Entré en clase a las doce y media de la
mañana. Era la mañana de Carnaval en el instituto. Los alumnos de bachillerato
no habían celebrado esta fiesta dada su tradición de no participar en los
disfraces, así que ellos tuvieron que estar en clase mientras el resto recorría
con charangas y musicas diversas los pasillos con disfraces varios. La mañana
para ellos fue una condenación. Alguna de las alumnas se escapó de clase y
estuvo bailando en el patio con ritmos bachata
y caribeño. Yo tampoco me disfracé y estuve esperando la hora para ir con los
alumnos de bachillerato a continuar el tema iniciado.
Vinieron todos, los once que son, un
grupo reducido. El ambiente no podía ser más desolador y alicaído. No había
ninguna gana de hacer clase. Las caras, largas y cariacontecidas. La mañana era
ominosa para ellos. Se sentaron, deprimidos, en las sillas, les di los exámenes
corregidos, lo que para algunos fue un motivo más de hundimiento personal. Solo
alguno de los exámenes sobresalía y destacaba en la calificación. El cincuenta
por ciento habían suspendido. La vida y el bachillerato mostraba en aquella
mañana sus perfiles más siniestros. Se sentaron de mala gana y sacaron –los que
lo tenían- el texto de Don Juan Tenorio
de José Zorrilla, obra que entra
para selectividad. ¿Alguien se imagina que un adolescente pueda disfrutar de un
texto similar en una mañana como esta en que todo invita a esos cuerpos jóvenes
al jolgorio y la fiesta?
Estábamos leyendo la obra repartiendo los
papeles entre ellos. Les pido que dramaticen y lean con sentido, pero esa
mañana varios de ellos leían con desidia, protocolariamente, sin ningún ánimo
de intentar comprender a don Juan
Tenorio ni a don Luis Mejía y el
desafío del primero de seducir a la novia de este, doña Ana, durante la noche
anterior al matrimonio con el segundo. Además en esa noche, Tenorio había apostado que conquistaría
a la novicia adolescente doña Inés
que estaba en el convento. ¿Lo lograría don
Juan? El poder de don Juan es
diabólico. Las mujeres se rinden a él porque las sabe conquistar con ... ¿con
qué? Pregunta en el aire. ¿Es guapo don
Juan? ¿Es atractivo? ¿Es joven? No es necesario que lo sea. Don Juan es un personaje magnético que
las derrite - pese a su fama malvada de seducirlas, conquistarlas, poseerlas y
abandonarlas- con las palabras. Las
mujeres son seducidas con las palabras. Don
Juan las hace sentirse especiales. Creerse únicas. Y les convence de que las ama. La voz de
don Juan está imantada
diabólicamente. Las mujeres, muchas de ellas, se sienten seducidas por esa
sensación de ser poseídas por el diablo. Una alumna, Marta, había exclamado en un día anterior ¡cabrón! Don Juan es un personaje, añado, que
terminó desagradando a Zorrilla, un
romántico de vida agitada que recorrió Europa
y terminó en México, arrastrando la
fama de su popular Don Juan Tenorio
que se convirtió en mítico. De hecho, esta obra se representaba en la fiesta de Difuntos año tras año. El
verdadero personaje principal de la obra es la angelical doña Inés, una adolescente de la edad de mis alumnas que vive aislada en un convento sin saber nada de hombres ni de la vida. Es pura y totalmente
ingenua en su elementalidad.
La clase se fue revirtiendo, y las
posturas se iban recomponiendo. Algún varón se mostraba claramente interesado
por el tema aun cuando al principio su rostro y su voz eran claramente
marmóreas. Otro mito que existe –les digo- es el del adolescente con la mujer
madura. Un muchacho de dieciocho años que se inicia en los ritos de Venus con una mujer de treinta años. Es
el tema de En brazos de la mujer madura
de STEPHEN
VIZINCZEY o el de la película El graduado. Mateo –nombre imaginario- manifestó que había entrenadores que se
liaban con las madres de algún niño que entrenaban. ¿Por qué? –pregunto-. En la
clase hay varios alumnos y alumnas musulmanas, pero el tema, que iba tomando
cariz muy sicalíptico, no se mostraban avergonzados. La mujer experta inicia al
joven de un modo que una muchacha de su misma edad nunca podría hacerlo.
Pero don Juan...
¿quién es don Juan? Se ha escrito
tanto sobre don Juan... Conoce
perfectamente la psicología femenina. En cierta manera para comprenderle hay
que considerarlo con un componente femenino muy importante, sabe lo que les
gusta a las mujeres. Otros dicen que es incapaz de enamorarse y que va de flor
en flor por su impotencia. Algún pensador, creo que fue Gregorio Marañón, ha creído
que don Juan es abiertamente
homosexual y que las mujeres no le gustan.
