Ha muerto Raimon Panikkar. Hace un tiempo le cité en un post. Me hubiera gustado conocerle en persona. El otro día hablaba en contra de los libros de autoayuda porque me parecen superficiales y tópicos. Sin embargo, me gusta leer a Panikkar, a Krishnamurti, a Dogen, a Taizen Deshimaru... Soy un ignorante al que le tienta escuchar a los sabios. Pero sabio no es cualquiera. De hecho es un concepto que parece olvidado. ¿A quién le interesa la sabiduría? No tengo palabras para explicarlo. Mi blog es un torpe intento de reflexionar sobre la vida. Ayer murió Raimon Panikkar y no lo he sentido. Su vida ha sido plena. ¿Y qué es morir? Un instante. Tan importante como el anterior, como éste en que estoy escribiendo. Me gusta concebir la vida como una aventura. En ello estamos. Os dejo enlazado un vídeo en que podéis escuchar a este filósofo-teólogo, maestro del diálogo entre culturas y religiones. No dejéis de investigar su pensamiento.
Blog poliédrico que no cree que haya una versión canónica de la realidad y que asume la contradicción flagrante como sistema de interpretación del mundo.
Páginas vistas desde Diciembre de 2005
Entradas
Qué grande Panikkar! Buscaré algo de él.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
La filosofía no es sólo "el amor a la sabiduría", sino también "la sabiduría del amor".
ResponderEliminarMerecido reconocimiento.Comparto el interés por los pensadores que citas. Un saludo.
ResponderEliminarConozco muy poco a Raimon Panikkar, un libro prologado por él: Filósofos de la nada dedicado a la Escuela de Kioto, me creo llevó a interesarme algún tiempo por el zen, sin demasiada profundidad, me parece de utilidad transitoria (el zen) -autoayuda-, en momentos de "impasse" vital personal.
ResponderEliminarsaludos
Creo y le apoyo en su mensaje global intercultural pero me cuesta mucho tomarme en serio el 100 % de loque afirme cualquier filósofo o pensador que crea en Dios. En todo caso tomaré lo que me interese.
ResponderEliminarLo digo como lo siento.
Saludos.
Tu estupenda entrada, como todas, me ha sugerido la mía de hoy sobre el hermano de este personaje, con el que me identifico más.
ResponderEliminarMuchas gracias, Joselu
Josep Fábrega, así hay que entrar en las ideas: tomando aquello que nos sirva o nos interese. A mí no me atrae la vertiente cristiana de Raimon Panikkar, pero el otro día en A Fonsagrada (Lugo) en una pequeña capilla escuché a dos monjas jóvenes recitando el Angelus. Sus voces cristalinas (tan poco frecuentes)me fascinaron y asistí maravillado a esa oración que no oía hace muchísimo tiempo. Pienso que las religiones han sido causa de muchos conflictos, pero en su origen son también profundas reflexiones a las que cabe prestar atención. Me atrae leer el Baghavad Gita, me interesa el pensamiento sufí, la mística, el zen, el mundo científico... y tomo de ello aquello que, poco a poco, va construyendo mi dimensión personal sin ser seguidor de nada. La emoción que sentí el otro día oyendo a las monjitas es valiosa y no quiero ser esclavo de una visión negadora de lo místico basada en un laicismo y un ateísmo militante. No soy militante de nada, ni siquiera soy agnóstico (el que no sabe), pero me interesa todo lo que conlleve una seria meditación sobre el ser, la muerte, el universo y todas sus posibilidades, y tampoco tengo ninguna respuesta porque no me hago preguntas que me obsesionen. Estamos en tránsito y eso me gusta. Saludos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Racionalmente no concibo la idea de Dios, pero eso no quita que pueda aprender de la filosofía de vida de Panikkar, esa actitud de estar abiertos a la posibilidad de que de todas las personas podremos tomar algo que nos sirva o interese y a la inversa, aunque no estemos de acuerdo en otros planteamientos.
EliminarSerenus Zeitbloom, tienes razón, el zen no es la clave de nada. Yo me alejé de él porque no concordaba con el hecho de que también fuera una iglesia con sus santos, ritos, devociones... No obstante, sé que algún día volveré, porque en aquellas sesiones larguísimas de meditación en posición de medio o cuarto de loto, lograba a veces serenar mi mente. El zen no aumenta la inteligencia, ni nos hace mejores. No sirve para nada práctico. De hecho sólo consiste en una tautología. Estar sentado en una posición, respirar con serenidad y observar la mente sin juzgar. Al margen de cualquier implicación religiosa pienso que si todos pudiéramos estar media hora al día así, serenándonos, habría consecuencias dignas de ser tenidas en cuenta. Saludos.
ResponderEliminarEsther, me alegra tu visita. Seguimos en contacto compartiendo todo lo que se tercie.
ResponderEliminarToro sentado, estoy releyendo mi edición subrayada y anotada de Invitación a la sabiduría que leí hace años. Hay un fragmento que te transcribo traduciendo del catalán. El original está escrito en alemán.
