Leí hace años un libro significativo: Diez días que estremecieron al mundo del periodista americano John Reed. El libro, en clave de reportaje, describía los días que llevaron a la toma del palacio de invierno de los zares y el triunfo de la revolución que terminaría llevando a los soviets al poder. Fue un momento extraordinario. Describía la lucha del pueblo por conseguir la libertad y desembarazarse de la opresión zarista. Había diferentes fuerzas detrás de esta movilización de las masas, pero solo una de ellas terminaría monopolizando la revolución e instaurando una nueva dictadura que duraría setenta años.
Este libro de John Reed me ha venido a la cabeza contemplando los dieciocho días que han estremecido al mundo y que han llevado, en una decidida movilización del pueblo egipcio, a la caída de Hosni Mubarak, tirano que llevaba treinta años en el poder. Ha sido una revolución pacífica que seguía la senda de la que había triunfado en Túnez. Todos los que pensábamos que los pueblos árabes no estaban preparados para la democracia, nos hemos admirado de estas revoluciones que no han tenido al islamismo como fuerza determinante, sino a la juventud, mayoritaria en estas sociedades, y que propugna, al parecer, una sociedad abierta y pluralista en que sean esenciales las libertades que permitan una mejora sustancial de las condiciones de vida.
Es de destacar que estar revoluciones y las que pueden venir a continuación han tenido como telón de fondo la publicación de los papeles del departamento de Estado norteamericano por Wikileaks en los que se desvelaba el funcionamiento corrupto de estos países. No sabemos la incidencia real de esta publicación, pero lo que es cierto es que muchos jóvenes sentados frente a un ordenador y utilizando las redes sociales como Twitter y Facebook han protagonizado un nuevo tipo de revolución liderada no por las fuerzas clásicas sino por blogueros que han desatado en tiempo real un huracán de fuerzas que han llevado a la movilización de cientos de miles de personas en Túnez y Egipto. Los partidos tradicionales, los islamistas, las propias dictaduras, los servicios secretos de los distintos países incluidos los americanos, los israelíes, etc, se han quedado boquiabiertos porque nada de esto entraba dentro de sus expectativas. La historia ha desbordado a la imaginación más exaltada, igual que sucedió con la caída del muro de Berlín o el advenimiento de la crisis económica en que estamos que no fue prevista ni sospechada por el propio Fondo Monetario Internacional. Esto me llena de admiración porque me lleva a la idea de que la historia no es previsible. Ni los mecanismos ni instituciones más refinados, que se pasan la vida intentando saber por dónde irá el mundo, son capaces de intuir el efecto de las fuerzas en juego o los estados de tensión que pueden estallar en un momento dado. La historia del mundo se puede explicar a posteriori. Para eso están los historiadores que intentan ordenar cómo pasó lo que pasó y comprender qué lógica desencadenó los distintos acontecimientos. Pero nada de eso sirve para predecir el futuro que se desarrollará según lógicas reales pero que no nos son conocidas. ¿Qué será de Europa en cincuenta años? ¿Qué sucederá en el mundo? ¿Cuáles serán las fuerzas o esquemas dominantes? Podemos hacer conjeturas pero la realidad que se puede desencadenar en unos segundos puede llevar adonde ni siquiera imaginamos. Pensemos en el encadenamiento de sucesos que llevó a la revuelta en Túnez: los papeles de Wikileaks, la detención de un informático en paro que tenía un puesto de verduras en un mercado y que tomó la decisión de quemarse a lo bonzo… Un mes después caía Mubarak… y ahora no sabemos qué irá a continuación: ¿Argelia? ¿Marruecos? ¿Siria? ¿Cisjordania? ¿Mauritania? ¿Yemen? ¿Pakistán? ¿China?