Pocos personajes han abierto un debate tan intenso sobre
su realidad existencial como don Juan.
José Zorrilla hará una
interpretación netamente distinta a la de Tirso
de Molina o de Moliére. El don Juan de Zorrilla se salvará por el amor de doña Inés, será transformado por dicho amor. Los instantes que esté
esa noche diabólica del Carnaval de Sevilla
con doña Inés y, tras matar a don Luis Mejía, su rival, y al padre de esta –al padre de su conquista-,
harán que el seductor... No les he
contado qué pasará. No hay nada que soporten menos que el que se les desvele el final
de las obras, eso que se llama spoiler.
La interpretación metafísica del personaje y la realidad
física y seductora de don Juan ha
hecho que a lo largo de la clase estos jóvenes se hayan implicado en la
reflexión y esta les ha terminado interesando mucho. Sus posturas han cambiado.
Hasta Marta, desolada por su nota
mediocre en el examen, ha cambiado su actitud totalmente destructora y
negativa. La clase ha llegado a su fin. El profesor ha logrado seducirlos con
la literatura y les ha hecho olvidar el Carnaval.
Al final del día, una de las alumnas, Berta, ha enviado un mensaje personal
al profesor haciéndole saber qué tiene un perfil en Instagram en que publica poemas porque querría ser escritora. Sus
poemas son de una intensa búsqueda y revelan una intimidad que el profesor
desconocía por completo.
Me costará mucho olvidar esto.
Buena mezcla de carnavales, literatura y descubrimientos en los alumnos y alumnas. Es curioso cómo la idea de Don Juan ha cambiado, de la maldad a la atracción hacia esa actitud de seguir el instinto contra toda norma.
ResponderEliminarA través de la palabra se conquista a las mujeres a los hombres y muchas otras cosas, solo hay que encontrar a alguien susceptible de dejarse seducir.
Buena clase, a pesar del desánimo general de los alumnos has sabido seducirlos y llevártelos a tu terreno. Well done.
Un beso.
El personaje de don Juan ha sido reinterpretado por cada tiempo por muchos narradores, cineastas y dramaturgos. Pocos personajes tienen esa potencia interpretativa. Me gustaría ver cómo lo ven mis alumnos. Ver su confrontación con el personaje romántico de Zorrilla que, pese a sus pecados, es salvado por un alma pura. Blanca Portillo hizo una versión muy crítica hacia este personaje en su montaje de hace un par de años. Me gustaría confrontarles con esta crítica tan de este tiempo en que estamos.
EliminarUn beso.
Vaya de regalo de Carnaval al profesor que, sin disfraz alguno, sabe seducir a sus alumnos a través de la palabra escrita y una actitud comprensiva, un regalo de Carnaval que nos puede llegar a recordar que somos mucho más que las cenizas en las que finalmente todos nos convertimos.
ResponderEliminarUn beso.
Fer
Tenía a once adolescentes ¿jóvenes? desganados, deprimidos, y me dije que no iba a hacer ninguna trampa para ganármelos sino profundizar en aquello en que estábamos metidos. No habría desvío alguno. Hablaríamos de don Juan -el seductor, el burlador, el mito que tanto había dado que escribir a tantos y tantos-. Han sido siempre voces masculinas las que han interpretado a don Juan y en él se ha visto el personaje luciferino que las atrapa en su red. Drácula es una derivación posterior del mito. Una alumna escribió una vez, después de haber leído la obra de Bram Stocker que ¿quién no querría un Drácula en su vida? Don Juan atrae y repele. Es un personaje sobre el que se ha reflexionado desde todos los ángulos. Espero la reflexión de mis alumnos y especialmente de mis alumnas. Se lo propondré para subir nota. El mito romántico sometido a la critica y la sensibilidad del siglo XXI ¿dónde queda? A ver.
EliminarUn beso, Fer.,
Tus clases me recuerdan cada vez más a "Rebelión en las aulas" (ya sabes cómo llevo lo del cine últimamente) y a todo ese tipo de películas, americanas fundamentalmente, donde destripan los libros intentando entender la literarura desde dentro, y por ende la vida. Siempre me llamaron la atención esas clases donde se tiraban horas pensando en las motivaciones de tal o cual personaje de Shakespeare, extrapolándolas a su propia existencia y milagros.
ResponderEliminarQuizá haya que enseñar literatura así, incluso en bachillerato y a pesar de la selectividad. Quizá no se les olvide la obra jamás si la aplican a sus propias vivencias.
