Páginas vistas desde Diciembre de 2005




martes, 6 de diciembre de 2022

De cerca, nadie es normal

Esta idea me ha venido de un titular de Babelia en que se da cuenta del premio Sor Juana Inés de la Cruz a la mexicana Daniela Tarazona. Me hubiera gustado que desarrollara más esta idea pero me he quedado entusiasmado con la carcasa y me aplico ahora a intentar acotarla y ampliarla. 

 

Hay diferentes maneras de ver a los demás: a larga distancia, a media distancia y de cerca, y son maneras totalmente distintas de considerar a la humanidad. 


De lejos, la humanidad se nos representa como una masa dividida en colores y formas. Es cuando consideramos a las personas como parte de colectivos geográficos, nacionales, étnicos, sexuales, políticos, estadísticos... Salen entonces nuestros prejuicios a mansalva: los negros son así, los heterosexuales son así, los hombres son así, los franceses son así, los habitantes de las montañas son así, los niños son así, los jóvenes son así, los de la derecha son así, los progresistas son así, los profesores son así..., y así sucesivamente. Estas valoraciones nos dan idea de nuestra perspectiva y nos sitúan a nosotros en un ángulo de la galaxia que nos permite juzgar y contemplar. Por otra parte, es una visión que en cierta manera, unida a los prejuicios, sostiene paradójicamente el humanitarismo y de él se financian numerosas ONGs que difunden la solidaridad hacia los más desfavorecidos, los refugiados, los niños sin hogar, los afectados por las enfermedades o la guerra... Mi padre me decía que es fácil amar a los hombres en abstracto pero es menos posible amarlos en el plano concreto. Esta idea de mi padre, en tantas formas, tan distante de mí, me ha hecho pensar con frecuencia. 

 

La media distancia es más esclarecedora, es la forma de mirar a las personas que tenemos concretamente en nuestra vida cotidiana pero que los conocemos lejos de su intimidad, como los vecinos, la gente de nuestro barrio, los tertulianos de un bar, el conjunto de compañeros en el trabajo, la gente que está en el mercado comprando, los alumnos de un instituto, los lectores de un blog -muchos en la sombra: lo que daría por saber quién exactamente me lee y no se identifica mediante los comentarios-, los clientes del supermercado a los cuales se puede mirar atentamente pero no los vemos más que externamente o a través de unos rasgos externos o unas manifestaciones poco definitorias... En este sentido la mayoría de la gente nos parece “normal” salvo algún caso exótico que nos sorprende. Esta mirada es más cercana que la general y a distancia y se centra en las personas próximas a nosotros... Esta visión nos permite hacernos ideas generales y juicios sobre el carácter e idiosincrasia de los demás, pero no deja de ser una imagen abierta a prejuicios, errores y tópicos, simpatías y antipatías más o menos justificadas... 

 

La mirada más desafiante es la de cerca, la que solo puede dar la intimidad más decisiva y en esta, nadie es normal. Hay diferentes distancias asimismo en la visión de cerca que nos hace sentir a las personas como únicas a la vez que complejas. Un caso paradigmático es la amistad que está unida al afecto, y aplicamos un filtro de aprecio a nuestros amigos que no busca interpretarlos sino amarlos, es la distancia que se da, por otra parte, en el amor de pareja siempre que esa distancia no se convierta por la relación en una lejanía inabordable y hostil -hay tantas separaciones que implican rencor y odio hacia el otro tal vez por conocerlo demasiado...-. Sin embargo, en la mirada de cerca se abre camino el enigma y es la mirada más compleja porque en el fondo nunca nadie puede comprender totalmente al otro. Solo hay acercamientos a un microcosmos único. Dos personas pueden convivir juntas durante treinta años y seguir siendo un misterio el uno para el otro. Dos personas pueden desconocerse totalmente pese a su convivencia en común, lo que no impide que se puedan amar profundamente pese a dicho desconocimiento... 

 

Nadie es normal en esa distancia, esta idea me fascina, todo el mundo es particular, irrepetible, único, insustituible, su olor personal es inequívoco, igual que el tacto de su piel o el tono de su voz...

 

Cada persona no deja de ser un misterio muchas veces impenetrable, es inútil hacernos juicios sobre ellas porque siempre podremos equivocarnos. Detrás de cada uno -intuimos-, estamos nosotros mismos; detrás de cada uno está la humanidad en conjunto; detrás de cada uno, pese a la distancia infinita, siempre está un ser que vive profundamente un viaje existencial interior y exterior, entre el nacimiento y la muerte, en el que no tiene referencias de ningún tipo y que sufre Las gigantescas lejanías que parecen ser infinitas encubren una identidad de fondo que sigue siendo profundamente misteriosa, luminosa y oscura simultáneamente. 