Sería inútil que pretendiera hacer la más mínima suposición, pero lo cierto es que en las sociedades se desarrollan energías subterráneas –casi en el mundo onírico- que en un momento determinado estallan y se llevan sistemas políticos por delante y estos caen tal un castillo de naipes como si hubieran estado sostenidos únicamente por arte de magia, y un soplido los hace desvanecerse. El problema que viene después, todavía más arduo que la revuelta inicial, es la de saber qué forma va a adoptar la transición a otro sistema, a otro equilibrio que pueda satisfacer a los que han hecho la revolución. Esa es la cuestión ahora, y el mundo sigue conteniendo la respiración para saber por dónde irán las cosas, y además no tenemos la más mínima idea de qué va a pasar acto seguido. Así es la historia
Pues sí, Joselu, esto que ha pasado es "el efecto mariposa" de la teoría del caos, es algo imprevisto que va a cambiar el mundo en que vivimos. Para bien? para mal? Realmente como no está en nuestras manos y ya hemos visto que no podemos prever, tendremos que esperar acontecimientos. De todas formas, se ha visto una madurez en Tunez y Egipto que es un ejemplo para todos. ¿hubiera sido posible esto en la Dictadura de Franco? Creo que no, pues las cosas siempre llegan cuando tienen que llegar y nunca un minuto antes. Se espera, creo, un buen debate con tu post. Estaré al loro. Un abrazo. Lola
ResponderEliminarLola, lo has plasmado con exactitud. Parece regir la historia un principio de incertidumbre que se diría inspirado en el efecto mariposa, y lo cierto es que cuando algo tiene que caer, cae, como cayó la dictadura de Franco que, de seguir, hubiera sido insostenible. Tuvo suerte de morir a tiempo de no terminar siendo juzgado. Nuestra transición fue en muchos sentidos un modelo en que se reubicaron todas las fuerzas intentando dar una salida a los viejos problemas de España, aunque visto el resultado treinta y cinco años después, no parece que se hayan resuelto. Espero que los egipciós y tunecinos sepan encarar una transición pacífica y audaz, pero lo cierto es que milagros no son posibles y de la pobreza no se sale fácilmente si es lo que esperan las masas árabes. Hoy aparecía una noticia en la prensa que reseñaba que miles y miles de tunecinos se han echado al mar en todo tipo de barcos rumbo a tierra italiana. Ha estallado otra bomba migratoria que no esperábamos. Si el rey Mohamed de Marruecos cayera, íbamos a ver la que se nos venía encima. Lo dicho: el efecto mariposa.
ResponderEliminarSi cayera Marruecos, si Mohamed cayera, esperemos que fuera la juventud que quiere democracia la que le diera puerta a su dictadura y terrorismo de estado, pero los integristas, que son muchos en Marruecos, estarían muy atentos y miedo da el tema.
ResponderEliminarVan a pasar muchas cosas Joselu, muchos cambios que creo que aun veré con mis ojos porque no estoy hablando de un futuro muy lejano ni de ciencia-ficción. Lola.
Nos van a caer chuzos de punta. La situación economica de occidente es insostenible por ficticia. Nuestras economías crecen porque crece la bolsa, pero la bolsa no genera riquezas ni empleos...genera dinero...pero virtual, estamos volviendo a lo mismo. Esas revueltas con mucho menos para juvenil que en europa, pero con hambre...de todo tipo, no me refiero sólo al hambre física, y Marruecos...por un lado el norte, los bereberes, por otro lado el sur...entre medias los radicales y para desestabilizar sólo tienes que exaltar a los bereberes, ignorados y denostados por sus reyes... No se que ocurrirá, pero cambiará las cosas.
ResponderEliminar(Por cierto Joselu, estoy dandole vueltas a lo que me comentaste el otro día del "belloso", creo que te lo comentaré por C.E., más que nada por no dañar egos...)
Malo, no conozco Marruecos como para saber cuáles son sus posibles líneas de fractura. Parece que la situación está controlada y el hecho de que haya podido exportar millones de inmigrantes que mandan remesas de divisas a casa, así como las relaciones privilegiadas con la Unión Europea hace que la situación esté más equilibrada, pero como decía en el post, nada ni nadie está seguro y en unas horas o días puede cambiar el sesgo de la historia. No tengo ninguna simpatía por Mohamed VI pero tengo la impresión de que tendría un alto coste para nosotros un cambio no controlado, y en Marruecos sería así. El problema de estas revoluciones es que se tienen que apoyar en el ejército que aparece como garante de la transición, dado que no hay fuerzas políticas viables y con implantación. No deja de ser, no obstante, un experimento social y político inquietante y fascinante a la vez.
ResponderEliminarEstamos viviendo en directo unos acontecimientos históricos y sorprendentes, inesperados y de ningún modo previsibles. Me cuesta creer que haya sido un levantamiento espontáneo del pueblo, por muy harto que estuviera. ¿Quién está detrás? ¿A quién le interesa este cambio de rumbo en países islámicos, siempre temidos por parecernos (no sin razón) peligrosamente fanáticos? No sé, creo que hay algo (mucho) que no nos están contando. Ojalá estos países (quizá los primeros de una larga serie) encuentren la vía pacífica para vivir en paz y libertad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, colega.