Por cierto, se podría haber enlazado con el capítulo de "Salvados" de anoche domingo. Esas chicas de tu clase tendrían algo que decir sobre este tipo de personajes y su realidad diaria, seguro.
Como siempre, enhorabuena por la sensibilidad y por intentar que la literatura "se haga carne y habite entre nosotros, ¡im-presionante!
Vi hace dos días una película española titulada Stockholm en el que un don Juan moderno quiere ligarse a una muchacha dulce y sensible. Tiene que convencerle de que está enamorado de ella para tener sexo que es lo que quiere. Pero ella se lo toma al pie de la letra y ... Me gustaría pasarles esta película. Es altamente interesante. No sé si han pensado los creadores que detrás está el mito de don Juan, pero yo lo veo aunque sea un ligón de libro el protagonista. Pienso que es una buena adaptación a la realidad de nuestro tiempo. Tengo que pensarlo. Quiero que vean al personaje críticamente.
EliminarY sí, solo viviendo la literatura desde dentro -sin traicionarla- es posible entrar en ella. No se trata de adaptarla solamente. No. Se trata de verla con nuestros ojos y considerar que hay de actual en ella. Está claro que el personaje de don Juan se presta a múltiples reflexiones pero en nuestro tiempo adquiere otros perfiles distintos, sin duda, al que tenía en el romanticismo. Sí, que la literatura se haga carne.
Si yo pudiera dar un curso sin estar condicionado por la selectividad... No digo que sea una pérdida de tiempo, porque no, pero se podría hacer algo muchísimo más significativo e interesante.
Un abrazo, gracias.
Estupendo ejemplo, Joselu, de cómo se puede meter la literatura en la vida real,incluso en la de unos adolescentes apáticos y desanimados por las circunstancias que cuentas. Don Juan es un personaje del que parece no poder decirse nada nuevo, pero tú has demostrado que sí, que cada uno puede tener su opinión sobre él y que tantos años después puede dar pie a nuevas ideas. Cada uno interpreta una obra a su manera, eso es lo fantástico de la literatura. Dramatizar obras o enriquecerlas con aportaciones personales es una excelente manera de hacerlas reales, más cuanto más se alejan de la crítica estereotipada. Dar clase en plena fiesta de carnaval es mortal, más parecido a un castigo que a otra cosa. En mi colegio también tuvieron batukada y desfile de disfraces, es inevitable escapar a estas celebraciones. Recuerdo un año en el que la batukada era sólo para Infantil pero, claro, con semejante follón en el patio era imposible dar clase y necesité dios y ayuda para sofocar el motín que montaron mis alumnos, comprensible pero insoportable. Los futuros bachilleres con los que trabajas habrán sacado algo en claro de ese viernes diferente, seguro. A poco que piensen, seguro que conocen a alguien del estilo de Don Juan, personaje que siempre me ha fascinado aunque reconozco que de hombre modélico no tiene nada. Las feministas ven en él un prototipo del enemigo de las mujeres, y no les falta razón. A mí me atrae de él su astucia, su apasionamiento y su valor, aunque se pasa tres pueblos poniéndose chulo. Le salva el amor de una casi niña inocente capaz de sacrificarse por él, me gusta ese final ilógico pero esperanzado.
ResponderEliminarCoincido contigo en tu final al último comentario: estar sujetos a pruebas y programas nos coarta muchísimo, nos impide dar las clases como nos gustaría, de una forma más rica y atractiva. Así todos salimos perdiendo, se quedan en la cuneta actividades mucho más enriquecedoras para todos.
Feliz semana, colega. Un fuerte abrazo.
El Don Juan de Zorrilla está planteado al gusto de la iglesia católica. Esa salvación del seductor por Inés desde el cielo, que habría intercedido por él, de modo que o se salvaban juntos o ninguno, es bobalicona. La segunda parte de Don Juan Tenorio es un pastiche infumable. No me gusta nada. Es beata, es morigerada, es una estafa al personaje, pero fue la que triunfó a pesar de ser la obra altamente deficiente. Al propio Zorrilla no le gustaba y lamentó tal vez haberla escrito. Su estreno fue un fracaso y cedió los derechos (no sé cómo funcionaban estos derechos en el siglo XIX) por una cantidad mínima para conseguir algo de dinero. Luego se convirtió en lo que conocemos: un éxito popular continuado que a él no le sirvió económicamente de nada. Por lo que he leído, Zorrilla detestaba esta obra que oscureció todo lo demás que escribió. Por cierto, está llena de ripios. Zorrilla se consideraba mejor poeta que lo que mostró en esta obra. Hay que decir que a mis alumnos les encanta. Es el segundo año que entra en selectividad. Sus versos pegadizos les atraen y su argumento moralista parece satisfacerles. La salvación del pecador. Aleluya. No debe ser muy diferente a series de las que son seguidores, en el pastiche sentimental, me refiero.