29 comentarios :

  1. Magnifica mirada sobre esas generalidades humanas, que a la postre están formadas por la suma de todas las complejidades individuales, las de todos y cada uno de nosoros, fascinante paradoja.
    Esto me recuerda cuando vemos a un sin hogar sentado en la calle, puede que con un brick de vino, su cigarro, y la mirada perdida en el vacío… ese sin hogar nos sirve de patrón para describir a todos los sin hogares del mundo.

    Lo del patrón no es baladí, recuerdo cuando en una entrada tuya sacamos a colación alguna cuestión de neurosicología, yo mencioné a un científico del que había leído algo; Francisco J. Rubia, quien expone como el cerebro tiene sus atajos para operar con la compleja realidad humana (y universal si quieres), es decir; el cerebro elabora patrones, generalizaciones para muchos aspectos de la realidad, de tal suerte que la hagamos más manejable, esto es hacer trampas, desde luego, pero el cerebro también se sirve del farol cuando le conviene.

    Se me ocurre que el cerebro hace un poco como los escritores, crea sinécdoques, en este caso sería el Todo por la Parte: “A la gente solo le importa sentarse en una terraza con la cervecita”; “Los sintecho solo quieren estar sin dar un palo al agua, no les gusta trabajar”. Son frases generalistas que a fuerza de repetirse (los publicitarios saben que la repetición es muy efectiva sobre el cerebro…), se van asentando en nuestra mente, y el cerebro tiende al ahorro de energía cognitiva (esto lo dice la ciencia), así que, ¿por qué voy a analizar tal o cual realidad con una enorme cantidad de complejas variables, teniendo a mano un resumen facilón?.
    El cerebro puede ser un artefacto sumamente complejo en situaciones que lo requieran por la seguridad de nuestra propia vida, o sumamente gandul si no se cierne sobre nosotros un peligroso contratiempo… y sí mucho tiempo para pensar en lo que sea.

    Pero claro, ¿te imaginas que nuestro cerebro nos expusiera de lleno, sin filtros, de manera permanente, al complejidad de la vida, del mismo ser humano?. Mejor que no, nadie podría transitar con soltura esa existencia. Acabaríamos mirando al horizonte, con la mirada ida, igual que en ese cuadro de Munch… “El grito”.

    Abrazo, amigo Joselu, me ha encantado tu escrito.
    De cerca, nadie es normal... qué cierto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Reflexión que justifica mi texto por la calidad de la misma de modo que lo supera y ahonda en la paradoja de la necesidad de los patrones para comprender la realidad y a la vez la insuficiencia de los mismos para asimismo comprenderla.

      Ciertamente, aprendemos mediante patrones ya desde niños cuando los bebés distinguen un rostro humano con su configuración específica, y así distinguen entre mamá y papá, separando la idea de sexos por la morfología, la voz, la actitud... Y así es todo, sin patrones la vida sería amorfa, sin sentido, incomprensible... Los necesitamos. La inteligencia artificial aprende a base de patrones y así, mediante miles de fotos, distingue un perro de un gato, un petirrojo de un gorrión, un hombre de una mujer, etc... Sin embargo, para ahondar en cada uno de los modelos es necesario abandonar el patrón lo que es tarea de los terapeutas, de los novelistas, de las personas si quieren llegar más allá. Es la segunda mirada, la de cerca, y esta nos enfrenta a una creciente complejidad, la de un microcosmos que contiene dentro el macrocosmos. Es real que si no pudiéramos operar mediante patrones, tan reales y a la vez tan irreales, no podríamos salir de nuestra perplejidad, de nuestra angustia, de nuestro desasosiego... como Funes el Memorioso que recordaba cada una de las hojas de cada árbol que veía. En ese peligroso equilibrio nos movemos porque utilizamos los patrones para identificar y comprender, pero no nos sirven para Comprender. Solo esta reflexión que nos has traído, bien merece esta conversación en el descansillo en esta tarde que ya declina y se hace noche.