Sigo con expectación lo que sucede en el mundo árabe. Me emociona que en alguna parte del mundo los jóvenes sean capaces de cambiar el curso de la historia. Aunque la desesperación y muerte de Mohamed Bouazizi queda como el detonante de la revolución, en Egipto miles de jóvenes seguían una página en facebook en la que se recordaba a Jaled Said, el bloguero en paro asesinado por la policía por denunciar en su blog la situación de corrupción y miseria de Egipto. Creo que esa concienciación y esa solidaridad es imposible hoy por hoy en Europa o en Estados Unidos, donde cualquier atropello a los derechos humanos se olvida cuando desaparece de los informativos de la tele. Desde los poderes mediáticos nos han asustado tanto con los terroristas islámicos que miramos con desconfianza los cambios que inevitablemente se producirán y que nos afectarán de una manera u otra: si las democracias que están por nacer no solucionan el problema de la poblema es probable un repunto de los fundamentalismos y una migración hacia la cada vez más vieja, intransigente y depauperada Europa (soy pesimista, no creo que la crisis esté llegando a su fin y cada vez me convenzo más de que estamos en manos de políticos ineptos); si logran establecer gobiernos sólidos que traigan posperidad, quizá sean nuestros hijos los que tengan que emigrar a Marruecos o Túnez (a fin de cuentas, Oriente ha conocido épocas de gran prosperidad). Como bien dices, todo puede ocurrir; la historia no está escrita ni es cíclica. Estamos empezando a vivir un momento histórico dominado por la incertidumbre y eso nos inquieta. Estábamos tan aletargados con la crisis, el fútbol, la contaminación, el terrorismo, los políticos, ... y de pronto unos jóvenes árabes sin más liderazgo que el poder de las nuevas tecnologías desbancan a dos dictadores. ¿Qué pasará? No lo sé, pero me gusta.
ResponderEliminarEl colofón de todo esto sería una revolución en China, ya la están temiendo. Podría llegar en 2012?
ResponderEliminarHay que recordar el hambre, que es uno de los motivos que generan estas revoluciones.
Lo que a mi me da esperanza todo esto es con respecto a Europa, me da esperanza con el ser humano. Los europeos, que siempre han sido muy dados a las revoluciones no creo que se dejaran hacer. Puede que mi generación sea la perdida, sobretodo porque las generaciones anteriores no quieren sacrificar nada. Pero espero y creo que nuestros hijos y nietos (los de mi generación) se levantarán de nuevo. Incluso puede que nosotros lo hagamos.
Por ahora, hay que ser pacientes, hay que ver como avanza la cosa. Lo de túnez me da buena espina. Hoy un ministro ha dimitido porque los funcionarios de su ministerio se han puesto en huelga porque no hacía bien su trabajo. Lo de túnez me da muy buena espina repito. Egipto hay muchas cosas más metidas por allí... Israel es un monstruo que se lo come todo.
Pero lo dicho, tiempo al tiempo. Ya lo dije, 2011 sería un año de cambios y 2012 el colofón.
saludos
Yolanda, pienso que lo más sorprendente de estas revoluciones es que no estaban previstas: ni Mubarak, ni Obama, ni Sarkozy, ni el gobierno israelí, ni Ahmadineyab... sabían nada de lo que estaba a punto de sucecer. Han sido los jóvenes coordinados por las nuevas tecnologías los que han llevado a cabo una revuelta o revolución inesperada. Esto nos puede orientar del valor transformador que tienen estas nuevas tecnologías que nuestros alumnos utilizan masivamente. No hemos de dejar de comprenderlas e incorporarnos a ella. Hoy el mundo pasa por lo que sucede en ellas. Soy un enamorado de cierta concepción del pasado, pero lo que está sucediendo es algo nuevo. Un abrazo, colega.
