la vida, sea lo que sea, pequeño, grande, conocido o solitario.
ResponderEliminarespero que encuentre lo que debe hacer, porque como dice francisco, tú puedes ayudarla, pero le toca a ella buscar la manera de llegar.
Um assunto interessante,gostei.
ResponderEliminarAinho,
ResponderEliminarSoy una de las que Isilla ha viciado al blog de tu profesor. No sé dónde estás, pero espero que Joselu te entregue nuestras palabras, si es que te pueden ayudar.
No sé qué te hacen concretamente tus compañeros. Pero sí sé lo que me hacían a mí por ser, como ellos me llamaban, "(la empollona". Por ser diferente (por envidia, también). Pero un día, uno de los más bonitos de mi vida, entré en la facultad de letras. Vi que la gente leía en los bancos, en el jardín, que había una biblioteca preciosa y me sobrecogió todo aquello. Ví que por la tarde, en un claustro donde oscurecía antes que en ningún lugar de Barcelona, bajo la luz amarillenta que desprendía el alumbrado de la universidad, la gente (mis compañeros) hablaban de las mismas cosas raras que a mí me interesaban. En el barrio donde me crié esas cosas raras eran, pues eso, de raros, de gente loca que merecía el desprecio de sus compañeros de instituto. Pero por fin yo me había juntado con los raros, con los que eran como yo. Y me sentí enormemente feliz. Ahora sé que uno de los sentidos de mi vida es estremecerme con una lectura (placer que nunca podrán sentir los que me amargaron mis años de instituto). Como hoy, cuando leo un cuento o una entrevista de Javier Marias, de la cual transcribo aquí un trocito:
"... Yo creo que pasa más ahora que en otros tiempos. El grueso de la gente me ha dado la impresión de que ha renunciado a saber. Quizá el cúmulo de información es tan monstruoso que resulta engañoso. La gente confunde la información con el saber, y está, en general, cómoda con esa ignorancia profunda. Una de las cosas que decía mi padre era: Creo que el hombre se está convirtiendo en un ser primitivo con mucha información. Y pienso que tenía razón. Se ha renunciado a la educación, a la cortesía.[...] Yo no me siento muy cómodo en este país [...] A veces me desespero. Hay a menudo una especie de odio a lo inteligente, y a lo relflexionado, y a lo sentido. Hay una difícil aceptación de lo distinto."
Ahí queda, Ainhoa, para ti.
"Aquello en realidad era más que una casualidad, era un milagro, ya que son raras las emisiones culturales en la televisión española, a los españoles no le gustan nada las emisiones culturales, ni la cultura en general, es un campo que les resulta profundamente hostil, uno tiene la impresión, hablando de cultura de que les infliges algo así como una ofensa personal."
ResponderEliminarMichel Houellebecq, La possibilité d'une île
Dios mío!!!
ResponderEliminarQué historia Joselu!! Me siento consternada y sin palabras...
Acaso podría ser en mi mundo alguien como Ainhoa?...
ResponderEliminarBuenas, a mí me gustaría saber qué se está haciendo en relación a esta chica desde la vía legal, porque si esos acosos son reiterados y hay gente que los está viendo, ¿se están denunciando estos comportamientos?¿Qué se está haciendo desde la propia dirección del colegio? ¿Se está llevando a cabo un plan de convivencia?
ResponderEliminarUn enorme abrazo para Ainhoa. Espero conocer algún día su blog.
También desde la secundaria, publiqué un blog. Pero al revés, fue una alumna la que me incitó. Llevo para dos años, alguna vez he cerrado y he vuelto a abrir. Pero lo que me motiva a escribirte es que precisamente, en las últimas semanas he publicado también sobre una alumna -no tan brillante, pero sí inteligente, sensible y simpática- acosada -no a ese nivel-. Me aterra pensar que he sido el único profe que lo ha detectado, pero me aterra mucho más no saber qué hacer, además de darle ánimos. No se puede controlar cada minuto del día, cada mirada, cada empujón, cada sonrisa maliciosa. Un saludo para Ahinoa y para Profesor. Juntos ambos en un viaje a través de un mundo que no debería ser sino una campana de cristal que protegiera, no un campo de batalla
ResponderEliminarPues es una pena que alguien tan especial como ella este asustada y no tenga ganas de vivir, que se sienta así y no logre ver lo importatne y maravillosa que es solo porque unos cuantos no saben apreciarlo...