      Eliminar
  2. Dos personas pueden convivir juntas durante treinta años y seguir siendo un misterio el uno para el otro. Aunque eso seria de hecho lo normal,... Nos cuesta más mostrar-nos a los más próximos que a un extraño. De hecho toda esta teoría tuya se podría resumir en que, mejor no conocer de cerca a alguien a quien admiras, la cercanía no sostiene la imagen idealizada que uno ha creado.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me pasó con Valle Inclán al que tenía idealizado y mitificado. En la UAB un especialista dijo que no podría hacerse nunca una biografía de Valle por lo que este mismo había fantaseado sobre su propia vida lo que había dado lugar a hacer indiscernible lo que era realidad y ficción. Pero apareció una biografía de Valle, a pesar de lo anterior, y su lectura me sumió en el desconcierto porque me lo hizo real, vi sus contradicciones, su oportunismo, sus trampas, sus lados más conflictivos, y Valle se me cayó del pedestal. Siempre he sentido haberla leído porque ya no es lo mismo. Hay biógrafos que deben de odiar a sus biografiados porque acaban con ellos. Lo mismo me pasó con una biografía insolvente de Jordi Gracia sobre Ortega y Gasset. Un cordial saludo.

      Eliminar
  3. Pues sí, no te quito razón en tu perspectiva a cualquier distancia. Me resulta interesante tu razonamiento. Nada puedo añadir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La idea feliz me vino de un titular como he explicado, y ha dado origen a una cierta construcción y sus correspondiente comentarios, más interesantes que el propio texto.

      Eliminar
  4. Si conociéramos a todas las personas de muy cerca no nos toleraríamos. Sería insoportable conocer de todas las partes negativas, oscuras o poco admisibles de los demás. La vida así como se nos presenta está bien. Lo malo de los territorios globales, que si un extranjero es sucio o de malas prácticas, todo el resto será igual; que si un homosexual es díscolo en parejas, todo el resto será promiscuo; que si un político se abanica con todo el dinero ganado con mentiras, todo el resto será mentiroso. Lo importante de la regla es saber medir las distancias y ocupar anteojos de largavista para detectar las diferencias del todo que se observa de lejos.
    En las media distancia, es fácil moverse. Creo que allí habitan los que usan sus caretas para pasar desapercibidos, para habitar el mundo de la “normalidad”, solo cuando se la sacan los logramos ver en toda su dimensión.
    Y llegamos al mundo de la intimidad, de aquellos pocos, contados elegidos al que logramos abrirnos, incluso, desafiando nuestro instinto de precaución y de resguardo. Solo frente a ellos, somos lo que somos y, es que encontrar una persona que nos cause o provoque tal desafectación de miedos, tiene que ser muy especial, porque ya cargar con nuestras oscuridades es un peso, pero adquirir la de otros, ¡vaya!.
    Abrazos Joselu

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene mucho trasfondo tu comentario. Tal vez por eso, en las distancias cortas, con la propia pareja, a fuerza de proximidad se produce un efecto paradójico: quien más cerca está de ti, es quien menos te conoce, es con quien menos se produce la fusión de universos existenciales. Supongo que es un mecanismo de defensa espontáneo. Pienso que raramente nos presentamos tal como somos ante nadie pues operamos con sistemas sofisticados de ocultamiento. No es engañar, no, es otra cosa. Espero que ante nosotros mismos, sí que seamos realmente los que somos. Yo he invertido mucho en ello y es una tarea muy exigente y difícil. Y muy dolorosa a veces.

      Eliminar
  5. Cada una de las respuestas encaja en un razonamiento. Todas son diferentes, pero todas convergen, ahora bien, pienso en que para conocer "a los demás" es necesario conocerse a si mismo.
    ¿Porqué?, porque si uno meramente se conoce, aunque sea solapadamente, tendrá filtros más razonables en las distancias "cortas", que son las distancias que hacen a las personas "conocer a las personas".
    Particularmente comparto la visión de Charlín, Marcel y Mounier, llevamos impresos el problema del ser, y aunque en comunidad y distancias largas parecemos diferentes, a medio metro somos casi idénticos, y nos movemos por los mismos parámetros, parámetros que unos pueden domar más que otros, y es ahí, justo ahí, en la doma, donde radican nuestras diferencias.
    salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El taoísmo expresa que antes de todo está la unidad de todo lo existente, es el Tao, todo el universo cognoscible, todos los posibles universos son todo uno, y de ello surge la dualidad cuya base es previamente la unidad, y de la dualidad surgen los diez mil seres, es decir todo lo que existe en su fascinante variedad y aparente diferencia... pero si nos damos cuenta los diez mil seres son Uno. Tú lo has expresado de otra forma hablando del ser. Sin embargo, expresas algo diferente cuando dices que a largas distancias parecemos diferentes y de cerca somos idénticos. Esto me sorprende porque esa cercanía es una cercanía existencial muy honda, no es algo que fácilmente observemos porque lo que se nos impone en la cercanía primera es la idea de diferencia profunda, de complejidad infinita, de radical soledad. Pero estoy contigo en la idea de que más acá todavía está el ser, pero eso no es una observación obvia, requiere de una filosofía que enseñe a mirar más allá o más acá de lo evidente. Salut.