ResponderEliminarHortensia Lago, también a mí me gusta, pero no deja de inquietarme la noticia de que miles y miles de tunecinos se están lanzando al mar intentando alcanzar las costas de Lampedusa. Esto no nos lo esperábamos. Estos regímenes ejercían de guardianes del mar e impedían estas migraciones. Egipto tiene una enorme población desocupada o simplemente que quiere mejorar de condiciones de vida. Túnez era uno de los países árabes más occidentalizados y se está destapando el ansia de emigrar. Las revoluciones tienen muchas caras: algunas esperanzadoras y otras inquietantes. El mundo está, como bien dices, en una etapa de incertidumbre y nada de lo que conocemos nos sirve demasiado para comprender el presente y menos para predecir el futuro. Por otra parte me fascina el origen tecnológico de las revueltas y el papel de los blogueros. ¿Quién iba a pensar que una modesta bitácora en internet pudiera tener tal poder transformador? Me gusta estar metido en esto como bloguero que quiere transformar también la sociedad y estar presente en el futuro. Dadme albricias.
ResponderEliminarEloi, el futuro ha comenzado. Es posible que esté muriendo una cierta forma de entender la política, de relacionarse ciudadanos y gobiernos, de un modo de participación que nos margina dejando todas las decisiones en manos de los que son elegidos cada cuatro años pero que no cambian nada... Mañana empiezo con un proyecto telemático en mi instituto llamado Cien ideas para cambiar el mundo. Los destinatarios son muchachos de primero de ESO. Quiero hacer una prospección del grado de conciencia que tienen y la percepción que poseen del mundo. Lo contaré en directo. Es importante que la sociedad se reideologice, que no deje todo en manos de los que mandan. Quizás las bitácoras y demás heramientas tecnológicas sean una palanca mucho más potente de lo que pensamos. Estamos en ello. Un cordial saludo y esperemos ese 2012 sobre el que hay profecías mayas y tu predicción sobre un momento relevante en la historia contemporánea. Lo dicho: el futuro ha comenzado.
ResponderEliminar¡¡Uy, JOSELU, me parece que hoy hemos tendido telepatía!! :-)
ResponderEliminarVerás, en otra línea pero yo también le he estado dando vueltas a lo que comentas.
Me ha fascinado lo ocurrido en Túnez, Egipto y también en Yemen, aunque de ello se sepa menos.
Efectivamente el futuro está por escribir, pero me encanta ver que algunos no están dispuestos a que lo escriban por ellos. Nos hemos vuelto tan conservadores que todo cambio nos aterra y yo creo que cuando las cosas no van bien, los cambios al menos a corto plazo, siempre son buenos.
¿Te imaginas cómo se pueden sentir todos esos ciudadanos egipcios, que se han jugado la vida en la calle, al ver hacer las maletas a Hosni Mubarak?
Esa satisfacción no se la va a quitar ya nadie.
Hoy el gobierno militar en funciones, ha anunciado cambios constitucionales, referedum, elecciones y consecuentemente que no se va a instalar en le poder, todo buenas noticias.
Han comenzado a escribir su historia y lo que tenga que venir vendrá, pero el pueblo egipcio hoy, te aseguro que está que explota de orgullo...mucho más, cuando vuelvan los turistas naturalmente :-)
Nadie prevé el efecto de un gesto y a veces, sólo eso cambia la historia, los pequeños aleteos de mariposa son los que con el tiempo han tumbado muros que parecían imposibles de derribar y han caído, así que... desde luego yo.. pienso mover mis alitas todo lo que pueda jajaja y que al menos, por mi no quede.
Por de pronto el 15 a las 22 horas pagaré la luz y si todos lo hacemos esa noche a la siguiente será media hora y así hasta que en este caso otros tiranos como son las eléctricas, se den cuenta que los consumidores, no tenemos que pagar moratorias de la energía nuclear, ni inversiones en energías renovables...que su beneficios los reinviertan y que si sus dividendos son menores, lo asuman como normal. No soporto ver como constantemente se aprieta el cinturón de los más débiles, sin que los grandes cedan ni una miaja de sus ganancias.
En fin, lo siento que me voy por los cerros de Úbeda:-)
Ya sabes que yo soy optimista por naturaleza, pero tengo esperanza, mucha además... siento que las cosas poquito a poquito se moverán y si todos arrimamos el hombro, lo harán más rápido...
Así que ¡¡hale!! ¡¡tooodo el mundo a mover las alitas a ver qué pasa!! :-)
Muuuuuchos besos JOSELU y feliz noche.