EliminarAdemás he observado que cuando entra Luces de bohemia de Valle, no suele gustarles demasiado. Más bien poco. Es todo una plasmación de orden estético.
Lamento que esté esta obra como lectura obligatoria en Selectividad.
Un fuerte abrazo, Yolanda.
No me extrañaría que para el próximo carnaval, mucho/as de tus alumno/as se disfrazaran de Don Juan o de doña Inés. Pero solo como homenaje a la obra de Zorrilla, no porque quieran emular a sus personajes. A mí los donjuanes nunca me han caído bien. ¿Quizá por envidia?
ResponderEliminarMe hubiera gustado estar de oyente en esta clase.
Un abrazo.
Jajajaja, Josep Maria, no creo que imaginen ir disfrazados de personajes románticos, son bastante de barrio y esa indumentaria no es lo que les va. En la clase se logró acercarles la obra en una jornada muy especial, pero de eso a que se identifiquen con ella, va un abismo. Hoy una de las alumnas decía que los versos de Zorrilla son pastelosos. Hay mucho ripio en ellos buscando la rima fácil. Pero ciertamente tiene interés la atmósfera en muchas escenas. Hoy hemos leído cuando don Juan entra en la celda de doña Inés en el convento. El profesor tiene que hacer uso y abuso de todos los resortes que conoce e imagina para conectarles con el drama romántico. Son adolescentes a priori difíciles a los que no les va la literatura, así que el profesor tiene que urdir tretas para acercarles un poco el pastel romántico.
EliminarEn cuanto a estar en una clase tú en persona, sería curioso. No sé si tienes relación con adolescentes. Es un auditorio no precisamente fácil. Yo ya estoy acostumbrado a sus biorritmos, a sus malos modos, a sus emociones cambiantes. No todos los días son fáciles. De hecho hoy no lo ha sido. Y llego a casa y tengo un par de adolescentes esperándome. Me he pasado la vida entre adolescentes, me doy cuenta. Me atraen tanto como me enervan. Los echaré a faltar. Pero eso sí, una es la imagen pública y otra la privada. A solas son otra cosa que lo que muestran en grupo. No sé si te hubiera gustado.
Un abrazo.
ResponderEliminarSi todos estaban de fiesta en el instituto, me parece casi heroico que vosotros pudierais concentraros en el Don Juan, así que enhorabuena solo por eso!
El personaje de Don Juan d Zorrilla que es el bueno y finalmente rendido enamorado de Doña Inés, es en realidad el cazador cazado, desnaturalizando creo la esencia del personaje que su antecesor el burlador de Sevilla de Tirso de Molina, que era el cínico seductor que olvidaba fácilmente para volver a seducir… sin escrúpulos ni conciencia por eso termina abrasado en los fuegos del infierno. Creo que es ese puntito canalla, como inmunizado a caer en las redes del enamoramiento lo que hizo un mito Don Juan, un supermachote ¡vamos! despreciable donde los haya y justo por eso atractivo como todos los duros, pendencieros y malotes ... Zorrilla le reconvierte en buenín, absolutamente rendido al amor de Doña Inés, la única que al final le cree, dejando de ser el mito eterno para convertirse en un simple mortal rendido a su amada, con cara de cordero degollado como todos los enamorados vistos desde fuera … nada atractivos por cierto;)
... Los humanos somos así, se supone que todos debemos tender a la bondad pero la bondad desde fuera no resulta nada atractiva en realidad, a los buenos les birla la novia el listillo de turno ;)
Muchos besos JOSELU aquí llueve a mares así es que se han chafado todos los carnavales, a mi no me da pena porque no me gustan pero lo siento por los que los esperan y preparan todo el año, en fin, siempre nos quedarán los buenos de Don Juan e Inesita ;)
El mito de don Juan se ha comentado e interpretado desde infinidad de ángulos y corrientes de pensamiento. Concretamente, como decía en algún comentario anterior, les he ofrecido hacer una crítica del personaje desde el sesgo femenino -no sé si feminista- de Blanca Portillo que dirigió un montaje sobre el Tenorio. Para ella, don Juan es un psicópata, incapaz de sentir nada, un ser malvado sin ninguna luz, y a todo esto añade una retahíla de calificativos nada favorables.