      Eliminar
    2. Me apena no haberme aplicado en la filosofía del Tao, de verdad. creo que he tenido pre-juicios, que me he perdido algo bueno. Nunca es tarde para leer y adentrarme.
      Ya sabes, creo que si lo sabes, mi predilección por la Metafísica y por filósofos que bordean el problema del ser, además de los citados, JOSELU, podríamos a Bloff y a Paniker.
      Contigo en la profundidad de la frase: "radical soledad" .
      PD: (ahora escucho petardos del futbol, y lo que pienso no lo pongo por aquí, pero me da todo pena, mucha pena...estamos en guerra, con trabajos precarios, sueldos paupérrimos, problemas indisolubles y con políticos que no saben porque el sistema es muy complejo, resolver lo que se nos viene encima.
      Un abrazo muy grande, se que me entiendes, es el estado de desesperación tranquila que me he referido en alguna ocasión.
      Cuidate.

      Eliminar
    3. Bueno, ya ha acabado la aventura mundialista y los coches marroquíes van cantando su alegría con el claxon incesante. El fútbol mueve sociedades enteras.

      Cuídate en tu desesperación tranquila. No es la peor de las desesperaciones.

      Eliminar
  6. No somos tan diferentes,Gregorio Marañon,hizo los siguientes grupos
    En hombres:hipoplasico,astenico y picnico
    En mujeres:infantil,astenico y picnico.
    Las señoras del primer grupo,son las más atrayentes, para los hombres,que cosas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé qué pensarán las feministas de la clasificación de las mujeres.

      Eliminar
  7. Por ello decidí, hace tiempo, aceptar a las personas más cercanas tal como son y quererlas por ello. El misterio de los demás empieza por nosotros, su conocimiento y asombro también. Buena noche y mejores sueños.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No puedo objetar nada a tu elección, supongo que es una opción sana y que queda del lado del bien. En cuanto al misterio que empieza por nosotros, sin duda, está también en lo cierto. Espero que los sueños sean buenos, lástima que luego no los recuerde.