Soy un lector devoto de la bitácora de YOANI SÁNCHEZ – bloguera famosísima en todo el mundo - desde hace años. Hoy me permito, con tu permiso, Joselu, reproducir su última entrada. Me gustaría que en Cuba cambiasen de una vez las cosas, pero allí el acceso a Internet está muy controlado porque saben de su poder...
ResponderEliminar“Penumbra y luz en la plaza de Tahrir, una mezcla rojiza de fosforescencias interrumpida por el destello de las cámaras fotográficas y por el brillo de las pantallas de los teléfonos. No estuve allí, y sin embargo, sé lo que sintieron cada uno de los egipcios congregados anoche en el centro de El Cairo. Yo, que nunca he podido gritar y llorar en público, feliz de que el ciclo de autoritarismo bajo el que he nacido haya terminado, confirmo que lo haría igual, me quedaría sin voz, me abrazaría a los otros, me sentiría ligera como si una enorme carga hubiera descendido de mis hombros. No he vivido una revolución, mucho menos ciudadana, pero esta semana, a pesar de la cautela de los noticiarios oficiales, he presentido que el canal de Suez y el mar Caribe no quedan tan lejos, no son sitios tan diferentes.
Mientras los jóvenes egipcios se organizaban en Facebook, nosotros asistíamos consternados a la filtración de la charla de un policía cibernético, para el que las redes sociales son “el enemigo”. Cuánta razón tiene este censor de kilobytes y sus jefes en temerles a esos sitios virtuales donde los individuos nos pudiéramos dar cita, sacudirnos los controles estatales, partidistas e ideológicos. Leyendo las palabras del joven Wael Ghonim “Quieren un país libre, ¡Denle Internet!” comprendo mejor el sigilo que nuestras autoridades muestran a la hora de permitirnos o no conectarnos a la Web. Se han acostumbrado a tener el monopolio informativo, a regular lo que nos llega y a reinterpretar para nosotros lo que ocurre dentro y fuera de las fronteras nacionales. Ahora saben, porque Egipto se los ha enseñado, que cada paso que nos dejen adentrarnos en el ciberespacio nos acerca a Tahrir, nos lleva velozmente hacia una plaza que se estremece y a un dictador que renuncia”
http://www.desdecuba.com
Me quedo con lo que dijo Simone Weil en su ensayo sobre La Ilíada: "los fuertes nunca son totalmente fuertes, ni los débiles son totalmente débiles".
ResponderEliminarSi alguna vez me dedicase a las matemáticas, lo haría en la rama que estudia la entropía; creo que detrás del caos siempre se esconde una lógica que no atinamos a entender.
ResponderEliminarJOSELU esta vez, venía a pedirte un favor...
ResponderEliminarPor cierto ¿dónde te has metido?:-) ¿estás bien?
Verás en mi blog he colgado una iniciativa que no deja de ser una bobadita, pero aunque sólo sea algo testimonial, por algún sitio habrá que empezar a mover esto, que no sea despotricar y despotricar contra lo mal que va todo… la crítica es buena, pero hacer algo, aún es mejor ¿no te parece?
Verás se trata de pagar todo consumo eléctrico a las 10 en punto de la noche de hoy durante unos minutos como protesta por los abusos de las eléctricas…puede que no sea secundado por la suficiente gente y ni se note, o puede que lo sea y sólo sea el comienzo de otra forma de hacernos sentir… si el apagón se percibe de verdad
¿Quien sabe si este es el comienzo de otra forma de protesta? y de nuevo ponemos a prueba la fuerza, si es que de verdad la tiene de las redes cibernéticas.
Me temo que en nuestro acomodado mundo las pancartas y las voces ya no las escucha nadie y no sirven de nada.
¿Qué podemos perder con intentarlo así?
Recuerda… ¡¡APAGA TOOODAS LAS LUCES Y CONSUMO ELÉCTRICO A LAS 10 EN PUNTO, DURANTE UNOS MINUTOS, CON ESO LLEGA!! si corres la voz, mejor… ¿lo harás porfa? 
Mil gracias y muuuuchos besos.
PD
Espero que estés bien.
María, estoy sin router desde hace unos días padeciendo la incopetencia y falta de seriedad de Vodafone. Estoy ahora conectado en un bar con wifi. No sé el tiempo que me tendrán sin enviarme un router nuevo. Parece mentira lo que puede llegar a echarse en falta internet. Forma parte de nuesras vidas. Es como si estuviera fuera del mundo. Lo del apagón está hecho, pero no podré difundirlo mucho.