EliminarUna alumna hoy comentaba el estilo de Zorrilla calificándolo de pasteloso y se ha preguntado en voz alta si a mí me iría dicho estilo para seducir. No le he contestado, pero me sonreído irónico. Don Juan hace llegar a doña Inés una carta a través de su cómplice en el convento, Brígida. La carga está cargada de veneno seductor para la inocente Inés. Les he hecho una reflexión del poder de las cartas manuscritas que ya han desaparecido y enviadas a la persona amada. ¿Me han preguntado si yo las he escrito? Les he dicho que muchas en otro tiempo -asusta pensar que esta cultura ya haya desaparecido-. Siempre están indagando la personalidad del profe. Pero hablábamos de don Juan, el maligno don Juan, seduciendo a la niña Inés de diecisiete años -la edad de mis alumnas-. Sí, efectivamente, es reconvertido por la fe de Inés que quiere unirse a él en el cielo. Y ahí cae el Tenorio para pasmo de sus seguidores y admiradores. Una alumna creía que era más justa la condenación al infierno en el don Juan de Tirso.
Para terminar el tema, les pasaré la película Stockholm de Rodrigo Sorogoyen del año 2013. No la había visto hasta el otro día. Sus intérpretes, Aura Garrido y Javier Pereira, creo que hacen una versión nueva del seductor y la seducida. Seguro que es una forma de acercarles más el personaje. La película tiene un final terrible. No sé si la has visto.
Yo no hubiera elegido Don Juan como lectura. Desgraciadamente, son lecturas que nos vienen impuestas.
Muchas gracias por tu comentario.
Muchas teorías sobre Don Juan, muchas imágenes que suscita y el mito sigue vivo.
ResponderEliminarPor mi parte creo que uno de los temas más recurrentes de la literatura universal es la destrucción de la inocencia. Esa destrucción de la inocencia se puede hacer por medio del aprendizaje al modo, por ejemplo, de los personajes de Mark Twain, Jack London, Stevenson etc...(Tom Sawyer, La Llamada de la Selva, El libro de la Selva etc.) o de una forma más brutal como podría ser Fausto, Don Juan y quizás el Quijote mismo.
En un caso hay un proceso evolutivo de crecimiento a través de experiencias duras pero razonables. En el otro una ruptura totalcon todo lo anterior para lo que se requiere un Mefistófeles o un Don Juan.
Don Juan es la seduccción extrema que conduce al pecado y a la ignominia y donde la conquista supone la muerte. Emociones extremas que reflejan pulsiones profundas y abisales de nuestro subconsciente.
Don Juan es un ser poderoso porque cuestionando valores de los que nos hemos equipado nos sigue pareciendo un personaje atractivo. No hay nada más chungo que un monstruo atractivo que se lo pregunten a Drácula.
Saludos
Me ha sorprendido e interesado tu interpretación de que en Don Quijote se desarrolla el tema de la pérdida o destrucción de la inocencia. Nunca me lo había planteado así. Supongo que te refieres a la transformación de un héroe cuyo objetivo es la justicia y luchar por los desamparados. Se enfrenta a un mundo que lo desdeña y que se burla de él ridiculizándolo. Su ideal es amargamente demolido por la realidad. Es la interpretación romántica del héroe si no me equivoco. No obstante, el héroe sale victorioso al final porque ha creado un mundo que todos deben imitar y que sigue vivo cuatrocientos años después. Es un héroe derrotado que logra transformar el mundo. ¡Qué virtualidad la de los héroes derrotados! Don Juan también es derrotado por la justicia divina en Tirso, y en el don Juan de Zorrilla, es por la pureza angelical de doña Inés que lo transforma.
EliminarLa conexión con Drácula creo que es patente. Drácula vampiriza a sus víctimas, les succiona la sangre pero ellas o ellos se sienten atraídos por esa mordedura que implica la muerte pero no deja de ser una especie de orgasmo el que sienten.
El don Juan ha tenido infinidad de derivaciones, y sigue vivo, a pesar de que hoy día levante un horror ante su machismo y bravuconería. Una alumna hoy me ha preguntado horrorizada que por qué leíamos eso que le repele. La explicación es obvia: porque nos es impuesta en las PAU. No obstante, es un personaje al que se le puede sacar mucho jugo a pesar del rechazo que suscita en la mentalidad moderna.
Saludos cordiales.
Todo este tema del Don Juan Tenorio, en el que no pensaba entrar puesto que nunca leí la obra (nunca me interesó), me ha hecho pensar en su trasfondo y su conexión con la vida real contemporánea. A mí la obra nunca me sedujo, pero creo que una obra que gira entorno a la seducción (esa manipulación que suena más "bonito") va más allá de lo puramente amoroso o incluso sexual. La biensonante "seducción", al menos literariamente, ¿no es en realidad una de esas miserias humanas que nos acompañan desde la noche de los tiempos? Y estoy intentando trascender lo puramente amoroso. ¿No es la seducción en realidad una vil manipulación? ¿No es el dominio del más fuerte (el que tiene más recursos, más conocimientos, más habilidad) sobre el más débil? ¿No se trata simple y llanamente en conseguir que el otro/a haga lo que yo quiero sin que se de cuenta? ¿No es manipular su libertad para conseguir mis propósitos? ¿No es hacerle creer que elige en libertad cuando lo he programado para que haga lo que yo quiero, conocedor que soy de los mecanismos psicológicos para conseguirlo?
