Matheson from olahjl
Hace unos días hablaba de la prueba de comprensión lectora que había planteado a mis alumnos de primero de ESO sobre un relato fantástico de Richard Matheson, Nacido de hombre y mujer. Era un relato exigente y difícil en que mayoritariamente se han sentido perdidos y confusos. Sin embargo, en las dos sesiones que se han desarrollado en las que han tenido que contestar a un cuestionario de veinte preguntas, se ha podido observar que han retenido algo de lo esencial del cuento, aunque no han percibido su carga de horror profundo, tal vez porque para ellos el horror es más bien una sensación de sobresalto o miedo que les da un susto imprevisto. No distinguen otra noción de horror que lleve más a la extrañeza, al escalofrío, al desasosiego ante unas imágenes que perturban. Es normal que no hayan percibido esta dimensión desconocida para ellos. Para eso me tienen a mí, para, una vez realizado el test, acompañarles en el descubrimiento de este cuento que no les puede dejar indiferentes.
Tienen doce años, es verdad, a veces me olvido, pero no puedo olvidar mis conversaciones con mi hija Lucía cuando tenía seis años sobre la muerte, cuando fue su descubrimiento de que la muerte era real, y que nosotros, sus padres moriríamos algún día. Creo que no hay temas que no se puedan abordar con unos niños dispuestos a escuchar. El problema es de lenguaje, de didáctica, de comunicación. Y es que el descubrimiento del mundo de niños de doce años me está fascinando. No pienso tratarles como si de incapaces se tratara. Sin embargo, hay un elemento que me hace también recapacitar. Como colofón del cuestionario de comprensión lectora les pedía que realizaran un dibujo según su imaginación del personaje central de Nacido de hombre y de mujer. No todos lo han hecho, pero he seleccionado una secuencia de treinta y un dibujos que reflejan su interpretación del personaje, ese niño que vive encerrado y encadenado en un sótano, comiendo bichos, al que sus padres golpean salvajemente con un palo, y que se escapa para mirar por la ventanita a otros niños que ve por la calle y que le parecen bonitos. Él es un monstruo y solo despierta horror en sus padres. No entendemos por qué en un principio, pero luego, cuando el niño vaya creciendo y despertándose el odio sabremos que tiene la sangre verde y que puede subir por las paredes con "todas" sus piernas.
Los dibujos que han realizado mis alumnos están recogidos en el Power Point que he enlazado arriba, Por otra parte he realizado un vídeo con música para que ellos lo vean. Este no tiene música pero se puede observar su interpretación del personaje y su destreza con el dibujo. Esto me ha sorprendido porque observo que los trazos con que están dibujados son enormemente infantiles como si correspondieran en algunos casos al estadio del dibujo de los cinco o seis años. No soy profesor de plástica ni de dibujo pero no ha dejado de llamar mi atención. Se los he enseñado a una compañera que estudia Bellas Artes y me ha dado su punto de vista. Estos dibujos tienen una gran fuerza naïf por su elementalidad y primitivismo, y en alguna forma reflejan el horror del relato plásticamente. Sin embargo, su dominio del trazo es primitivo. No saben en su mayoría dibujar con algo de elaboración. Me pregunto por qué. Soy capaz de saber por qué mis alumnos tienen tan bajo nivel de composición escrita, tal pobreza de vocabulario y de estructuras sintácticas, pero me sorprende su mínimo nivel de expresión plástica. Tal vez sean vectores del mismo problema. ¿Hay alguna conexión entre sus niveles plásticos y de representación narrativa? Es un campo que no se me había presentado hasta ahora. Sus dibujos son infantiles, pero su mundo, percibido a través de internet, es muy amplio, mucho más amplio que en generaciones anteriores. ¿Tendrá algo que ver esta falta de destreza en el dibujo con esto? ¿Es algo normal? ¿Hay conexión entre las diferentes destrezas, la plástica, la narrativa, la poética, la imaginativa?
Me gustaría que vierais estos dibujos y me comentarais vuestras impresiones. Tal vez yo espere de ellos algo que no pueden dar en el ámbito de la interpretación de relatos complejos, pero me siento a gusto en este juego en el que aspiro que algunos de ellos empiecen a entrar. ¿Cuándo es el tiempo en que comienza el pensamiento complejo? ¿Me hubiera gustado que a mí a mis doce años me hubieran introducido en él? ¿Por qué recuerdo con especial densidad mis conversaciones con mi hija pequeña sobre temas profundos?
No aspiro a tener razón, solo estoy experimentando, no temáis. Ellos espero que estén aprendiendo, pero yo también lo estoy haciendo, y este no tener respuestas más que esbozos provisionales me hace apasionante la tarea que estoy desarrollando.