      Eliminar
  8. Se habla de la “libertad de los pueblos”, una memez solo apta para gente muy corta, en mi opinión, porque uno lee un poco de Historia y ve que hay un montón de “pueblos libres” donde los ciudadanos viven encarcelados, aplastados o subyugados en nombre de un supuesto “bien común”.
    Ese “bien común”, es como las personas idealizadas, una mirada cercana nos muestra sus miserias. Pero hay muchos que no quieren mirar para no ver caer su “creencia”, se vive muy cómodo en la mentira autoinducida y en la placidez del rebaño.
    Ahora mismo vemos una dictadura atroz, ni en las mayores tiranías se ha metido tanto el estado en el ámbito particular del individuo. Los tiranos manejaban los recursos económicos y políticos colectivos, pero no se metían en la casa del individuo, en el tamaño de su cocina, en como debe vestir, en como debe pensar, que cosas le deben gustar, con quien se debe acostar, que debe comer o como debe hablar. Que se vayan a la mierda, con perdón.
    Es esta libertad, la individual, la única que es válida, lo demás son monsergas. Es esta libertad la que estamos perdiendo a diario, poco a poco, pero de forma continua. Y esta visión cercana de la situación la supeditamos el pedestal del bien común, ese colectivismo “de los buenos”, nos vamos a la posición intermedia o lejana para no ver los fallos, porque no nos gustan y tampoco tenemos valor para denunciarlos, no sea que tengamos que pensar individualmente y salir de la zona de confort. El colectivismo es esa zona de confort que te marca los afines y los enemigos, es el instrumento para manejar a la población y los resultados están contrastados desde hace 5.000 años hasta ahora, siempre se ha utilizado el mismo sistema.
    Como siempre me he ido por los cerros de Úbeda, pero bueno... parte de la culpa es tuya, haces pensar.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Estoy bastante de acuerdo con lo que dice Tatiana. Si conocieramos a mucha gente de cerca nos explotaría el cerebro por diferentes factores. Por ello, al menos yo, necesito tener mil cuadrículas cerebrales, mil cajones donde ir colocando a la gente y, de alguna forma, no ahondar más en ellos. Si conociese a fondo cada persona medianamente interesante que se ha cruzado en mi vida no podría trabajar, no podría tener una pareja estable, no podría centrarme en lo cercano en lo concreto. Y al mismo tiempo, odiaría aun más al ser humano, sus miserias, su egoismo, su superficialidad, su conformismo, todo, me haría sentir una aflicción aun mayor por el ser humano. Así que uno se centra en los dos o tres amigos que la vida no a alejado, los que aun te escuchan con un meridiano interés, se amolda a las pequeñas manías y dictaduras que se forman en la familia, e intenta sobrevivir sin más. Si no tuviesemos a control al resto de seres humanos en sus casillas pertinentes, estaríamos permanentemente enamorados o asqueados de la gente y la vida sería aun más cansada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Escribió Sartre una obra titulada A puerta cerrada en el que aparece su idea de "el infierno son los otros" y ello parece corresponder a tu argumentación netamente pesimista acerca del horror que supondría ver de cerca todas las miserias y defectos de los demás sin podernos distanciar. Me pregunto por la mirada profesional de los psicoterapeutas que deben acercarse al sujeto, tras una tarifa convenientemente pagada, para ponerse de su lado. O la del abogado que te defiende pese a que seas un psicópata, o la del sacerdote que te confesaba tus pecados, o, poniendo ya el punto final, el del empleado de Pompas fúnebres que recibe cada día a decenas de cadáveres que han dejado atrás sus miserias y egoísmos... Sin duda, hay muchas formas de acercarnos a los demás... Y todas ellas implican filtros sean profesionales, religiosos, legales, funerarios... El misterio es que nos podamos querer, apreciar o admirar, pese a todo lo que implica la cercanía y el olor de nuestros pies...

      Eliminar
  10. En la mirada de cerca nos implicamos más por eso seguramente es más explosiva. A los que apreciamos, los vemos más guapos, más listos... y a los que nos repelen les atribuimos todo lo que no nos gusta, que en ellos parece encajar perfectamente.
    Como dice Paco hemos creado estereotipos para simplificarnos la vida ¿para que vamos a perder tiempo analizando si algo parecido ya lo tenemos clasificado y etiquetado?. Parece sensato pero lo cierto es que nuestra mente ordenador se queda con los datos generales y hay infinidad de matices que pueden contradecir esas ideas preconcebidas. Según el tiempo del que dispongamos podemos ahondar un poco más en esos juicios que nos asaltan en primera instancia y hasta descubrir que no eran del todo fiables. Uno de nuestros peores enemigos es la falta de tiempo para percibir con más consciencia lo que hay a nuestro alrededor, creo yo.

    Un abrazo 🌸

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este tema hay gran complejidad. Necesitamos los patrones para podernos orientar en el conocimiento de la realidad y de los demás, pero los patrones son falseadores de la realidad. Alguien que se ha convertido en alguien indeseable puede que haya vivido un drama muy profundo en su infancia y que haya tenido todo en contra. Ello podría suponer una salida hacia arriba pero, como no conocemos las circunstancias sociales, genéticas o familiares, puede que lo convierta en un hombre o mujer peligrosos y negativos. Acercarnos a la sede profunda del ser humano es muy difícil y los demás no tenemos tiempo para ahondar y, por lo tanto, simplificamos, amamos, condenamos o nos mostramos como indiferentes. Probablemente la mirada menos obscena es la que necesita de la compasión en el sentido profundo para observar las fragilidades humanas.

      Gracias, Ana, por ponerte a pensar con nosotros. Un abrazo.

      Eliminar
  11. Vaya reflexiones : leyéndote varias veces, llego a la conclusión que lo que al primer golpe de vista se ve como muy lejano a medida que vuelves a leerlo vas viendo que a pesar de los años todo son conductas repetitivas.
    Yo tengo un concepto sobre esa corta distancia o cercana .Las relaciones a distancia están abocadas a no funcionar.Sin embargo , se ha demostrado que puede funcionar, incluso en calidad pero hay que saber campear ciertos factores:distancia,separación, la madurez de ambas partes...Ya cambia cuando ya tienes proyectos en común .formar una familia y ya los planteamientos son abiertos y fortalece mucho más que estar X años por rutina.Yo tengo una hija con la edad de tu hija la mayor y otra con 18.Y estoy contigo la fragilidad humana es común a todas las razas y credos.
    Y, con Daniel ;Joselu eres la caña con tus reflexiones jajajaja.