ResponderEliminar"El tema de este libro es la sabiduría de la vida. En la mayoría de las religiones se conoce el concepto de de la sabiduría como el lugar de la libertad. La sabiduría nos hace felices, nos da alegría: es el hogar donde el ser humano se encuentra en su casa, donde puede ser él mismo y eso quiere decir bienaventurado. El criterio de la sabiduría es la alegría (...). Esta alegría profunda e inamovible es un fruto inmediato de la sabiduría. La sabiduría lleva a la felicidad. Somos responsables de nuestra felicidad (...). Esta experiencia es un hecho inexplicable por la sola razón. Hay también sufrimiento en el mundo y, sin embargo, no estoy abrumado por la tristeza. No se puede explicar racionalmente de qué manera pueden convivir felicidad y sufrimiento".
(...) Si no lo conseguimos, es señal de que no caminamos en buena dirección."
Raimon Panikkar
Un cordial saludo.
Francisco, así es. Esta idea puede caminar felizmente en ambas direcciones.
ResponderEliminarNaturalmente debo recomendar sentarse en posición de loto antes que coger una escopeta..
ResponderEliminar;-)
ResponderEliminarExactamente.
Filosofar sobre ese tránsito enigmático que es la muerte siempre me ha interesado. Y lo que me pasa es que cuanto más leo sobre el tema, menos sé. Y más me interesa.
ResponderEliminarUn abrazo.
De acuerdo al 1000% !!!!!
ResponderEliminarMiguel, la vida es una aventura y un misterio. Con sus sucesivas capas que no nos llevan a nada tal vez, o sí. No sé. Me atraen, como a ti, las reflexiones sobre la muerte, el "memento mori" en que los seres humanos se ven abocados al vacío o al infinito. Pienso que el camino hacia la muerte es profundamente filosófico, no menor en su dimensión que el despertar de la infancia. Tal vez más. Por eso se dice, se experimenta, esa regresión que nos lleva de nuevo a la totalidad. La antesala de la muerte tiene que ser luminosa -en medio de la agonía-, que es un tránsito hacia quién sabe dónde. Tal vez a la nada. Pero incluso así no deja de ser una inmersión en algo lleno de luz. O de oscuridad. Quién sabe.
ResponderEliminarMe gustaba muchísimo este hombre, JOSELU,
ResponderEliminary siento su pérdida, aunque creo que tuvo la suerte de vivir una larguísima y fructífera vida.
Coincido con todo, absolutamente todo lo que cuenta en el video y se equivocan los que lo ven como un quasi teólogo o ideólogo cristiano, que lo era, pero su propia naturaleza, creo que era medio indú y su grandísimo conocimiento de esta cultura, le hacían tener un pensamiento muy universal, abierto y para nada, enrocado en una ideología catolicista al uso. De hecho, mucho me temo que no es que simpatizaran demasiado con él, las altas esferas eclesiásticas.
Nunca comprenderé a las personas que rechazan algo sólo por la etiqueta que parece que cuelga de ellas. Se puede aprender de todos, incluso los que no coinciden en absoluto con nuestra manera de pensar. A veces creo que esa cerrazón, es la madre de la mayoría de los males que nos invaden, pero en fin, cada uno es cada uno.
Me encanta eso de que "no hace falta saber morir, como no hace falta saber vivir " simplemente hay que vivir y punto.
Disfrutar de cada segundo, como si fuera el último y cuando llegue ese, pues como él dice, no pasa nada porque será, el penúltimo...
jajajaja Ya, ya sé que tú no tienes nada claro esto, pero da igual, tú lo piensas y todo va mejor. A veces, es mejor hacerse un poco los tontitos :-)
Muchos besos JOSELU y...
disfruta mucho de tu domingo.
María, leí a Raimon Panikkar hace años, subrayé su libro Invitación a la sabiduría, pero creo que lo olvidé. O tal vez no. Nunca sabe uno lo que olvida o no. En mis sueños surgen imágenes o historias que no tengo presente en mi vida ordinaria. El inconsciente es una presencia intensa que no reconozco en mi vida cotidiana. Panikkar pertenece a mi registro inconsciente, pero está en él. Como todo lo imporantane, como esa apelación a la sabiduría que me gustaría continuar. Proseguir. Iniciar. No sé demasiado.
ResponderEliminarJuraría que este tipo habla de mi padre :) Mi madre siempre me dice... es que tu padre... no tenía miedo a morirse :) Y realmente era así.
ResponderEliminarNo sé cómo lo hacía, pero era así. Yo siempre pienso a la muerte se le teme porque nos roba lo único que tenemos. Otras veces pienso que no tenemos nada en realidad, las menos.
Mi padre sabía algo que yo no sé, eso está claro. Éste hombre para mí que también lo sabe.
Tomando nota pues. En cola, que tengo otros tres delante, ays :S
Saludos de vuelta, Joselu.
Guau! Magnífico Joselu, gracias por aportarnos algo de él. Estaré pendiente a ese agua, mas que a esa gota.
ResponderEliminarUn abrazo,
Verónica, creo que lo has sintetizado bien. Este hombre es digno de ser escuchado, aunque yo esté alejado de su compromiso cristiano (que no es el mío). Es importante definir una presencia ante la muerte. El único tema importante. Bienvenida. Seguimos en contacto.
ResponderEliminarBuscador de corazones, así estamos todos en estado de búsqueda porque todavía estamos incompletos, y eso es bueno. En este mundo digital hay mucho de humanismo, de indagación, de conversación. No somos nada, pero qué maravillosa es la vida que permite que nos interroguemos acerca de su sentido.
ResponderEliminar