ResponderEliminarMás allá de la definición de seducción, o su catadura moral, estos días reflexionaba sobre la realidad política en el país valenciano, y me venía a la mente la palabra "seducción". ¿Cómo pudieron dejarse convencer la mayoría de los valencianos en todo ese derroche millonario en euros, cuya deuda van a estar pagando hasta el 2023 como mínimo, a la par que llevaban a sus hijos a colegios con barracones? ¿Por qué les votaban? ¿Acaso los valencianos son tontos?
Yo creo que la explicación es la "seducción". Dejarse seducir por unos políticos hábiles, por unos seductores profesionales, por unos donjuanes de la política, ha sido su perdición. Nadie, o muy pocas personas, han sido inmunes a ser seducidos por alguien a lo largo de sus vidas. Cuántas veces no habremos dicho... ¿Porqué me habré dejado convencer por esa persona? ¿Por qué me sedujeron sus palabras?
La seducción, la manipulación está a la orden del dia. Hay quienes saben tocar muy bien nuestras teclas emocionales, y hacer con nosotros lo que les interesa a ellos.
Y abandonando por un momento nuestro papel de víctimas de la seducción... ¿Hemos sido alguna vez seductores?
Xavi.
Tu comentario tiene diversas e interesantes derivaciones. Don Juan es un seductor algo que tú condenas, ampliándolo a cualquier esfera, como pura y simple manipulación. El desarrollo de mi vida me ha llevado a pensar como tú. Recuerdo cómo me emocionó El club de los poetas muertos cuando lo vi por primera vez en el cine en su época. Aquel profesor Keating era un seductor. Lo he terminado viendo y ahora es una película que me horroriza y que me echa para atrás precisamente por la manipulación emocional que supone respecto a sus alumnos. La seducción es manipulación emocional halagando a la víctima que la experimenta. Le dice lo que ansía oír o lo que no ella no se atreve a decir. Es un juego de proyecciones. El seductor saca el poder de sus víctimas que son vampirizadas y sometidas a la voluntad del seductor. Es un juego sucio que tiene en el sexo un papel fundamental. Hubo un tiempo en que me gustaba que me sedujeran o seducir teniendo pocas armas para ello. Las revistas femeninas utilizan profusamente este término con unas características muy positivas. Seducir tiene un aura atractiva. Pero es repelente y sucio.
EliminarEstos días leo a Kafka. Pocos autores son más antiseductores que Kafka. Kafka es imposible que seduzca a nadie, tal es su extrañeza y enigma que lo acompaña. Y me gusta. A mis alumnos los desconcierta totalmente. Hoy una profesora me ha dicho, ante un relato que le había pasado de él, que bastaba de Kafka. No es un seductor. Y eso me gusta.
En cuanto a tus alusiones sobre la política en la Comunidad Valenciana, estoy de acuerdo totalmente. Cuando vi la ciudad de las Artes en Valencia me quedé estupefacto y no entendí cómo aquello había sido posible. La mejor forma de apropiarse de un pueblo es halagándolo y los valencianos debieron creerse muy importantes por el ficticio boom que hubo durante una década.
No obstante, quiero enlazarte un vídeo que hice personalmente en un mitin de Podemos en Barcelona. Fui solo por curiosidad a hacer fotos. No participé del clima emocional que había allí, pero me gustaría que lo vieras y que te fijaras en los rostros de la gente de todas las edades, sobre todo de mediana edad. El rostro con que miran ese mitin centrado en la persona de Pablo Iglesias. Míralos y dime que no están siendo seducidos y abducidos porque necesitan en su vacío existencial y político una verdad pura que les haga creer en algo. ¡Ojo! MITIN EN BARCELONA DE PODEMOS
Me preguntas si hemos sido alguna vez seductores y he de decir que probablemente en un etapa de mi vida lo fui en la enseñanza y me lo creí. La realidad de bajar de ese pedestal que me había creado me costó una década de profunda depresión y de sufrimiento profesional. Supongo que una cosa es producto de la otra.
Saludos.