ResponderEliminarBesos. Si aparezco será aprovechando alguna zona wifi o en mi centro de trabajo.
Antonio, tu reflexión sobre la entropía me lleva a intentar comprender algún conflicto en que me he visto implicado en los últimos días. El problema es que la entropía puede resolverse de diversas formas: al estilo egipcio o tunecino, o como vemos que se afronta en China e Irán. Pienso que en la entropía sigue habiendo una correlación de fuerzas oculta, y depende de la energía de estas la resolución del caos. En todo caso, es para mí un motivo para pensar.
ResponderEliminarFrancisco, yo precisaría que los fuertes no son eternamente fuertes, y los débiles tampoco. Toda correlación de fuerzas esta marcada por la evolución y el tiempo. Los fuertes de hoy son los débiles de mañana, y viceversa. Como decía mi padre, recogiendo un proverbio que presumo árabe: siéntate en la puerta, y verás pasar el cadáver de tu enemigo.
ResponderEliminarLuis Antonio, disculpa mi tardanza en contestar, pero no tengo internet en casa. Bienvenida es esta cita de Yoani a la que también leo, no asiduamente pero sí eventualmente. Es luminoso que en muchas de las dictaduras del mundo, aparezcan líneas de fractura y se avive la contestación a la tiranía. No cabe duda de que internet es el más prodigioso instrumento de propagación de las ideas y voces humildes pueden hacer oír su voz y alcanzar enorme prestigio y resonancia como es el caso de Yoani. Y está claro que las tiranías temen a internet. Sólo hay que ver la represión y control de que es objeto en países como Irán, Cuba o China, por citar algunos relevantes.
María, disculpa mi retraso. Hoy puedo contemplar la prensa y constar de que hay protestas en Libia, en Irán, en Yemén... El decrépito Castro sale a hablar de la revolución egipcia sin darse cuenta (o no queriéndose darse cuenta) de que allí el Mubarak de turno son él y su ínclito hermano, igual que el régimen iraní que se mostró entusiasta de la plaza de Tahrik hasta que los internautas convocaron manifestaciones para apoyar a los revolucionarios egipcios (en consonancia con lo que sostenía Ahmadineyad) pero entonces en vez de sumarse al entusiasmo, sacaron a la policía para reprimir y asesinar a los manifestantes que habían dicho lo mismo que ellos. Y es que el cinismo es una de las particularidades de todos los dictadores. No sé qué derivaciones puede tener esto, pero de momento asisto regocijado a estos movimientos que se están produciendo en todo el mundo. Pareciera que hasta las mujeres italianas hubieran reaccionado y hayan llevado a Berlusconi ante la Justicia con sus manifestaciones de sentimiento de ira y vergüenza ante la desfachatez y abuso de poder (entre otras cosas) de este sátrapa romano. Besos.
ResponderEliminarLa historia tiene dos axiomas claros: que no se repite, y que es imprevisible.
ResponderEliminarNo podemos, pues, mirar en los rollos de historia y a partir de ellos, aventurar lo que va a pasar. Esa es la vertiginosa emoción del devenir histórico. La gran fascinación que ejerce la historia sobre el ser humano se basa en su inalterabilidad. Los hechos están ahí para analizarlos y aprender de ellos. Pero el futuro no entra dentro de esta disciplina. Es una incógnita, una incógnita que nadie puede resolver. Los hay más listos que otros, y estos se aventuran a hacer histoiaficción, pero desengañémonos, lo que pasará con este presente nuestro nadie lo sabe ¡Menos mal! Se puede, no obstante, hacer prospección histórica, y advertir que ciertos movimientos actuales pueden llevar a ciertos acontecimientos futuros, pero yo no me atrevo a decir nada. Yo soy un espectador de la vida al que le gusta contar cosas que han pasado, pero el futuro es un mar intransitable para mí. Otra cosa es pensar hacia atrás y ver qué hubiera pasado si... es este un divertido ejercicio que a veces propongo a mis alumnos, pero que no va más allá de un juego. Con Franco, ¿hubiera sido posible algo similar a lo de Túnez y Egipto? Yo (es un juego, no me lo toméis en serio)pienso rotundamente que no. Franco lo tenía todo atado y bien atado, y por eso su dictadura solo podía acabar con él, como así fue.
Un abrazo.