Hace unos días hablaba de la prueba de comprensión lectora que había planteado a mis alumnos de primero de ESO sobre un relato fantástico de Richard Matheson, Nacido de hombre y mujer. Era un relato exigente y difícil en que mayoritariamente se han sentido perdidos y confusos. Sin embargo, en las dos sesiones que se han desarrollado en las que han tenido que contestar a un cuestionario de veinte preguntas, se ha podido observar que han retenido algo de lo esencial del cuento, aunque no han percibido su carga de horror profundo, tal vez porque para ellos el horror es más bien una sensación de sobresalto o miedo que les da un susto imprevisto. No distinguen otra noción de horror que lleve más a la extrañeza, al escalofrío, al desasosiego ante unas imágenes que perturban. Es normal que no hayan percibido esta dimensión desconocida para ellos. Para eso me tienen a mí, para, una vez realizado el test, acompañarles en el descubrimiento de este cuento que no les puede dejar indiferentes.
Tienen doce años, es verdad, a veces me olvido, pero no puedo olvidar mis conversaciones con mi hija Lucía cuando tenía seis años sobre la muerte, cuando fue su descubrimiento de que la muerte era real, y que nosotros, sus padres moriríamos algún día. Creo que no hay temas que no se puedan abordar con unos niños dispuestos a escuchar. El problema es de lenguaje, de didáctica, de comunicación. Y es que el descubrimiento del mundo de niños de doce años me está fascinando. No pienso tratarles como si de incapaces se tratara. Sin embargo, hay un elemento que me hace también recapacitar. Como colofón del cuestionario de comprensión lectora les pedía que realizaran un dibujo según su imaginación del personaje central de Nacido de hombre y de mujer. No todos lo han hecho, pero he seleccionado una secuencia de treinta y un dibujos que reflejan su interpretación del personaje, ese niño que vive encerrado y encadenado en un sótano, comiendo bichos, al que sus padres golpean salvajemente con un palo, y que se escapa para mirar por la ventanita a otros niños que ve por la calle y que le parecen bonitos. Él es un monstruo y solo despierta horror en sus padres. No entendemos por qué en un principio, pero luego, cuando el niño vaya creciendo y despertándose el odio sabremos que tiene la sangre verde y que puede subir por las paredes con "todas" sus piernas.
Los dibujos que han realizado mis alumnos están recogidos en el Power Point que he enlazado arriba, Por otra parte he realizado un vídeo con música para que ellos lo vean. Este no tiene música pero se puede observar su interpretación del personaje y su destreza con el dibujo. Esto me ha sorprendido porque observo que los trazos con que están dibujados son enormemente infantiles como si correspondieran en algunos casos al estadio del dibujo de los cinco o seis años. No soy profesor de plástica ni de dibujo pero no ha dejado de llamar mi atención. Se los he enseñado a una compañera que estudia Bellas Artes y me ha dado su punto de vista. Estos dibujos tienen una gran fuerza naïf por su elementalidad y primitivismo, y en alguna forma reflejan el horror del relato plásticamente. Sin embargo, su dominio del trazo es primitivo. No saben en su mayoría dibujar con algo de elaboración. Me pregunto por qué. Soy capaz de saber por qué mis alumnos tienen tan bajo nivel de composición escrita, tal pobreza de vocabulario y de estructuras sintácticas, pero me sorprende su mínimo nivel de expresión plástica. Tal vez sean vectores del mismo problema. ¿Hay alguna conexión entre sus niveles plásticos y de representación narrativa? Es un campo que no se me había presentado hasta ahora. Sus dibujos son infantiles, pero su mundo, percibido a través de internet, es muy amplio, mucho más amplio que en generaciones anteriores. ¿Tendrá algo que ver esta falta de destreza en el dibujo con esto? ¿Es algo normal? ¿Hay conexión entre las diferentes destrezas, la plástica, la narrativa, la poética, la imaginativa?
Me gustaría que vierais estos dibujos y me comentarais vuestras impresiones. Tal vez yo espere de ellos algo que no pueden dar en el ámbito de la interpretación de relatos complejos, pero me siento a gusto en este juego en el que aspiro que algunos de ellos empiecen a entrar. ¿Cuándo es el tiempo en que comienza el pensamiento complejo? ¿Me hubiera gustado que a mí a mis doce años me hubieran introducido en él? ¿Por qué recuerdo con especial densidad mis conversaciones con mi hija pequeña sobre temas profundos?
No aspiro a tener razón, solo estoy experimentando, no temáis. Ellos espero que estén aprendiendo, pero yo también lo estoy haciendo, y este no tener respuestas más que esbozos provisionales me hace apasionante la tarea que estoy desarrollando.