He visto el pase de fotos del enlace que has puesto. Es muy ilustrativo. Pero no veo una uniformidad de expresiones faciales. He visto algunas reflexivas, de curiosidad, expectantes, con los cuerpos echados hacia atrás. Otras, en cambio, tienen la mirada de la admiración, de la exaltación, de la devoción, con los cuerpos echados hacia adelante. Alguna incluso con la mirada de la desesperación, esperando ayuda. Un buen ejercicio sociológico-fotográfico hubiera sido realizar el mismo reportaje en un mítin del PP, del PSOE, de Ciudadanos o Izquierda Unida. Sólo realizable si se dispone de mucho tiempo y ganas. El resultado, creo, no hubiese sido fotográficamente muy interesante, pues quiero suponer que hubiésemos encontrado las mismas caras: las expresiones faciales de cuando hemos sido seducidos por uno o unos líderes carismáticos. Creo que otro tanto se puede ver entre el público en el pasillo de la fama de la entrada a la ceremonia de los oscar, en las puertas de los hoteles cuando llegan futbolistas famosos, o en los conciertos musicales en los rostros de los fans.
EliminarAl hilo de lo que hablaba antes en Valencia, a veces intento imaginarme cómo debió ser la Alemania de los años 30 y el proceso de seducción de la población por parte del partido Nacionalsocialista y, sobre todo, su figura carismática, Hitler (no equiparo ambas realidades, sino el proceso de seducción). No fue rápido y fulgurante, sino lento y con enormes dificultades. Meditado y calibrado paso a paso, incluso al principio fue rechazado por la población. Un proceso de seducción en toda regla, encontrando las debilidades psicológicas y tocando la fibra emocional para llevarse el pueblo al huerto. Y en eso tuvo un papel importante la publicidad, gestionada hábilmente por Goebbels. Publicidad que aún hoy en día sigue, con otros contenidos y objetivos, seduciéndonos cada día sin que nos demos cuenta. Los políticos, junto con los publicistas, son los grandes seductores de nuestra sociedad contemporánea. En seducirnos consiste su trabajo, su oficio. Unos para que les votemos y los otros para que les compremos.
Xavi.
Hay que estar alertas ante la seducción que proviene de la política y la publicidad porque ambas apelan a sentimientos elementales que anidan en nosotros. Políticamente se usan resortes esquemáticos, maniqueos, para manipularnos. Lo veo en Cataluña y la voz potentísima del independentismo que llega a todos los rincones de la sociedad. Todo se reduce a un España enemiga en su nivel más claro. Así de simple, pero cala profundamente repetido hasta la saciedad. Las ideas políticas seductoras son extremadamente simples, igual que las que se proyectan mediante la publicidad. Nuestros mecanismos psicológicos son extremadamente simplones y rehuyen la complejidad. Nos atrae el dualismo como modo de huir de la angustia. Y en la Alemania nazi se encontró un enemigo interior sobre el que descargar la angustia creada por la hiperinflación de la república de Weimar, el sentimiento de derrota en la primera guerra mundial, el paro galopante ... y ese enemigo interior se concentró en los judíos (un sector humano que tenía una entidad considerable en todos los sectores, a pesar de ser siempre outsiders). Hitler y sus colaboradores, crearon un discurso maniqueo que caló y funcionó. Los judíos eran culpables de la postración de Alemania, los culpables de su derrota ignominiosa, culpables de estar mezclando su sangre con la aria, de dominar la economía alemana. No hay nada en política como encontrar al enemigo adecuado. Solo hay que repetirlo millones de veces y golpear siempre con ello. Si hay un caldo de cultivo, florecerá. Y es difícil enfrentarse a la masa radicalizada cuando esta se cree en posesión de la verdad.
EliminarLo único que se me ocurre, Xavi, es el escepticismo y huir de evidencias. Lo peor que existe son las citadas evidencias. Evidente no hay nada. Por eso me atrae tanto el mundo de Kafka. Porque es oscuro y no hay en él evidencias de ningún tipo. Uno de sus amigos cuenta que Kafka estuvo presente en una manifestación cuando estalló el conflicto de la primera guerra mundial y se desató la euforia en los países contendientes. Kafka participó de dicho sentimiento en un primer momento y se lo veía feliz en medio de la muchedumbre alborozada. Pero luego, en un segundo paso, se distanció. Pudo librarse de ir a combatir. Pero es interesante ese primer momento de identificación con el sentimiento de las gentes. A todos nos gusta participar de un sentimiento colectivo en que participan cientos de miles de personas (bueno a mí no). Uno deja de ser una partícula aislada y se confunde emocionalmente con un sentimiento más amplio, inmenso. Los clubes de fútbol, las manifestaciones nacionalistas ... son prueba de ello. La angustia de existir, siempre presente, se diluye y por unos momentos estelares el individuo deja de tener importancia en nombre del Völk, la nación, el pueblo, la raza, la pureza, la colectividad. Simple pero eficaz. Precisamente por simple, eficaz, terrible.