ResponderEliminarEspero que las sonrisas que compartis por los pasillos y las conversaciones que manteneis por estos lares sean un apoyo que le sirva para seguir adelante, porque en este mundo estamos faltos de burbujas blanditas y refrescantes que nos limpien los ojos y el alma para poder pasear entre caparazones duros sin hacernos tanto daño... que siempre está bien tener un caparazon para refugiarse de vez en cuando, pero ser burbujita es algo mucho más valiente y fuerte, aunque no lo parezca... y siempre será más bonito, libre y precioso.
Querido Joselu, sería muy atrevido por mi parte decirle a tu alumna que Dios la ama, que la vida tiene un sentido profundo con el Dios del amor. Que su talento debe ponerse al servicio de los demás. Que su cruz es ser inteligente, sensible, culta. Dile que hoy pido por ella, que tiene mis oraciones.
ResponderEliminarRecetas hay muchas, pero del pozo de la depresión salva el amor. Si tiene cerca gente que la ama, que la hace feliz y ella encuentra sentido a su vida, nadie podrá hundirla. Nadie.
Un abrazo.
me parece sobrecogedor, me quedo sin palabras.........
ResponderEliminarsalvo comentar que en mi cole hay un caso parecido de ua chiquita de 3º de Eso que sufre una dolencia cardíaca que le impide un trasplante renal. pese a que los médicos recomendaban que asistiera a clase cuando pudiera, pues en casa se deprimía.
dejó de hacerlo ante la burla y hostigamiento de unos gaznápiros desalmados. sé que lo que voy a decir no tiene razón pero en caso así me entran las ganas de estanparle la cara a esos desalmados contra la pared (perdón por mis desalmadas palabras).
Desde que publicaste este post, me he sentado varias veces a escribir un comentario.. pero no sé por qué, nada resultaba...
ResponderEliminarQuizá era un poco la impotencia y la frustración de ver cómo grandes talentos pueden ser hoy tirados a la basura por el mundo corrupto, la masificación aberrante y la ignorancia ignominiosa...
Me da bronca y me duele.. si, Ainhoa me duele... ¿qué tiene de malo ser difernte? Me lo he preguntado cientos de veces al sentirme -en algunos momentos de mi vida- diferente...
Ainhoa es aún muy joven, y estoy segura que con el tiempo aprenderá (porque la vida es así) a convertir su diferencia en ganancia en lugar de pérdida. Se dará cuenta que la rechazan porque los perdidos son ellos, los que nos son capaces de creer ni siquiera en ellos mismos.
Ainhoa bonita, corazón, ojalá pudieses leer todos los post de estas personas que hoy, incluso sin conocerte, te brindan su apoyo y te invitar a no desfallecer. Tienes que hacerte fuerte pero jamás perder tu luz. Tienes que luchar contra dragones porque la absoluta protagonista de su destino eres tú mi niña. Tienes que sonreír a fuerza de todo y de todos y algún día, te lo prometo, mirarás agradecida aquella "diferencia" que hoy te hace llorar.
Te cuento una pequeña fábula: Una luciérnaga y un sapo estaban juntos en un estanque. El sapo intentaba a toda costa matar o hacer daño a la luciérnaga. Ella que nada comprendía, se decidió a preguntarle: ¿Por qué me quieres hacer daño? El sapo la miró hinchado de vergüenza y respondió: Porque brillas!
Así es Ainhoa, brillas y debes seguir brillando!
Un beso desde Argentina
Me conmueve éstos casos Joselu.Yo pasé por lo mismo y todavía conservo un diario que escribí durante éste proceso.Aprendí que hoy a todo se le llama "depresión",cuando los psicólogos y psiquiatras ni tan siquiera mencionan la "melancolía" o simplemente "tristeza".Conozco los libros que mencionas,porque los leí en dicho proceso,como tantos otros.Creo,mi querido amigo,que uno no llega a curarse del todo.Forma parte ya de un estado del alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por mucho que sea psicóloga, me es imposible dejar de pensar a veces que hay gente demasiado sensible para esta vida, que no pueden con ella. Me incluyo, te incluyo, la incluyo.
ResponderEliminarYa sé que en la actualidad ella vive feliz en el lugar que ha escogido para asentarse. Si estuviese escribiendo en la época en la que se publicó esta entrada sobre una chica inteligente y sensible que se planteaba el suicidio por no encajar, diría prácticamente lo mismo que escribió francisco m. ortega, coincido plenamente con su visión.
ResponderEliminarY otra cosa, hay una alusión a Javier Marías en los comentarios, un trozo entrecomillado que me hace comprender mejor el afecto que sentías por él. En su día no hice ningún comentario en relación a su muerte pues no sabía mucho de su trayectoria y tampoco me salía dar un pésame sin más. Ese entrecomillado dice mucho de su modo de ver la vida y ahora sí, lo digo de corazón, lamento esa pérdida.
Un Abrazo.