    P.S: gracias al apartados de lista de lectura ; me entero de algunas publicaciones y la entrada anterior acerca de ese lectura sobre la Iliada, no es una edad muy adecuada, los confunden más a veces y los desmotivan..A quien le gusta leer, es una condición de cada cual, pero claro hay que orientarles un poco.Mis hermanos a esa edad mi padre les ponia para leer pasajes del Quijote.Y yo apoyo mucho o será que me ha dado resultado los comics bien orientados ...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me tomo muy en serio los comentarios porque son lo mejor del blog y este tema ha suscitado diversos enfoques lo que es excelente porque quiere decir que es motivador. Y aquí sobresale la idea de distancia en las relaciones. Tú piensas que las relaciones a distancia están abocadas a no funcionar, pero en la cercanía depende de factores como la madurez de ambas partes... Y esta es la clave de las relaciones para formar una familia que, si uno es consciente de lo que supone, ciertamente se lo pensaría varias veces. En mis relaciones tengo parejas estables a pesar de todo, pocos de mis amigos se han separado cuando es lo más habitual en estos tiempos. No sé si las parejas estables atraen a otras parejas estables pero es así. La cercanía en la pareja es problemática como he escrito. Puede que haya gente que sepa mucho más de uno mismo que la propia pareja, esto es paradójico.

      Mi hija mayor, biomédica, ha estado esta noche en un matadero industrial extrayendo ovarios de una res para sacar los óvulos y analizarlos. Tendrá que hacerlo de madrugada cada semana. Le va a ser duro porque ella ya no come carne y la realidad de un matadero... tiene que ser terrible.

      Eliminar
  12. ..".La Odisea" y la Iliada son de la época clásica ...

    ResponderEliminar
  13. -para estos tiempos es una base llena de muchos interrogantes estas lecturas acopladas para niños.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pienso que depende de cómo lo enfoque la profesora. Ana Frank tenía un nivel inimaginable hoy día a sus doce y trece años. La lectura de este diario me hace ver los diferentes modelos de madurez que ha habido a lo largo del tiempo. Hoy día se es mucho más infantil incluso a los cuarenta años.

      Eliminar
    2. Tienes mucha razón en esta observación, pero se dice que antes éramos más sociables , la familia era el equilibrio y ponía los límites. Hoy con las redes sociales están muy inseguros, aunque los padres de ahora están más comprometidos en su rol pero son menos autoritarios, eso sí, son más afectuosos con sus hijos...y apartir de los año 80 ya cambia ese modelo de familia patriarcal


      Eliminar
  14. Creo que la mirada sobre los demás, bien sea a larga, media o corta distancia, difícilmente será objetiva. Es prácticamente imposible sacarse los filtros que nos impone nuestra mente pre juzgante. Influida por nuestras propias carencias, ausencias, complejos, obsesiones, filias y fobias. Son demasiados cristales para ver con claridad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bien cierto, Noxeus, nuestra mente prejuzgante todo lo somete a patrones previos para que las personas encajen en ellos. Me doy cuenta cuando intento argumentar con alguien en base a ideas que me parecen inobjetables y contundentes, pero que, llegadas a la otra persona, están fuera de sus patrones interpretativos, de sus reglas de juego, y es totalmente inútil. Lo que era claro para mí en un cien por ciento, para la persona que lo recibe es cero por ciento. Y esto es un problema porque parece que nadie puede comprender a nadie y, probablemente, no haya intención de hacerlo. Los parlamentos son la expresión objetiva de esta imposibilidad. Allí nadie convence a nadie, es imposible, da igual las razones que se expresen, es un diálogo de sordos, y todo se debe a los patrones previos políticos que hacen inaceptable cualquier modificación de los mismos. No sé si en la vida real nadie convence a nadie. Tal vez la amistad sea una forma de compartir patrones y acerque a las personas. En definitiva, completamente de acuerdo con tu razonamiento: si no es mediante el afecto, nuestros prejuicios son definitivos. A veces he tenido la sensación de que nadie entiende a nadie.

      Eliminar

Comentar en un blog es un arte en que se recrea un punto de vista razonado, emocionalmente potente.

Selección de entradas en el blog