Hola Jose Luis, pienso que tienes razón, lo importante también es que donde tu trabajas, los estudiantes vienen a clase. Por ejemplo días antes de carnaval todos hablaban de qué disfrazarse y qué es lo que harán, pero qué sorprendente que cuando llegó el viernes, apenas había venido gran parte de la clase y sólo fuimos tres los que nos disfrazamos, y la verdad es que después del descanso o recreo, otra parte se fue y eso que nos quedaban solo dos horas. Por eso digo, tu tienes suerte de que haya alumnos que asistan en donde tu trabajas porque donde yo estoy faltan siempre que pueden
ResponderEliminarP.D soy alumna
Ese día vinieron todos, Trinidad, algo que no es frecuente. Hoy me han faltado dos. Me sorprendió. La medida de no celebrar Carnaval fue debida precisamente a su falta de implicación en el mismo en años anteriores. Y, sin duda, fue una buena medida, a pesar del muermo con que los encontré ese día. Yo me lo pasé muy bien, y ellos creo que también. Mi centro es de los que se mira con cierta displicencia porque estamos en una barriada con mucha inmigración, pero creo que hacemos las cosas con dignidad. Otros nos miran desde un cierto desdén con superioridad.
EliminarUn cordial saludo, Trinidad.
Yo, que he escrito tanto sobre el Don Juan y Zorrilla sé que el tema sigue y seguirá vivo reinventándose y adaptándose a cada generación.
ResponderEliminarDon Juan en realidad no es un mito del Día de Todos los Santos, sino de los Fieles Difuntos -la diferencia, en este caso, es sustancial y hace referencia a la tradición católica-. Y, curiosamente, comienza en escena de carnaval -también es algo buscado por Zorrilla.
Mira que se le ha retorcido a este Don Juan de Zorrilla y cómo llena cada vez que se escenifica...
Buen reto ponérselo a los alumnos, sin duda.
Gracias por la corrección, Pedro, son fechas contiguas que yo tiendo a unir, pero no son lo mismo, efectivamente, tal vez porque no he vivido nunca la ritualidad del día de Difuntos reconvertido ahora en ese paquete que es Halloween. Y la conexión con el Carnaval también es claramente buscada. Una noche de máscaras y una noche de difuntos.
EliminarLo cierto es que la obra despierta en mis alumnos desde el comentario de que es pastelosa -sin dejar de atraerles- hasta la acusación de machismo indecente del personaje. Es curioso que a alumnas árabes les encanta la historia. Tengo una que ya estuvo en la clase el año pasado y que vuelve sobre la obra y le fascina. Hace de espoiler de algunos momentos de la obra. Lo cierto es que a nadie deja indiferente. Luces de bohemia no les suele gustar demasiado pero Don Juan Tenorio sigue teniendo ese atractivo que les conmueve. Creo que nunca he asistido a una representación del Tenorio más que una paródica e irreverente que destrozaba el mito de forma claramente sexual.
Hay siempre un punto seductor en las obras literarias que corresponde al maestro captar y transmitir. Tú lo has logrado con esa clase en la que has reconducido el tema desde lo más tópico hasta lo más actual. No es fácil hacerlo, pero como bien dices el resultado merece la pena, porque en ese proceso has cautivado los intereses y has despertado las emociones que dan sentido a lo literario. En estos días me ocurre algo parecido con la Celestina, una obra cuyo argumento desmenuzo con fruición para despertar en ellos el ansia de preguntar y de saber más. Enhorabuena una vez más.
ResponderEliminarLa Celestina fue uno de los libros más fascinantes que tuve ocasión de trabajar con mis alumnos en el antiguo BUP. Luego raramente he podido hablar de él porque por aquí no entra nunca en Selectividad como tampoco El Cantar de Mío Cid entre otros. No es difícil acercarles -con habilidad de prestidigitador- esta Tragicomedia. De igual modo el Don Juan tiene una potencialidad máxima para conmoverles. El de Zorrilla, no tanto el de Tirso. Esa sentimentalidad y dramaticidad romántica les atrae (o les repele) poderosamente. El profesor hace lo que haga falta para meterlos en la obra, incluso representando la escena de la seducción de don Juan a orillas del Guadalquivir con ellos como actores.
EliminarCuando viajaba por Indonesia y me preguntaban cuál era mi profesión, yo decía con orgullo que "Guru Kesusastraan" o lo que es lo mismo que profesor de literatura. Lo he sido con toda mi alma. Y si hay que hacer malabarismos o juegos de magia para meterlos dentro ... pues se hacen ...